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Barricada, con nuevo álbum, en Valladolid MÚSICA El grupo navarro presenta a sus fieles seguidores temas de su último disco, ‘Flechas cardinales’ [P11] Viernes 21.12.12 Una ruta de 30 kilómetros por caminos agrícolas y pistas forestales de Palencia que comienza y finaliza en Cordovilla la Real. Paisaje entre las localidades palentinas de Cordovilla la Real y Valbuena de Pisuerga. :: JAVIER PRIETO GALLEGO GPS GUÍA PARA SALIR La ópera prima de Oriol Paulo CINE José Coronado, Belén Rueda y Hugo Silva son el trío protagonista de ‘El Cuerpo’ [P7] El Cerrato y sus caminos

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Barricada, connuevo álbum,en Valladolid

MÚSICA

El grupo navarro presentaa sus fieles seguidorestemas de su último disco,‘Flechas cardinales’ [P11]

Viernes21.12.12

Una ruta de 30 kilómetros por caminosagrícolas y pistas forestales de Palenciaque comienza y finaliza en Cordovilla la Real.

Paisaje entre las localidades palentinas de Cordovilla la Real y Valbuena de Pisuerga. :: JAVIER PRIETO GALLEGO

GPSGUÍA PARA SALIR

La óperaprima deOriol Paulo

CINE

José Coronado, BelénRueda y Hugo Silvason el trío protagonistade ‘El Cuerpo’ [P7]

El Cerratoy sus caminos

Dicen quienes persiguen elresbaladizo origen de los topó-nimos que el de Cordovilla laReal podría venir a propósitode la desbandada de temero-sos mozárabes –es decir, cris-tianos que vivían en territoriomusulmán– huidos en tornoal siglo IX o X en busca de ho-rizontes más tranquilos en losque mentar a Cristo sin mie-do a las consecuencias. La quetuvo aquella desbandada ge-neral fue el repoblamiento degrandes extensiones de terri-torio que, debido a tantos si-glos de rifirrafe entre moros ycristianos, habían quedadoprácticamente desiertos. Pa-cificadas ya en parte algunaszonas de ese territorio, aque-llos emigrantes fueron asen-tándose allá donde más lesconvino, donde se les acaba-ron las fuerzas o, simplemen-te, donde les dejaron. Y entreesos lugares debió de estar estarecoqueta población del Ce-rrato palentino, a la que deci-dieron llamar con un nombreque 1.000 años después siguie-ra recordando a sus descen-dientes la Córdoba de la queles tocó huir. Es una interpre-tación. El apellido ‘Real’ es unrecuerdo también de que hubomomentos en su historia enque lo que aquí pasaba era unacuestión entre ellos y el rey.

Y a uno de estos, al rey Car-los III, debe uno de sus mayo-res orgullos: el puente de 19ojazos y 240 metros que cru-za el Pisuerga de una orilla a laotra. Salta a la vista que justoen este punto de la vega el ríopasa ante Cordovilla ponién-dose casi más ancho que lar-go. Como si por alguna razónquisiera lucir palmito, desaho-garse de estrecheces anterio-res o le entrara de repente unacalma remolona. Algo que, porotra parte, le sucede a menu-do en su discurrir por toda estazona obligando a puentes lar-gos y con muchos ojos: sin irnada lejos, el de Torquemadase lleva la palma en historiay largura. Lo cual no quita paraque este de Cordovilla, cons-truido en el siglo XVIII sobreotro anterior del siglo XVI, seatambién uno de los más bellosde todo el curso del Pisuerga.Un monolito colocado en unode los arranques del puente re-cuerda que la factura fue «acosta del común por reparti-miento de treinta leguas encontorno».

