201837098 tobler la revolucion mexicana

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    PRESENTACIÓN PRESENTACIÓN 

    HHANANSS WWEERNRNEERR

    TTOOBBLLEERR111

    LA REVOLUCIÓNLA REVOLUCIÓN  MEXICANAMEXICANA

    TransformaciónTransformación social social  

    yy cambiocambio  político, político, 187!187!

    1"#$%1"#$%

     producción. En Francia se destruyó la mayor parte de las grandes propiedades y sus pertenencias las adquirieron los campesinos o los miembros de la poderosa burguesíafrancesa. En México los cambios de este tipo fueron muy limitados entre que la regla,y para 19! m"s de #!$ de la tierra de México seguía en poder de los grandeslatifundistas. % por el contrario, a pesar del &rtículo ' de la (onstitución Mexicana,entre 191! y 19! las compa)ías estadounidenses de *ec*o *abían llegado aconclusiones similares y etiquetaban al le+antamiento social mexicano no como unare+olución, sino como una mera rebelión o, en el meor delos casos, como unare+uelta.

    (on su interesantísimo e importante libro  Die mexikanische Revolution, el*istoriador sui-o ans /erner 0obler contribuye decisi+amente a despear estas dudasrelacionadas con la autenticidad de la e+olución Mexicana. 0obler no est" de acuerdoen que se subestime el enorme le+antamiento social que ocurrió en México, y con todaequidad y claridad lo denomina re+olución. ace esto porque examina losacontecimientos de México no solo desde una perspecti+a de die- a)os, sino en unlapso de tiempo muc*o m"s amplio. 2os inmensos mo+imientos populares quesurgieron en México, la destrucción del +ieo Estado y del +ieo eército que esto produo, el debilitamiento profundo de las estructuras agrarias tradicionales en le periodo que +a *asta 193!, lo mismo que la expropiación de segmentos importantes de propiedades extraneras4 lo anterior y otros fundamentos lle+an a 0obler a concluir queel término 5re+olución6 se puede aplicar por completo a que 0obler se ocupa de ella,lo mismo que la gran cantidad de pruebas empíricas, *asta a*ora desconocidas, que

    7ara muc*os europeos el fenómeno dela re+olución mexicana es algo que arroaenormes dificultades de entendimiento. Este *ec*o me +ino a la mente con claridad de

    modo muy peculiar, cuando daba unas conferencias sobre la re+olución mexicana en la8ni+ersidad de iena, in+ité a algunos estudiantes a mi casa para oír cancionesre+olucionarias mexicanas. 7use discos de las canciones m"s famosas: 2 &delita, 2aalentina y la (ucarac*a. & l oír la m;sica y a letra que yo les iba traduciendo, lascaras de los estudiantes se *acían cada +e- m"s incrédulas. 7ara los austríacos, lomismo que para la mayoría de los europeos, las canciones re+olucionarias debían semarc*as +ibrantes y llenas de expresiones como 5libertad o muerte6, el 5futuroradiante6 que clamaba por él 5el fin de la explotación6 y con+ocaba al 5desfile dere+olucionarios alrededor de la bandera roa6. 7ero lo que oían aquí era a alguien prometiéndole a &delita que iba a comprarle un +estido nue+o, alguien que le decía aalentina que si lo iban a matar ma)ana meor que lo mataran de una +e- y alguienque +inculaba los nombres de los *éroes re+olucionarios como 7anc*o illa yenustiano (arran-a con cucarac*as pasadísimas de mari*uana. us dudas fueron en aumento cuando compararon por primera +e- la *istoria de lae+olución Mexicana con la de otras transformaciones sociales importantes, como lare+olución francesa. >u conclusión: a diferencias de los acontecimientos en Francia, lae+olución Mexicana no fue una re+olución propiamente dic*a su fase decisi+a, entre191! y 19!4 no se *abía dado un cambio profundo en la propiedad de los medios de

    1 >elección de 0obler, ans /erner. La revolución mexicana. Transformación social y cambio político,1#'?@193!. México, &lian-a, 1993.

    ofrece para respaldar estos *ec*os, son una aportación totalmente nue+a e importante

     para la *istoria de la e+olución Mexicana es su descripción, an"lisis y e+aluación dela creación de la nue+a burguesía que surgió en México al concluir la fase armadare+olucionaria en los a)os +einte. asta a*ora se *a trabaado poco sobre las fortunasque se amasaron el la década de los die- y los +einte y en a muy complea relaciónentre la nue+a clase alta y la +iea y entre éstas y los capitalistas extraneros durantelos a)os 19!@193!.

    0obler se ocupa también de la compleísima relación entre la clase prerre+olucionaria y el eército que surgió de la re+olución. Ae *ec*o, este ;ltimo uega un papel central en le libro de 0obler y la +aloración que *ace de sus +ariadosreacomodos a)o tras a)o, y de su papel militar político, social y económico, es algototalmente nue+o e importante, gran parte del trabao que *asta a*ora se *a *ec*osobre los eércitos re+olucionarios de México >e *a limitado a +alorar su lidera-go ysus t"cticas. 0obler +a un paso m"s all" al ocuparse de sus integrantes.

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    transformaciones, el antiguo eército re+olucionario nunca podr" identificarse con el +ieoeército federal. & diferencia de éste, que respondió fa+orablemente a los llamados de laoligarquía tradicional de México y de los empresarios extraneros para derribar a Maderoen 191B, el nue+o eército re+olucionario se negó a oír los llamados tanto de los*acendados mexicanos como de las compa)ías petroleras estadounidenses para participar en el derrocamiento de ("rdenas en 19B#. Cgualmente equilibrada y original en a+aloración de 0obler sobre el surgimiento, cooperación, resurgimiento, destrucción parcial,autonomía o falta de autono mía de los mo+imientos populares, tanto de los trabaadorescomo de los campesinos entre 191! y 193!.

    El libro de 0obler es m"s que un an"lisis de estos problemas y una descripción de la*istoria de la re+olución, aunque en ambos casos tiene muc*as cosas nue+as que ofrecer.

    Es el intento de una nue+a síntesis de la e+olución Mexicana en la que 0obler aporta sus profundos conocimientos y percepción es acerca de la *istoria re+olucionaria europea. 2a primera edición del presente libro se publicó en 19#B, antes de la aparición de una seriede obras sintéticas recientes sobre la e+olución Mexicana, principalmente las obras de&lan Dnig*t 0*e Mexican e+olution, (ambridge, 19#?, Francois Ga+ier Huerra 2eMexique: de lIancien regime " la re+olution, 7arís, 19#J y Ko*n Mason art e+olutionary México. 0*e (oming and 7rocess of Meexican e+olution, Lereley ylos Nngeles, 19#'. En el prefacio a la presente edición mexicana y en el posfacio, 0obler destaca la importancia de estos libros para el estudio de la re+olución como un procesoque abarca de 191! a 193!.

    Aespués de la lectura de este libro, uno compren de por qué la e+olución Mexicanasigue siendo una de las pocas re+oluciones del siglo GG que a;n conser+a legitimidad antelos oos de su propio pueblo. &*ora que el nombre de >an 7etesburgo sustituye al de2eningrado y que las estatuas de los anteriores *éroes re+olucionarios *an sido eliminadasde toda Europa del Este, en México nadie so)aría ni remotamente con cambiar la calle deFrancisco Madero por la &+enida 7orfirio Aía- o con quitar las estatuas de EmilianoOapata, 7anc*o illa o enustiano (arran-a. Po *ay se)al m"s clara de la legitimidadactual de la re+olución para la mayoría de los mexicanos que el *ec*o de que o sólo el partido en el gobierno, sino también uno de los principales

    con un modelo re+olucionario m"s general= c*ieder, 5es sin duda el problemam"s estudiado entre los grandes fenómenos del curso *istórico6, aun no se puede *ablar demanera alguna de la existencia de una teoría que explique satisfactoriamente la naturale-ade la re+olución en sí. >i bien el interés en la teoría de la re+olución *a aumentado muc*odurante las ultimas tres décadas, sobre todo en el "mbito de las ciencias sociales, y *alle+ado a la creación de nue+as definiciones,clasificaciones, tipologías y modelos de la re+olución, no existe la menor duda de que no se*a producido una teoría general de la re+olución. B

    Esto no significa, sin embargo, que dic*as reflexiones teóricas acerca de lasre+oluciones care-can de +alor para el *istoriador. 0anto los modelos de enfoquesociopsicológicos como las aproximaciones desde el punto de +ista de la teoría de sistemao de los trabaos que tienen por centro el conflicto político *an profundi-ado nuestroconocimiento de los factores centrales de la re+olución, así como la ri+alidad entre estos planteos explicati+os y la contro+ersia ya m"s antigua entre la +isión 5burguesa6 de lare+olución y la marxista. &sí, por eemplo, resulta e+idente que las categorías de la5deflación de poder6 y la 5pérdida de autoridad6 de las elites dirigentes, que estableció(*almers Konson como factores centrales de una crisis prerre+olucionaria, son sumamentesignificati+as también en el caso de México seg;n lo demuestra, por eemplo, &lanDnig*t mediante el eemplo de la crisis delegitimación que tu+o el régimen porfirista en su fase tardía. 3 &simismo, el modelosociopsicológico planteado por Kames (. Aa+ies y dearrollado por 0ed Hurr, con su

    noción cla+e de la 5pri+ación relati+a6, coincide *asta cierto punto con el comportamientode determinados grupos de la población durante el 7orfiriato.J 7or ;ltimo, no se puedenegar que los mecanismos de los conflictos políticos que se produce dentro de grupossociales, y en los cuales tanto insiste (*arles 0illy, también deben estar en el centro detoda in+estigación sobre la e+olución Mexicana.?

     partidos de la oposición e inclusi+e la guerrilla armada afirman ser los *erederos  legítimos de la re+olución.

    QQQQQQQQQQQQQQQQQQQQQQQQQQQQ

    INTRODUCCIÓNINTRODUCCIÓN GENERALGENERAL

    &RIE'RIC( )AT*  0*eodor >c*ieder, 50*eorie der e+olution6, en >c*iedercomp. e+olution und Hesellsc*aft, Friburgo, 19'B, pp. 1B@ 3J4 aquí p.13.B 8n excelente resumen crítico de la +asta bibliografía al respecto puede encontrarse en Heog 7. Mayer,5re+olutionst*eorien *eute@ ein ritisc*er 8berbli in *istorissc*er &bsic*t6, en ans 8lric* /*lercomp. !!  jahreamerikanische revolution und Recolutionnsforshun,n;mero extraordinario de !estchichte und !eschichtsedellschaft ,19'?, pp. 1@ 1'?. éase también las introducciones de Dlaus +on Leyme y oler ittbeger, en D. on Leyme comp.,

     "mpirische Revolutionsforschun,Rpladen, 19'B,...3 (*almers Konson, Revolutionstheorie, (olonia, 19'14 #niht, $exican Revolution, C, pp . 1?J@1?', d onde atribuye lacrisis de legitimación del 5antiguo régimen6, entre otras cosas, a la desaparición de las tradicionales relaciones de

     patrona-go entre la elites y el campesino.

