10 módulo participación infantil

Currículo para la formación de familias

Participación infantilEsperanza Osorio Correa

Fundación CentroInternacional de Educacióny Desarrollo Humano

Centro Cooperador de UNESCO Sede de la Red del Grupo Consultivo para América Latina

Participación infantil.indd 1 16/09/2010 12:25:09 p.m.

Convenio 3188/08 por la primera infanCia y la inClusión soCial. Comité téCniCo – formaCión a familias

Centro InternaCIonal de eduCaCIón y desarrollo Humano CInde

Leonor Isaza Merchán Ana Beatriz Cárdenas Restrepo

FundaCIón Carulla

María Adelaida López

FundaCIón antonIo restrepo BarCo

Margarita Martínez María Isabel Martínez

FundaCIón ÉxIto

Sara Méndez París

FundaCIón saldarrIaga ConCHa

Marisol Moreno Angarita

FundaCIón para el Fomento de la leCtura FundaleCtura

Claudia Rodríguez Rodríguez

InstItuto ColomBIano de BIenestar FamIlIar ICBF - regIonal Bogotá

Lilias Carmenza Flórez Peñaloza

InstItuto IBeroamerICano para el desarrollo y la InnovaCIón eduCatIva para la prImera InFanCIa y dereCHos de la nIñez (IdIe). organIzaCIón de estados IBeroamerICanos (oeI).

Elsa Castañeda Bernal Patricia Bojacá Santiago

plan InternaCIonal

Piedad Osorio Arango

seCretaría dIstrItal de IntegraCIón soCIal

Sol Indira Quiceno Forero María Cristina Escobar

seCretaría dIstrItal de salud

Sulma Enith Barrera Chaparro

unICeF

Claudia Liliana Vargas Guevara

vIsIón mundIal

Janeth del Carmen Beltrán Espitia

CoorDinaCión eDito

alCaldía mayor de Bogotá

Samuel Moreno Rojas Alcalde Mayor

seCretaría dIstrItal de IntegraCIón soCIal 2010 Carrera 7 # 32 - 16, teléfono 3279797 www.integracionsocial.gov.co

mercedes del Carmen ríos Hernández secretaria

olga lucía velásquez nieto subsecretaria

Juan fernando rueda Guerrero Director poblacional

stella Casas de Kuan Directora de Gestión Corporativa

Javier fernando mora andrade Director de análisis y Diseño estratégico

Jefrey alfonso prada Díaz Director territorial

Johnatan Javier nieto Blanco Jefe oficina asesora de Comunicaciones

norma leticia Guzmán rimolli Jefe oficina asesora Jurídica

Constanza liliana alarcón párraga subdirectora para la infancia

Camilo ernesto peña porras Coordinador análisis y seguimiento de la política pública

Gloria Carrasco Coordinadora atención integral primera infancia

Constanza Gómez romero Coordinadora Convenio 3188 de 2008 primera infancia e inclusión social

Centro InternaCIonal de eduCaCIón y desarrollo Humano - CInde

marta arango montoya Directora

alejandro acosta ayerbe Director regional Bogotá

autora

Esperanza Osorio Correa

CoordInaCIón tÉCnICa en CInde

leonor isaza merchán


Pág. 4 Presentación

Pág. 6 Introducción

Pág. 6 Propósitos

Pág. 7 Estructura temática

Pág. 8 PRIMERA PARTE: La participación infantil como eje transversal del currículo para la forma-ción de familias

Pág. 8 Referentes conceptuales

Pág. 16 La participación infantil en el currículo

Pág. 29 SEGUNDA PARTE: Encuentros específicos para promover la participación infantil

Pág. 29 La participación infantil en espacios de recreación Pág. 18 Pág. 2

Pág. 32 La participación infantil en las interac-ciones familiares Pág. 42

Pág. 35 Recomendaciones especiales para el manejo de situaciones de impacto emocional durante los encuentros

Pág. 36 Referencias y material de apoyo

CON

TEN

IDO

CoordInaCIón edItorIal CorporaCIón somos más

Anamaría Holguín Torres

seCretaría dIstrItal de IntegraCIón soCIalSol Indira Quiceno María Claudia Hernández

edICIón y CorreCCIón de estIloYudeisy Díaz Hernández

dIseño gráFICoJuanita Isaza Merchán

ImpresIónAlgarín Publicidad EU. Editorial Visuales Dar Ltda.

Este módulo fue investigado, construido y redactado por Cinde en el marco del Convenio 3188 de 2008 “Por la primera infancia y la inclusión social”. Para su escritura, la autora tuvo en cuenta las orientaciones de CINDE, el Comité Técnico del Componen-te de Formación a Familias del Convenio 3188 de 2008 y de la SDIS. Los textos fueron evaluados por socios del Comité Técni-co de Desarrollo Infantil del Convenio y por funcionarios de la SDIS y fueron puestos a prueba en un pilotaje llevado a cabo por profesionales de la Coordinación de Educación Inicial en Ámbito Familiar de la Subdirección para la Infancia, con grupos de fami-lias del Distrito Capital. Su contenido puede ser usado, citado, divulgado y aplicado bajo el cumplimiento de las respectivas nor-mas de derechos de autor.

Los personajes ilustrados que hacen parte de esta guía fueron creados dentro de la POLÍTICA POR LA CALIDAD DE VIDA DE NIÑOS, NIÑAS Y ADOLESCENTES DE BOGOTÁ 2004-2008, ratificada para el período 2008 – 2011 a través del Acuerdo 308 de 2008, por el cual se adoptó el Plan de Desarrollo Bogotá Positiva “Para Vivir Mejor”, con el fin de enriquecer nuevas pro-puestas gráficas alusivas a dicha política. El uso de los mismos se realizó de acuerdo al manual de uso publicado por la Secretaría Distrital de Integración Social y la Alcaldía Mayor de Bogotá.

ISBN: 978-958-99534-7-1

2010


4 Fundación Centro Internacional de Educación y Desarrollo Humano – Cinde

CURRÍCULO PARA LA FORMACIÓN DE FAMILIAS

El reconocimiento del valor real y potencial de la familia para el desarrollo de sus miembros y en particular de los niños, niñas y adolescentes ha sido una de las razones prin-cipales para dirigir esfuerzos institucionales que permitan su fortalecimiento. En la ciudad, liderado por el gobierno distrital y con el apoyo de importantes socios de la sociedad civil, se han venido realizando acciones que buscan a partir de una comprensión profunda de la realidad de las familias bogotanas, hacer de estas escenarios dignos y dignificantes de la vida humana, ámbitos iniciales para el acercamiento y vivencia de los derechos y espacios sagrados para el respeto, la inclusión y la construcción de ciudadanía.

Las familias, en cualquiera de sus expresiones, representan para los individuos que hacen parte de ellas un medio para la aprehensión y transformación del mundo y la integración a él. Constituyen el primer escenario de vínculo con otros, de construcción de afectos y reconocimiento de la diversi-dad en cada ciclo y momento vital. Se convierten así en un campo de aprendizaje y de prueba de la humanidad que se construye a través suyo y del intercambio cotidiano de sentimientos, palabras y abrazos.

La interacción, los encuentros y los desencuentros son la esencia de la familia. De su calidad depende en buena parte la comprensión de valores como el respeto, la solidaridad, la honestidad, la responsabilidad, el amor, entre otros. De-pende igualmente la posibilidad de un desarrollo de capaci-dades y el goce pleno de los derechos.

En el anterior sentido, la familia representa un ámbito de-terminante para el desarrollo de los sujetos durante su pri-mera infancia. Si se parte del hecho de que los primeros años de vida son claves para el crecimiento cognoscitivo, emocional y social de los seres humanos, la familia como espacio inicial y los vínculos que facilita se convierten en factores decisivos.