‘Buen rollo’Ya dentro del pueblo otra cosaque llama poderosamente laatención es la abundancia derollos que gasta. Jurisdicciona-les, claro. Tiene unofrente al Ayunta-

PLANES Viernes 21.12.12EL NORTE DE CASTILLAGPS2

Videorreportaje enelnortedecastilla.es

Iglesia de la Asunción de la localidadpalentina de Cordovilla la Real.:: REPORTAJE GRÁFICO DE JAVIER PRIETO

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miento y otro en unaplaza contigua, a me-

nos de 50 metros. Dos, en estecaso, son multitud dado quecon uno basta para proclamara los cuatro vientos que en ellugar que se erigen hay quienhaga y ejerza justicia. La ex-plicación de tanto buen rollo,en sentido literal, como se gas-tan en Cordovilla viene dadapor la existencia del monas-terio de San Salvador del Mo-ral, cenobio levantado en elsiglo VI por el obispo de Pa-lencia, Santo Toribio, y arra-sado a mediados del siglo IXpor el bando musulmán en unataque que se llevó por delan-te a la comunidad de monjasque lo habitaba. Bastantes si-glos después, en el XVII, unincendio destruyó de nuevoel complejo llevándose pordelante una cantidad consi-derable de las obras que arteque contenía. Los restos –po-cos– de esta fundación estánhoy en el interior de una fin-ca privada en mitad del mon-te pero el rollo que proclama-ba que el abad del monasteriotenía potestad para ejercer jus-ticia es el que se levanta fren-te a la Casa Consistorial. Elotro, por lo visto, es el propiode la localidad.

Por último, y antes dearrancar el viaje que nos hatraído hasta este rincón delCerrato palentino, toca acer-carse hasta la iglesia de laAsunción, mastodóntico edi-ficio –siempre lo son cuandose comparan con el resto delcaserío– levantado en el pri-mer cuarto del siglo XVI, quecombina estilos gótico–plate-resco y renacentista. Tienedos puertas: una en la torre–que es obra neoclásica del si-glo XVIII– y otra en la facha-da sur, de estilo plateresco.

La calle que corre por el cos-tado más cercano al río es eldisparadero desde el que co-menzar la remontada –aguasarriba– en busca del ‘ValleBueno’, la vega que dominael caserío de Valbuena de Pi-suerga, a 8 kilómetros de Cor-

dovilla. Hay muchas formasde llegar, pero nosotros he-mos escogido la bicicleta por-que da a los viajes el ritmo cal-mado que permite alimentar-se a gusto de los paisajes quelo merecen y recorrer distan-cias que a pie se harían, talvez, algo excesivas.

Así pues arrancamos poresa calle a la que justo despuésde sobrepasar las eras se le abreun camino por la izquierda.Es el que nosotros tomamoscon la intención de mante-

nernos lo más cerca del río po-sible. Un kilómetro y mediodespués el camino gira a la de-recha para enlazar con la pis-ta agrícola que une, sin máscambios ni despistes, Cordo-villa y Valbuena. La gracia deestos ocho kilómetros de ca-mino rectilíneo estriba en lacoquetería con que se aleja yse acerca a las orillas del río. Aveces tanto que permite con-templarlo desde lo alto de lostaludes que le encauzan.Como al alcanzar la ermita del

Espíritu Santo, 700 metrosantes de Valbuena, encajadaa media ladera en un puntodesde el que se divisan mu-chos metros de ribera, asícomo los restos de las aceñasque en ese lugar existieron.

Buena MadreValbuena, capital de ese ‘va-llem bonam’ tan bien regadopor el Pisuerga, se arremoli-na en torno a un cerro bajitoy suave horadado de bodegasdel que se sospecha pudo te-ner, en tiempos lejanos, untorreón defensivo. Empren-demos en este punto un reco-rrido circular de 14 kilómetrosque nos llevará a conocer loque queda del frondoso bos-que de Buena Madre, las po-derosas dehesas que en eltranscurso de la Edad Media,además de fuente de riqueza,fueron también origen de en-conados enfrentamientos en-tre los diferentes poblamien-tos de la zona.