    J Kames Aa+ies, 5Eine 0*eorie der e+olution6, en +on Leyme comp., "mpirische Revolutionsforschun. 7p. 1#J@!340ed Hurr,  Rebelion. "ine $otivationsanalyse von %ufruhr. #onspiration un e innerem #rie,

    0odo trabao científico sobre una re+olución requiera de un mínimo de reflexionesteórico conceptuales pre+ias.

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    (on todo, el presente trabao acerca de la e+olución Mexicana no se orienta en primer lugar seg;n estas reflexiones teóricas sobre la re+olución y sus contro+ersias.En principio, la aplicación de teorías y modelos, con frecue ncia sumamenteabstractos, al an"lisis de la realidad *istórica concreta generalmente resulta unaempresa difícil y no pocas +eces problem"tica. 7or otro lado, la in+estigacióncientífica de la e+olución Mexicana no se inicio en mayor escala *asta unas tresdécadas, sal+o uno que otro trabao precursor de gran +alor. 7or eso, al contrario de loque sucede, por eemplo, en el caso de la re+olución francesa, no *an sido toda+íaesclarecidas muc*as cuestiones que serían ustamente muy importantes para clasificar esta re+olución desde el punte de +ista teórico @ sistem"tico, a;n cuando *an sido publicados trabaos sumamente importantes tanto en el aspecto empírico como en elteórico @ metodológico.

    oy en día existe entre los *istoriadores un amplio consenso en lo que se refierea las condiciones pre+ias de esta re+olución. En general, se considera que por un ladola centrali-ación política, es decir, la expansión y el fortalecimiento del Estadonacional a expensas de las autonomías regionales y locales, y la crecientecomerciali-ación agrícola y la crisis agraria que ésta entra)aba, por otro, son lascausas estructurales m"s importantes, las causes lointaines de la re+olución. Mientrasque Huerra *a descrito muy claramente el proceso de centrali-ación estatal durante le7orfiriato, Dnig*t *a *ec*o resaltar muy bien el contexto general del desarrollo agrariomexicano y *a mostrado en qué medida este de desarrollo @ a diferencia de losucedido en otros países latinoamericanos en le mismo periodo @ resultaría sumamenteconflicti+o.'

    0ambién *ay un amplio consenso en cuanto a las influencias exógenas quetu+ieron efecto a largo pla-o sobre este proceso prerre+olucionario, es decir, latransformación económica, pro+ocada sobre todo desde afuera, con todas susconsecue ncias sociales, culturales y políticas4 aunque esto no impide de ning;n modoque determinados factores como, por eemplo, el papel desempe)ado por la burguesíanacional o la significación del nacionalismo económico mexicano son +alorados demanera muy diferentes. 2o mismo sucede con as consecuencias concretas de la crisiseconómica de 19!' @ 19!#, originada en Estados 8nidos, sobre la aparición de unasituación re+olucionaria en México.# En cambio, nadie pone en duda el *ec*o de quefinalmente la crisis el sistema político y los conflictos políticos que de ésta resultaron afinales del 7orfiriato *ayan tenido una importancia central para el estallido de lare+olución.

    7or otra parte, muc*o m"s contro+ertida es la cuestión del car"cter fundamental

    de esta re+olución. obre la diferente ponderación que *acen, por eemplo Huerra, Dnig*t y art de estos factores, +éase el

     posfacio, pp. ?'B y ss. Ae esta obra.

    se *abía formado en las re+oluciones burguesas de fines del siglo GCCC y del GCG, ose asemea m"s al modelo de re+olución que se formó en la primera mistad del sigloGG bao la influencia decisi+a aunque no exclusi+a de la e+olución de Rctubre rusa=En fin,

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    cuestión de cu"nto se puede considerar que *abían concluido, son características quela e+olución Mexicana comparte con estas otras re+oluciones de siglo GG y que le prestan rasgos @ adem"s de aquellos de las m"s 5antiguas6 @ también de lasre+oluciones 5modernas6 del siglo GG. 1

    Ae la misma manera que la e+olución Mexicana no puede ser asignadaclaramente a una tipología determinada, tampoco es f"cil estimar el alcance de loscaminos originados por ella en el Estado, la economía y la sociedad. 2a re+isióncomen-ada en los a)os setenta, de la imagen tradicional de la e+olución Mexicanacomo ruptura profunda en el desarrollo social y político del país se basaba, entre otrascosas, en una apreciación bastante crítica de las consecuencias que *abía tenido lare+olución a largo pla-o. Esta crítica *acía resaltar sobre todo la e+idente continuidadque existe entre el 7orfiriato prerre+olucionario, la re+olución y el régimen posre+olucionario de 5la re+olución institucionali-ada6. En tanto que para el*istoriador francés Kean Meyer esta continuidad se manifiesta ante todo en lae+olución del Estado mexicano, cuyo car"cter fundamental ya se *abía formadodurante el 7orfiriato y que sólo fue consolidado por la re+olución en su estrategia dedesarrollo socioeconómico, para el sociólogo mexicano &rnaldo (órde+a la mismacontinuidad se expresa en el desarrollo del capitalismo moderno, iniciado durante el7orfiriato y que no fue en modo alguno interrumpido por la re+olución. 1B %a en losa)os sesenta en México, algunos obser+adores críticos dl desarrollo de la re+oluciónen su fase tardía y en la posre+olucionaria *abían constatado síntomas de una política5neoporfirista6, lo cual fue interpretado como indicio de que la 5re+olució ninstitucionali-ada6 en cierto modo *abía +uelto a su punto de partida. 13 Finalmente, sellegó a poner en duda que el desarrollo posterior a 191! tu+iera un car"cter genuinamente 5 re+olucionario 5 a tal grado que amón Eduardo ui- sólo le

    concedió el rango de 5gran rebelión6.1J

    7or supuesto, no existe ninguna definición de re+olución que sea uni+ersalmenteaceptada. Po sólo en las publicaciones m"s recientes sobre la re+olución se constatauna amplia +ariedad de definiciones concept;ales que acent;an deferentescaracterísticas 5 centrales 5 de la re+olución4 también, con el correr del tiempo, elconcepto mismo de 5 re+olución 5 *a sufrido muc*os cambios, sobre todo bao lainfluencia de re+oluciones *istóricas concretas.1? >in embargo, sobre algunascaracterísticas centrales de una re+olución 5 autentica 5@ a diferencia de los

    1 &lgunas obser+aciones sobre este conunto de problemas se presentan en ans 0obler, 5Modernidierung unde+olution im !, a*rundert:ubland, (*ina, México@ Einige &spee des e+olutions+egleisc*s6, en!eschichte in der !een*art, +estabe fur $ax (ilberssschmidt, comp. 7or K.>.Drulis @ anda . >c*neebeli y.K.>iegent*aler, Ourc*, 19#1, pp. 1B'@1JJ. 2a asignación de la e+olucón Mexicana a la caegoriia de 5 guerras

    nacionales de liberación 5, que se *ace a +eces, no me parece sostenible, ya que en México no se da la conexióninmediata de una luc*a de liberación anticolonial, o bien nacional, con la re+olución político @ social.1B Kean Meyer, 5 7eriodi-ación e ideología 5, en ontemporary $-xico, 'apers of the / nternational onress

     pronunciamientos, golpes de Estado y re+olución palaciegas tan corrientes en &mérica2atina @ existe entre *istoriadores y científicos sociales un amplio consenso. &continuación y siguiendo a 7eter /aldmann, se)alaremos cuatro conunto decaracterísticas de una re+olución. 1' 1. 2a re+olución 5produce un cambio profundo delas estructuras de la sociedad, en cuyo centro se encuentra primero el orden político6.. >emeante 5 transformación política fundamental de las estructuras6no se reduce lamero trueque de las elites, sino que cambia perdurablemente 5 la la+e seg;n la cual sereparte el poder6. B. Aespués de cambio político, 5 se deben crear nue+as pautas paraorientar el desarrollo política, económico, social y cultural6 e iniciar la reali-ación de 5un programa alternati+o para *acer frente al futuro6. 3. Finalmente, en lo que serefiere a las formas exteriores del cambio re+olucionario, *ay que destacar trescaracterísticas: 5primero, una marcada concentración temporal de los procesos detransformación4 segundo, la mo+ili-ación de amplias capas de la poblaciónparticipación de las masas y tercero, el estallido de la +iolencia manifiesta6.

    i nos limitamos al "mbito forma @ institucional y examinamosel conunto de los cambios producidos por la re+olución la acabar la fase de las guerrasci+iles, en 191' o bien en 19! o sea, en una época en que a menudo se considera que

    la re+olución ya *abía terminado, constatamos que éstos fueron efecti+amente muylimitados. Es +erdad que se *abían producido un trastorno político: la clase dirigente

     prerre+olucionaria *abía sido aleada del poder en forma duradera y en particular *abíasido aniquilado el antiguo eército federal4 adem"s, nue+as clases sociales *abían

    tenido acceso a economía y la sociedad, sobre todo en le sector central el agrario, conla (onstitución de 191' sólo se *abía proclamado un programa de extensas reformas

    que, *asta principios de la década de 19!, a lo sumo se *abían reali-adorudimentariamente. M"s a;n, entre 191' y 19! se manifiestan nacionalistas de la

    (onstitución de 191' existieron en gran parte sólo sobre el papel *asta los a)os treinta.

    >in embargo, este resultado relati+o al efecto 5funcional6 de la e+oluciónMexicana es incompleto. (on ra-ón * insistido Dnig*t en que la re+olución no debeser concebida simplemente como una cadena de destacados acontecimientossingula res, sino como procesos cuyas consecuencias no se redueron a determinados

    of $exican &istory, octubre de 19'B, >anta Monica, comp.. por Kames /liie et al., Lereley, 19'?4 &rnaldo  (órdo+a, 2a ideología de la e+olución Mexicana. 2 a formación del nue+o régimen, México, 19'B, pp. 1J y ss.13 éase Aaniel (osio illegas, The $exican and uban revolutions ompared, Lincoln19?1, p.J

    1J amón ui-, The !reat Rebellion $-xico 19!J@193, Pue+a %or, 19#!.1? Darl HrieUan, Aer neu-eitlic*e e+olutionsbegriff, /eimar, 19JJ.

    1' 7eter /aldmann, 5>tagnation als Ergebnis einer I>tucre+olutionI. EntUiclungs*emnisse and @+ersaumnisseim pernistisc*en &rgentinien6, en !eschichte und !esellsschaft , CCV, 19'?,pp. 1?!@1#'4aquí pp. 1?1 y ss.

    1# Dnig*t, 50*e Mexican re+olution: Lourgeois= Pationalist= Rr ust a IHreat ebellionI6, pp. ? y ss.

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    cambios institucionales. Efectos indirectos de la re+olución, que no *abían sidodeseados por los grupos dirigentes y que se manifestaban, por eemplo. En un cambiode comportamiento de la población mo+ili-ada por la re+olución, pueden *aber compensado @ aunque por su naturale-a sean difícilmente mensurables @ *asta cierto punto la falta de reforma estructurales.19 El comportamiento de algunos campesinos enla reforma agraria de los a)os +einte y treinta ilustra muy bien este fenómeno. Estosignifica, empero, que no se le puede *acer usticia a la e+olución Mexicana si unose limita, digamos, a la década de la 5 re+olución armada6, entre 191! y 19!, por locual en el presente trabao se *a optado por un marco temporal bastante m"s amplio,que abarca el desarrollo *asta fines de los a)os treinta.

    Ae este modo *emos abordado el problema de la periodi-ación, particularmentecomplicado en le caso de la e+olución Mexicana. 2a larga duración de la re+olución, de 191! *asta 193!, supuesta en este trabao, plantea claramente algunos problemas,aun cuando en muc*as publicaciones sobre el tema se aplique el termino 5re+olución 5al periodo que +a *asta 193! y aun m"s all". ! 7or cierto, cuando se concibe lare+olución en un sentido estructural m"s riguroso, el periodo expuesto termina 1!1',19! o 193, ya sea por ra-ones pragm"ticas o porque se rec*ace explícitamente laconcepción de la re+olución como un periodo de tiempo demasiado amplio.1

     Po *ay duda de que existen buenos moti+os para aplicar criterios m"srestricti+os también en lo que concierne a la duración temporal de las re+oluciones.7or otro lado, no resulta simple determinar la duración de la e+olución Mexicana, esdecir su final, circunstancia que tiene en com;n @ como ya *emos dic*o@ con otrasgrandes re+oluciones del siglo GG. Es así como la periodi-ación de la re+oluciónc*ina plantea serios problemas4 no es casual que se *aya *ablado *asta del 5 siglo de la

    re+olución c*ina6.

    % aun en el caso de la re+olución rusa de octubre de 191', sólo enla fase tardía de la re+olución, con 5 la re+olución desde arriba6 estanilista de los a)ostreinta @ después del corto intermedio del 5comunismo de guerra6 y de la fase

    relati+amente larga de la PE7 en los a)os +einte @, se produo la profundatransformación de las estructuras económicas y sociales que conocemos.B

    0ambién en México las reformas institucionales de los a)os treinta los cambiosm"s profundos en la *istoria mexicana del siglo GG est"n en muc*os aspectos tanentrela-adas con los acontecimientos re+olucionarios de 191! a 19! que @ a pesar dla distancia temporal entre éstos y el régimen de ("rdenas @ se puede *ablar de unacontinuidad re+olucionaria. Po sólo eran los dirigentes cardenistas prominentes+eteranos de las guerras de la re+olución de 191! 19!, y sus reformas se basabanexplícitamente en la (onstitución de 191'4 m"s importante era el *ec*o de que sólo lare+olución política de 1913, es decir la eliminación del antiguo eército y elderrocamiento político aunque no económico de la oligarquía prerre+olucionaria,

    *abía creado las condiciones para poder imponer un programa de reformas tan radical para la &mérica 2atina de aquel entonces.

    En la misma dirección obraban los efectos secundarios de la re+olución yamencionados, es decir, una mo+ili-ación parcial y cierto cambio de mentalidad de la población, así como las contradicciones de una reforma agraria que @ a pesar de lolimitada que era y contra las intenciones de los dirigentes políticos @, en los a)os+einte y treinta liberaron una din"mica que dio impulso a la política de reformascardenista. Ae estos impulsos, que tenían sus raíces en a fase re+olucionaria de 191! a19!, surgió el experimento reformista de ("rdenas 19BJ@193!, muc*o m"s en todocaso que de los efectos de una época de depresión económica com;n para toda&mérica 2atina.3 isto así, el periodo re+olucionario de 191! a 193! adquiereco*erencia interna y una identidad *istórica inconfundible.

    Introducción a la ri!"raIntroducción a la ri!"ra art"#art"#

    19Dnig*t ilustra estas circunstancias con el e,emplo de la re+olución +illist a en (*i*ua*ua 6: ...no *abía

    re+olución en las relaciones de producción . 7ero la re+olución , en (*i*ua*ua y en donde fuera, produo cambiosde importancia *istórica, que no eran ni Iobeti+osI ni la obra de la reforma oficial. Estos eran cambios dementatalités...6, Dnig*t, $exican Revolution, CC, pp. 1B.! éase, por eemplo, la serie editada por El (olegio de México,  &istoria de la Revolución $exicana, que llega*asta 19?!. El primer debate mantenido por *istoriadores y sociólogos sobre la periodi-ación de la e+oluciónMexicana tu+o lugar en los a)os cuarenta. éase al respecto >tanley oss comp.,  s the $exican revolution

     Dead =, Pue+a %or, 19??, y las contribuciones publicadas en ese libro.

    1 &sí como, por eemplo, Kes;s >il+a er-og termina su conocida exposición @  0reve historia de la Revolución

     $exicana, México ,19?!@ con la (onstitución de 191'4 con el a)o 19! acaba &lan Dnig*t la suya,e+identemente por ra-ones practicas, ya que insiste en el car"cter procesal de esta re+olución, +"lido a;n muc*om"s all" de los a)os +einte. 0ambién en le presente trabao, entre otros, se considera que el a)o 19! marca latransición entre la re+olución en sentido estricto y su fase tardía, en la que se estabili-a. amón ui- y Ko*n artson partidarios de 193 como fin de la re+olución. no me con+ence, sin embargo, que art rec*aceexplícitamente ampliar el periodo re+olucionario *asta 193!4 art, Revolutionary $-xico, p. 1#. >i es que elcriterio de aret para un +erdadero cambio re+olucionario 5 el traspaso de la propiedad de manos extraneras amanos nacionales y del control ausentista la de un propietario local6 p. G se cumplió en México alguna +e- @ 

     por lo menos *asta cierto punto @ segura mente ni fue en 193 sino sólo *acia fines de la época de ("rd enasW /olfgang Frane, das Ka*r*undert der c*inesisc*en e+olution 1#J1@1939, Munic*, 19J#

    B 8na diferencia fundamental entre la e+olución estanilista 5 desde arriba6, así como de la re+olución c*ina de principios de l os a)os cincuenta y la p olítica del régimen de ("rdena es, sin embargo, e+idente. Mientras q ue lafor-ada colecti+i-ación estalinista de la agricultura y la aniquilación económica también física , en parte de losulas se lle+aron a cabo de manera sumamente sangrienta y +iolenta, y también la reestructuración de lasociedad c*ina al comen-ar los a)os cincuenta fue acompa)ada de una intensa +iolencia pro+eniente desde arriba,as reformas cardenistas transcurrieron con una +iolencia muc*o menor y@ al contrario de usia @ no a costa de

    los agricultores sino afa+or de ellos.

    3 7recisamente, cuando se tiene en cuenta las m;ltiples consecuencias indirectas de a re+olución, no se pueden pasar por alto las +inculaciones entre el cardenismo, la dominación sonorense y la re+olución armada. éasetambién Dnig*t, 50*e Mexican re+olution: Lourgeois= Pationalist= Rr ust a IHreat ebellionI 5, p.1' 5T enmuc*os aspectos ideológicos, emocionales y generacionales,el cardenismo era el ;ltimo respingo de la antiguacausa re+olucionaria antes de que un nue+o lidera-go, abra-ando un nue+o proyecto, asumiera el control del paísdurante los a)os cuarenta6, +éase también las indicaciones que se encuentran allí sobre la problem"tica de la

     periodi-ación, p. 1!.

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    $MO%ERNI&ACIÓN'$MO%ERNI&ACIÓN'  ( ( CRISIS)CRISIS) CON%ICIONESCON%ICIONESESTRUCTURALESESTRUCTURALES %E LA%E LA REVOLUCIÓNREVOLUCIÓN MEXICANAMEXICANA

    Aos procesos estrec*amente relacionados entre sí caracteri-an el desarrollo deMéxico durante el 7orfiriato: por un lado, una 5moderni-ación6 estatal y económica4 por otra, una crisis política y social, resultado en gran medida de los efectos deaquélla. &proximadamente *asta finales de siglo pre+alecieron los efectosestabili-adores de la moderni-ación4 sin embargo, durante la década anterior alestallido de la re+olución de 191!@1911 se *icieron notar cada +e- m"s las

    consecuencias desestabili-adoras de los cambios pre+ios en la economía, el Estado y lasociedad. J

    (omo se expondr" con mayor detalle en los dos capítulos siguientes, dic*a5moderni-ación6 afectó principalmente dos sectores: El Estado y la economía. 2amoderni-ación estatal significó ante todo el fortalecimiento del Estado central, que pudo así extender, por primera +e- desde el termino de la época colonial, su esfera de poder directo sobre todo el territorio nacional. 2as -onas de poder regionales, loscacica-gos, fueron eliminadas sucesi+amente o al menos obligadas a una lealtadduradera *acia el gobierno central4 las regiones periféricas, especialmente el norte y elsur del país, se +ieron en creciente medida suetas a la a influencia del gobierno naciónal4 por ;ltimo, la centrali-ación administrati+a a ni+el federal y estatal pro+ocó una progresi+a perdida de autonomía regional y local. 2a moderni-ación estatal @ que se

    con+ertiría m"s tarde en un foco de crisis particularmente sensible @ significó así en primer lugar una progresi+a penetración de la sociedad por el Estado y sus órganos.

    Este proceso estu+o íntimamente relacionado con la simult"nea moderni-aciónde la economía4 m"s concretamente, con la moderni-ación parcial de determinados

    J  Po se pretende de nin guna manera enfocar a continuación el desarrollo mexicano desde el pu nto de +ista d e lateoría de la moderni-ación. El concepto de la moderni-ación se aplica aquí m"s bien en su sentido m"s estrec*o,a ciertos cambios estructurales en el marco de la economía y del Estado, sin suponer por esto @ a manera de las

     primeras teorías de la moderni-ación @ un proceso social uni+ersal con tendencia a producir los mismos efectosen todas partes. En el caso de México, sería especialmente equi+ocado partir de un modelo teleológico de 5moderni-ación6 al estilo europeo @ estadounidense y presumir el desarrollo simult"neo de la moderni-acióneconómica y la política y social en el sentido de mayor democrati-ación y la creciente integración social de losestratos baos de la población. 7or el contrario, precisament e las crisis políticas y sociales deri+adas de

    determinados impulsos de moderni-ación, o sea, los efectos sociales y políticamente regresi+os ydesestabili-adores de la moderni-ación @ de acuerdo con el síndrome de la 5moderni-ación conser+adora6 planteado por Larrington Moore@, re+isten una gran importancia como condiciones estructurales o causeslointaines de la re+olución Mexicana. 8n an"lisis de los anteriores conceptos globales de la moderni-ación puede*allarse en ans /e*ler,  $odenisierunstheorie und !eschichte, Hotinga, 19'J, particularmente pp. 1#@B!. 2aaplicación selecti+a de los teoremas de a moderni-ación podría *abilitar, en cambio, perspecti+as muy fructíferas

     para el an"lisis de la re+olución4 pp. 13' y 13#. 2a con+incente aplicación del modelo de crisis crisis deidentidad, la legitimación, de distribución, de participación, de dependencia a la situación conser+adora6 +éaseLarrington Loore, (o1iale 2rsprune von Diktatur und demkratie, Franfurt del Meno, 19?9. Po se pretende deninguna manera sugerir, desde luego, identidad alguna entre los procesos *istóricos del Kapón y de &lemaniaestudiados por Moore bao dic*o concepto y el desarrollo mexicano durante el 7ofiriato.

    sectores de la economía mexicana, sobre todo la minería y el petróleo, la agricultura deexportación, el sistema de comunicaciones y transportes y @ en cierta medida @ laindustria transformadora. El crecimiento económico producido por las grandesin+ersiones de capital extranero proporcionó al Estado mexicano los mediosfinancieros necesarios para desarrollar su administración y sus fuer-as de orden, de talmanera que el establecimiento de un sistema moderno de transportes ycomunicaciones aumentó efica-mente la capacidad real de imposición del Estadotambién en las "reas pre+iamente apartadas del gobierno. 7or otro lado, la pacificaciónsocial y estabili-ación política de México, resultantes de dic*o afian-amiento delEstado, fueron a su +e- la condición esencial para el crecimiento económico inducidoy sostenido en gran medida por el capital extranero.