Fortalecer a la familia para que los niños y niñas durante su primera infancia logren un desarrollo pleno de sus capaci-dades en cumplimiento de sus derechos, es el propósito de la ciudad. En consecuencia, el gobierno distrital ha unido

esfuerzos con organizaciones internacionales y de la socie-dad civil para generar conocimientos y herramientas que contribuyan al fortalecimiento de los vínculos al interior de la familia así como de los procesos educativos que se facilitan a través de ella. Durante los últimos dos años la Secretaría Distrital de Integración Social (SDIS), a través del Convenio por la Primera Infancia y la Inclusión Social, ha trabajado en este sentido, logrando consolidar para la ciudad el currículo para la formación de familias que se pre-senta a continuación.

A lo largo de cuatro años, en el marco de las alianzas realiza-das alrededor de la primera infancia de la ciudad, CINDE, el equipo técnico de la Subdirección para la Infancia de la SDIS y otros colaboradores, lograron diseñar y consolidar un currículo de formación que permite trabajar con las fa-milias aspectos claves para el desarrollo de las capacidades de los niños y niñas durante su primera infancia.

Formación ciudadana, vinculación afectiva, participación, sexualidad, desarrollo infantil y alimentación son algunos de los temas abordados por el currículo, que desde una propuesta pedagógica flexible y ajustada a la realidad de las familias bogotanas se constituye en una apuesta de forma-ción clave para ejercitar los derechos al interior del núcleo familiar.

El Currículo para la formación de familias es un material de la ciudad para la ciudad, pensado y dispuesto para que sea utilizado por todos aquellos profesionales que desarrollan trabajo comunitario y con las familias en diversos territo-rios.

Confiamos en que sea una herramienta de gran utilidad para el fortalecimiento de las familias, para que desde este ámbito se logre hacer más sólida la cultura de los derechos en Bogotá.

mercedes del Carmen ríos Secretaria de Integración Social

Presentación


Secretaría Distrital de Integración Social 5

PARTICIPACIÓN INFANTIL

Haber leído todo el Currículo para la formación de familias, de modo que el formador tenga conocimiento y manejo de los fundamentos teóricos, la estructura curricular y las relaciones entre los módulos, para comprender la coherencia interna.

Haber desarrollado el módulo Lectura de la realidad con el grupo de familias, de manera que la aplicación de los encuentros de este módulo responda a una ruta pedagógica construida.

Tener presente el enfoque pedagógico propuesto para el currículo (Ver mó-dulo de estructura curricular), que implica la valoración y el respeto de la ex-periencia y los saberes de los participantes para avanzar de manera interactiva hacia nuevas concepciones y prácticas que promuevan el desarrollo infantil de niños y niñas de primera infancia. Esto implica que el papel del formador debe orientarse a la facilitación de estos procesos sin usar estrategias directi-vas.

Recordar que se pueden hacer adaptaciones de las actividades o utilizar otras, siempre y cuando se mantengan los objetivos de los encuentros y se apliquen los principios pedagógicos del currículo.

El formador puede diseñar o utilizar las actividades “rompehielos” que se adapten al contexto, a las necesidades de los participantes y a su seguridad y comodidad. Esto le da libertad para usarlas cuando lo considere conveniente.

Antes de iniciar el módulo, es

importante

Recordar que el tema de la participación infantil se encuentra de manera trans-versal en todos los módulos y es resaltado con la presencia de esta viñeta. Si el formador tiene claro el tema de la participación infantil, podrá promoverla cuando se le sugiera o cuando lo considere pertinente.




Estimular y promover con las familias prácticas democráticas supone la creación de espacios genuinos de participación infantil como aspecto fundamental que amplía las oportunidades de los niños y las niñas para ser actores de su propio desarrollo en su vida cotidiana.

Por tal razón, la participación infantil se plantea como un eje transversal del currículo para familias, lo que significa que entra a ser parte integral de todos y cada uno de sus componentes, módulos, contenidos y estrategias. Con ello se pretende que el reconocimiento pleno de la participación infantil como derecho en las familias se traduzca en prácticas concretas, que permitan su ejercicio en la vida cotidiana de los niños y las niñas. Para lograr articular integralmente la participación infantil al currículo, se hizo un ejercicio de inclusión transversal en los fundamentos y módulos del mismo y se establecieron recomendaciones para su aplicación, tal como se presenta en este documento.1

Así, el módulo de participación infantil se diferencia de los demás en que la temática puede ser trabajada en todos los módulos del currículo. Por ello el módulo tiene una estructura distinta, pues en la primera parte se encuentra el desarrollo conceptual de la participación infantil y la manera como esta puede promoverse. Con el fin de complementar las herramientas de la primera parte, en la segunda parte se incluyen dos encuentros para fortalecer la participación infan-til en los ámbitos comunitario y familiar, que el formador puede utilizar si desea fortalecer el trabajo que ha venido haciendo sobre el tema durante el desarrollo de los demás módulos.

Es sumamente importante que el formador apropie tanto los fundamentos como las pautas que se presentan en este documento, puesto que su aplicación se hace en todos los encuentros que se definen en la ruta pedagógica, incluyéndolo en las reflexiones y las prácticas que dinamiza con los grupos de familias.

Teniendo en cuenta que la intención política y pedagógica del currículo para familias es contribuir a la formación de familias democráticas, con esta propuesta se pretende:

Favorecer espacios de reflexión en las familias que den lugar al reconocimiento de la participación infantil como derecho a la vez que evidencien su importan-cia en los procesos de desarrollo de los niños y las niñas.

Promover que en las prácticas de crianza las familias involucren a los niños y las niñas de manera activa, teniendo en cuenta sus intereses y su momento de desarrollo.

Introducción

Propósitos

1 Para la construcción de este módulo se tomó como referente fundamental el resultado

del trabajo: Acosta A. Pineda N.Y. & Garzón J.C. (2009). La participación infantil en el

desarrollo de niños y niñas. Bogotá: Convenio 1392 de 2003 entre DABS, Cinde, Save the

Children, Unicef, ICBF.




Aportar elementos a las familias en relación con las condiciones que favorecen la participación infantil en las interacciones en los ámbitos público y privado.

De acuerdo con lo anterior, este módulo se desarrolla primero a través de ele-mentos conceptuales sobre la participación infantil y su promoción. Con pos-terioridad se trabaja la forma como se entiende la participación infantil en el currículo y las recomendaciones concretas para que, a través de la aplicación de los diferentes módulos del currículo, el formador pueda ayudar a las familias a promover la participación infantil. Por último, se incluyen dos encuentros espe-cíficos sobre la participación infantil -en el espacio comunitario y en el espacio familiar-, por si el formador desea hacer más explícito el tema con las familias o por si se considera importante hacer un cierre sobre el tema (Gráfico 1).

Estructura temática

Gráfico 1. Estructura temática del módulo

Participación infantil

La participación infantil en las interacciones

familiares

La participación infantil en espacios de recreación




EL CONCEPTO DE PARTICIPACIÓN INFANTIL

“Participar es un verbo que se conjuga en plural, porque adquiere sentido y se fortalece cuando nos juntamos.” (Unicef) 2

La participación es un asunto que reúne al mismo tiempo aprendizaje y enseñanza (Montero, 1993, citado por Cinde & Universidad Pedagógica Nacional [2007]), pues todos los participantes tienen algo que aportar y algo que recibir. Asimismo, es concebida como “un proceso formativo e informativo que permite a niños, niñas y adolescentes ser protagonistas de sus cambios y del curso de su vida. Es, por tanto, una condición básica para el mejoramiento real de la situación de vida de niñas y niños, que fomenta el despliegue de sus capacidades en los aspectos más variados de su vida.”3

La participación es un derecho de todos los niños y to-das las niñas como ciudadanos en el presente, a través del cual se aporta en su autorrealización. También es una condición para la libertad, pues permite decidir, y es una acción concientizadora y socializante (Salas, 1984, citado por Cinde & Universidad Pedagógica Nacional [2007]) que produce una movilización de la conciencia relativa a las circunstancias de la vida, a sus causas y sus efectos, a la vez que transmite patrones de comportamiento y nuevas formas de aprehender esas circunstancias.