Para ello atravesamos la lo-calidad buscando pasar anteel templo parroquial de SanMartín de Tours. Esa mismacalle desemboca en una carre-tera que tomamos hacia la de-recha hasta alcanzar la pri-mera curva, a la salida delpueblo. Ahí arranca la pis-ta agrícola que seguire-mos hasta el primer des-vío. Este se desgaja por laderecha para llevarnos sinpérdida, en dos kilómetroscon doscientos metros, has-ta las descompuestas ruinasdel que fuera priorato de laGranja o de la Quinta. Entreun caos de piedras desparra-madas por el suelo, paredesroídas y maleza se alza la pa-red huérfana de la cabecera deuna iglesia, posiblemente le-vantada en el siglo XIII. Es laúnica evidencia reconocibledel pequeño conventillo,compuesto por no más de diezmonjes, que habitó aquelfrondoso bosque, madre dedisputas tan enconadas quellevó a intervenir al mismísi-mo Alfonso X el Sabio para es-tablecer deslindes. Apuntanlas investigaciones a que pudotratarse de una pequeña co-munidad que bajo la advoca-ción de San Miguel estuvoadscrita al monasterio de SanPedro de Cardeña. Pero nadaes seguro salvo que muchasde las piedras que faltan aquíhan sido reutilizadas, a lo lar-go de los siglos, en muchasedificaciones de los pueblosdel contorno.

El viaje continúa girandoen un inmediato cruce haciala derecha. Vamos por aquíbordeando un recinto cinegé-tico que, de tanta alambraday torreta, nos parece a noso-tros más campo de concentra-ción que corral de ciervos. Asíllegamos a una de sus esqui-nas para seguir de frente en elcruce. Llevamos ya tiempometidos de lleno en este pá-ramo adehesado en el que, en-tre carrascas y campos de la-bor, sobresalen también no-

tables ejemplares de encina.A 700 metros del último cru-ce se alcanza otro en el que gi-ramos hacia la derecha. Y unkilómetro y cien metros másadelante se llega hasta una es-trecha y perdida carretera quehay que tomar hacia la iz-quierda. Es el carril asfaltadoque lleva hasta San Cebriánde Buena Madre, pequeño ca-serío que más que por su no-table templo gótico de SantaJuliana o el caserón fortifica-do de los Múgica, señores me-dievales de lugar, llama laatención por el ejército demastines –unos bien cerradosy otro no– que campan en éla sus anchas. Con la aprensiónde quien no se ha creído nun-ca lo de ‘perro ladrador pocomordedor’, pasamos de largoante la iglesia y sin echar piea tierra buscamos la salida ha-cia Valbuena, a la que se llegatras tomar el desvío señaliza-do que hay un kilómetro másadelante. El regreso hasta Cor-dovilla es por el mismo lugar� [email protected]

Viernes 21.12.12EL NORTE DE CASTILLA PLANES 3GPS

En busca delValle BuenoPor los caminos del Cerrato:pueblos, ruinas y una vega fértilpara disfrutar en bicicleta

Puente sobre el Pisuergay rollo jurisdiccional deCordovilla. A la derecha,restos del priorato de laGranja o de la Quinta, cercade Valbuena de Pisuerga.

JAVIERPRIETO

RUTAS CON ENCANTOTIERRA DECAMPOSPALENTINA

Cordovilla la Real

�En marcha: A Cordovillala Real puede llegarse desdeQuintana del Puente, en laA-62, tomando la P-413

�El paseo: Ruta circularcon principio y fin en Cor-dovilla la Real. El circuitoes de 30 kilómetros y pue-de hacerse en bicicleta demontaña en unas 3 horas.Otra opción es realizar elcircuito circular que co-mienza y finaliza en Val-buena de Pisuerga. En estecaso se trata de 14 kilóme-tros por caminos agrícolas yforestales que puede reali-zarse entre 3 y 4 horas.Ninguna de las dos opcio-nes está señalizada.

� Información: La partedel paseo que se inicia y fi-naliza en Valbuena de Pi-suerga figura en el libro‘Rutas y sendas por El Ce-rrato’, de Gonzalo AlcaldeCrespo. En el libro figurantambién 5 propuestas pararecorrer en coche esta co-marca y siete para realizarpaseos a pie o en bicicleta.Puede recabarse informa-ción sobre visitas guiadaspor la comarca en TurismoCerrato, tel. 645 681 551;Senda, tel. 665 36 28 48 oMuseo del Cerrato, tel. 97911 20 10.

GUÍA

P-413

Quintanilladel Puente

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