    >in embargo, tal crecimiento económico y la centrali-ación estatal yadministrati+a no generaron una moderni-ación social en el sentido de una crecienteintegración social y participación política de los estratos baos y medios de la población. 7or el contrario se consolidó el car"cter olig"rquico de las relaciones de poder, lo que *i-o surgir en México el peculiar síndrome de una 5 moderni-aciónconser+adora 5, cuyas contradicciones determinarían cada +e- m"s el desarrollo de losacontecimientos al comien-o del nue+o siglo. Aos "reas de importancia central para eldesarrollo posterior de la re+olución muestran con especial claridad sus efectos sobrela crisis política y social: el desarrollo en el norte del país y los cambios en le sector agrario.

    2os cambios m"s profundos los sufrió el norte del país durante el 7orfiriato. &lcomen-ar el ;ltimo cuarto del siglo GCG, la del norte toda+ía era una sociedad

    fronteri-a periférica. El fin de las guerras apac*es y la apertura de la región alconcluirse la línea del ferrocarril entre la ciudad de México y Estados 8nidos @ ambossucesos ocurren en el a)o 1##3 @ condueron a la paulatina desaparición de una 5frontera 5en el norte. Aesde el punto de +ista político, la región fue absorbida encreciente medida por el centro4 sin embargo, en el "mbito económico se +io asimiladaa Estados 8nidos. 2as in+ersiones extraneras de capital en el norte no sólo pro+ocaron un acelerado crecimiento económico y demogr"fico4 la economía del nortede México, relacionada cada +e- m"s estrec*amente con el mercado mundialespecialmente con Estados 8nidos, llegó a depender cada +e- m"s de lasfluctuaciones en la coyuntura internacional, como lo pondría de manifiesto sobre todolas crisis de los a)os posteriores a 19!'. & este desarrollo estu+o ligado también uncambio social persistente, mediante el surgimiento. 7or eemplo, de una nue+a capamedia, entre cuyas filas alan-aría una resonancia particularmente fuerte la

    insatisfacción política con el sistema de dominio 5cerrado 5 bao Aía- *acia fines del7orfiriato. 2a pacificación social y la centrali-ación política también generaron en elnorte la eliminación de las relaciones tradicionales de solidaridad política y social, quefueron sustituidas gradualmente por la subordinación política y económica de losestratos baos y medios a la oligarquía regional. En (*i*ua*ua, por eemplo, los*acendados ya no dependían, como en le tiempo de las incursiones apac*es, de laayuda de los colonos @ agricultores militares, por consiguiente, no sólo se limitaron arestringir de manera dr"stica la autonomía política de éstos, sino que adem"scomen-aron a despla-ar económicamente a sus antiguos aliados mediante laexpropiación de sus tierras. Finalmente, el surgimiento en las regiones de nue+ascamarillas de poder 

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    estrec*amente +inculadas al gobierno central y características de las fases tardías del7orfiriato, conduo también en el norte a un creciente conflicto entre las élites, al ser suplantados los grupos dirigentes tradicionales o al ser excluidos del poder los políticosri+ales.

    Ae este desarrollo en el norte durante el 7orfiriato resultaron diferentes "reas deconflicto, que sin embargo, empe-aron a superponerse cada +e- m"s unas a otras en+ísperas de la re+olución una creciente, inquietud social causa de la crisis económicadespués de 19!'4 protestas campesinas contra la política de expropiación de tierras por laoligarquía4 el aumento de la insatisfacción política dentro de las capas medias ante unsistema de gobierno petrificado y su creciente centrali-ación la oposición de algunas

    élites regionales al aumento del poder del gobierno central y de sus representantesregionales y locales. Po es de sorprender, por lo tanto, que dos rasgos fundamentales*ayan caracteri-ado la re+olución en el norte desde su comien-o: el *ec*o de que todas lasclases sociales estu+ieran representadas en ella y la circunstancia de que uno de sus marcosde integración m"s importantes *ay sido la luc*a de la 5periferia 5 contra el 5centro 5. Encierto sentido, se puede comprender la e+olución Mexicana también como conquista política del país por parte del norte, punto de partida de los mo+imientos re+olucionariosm"s importantes.

    En el desarrollo agrario del 7orfiriato se pone también de manifiesto cada +e- conmayor claridad el síndrome de una 5moderni-ación conser+adora6. En oposición a las+ieas nociones de una economía de las *aciendas prerre+olucionarias, concebidas comoinstitución 5feudal6 y económicamente estancada, las in+estigaciones recientes *an puestode relie+e no sólo una creciente comerciali-ación, sino también una considerablemoderni-ación técnica y económica en sectores cada +e- mayores. &unque dic*amoderni-ación fue especialmente pronunciada en la producción así como en ciertossectores orientados *acia el mercado nacional, como la producción de algodón o dea-;car, en un gran n;mero de *aciendas dedicadas al culti+o de cereales es posiblecomprobar la menos una moderni-ación parcial durante la fases postreras del 7orfiriato.>in embargo, los efectos sociales de dic*a moderni-ación fueron en su mayor parte denaturale-a regresi+a, por cuanto que sólo sacaron pro+ec*o de ella los *acendados endetrimento de los campesinos y los arrendatarios. En líneas generales la e+olución delagro mexicano acusó diferencias regionales muy grandes durante el 7orfiriato. Mientrasque en el norte, por eemplo, si relaaron las relaciones tradicionales de peonae en las*aciendas, entre otras ra-ones a causa de las oportunidades laborales alternati+as que seles ofrecían a los trabaadores del campo, al mismo tiempo el peonae se agudi-ó en las plantaciones de *enequén de %ucat"n *asta alcan-ar casi dimensiones de escla+itud. Engeneral, la antigua noción global de la *acienda prerre+olucionaria *a experimentado unamodificación y diferenciación significati+as en los ;ltimos a)os. 7or una parte, laestructura social de esos dominios mostró ser considerablemente m"s complea de lo quesuele suponerse *asta la fec*a4 por otra, se manifestó que la suplantación de los puebloslibres mediante el proceso de expansión de las *aciendas, considerada anteriormente comoun factor central del desarrollo agrario, tu+o en +erdad un peso muy diferente seg;n laregión. 2a diferenciación social dentro de los pueblos @ es decir, el surgimiento de una próspera clase media de ranc*eros agricultores @, a la que no se *abía dado la debidaimportancia, fue constatada sólo en in+estigaciones regionales m"s recientes. 2os

    nue+os conceptos sobre los cambios de la estructura agraria durante el 7orfiriato proporcionan al *istoriador de la re+olución sobre todo importantes elementos paraexplicar el posterior transcurso de la re+olución4 y particularmente en lo relati+o alesclarecimiento de la difícil cuestión de la participación campesina en los distintosmo+imientos re+olucionarios.

    QQQQQQQQQQQQQQQQQQQQQQQQQQQQQQQQQQ

    El capítulo 1 esbo-a la formación del régimen porfirista sobre el trasfondo de los

    decenios de desorden político, conflictos internacionales y estancamiento económico quesiguieron a la Cndependencia. En la década de 1##!, Aía- logró fundar la pa- porfiriana, osea, dar inicio a la pacificación social y consolidación política de su dominio queconstituyeron las condiciones b"sicas del lado mexicano para las grandes in+ersionesextraneras en la economía mexicana iniciadas en aquel entonces.

    El crecimiento económico que resultó de ello, así como los consiguientes cambiossociales, entran en discusión en el capítulo , Mientras que en el a)o 1##3 las in+ersionesextraneras totales en México fueron de sólo 11! millones de pesos, ascendieron a B3!!millones de pesos para finales del 7orfiriato 191!4 en este ;ltimo a)o Estados 8nidos yase *abía colocado en le primer lugar entre los in+ersionistas, por delante de Cnglaterra yFrancia, con una participación de casi el 3! por ciento de dic*o capital. El capitalextranero dominaba por completo la minería, la explotación petrolera, la banca,

    considerables partes de la industria ligera, surgida en ese tiempo, y @ *asta su 5mexicani-ación6 en el a)o 19!#@ los ferrocarriles. 2a dependencia económicamexicana del extranero, que de esta manera creció r"pidamente, aumentó a;n m"s por laconstrucción ferrocarrilera concentrada en primer lugar en los ees de tr"nsito entreMéxico y Estados 8nidos y por la consecuente intensificació n del comercio exterior entrelos dos países. Mientras que en 1#'?, el a)o en que llegó al poder 7orfirio Aía-, Méxicocontaba sólo con una red ferro+iaria de unos '!! ilómetros de extensión, en 19!! éstaascendió a casi 13 mil ilómetros, y en el a)o 191!, a casi ! mil.

    En cuanto al crecimiento económico, el impacto de la construcción ferrocarrilera enel México porfiriano fue ciertamente considerable, pero no deri+ó de ella un impulso alargo pla-o sobre el desarrollo de la industria mexicana, puesto que casi todos los bienesde equipo para la construcción y el ser+icio de los ferrocarriles eran importados delextranero. Ae esta manera, se tendr" que *ablar de un marcado car"cter 5colonial6 de laconstrucción ferro+iaria, acentuando toda+ía m"s por su orientación primordial *acía losintereses de exportación e importación. 0ambién en lo que ata)e a los pri+ilegiosotorgados unilateralmente a los latifundios, a expensas de los peque)os agricultores, laconstrucción ferro+iaria en el México porfiriano tu+o consecuencias socialesindudablemente regresi+as, a diferencia, por eemplo, de lo que pro+ocó en el $iddle 3est estadounidense.