En estos conceptos de participación subyace la necesidad de construir condiciones para la vida social y las vivencias de las primeras formas de ciudadanía y democracia de los niños y niñas, en estrecha relación con los vínculos sociales y afectivos.

Tal enfoque genera un nuevo paradigma, enmarcado dentro de un gran objetivo humano: el derecho a par-ticipar. Al respecto, Hart afirma: “La participación es el derecho fundamental de la ciudadanía, que como medio y como fin requiere de un proceso gradual e integral en relación con la formación de las personas, la construc-ción de ciudadanía.” 4

primera parteLA PARTICIPACIÓN INFANTIL COMO

EJE TRANSVERSAL DEL CURRÍCULO PARA LA FORMACIÓN DE FAMILIAS

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1




Y como Derecho está consagrado en la Convención Internacional sobre los De-rechos del Niño (Art.12 al 15). En ella se manifiesta que los niños, las niñas y los adolescentes tienen derecho a la libertad de expresión sobre cuestiones que afec-ten su vida social, económica, religiosa, cultural y política; es decir, el derecho a emitir opiniones y a que se les escuche, el derecho a la información y el derecho a la libertad de asociación.

En consecuencia, la participación infantil ubica a los niños y niñas como sujetos sociales con la capacidad de expresar sus opiniones y decisiones en los asuntos que les competen directamente en la familia, la escuela y la sociedad en general. Esto quiere decir que la participación de los niños y las niñas es un proceso per-manente en la relación con los adultos y con los pares, que pone en interacción experiencias y saberes de las diversas generaciones.

LAS CONSECUENCIAS DE LA PARTICIPACIÓN INFANTIL EN EL DESARROLLO DE LOS NIÑOS Y LAS NIÑAS

"Degustar el valor de la igualdad, sea cual fuere la condición social, la edad, el sexo o la raza, es disfrute que empieza en la primera infancia.”

Adela Cortina

La participación se presenta como una posibilidad de garantizar la protección y promoción de los derechos de los niños y las niñas, pues los visibiliza, los hace protagonistas de su entorno próximo, resignificando las relaciones y las estructu-ras de poder e incorporando nociones de ciudadanía.

La participación de los niños y las niñas impulsa el desarrollo de sus capacidades individuales y colectivas, exige compromisos, aporta beneficios, facilita la toma de conciencia sobre la realidad y favorece procesos de organización basados en su protagonismo. Al opinar, informarse, escuchar, actuar y al ser tenido en cuenta, el niño o niña fortalece su autoestima, su identidad y su desarrollo psicológico, educativo y cultural. En la Tabla 1 se describen algunas de las consecuencias de la participación y de su ausencia.

2 Unicef (2006). Participación de niños, niñas y adolescentes. Argentina. Consultado el 21 de junio. Recuperado de: http://www.unicef.org/argentina/spanish/EDUPAScuadernillo-3%281%29.pdf

3Sauri Suárez, G. (2000). Participación infantil: herramienta educativa y de desarrollo. En: Espacio para la Infancia. N° 14. Fundación Bernard van Leer. Pag. 4.

4 Hart, Roger (1993). La participación de los niños: de una participación simbólica a una participación auténtica, en Ensayos Innocenti No. 4. UNICEF.




LA PROMOCIÓN DE LA PARTICIPACIÓN INFANTIL

La promoción de la participación de los niños y las niñas requiere escenarios pro-picios, oportunidades y acciones que presuponen diálogo, intercambio y coope-ración constantes. La participación debe ser asumida como un hecho cotidiano, como una práctica afirmativa recurrente por la familia y el jardín infantil. En estos contextos es imperioso que a diario los niños tengan la oportunidad de ex-presar su opinión y de contribuir a la solución de los problemas que los afectan.

Sin embargo, reconocer y promover la participación de los niños no debe res-tringirse a los momentos de su vida cotidiana ni a unas actividades aisladas. La participación se debe incorporar a la representación de lo social y de lo colectivo. Para este fin es primordial la organización de actividades comunitarias o sociales

Consecuencias de la ausencia de participación infantil Consecuencias de la participación infantil

Dependencia: el niño depende del adulto para cualquier decisión

Escasa iniciativa

Pasividad, comodidad, conformismo

Falta de respuesta en situaciones críticas

Falta de sentido crítico

Inseguridad, baja autoestima personal

Reducción de la creatividad e imaginación si las actividades son dirigidas

Estancamiento del desarrollo personal y formativo

Miedo a la libertad de tomar decisiones

Baja capacidad de comunicación

Bajo aprendizaje de valores democráticos

Baja creencia en la democracia

Infancia como objeto no participativo

Desconocimiento de los derechos de expresión

Invisibilidad social de la infancia

Mejora de capacidades y potencialidades personales

Autonomía

Creatividad

Experimentación

Capacidad de razonamiento y elección

Aprendizaje de los errores

Se configura una mayor personalidad, se fomenta el sentido crítico

Se incrementan las relaciones personales y el intercambio de ideas

Aprendizaje más sólido

Se desarrolla la capacidad de escucha, negociación y elección de alternativas

Aprendizaje de valores democráticos: participación y libertad

Valor de la democracia intergeneracional

Infancia como sujeto activo social

Ejercicio y reivindicación de los derechos de expresión

Mayor riqueza y diversidad social

Tabla 1. Consecuencias de la participación

y de la ausencia de participación en los contextos cotidianos en

que viven el niño y la niña

Fuente: W.AA. (2000). Participación Infantil en el

Tiempo Libre. Madrid: Plataforma de Organizaciones de Infancia.




de movilización y generación de opinión, en las cuales los niños y niñas puedan poner en práctica su derecho a expresarse libremente en comunidad.

Es necesario definir con claridad los actores de este proceso: en primer lugar, los niños y niñas, quienes deben ser conocedores y defensores de sus derechos; y, en segundo término, los adultos que están a su alrededor, quienes fungen de modelo, ejemplo y referencia fundamental. Estos últimos son la familia (padres, abuelos, tíos, etc.), los docentes, los auxiliares de preescolar, los animadores co-munitarios, los vecinos.

Para la promoción de la participación de los niños y niñas se deben generar es-trategias adaptadas al ciclo de vida y al momento de desarrollo que les permitan estar informados, opinar, ser escuchados y sentirse aceptados y respetados.

LAS CONDICIONES PARA LA PARTICIPACIÓN DE LOS NIÑOS Y NIÑAS DE PRIMERA INFANCIA

Una participación real y efectiva requiere condiciones esenciales: su reconoci-miento como derecho, tener capacidad y disposición para su ejercicio y contar con los medios y los espacios pertinentes para su puesta en marcha.5

La condición capacidad y disposición para el ejercicio de la participación refiere principalmente a la capacidad de los adultos de aproximarse a los niños y las niñas; de ser sensibles a sus necesidades y formas de “ser” y de expresarse; y de crear ambientes propicios donde las niñas y los niños critican, proponen y deciden con los adultos, sintiéndose involucrados (Figura 1). Estas dependen, entre otros aspectos, de la incorporación de los criterios que a continuación se describen:

La participación infantil demanda una transformación en la relación entre los adultos y los niños y las niñas. La jerarquía y la verticalidad en el modo que tradicionalmente el adulto se relaciona con los niños y las niñas parte del desconocimiento que tiene de las capacidades de estos para pensar, actuar y ser. El reto es que el adulto sea capaz de abrirse a la comprensión de su visión del mundo y que reconozca las posibilidades creativas y transformadoras que tienen los niños y las niñas.

La diversidad cultural es un aspecto que se debe considerar en la participa-ción infantil. En un país como Colombia y una ciudad como Bogotá, donde lo pluriétnico y lo multicultural constituyen más la norma que la excepción, es necesario tener en cuenta, reconocer y hacer visibles los modos en que la cultura concibe al niño y la niña y su papel en el desarrollo de la sociedad, los rituales y creencias asociados a la infancia y a los géneros, así como las formas

5 Díaz Gómez, L. La participación de las niñas y los niños y la formación de ciudadanía. En

Memorias Derechos de la Niñez y la Juventud Primer Encuentro Interuniversitario (2001,

diciembre). Bogotá: Unicef Colombia.




Es importante reconocer que los espacios de participación existen en la vida de los niños y las niñas y que es necesario hacer de ellos espacios reales, para que ellos y ellas ejerzan este derecho de manera que puedan formar, desplegar y ejer-citar su capacidad de participación tal como se muestra en la Figura 2.

Figura 1. Condiciones para favorecer la participación en los diferentes

espacios

Figura 2. Espacios de participación infantil

en que grupos sociales determinados por condición económica o ideología integran a los niños y las niñas.

La participación infantil se da en función de la edad y el nivel de desarrollo de los niños y las niñas. Si bien, por una parte, este aspecto lleva a que se consi-deren de manera explícita las diferencias por edad, por otra parte implica el riesgo de sujetarse a los estándares y estereotipos que los adultos tienen sobre lo que es el desarrollo infantil y las capacidades que deben alcanzar los niños y las niñas en cada etapa en función de la edad y el sexo.




RECOMENDACIONES PARTICULARES PARA FAVORECER LA PARTICIPACIÓN INFANTIL EN LA PRIMERA INFANCIA

De acuerdo con Acosta y colaboradores (2003), para favorecer la participación infantil es pertinente que:

Las instituciones abran espacios y mecanismos que, conjuntamente con las familias, brinden vías formales e informales para favorecer la participación y recoger las perspectivas y opiniones de los niños y las niñas.

Se creen y se movilicen procesos que pongan en interacción las esferas de lo público y lo privado.

Los adultos reconozcan que los niños y las niñas no solo se expresan mediante códigos lingüísticos.

Los adultos respeten y valoren las opiniones de los niños y las niñas.

Los adultos reconozcan que las perspectivas de los niños y las niñas son legí-timas y pueden contribuir a cualificar, ampliar y enriquecer las suyas.

Lo anterior implica la promoción articulada de acciones entre las instituciones que agencian procesos de desarrollo con los niños y las niñas, con el objetivo de diseñar campañas y generar actividades orientadas a lograr cambios fundamenta-les en las creencias y prácticas de los adultos. Estas actitudes deben orientarse al reconocimiento de las capacidades y potencialidades de los niños y las niñas, en la creencia de que la participación infantil en sí misma hace posible una mayor comprensión de su desarrollo.

A continuación se incluyen recomendaciones para propiciar la participación in-fantil en los distintos momentos de la primera infancia.

recomendaciones para propiciar la participación de los niños y las niñas entre cero y dos años

Se parte fundamentalmente de que el adulto reconoce que los niños y las niñas recién nacidos interactúan con el mundo y poseen modos particulares de comunicarse a su edad (la risa, el llanto, las expresiones de su cuerpo), que “hablan” principalmente de sus emociones (vinculadas a sus necesidades –comer, dormir, descansar- y a su sentir sensorial –experiencias táctiles, visuales, olfativas) (Figura 3).

El papel de la familia se centra entonces en crear un entorno favorable, que le permita al niño o niña explorar el mundo, jugar y expresarse. Para esta edad se considera fundamental la creación de rituales en la vida cotidiana, en los espacios de alimentación, higiene, en el momento que se preparan para dormir, etc. Estos




rituales deben estar mediados esencialmente por el juego y los objetos (juguetes o elementos del entorno, la ropa del niño o la niña, la cuchara cuando come, el plato, etc.).

recomendaciones para propiciar la participación de los niños y las niñas entre tres y seis años

El proceso de desarrollo de los tres a los seis años resulta fundamental para la construcción de la identidad personal y social de los niños y niñas y es donde se sientan las bases cardinales para el desarrollo de la participación como una capacidad humana. En tal sentido, los espacios de participación se constituyen por excelencia en ambientes de desarrollo que ofrecen innumerables oportuni-dades pedagógicas para las familias, los niños y las niñas. Como se ha anotado, es de vital importancia construir interacciones mediadas principalmente por el afecto, la confianza y otras formas que potencien las capacidades de los niños y las niñas. Figura 4

Figura 3. Recomendaciones para favorecer la participación de los niños y las

niñas entre cero y dos años

Figura 4. Sugerencias para favorecer

espacios de participación a los niños entre tres y seis años




Es importante que los adultos conviertan las rutinas diarias en oportunidades, tanto para estimular la participación de los niños y las niñas en las mismas como para favorecer el desarrollo de las competencias para la participación.

Entre las oportunidades están:

La construcción de normas y reglas en la familia que los comprometan indivi-dualmente o como grupo familiar.

Las relaciones entre hermanos y hermanas, para estimular el vínculo afectivo y como oportunidad para manejar situaciones de conflicto (Por ej., situaciones asociadas a los celos o la envidia entre los hermanos).

Las actividades relacionadas con el jardín infantil.

Reuniones comunitarias o con vecinos que le dan la oportunidad de ampliar el marco de sus interacciones con los pares y las intergeneracionales, como aprender de los comportamientos de los adultos y conocer modelos de au-toridad, de género y comunicación diferentes a los que experimenta en la familia.

En síntesis, la participación infantil requiere condiciones que demandan cambios en las relaciones entre los adultos y los niños y las niñas, requiere asimismo que las familias creen los espacios y favorezcan prácticas democráticas en el ámbito de lo privado y que promuevan intencionalmente el desarrollo de la capacidad de participación de los niños y las niñas articulado a su proceso de desarrollo como un todo.




Siguiendo los principios pedagógicos del currículo, es imprescindible que al realizar la formación con las familias se tenga como punto de partida el reconoci-miento del contexto de los participantes y su condición de sujetos y actores inteligentes, capaces de construir su presente y su futuro.

Dadas las diferencias entre los seres humanos que conforman los grupos (raza, religión, origen, edad, condición y contexto, entre otras), el currículo tiene en cuenta la diversidad de los posibles participantes y promueve principios de equidad, complementariedad y solidaridad. Del mismo modo, reconoce los saberes y las prácticas de los miembros de las familias. En tal sen-tido, propiciar la participación de los niños y las niñas y escuchar su voz es un medio para su promoción como sujetos sociales y actores de su propio desarrollo.

Los formadores deben tener en cuenta las pautas que se dan a continuación para promover procesos de par-ticipación infantil y para facilitar en las familias la apro-piación de creencias y prácticas que favorezcan su desa-rrollo y a la vez garanticen la creación de espacios para su ejercicio en la vida cotidiana y fortalezcan la partici-pación en las interacciones en el ámbito público.

La intervención del formador es fundamental para faci-litar los medios que ayuden a las familias en el proceso reflexivo y constructivo alrededor del tema de la parti-cipación.

La participación infantil se plantea como un eje trans-versal al currículo, puesto que es un tema que se de-sarrolla en todos los módulos, tal como lo muestra la Figura 5.

LA PARTICIPACIÓN INFANTIL EN LOS FUNDAMENTOS DEL CURRÍCULO PARA FAMILIAS

A continuación se presenta una síntesis de la articu-lación de la participación infantil en las perspectivas y

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Figura 5. La participación infantil en los

módulos del currículo

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Participación infantil

fundamentos del currículo para familias. Esto se hace solo como una orientación para el formador, complementando lo incluido en el módulo Fundamentación teórica, particularmente en el apartado sobre formación y ciudadanía.

Ese módulo se fundamenta en que la participación infantil es una condición ne-cesaria en el agenciamiento de los procesos de desarrollo de los niños y las niñas. Para ello, cuenta con un marco conceptual y normativo nacional e internacional que, a la vez que la legitima, demanda transformaciones significativas en la socie-dad (Figura 6).




Figura 6. La participación infantil en las

perspectivas y políticas orientadoras del currículo La participación infantil como

derecho y como capacidad humana

Perspectivas orientadoras

La familia crea condiciones para el

ejercicio de la participación

Políticas de familia

Reconocimiento de los niños y niñas

como ciudadanos

Políticas de infancia

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S Y N

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De esta manera la participación infantil se vincula con las diferentes categorías desarrolladas en las perspectivas y políticas del currículo, dado que plantea:

Las perspectivas y políticas que fundamentan el currículo para familias con-ducen a pensar la participación infantil como un eje estructurante del mismo. Parten del reconocimiento de los niños y las niñas como sujetos de derechos, con el potencial y la capacidad para ser parte activa de su propio desarrollo. Así:

-La perspectiva de derechos, con el reconocimiento mismo de los niños y las niñas como sujetos de derechos, asume la participación infantil como medio y fin. Es un elemento que moviliza procesos de desarrollo, retroalimenta a los adultos y a las instituciones para que sus necesidades sean tenidas en cuenta y contribuye de manera fundamental al desarrollo progresivo de la autonomía.

-Las políticas públicas distritales de familia y de infancia plantean, por una par-te, el reconocimiento de los niños y las niñas como sujetos de derechos y, por otra, a la familia como escenario dinámico en el cual se estructuran sujetos. Esto es posible en la medida en que los niños y las niñas sean partícipes de sus procesos y se les asuma al interior de la familia en condiciones de equidad. Sin la participación infantil no es posible hablar de familias democráticas.

En relación con los referentes conceptuales del currículo para familias, la participación infantil se hace explícita a través del desarrollo de los referentes planteados en el módulo Fundamentación teórica.




En la Figura 7 se muestra la relación entre la participación infantil y los concep-tos básicos de los ejes desarrollados en la fundamentación teórica del currículo: familia y desarrollo infantil, vinculación afectiva, relaciones de poder y familia y ciudadanía. De allí deriva que la participación infantil hace parte de las diná-micas familiares cotidianas, entendiendo que en la vida diaria de la familia se promueven prácticas, valores y visiones de mundo que inciden sustancialmente en la construcción de los niños y las niñas como sujetos éticos y políticos, base fundamental para la construcción de familias democráticas.

Así, la participación infantil como proceso y como resultado se construye en el espacio privado de la familia, a través de los modos de interacción, de la comu-nicación y del afecto.

La participación infantil, según plantean los referentes conceptuales del currí-culo, implica el reconocimiento de los niños y las niñas como sujetos de derechos y un concepto de desarrollo infantil que propone la participación guiada, en la cual el papel de los niños y las niñas y el de los adultos se entrelazan en la vida cotidiana dando oportunidades de aprendizaje mutuo. Esto se cualifica teniendo en cuenta las formas y oportunidades de participación que cada cultura brinda a los niños y las niñas.

Figura 7.La participación infantil

en los fundamentos conceptuales del currículo




LA PARTICIPACIÓN INFANTIL EN LOS MÓDULOS DEL CURRÍCULO

El tema de la participación infantil en cada uno de los módulos del currículo se entiende de la siguiente manera:

En el módulo Lectura de la realidad requiere llevar a cabo una caracterización de la participación infantil en la familia. Esto implica analizar con las familias:

En relación con el ámbito familiar:

Si existe un reconocimiento de la participación como derecho.

Si las familias consideran que los niños y las niñas tienen capacidades para participar.

Si existen prácticas a través de las cuales las familias consideran que los niños y las niñas participan en las dinámicas familiares.

En relación con el entorno:

Si los niños y las niñas participan en actividades comunitarias o de vecinos.

Los comportamientos de los adultos del entorno que las familias consideran que favorecen o no la participación infantil.

La aplicación del módulo El papel de la familia en el desarrollo infantil implica in-volucrar en el análisis de las diferentes situaciones y objetivos la importancia del papel de los niños y las niñas en sus procesos de desarrollo.

En el módulo Vinculación afectiva se evidencia la importancia de articular a las reflexiones el tema de la ampliación de oportunidades para que los niños y las niñas expresen sentimientos y emociones, así como la importancia de fortalecer el papel de la figura vincular en tanto promotora de la participación infantil y de involucrar a los niños y las niñas en la solución de situaciones relacionadas con la autorregulación de sus emociones, de manera que siempre tengan la oportuni-dad de opinar y ser parte activa de las decisiones que la familia toma.

En el módulo Relaciones de poder en la familia es de primera importancia que las familias reconozcan y concreten que los niños y las niñas (independientemente de su género y edad) tienen derecho a ser parte activa en su proceso de desarrollo, que sus perspectivas y visiones del mundo son legítimas y que pueden ayudar a transformar y enriquecer la mirada de los adultos. Esto implica que haya un reconocimiento explícito de las niñas y de su igualdad ante los niños en lo referente a derechos y oportunidades. En este módulo es determinante el papel que juegan los hombres y mujeres adultos de la familia como modelo de equidad entre los géneros.




Implica, además, que las familias asignen importancia a la participación de los niños y las niñas en la construcción de normas y reglas. Ello no significa ausencia de límites, sino integración de los niños y las niñas en los procesos de concertación familiar.

En el módulo Familia y ciudadanía el tema central es el reconocimiento de las fami-lias de la importancia de la participación infantil en ámbitos comunitarios y barriales, a través de actividades de juego y recreación, permitiendo a los niños y las niñas hacer una apropiación del entorno.

En el módulo Educación sexual en la vida familiar la participación infantil se evi-dencia en el planteamiento de una sexualidad en la cual niños y las niñas, indepen-dientemente de su sexo, pueden realizar las acciones que les permiten crecer de manera sana y tranquila, como sujetos sexuados que elaboran preguntas, exploran y reconocen su cuerpo y procuran respuestas sobre la sexualidad humana.

En el módulo Alimentación y desarrollo infantil, al reconocer a los niños y las niñas como sujetos activos en la planeación de los momentos de alimentación y al hacer de estos situaciones gratas que responden a las opiniones que ellos y ellas expresan, se está fortaleciendo la participación infantil.

En el módulo Ambientes seguros, si bien la principal responsabilidad protectora es de los adultos, la participación infantil se reconoce en la escucha y visualiza-ción que hace el adulto respecto de las características de los niños y las niñas en cada momento de desarrollo. Desarrollar sensibilidad con relación a este aspecto implica una actitud que tiene en cuenta el ser del niño y la niña en su mirada de mundo. Y esto es una forma de participación infantil.

El módulo Creciendo juntos en las diferencias reconoce a los niños y las niñas en condiciones de discapacidad como sujetos partícipes de su propio desarrollo, que deben ser tenidos en cuenta como seres humanos y no deben ser considerados minusválidos e incapaces. De acuerdo con sus características, pueden participar en los distintos procesos familiares opinando y siendo escuchados.

En el desarrollo de todos los módulos es necesario que el formador tenga presente que una característica fundamental de una “familia democrática” es el hecho de reconocer y tener prácticas en la vida cotidiana que viabilicen la participación de los niños y las niñas en todas las situaciones que los comprometen o por las que están influidos.

LA APLICACIÓN DE LOS PRINCIPIOS PEDAGÓGICOS Y LA PARTICIPACIÓN INFANTIL

Los principios pedagógicos del currículo para familias son un eje central del mismo, no solo por las implicaciones metodológicas que suponen para el desa-rrollo de los módulos, sino también por lo que se pretende lograr y por la forma




como pueden vivirlos las familias. Por ello, tienen implicaciones en las interac-ciones de los adultos con los niños y las niñas y, por tanto, en la participación infantil, pues con cada uno se busca lo siguiente:

Flexibilidad. Los miembros de la familia desarrollan la capacidad de responder a las particularidades de los niños y las niñas en relación con sus lenguajes, el modo en que se expresan los sentimientos, etc. Así, los comportamientos de los adultos en sus in-teracciones se ajustan de manera que sean comprensibles para los niños y las niñas.

Relevancia. Los miembros de la familia son sensibles a las necesidades de los niños y las niñas y son capaces de reconocer lo que ellos y ellas perciben como importante y guiarlos en las decisiones.

Reflexión. Las familias guían a los niños y las niñas en el análisis de situaciones particulares.

Autonomía. Las familias guían y acompañan a los niños y las niñas para que desarrollen la capacidad de tomar decisiones rutinarias con base en sus propios intereses y motivación.

Integralidad. Las familias en sus prácticas enriquecen los ambientes en que viven los niños y niñas para promover un desarrollo integral.

Perspectivas. Los miembros de la familia tienen en cuenta las opiniones de los niños y las niñas sobre las situaciones particulares y las percepciones que tienen de la realidad, así sean diferentes a las propias.

Construcción. Los miembros de la familia escuchan las opiniones de los niños y las niñas para decidir sobre situaciones o alternativas de solución a conflictos.

Diálogo intercultural. Los miembros de la familia logran establecer acuerdos con los niños y las niñas teniendo en cuenta sus opiniones.

HERRAMIENTAS PARA INCLUIR LA PARTICIPACIÓN INFANTIL EN LOS MÓDULOS TEMÁTICOS DEL CURRÍCULO

En la Figura 8 se incluyen temas de reflexión que pueden servir al formador como punto de referencia para el desarrollo de los módulos del currículo de formación a familias, desde la perspectiva de suscitar la reflexión y la práctica de la participación infantil en su abordaje.

LA PARTICIPACIÓN INFANTIL EN SITUACIONES DE LA VIDA COTIDIANA EN FAMILIA

Es necesario entender que la vida cotidiana de los niños y las niñas en la vida familiar está presente permanentemente en los módulos temáticos del currículo para familias. Es decir, la vinculación afectiva se crea y fortalece en los eventos diarios, el conflicto se presenta en las vivencias de sus miembros y las relaciones




de poder se expresan en innumerables situaciones en cualquier día. En estos ca-sos la situación está mediada por la comunicación, entendida como la interacción mediante la cual los miembros de la familia ajustan y/o transforman sus relacio-nes y prácticas cotidianas (Figura 9).

Figura 8. Unidades de análisis en las

prácticas familiares desde la participación infantil

Prácticas de comunicación

en las familias

Imaginarios de

participación infantil

Obstáculos para

la participación en diferentes

situaciones y espacios

Roles de los niños y

las niñas en la familia

Imaginarios

de infancia

Figura 9. La participación infantil en

situaciones de la vida cotidiana

A continuación se sugieren algunos elementos de reflexión sobre situaciones cotidianas, que pueden ser usados por el formador para promover prácticas de participación infantil (Tabla 2).

Como se observa en la Tabla 2, favorecer la participación infantil implica un cambio sustancial en las relaciones de los niños y las niñas con los adultos y espe-cialmente en cómo asume el adulto a los niños y las niñas.

Las preguntas mencionadas anteriormente (u otras que el formador considere pertinentes) se pueden utilizar como elemento motivador, para determinar si los adultos (la madre, el padre u otro cuidador) pueden hacer cambios respecto de la participación de niños y niñas en la vida cotidiana. Como guía de análisis general se puede usar la Figura 10.

Si el formador lo desea, en los encuentros puede desarrollar una actividad com-plementaria para enfatizar el elemento de participación infantil, al incluir un aná-lisis de los beneficios de la participación infantil. La Matriz 1 sirve como apoyo en esta tarea.




Figura 10. Prácticas del adulto en la relación

con los niños y las niñas en la participación infantil

Situaciones cotidianas

Puntos de reflexión con las familias en situaciones concretas

Puntos generales de reflexión con las familias

La hora de las comidas

¿El adulto le habla al niño sobre los alimentos que consumirán?

¿El o los adultos “conversa (n)” con el niño o la niña? ¿Indagan sobre sus intereses, sobre lo que

pasó durante el día y lo que va a hacer?¿Cuál es la respuesta del adulto cuando el niño

expresa disgusto por algún alimento?

¿Los adultos consideran que los niños y las niñas tienen un papel activo en estas situaciones?

¿Los adultos escuchan los sentimientos, pensamientos y preocupaciones de los niños y las niñas?

¿Los adultos escuchan y responden al diálogo que se establece?Para los adultos, ¿la sonrisa, el llanto y el lenguaje no verbal

tienen algún significado? ¿Comprenden los mensajes que los niños y las niñas quieren

expresar con el lenguaje –verbal o no verbal– que es característico en cada niño o niña?

¿El adulto utiliza formas verbales o no verbales de comunicación que son comprensibles

para los niños y las niñas?¿El adulto utiliza frases populares que minimizan o impiden

la expresión de los niños y las niñas: “los hombres no lloran”, “las mujeres deben estar en la casa”, “usted es muy chiquito y no puede opinar”, “cuando sea grande y se vaya de la casa

podrá poner sus reglas”?¿En qué se beneficia el niño, la niña y su familia cuando

se les permite a los niños y las niñas expresar sentimientos de temor o de rabia?

¿Reporta algún beneficio que el niño o la niña tenga la oportunidad de participar en una situación conflictiva?

El momento del baño

y el vestido

¿El adulto escoge lo que se va a poner con el niño o la niña?

¿El adulto habla con el bebé mientras escoge y le pone la ropa?

¿El adulto presta atención y responde al niño positivamente cuando expresa disgusto por alguna

prenda?

Los momentos de juego

¿El adulto le permite al niño o la niña elegir el juego?

¿El adulto le permite al niño jugar un papel activo en el juego? ¿Le permite asumir un

rol protagónico? ¿Le posibilita asumir roles protagónicos y liderazgo?

¿El adulto acuerda las reglas del juego con el niño o la niña?

Los momentos de conflicto

¿El adulto escucha las opiniones del niño o la niña frente a la situación conflictiva?

¿El adulto pide al niño o niña que proponga alternativas para solucionar el conflicto?¿El adulto acepta los errores del niño o niña como parte natural del proceso de

aprendizaje?

Reconocen que los niños y niñas tienen perspectivas del mundo

y las situaciones

Reconocen que el niño o la niña tiene la capacidad

de incidir en su vida cotidiana

Le permiten a los niños y las niñas

jugar un papel protagónico

en las situaciones cotidianas del hogar

Al tomar decisiones piden la opinión de los niñosy las niñas cuando ello

es pertinente o por lo menosle informan sobre aquellas que lo afectan

(por ej., cambio de vivienda)

Reconocen, comprenden

y aprenden a interactuar con los niños

y las niñas teniendo en cuenta sus diferentes

formas de expresarse

Tabla 2. Elementos de reflexión sobre la

participación infantil en situaciones de la vida cotidiana




En el planteamiento de alternativas se puede solicitar a las familias que descri-ban las situaciones que han analizado en los encuentros, pero permitiendo a los niños y las niñas jugar un papel protagónico en las mismas. El formador puede apoyarse en la Matriz 2.

participación infantil en el ámbito comunitario

Se sugiere identificar con las familias cuáles son los obstáculos que ponen los adultos y las instituciones para promover la participación infantil. El formador se puede apoyar en la Matriz 3.

Por último, la comunicación, proceso transversal de todo el currículo, es también una dimensión fundamental en la promoción de la participación infantil, razón por la cual es un aspecto que debe ser analizado críticamente con las familias. La técnica del juego de roles puede facilitar al formador el análisis de los estilos

Matriz 2. Matriz de ayuda para el

planteamiento de alternativas de participación infantil

Situación familiar en la que los niños y las niñas no participan

Describir la misma situación, pero el niño o la niña participa

Matriz 3. Matriz que ayuda a identificar

obstáculos para la participación infantil

Obstáculos que se presentan para que los niños y las niñas participen en situaciones

de la vida cotidiana en:

El jardín

La comunidad

Por parte de la comunidad en general

Alternativas de cambio

Matriz 1. Matriz de ayuda para analizar los

beneficios de la participación infantil

Situación Beneficios de la participación infantil para la familia

Beneficios de la participación infantil para el niño o la niña




Matriz 4. Lista de chequeo para el monitoreo

en casa de la participación infantil

de comunicación. El formador también puede entregar una “lista de chequeo” previamente diseñada, para que la familia haga monitoreo en la casa entre un encuentro y otro (Matriz 4).

Una vez las familias hagan el monitoreo de su estilo de comunicación, el for-mador puede elaborar con ellas los compromisos de cambio paso a paso.

ALGUNAS RECOMENDACIONES TÉCNICAS PARA TRABAJAR EN LOS ENCUENTROS

En los diferentes módulos y encuentros del currículo para familias el formador utiliza técnicas como formas jugadas, juegos de roles, análisis de casos y conver-satorios, entre otras. Estos espacios pedagógicos son oportunidades para incluir el tema de la participación infantil. Para ello:

Siempre debe incluir el análisis del papel de los niños y las niñas en las prácticas familiares relacionadas con el tema del encuentro.

En el planteamiento de las alternativas y los compromisos siempre debe tratar la inclusión de los niños y las niñas.

Si el tiempo lo permite, puede “armar” su propio encuentro de participación in-fantil teniendo en cuenta los análisis y resultados alcanzados en otros encuentros que indiquen que es importante trabajar el tema de manera específica.

Un ejemplo de análisis de esta situación se muestra en la Figura 11.

En las situaciones de interacción con el niño o la niña, yo… Nunca A veces Frecuentemente Siempre

Pienso antes de actuar, para no usar la violencia

Recuerdo que yo también fui niño o niña

Reconozco mis propias emociones

Escucho, para entender lo que quiere o le interesa

Escucho y observo, para comprender lo que me quiere decir

Escucho, aunque a mí me parezca insignificante

Cuando lo escucho me concentro en el niño o la niña y dejo de hacer otras actividades

Le ofrezco oportunidades para conversar privadamente y en un sitio adecuado

Después de escucharlo le digo lo que comprendí, para saber si lo interpreté correctamente

Lo escucho pacientemente y pongo atención a sus emociones (su lenguaje no verbal, su tono de voz, sus ojos, su comportamiento, etc.)

Con mi comportamiento verbal y no verbal le hago ver que comprendo sus emociones




En las situaciones de interacción con el niño o la niña, yo… Nunca A veces Frecuentemente Siempre

Cuando quiero comunicarme lo llamo por su nombre o hago un gesto de invitación (Por ej., acariciarlo o tocarlo)

Cuando quiero hablar le digo que quiero que “hablemos” (no “quiero hablarte”)

Cuando nos comunicamos, sé cuando quedarme callada (o)

Uso preguntas claves, para saber que está pensando

Cuando hablamos acepto que puede pensar diferente

Cuando me pregunta algo respondo claramente

Cuando me pregunta algo y no tengo la respuesta se lo hago saber y le contesto luego, cuando ya sé qué contestar

Comparto lo que sé y creo

Nombro las emociones propias y las suyas (miedo, alegría, tristeza, rabia)

Uso ejemplos para comunicarme (un programa de televisión, un gráfico, una experiencia conocida)

Cuando le digo “no” a algo le doy otras alternativas para elegir

Sin importar la situación ( aunque sea de conflicto y tensión), le expreso mi afecto con palabras, gestos o detalles que reconoce

Cuando tomamos decisiones familiares tengo en cuenta su opinión

Uso frecuentemente frases como “te quiero”, “confío en ti”, “eres importante para mí”, “lo haces muy bien”, etc.

En las situaciones de conflicto (Por ej., en relación con el incumplimiento de reglas o un comportamiento inadecuado) empiezo con lo positivo

Lo incluyo en conversaciones familiares apropiadas

En la comunicación con el niño o la niña, evito: Nunca A veces Frecuentemente Siempre

Ordenar, mandar

Amenazar

Cambiar de tema

Ignorar

Hacerle interrogatorios

Darle discursos de cómo deben ser las cosas

Juzgarlo o criticarlo

Atacarlo

Avergonzarlo

Ridiculizarlo

Humillarlo




Estas preguntas y análisis pueden hacerse en situaciones y prácticas que se traba-jen en cualquiera de los módulos:

En el análisis de casos y en la identificación de imaginarios sobre los diferentes temas el formador debe incluir el análisis del papel de los niños y las niñas y las

Figura 11. Ejemplo de análisis de la

participación infantil en los encuentros del currículo

¿Cuál es el papel de cada miembro de la familia en los rituales o juegos que comúnmente se hacen en la familia?

¿Quién pone las reglas?

¿Cómo es la interacción entre los adultos y de estos con los niños y las niñas?

¿Cuál es el comportamiento de cada miembro del grupo familiar en el juego?

implicaciones de la participación infantil en los procesos de desarrollo de los niños y las niñas.

En el análisis de casos (sobre conflicto, comunicación, pautas de crianza, manejo de emociones y sentimientos entre los miembros de la familia) el formador debe incluir la reflexión sobre los comportamientos tanto de los adultos como de los niños y las niñas. ¿Se le permite al niño o la niña expresarse? ¿Se reconocen sus lenguajes? ¿Se tiene en cuenta al niño o la niña cuando se toman las decisiones?

En los juegos de roles que se desarrollan, los dibujos o “ensayos” sobre prác-ticas pueden involucrar representaciones sobre el papel que jugaría el niño o la niña y las respuestas de los adultos.

¿Cuáles son los temas de conversación en las comidas?

¿Qué pasa cuando el niño o la niña rechaza algún alimento?

¿Cuál es la respuesta de los adultos?


ENCU

ENTR

O



Para desarrollar este encuentro se pide la asistencia de las familias participantes, con sus niños y niñas. El en-cuentro se puede realizar con el apoyo del Instituto Distrital de Recreación y Deporte –IDRD- y la Casa de la Cultura de la localidad, y se lleva a cabo en un parque “de bolsillo”, zonal, metropolitano o en un polideportivo. La elección depende de la cercanía y fa-cilidad para los participantes.

Que las familias:

Reconozcan la importancia de la calidad de las inte-racciones y las actividades que realizan con los niños y las niñas.

Aprehendan alternativas y actividades diversas, para favorecer interacciones enriquecidas con los vecinos en el tiempo libre.

Conozcan la oferta de recreación y juego de la localidad para todos (familias, jóvenes, adultos, infancia).

Oferta de recreación y juego de la localidad para las familias y la primera infancia.

Alternativas de recreación en familia y en el vecinda-rio con niños y niñas pequeños.

Planeación participativa de actividades de recreación en familia y en la comunidad.

1. Recuperación.

El formador hace seguimiento a los compromisos establecidos por los participantes en el encuentro anterior: logros alcanzados, dificultades presentadas, fortalezas encontradas y tareas por desarrollar para continuar los procesos iniciados, entre otros. Además, hace un seguimiento específico en torno a avances y resultados en el proceso de conformación y funciona-miento de la red.

La participación infantil en espacios

de recreación

seGunDa parteENCUENTROS ESPECÍFICOS

PARA PROMOVER LA PARTICIPACIÓN INFANTIL

Objetivos

Contenidos

Actividades




2. Actividades.

El formador invita a las instituciones de la localidad que tiene a su cargo –IDRD, Casa de la Cultura y ONGs- que cuenten con oferta recreativa, cultural y depor-tiva para las familias y las niñas y los niños pequeños. Con ellas monta una Feria de oferta institucional en el sitio de la capacitación.

Las actividades que se desarrollan son:

Los participantes llegan al sitio y hacen un recorrido por la Feria de oferta ins-titucional. En lo posible, se solicita a las instituciones que entreguen material informativo a las familias.

El formador, con el apoyo de los recreadores del IDRD y de la Casa de la Cultura, dispone en el sitio diversos rincones o bases de juego donde se desa-rrollen diferentes actividades, las cuales deben ser diseñadas para niñas y niños pequeños. Las bases se distribuyen por el parque o zona donde se realiza el encuentro.

Estas instituciones cuentan con el soporte de grupos locales que pueden apoyar el desarrollo del encuentro. La condición necesaria es hacer la gestión de manera oportuna.

Las bases o rincones de juego pueden ser:

Elementos y actividades para el desarrollo de actividad física con niñas y niños pequeños:

Pintura Danza

Juegos tradicionales: rondas, juguetes tradicionales Cuentos e historietas Teatrino Juegos y juguetes de construcción Videos de cuentos e historias infantiles

Una condición para la preparación de las bases o rincones de juego es que sean adecuados para la primera infancia. Se diseñan con los recursos disponibles en el IDRD, la Casa de la Cultura o los centros de desarrollo infantil que son invitados a la capacitación.

Una vez las familias terminan de conocer la Feria de oferta institucional, se reúnen en grupo para planear la secuencia de actividades que van a desarrollar.




Para ello, se les pide que se pongan de acuerdo con los niños y las niñas y demás miembros de la familia sobre aquellas actividades que prefieren desarrollar.

Se dispone una mesa para inscripciones, de manera que el formador y el equi-po de apoyo distribuyan las secuencias de actividades por las diferentes bases.

Una vez las familias jueguen con los niños y las niñas en las bases o rincones que fueron de su preferencia, se les pide que pasen por aquellas que no se-leccionaron inicialmente. Esto, con el fin de motivar la experimentación de alternativas.

Se solicita a las familias que escriban en un papel las opciones que más podrían utilizar para promover el desarrollo de sus niños y niñas.

Evaluación Terminada la experiencia por las bases, se pide a las familias que escriban, en un mural de papel kraft previamente dispuesto, qué aprendieron, cuáles son los bene-ficios de las actividades realizadas para los niños y las niñas, si los ni-ños y niñas participaron en la se-lección de las actividades y cómo se sintieron.

CompromisoEn el papel kraft las familias es-criben también sus compromisos, teniendo en cuenta los aprendi-zajes obtenidos.

Materiales-Información institucional sobre la oferta de actividades locales

-Juegos, juguetes y elementos, que se consiguen con el apoyo de las entidades participantes

-Papel kraft

-Marcadores o vinilos para el mu-ral de opiniones y conclusiones finales

Duración: dos horas

Planteamientode alternativas


ENCU

ENTR

OCURRÍCULO PARA LA FORMACIÓN DE FAMILIAS


Promover la participación infantil en las interaccio-nes familiares.

Contribuir a la construcción de relaciones democrá-ticas en la familia.

La participación infantil genuina, en la familia, requiere condiciones objetivas y subjetivas que la hagan posi-ble. Entre las condiciones objetivas se debe asegurar un clima propicio para el ejercicio de los derechos y esto significa que se debe garantizar la intervención de los niños y las niñas en los asuntos que les atañen. Entre las condiciones subjetivas hay que mencionar el deseo, la motivación y el interés que manifiestan los niños y las niñas de participar, ya que, si no existe motivación alguna, difícilmente se puede promover el derecho a la participación. Generalmente las motivaciones están relacionadas con suplir necesidades, acceder a servicios, desarrollar capacidades, propiciar procesos de toma de decisiones, mejorar la autoestima, etc.

Los imaginarios de los adultos en relación con la capa-cidad de los niños y las niñas para intervenir en su pro-ceso de formación son determinantes para crear condi-ciones objetivas y subjetivas para la participación.

Crear condiciones para la participación infantil requiere que los adultos y demás miembros de la familia reco-nozcan y comprendan las diferentes formas de expre-sión de los niños y las niñas en la primera infancia.

La participación infantil es un derecho cuyo ejercicio se garantiza principalmente en el ámbito familiar, en el cual los niños y las niñas lo aprehenden y reconocen.

1. El formador ambienta el espacio donde se realiza el proceso de formación con carteleras, en las cuales es-tán escritos o dibujados los diferentes artículos de la Convención sobre los Derechos del Niño que refieren a la participación. Cuando los participantes estén en el salón, pasan por las diferentes carteleras y escriben o dibujan en ellas la interpretación de cada artículo.

La participación infantil en las interacciones

familiares

Contenidos

Objetivos

Actividades




2. El formador hace seguimiento a los compromisos establecidos en la sesión anterior: logros, dificultades, fortalezas y avances en la conformación de redes de aprendizaje, entre otros.

3. Actividad en grupos pequeños.

Los participantes se dividen en grupos, tomando como criterio las edades de los niños y las niñas. Por ejemplo, un grupo con los adultos que tienen niños en el rango de edad entre 1 mes y un año, otro con los que tienen niños entre uno y dos años, otro con los que tienen niños entre dos y tres años, etc.

Cada grupo identifica las formas o medios a través de los cuales los niños y las niñas se expresan (lenguaje verbal y no verbal) y el mensaje que expresan. Puede sugerirse como ejemplo: lloran cuando están incómodos, ríen cuando sienten alegría, etc.

En un tercer paso, los participantes, una vez identificadas las diferentes formas de expresión de los niños y las niñas, reflexionan sobre cómo responden frente a ellas: con afecto, cuidado, etc.

Cada grupo expone el trabajo realizado y se desarrolla un conversatorio, con el fin de que los participantes reflexionen y reconozcan la importancia de la participación de los niños y las niñas en la construcción de autonomía y como ciudadanos en formación permanente. Igualmente, se socializa o discute el papel que juega la participación infantil en la construcción de familias verdaderamente democráticas.

Para ello, con base en las exposiciones, se pueden hacer preguntas a los partici-pantes como:

Cuando escucha al niño o niña o atiende lo que quiere decirle, ¿en qué está ayudándolo?

¿Qué pasa cuando no le pone atención al niño o niña o con su comportamien-to le indica que lo que dice o hace no es importante?

En plenaria o en grupos pequeños, según las características de los participantes y la dinámica del grupo, se construye un Manual de participación con pautas para promover y hacer real la participación de los niños y las niñas en el hogar. Este manual se redacta a partir de las siguientes preguntas:

¿Cuáles son las condiciones que se pueden crear en la familia para que los ni-ños y las niñas participen?

Planteamientode alternativas

Plenaria




¿Cómo se puede motivar a los niños y a las niñas a participar?

¿Qué se debe tener en cuenta para promover la participación de los niños y las niñas en la familia?

Para la elaboración del manual se puede hacer un ejercicio inicial de lluvia de ideas, que el formador deberá escribir en una cartelera para luego organizarlas de manera conjunta. El formador puede consultar la información que se encuentra en la primera parte de este módulo.

Compromiso Se pensará en una situación en la que no se favoreció la participación infantil y en cuál fue la consecuencia de no haber favorecido dicha participación. Se plantea-rá una alternativa a la mis-ma situación, favoreciendo la participación infantil, y se mostrará qué consecuencias positivas tiene el favoreci-miento de la participación. Los que quieran, comparten con los demás la situación y plantean su alternativa. Los participantes se comprome-ten a aplicar esta alternativa en situaciones similares en un futuro.

EvaluaciónSe reflexiona sobre los aprendizajes y sobre la im-portancia de la participación infantil en el desarrollo de los niños y las niñas.

Materiales-Carteleras con los artículos de la Convención sobre los Derechos del Niño que re-fieren a la participación

-Papel periódico

-Marcadores

Duración: dos horas




En caso de que una o varias personas expresen mucho dolor o tristeza durante algún encuentro, es importante no dejar pasar la situación y buscar acciones que permitan acogerla y, de ser necesario, orientarla en busca de ayuda especializada. Las estrate-gias pueden ser de carácter grupal o de intervención individual.

Las estrategias de carácter grupal deben estar guiadas por el formador o formadora y pueden usarse solo cuando el grupo se ha mostrado muy cohesionado o ya lleva un largo proceso de trabajo anterior al encuentro. Se sugieren varias alternativas:

Preguntar a la persona si quisiera recibir apoyo del grupo. Si la respuesta es afir-mativa, consultar al grupo si alguien puede ayudarla y motivar a que otros partici-pantes le den apoyo de manera espontánea. El formador o formadora debe estar presente para canalizar este apoyo.

Se puede hacer un ritual en el cual las personas escriban o dibujen lo que quisie-ran sanar, perdonar o superar. