11. así habló zaratustra 1883

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Prlogo de Zaratustra

Friedrich Nietzsche As hablaba Zaratustra1www.proyectoespartaco.com

ASI HABLO ZARATUSTRA

Federico Nietzsche

Esta Edicin: Proyecto Espartaco(http://www.proyectoespartaco.com)

ndice

HYPERLINK \l "_Toc73827787" ndice2HYPERLINK \l "_Toc73827788" Prlogo de Zaratustra4HYPERLINK \l "_Toc73827789" Los discursos de Zaratustra16HYPERLINK \l "_Toc73827790" De las tres transformaciones16HYPERLINK \l "_Toc73827791" De las ctedras de la virtud17HYPERLINK \l "_Toc73827792" De los trasmundanos19HYPERLINK \l "_Toc73827793" De los despreciadores del cuerpo22HYPERLINK \l "_Toc73827794" De las alegras y de las pasiones23HYPERLINK \l "_Toc73827795" Del plido delincuente25HYPERLINK \l "_Toc73827796" Del leer y el escribir26HYPERLINK \l "_Toc73827797" Del rbol de la montaa28HYPERLINK \l "_Toc73827798" De los predicadores de la muerte30HYPERLINK \l "_Toc73827799" De la guerra y el pueblo guerrero31HYPERLINK \l "_Toc73827800" Del nuevo dolo33HYPERLINK \l "_Toc73827801" De las moscas del mercado35HYPERLINK \l "_Toc73827802" De la castidad37HYPERLINK \l "_Toc73827803" Del amigo38HYPERLINK \l "_Toc73827804" De las mil metas y de la nica meta39HYPERLINK \l "_Toc73827805" Del camino del creador42HYPERLINK \l "_Toc73827806" De viejecillas y de jovencillas44HYPERLINK \l "_Toc73827807" De la picadura de la vbora46HYPERLINK \l "_Toc73827808" Del hijo y del matrimonio47HYPERLINK \l "_Toc73827809" De la virtud que hace regalos51HYPERLINK \l "_Toc73827810" Segunda parte de As habl Zaratustra56HYPERLINK \l "_Toc73827811" El nio del espejo56HYPERLINK \l "_Toc73827812" En las islas afortunadas58HYPERLINK \l "_Toc73827813" De los compasivos60HYPERLINK \l "_Toc73827814" De los sacerdotes62HYPERLINK \l "_Toc73827815" De los virtuosos65HYPERLINK \l "_Toc73827816" De la chusma67HYPERLINK \l "_Toc73827817" De las tarntulas69HYPERLINK \l "_Toc73827818" De los sabios famosos71HYPERLINK \l "_Toc73827819" La cancin de la noche73HYPERLINK \l "_Toc73827820" La cancin del baile75HYPERLINK \l "_Toc73827821" La cancin de los sepulcros77HYPERLINK \l "_Toc73827822" De la superacin de s mismo80HYPERLINK \l "_Toc73827823" De los sublimes82HYPERLINK \l "_Toc73827824" Del pas de la cultura84HYPERLINK \l "_Toc73827825" Del inmaculado conocimiento86HYPERLINK \l "_Toc73827826" De los doctos88HYPERLINK \l "_Toc73827827" De los poetas90HYPERLINK \l "_Toc73827828" De grandes acontecimientos93HYPERLINK \l "_Toc73827829" El adivino96HYPERLINK \l "_Toc73827830" De la redencin99HYPERLINK \l "_Toc73827831" De la cordura respecto a los hombres103HYPERLINK \l "_Toc73827832" La ms silenciosa de todas las horas105HYPERLINK \l "_Toc73827833" Tercera parte de As habl Zaratustra108HYPERLINK \l "_Toc73827834" El caminante108HYPERLINK \l "_Toc73827835" De la visin y enigma 110HYPERLINK \l "_Toc73827836" De la bienaventuranza no querida 114HYPERLINK \l "_Toc73827837" De la virtud empequeecedora119HYPERLINK \l "_Toc73827838" En el monte de los olivos123HYPERLINK \l "_Toc73827839" Del pasar de largo125HYPERLINK \l "_Toc73827840" El retorno a casa131HYPERLINK \l "_Toc73827841" De los tres males134HYPERLINK \l "_Toc73827842" Del espritu de la pesadez138HYPERLINK \l "_Toc73827843" De tablas viejas y nuevas141HYPERLINK \l "_Toc73827844" El convaleciente157HYPERLINK \l "_Toc73827845" Del gran anhelo162HYPERLINK \l "_Toc73827846" La otra cancin del baile164HYPERLINK \l "_Toc73827847" Los siete sellos (O: La cancin S y Amn ) 168HYPERLINK \l "_Toc73827848" Cuarta y ltima parte de As habl Zaratustra171HYPERLINK \l "_Toc73827849" El grito de socorro174HYPERLINK \l "_Toc73827850" Coloquio con los reyes176HYPERLINK \l "_Toc73827851" La sanguijuela 180HYPERLINK \l "_Toc73827852" El mago182HYPERLINK \l "_Toc73827853" Jubilado187HYPERLINK \l "_Toc73827854" El ms feo de los hombres190HYPERLINK \l "_Toc73827855" El mendigo voluntario194HYPERLINK \l "_Toc73827856" La sombras197HYPERLINK \l "_Toc73827857" A medioda199HYPERLINK \l "_Toc73827858" El saludo201HYPERLINK \l "_Toc73827859" La Cena205HYPERLINK \l "_Toc73827860" Del hombre superior207HYPERLINK \l "_Toc73827861" La cancin de la melancola215HYPERLINK \l "_Toc73827862" De la ciencia218HYPERLINK \l "_Toc73827863" Entre hijas del desierto220HYPERLINK \l "_Toc73827864" El despertar225HYPERLINK \l "_Toc73827865" La fiesta del asno228HYPERLINK \l "_Toc73827866" La cancin del noctmbulo231

Prlogo de Zaratustra

1 As habl Zaratustra reproduce literalmente el aforismo 342 de La gaya ciencia; slo el lago Urmi, que all aparece, es aqu sustituido por el lago de su patria. El mencionado aforismo lleva el ttulo Incipit tragedia (Comienza la tragedia) y es el ltimo del libro cuarto de La gaya ciencia, titulado Sanctus Januarius (San Enero).

Cuando Zaratustra tena treinta aos Es la edad en que Jess comienza su predicacin. Vase el Evangelio de Lucas, 3, 23: ste era Jess, que al empezar tena treinta aos. En el buscado antagonismo entre Zaratustra y Jess es sta la primera de las confrontaciones. Como podr verse por toda la obra, Zaratustra es en parte una antifigura de Jess. Y as, la edad en que Jess comienza a predicar es aquella en que Zaratustra se retira a las montaas con el fin de prepararse para su tarea. Inmediatamente despus aparecer una segunda contraposicin entre ambos: Jess pas slo cuarenta das en el desierto; Zaratustra pasar diez aos en las montaas. abandon su patria y el lago de su patria y march a las montaas. All goz de su espritu y de su soledad y durante diez aos no se cans de hacerlo. Pero al fin su corazn se transform, - y una maana, levantndose con la aurora, se coloc delante del sol y le habl as:T gran astro! Qu sera de tu felicidad si no tuvieras a aquellos a quienes iluminas! Zaratustra volver a pronunciar esta misma invocacin al sol al final de la obra. Vase, en la cuarta parte, El signo..Durante diez aos has venido subiendo hasta mi caverna: sin m, mi guila y mi serpiente Los dos animales herldicos de Zaratustra representan, respectivamente, su voluntad y su inteligencia. Le harn compaa en numerosas ocasiones y actuarn incluso como interlocutores suyos, sobre todo en el importantsimo captulo de la tercera parte titulado El convaleciente. te habras hartado de tu luz y de este camino.Pero nosotros te aguardbamos cada maana, te liberbamos de tu sobreabundancia y te bendecamos por ello. Mira! Estoy hastiado de mi sabidura como la abeja que ha recogido demasiada miel, tengo necesidad de manos que se extiendan.Me gustara regalar y repartir hasta que los sabios entre los hombres hayan vuelto a regocijarse con su locura, y los pobres, con su riqueza.Para ello tengo que bajar a la profundidad: como haces t al atardecer, cuando traspones el mar llevando luz incluso al submundo, astro inmensamente rico!Yo, lo mismo que t, tengo que hundirme en mi ocaso Untergehen. Es una de las palabras-clave en la descripcin de la figura de Zaratustra. Este verbo alemn contiene varios matices que con dificultad podrn conservarse simultneamente en la traduccin castellana. Untergehen es en primer trmino, literalmente, caminar (gehen) hacia abajo (unter). Zaratustra, en efecto, baja de las montaas. En segundo lugar es trmino usual para designar la puesta del sol, el ocaso. Y Zaratustra dice bien claro que quiere actuar como el sol al atardecer, esto es, ponerse. En tercer trmino, Untergehen y el sustantivo Untergang se usan con el significado de hundimiento, destruccin, decadencia. As, el ttulo de la obra famosa de Spengler es Der Untergang des Abendlandes (traducido por La decadencia de Occidente). Tambin Zaratustra se hunde en su tarea y fracasa. Su tarea, dice varias veces, lo destruye. Aqu se ha adoptado como terminus technicus castellano para traducir Untergehen el de hundirse en su ocaso, que parece conservar los tres sentidos. De todas maneras, Nietzsche juega en innumerables ocasiones con esta palabra alemana compuesta y la contrapone a otras palabras asimismo compuestas. Por ejemplo, contrapone y une Un tergangy Ubergang. berganges pasar al otro lado por encima de algo, pero tambin significa transicin. El hombre, dir Zaratustra, es un trnsito y un ocaso. Esto es, al hundirse en su ocaso, como el sol, pasa al otro lado (de la tierra, se entiende, segn la vieja creencia). Y pasar al otro lado es superarse a s mismo y llegar al superhombre., como dicen los hombres a quienes quiero bajar. Bendceme, pues, ojo tranquilo, capaz de mirar sin envidia incluso una felicidad demasiado grande!Bendice la copa que quiere desbordarse para que de ella fluya el agua de oro llevando a todas partes el resplandor de tus delicias!Mira! Esta copa quiere vaciarse de nuevo, y Zaratustra quiere volver a hacerse hombre.- As comenz el ocaso de Zaratustra Esta misma frase se repite luego. El ocaso de Zaratustra termina hacia el final de la tercera parte, en el captulo titulado El convaleciente, donde se dice: As - acaba el ocaso de Zaratustra..

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Zaratustra baj solo de las montaas sin encontrar a nadie. Pero cuando lleg a los bosques surgi de pronto ante l un anciano que haba abandonado su santa choza para buscar races en el bosque Hacia el final de la obra el papa jubilado vendr en busca de este anciano eremita y encontrar que ha muerto; vase, en la cuarta parte, Jubilado.. Y el anciano habl as a Zaratustra:No me es desconocido este caminante: hace algunos aos pas por aqu. Zaratustra se llamaba; pero se ha transformado. Entonces llevabas tu ceniza a la montaa Vase, en esta primera parte, De los trasmundanos, y Del camino del creador, y en la segunda parte, El adivino, donde vuelve a aparecer la referencia a las cenizas. La ceniza es smbolo de la cremacin y el rechazo de los falsos ideales juveniles.: quieres hoy llevar tu fuego a los valles? No temes los castigos que se imponen al incendiario?S, reconozco a Zaratustra. Puro es su ojo, y en su boca no se oculta nusea alguna La pureza de los ojos y la ausencia de asco en la boca son atributos de Zaratustra a los que se hace referencia en numerosas ocasiones; vase, por ejemplo, en la segunda parte, De los sublimes, y en la cuarta, El mendigo voluntario.. No viene hacia ac como un bailarn?Zaratustra est transformado, Zaratustra se ha convertido en un nio, Zaratustra es un despierto El despierto es un calificativo usual de Buda, que aqu se aplica a Zaratustra.: qu quieres hacer ahora entre los que duermen?En la soledad vivas como en el mar, y el mar te llevaba. Ay, quieres bajar a tierra? Ay, quieres volver a arrastrar t mismo tu cuerpo?Zaratustra respondi: Yo amo a los hombres.Por qu, dijo el santo, me march yo al bosque y a las soledades? No fue acaso porque amaba demasiado a los hombres?Ahora amo a Dios: a los hombres no los amo. El hombre es para m una cosa demasiado imperfecta. El amor al hombre me matara.Zaratustra respondi: Qu dije amor! Lo que yo llevo a los hombres es un regalo.No les des nada, dijo el santo. Es mejor que les quites alguna cosa y que la lleves a cuestas junto con ellos - eso ser lo que ms bien les har: con tal de que te haga bien a ti!Y si quieres darles algo, no les des ms que una limosna, y deja que adems la mendiguen!No, respondi Zaratustra, yo no doy limosnas. No soy bastante pobre para eso.El santo se ri de Zaratustra y dijo: Entonces cuida de que acepten tus tesoros! Ellos desconfan de los eremitas y no creen que vayamos para hacer regalos.Nuestros pasos les suenan demasiado solitarios por sus callejas. Y cuando por las noches, estando en sus camas, oyen caminar a un hombre mucho antes de que el sol salga, se preguntan: adnde ir el ladrn? Alusin a 1 Tesalonicenses, 5, 2: Pues sabis perfectamente que el da del Seor llegar como un ladrn de noche..No vayas a los hombres y qudate en el bosque! Es mejor que vayas incluso a los animales! Por qu no quieres ser t, como yo, - un oso entre los osos, un pjaro entre los pjaros?Y qu hace el santo en el bosque?, pregunt Zaratustra. El santo respondi: Hago canciones y las canto; y, al hacerlas, ro, lloro y gruo: as alabo a Dios.Cantando, llorando, riendo y gruendo alabo al Dios que es mi Dios. Mas qu regalo es el que t nos traes?Cuando Zaratustra hubo odo estas palabras salud al santo y dijo: Qu podra yo daros a vosotros! Pero djame irme aprisa, para que no os quite nada! -Y as se separaron, el anciano y el hombre, riendo como ren dos muchachos. Mas cuando Zaratustra estuvo solo, habl as a su corazn: Ser posible! Este viejo santo en su bosque no ha odo todava nada de que Dios ha muerto! La idea de la muerte de Dios, que recorre la obra entera, y su ignorancia por parte del santo eremita, ser tema de conversacin entre Zaratustra y el papa jubilado cuando ambos hablen del eremita ya fallecido. Vase, en la cuarta parte, Jubilado.

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Cuando Zaratustra lleg a la primera ciudad, situada al borde de los bosques, encontr reunida en el mercado Markt es la palabra empleada por Nietzsche, que aqu se traduce literalmente por mercado. No se refiere slo al lugar de compra y venta de mercancas, sino, en general, a lugar amplio donde se rene la gente, a plaza pblica. Todava hoy la plaza central de muchas ciudades alemanas se denomina Marktplatz. una gran muchedumbre: pues estaba prometida la exhibicin de un volatinero. Y Zaratustra habl as al pueblo:Yo os enseo el superhombre Sobre el superhombre, expresin que ha dado lugar a tantos malentendidos, dice el propio Nietzsche en Ecce homo: La palabra superhombre, que designa un tipo de ptima constitucin, en contraste con los hombres modernos, con los hombres buenos, con los cristianos y dems nihilistas, una palabra que, en boca de Zaratustra, el aniquilador de la moral, se convierte en una palabra muy digna de reflexin, ha sido entendida, casi en todas partes, con total inocencia, en el sentido de aquellos valores cuya anttesis se ha manifestado en la figura de Zaratustra, es decir, ha sido entendida como tipo idealista de una especie superior de hombre, mitad santo, mitad genio.. El hombre es algo que debe ser superado. Qu habis hecho para superarlo?Todos los seres han creado hasta ahora algo por encima de s mismos: y queris ser vosotros el reflujo de ese gran flujo y retroceder al animal ms bien que superar al hombre?Qu es el mono para el hombre? Una irrisin o una vergenza dolorosa. Y justo eso es lo que el hombre debe ser para el superhombre: una irrisin o una vergenza dolorosa Eco de los fragmentos 82 y 83 de Heraclito (Diels-Kranz): El ms bello de los monos es feo al compararlo con la raza de los humanos. El ms sabio de entre los hombres parece, respecto de Dios, mono en sabidura, en belleza y en todo lo dems..Habis recorrido el camino que lleva desde el gusano hasta el hombre, y muchas cosas en vosotros continan siendo gusano. En otro tiempo fuisteis monos, y tambin ahora es el hombre ms mono que cualquier mono.Y el ms sabio de vosotros es tan slo un ser escindido, hbrido de planta y fantasma. Pero os mando yo que os convirtis en fantasmas o en plantas?Mirad, yo os enseo el superhombre!El superhombre es el sentido de la tierra. Diga vuestra voluntad: sea el superhombre el sentido de la tierra!Yo os conjuro, hermanos mos, permaneced fieles a la tierra y no creis a quienes os hablan de esperanzas sobreterrenales! Son envenenadores, lo sepan o no.Son despreciadores de la vida, son moribundos y estn, ellos tambin, envenenados, la tierra est cansada de ellos: ojal desaparezcan!En otro tiempo el delito contra Dios era el mximo delito, pero Dios ha muerto y con l han muerto tambin esos delincuentes. Ahora lo ms horrible es delinquir contra la tierra y apreciar las entraas de lo inescrutable ms que el sentido de la tierra!En otro tiempo el alma miraba al cuerpo con desprecio: y ese desprecio era entonces lo ms alto: - el alma quera el cuerpo flaco, feo, famlico. As pensaba escabullirse del cuerpo y de la tierra.Oh, tambin esa alma era flaca, fea y famlica: y la crueldad era la voluptuosidad de esa alma!Mas vosotros tambin, hermanos mos, decidme: qu anuncia vuestro cuerpo de vuestra alma? No es vuestra alma acaso pobreza y suciedad y un lamentable bienestar?En verdad, una sucia corriente es el hombre. Es necesario ser un mar para poder recibir una sucia corriente sin volverse impuro.Mirad, yo os enseo el superhombre: l es ese mar, en l puede sumergirse vuestro gran desprecio.Cul es la mxima vivencia que vosotros podis tener? La hora del gran desprecio. La hora en que incluso vuestra felicidad se os convierta en nusea y eso mismo ocurra con vuestra razn y con vuestra virtud.La hora en que digis: Qu importa mi felicidad! Es pobreza y suciedad y un lamentable bienestar. Sin embargo, mi felicidad debera justificar incluso la existencia!La hora en que digis: Qu importa mi razn! Ansa ella el saber lo mismo que el len su alimento? Es pobreza y suciedad y un lamentable bienestar!La hora en que digis: Qu importa mi virtud! Todava no me ha puesto furioso. Qu cansado estoy de mi bien y de mi mal! Todo esto es pobreza y suciedad y un lamentable bienestar!La hora en que digis: Qu importa mi justicia! No veo que yo sea un carbn ardiente. Mas el justo es un carbn ardiente! La hora en que digis: Qu importa mi compasin! No es la compasin acaso la cruz en la que es clavado quien ama a los hombres? Pero mi compasin no es una crucifixin.Habis hablado ya as? Habis gritado ya as? Ah, ojal os hubiese yo odo ya gritar as!No vuestro pecado - vuestra moderacin es lo que clama al cielo, vuestra mezquindad hasta en vuestro pecado es lo que clama al cielo! Clamar al cielo es expresin bblica. Vase Gnesis, 4, 10: La voz de la sangre de tu hermano est clamando a m desde la tierra (palabras de Yahv a Can). Corno hace casi siempre con estas citas bblicas, Zaratustra confiere a sta un sentido antittico del que tiene en el original.

.Dnde est el rayo que os lama con su lengua? Dnde la demencia que habra que inocularos?Mirad, yo os enseo el superhombre: l es ese rayo, l es esa demencia! -Cuando Zaratustra hubo hablado as, uno del pueblo grit: Ya hemos odo hablar bastante del volatinero; ahora, vemoslo tambin! Y todo el pueblo se ri de Zaratustra. Mas el volatinero, que crey que aquello iba dicho por l, se puso a trabajar.

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Mas Zaratustra contempl al pueblo y se maravill. Luego habl as:El hombre es una cuerda tendida entre el animal y el superhombre, - una cuerda sobre un abismo.Un peligroso pasar al otro lado, un peligroso caminar, un peligroso mirar atrs, un peligroso estremecerse y pararse. La grandeza del hombre est en ser un puente y no una meta: lo que en el hombre se puede amar es que es un trnsito y un ocaso Vase lo dicho en la nota 5..Yo amo a quienes no saben vivir de otro modo que hundindose en su ocaso, pues ellos son los que pasan al otro lado.Yo amo a los grandes despreciadores, pues ellos son los grandes veneradores, y flechas del anhelo hacia la otra orilla. Yo amo a quienes, para hundirse en su ocaso y sacrificarse, no buscan una razn detrs de las estrellas: sino que se sacrifican a la tierra para que sta llegue alguna vez a ser del superhombre. Yo amo a quien vive para conocer, y quiere conocer para que alguna vez viva el superhombre. Y quiere as su propio ocaso.Yo amo a quien trabaja e inventa para construirle la casa al superhombre y prepara para l la tierra, el animal y la planta: pues quiere as su propio ocaso.Yo amo a quien ama su virtud: pues la virtud es voluntad de ocaso y una flecha del anhelo.Yo amo a quien no reserva para s ni una gota de espritu, sino que quiere ser ntegramente el espritu de su virtud: avanza as en forma de espritu sobre el puente.Yo amo a quien de su virtud hace su inclinacin y su fatalidad: quiere as, por amor a su virtud, seguir viviendo y no seguir viviendo.Yo amo a quien no quiere tener demasiadas virtudes. Una virtud es ms virtud que dos, porque es un nudo ms fuerte del que se cuelga la fatalidad.Yo amo a aquel cuya alma se prodiga, y no quiere recibir agradecimiento ni devuelve nada: pues l regala siempre y no quiere conservarse a s mismo Parfrasis del Evangelio de Lucas, 17, 33: Quien busca conservar su alma la perder; y quien la perdiere, la conservar..Yo amo a quien se avergenza cuando el dado, al caer, le da suerte, y entonces se pregunta: acaso soy yo un jugador que hace trampas? - pues quiere perecer.Yo amo a quien delante de sus acciones arroja palabras de oro y cumple siempre ms de lo que promete: pues quiere su ocaso.Yo amo a quien justifica a los hombres del futuro y redime a los del pasado: pues quiere perecer a causa d los hombres del presente.Yo amo a quien castiga a su dios porque ama a su dios Cita literal, invirtiendo su sentido, de Hebreos, 12, 6: Porque el Seor, a quien ama, lo castiga. Vase tambin, en la cuarta parte, El despertar.: pues tiene que perecer por la clera de su dios.Yo amo a aquel cuya alma es profunda incluso cuando se la hiere, y que puede perecer a causa de una pequea vivencia: pasa as de buen grado por el puente.Yo amo a aquel cuya alma est tan llena que se olvida de s mismo, y todas las cosas estn dentro de l: todas las cosas se transforman as en su ocaso.Yo amo a quien es de espritu libre y de corazn libre: su cabeza no es as ms que las entraas de su corazn, pero su corazn lo empuja al ocaso.Yo amo a todos aquellos que son como gotas pesadas que caen una a una de la oscura nube suspendida sobre el hombre: ellos anuncian que el rayo viene, y perecen como anunciadores.Mirad, yo soy un anunciador del rayo y una pesada gota que cae de la nube: mas ese rayo se llama superhombre. -

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Cuando Zaratustra hubo dicho estas palabras contempl de nuevo el pueblo y call: Ah estn, dijo a su corazn, y se ren: no me entienden, no soy yo la boca para estos odos Reminiscencia del Evangelio de Mateo,13,13: Por esto les hablo en parbolas, porque miran sin ver y escuchan sin or ni entender. .Habr que romperles antes los odos, para que aprendan a or con los ojos? Habr que atronar igual que timbales y que predicadores de penitencia? O acaso creen tan slo al que balbucea?Tienen algo de lo que estn orgullosos. Cmo llaman a eso que los llena de orgullo? Cultural Sobre el concepto de cultura puede verse, en la segunda parte, Del pas de la cultura. lo llaman, es lo que los distingue de los cabreros.Por esto no les gusta or, referida a ellos, la palabra Vesprecid. Voy a hablar, pues, a su orgullo.Voy a hablarles de lo ms despreciable: el ltimo hombre El ltimo hombre significa sobre todo el ltimo en la escala humana. En Ecce homo dice Nietzsche: En este sentido Zaratustra llama a los buenos unas veces los ltimos hombres y otras el comienzo del final; sobre todo, los considera como la especie ms nociva del hombre, porque imponen su existencia tanto a costa de la verdad como a costa del futuro.. Y Zaratustra habl as al pueblo:Es tiempo de que el hombre fije su propia meta. Es tiempo de que el hombre plante la semilla de su ms alta esperanza. Todava es bastante frtil su terreno para ello. Mas algn da ese terreno ser pobre y manso, y de l no podr ya brotar ningn rbol elevado.Ay! Llega el tiempo en que el hombre dejar de lanzar la flecha de su anhelo ms all del hombre, y en que la cuerda de su arco no sabr ya vibrar!Yo os digo: es preciso tener todava caos dentro de s para poder dar a luz una estrella danzarina. Yo os digo: vosotros tenis todava caos dentro de vosotros.Ay! Llega el tiempo en que el hombre no dar ya a luz ninguna estrella. Ay! Llega el tiempo del hombre ms despreciable, el incapaz ya de despreciarse a s mismo.Mirad! Yo os muestro el ltimo hombre.Qu es amor? Qu es creacin? Qu es anhelo? Qu es estrella? - as pregunta el ltimo hombre, y parpadea.La tierra se ha vuelto pequea entonces, y sobre ella da saltos el ltimo hombre, que todo lo empequeece. Su estirpe es indestructible, como el pulgn; el ltimo hombre es el que ms tiempo vive.Nosotros hemos inventado la felicidad - dicen los ltimos hombres, y parpadean.Han abandonado las comarcas donde era duro vivir: pues la gente necesita calor. La gente ama incluso al vecino y se restriega contra l: pues necesita calor.Enfermar y desconfiar considranlo pecaminoso: la gente camina con cuidado. Un tonto es quien sigue tropezando con piedras o con hombres!Un poco de veneno de vez en cuando: eso produce sueos agradables. Y mucho veneno al final, para tener un morir agradable.La gente contina trabajando, pues el trabajo es un entretenimiento. Mas procura que el entretenimiento no canse. La gente ya no se hace ni pobre ni rica: ambas cosas son demasiado molestas. Quin quiere an gobernar? Quin an obedecer? Ambas cosas son demasiado molestas.Ningn pastor y un solo rebao! Parfrasis, modificando su sentido, del Evangelio de Juan, 10, 16: Habr un solo rebao y un solo pastor. Todos quieren lo mismo, todos son iguales: quien tiene sentimientos distintos marcha voluntariamente al manicomio.En otro tiempo todo el mundo desvariaba - dicen los ms sutiles, y parpadean.Hoy la gente es inteligente y sabe todo lo que ha ocurrido: as no acaba nunca de burlarse. La gente contina discutiendo, mas pronto se reconcilia - de lo contrario, ello estropea el estmago.La gente tiene su pequeo placer para el da y su pequeo placer para la noche: pero honra la salud.Nosotros hemos inventado la felicidad - dicen los ltimos hombres, y parpadean. -

Y aqu acab el primer discurso de Zaratustra, llamado tambin el prlogo Mediante el juego de palabras en alemn entre erste Rede (primer discurso) y Vorrede (prlogo o, tambin, discurso preliminar), Nietzsche quiere indicar que en realidad este su primer hablar o discursear (reden) a los hombres no ha sido ms que un hablar preliminar, pero que su verdadero hablar va a comenzar ahora. Por eso la verdadera primera parte de esta obra se titular precisamente Los discursos (Reden) de Zaratustra.: pues en este punto el gritero y el regocijo de la multitud lo interrumpieron. Danos ese ltimo hombre, oh Zaratustra, - gritaban - haz de nosotros esos ltimos hombres! El superhombre te lo regalamos! Eco de la escena evanglica (Evangelio de Lucas, 23, 17) en que la muchedumbre rechaza a Jess y reclama a Barrabs: Pero ellos vociferaron a una: Fuera se! Sultanos a Barrabs!. Y todo el pueblo daba gritos de jbilo y chasqueaba la lengua. Pero Zaratustra se entristeci y dijo a su corazn:No me entienden: no soy yo la boca para estos odos.Sin duda he vivido demasiado tiempo en las montaas, he escuchado demasiado a los arroyos y a los rboles: ahora les hablo como a los cabreros.Inmvil es mi alma, y luminosa como las montaas por la maana. Pero ellos piensan que yo soy fro, y un burln que hace chistes horribles.Y ahora me miran y se ren: y mientras ren, continan odindome. Hay hielo en su rer.

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Pero entonces ocurri algo que hizo callar todas las bocas y quedar fijos todos los ojos. Entretanto, en efecto, el volatinero haba comenzado su tarea: haba salido de una pequea puerta y caminaba sobre la cuerda, la cual estaba tendida entre dos torres, colgando sobre el mercado y el pueblo. Mas cuando se encontraba justo en la mitad de su camino, la pequea puerta volvi a abrirse y un compaero de oficio vestido de muchos colores, igual que un bufn, salt fuera y march con rpidos pasos detrs del primero. Sigue adelante, cojitranco, grit su terrible voz, sigue adelante, holgazn, impostor, cara de tsico! Que no te haga yo cosquillas con mi taln! Qu haces aqu entre torres? Dentro de la torre est tu sitio, en ella se te debera encerrar, cierras el camino a uno mejor que t! - Y a cada palabra se le acercaba ms y ms: y cuando estaba ya a un solo paso detrs de l ocurri aquella cosa horrible que hizo callar todas las bocas y quedar fijos todos los ojos: - lanz un grito como si fuese un demonio y salt por encima de quien le obstaculizaba el camino. Mas ste, cuando vio que su rival lo venca, perdi la cabeza y el equilibrio; arroj su balancn y, ms rpido que ste, se precipit hacia abajo como un remolino de brazos y de piernas. El mercado y el pueblo parecan el mar cuando la tempestad avanza: todos huyeron apartndose y atropellndose, sobre todo all donde el cuerpo tena que estrellarse.Zaratustra, en cambio, permaneci inmvil, y justo a su lado cay el cuerpo, maltrecho y quebrantado, pero no muerto todava. Al poco tiempo el destrozado recobr la consciencia y vio a Zaratustra arrodillarse junto a l. Qu haces aqu?, dijo por fin, desde hace mucho saba yo que el diablo me echara la zancadilla. Ahora me arrastra al infierno: quieres t impedrselo?Por mi honor, amigo, respondi Zaratustra, todo eso de que hablas no existe: no hay ni diablo ni infierno. Tu alma estar muerta an ms pronto que tu cuerpo Un desarrollo de esta idea puede verse en esta primera parte, De los despreciadores del cuerpo, y, en la tercera parte, El convaleciente: Las almas son tan mortales como los cuerpos.: as, pues, no temas ya nada!El hombre alz su mirada con desconfianza. Si t dices la verdad, aadi luego, nada pierdo perdiendo la vida. No soy mucho ms que un animal al que, con golpes y escasa comida, se le ha enseado a bailar.No hables as, dijo Zaratustra, t has hecho del peligro tu profesin, en ello no hay nada despreciable. Ahora pereces a causa de tu profesin: por ello voy a enterrarte con mis propias manos.Cuando Zaratustra hubo dicho esto, el moribundo ya no respondi; pero movi la mano como si buscase la mano de Zaratustra para darle las gracias. -

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Entretanto iba llegando el atardecer, y el mercado se ocultaba en la oscuridad: el pueblo se dispers entonces, pues hasta la curiosidad y el horror acaban por cansarse. Mas Zaratustra estaba sentado en el suelo junto al muerto, hundido en sus pensamientos: as olvid el tiempo. Por fin se hizo de noche, y un viento fro sopl sobre el solitario. Zaratustra se levant entonces y dijo a su corazn:En verdad, una hermosa pesca ha cobrado hoy Zaratustra! No ha pescado ni un solo hombre La expresin pescador de hombres es evanglica. Vase el Evangelio de Mateo, 4, 19, Venid en pos de m y os har pescadores de hombres (Jess a Pedro y a Andrs). Vase tambin, en la cuarta parte, La ofrenda de la miel., pero s, en cambio, un cadver.Siniestra es la existencia humana, y carente an de sentido: un bufn puede convertirse para ella en la fatalidad.Yo quiero ensear a los hombres el sentido de su ser: ese sentido es el superhombre, el rayo que brota de la oscura nube que es el hombre.Mas todava estoy muy lejos de ellos, y mi sentido no habla a sus sentidos. Para los hombres yo soy todava algo intermedio entre un necio y un cadver.Oscura es la noche, oscuros son los caminos de Zaratustra Cita ligeramente modificada de Proverbios, 4,19: Oscuros son los caminos del ateo (traduccin de Lutero). Lutero emplea el trmino gottlos (literalmente: sin-dios), expresin que luego va a ser epteto constante de Zaratustra. Pero son los buenos y justos los que se lo aplican; vase, en la tercera parte, De la virtud empequeecedora. Pero luego Zaratustra se apropiar con orgullo de esa calificacin. Los buenos y justos son tambin los que llaman a Zaratustra el aniquilador de la moral; vase, ms adelante, De la picadura de la vbora.. Ven, compaero fro y rgido! Te llevar adonde voy a enterrarte con mis manos.

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Cuando Zaratustra hubo dicho esto a su corazn, carg el cadver sobre sus espaldas y se puso en camino. Y no haba recorrido an cien pasos cuando se le acerc furtivamente un hombre y comenz a susurrarle al odo - y he aqu que quien hablaba era el bufn de la torre. Vete fuera de esta ciudad, Zaratustra, dijo; aqu son demasiados los que te odian. Te odian los buenos y justos La pareja verbal los buenos y justos, que aqu aparece por primera vez, se repetir numerossimas veces en toda esta obra. Probablemente es imitacin de otra pareja verbal, los hipcritas y fariseos, que tambin aparece con mucha frecuencia en los Evangelios, y tiene el mismo significado que ella. Vase, por ejemplo, en la tercera parte, De tablas viejas y nuevas: Oh hermanos mos! En quin reside el mayor peligro para todo futuro de los hombres? No es en los buenos y justos, que dicen y sienten en su corazn: nosotros sabemos ya lo que es bueno y justo, y hasta lo tenemos.

y te llaman su enemigo y su despreciador; te odian los creyentes de la fe ortodoxa, y stos te llaman el peligro de la muchedumbre. Tu suerte ha estado en que la gente se ri de ti: y, en verdad, hablabas igual que un bufn. Tu suerte ha estado en asociarte al perro muerto; al humillarte de ese modo te has salvado a ti mismo por hoy. Pero vete lejos de esta ciudad - o maana saltar por encima de ti, un vivo por encima de un muerto. Y cuando hubo dicho esto, el hombre desapareci; pero Zaratustra continu caminando por las oscuras callejas.A la puerta de la ciudad encontr a los sepultureros: stos iluminaron el rostro de Zaratustra con la antorcha, lo reconocieron y comenzaron a burlarse de l. Zaratustra se lleva al perro muerto: bravo, Zaratustra se ha hecho sepulturero! Nuestras manos son demasiado limpias para ese asado. Es que Zaratustra quiere acaso robarle al diablo su bocado? Vaya! Suerte, y que aproveche! A no ser que el diablo sea mejor ladrn que Zaratustra! - y robe a los dos, y a los dos se los trague! Y se rean entre s, cuchicheando.Zaratustra no dijo ni una palabra y sigui su camino. Pero cuando llevaba andando ya dos horas, al borde de bosques y de cinagas, haba odo demasiado el hambriento aullido de los lobos, y el hambre se apoder tambin de l. Por ello se detuvo junto a una casa solitaria dentro de la cual arda una luz.El hambre me asalta, dijo Zaratustra, como un ladrn. En medio de bosques y de cinagas me asalta mi hambre, y en plena noche.Extraos caprichos tiene mi hambre. A menudo no me viene sino despus de la comida, y hoy no me vino en todo el da: dnde se entretuvo, pues?Y mientras deca esto, Zaratustra llam a la puerta de la casa. Un hombre viejo apareci; traa la luz y pregunt: Quin viene a m y a mi mal dormir?Un vivo y un muerto, dijo Zaratustra. Dame de comer y de beber, he olvidado hacerlo durante el da. Quien da de comer al hambriento reconforta su propia alma: as habla la sabidura Cita del Salmo 146, 5-7: Bienaventurado aquel... que da de comer a los hambrientos..El viejo se fue y al poco volvi y ofreci a Zaratustra pan y vino. Mal sitio es ste para hambrientos, dijo. Por eso habito yo aqu. Animales y hombres acuden a m, el eremita. Mas da de comer y de beber tambin a tu compaero, l est ms cansado que t. Zaratustra respondi: Mi compaero est muerto, difcilmente le persuadir a que coma y beba. Eso a m no me importa, dijo el viejo con hosquedad; quien llama a mi casa tiene que tomar tambin lo que le ofrezco. Comed y que os vaya bien! -A continuacin Zaratustra volvi a caminar durante dos horas, confiando en el camino y en la luz de las estrellas: pues estaba habituado a andar por la noche y le gustaba mirar a la cara a todas las cosas que duermen Sobre esta costumbre de Zaratustra de mirar a la cara a todas las cosas que duermen vase tambin, en esta misma parte, Del amigo; y en la cuarta parte, La sombra.. Mas cuando la maana comenz a despuntar, Zaratustra se encontr en lo profundo del bosque, y ningn camino se abra ya ante l. Entonces coloc al muerto en un rbol hueco, a la altura de su cabeza - pues quera protegerlo de los lobos - y se acost en el suelo de musgo. Enseguida se durmi, cansado el cuerpo, pero inmvil el alma.

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Largo tiempo durmi Zaratustra, y no slo la aurora pas sobre su rostro, sino tambin la maana entera. Mas por fin sus ojos se abrieron: asombrado mir Zaratustra el bosque y el silencio, asombrado mir dentro de s. Entonces se levant con rapidez, como un marinero que de pronto ve tierra, y lanz gritos de jbilo: pues haba visto una verdad nueva En la cuarta parte, Del hombre superior, Zaratustra recordar esta verdad nueva., y habl as a su corazn:Una luz ha aparecido en mi horizonte: compaeros de viaje necesito, compaeros vivos, - no compaeros muertos ni cadveres, a los cuales llevo conmigo adonde quiero.Compaeros de viaje vivos es lo que yo necesito, que me sigan porque quieren seguirse a s mismos - e ir adonde yo quiero ir.Una luz ha aparecido en mi horizonte: no hable al pueblo Zaratustra, sino a compaeros de viaje! Zaratustra no debe convertirse en pastor y perro de un rebao!Para incitar a muchos a apartarse del rebao - para eso he venido. Pueblo y rebao se irritarn contra m: ladrn va a ser llamado por los pastores Zaratustra.Digo pastores, pero ellos se llaman a s mismos los buenos y justos. Digo pastores: pero ellos se llaman a s mismos los creyentes de la fe ortodoxa.Ved los buenos y justos! A quin es al que ms odian? Al que rompe sus tablas de valores, al quebrantador, al infractor: - pero se es el creador.Ved los creyentes de todas las creencias! A quin es al que ms odian? Al que rompe sus tablas de valores, al quebrantador, al infractor Juego de palabras en alemn entre Brecher (destructor, rompedor, quebrantador) y Verbrecher (infractor, criminal). Tambin Moiss rompe las tablas; vase xodo, 32,19: Al acercarse al campamento y ver el becerro y las danzas, Moiss, enfurecido, tir las tablas y las rompi al pie del monte. En esta obra Zaratustra utiliza numerosas veces esta contraposicin.: - pero se es el creador.Compaeros para su camino busca el creador, y no cadveres, ni tampoco rebaos y creyentes. Compaeros en la creacin busca el creador, que escriban nuevos valores en tablas nuevas.Compaeros busca el creador, y colaboradores en la recoleccin: pues todo est en l maduro para la cosecha. Pero le faltan las cien hoces Reminiscencia del Evangelio de Mateo, 9,37: La mies es abundante y los braceros, pocos. : por ello arranca las espigas y est enojado.Compaeros busca el creador, que sepan afilar sus hoces. Aniquiladores se los llamar, y despreciadores del bien y del mal. Pero son los cosechadores y los que celebran fiestas.Compaeros en la creacin busca Zaratustra, compaeros en la recoleccin y en las fiestas busca Zaratustra: qu tiene l que ver con rebaos y pastores y cadveres!Y t, primer compaero mo, descansa en paz! Bien te he enterrado en tu rbol hueco, bien te he escondido de los lobos. Pero me separo de ti, el tiempo ha pasado. Entre aurora y aurora ha venido a m una verdad nueva.No debo ser pastor ni sepulturero. Y ni siquiera voy a volver a hablar con el pueblo nunca; por ltima vez he hablado a un muerto.A los creadores, a los cosechadores, a los que celebran fiestas quiero unirme: voy a mostrarles el arco iris y todas las escaleras del superhombre.Cantar mi cancin para los eremitas solitarios o en pareja Juego de palabras en alemn entre Einsiedler (eremitas) y Zweisiedler (trmino este ltimo creado por Nietzsche y que hace referencia al matrimonio, esto es, a la soledad de dos en compaa). ; y a quien todava tenga odos para or cosas inauditas, a se voy a abrumarle el corazn con mi felicidad.Hacia mi meta quiero ir, yo contino mi marcha; saltar por encima de los indecisos y de los rezagados. Sea mi marcha el ocaso de ellos!

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Esto es lo que Zaratustra dijo a su corazn cuando el sol estaba en pleno medioda: entonces se puso a mirar inquisitivamente hacia la altura - pues haba odo por encima de s el agudo grito de un pjaro. Y he aqu que un guila cruzaba el aire trazando amplios crculos y de l colgaba una serpiente, no como si fuera una presa, sino una amiga: pues se mantena enroscada a su cuello Los amplios crculos que traza el guila y el enroscamiento de la serpiente en torno al cuello del guila son ya aqu una premonicin del eterno retorno, que es una de las doctrinas capitales de esta obra..Son mis animales!, dijo Zaratustra, y se alegr de corazn. El animal ms orgulloso debajo del sol, y el animal ms inteligente debajo del sol - han salido para explorar el terreno. Quieren averiguar si Zaratustra vive todava. En verdad, vivo yo todava?He encontrado ms peligros entre los hombres que entre los animales, peligrosos son los caminos que recorre Zaratustra. Que mis animales me guen!Cuando Zaratustra hubo dicho esto, se acord de las palabras del santo en el bosque, suspir y habl as a su corazn: Ojal fuera yo ms inteligente! Ojal fuera yo inteligente de verdad, como mi serpiente!Pero pido cosas imposibles: por ello pido a mi orgullo que camine siempre junto a mi inteligencia!Y si alguna vez mi inteligencia me abandona - ay, le gusta escapar volando! - que mi orgullo contine volando junto con mi tontera!

- As comenz el ocaso de Zaratustra.

Los discursos de Zaratustra

De las tres transformaciones

Tres transformaciones del espritu os menciono: cmo el espritu se convierte en camello, y el camello en len, y el len, por fin, en nio.Hay muchas cosas pesadas para el espritu, para el espritu fuerte, de carga, en el que habita la veneracin: su fortaleza demanda cosas pesadas, e incluso las ms pesadas de todas.Qu es pesado?, as pregunta el espritu de carga, y se arrodilla, igual que el camello, y quiere que lo carguen bien. Qu es lo ms pesado, hroes?, as pregunta el espritu de carga, para que yo cargue con ello y mi fortaleza se regocije. Acaso no es: humillarse para hacer dao a la propia soberbia? Hacer brillar la propia tontera para burlarse de la propia sabidura?O acaso es: apartarnos de nuestra causa cuando ella celebra su victoria? Subir a altas montaas para tentar al tentador? Reminiscencia, modificando su sentido, del Evangelio de Mateo, 4, 1. En el evangelio es el Tentador el que sube a la montaa para inducir a Jess a pecar..O acaso es: alimentarse de las bellotas y de la hierba del conocimiento y sufrir hambre en el alma por amor a la verdad? O acaso es: estar enfermo y enviar a paseo a los consoladores, y hacer amistad con sordos, que nunca oyen lo que t quieres?O acaso es: sumergirse en agua sucia cuando ella es el agua de la verdad, y no apartar de s las fras ranas y los calientes sapos?O acaso es: amar a quienes nos desprecian Vase el Evangelio de Mateo, 5, 44: Amad a vuestros enemigos. y tender la mano al fantasma cuando quiere causarnos miedo?Con todas estas cosas, las ms pesadas de todas, carga el espritu de carga: semejante al camello que corre al desierto con su carga, as corre l a su desierto.Pero en lo ms solitario del desierto tiene lugar la segunda transformacin: en len se transforma aqu el espritu, quiere conquistar su libertad como se conquista una presa y ser seor en su propio desierto.Aqu busca a su ltimo seor: quiere convertirse en enemigo de l y de su ltimo dios, con el gran dragn quiere pelear para conseguir la victoria.Quin es el gran dragn, al que el espritu no quiere seguir llamando seor ni dios? T debes se llama el gran dragn. Pero el espritu del len dice yo quiero.T debes le cierra el paso, brilla como el oro, es un animal escamoso, y en cada una de sus escamas brilla ureamente T debes!.Valores milenarios brillan en esas escamas, y el ms poderoso de todos los dragones habla as: todos los valores de las cosas - brillan en m.Todos los valores han sido ya creados, y yo soy - todos los valores creados. En verdad, no debe seguir habiendo ningn Yo quiero! As habla el dragn.Hermanos mos, para qu se precisa que haya el len en el espritu? Por qu no basta la bestia de carga, que renuncia a todo y es respetuosa?Crear valores nuevos - tampoco el len es an capaz de hacerlo: mas crearse libertad para un nuevo crear - eso s es capaz de hacerlo el poder del len.Crearse libertad y un no santo incluso frente al deber: para ello, hermanos mos, es preciso el len.Tomarse el derecho de nuevos valores - se es el tomar ms horrible para un espritu de carga y respetuoso. En verdad, eso es para l robar, y cosa propia de un animal de rapia.En otro tiempo el espritu am el T debes como su cosa ms santa: ahora tiene que encontrar ilusin y capricho incluso en lo ms santo, de modo que robe el quedar libre de su amor: para ese robo se precisa el len.Pero decidme, hermanos mos, qu es capaz de hacer el nio que ni siquiera el len ha podido hacer? Por qu el len rapaz tiene que convertirse todava en nio?Inocencia es el nio, y olvido, un nuevo comienzo, un juego, una rueda que se mueve por s misma, un primer movimiento, un santo decir s.S, hermanos mos, para el juego del crear se precisa un santo decir s: el espritu quiere ahora su voluntad, el retirado del mundo conquista ahora su mundo.Tres transformaciones del espritu os he mencionado: cmo el espritu se convirti en camello, y el camello en len, y el len, por fin, en nio. - -

As habl Zaratustra. Y entonces resida en la ciudad que es llamada: La Vaca Multicolor La expresin La Vaca Multicolor (die bunte Kuh) es traduccin literal del nombre de la ciudad Kalmasadalmyra (en pali: Kammasuddaman), visitada por Buda en sus peregrinaciones..

De las ctedras de la virtud

Le haban alabado a Zaratustra un sabio que saba hablar bien del dormr La alabanza del sueo del justo es tema que aparece con frecuencia en los libros sapienciales de la Biblia; contra esa alabanza va principalmente dirigido este captulo. y de la virtud: por ello, se deca, era muy honrado y recompensado, y todos los jvenes se sentaban ante su ctedra. A l acudi Zaratustra, y junto con todos los jvenes se sent ante su ctedra. Y as habl el sabio:Sentid respeto y pudor ante el dormir! Eso es lo primero! Y evitad a todos los que duermen mal y estn desvelados por la noche!Incluso el ladrn siente pudor ante el dormir: siempre roba a hurtadillas y en silencio por la noche. En cambio el vigilante nocturno carece de pudor, sin pudor alguno vagabundea con su trompeta.Dormir no es arte pequeo: se necesita, para ello, estar desvelado el da entero.Diez veces tienes que superarte a ti mismo durante el da: esto produce una fatiga buena y es adormidera del alma. Diez veces tienes que volver a reconciliarte a ti contigo mismo; pues la superacin es amargura, y mal duerme el que no se ha reconciliado.Diez verdades tienes que encontrar durante el da: de otro modo, sigues buscando la verdad durante la noche, y tu alma ha quedado hambrienta.Diez veces tienes que rer durante el da, y regocijarte: de lo contrario, el estmago, ese padre de la tribulacin, te molesta en la noche.Pocos saben esto: pero es necesario tener todas las virtudes para dormir bien. Dir yo falso testimonio? Cometer yo adulterio?Me dejar llevar a desear la sierva de mi prjimo Vase xodo, 20, 16: No dirs falso testimonio; xodo, 20, 14: No cometers adulterio; xodo, 20, 17: No desears... la sierva de tu prjimo. Zaratustra cita textualmente estos tres preceptos bblicos.. Todo esto se avendra mal con el buen dormir.Y aunque se tengan todas las virtudes, es necesario entender an de una cosa: de mandar a dormir a tiempo a las virtudes mismas.Para que no disputen entre s esas lindas mujercitas! Y sobre ti, desventurado!Paz con Dios En los libros sapienciales de la Biblia la paz con Dios figura entre los requisitos del sueo del justo. y con el vecino: as lo quiere el buen dormir. Y paz incluso con el demonio del vecino! De lo contrario, rondar en tu casa por la noche.Honor y obediencia a la autoridad, incluso a la autoridad torcida! Sobre la obediencia a la autoridad vase Romanos, 13, 1: Todos debis estar sometidos a la autoridad. As lo quiere el buen dormir! Qu puedo yo hacer si al poder le gusta caminar sobre piernas torcidas?Para m el mejor pastor ser siempre aquel que lleva sus ovejas al prado ms verde Cita del Salmo 23,1-2: Mi pastor... me pone en verdes pastos y me lleva a frescas aguas. esto se aviene con el buen dormir.No quiero muchos honores, ni grandes tesoros: eso inflama el bazo. Pero se duerme mal sin un buen nombre y un pequeo tesoro.Una compaa escasa me agrada ms que una malvada: sin embargo, tiene que venir e irse en el momento oportuno. Esto se aviene con el buen dormir.Mucho me agradan tambin los pobres de espritu: fomentan el sueo. Son bienaventurados, especialmente si se les da siempre la razn Parodia del Evangelio de Mateo, 5, 3: Bienaventurados los pobres de espritu, porque de ellos es el reino de los cielos..As transcurre el da para el virtuoso. Mas cuando la noche llega me guardo bien de llamar al dormir! El dormir, que es el seor de las virtudes, no quiere que lo llamen!Sino que pienso en lo que yo he hecho y he pensado durante el da. Rumiando me interrogo a m mismo, paciente igual que una vaca: cules han sido, pues, tus diez superaciones?Y cules han sido las diez reconciliaciones, y las diez verdades, y las diez carcajadas con que mi corazn se hizo bien a s mismo?Reflexionando sobre estas cosas, y mecido por cuarenta pensamientos, de repente me asalta el dormir, el no llamado, el seor de las virtudes.El dormir llama a la puerta de mis ojos: stos se vuelven entonces pesados. El dormir toca mi boca: sta queda entonces abierta.En verdad, con suave calzado viene a m l, el ms encantador de los ladrones, y me roba mis pensamientos: entonces yo me quedo en pie como un tonto, igual que esta ctedra.Pero no estoy as durante mucho tiempo: en seguida me acuesto. -Mientras Zaratustra oa hablar as a aquel sabio se rea en su corazn: pues una luz haba aparecido entretanto en su horizonte. Y habl as a su corazn:Un necio es para m este sabio con sus cuarenta pensamientos: pero yo creo que entiende bien de dormir.Feliz quien habite en la cercana de este sabio! Semejante dormir se contagia, aun a travs de un espeso muro se contagia. Un hechizo mora tambin en su ctedra. Y no en vano se han sentado los jvenes ante el predicador de la virtud.Su sabidura dice: velar para dormir bien. Y en verdad, si la vida careciese de sentido y yo tuviera que elegir un sinsentido, ste sera para m el sinsentido ms digno de que se lo eligiese.Ahora comprendo claramente lo que en otro tiempo se buscaba ante todo cuando se buscaban maestros de virtud. Buen dormir es lo que se buscaba, y, para ello, virtudes que fueran como adormideras!Para todos estos alabados sabios de las ctedras era sabidura el dormir sin soar Alusin a Proverbios, 3, 24: Te acostars y dormirs dulce sueo. No tendrs temor de repentinos temores... Tambin de Buda se dice que dorma sin soar, como un nio o un gran sabio.: no conocan mejor sentido de la vida.Y todava hoy hay algunos como este predicador de la virtud, y no siempre tan honestos: pero su tiempo ha pasado. Y no hace mucho que estn en pie: y ya se tienden.Bienaventurados son estos somnolientos: pues no tardarn en quedar dormidos. -

As habl Zaratustra.

De los trasmundanos Hinterweltler. Trmino forjado por Nietzsche y que ya haba empleado una vez en Humano, demasiado humano, II, Opiniones y sentencias varias. Aqu se traduce literalmente por trasmundanos, pues parecen innecesarias y artificiales las traducciones que ordinariamente se han dado: De los creyentes en ultramundos, De los alucinados de un mundo pretrito, De los visionarios del ms all, etc. Nietzsche form esta palabra por analoga con Hinterwldler, de uso corriente, que significa: el que habita en el Hinterwald (la parte de detrs del bosque), pero tambin: troglodita, provinciano, hombre inculto. El trasmundano es, evidentemente, el metafsico.

En otro tiempo tambin Zaratustra proyect su ilusin ms all del hombre, lo mismo que todos los trasmundanos. Obra de un dios sufriente y atormentado me pareca entonces el mundo.Sueo me pareca entonces el mundo, e invencin potica de un dios; humo coloreado ante los ojos de un ser divinamente insatisfecho.Bien y mal, y placer y dolor, y yo y t - humo coloreado me pareca todo eso ante ojos creadores. El creador quiso apartar la vista de s mismo, - entonces cre el mundo.Ebrio placer es, para quien sufre, apartar la vista de su sufrimiento y perderse a s mismo. Ebrio placer y un perdersea-s-mismo me pareci en otro tiempo el mundo.Este mundo, eternamente imperfecto, imagen, e imagen imperfecta, de una contradiccin eterna - un ebrio placer para su imperfecto creador: - as me pareci en otro tiempo el mundo Zaratustra describe aqu las ideas de Nietzsche en su primera poca (vase sobre todo El nacimiento de la tragedia), que estuvo muy influida por Schopenhauer y Wagner..Y as tambin yo proyect en otro tiempo mi ilusin ms all del hombre, lo mismo que todos los trasmundanos. Ms all del hombre, en verdad?Ay, hermanos, ese dios que yo cre era obra humana y demencia humana, como todos los dioses!Hombre era, y nada ms que un pobre fragmento de hombre y de yo: de mi propia ceniza y de mi propia brasa surgi ese fantasma, y, en verdad!, no vino a m desde el ms all!Qu ocurri, hermanos mos? Yo me super a m mismo, al ser que sufra, yo llev mi ceniza a la montaa Vase antes el Prlogo de Zaratustra, y la nota 8., invent para m una llama ms luminosa. Y he aqu que el fantasma se me desvaneci!Sufrimiento sera ahora para m, y tormento para el curado, creer en tales fantasmas: sufrimiento sera ahora para m, y humillacin. As hablo yo a los trasmundanos.Sufrimiento fue, e impotencia, - lo que cre todos los trasmundos; y aquella breve demencia de la felicidad que slo experimenta el que ms sufre de todos.Fatiga, que de un solo salto quiere llegar al final, de un salto mortal, una pobre fatiga ignorante, que ya no quiere ni querer: ella fue la que cre todos los dioses y todos los trasmundos.Creedme, hermanos mos! Fue el cuerpo el que desesper del cuerpo, - con los dedos del espritu trastornado palpaba las ltimas paredes.Creedme, hermanos mos! Fue el cuerpo el que desesper de la tierra, - oy que el vientre del ser le hablaba.Y entonces quiso meter la cabeza a travs de las ltimas paredes, y no slo la cabeza Mit dem Kopf durch die Wand (gehen) es una frase hecha alemana que significa literalmente (querer atravesar) la pared con la cabeza, pero que alude a las personas muy tercas, cabezotas (tanto, que se empean en algo imposible, a saber: atravesar la pared con la cabeza). Al variar ligeramente la frase, mediante la adicin del adjetivo letzte (ltimas paredes, es decir, los lmites de este mundo), Nietzsche ironiza sobre los trasmundanos. , - quiso pasar a aquel mundo. Pero aquel mundo est bien oculto a los ojos del hombre, aquel inhumano mundo deshumanizado, que es una nada celeste; y el vientre del ser no habla en modo alguno al hombre, a no ser en forma de hombre.En verdad, todo ser es difcil de demostrar, y difcil resulta hacerlo hablar. Decidme, hermanos mos, no es acaso la ms extravagante de todas las cosas la mejor demostrada?S, este yo y la contradiccin y confusin del yo continan hablando acerca de su ser del modo ms honesto, este yo que crea, que quiere, que valora, y que es la medida y el valor de las cosas.Y este ser honestsimo, el yo - habla del cuerpo, y contina queriendo el cuerpo, aun cuando poetice y fantasee y revolotee de un lado para otro con rotas alas.El yo aprende a hablar con mayor honestidad cada vez: y cuanto ms aprende, tantas ms palabras y honores encuentra para el cuerpo y la tierra.Mi yo me ha enseado un nuevo orgullo, y yo se lo enseo a los hombres: a dejar de esconder la cabeza en la arena de las cosas celestes, y a llevarla libremente, una cabeza terrena, la cual es la que crea el sentido de la tierra!Una nueva voluntad enseo yo a los hombres: querer ese camino que el hombre ha recorrido a ciegas, y llamarlo bueno y no volver a salirse a hurtadillas de l, como hacen los enfermos y moribundos!Enfermos y moribundos eran los que despreciaron el cuerpo y la tierra y los que inventaron las cosas celestes y las gotas de sangre redentoras La sangre redentora es expresin bblica. Vase 1 Pedro, 1, 19. En La genealoga de la moral Nietzsche reprocha a Wagner el que se dejase seducir por la sangre redentora. Vase la nota 72 de La genealoga de la moral.: pero incluso estos dulces y sombros venenos los tomaron del cuerpo y de la tierra!De su miseria queran escapar, y las estrellas les parecan demasiado lejanas. Entonces suspiraron: Oh, si hubiese caminos celestes para deslizarse furtivamente en otro ser y en otra felicidad! - entonces se inventaron sus caminos furtivos y sus pequeos brebajes de sangre! Alusin al cliz y a la Ultima Cena. Vase el Evangelio de Mateo, 26, 27: Bebed de l todos, que sta es mi sangre..Entonces estos ingratos se imaginaron estar sustrados a su cuerpo y a esta tierra. Sin embargo, a quin deban las convulsiones y delicias de su xtasis? A su cuerpo y a esta tierra.Indulgente es Zaratustra con los enfermos. En verdad, no se enoja con sus especies de consuelo y de ingratitud. Que se transformen en convalecientes y en superadores, y que se creen un cuerpo superior!Tampoco se enoja Zaratustra con el convaleciente si ste mira con delicadeza hacia su ilusin y a medianoche se desliza furtivamente en torno a la tumba de su dios: mas enfermedad y cuerpo enfermo continan siendo para m tambin sus lgrimas.Mucho pueblo enfermo ha habido siempre entre quienes poetizan y tienen la mana de los dioses; odian con furia al hombre del conocimiento y a aquella virtud, la ms joven de todas, que se llama: honestidad.Vuelven siempre la vista hacia tiempos oscuros: entonces, ciertamente, ilusin y fe eran cosas distintas; el delirio de la razn era semejanza con Dios, y la duda era pecado.Demasiado bien conozco a estos hombres semejantes a Dios: quieren que se crea en ellos, y que la duda sea pecado. Demasiado bien s igualmente qu es aquello en lo que ms creen ellos mismos.En verdad, no en trasmundos ni en gotas de sangre redentora: sino que es en el cuerpo en lo que ms creen, y su propio cuerpo es para ellos su cosa en s La cosa en s es trmino procedente de Kant y contra el polemiza Nietzsche en numerosas ocasiones. De l se deriva la expresin propia del idealismo alemn en s y para s (an sich und fr sich). Ms adelante, en la cuarta parte, La ofrenda de la miel, Zaratustra se burlar de esta ltima expresin, hablando de en m y para m..Pero cosa enfermiza es para ellos el cuerpo: y con gusto escaparan de l. Por eso escuchan a los predicadores de la muerte, y ellos mismos predican trasmundos.Es mejor que oigis, hermanos mos, la voz del cuerpo sano: es sta una voz ms honesta y ms pura.Con ms honestidad y con ms pureza habla el cuerpo sano, el cuerpo perfecto y cuadrado El poeta griego Simnides dice en uno de sus trenos (el 542 en la numeracin de D. L. Page): Es difcil llegar a ser un hombre excelente, cuadrado de manos, de pies, de inteligencia, terminado sin reproche... Tanto Platn en el Protgoras (339 b) como Aristteles en su Retrica (1411 b 26) citan esta metfora de Simnides. De cualquiera de ellos pudo tomar Nietzsche esta imagen, que tambin repite ms tarde; vase, en esta primera parte, Del hijo y del matrimonio, y en la cuarta parte, El saludo.: y habla del sentido de la tierra.

As habl Zaratustra.

De los despreciadores del cuerpo

A los despreciadores del cuerpo quiero decirles mi palabra. No deben aprender ni ensear otras doctrinas, sino tan slo decir adis a su propio cuerpo - y as enmudecer.Cuerpo soy yo y alma - as habla el nio. Y por qu no hablar como los nios?Pero el despierto, el sapiente, dice: cuerpo soy yo ntegramente, y ninguna otra cosa; y alma es slo una palabra para designar algo en el cuerpo.El cuerpo es una gran razn, una pluralidad dotada de un nico sentido, una guerra y una paz, un rebao y un pastor Vase la nota 23..Instrumento de tu cuerpo es tambin tu pequea razn, hermano mo, a la que llamas espritu, un pequeo instrumento y un pequeo juguete de tu gran razn.Dices yo y ests orgulloso de esa palabra. Pero esa cosa an ms grande, en la que t no quieres creer, - tu cuerpo y su gran razn: sa no dice yo, pero hace yo.Lo que el sentido siente, lo que el espritu conoce, eso nunca tiene dentro de s su final. Pero sentido y espritu querran persuadirte de que ellos son el final de todas las cosas: tan vanidosos son.Instrumentos y juguetes son el sentido y el espritu: tras ellos se encuentra todava el s-mismo Selbst. Se traduce aqu, no por yo, como a veces se hace, sino por s-mismo. Nietzsche contrapone Ich (yo) y Selbst (s-mismo), como puede verse en el prrafo siguiente y, en general, en todo este captulo.. El s-mismo busca tambin con los ojos de los sentidos, escucha tambin con los odos del espritu.El s-mismo escucha siempre y busca siempre: compara, subyuga, conquista, destruye. El s-mismo domina y es el dominador tambin del yo.Detrs de tus pensamientos y sentimientos, hermano mo, se encuentra un soberano poderoso, un sabio desconocido - llmase s-mismo. En tu cuerpo habita, es tu cuerpo.Hay ms razn en tu cuerpo que en tu mejor sabidura. Y quin sabe para qu necesita tu cuerpo precisamente tu mejor sabidura?Tu s-mismo se re de tu yo y de sus orgullosos saltos. Qu son para m esos saltos y esos vuelos del pensamiento?, se dice. Un rodeo hacia mi meta. Yo soy las andaderas del yo y el apuntador de sus conceptos.El s-mismo dice al yo: siente dolor aqu! Y el yo sufre y reflexiona sobre cmo dejar de sufrir - y justo para ello debe pensar.El s-mismo dice al yo: siente placer aqu! Y el yo se alegra yreflexiona sobre cmo seguir gozando a menudo - y justo para ello debe pensar.A los despreciadores del cuerpo quiero decirles una palabra. Su despreciar constituye su apreciar Vase Ms all del bien y del mal 78: Quien as mismo se desprecia contina aprecindose, sin embargo, a s mismo en cuanto despreciador.. Qu es lo que cre el apreciar y el despreciar y el valor y la voluntad?El s-mismo creador se cre para s el apreciar y el despreciar, se cre para s el placer y el dolor. El cuerpo creador se cre para s el espritu como una mano de su voluntad.Incluso en vuestra tontera y en vuestro desprecio, despreciadores del cuerpo, servs a vuestro s-mismo. Yo os digo: tambin vuestro s-mismo quiere morir y se aparta de la vida. Ya no es capaz de hacer lo que ms quiere: - crear por encima de s. Eso es lo que ms quiere, se es todo su ardiente deseo.Para hacer esto, sin embargo, es ya demasiado tarde para l: - por ello vuestro s-mismo quiere hundirse en su ocaso, despreciadores del cuerpo.Hundirse en su ocaso quiere vuestro s-mismo, y por ello os convertisteis vosotros en despreciadores del cuerpo! Pues ya no sois capaces de crear por encima de vosotros.Y por eso os enojis ahora contra la vida y contra la tierra. Una inconsciente envidia hay en la oblicua mirada de vuestro desprecio.Yo no voy por vuestro camino, despreciadores del cuerpo! Vosotros no sois para m puentes hacia el superhombre!

As habl Zaratustra.

De las alegras y de las pasiones Von den Freudenschaften und Leidenschaften. Por analoga con Leidenschaft (pasin), Nietzsche crea aqu la palabra Freudenschaft, derivndola de Freude (alegra). Con ello subraya el elemento Leiden (sufrimiento) del trmino Leidenschaft. Pasin implica aqu, pues, simultneamente dos significados: pasin (como movimiento afectivo) y padecimiento.

Hermano mo, si tienes una virtud, y esa virtud es la tuya, entonces no la tienes en comn con nadie. Ciertamente, t quieres llamarla por su nombre y acariciarla; quieres tirarle de la oreja y divertirte con ella.Y he aqu que tienes su nombre en comn con el pueblo y que, con tu virtud, te has convertido en pueblo y en rebao! Haras mejor en decir: inexpresable y sin nombre es aquello que constituye el tormento y la dulzura de mi alma, y que es incluso el hambre de mis entraas.Sea tu virtud demasiado alta para la familiaridad de los nombres: y si tienes que hablar de ella, no te avergences de balbucear al hacerlo.Habla y balbucea as: ste es mi bien, esto es lo que yo amo, as me agrada del todo, nicamente as quiero yo el bien. No lo quiero como ley de un Dios, no lo quiero como precepto y forzosidad de los hombres: no sea para m una gua hacia super-tierras y hacia parasos.Una virtud terrena es la que yo amo: en ella hay poca inteligencia, y lo que menos hay es la razn de todos.Pero ese pjaro ha construido en m su nido: por ello lo amo y lo aprieto contra mi pecho, - ahora incuba en m sus ureos huevos.As debes balbucir y alabar tu virtud.En otro tiempo tenas pasiones y las llamabas malvadas. Pero ahora no tienes ms que tus virtudes: han surgido de tus pasiones.Pusiste tu meta suprema en el corazn de aquellas pasiones: entonces se convirtieron en tus virtudes y alegras.Y aunque fueses de la estirpe de los colricos o de la de los lujuriosos, o de los fanticos de su fe o de los vengativos:Al final todas tus pasiones se convirtieron en virtudes y todos tus demonios en ngeles.En otro tiempo tenas perros salvajes en tu mazmorra: pero al final se transformaron en pjaros y en amables cantoras.De tus venenos has extrado tu blsamo, has ordeado a tu vaca Tribulacin, - ahora bebes la dulce leche de sus ubres. Y ninguna cosa malvada surgir ya de ti en el futuro, a no ser el mal que surja de la lucha de tus virtudes.Hermano mo, si eres afortunado tienes una sola virtud, y nada ms que una: as atraviesas con mayor ligereza el puente.Es una distincin tener muchas virtudes, pero es una pesada suerte; y ms de uno se fue al desierto y se mat porque estaba cansado de ser batalla y campo de batalla de virtudes.Hermano mo, son males la guerra y la batalla? Pero ese mal es necesario, necesarios son la envidia y la desconfianza y la calumnia entre tus virtudes.Mira cmo cada una de tus virtudes codicia lo ms alto de todo: quiere tu espritu ntegro, para que ste sea su heraldo, quiere toda tu fuerza en la clera, en el odio y en el amor.Celosa est cada virtud de la otra, y cosa horrible son los celos. Tambin las virtudes pueden perecer de celos.Aquel a quien la llama de los celos lo circunda acaba volviendo contra s mismo el aguijn envenenado, igual que el escorpin.Ay, hermano mo, ano has visto nunca todava a una virtud calumniarse y acuchillarse a s misma?El hombre es algo que tiene que ser superado: y por ello tienes que amar tus virtudes, - pues perecers a causa de ellas.

As habl Zaratustra.

Del plido delincuente

Vosotros, jueces y sacrificadores, no queris matar hasta que el animal haya inclinado la cabeza? Mirad, el plido delincuente ha inclinado la cabeza: en sus ojos habla el gran desprecio.Mi yo es algo que debe ser superado: mi yo es para m el gran desprecio del hombre: as dicen esos ojos.El haberse juzgado a s mismo constituy su instante supremo: no dejis que el excelso recaiga en su bajeza!No hay redencin alguna para quien sufre tanto de s mismo, excepto la muerte rpida.Vuestro matar, jueces, debe ser compasin y no venganza. Y mientras matis, cuidad de que vosotros mismos justifiquis la vida!No basta con que os reconciliis con aquel a quien matis. Vuestra tristeza sea amor al superhombre: as justificis vuestro seguir viviendo!Enemigo debis decir, pero no bellaco; enfermo debis decir, pero no bribn; tonto debis decir, pero no pecador.Y t, rojo juez, si alguna vez dijeses en voz alta todo lo que has hecho con el pensamiento: todo el mundo gritara: Fuera esa inmundicia y ese gusano venenoso!Pero una cosa es el pensamiento, otra la accin, y otra la imagen de la accin. La rueda del motivo no gira entre ellas. Una imagen puso plido a ese plido hombre. Cuando realiz su accin l estaba a la altura de ella: mas no soport la imagen de su accin, una vez cometida sta.Desde aquel momento, pues, se vio siempre como autor de una sola accin. Demencia llamo yo a eso: la excepcin se invirti, convirtindose para l en la esencia.La raya trazada sobre el suelo hechiza a la gallina; el golpe dado por el delincuente hechiz su pobre razn - demencia despus de la accin llamo yo a eso.Od, jueces! Existe todava otra demencia: la de antes de la accin. Ay, no me habis penetrado bastante profundamente en esa alma!As habla el rojo juez: por qu este delincuente asesin? Quera robar. Mas yo os digo: su alma quera sangre, no robo: l estaba sediento de la felicidad del cuchillo!Pero su pobre razn no comprenda esa demencia y le persuadi. Qu importa la sangre!, dijo; no quieres al menos cometer tambin un robo? Tomarte una venganza?Y l escuch a su pobre razn: como plomo pesaba el discurso de ella sobre l, - entonces rob, al asesinar. No quera avergonzarse de su demencia.Y ahora el plomo de su culpa vuelve a pesar sobre l, y de nuevo su pobre razn est igual de rgida, igual de paralizada, igual de pesada.Con slo que pudiera sacudir su cabeza, su peso rodara al suelo: mas quin sacude esa cabeza?Qu es ese hombre? Un montn de enfermedades, que a travs del espritu se extienden por el mundo: all quieren hacer su botn.Qu es ese hombre? Una maraa de serpientes salvajes, que rara vez tienen paz entre s, - y entonces cada una se va por su lado, buscando botn en el mundo.Mirad ese pobre cuerpo! Lo que l sufra y codiciaba, esa pobre alma lo interpretaba para s, - lo interpretaba como placer asesino y como ansia de la felicidad del cuchillo.A quien ahora se pone enfermo asltalo el mal, lo que ahora es mal: el enfermo quiere causar dao con aquello que a l le causa dao. Pero ha habido otros tiempos, y otros males y bienes.En otro tiempo eran un mal la duda y la voluntad de smismo. Entonces el enfermo se converta en hereje y en bruja: como hereje y como bruja sufra y quera hacer sufrir.Pero esto no quiere entrar en vuestros odos: perjudica a vuestros buenos, me decs. Mas qu me importan a m vuestros buenos!Muchas cosas de vuestros buenos me producen nuseas, y, en verdad, no su mal. Pues yo quisiera que tuvieran una demencia a causa de la cual pereciesen, como ese plido delincuente!En verdad, yo quisiera que su demencia se llamase verdad o fidelidad o justicia: pero ellos tienen su virtud para vivir largo tiempo y en un lamentable bienestar.Yo soy un pretil junto a la corriente Sobre los pretiles junto a la corriente puede verse luego, en la tercera parte, De tablas viejas y nuevas, 8, y la nota 375.: agrreme el que pueda agarrarme! Pero yo no soy vuestra muleta. -

As habl Zaratustra.

Del leer y el escribir

De todo lo escrito yo amo slo aquello que alguien escribe con su sangre. Escribe t con sangre: y te dars cuenta de que la sangre es espritu.No es cosa fcil el comprender la sangre ajena: yo odio a los ociosos que leen.Quien conoce al lector no hace ya nada por el lector. Un siglo de lectores todava - y hasta el espritu oler mal.El que a todo el mundo le sea lcito aprender a leer corrompe a la larga no slo el escribir, sino tambin el pensar.En otro tiempo el espritu era Dios Vase el Evangelio de Juan, 4, 24: Dios es espritu. En la cuarta parte, La fiesta del asno, 1, el papa jubilado criticar la frase Dios es espritu., luego se convirti en hombre, y ahora se convierte incluso en plebe.Quien escribe con sangre y en forma de sentencias, se no quiere ser ledo, sino aprendido de memoria.En las montaas el camino ms corto es el que va de cumbre a cumbre: mas para ello tienes que tener piernas largas. Cumbres deben ser las sentencias: y aquellos a quienes se habla, hombres altos y robustos.El aire ligero y puro, el peligro cercano y el espritu lleno de una alegre maldad: estas cosas se avienen bien.Quiero tener duendes a mi alrededor, pues soy valeroso. El valor que ahuyenta los fantasmas se crea sus propios duendes,- el valor quiere rer.Yo ya no tengo sentimientos en comn con vosotros: esa nube que veo por debajo de m, esa negrura y pesadez de que me ro, - cabalmente sa es vuestra nube tempestuosa.Vosotros miris hacia arriba cuando deseis elevacin. Y yo miro hacia abajo, porque estoy elevado.Quin de vosotros puede a la vez rer y estar elevado? Quien asciende a las montaas ms altas se re de todas las tragedias, de las del teatro y de las de la vida Los tres prrafos que van desde Vosotros miris... hasta aqu fueron colocados por Nietzsche como motto al frente de la tercera parte de esta obra (vase p. 221)..Valerosos, despreocupados, irnicos, violentos - as nos quiere la sabidura: es una mujer y ama siempre nicamente a un guerrero El tercer tratado de La genealoga de la moral lleva a su frente, como motto, esta frase. Nietzsche dice en el prlogo que ese tercer tratado, titulado Qu significan los ideales ascticos?, es todo l un comentario del citado prrafo..Vosotros me decs: la vida es difcil de llevar. Mas para qu tendrais vuestro orgullo por las maanas y vuestra resignacin por las tardes?La vida es difcil de llevar: no me os pongis tan delicados! Todos nosotros somos guapos, borricos y pollinas de carga Reminiscencia irnica del Evangelio de Mateo, 21, 5: Y los discpulos... trajeron la borrica y el pollino (preparativos para la entrada de Jess en Jerusaln)..Qu tenemos nosotros en comn con el capullo de la rosa, que tiembla porque tiene encima de su cuerpo una gota de roco?Es verdad: nosotros amamos la vida no porque estemos habituados a vivir, sino porque estamos habituados a amar Juego de palabras, en alemn, entre vivir (leben) y amar (lieben). . Siempre hay algo de demencia en el amor. Pero siempre hay tambin algo de razn en la demencia Parfrasis de Hamlet, acto II, escena 2: Ocurrencias felices que suele tener la demencia, y que ni la ms sana razn y lucidez podran soltar con tanta fortuna (palabras de Polonio a Hamlet)..Y tambin a m, que soy bueno con la vida, parceme que quienes ms saben de felicidad son las mariposas y las burbujas de jabn, y todo lo que entre los hombres es de su misma especie.Ver revolotear esas almitas ligeras, locas, encantadoras, volubles - eso hace llorar y cantar a Zaratustra.Yo no creera ms que en un dios que supiese bailar.Y cuando vi a mi demonio lo encontr serio, grave, profundo, solemne: era el espritu de la pesadez Vase, en la tercera parte, De la visin y del enigma, as como Del espritu de la pesadez, donde Nietzsche desarrolla con detalle el significado del espritu de la pesadez. - l hace caer a todas las cosas.No con la clera, sino con la risa se mata En la cuarta parte, La fiesta del asno, el ms feo de los hombres recordar a Zaratustra esta enseanza.. Adelante, matemos el espritu de la pesadez!He aprendido a andar: desde entonces me dedico a correr. He aprendido a volar: desde entonces no quiero ser empujado para moverme de un sitio.Ahora soy ligero, ahora vuelo, ahora me veo a m mismo por debajo de m, ahora un dios baila por medio de m.

As habl Zaratustra.

Del rbol de la montaa ste es uno de los captulos de mayor impregnacin evanglica en su ambientacin. Recuerda sobre todo la conversacin de Jess con el joven rico (vase el Evangelio de Mateo, 19, 16 y ss.), pero tambin el hecho de que Jess encontrase a algunos de sus primeros discpulos debajo de un rbol; vase el Evangelio de Juan, 1, 48: Contest Jess, y le dijo: Antes de que Felipe te llamase, te vi cuando estabas debajo de la higuera. Natanael le contest: Rabb, t eres el Hijo de Dios, t eres el Rey de Israel. Contest Jess y le dijo: Porque te he dicho que te vi debajo de la higuera crees? Cosas mayores has de ver.

El ojo de Zaratustra haba visto que un joven lo evitaba. Y cuando una tarde caminaba solo por los montes que rodean la ciudad llamada La Vaca Multicolor: he aqu que encontr en su camino a aquel joven, sentado junto a un rbol en el que se apoyaba y mirando al valle con mirada cansada. Zaratustra agarr el rbol junto al cual estaba sentado el joven y dijo:Si yo quisiera sacudir este rbol con mis manos, no podra. Pero el viento, que nosotros no vemos, lo maltrata y lo dobla hacia donde quiere. Manos invisibles son las que peor nos doblan y maltratan Reminiscencia del Evangelio de Juan, 3, 8: El viento sopla donde quiere; oyes el ruido, pero no sabes de dnde viene ni adnde va. .Entonces el joven se levant consternado y dijo: Oigo a Zaratustra, y en l estaba precisamente pensando. Zaratustra replic:Y por eso te has asustado? - Al hombre le ocurre lo mismo que al rbol.Cuanto ms quiere elevarse hacia la altura y hacia la luz, tanto ms fuertemente tienden sus races hacia la tierra, hacia abajo, hacia lo oscuro, lo profundo, - hacia el mal.S, hacia el mal!, exclam el joven. Cmo es posible que t hayas descubierto mi alma?Zaratustra sonri y dijo: A ciertas almas no se las descubrir nunca a no ser que antes se las invente.S, hacia el mall, volvi a exclamar el joven.T has dicho la verdad, Zaratustra. Desde que quiero elevarme hacia la altura ya no tengo confianza en m mismo, y ya nadie tiene confianza en m, - cmo ocurri esto?Me transformo demasiado rpidamente: mi hoy refuta a mi ayer. A menudo salto los escalones cuando subo, - esto no me lo perdona ningn escaln.Cuando estoy arriba, siempre me encuentro solo. Nadie habla conmigo, el fro de la soledad me hace estremecer. Qu es lo que quiero yo en la altura?Mi desprecio y mi anhelo crecen juntos; cuanto ms alto subo, tanto ms desprecio al que sube. Qu es lo que quiere ste en la altura?Cmo me avergenzo de mi subir y tropezar! Cmo me burlo de mi violento jadear! Cmo odio al que vuela! Qu cansado estoy en la altura!Aqu el joven call. Y Zaratustra mir detenidamente el rbol junto al que se hallaban y dijo:Este rbol se encuentra solitario aqu en la montaa; ha crecido muy por encima del hombre y del animal.Y si quisiera hablar, no tendra a nadie que lo comprendiese: tan alto ha crecido.Ahora l aguarda y aguarda, - a qu aguarda, pues? Habita demasiado cerca del asiento de las nubes: acaso aguarda el primer rayo? Vase, en la cuarta parte, Del hombre superior, 6, donde vuelve a aludirse a lo aqu indicado. .Cuando Zaratustra hubo dicho esto el joven exclam con ademanes violentos: S, Zaratustra, t dices verdad. Cuando yo quera ascender a la altura, anhelaba mi cada, y t eres el rayo que yo aguardaba! Mira, qu soy yo desde que t nos has aparecido? La envidia de ti es lo que me ha destruido! - As dijo el joven, y llor amargamente Como en varias otras ocasiones, Nietzsche utiliza aqu la expresin evanglica con que se caracteriza el llanto de Pedro tras negar a Jess; vase el Evangelio de Mateo, 26, 75: Y enseguida cant un gallo. Pedro se acord de las palabras de Jess: Antes que cante el gallo me negars tres veces. Y saliendo fuera, llor amargamente..Mas Zaratustra lo rode con su brazo y se lo llev consigo. Y cuando haban caminado un rato juntos, Zaratustra comenz a hablar as:Mi corazn est desgarrado. An mejor que tus palabras es tu ojo el que me dice todo el peligro que corres.Todava no eres libre, todava buscas la libertad. Tu bsqueda te ha vuelto insomne y te ha desvelado demasiado. Quieres subir a la altura libre, tu alma tiene sed de estrellas. Pero tambin tus malos instintos tienen sed de libertad.Tus perros salvajes quieren libertad; ladran de placer en su cueva cuando tu espritu se propone abrir todas las prisiones Vase antes, De las alegras y de las pasiones, y ms tarde, sobre todo, Del hijo y del matrimonio, donde se desarrolla este mismo pensamiento..Para m eres todava un prisionero que se imagina la libertad: ay, el alma de tales prisioneros se torna inteligente, pero tambin astuta y mala.El liberado del espritu tiene que purificarse todava. Muchos restos de crcel y de moho quedan an en l: su ojo tiene que volverse todava puro.S, yo conozco tu peligro. Mas por mi amor y mi esperanza te conjuro: no arrojes de ti tu amor y tu esperanza!Todava te sientes noble, y noble te sienten todava tambin los otros, que te detestan y te lanzan miradas malvadas. Sabe que un noble les es a todos un obstculo en su camino.Tambin a los buenos un noble les es un obstculo en su camino: y aunque lo llamen bueno, con ello lo que quieren es apartarlo a un lado.El noble quiere crear cosas nuevas y una nueva virtud. El bueno quiere las cosas viejas, y que se conserven.Pero el peligro del noble no es volverse bueno, sino insolente, burln, destructor.Ay, yo he conocido nobles que perdieron su ms alta esperanza. Y desde entonces calumniaron todas las esperanzas elevadas.Desde entonces han vivido insolentemente en medio de breves placeres, y apenas se trazaron metas de ms de un da.El espritu es tambin voluptuosidad - as dijeron. Y entonces se le quebraron las alas a su espritu: ste se arrastra ahora de un sitio para otro y mancha todo lo que roe.En otro tiempo pensaron convertirse en hroes: ahora son libertinos. Pesadumbre y horror es para ellos el hroe.Mas por mi amor y mi esperanza te conjuro: no arrojes al hroe que hay en tu alma! Conserva santa tu ms alta esperanza! -

As habl Zaratustra.

De los predicadores de la muerte Un amplio desarrollo de las ideas que aparecen en este captulo puede verse en La genealoga de la moral.

Hay predicadores de la muerte: y la tierra est llena de seres a quien hay que predicar que se alejen de la vida.Llena est la tierra de superfluos, corrompida est la vida por los demasiados. Ojal los saque alguien de esta vida con el atractivo de la vida eterna!Amarillos: as se llama a los predicadores de la muerte, o negros. Pero yo quiero mostrroslos todava con otros colores.Ah estn los seres terribles, que llevan dentro de s el animal de presa y no pueden elegir ms que o placeres o autolaceracin. E incluso sus placeres continan siendo autolaceracin.An no han llegado ni siquiera a ser hombres, esos seres terribles: ojal prediquen el abandono de la vida y ellos mismos se vayan a la otra! Dahinfahren. Nietzsche utiliza aqu el trmino empleado por Lutero en su traduccin de la Biblia para indicar el trnsito (a la otra vida). .Ah estn los tuberculosos del alma: apenas han nacido y ya han comenzado a morir, y anhelan doctrinas de fatiga y de renuncia.Querran estar muertos, y nosotros deberamos aprobar su voluntad! Guardmonos de resucitar a esos muertos y de lastimar a esos atades vivientes!Si encuentran un enfermo, o un anciano, o un cadver, enseguida dicen: la vida est refutada!Pero slo estn refutados ellos, y sus ojos, que no ven ms que un solo rostro en la existencia.Envueltos en espesa melancola, y vidos de los pequeos incidentes que ocasionan la muerte: as es como aguardan, con los dientes apretados.O: extienden la mano hacia las confituras y, al hacerlo, se burlan de su niera: penden de esa caa de paja que es su vida y se burlan de seguir todava pendientes de una caa de paja Alusin a Pascal: El hombre es una caa que piensa.

Su sabidura dice: tonto es el que contina viviendo, mas tambin nosotros somos as de tontos! Y sta es la cosa ms tonta en la vida! -La vida no es ms que sufrimiento - esto dicen otros, y no mienten: as, pues, procurad acabar vosotros! As, pues, procurad que acabe esa vida que no es ms que sufrimiento!Y diga as la enseanza de vuestra virtud: t debes matarte a ti mismo! T debes quitarte de en medio a ti mismo! Ms adelante, De la muerte libre, puede verse un amplio desarrollo de esta idea. La voluptuosidad es pecado, - as dicen los unos, que predican la muerte - apartmonos y no engendremos hijos!Dar a luz es cosa ardua, - dicen los otros - para qu dar a luz? No se da a luz ms que seres desgraciados! Y tambin stos son predicadores de la muerte.Compasin es lo que hace falta - as dicen los terceros. Tomad lo que yo tengo! Tomad lo que yo soy! Tanto menos me atar as la vida!Si fueran compasivos de verdad, quitaran a sus prjimos el gusto de la vida. Ser malvados - sa sera su verdadera bondad.Pero ellos quieren librarse de la vida: qu les importa el que, con sus cadenas y sus regalos, aten a otros ms fuertemente todava! -Y tambin vosotros, para quienes la vida es trabajo salvaje e inquietud: no estis muy cansados de la vida? No estis muy maduros para la predicacin de la muerte?Todos vosotros que amis el trabajo salvaje y lo rpido, nuevo, extrao, - os soportis mal a vosotros mismos, vuestra diligencia es huida y voluntad de olvidarse a s mismo.Si creyeseis ms en la vida, os lanzarais menos al instante. Pero no tenis en vosotros bastante contenido para la espera - y ni siquiera para la pereza!Por todas partes resuena la voz de quienes predican la muerte: y la tierra est llena de seres a quienes hay que predicar la muerte.O la vida eterna: para m es lo mismo, - con tal de que se marchen pronto a ella!

As habl Zaratustra.

De la guerra y el pueblo guerrero

No queremos que con nosotros sean indulgentes nuestros mejores enemigos, ni tampoco aquellos a quienes amamos a fondo. Por ello dejadme que os diga la verdad!Hermanos mos en la guerra! Yo os amo a fondo, yo soy y he sido vuestro igual. Y yo soy tambin vuestro mejor enemigo. Por ello dejadme que os diga la verdad!Yo s del odio y de la envidia de vuestro corazn. No sois bastante grandes para no conocer odio y envidia. Sed, pues, bastante grandes para no avergonzaros de ellos!Y si no podis ser santos del conocimiento, sed al menos guerreros de l. stos son los acompaantes y los precursores de tal santidad.Veo muchos soldados: muchos guerreros es lo que quisiera yo ver! Uni-forme se llama lo que llevan puesto: ojal no sea uni-formidad lo que con ello encubren!Debis ser de aquellos cuyos ojos buscan siempre un enemigo - vuestro enemigo. Y en algunos de vosotros hay un odio a primera vista.Debis buscar vuestro enemigo, debis hacer vuestra guerra, y hacerla por vuestros pensamientos! Y si vuestro pensamiento sucumbe, vuestra honestidad debe cantar victoria a causa de ello!Debis amar la paz como medio para nuevas guerras. Y la paz corta ms que la larga En la cuarta parte, Coloquio con los reyes, los reyes recordarn a Zaratustra estas palabras..A vosotros no os aconsejo el trabajo, sino la lucha. A vosotros no os aconsejo la paz, sino la victoria. Sea vuestro trabajo una lucha, sea vuestra paz una victoria!Slo se puede estar callado y tranquilo cuando se tiene una flecha y un arco: de lo contrario, se charla y se disputa. Sea vuestra paz una victoria!Vosotros decs que la buena causa es la que santifica incluso la guerra? Yo os digo: la buena guerra es la que santifica toda causa.La guerra y el valor han hecho ms cosas grandes que el amor al prjimo. No vuestra compasin, sino vuestra valenta es la que ha salvado hasta ahora a quienes se hallaban en peligro.Qu es bueno?, preguntis. Ser valiente es bueno En el mismo captulo citado en la nota anterior, los reyes dicen a Zaratustra. Nadie ha dicho hasta ahora palabras tan belicosas como: Qu es bueno? Ser valiente es bueno. La buena guerra es la que santifica toda causa. Oh, Zaratustra, la sangre de nuestros padres se agitaba en nuestro cuerpo al or tales palabras.. Dejad que las nias pequeas digan: ser bueno es ser bonito y a la vez conmovedor.Se dice que no tenis corazn: pero vuestro corazn es autntico, y yo amo el pudor de vuestra cordialidad. Vosotros os avergonzis de vuestra pleamar, y otros se avergenzan de su bajamar.Sois feos? Bien, hermanos mos! Envolveos en lo sublime, que es el manto de lo feo!Y si vuestra alma se hace grande, tambin se vuelve altanera, y en vuestra sublimidad hay maldad. Yo os conozco.En la maldad el altanero se encuentra con el debilucho. Pero se malentienden recprocamente. Yo os conozco.Slo os es lcito tener enemigos que haya que odiar, pero no enemigos para despreciar. Es necesario que estis orgullosos de vuestro enemigo: entonces los xitos de l son tambin vuestros xitos El propio Zaratustra cita ms adelante esta enseanza suya; vase, en la tercera parte, De las tablas viejas y nuevas, 21..Rebelin - sa es la nobleza en el esclavo. Sea vuestra nobleza obediencia! Vuestro propio mandar sea un obedecer! T debes le suena a un buen guerrero ms agradable que yo quiero La contraposicin entre t debes y yo quiero ha sido desarrollada antes en esta misma parte, De las tres transformaciones, Zaratustra volver a mencionarla en la parte tercera, De tablas viejas y nuevas, 9., y a todo lo que os es amado debis dejarle que primero os mande.Sea vuestro amor a la vida amor a vuestra esperanza ms alta: y sea vuestra esperanza ms alta el pensamiento ms alto de la vida!Pero debis permitir que yo os ordene vuestro pensamiento ms alto - y dice as: el hombre es algo que debe ser superado.Vivid, pues, vuestra vida de obediencia y de guerra! Qu importa vivir mucho tiempo! Qu guerrero quiere ser tratado con indulgencia!Yo no os trato con indulgencia, yo os amo a fondo, hermanos mos en la guerra! -

As habl Zaratustra.

Del nuevo dolo

En algn lugar existen todava pueblos y rebaos, pero no entre nosotros, hermanos mos: aqu hay Estados.Estado? Qu es eso? Bien! Abridme ahora los odos, pues voy a deciros mi palabra sobre la muerte de los pueblos. Estado se llama el ms fro de todos los monstruos fros Sobre la caracterizacin del Estado como monstruo puede verse tambin, ms adelante, la conversacin de Zaratustra con el perro de fuego: segunda parte, De grandes acontecimientos. . Es fro incluso cuando miente; y sta es la mentira que se desliza de su boca: Yo, el Estado, soy el pueblo.Es mentira! Creadores fueron quienes crearon los pueblos y suspendieron encima de ellos una fe y un amor: as sirvieron a la vida.Aniquiladores son quienes ponen trampas para muchos y las llaman Estado: stos suspenden encima de ellos una espada y cien concupiscencias.Donde todava hay pueblo, ste no comprende al Estado y lo odia, considerndolo mal de ojo y pecado contra las costumbres y los derechos.Esta seal os doy Esta seal os doy es frase bblica que aparece en Isaas, 7, 14: Pues bien, el Seor mismo os dar una seal: He aqu que la virgen concebir y parir un hijo. Tambin los Evangelios utilizan repetidas veces la expresin dar una seal.: cada pueblo habla su lengua propia del bien y del mal: el vecino no la entiende. Cada pueblo se ha inventado su lenguaje propio en costumbres y derechos.Pero el Estado miente en todas las lenguas del bien y del mal; y diga lo que diga, miente - y posea lo que posea, lo ha robado.Falso es todo en l; con dientes robados muerde, ese mordedor. Falsas son incluso sus entraas.Confusin de lenguas del bien y del mal: esta seal os doy como seal del Estado. En verdad, voluntad de muerte es lo que esa seal indica! En verdad, hace seas a los predicadores de la muerte!Nacen demasiados: para los superfluos fue inventado el Estado!Mirad cmo atrae a los demasiados! Cmo los devora y los masca y los rumia!En la tierra no hay ninguna cosa ms grande que yo: yo soy el dedo ordenador de Dios - as ruge el monstruo. Y no slo quienes tienen orejas largas yvista corta se postran de rodillas!Ay, tambin en vosotros, los de alma grande, susurra l sus sombras mentiras! Ay, l adivina cules son los corazones ricos, que con gusto se prodigan!S, tambin os adivina a vosotros, los vencedores del viejo Dios! Os habis fatigado en la lucha, y ahora vuestra fatiga contina prestando culto al nuevo dolo!Hroes y hombres de honor quisiera colocar en torno a s el nuevo dolo! Ese fro monstruo - gusta de calentarse al sol de buenas conciencias!Todo quiere droslo a vos