    7or ;ltimo, la industria de bienes de consumo nacida durante el 7orfiriato,experimentó un cierto progreso *asta el fin del siglo, apro+ec*ando los efectos de lasustitución de importaciones, mas después +ol+ió a peder su inicial din"mica de

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    crecimiento. En todo caso, el sector industrial sólo fue capa- de absorber poca mano deobra adicional al comen-ar el nue+o siglo, de manera que el porcentae de la fuer-a detrabao en la agricultura incluso creció otra +e- ligeramente *asta 191!.

    En total resultó, por lo tanto, un desarrollo sumamente dispareo de la economíamexicana durante el 7orfiriato: frente a los sectores din"micos dominados por el capitalextranero *abía una economía nacional que, sobre todo con respecto al tradicional culti+ode cereales, sólo mostraba un débil crecimiento e incluso se estancaba. En opinión de laclase dirigente mexicana, tal desen+ol+imiento representaba, sin embargo, el ;nico camino+iable *acia la aspirada moderni-ación del país4 adem"s de ello, la penetración económicade México por el capital extranero también parecía conurar el peligro de, unsometimiento político y militar, amena-a que existió al inicio del 7ofiriato sobre todo por 

     parte de Estados 8nidos. En efecto, por lo pronto ocasionó un marcado meoramiento enlas relaciones políticas entre México y Estados 8nidos y las grandes potencias europeas.7ero también en esta "rea los iniciales efectos estabili-adores se tomaron m"s bien en locontrario *acia finales del 7orfirato. En especial el intento del gobierno mexicano de5di+ersificar6 su dependencia cada +e- mayor de Estados 8nidos mediante elfa+orecimiento del capital europeo sobre todo inglés, le resultó ad+erso al final, puestoque en 191!@1911 Estados 8nidos no tomó ninguna disposición para sal+ar el tambaleanterégimen porfirista.

    2os efectos sociales de dic*a e+olución económica fuera de la agriculturacondueron sobre todo a una creciente diferenciación dentro de la sociedad. 8n +erdadero proletariado industrial, sin embargo, apenas empe-aba a nacer. El n;mero de losrebaadores ocupados en la minería, en el sector ferrocarrilero y en la industria ligera nosólo fue casi insignificante frente a los millones de campesinos4 asimismo representó unaclara minoría en comparación con los artesanos y peque)os comerciantes. 7or lo tanto, ensus albores el mo+imiento obrero mexicano toda+ía se +io caracteri-ado fuertemente por los elementos tradicionales del artesanado. Cdeológicamente di+idido, de tendenciasclaramente nacionalistas en los sectores modernos dominados por extraneros yentorpecido en su organi-ación autónoma por m;ltiples in*ibiciones y limitacioneslegales, buscó en el gobierno protección para sus demandas4 aunque un muc*o éxito,como lo mostró la represión por parte del Estado de los extensos mo+imientos*uelguísticos de 19!J y 19?. En todo caso, la clase obrera mexicana no representó unagran fuer-a política y social en +ísperas de re+olución4 por lo mismo no es de sorprender que no *aya inter+enido en los sucesos políticos *asta a+an-ado el curso de esemo+imiento, e incluso entonces no lo *i-o de manera autónoma.

    2a composición de la clase media mexicana experimenta un cambio pronunciado

    durante el 7orfiriato. Mientras que se reduo el numero de artesanos independientes,arrieros, etcétera, surgió, sobre todo en el norte @ como ya se apuntó @, una nue+a capamedia integrada por peque)os comerciantes, ranc*eros y grandes arrendatarios, entre otros.&nte todo aumentó considerablemente el n;mero de funcionarios y empleados degobierno como efecto de la ampliación del aparato del Estado.

    acia fines de 7orfiriato este grupo particularmente susceptible a los mo+imientos políticos de oposición debido al bloqueo de sus posibilidades de ascenso

    y la caída de los salarios reales, abarcó en 191! cerca de dos tercios de la y *eterogéneaclase media mexicana.

    7or ;ltimo no *abr" de pasarse por alto, por peque)o que fuera, el grupo que podríadenominarse 5burguesía nacional6. Esta clase estu+o fuertemente representada en el norte.acia el final de 7orfiriato se +io en una creciente competencia económica con el capitalextranero, mientras que en lo político se distinguía de la bur guesía de los (ientíficos, quemantenía estrec*as conexiones con el capital for"neo y a su +e- eercía el control sobre losm"s importantes puestos del gobierno. Ae esta clase, la 5burguesía nacional6, surgió ellíder del mo+imiento contra Aía- y primer presidente re+olucionario, Francisco C. Madero.

    2os cambios económicos y sociales esbo-ados aquí afectaron a los sectores noagrarios. Po obstante, en +ista del car"cter predominantemente agrario del México prerre+olucionario, *ay que atender también a los cambios simult"neos ocurridos en elagro. 7or esta ra-ón, el capítulo B trata con un poco m"s de detalle la moderni-aciónagrícola y los problemas sociales que resultaron de ella. %a se aludió arriba a los rasgosfundamentales de dic*a e+olución. 2a moderni-ación agrícola también se lle+ó a cabo demanera muy desigual: sobre todo fueron muy diferentes sus implicaciones para lascondiciones de +ida y laborales de los distintos grupos de *acendados y peque)osagricultores, arrendatarios y peones. En todo caso no es posible @ como lo sugiere eleemplo de Morelos @ sostener la idea de que en todo México maduró durante el 7orfiriatoun potencial re+olucionario campesino. Es cierto que en estas circunstancias lasuplantación económica de los pueblos mediante el proceso de expansión de loslatifundios conduo, efecti+amente, a una situación que se con+ertiría en suelo fértil para la posterior re+olución campesina encabe-ada por Emiliano Oapata. En otras regiones, como

     por eemplo (*i*ua*ua, surgieron conflictos agrarios y protestas campesinas contraexpropiaciones de tierra, a ni+el local o regional, pero sin pro+ocar guerras ci+ilesre+olucionarias, la institución de la *acienda mostró ser sorprendentemente resistente yestable, y en la mayoría de las regiones, fuera de los baluartes -apatistas, la cuestiónagraria no desempe)ó un papel decisi+o durante la fase inicial de la re+olución.

    0anto m"s significati+as resultaron, por consiguiente, las tendencias generales querefor-aron en el curso de 7orfiriato el car"cter olig"rquico, tanto del Estado como de lasociedad capítulo 3. En el gobierno lo anterior estu+o estrec*amente +inculado con el proceso ya descrito de centrali-ación estatal. Xste se +io intensificado por el car"cter cada+e- autocr"tico del sistema de gobierno del general Aía-, en el que no tu+ieron gran pesoel (ongreso, los partidos políticos ni las fases iniciales delI7orfiriato consiguió en gran medida la estabili-ación política a la que aspiraba, la falta deuna institucionali-ación del régimen con el tiempo fue re+el"ndose como una de sus

    grandes debilidades. Esto cobró mayor importancia después de la entre+ista de Aía- con(reelman en 19!#, cuando empe-ó a mo+erse la escena política y a pasar a primer plano el problema de la sucesión en +ista de la a+an-ada edad de Aía-. 0ambién en los gobiernosde los estado, en el (ongreso, en la alta burocracia y en el eército se suscitó una marcadaoligarqui-ación, puesto que en el fondo era, siempre el mismo peque)o círculo de personas que ocupaba las posic iones políticas cla+e u obtenía prebendas remunerati+as.&la creciente petrificación del sistema político, estigmati-ada por la

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    oposición como política del 5carro completo6, correspondió @ sobre todo a ni+el regional @ una progresi+a oligarqui-ación de la sociedad. Fueron los (ientíficos quienes encarnaron

    t d t élit t ó t d l bi d t l 7 fi i t t dí

    que llegó a formar, mediante su domino sobre el Estado, una nue+a burguesíaestrec*amente ligada al capital extranero. &l igual que sus ri+ales dentro del gobierno @ 

    l ilit d i t ió " i li t i t t t d l l lt

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    cuadro dirigente de la ;ltima etapa re+olucionaria el primer periodo posre+olucionario.M"s bien fueron las diferencias regionales, sociales y culturales entre los distintosmo+imientos re+olucionarios las que determinaron el car"cter tan *eterogéneo de lare+olución, que +iene a ser la resultante nacional de un multifacético paralelogramo defuer-as regionales. 7or ello es necesario examinar las características específicas y lacomplea interacción de los distintos mo+imientos re+olucionarios a fin de precisar losefectos de la re+olución sobre el Estado y la sociedad de México.

    >implificado muc*o, se puede *ablar de dos centros geogr"ficos principales deacti+idad re+olucionaria durante este periodo: el norte y el sur. En el norte se trataba sobretodo de los tres estados fronteri-os: (*i*ua*ua, >onora y (oa*uila4 en el sur de la -onaa-ucarera de Morelos, cercana a la capital. 2a diferenciación regional de la re+olución

    coincidía con m;ltiples diferencias económicas , sociales, políticas y culturales entre elnorte y el sur. Aesde 1911 se desarrolló en el sur una re+olución agraria bao la direcciónde Emiliano Oapata la cual, como ;nico gran le+antamiento autónomo de campesinos,representaba una de las alas de la e+olución Mexicana. Esta re+olución campesinaconstituyó la reacción al despla-amiento económico de los campesinos por la expansión delos latifundios y en lo esencial pretendía restaurar las antiguas formas de propiedad. Aesdefec*as relati+amente tempranas fue obeto de importantes recopilaciones de fuentes y deestudios científicos. asta comien-os de los a)os setenta marcó persistentemente laimagen de la e+olución Mexicana en conunto y contribuyó muc*o a la noción popular de ésta como le+antamiento de la re+olución. Po sólo en cierta medida se *abía omitido en*ec*o de que fue la re+olución del Porte, de car"cter no primordialmente agrario, la que*acia el final de la década logró imponerse a ni+el nacional, sino que las in+estigacionesm"s recientes *an demostrado también el papel decisi+o que toca a los mo+imientos

    re+olucionarios del norte en el desarrollo de la re+olución.

    >i bien el norte mostró bastantes rasgos comunes en cuanto a su estructura social, no produo un mo+imiento re+olucionado uniforme. 2as formas de mo+ili-ación y la políticaconcreta del mo+imiento de illa en (*i*ua*ua, por eemplo, se distinguíanconsiderablemente de la re+olución en >onora, cuyos representantes finalmente surgían delas guerras ci+iles como la nue+a élite nacional. 2a pronunciado *eterogeneidad en sucomposición social fue ciertamente compartida por los mo+imientos re+olucionarios delnorte lo que, a diferencia de la situación del sur, dificultó la elaboración de un claro programa de reformas sociales. &simismo sal+o como consecuencia la falta de autonomíade la base re+olucionaria con respecto a sus dirigentes. 8na segunda característica com;nde los mo+imientos re+olucionarios del norte fue la formación de una nue+a elitere+olucionaria principalmente con base en el círculo de los líderes militares rebeldes a

     partir de 191B. Este proceso implicó un importante despla-amiento social dentro delcuadro dirigente. 2os generales re+olucionarios, originarios en su mayoría de las clasesmedias, fueron sustituyendo sucesi+amente a los notables conser+adores que toda+ía*abían impreso su sello al maderismo. Ae por sí la creciente militari-ación delmo+imiento re+olucionario, sobre todo en el norte, constituyó uno de sus rasgoscaracterísticos. Fueron los grandes eércitos re+olucionarios, y no los partidos o clubes políticos, los que en realidad dieron una estructura definida al conunto de la re+olución.El desenlace de la misma @ tanto la luc*a contra el ancien r-ime, como losenfrentamientos dentro de las filas re+olucionarias @ no se decidió en luc*as de barricadaso acciones políticas en la capital, sino en el campo de batalla, durnte a)os de sangrientasguerras ci+iles.

    >in embargo, el dinamismo con el que se desarrolló la re+olución no sólo fuedeterminado por fuer-as internas de México. &l igual que en as otras re+oluciones del

    siglo GG, los factores políticos externos tamb ién influyeron en el país. >u peso *a sidom"s bien subestimado *asta la fec*a. Paturalmente, la política de Estados 8nidos conrespecto a México re+istió particular importancia, aunque estu+o sueto a bruscos cambiosde rumbo en el transcurso de las guerras de la re+olución. &barcó desde abiertos periodosde apoyo a las fuer-as re+olucionarias *asta la reiterada inter+ención militar en el +ecino país del sur. &dem"s, la política oficial adoptada *acia México por las potenciasextraneras fue respaldada por influyentes pressure roups, cuyos intereses económicos enle país podían ser promo+idos o amena-ados por el transcurso de la re+olución. 7or lo queigualmente trataron de influir en forma directa o indirecta en el desarrollo interno deMéxico. 7or ;ltimo, México también se +io in+olucrado en la confrontación global de la7rimera Huerra Mundial, mostr"ndose con ello, al igual que en otras regiones5periféricas6, no sólo 5cómo era posible apro+ec*ar conflictos locales con +ista a obeti+osglobales, sino también cómo apro+ec*ar conflictos globales en beneficio de obeti+oslocales6 Dat-. En todo caso ser" preciso tomar en cuenta, m"s de lo que *a *ec*o *asta lafec*a, el factor de la política exterior como determinante del transcurso de la e+oluciónMexicana, si se quieren comprender sus fuer-as motrices decisi+as.

    & pesar de la duración de los enfrentamientos, de las masas que mo+ili-aron y de sualto índice de +iolencia, se plantea el problema de si realmente se puede calificar como unauténtica re+olución a la década de las guerras ci+iles entre 191! y 19!. Es cierto quefue derrumbado el dominio político de la +iea oligarquía porfirista @ 

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    *uertista y destruido el +ieo eército, pero no cabe duda de que *asta 19! no *abíaocurrido un +erdadero cambio social y económico. (on todo, como se expuso con

    i id d l íd d l E d fi i l d l i lí i d

    representantes fueron condiciones b"sicas para la posterior reali-ación de trascendentesreformas económicas y sociales en México. Es en esta circunstancia, y no tanto en la

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    +iolencia de este periodo, donde reside el significado del cambio político ocurrido en estosa)os para el desarrollo general de la re+olución entre 191! y193!.

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    E n el primer capítulo de esta parte se describe la fase inicial de dic*o cambio político, la rebelión maderista entre el oto)o de 191! y la prima+era de 1911, que la cabode pocos meses conduo a la caída de 7orfirio Aía- en mar-o de 1911. & pesar de ello, nodebe exagerarse la importancia del le+antamiento armado. Es +erdad que surgió un grann;mero de grupos rebeldes a ni+el local, sobre todo en los estados del norte, queconsiguieron in+olucrar a las tropas del eército y a la policía rural en refriegas de mayor omenor trascendencia. 7ero no menos importante fue la repentina re+elación de laincapacidad del aparato administrati+o y del eército para dominar la crisis, *ec*o quetambién aceleró la propagación de los focos de rebeldía y con ello la caída del régimen porfirista. En la prima+era de 1911 poderosas fuer-as dentro de la dirección maderista y elgobierno instaban a poner fin al conflicto. &mbos grupos estaban interesados en +ol+er  pronto a la tranquilidad y el orden, es decir, en impedir el surgimiento de un ampliomo+imiento re+olucionario que ya no fuese posible contestar. Este compromiso de loslíderes maderistas con la élite porfirista que implicaba la conser+ación del +ieo aparatoadministrati+o y el antiguo eército a la +e- que el contrarre+olucionario por parte delgeneral uerta. Po obstante, por lo pronto coincidió enteramente con los intereses sociales

    conser+adores de la élite maderista. Aurante el gobierno interino establecido tras ladimisión de Aía-, los maderistas pudieron imponer su concepción de participación en losgobiernos federal y estatales, adem"s de la reali-ación de nue+as elecciones en diciembrede 1911, de las que Madero salió como nue+o presidente. Ae esta manera, los notablesmaderistas reali-aron sus obeti+os. 2a 5re+olución6 parecía *aber llegado a su fin.

    >in embargo, la rebelión de 191!@1911 y la mo+ili-ación política subsiguiente, enrelación con las nue+as elecciones presidenciales, liberaron fuer-as sobre la que legobierno de Madero fue perdiendo cada +e- m"s el control. Esto lle+ó a la creciente polari-ación política interna que finalmente conduo en febrero de 191B a los partidariosmexicanos y extraneros del ancien reime a derrocar a Madero mediante un sangrientogolpe de Estado. El capítulo describe este desarrollo con mayor detalle.

    2a caída y el asesinato de Madero fueron precedidos por un creciente debilitamientode su gobierno debido a suble+aciones en le círculo de sus anteriores partidarios. >usdesganados intentos de reforma política alearon a los aliados tanto del norte como delsur. En el norte, en 191 se produo un le+antamiento de antiguos

    maderistas en (*i*ua*ua bao el lidera-go de 7ascual Rro-co, quien se *abía ofendido por la parcialidad de Madero en la distribución de los cargos p;blicos. En el sur, loscampesinos rebeldes bao el mando de Emiliano Oapata se al-aron en armas en Moreloscontra el gobierno de Madero, ya que las nue+as autoridades estaban tratando lasdemandas -apatistas de tierras con suma lentitud y finalmente procedieron a fuer-asarmadas contra los campesinos de Morelos, en un estilo totalmente porfirista. &unque fue posible aplastar gran parte de estas suble+aciones con la ayuda del +ieo eército, elgobierno de Madero no logró consolidarse. En las filas de sus seguidores políticos semanifestó una reciente tensión entre los reformistas moderados y los conser+adores. 2osobreros urbanos, a su +e-, apro+ec*aron las nue+as libertades para una defensa m"smilitante de sus intereses. 7ara muc*os +ieos porfiristas, miembros del cuerpo

    diplom"tico y representantes del capital extranero, Madero no resultó ser el *ombreindicado para restaurar la tranquilidad y el orden en el +ieo estilo. Aebilitado por losenfrentamientos dentro de las propias filas y sin +erdadero control sobre el factor m"simportante de poder, el eército, que seguía al mando de los oficiales porfiristas, Maderofinalmente fue +íctima de la sangrienta rebelión militar encabe-ada por el generalictoriano uerta en febrero de 191B. En la preparación del golpe inter+inieron tambiénciertos elementos extraneros sobre todo el embaador estadounidense enry 2. /ilson.(on la dictadura militar de uerta se pretendió restaurar el ancien r-ime. En realidad, sinembargo, se desencadenó una enconada guerra ci+il de un a)o y medio de duración, cuyasconsecuencias fueron muc*a m"s profundas que las del efímero le+antamiento de losmaderistas en el in+ierno de 191!@ 1911.

    El capítulo B trata de la guerra ci+il de 191B@1913, una de las etapas m"ssignificati+as de la e+olución Mexicana. Lao el mando del gobernador maderista de

    (oa*uila, enustiano (arran-a, se formó en la prima+era de 191B la resistencia contra elrégimen del 5usurpador6 uera en el norte del país, mo+imiento que en un principio sólo perseguía el obeti+o político de reinstaurar el orden constitucional. Hran importancia tu+oen el curso de los a)os 191B y 1913 la creación de fuertes eércitos re+olucionarios tantoen el norte como en le sur, cuya colaboración militar en el +erano de 1913 conduofinalmente a la derrota y disolución del +ieo eército y con ello a la caída del régimen*uertista.

    En dic*o capítulo se anali-an m"s a fondo los tres tipos principales delle+antamiento re+olucionario: las re+oluciones en >onora y (*i*ua*ua, así como lare+uelta campesina de Morelos. 2a re+olución de >onora en cierto modo representó lasecesión de este estado @ bao control maderista @ del gobierno central en la leana capital.Este fue el estado que 5desde arriba6 reclutó y asalarió a las tropas que se con+ertirían en

    el n;cleo del posterior Eército del Poroeste bao el mando de Rbregón. 7or tal ra-ón, estemo+imiento, que no tu+o nada de le+antamiento popular espont"neo, careció desde el principio de una perspecti+a social re+olucionaria. &unque efectuaron cambios esencialesen la estructura económica y social, los cuales *abrían sido contrarios a la lógica de lare+olución sonorense. 0ambién ciertas tendencias de profesionali-ación, que m"s adelantecaracteri-arían a los eércitos re+olucionarios en general se manifestaron relati+amente pronto entre las tropas sonorenses.

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    El segundo gran mo+imiento re+olucionario del norte fue el encabe-ado por 7anc*oilla en (*i*ua*ua. 0anto en sus formas de mo+ili-ación como en su orientación políticase distinguió, al menos en determinados aspectos, del 5modelo insurgente6 de >onora. El

    i i illi d bió i i ili ió 5d d b 6 l ió "

    o menos espont"nea de cientos y miles de *ombres a la Ai+isión del Porte, que a finales de191B controlaba todo el estado de (*i*ua*ua. El car"cter m"s 5popular6 del mo+imiento+illista coincidió asimismo con un mayor radicalismo de su política social. Po obstante,

    bié l l i b ill ó i bi Y d d 7

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     parte, +anos representantes del +ieo maderismo eercieron una influencia m"s bienconser+adora en su mando4 por otra, la lógica de una economía de guerra, sobre todo elfinanciamiento del eército +illista, exigía que se renunciara a la reali-ación, por eemplo,de reformas estructurales en el agro, o cuando menos que éstas fuesen apla-adas para unfuturo indefinido. Es +erdad que muc*as *aciendas fueron 5inter+enidas6 por la re+olución,+endiéndose sus productos, sobre todo ganado y algodón en gran escala a Estados 8nidos, pero esta no cambio, muc*o la situación del peón o arrendatario indi+idual que trabaabaen estas fincas. & ello se agregaba el *ec*o de que @ al igual que en >onora @ era necesarioun respeto absoluto *acia la propiedad estadounidense a fin de conser+ar intactos los+ínculos comerciales con ese país, que resultaban imprescindibles para la +enta de los productos mexicanos, y también para comprar armas y pertrec*os en los mercadosestadounidenses. Estas circunstancias restringieron asimismo la posibilidad de lle+ar acabo reformas trascendentes.

    2a situación descrita sin duda fa+oreció la formación de poderosos eércitos tanto en>onora como en (*i*ua*ua adem"s de las otras regiones del norte en general, que prontosuperaron la etapa de tropas guerrilleras y finalmente se mostraron capaces de +encer la+ieo eército federal en batallas regulares. 7ero al mismo tiempo relegó, para estoseércitos, a un segundo plano la necesidad de reformas sociales, ya que sus soldadoscontaban con sueldos adecuados y los oficiales superiores disponían de muc*as posibilidades de enriquecimiento mediante la administración de *aciendas, contratosestatales de suministro, concesiones comerciales, etcétera.

    En el sur la situación era muy distinta. >in los recursos económicos del norte ni susrelaciones con Estados 8nidos, el mo+imiento campesino bao Oapata se +io obligado arecurrir a la ayuda de la población local para mantenerse como tropa guerrillera yconseguir sus armas mediante asaltos al eército federal. 7or otro lado, los campesinosrebeldes de Morelos sabían exactamente cu"l era el obeti+o de su luc*a: la restauraciónde las antiguas formas de propiedad agraria. 0al como la pedía el 57lan de &yala6 deOapata. 2a *omogeneidad social de los -apatistas, el palmario car"cter agrario de sure+olución y el fuerte arraigo local de los soldadosVcampesinos en su región de origen, al principio constituyeron la fuer-a del mo+imiento pero, a largo pla-o, también ocasionaronla debilidad política y +ulnerabilidad militar de la 5e+olución del >ur6. (omo ya se dio,este tipo de le+antamiento re+olucionario campesino agrario no representa de maneraalguna la forma predominante entre los mo+imientos comprendidos dentro de lae+olución Mexicana. Es cierto que el problema de la participación campesina fuera de la-ona de influencia -apatista figura entre las cuestiones aun no aclaradasdefiniti+amente por la in+estigación. >in

    embargo, salta a la +ista que @ dentro de los grandes mo+imientos regionales@ sólo en el-apatismo los campesinos eran dirigidos por campesinos y luc*aban en primer lugar por obeti+os agrarios. En otras regiones como en el norte, por eemplo, los campesinos eranmo+ili-ados por grupos de origen no campesino e integrados en mo+imientos sociales*eterogéneos que de ninguna manera pretendían cambiar en primer lugar la sociedadagraria. El sureste, por ;ltimo, la región con las condiciones laborales m"s represi+as enlas plantaciones, guardó una actitud pasi+a durante esta decisi+a fase de la re+olución, yapenas fue 5re+olucionado6 desde afuera después de 191J. 0ambién para los estados deMic*oac"n y Raxaca, muy distintos en cuanto a su estructura agraria, in+estigaciones m"srecientes resaltan la pasi+idad campesina y la falta de obeti+os de reforma agraria en lasguerras re+olucionarias.

    En conunto, los eércitos re+olucionarios se desarrollaron con tal fuer-a en 191B@ 1913 que en el curso del acto 1913 consiguieron colocar cada +e- m"s a la defensi+a aleército federal. El norte constituyó el escenario bélico m"s importante4 los eércitos deesta región, sobre todo las tropas al mando de illa y de Rbregón, fueron los quefinalmente decidieron por +ía militar suerte del régimen *uertista.

    >in embargo, factores externos, principalmente el papel de Estados 8nidos, tambiénre+istieron gran importancia en estos acontecimientos. 0ras una escalada del conflictoentre Estados 8nidos y el régimen *uertista debido a que éste se orientó cada +e- m"s*acia Hran Lreta)a y los in+ersionistas ingleses, el país +ecino terminó por apoyar en formadirecta e indirecta a los re+olucionarios. 8n eemplo de esta cooperación fue la alian-aeconómica con los eércitos del norte, ya mencionada. >in embargo en contra de lasesperan-as estadounidenses, la caída del régimen *uertista en agosto de 1913 no logrórestablecer un gobierno fuerte en México. M"s bien se suscitada pronto una nue+a guerra

    ci+il librada. Esta +e-, dentro de las filas +ictoriosas de la re+olución.Este desarrollo es el tema del capitulo 3. 2os conflictos entre los distintos

    mo+imientos de la re+olución ya se *abían +islumbrado antes de la caída del régimen*uertista. En los meses siguientes, es decir para fines de 1913, se manifestaron plenamente.Ae un lado estaba el grupo alrededor de (arran-a, de ideas m"s bien conser+adoras, al que posteriormente se unieron los militares pragm"ticos del grupo de Rbregón. Ael otro ladoestaban los radícales -apatistas. En medio se encontraba el mo+imiento +illista, quefinalmente @ pero no en ;ltimo lugar @ por la intensa ri+alidad entre illa y (arran-a sealió con los -apatistas, como ala 5con+encionista6, contra los 5constitucionalistas6 almando de (arran-a y Rbregón. 7ese a sus triunfos iniciales, la coalición de illa y Oapata, pronto se +io en la defensi+a militar. Aespués de todo, a los -apatistas les interesaba pocola luc*a por la *egemonía nacional. 7or consiguiente, dearon la parte decisi+a de la guerra

    contra las tropas constitucionalistas al eército de illa, que en unio de 191J sufrióse+eras derrotas. & sota+ento de estos enfrentamientos, los -apatistas lle+aron a cabo su propia re+olución en Morelos. establecieron una sociedad agraria de peque)oscampesinos basada en la comunidad pueblerina, como desde le principio se la *abíanimaginado los campesinos insurgentes. >in embargo, esta 5re+olución regional de lare+olución6 duró poco. Aespués de que los constitucionalistas eliminaron a los +illistascomo factor de poder nacional, arroaron todo su peso contra la e+olución del sur,re+ocaron las reformas

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    -apatistas y sometieron el estado a un +erdadero régimen militar. Ae todos modos laguerra ci+il de los a)os 191J@191? obligó también a los constitucionalistas a adentrarse

    m"s en el "mbito social, a fin de ampliar su base entre las masas. 7or una parte, Rbregónlogró ganar como aliados a ciertos sectores obreros urbanos, que con sus Latallones oos

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    combatieron contra la 5reacción6 +illista y -apatista. Esta alian-a fue el fundamento paralas posteriores relaciones estrec*as entre el Estado y el mo+imiento obrero 5oficial6, querenunció en gran parte a su independencia a cambio de la protección del Hobierno. 7or otra parte, la ley agraria constitucionalista de enero de 191J disputó a loscon+encionalistas el monopolio de la reforma agraria.

    0ambién durante esta fase de la guerra ci+il las potencias extraneras, sobre todoEstados 8nidos, trataron de influir en el desarrollo interno México. El trascurso de lasluc*as resultó fa+orable a (arran-a y el gobierno de /ilson finalmente se +io obligado areconocer de mala gana el régimen carrancista. Esta medida pro+ocó a su +e- el ataque+illista contra la ciudad fronteri-a estadounidense de (olumbus en mar-o de 191?.Estados 8nidos respondió con una 5expedición puniti+a6, en+iando contingentes militares

    considerables a México bao las órdenes del general 7ers*ing. En el transcurso del a)o191? México se *alló en +aris ocasiones al borde de una guerra abierta con su +ecino delnorte. Po obstante, la creciente orientación de la política exterior estadounidense *acia eldesarrollo de la guerra en Europa tu+o como resultado la r"pida retirada del cuerpoexpedicionario a comien-os de 191'. Ae esta manera, (arran-a pudo refor-ar cada +e-m"s su régimen en el interior.

    7ara ello ser+ida también la promulgación de una nue+a (onstitución. El capítulo Jtrata bre+emente de su elaboración y sus principales resultados. (arran-a presentó al(onstituyente un proyecto constitucional que pre+eía solo modificaciones superficiales ala (onstitución en +igor, la del 1#J'. 7articularmente las reformas de la estructura socialdebían ser muy limitadas. >in embargo, contra esta política se formó un bloque dediputados cada m"s numeroso, que finalmente logró imponer una solución muc*o m"sradical tanto en el "rea del derec*o laboral como en la de reforma agraria. 0ambién losconstitucionalistas, +ictoriosos, los ;nicos representados en el (onstituyente, empe-aban adi+idirse en dos agrupaciones. Mientras (arran-a y sus asesores, en su mayoría ci+iles, persiguieron una estrategia social conser+adora, la fracción de i-quierda, que encontró enRbregón a uno de sus protectores, pretendió ligar m"s el nue+o régimen a los obreros y loscampesinos. 2as dos facciones permanecían unidas, entre otras ra-ones, por su com;nactitud anticlerical, que marcó los debates de Suerétaro, así como por sus concepcionesnacionalistas en cuanto a política económica, las cuales se incluyeron en la nue+a(onstitución y restablecieron ante, todo el control del Estado sobre las rique-as del subsuelo. 7recisamente estas disposiciones se con+irtieron en uno de los principales puntos delitigio en las relaciones de México con el extranero, puesto que afectaban la situación urídica de las empresas petroleras extraneras. %a desde la presidencia de (arran-a de191' a 19!, que se trata en el capítulo ?, la contro+ersia en tomo al petróleo cla+ó enreciente medida las relaciones exteriores de México, complicadas a;n m"s por la entradade Estados 8nidos a la guerra en abril de 191'. México se con+idó en uno de losescenarios 5secretos6 de la guerra eBntro los estados de la Entente y las 7otencias(entrales. En ello el intento de &lemania de implicar a México en una guerra ofensi+acontra Estados 8nidos sólo representó un momento particularmente dram"tico. El

    nue+o gobierno de (arran-a logró, sin embargo, guardar su neutralidad en la 7rimeraHuerra Mundial y con su firme-a *acia Estados 8nidos impidió que se luciera realidad larepetida amena-a de una inter+ención militar por parte del +ecino del norte, aun despuésde finali-ar la guerra. Estos éxitos en la política exterior, entre los que figuró también laimposición de mayores cargas fiscales a las compa)ías petroleras extraneras, no bastaron,sin embargo, para fortalecer de manera permanente al gobierno de (arran-a cayó en uncreciente aislamiento. Po es de sorprender, en +ista de su política social cada +e- m"sconser+adora que no pudiese contar con el apoyo de los obreros ni de los campesinos. >inembargo, también fue perdiendo cada +e- m"s respaldo entre los militares, lo que en mayode 19! pro+ocó finalmente su caída.

    &l contrario de sus sucesores, los líderes re+olucionarios sonoresnses agrupados

    alrededor de Rbregón y (alles, (arran-a no se dio cuenta de la importancia política de unmo+imiento obrero leal al gobierno. En di+ersas ocasiones emprendió un curso durocontra los sindicatos, por lo que la (RM, la mayor organi-ación de sindicatos, prefiriódar su apoyo político a Rbregón en los enfrentamientos entre el general re+olucionario de>onora y (arran-a. 2a actitud fundamentalmente conser+adora de (arran-a se puso demanifiesto toda+ía con mayor claridad en su política agraria. & pesar de los mandatoscorrespondientes en la (onstitución de 191', persiguió una política eidal sumamenterestricti+a. En muc*os casos incluso trató de re+ocar distribuciones de tierras yaefectuadas. 7or ;ltimo, la de+olución de *aciendas inter+enidas a sus antiguos due)os sindudas tenía un car"cter restaurati+o, que +ino a restablecer en gran medida las condicionesagrarias prerre+olucionarias. 2a destrucción de los restos del eército -apatistaemprendida con toda fuer-a por el gobierno de (arran-a coincidió asimismo con su actitud*ostil frente a los campesinos. &unque en 1919 logró asesinar a Oapata, no pudo con ello

    extinguir por completo al -apatismo. asta los ;ltimos contingentes guerrilleros -apatistasse unieron a Rbregón en 19!.

    7ara la caída de (arran-a fue decisi+a su incapacidad de ligar al régimen el nue+oeército salido de las tropas re+olucionarias constitucionalistas. Este eército se sustraía engran medida a un control efecti+o por parte del gobierno nacional, ya que sus comandantescontaban con un considerable autonomía en las regiones dominadas por ellos. & pesar deque el gobierno de (arran-a trató de lograr la neutrali-ación política de los generalesmediante masi+as concesiones económicas, no podía estar seguro de su lealtad. Esto sere+eló en 19!, cuando *ubo un conflicto abierto entre (arran-a y Rbregón acerca de lasucesión en la presidencia. Rbregón era uno de los Henerales re+olucionarios m"sdestacados y como tal disponía de fuerte respaldo en el eército. Fue, por lo tanto unasuble+ación militar o, meor dic*o, la falta de apoyo a (arran-a por el eército @una5*uelga general de los generales6, seg;n (abrera6,lo que pro+ocó la caída de (arran-a yabrió así el camino de Rbregón a la presidencia. & primera +ista, el conflicto entre(arran-a y su ex secretario de Huerra, Rbregón, parecía ser una luc*a entre la primacíaci+il y la militar en la política del país. Po obstante, en realidad (arran-a y Rbregónrepresentaban estrategias distintas para estabili-ar la re+olución. (arran-a, cuyasociali-ación política se *abía lle+ado a ca+o toda+ía en el 7ofiriato, no contaba con unconcepto político adecuado para controlar los efectos de mo+ili-ación desencadenados por la guerras ci+iles. Rbregón y los sonorenses, en cambio estaban conscientes de que nosólo la domesticación política

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    del eército era una tarea urgente, sino que el nue+a régimen también requería de cierta base entre las masas. Esto implicaba, a su +e- el desarrollo de nue+os mecanismos para

    mo+ili-ar y al mismo tiempo controlar las masas. En este sentido, al 5+ía sonorense6 paraestabili-ar la re+olución se austaba muc*o m"s a la realidad mexicana al final de una

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    guerra ci+il de die- a)os. 2os líderes sonorenses de la re+olución lograron, por lo tanto,lle+a su concepto político a la pr"ctica y con ello pusieron el fundamento par un gobiernorelati+amente estable que abarcó los tres lustros siguientes.

    Introducción a la t"rc"raIntroducción a la t"rc"ra art"art"

    LASLAS CONSECUENCIASCONSECUENCIAS AA LAR3OLAR3O ,LA&O,LA&O

    %E LA REVOLUCIÓN) CAMBIOS%E LA REVOLUCIÓN) CAMBIOS ENEN EL ESTA%O ( LAEL ESTA%O ( LASOCIE%A%SOCIE%A%

    Mientras que entre 191! y19! la +iea oligarquía perdió por completo susupremacía y fue sustituida por una nue+a clase dirigente re+olucionaria, las dos décadassiguientes, de 19! a 193!, se caracteri-aron por una transformación institucional m"s profunda del Estado, así como de ciertos sectores de la economía y la sociedad. Auranteeste periodo se fundaron los cimientos de aquel México posre+olucionario que @ al menosentre 193! y 19'! aproximadamente @ destacó por su notable estabilidad política,acompa)ada por un alto crecimiento económico: el 5milagro mexicano6.

    Este período se di+ide, sin embargo, en dos fases claramente distinguibles. 2osa)os entre 19! y 19BJ tu+ieron macados por la 5*egemonía sórnense6, es decir, por unanue+a élite nacional cuyos principales representantes pro+enían de este estado fronteri-ode noroeste. 2a segunda mitad de la década de los treinta, en cambio, lle+ó el sello delentonces presidente 2"-aro ("rdenas, mic*oacano, es decir, de un estado del centro del país. Aesde luego las dos fases se distinguen en m"s que la región de procedencia de sus presidentes. Mientras que los son orenses orientaron su mayor esfuer-o *acia laestabili-ación política y social del país después de 1! a)os de guerra ci+il y sobre todo*acia la construcción de un nue+o Estado, dando sin embargo una prioridad cada +e- menor a las reformas sociales, la presidenc ia de 2"-aro ("rdenas se concentró principalmente enlos cambios económicos y sociales. etornó ciertos postulados tempranos de lae+olución Mexicana. % sólo así fue +erdaderamente capa- de darle también el car"cter de una re+olución social.

    2a estabili-ación política del nue+o régimen sin duda alguna ocupó el primer  plano de los gobiernos de Nl+aro Rbregón 19!@193 y su sucesor 7lutarco Elías (alles193@19#. >us preocupaciones principales fueron domar al eército y su enorme potencial de rebeldía y lograr la progresi+a expansión del poder del gobierno central sobretodo el territorio de la nación. En cierto sentido este proceso recuerda la política practicada por 7orfirio Aía- a finales del siglo, con respecto a la eliminación

    del eército como fuer-a política autónoma y el establecimiento del control sobre loscacica-gos regionales, también en la década de 19! el eército *abía salida de las guerrasci+iles como el m"s importante factor de poder. &simismo, *abían +uelto a formarsemuc*as -onas de poder regional a las que el gobierno central en un principio tu+o queconceder considerable autonomía. >in embargo, el Estado que tomaba cuerpo bao loslíderes de la re+olución sonorense en los a)os +einte y a comien-os de los treinta sedistinguió en gran medida del Estado porfirista. 8na de las diferencias m"s significati+asfue que el nue+o Estado se dio un toque 5populista6 con la integración al régimen @o laatadura al gobierno@ de las organi-aciones de masas obreras y campesinas recién surgidas.Ae esta manera no sólo fue posible contener los efectos de mo+ili-ación causados por lasguerras re+olucionarias, sino obtener al mismo tiempo una base m"s amplia para lalegitimación del nue+o régimen. En cierta medida el gobierno *asta pudo recurrir 

    directamente a determinados grupos de su 5masa de base6 @ entre otros, agraristas armados cuando se trataba, por eemplo, de someter una rebelióndel eército.

    Mientras que el nue+o régimen re+olucionado sonorense adquirió así una base política m"s amplia, los sindicatos protegidos por el Estado y @ en menor medida @ lasasociaciones campesinas apegadas al gobierno experimentaron un notable crecimientocuantitati+o. Po obstante, debido a que su organi-ación se *abía lle+ado a cabo m"s quenada 5desde arriba6 carecían de +erdadera independencia, lo que reduo decisi+amente sucapacidad real de imponerse, sobre todo en caso de suscitarse conflictos con el Estado.ista desde esta perspecti+a, la política de los gobiernos de Rbregón y (alles puede sermeor caracteri-ada por la mo+ili-ación de masas y el simult"neo control sobre las mismas.

    Esta política interior de estabili-ación, que desde luego, requirió de cierta

    disposición a la reforma social, coincidió en los a)os +einte con el esfuer-o de lossonorenses por afian-ar su régimen *acia el exterior. 7or esto, tanto Rbregón como (allestu+ieron que poner énfasis, sobre todo en la normali-ación de las relaciones con Estados8nidos, lo que sin embargo, sólo fue posible mediante grandes concesiones de México, principalmente a las compa)ías petrolera y los latifundistas estadounidenses. Ae estamanera una transformación radical de la realidad económica y social de México tambiénc*ocó con estrec*as limitaciones impuestas desde afuera.

    >in embargo, la nue+a élite re+oluc ionaria de por sí no aspiraba aun cambio social profundo. Po tardó en surgir de sus filas una nue+a burguesía y clase terrateniente, que nosólo por sus nue+os intereses económicos sino también por su +isión cada +e- m"sconser+adora de la sociedad, se oponía a reformas m"s amplias, que en un momento dado podían perturbar el pretendido crecimiento económico. Aespués de que el régimen de

    (alles a comien-os de los a)os treinta se +iera consolidado en creciente medida,emprendió consiguientemente una política cada +e- menos reformista, que parecíaanunciar el próximo ocaso de la re+olución, sin que se *ubiese logrado en lo mínimo lareali-ación de sus metas fundamentales en beneficio de la masa de la población.

    &nte este fondo, es tanto m"s sorprendente el camb io de curso político reali-adodurante la segunda mitad de los a)os treinta bao la presidencia de 2"-aro ("rdenas: nosólo se lle+ó a cabo en pocos a)os una reforma agraria trascendental,

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    también las compa)ías petroleras extraneras fueron nacionali-adas en 19B# y, en términosgenerales, se siguió una política que para muc*os contempor"neos parecía constituir unaespecie de 5socialismo mexicano6.

    Aesde luego se plantea la cuestión acerca de las ra-ones para esta marcadades+iación del rumbo político de sus predecesores. Po *ay una explicación sencilla, puestoque influyeron en ello conuntamente los factores m"s di+ersos. 7or una parte, las

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    ri+alidades políticas dentro de la élite re+olucionaria4 por otra, también la creciente presión del ala i-quierda del 7artido e+olucionario, que estaba insatisfec*a ante todo conel lento a+ance de la reforma agraria. &;n no es moti+o de contro+ersias @ y en qué grado @ las repercusiones de la crisis económica mundial pueden ser+ir para explicar elcardenismo y su radical política reformista, puesto que en México se sintieron menos losefectos de la depresión de 199 que en otros países latinoamericanos con economías basadas casi exclusi+amente en la exportación de un solo producto. &dem"s, es e+identeque bao el gobierno de ("rdenas *ubo un campo de acción m"s amplio en la políticaexterior que durante los a)os +einte, para inter+enir con medidas de mayor alcance en laestructura económica existente y sobre todo para lle+ar a cabo la nacionali-ación de lascompa)ías petroleras, ya que Estados 8nidos, desde la instauración de la  ood neihbor  policy y en +ísperas de la >egunda Huerra Mundial, retrocedía ante una inter+encióndirecta en la política interior mexicana.

    Lao la presidencia de ("rdenas, México se transformó a fondo en muc*osaspectos sobre todo en materia agraria. 7or otra parte, son también e+identes las líneas decontinuidad con respecto al régimen de los sonorenses. (on la creación de una base propiaentre las masas, para la luc*a contra la fracción conser+adora de +eteranos re+olucionariosag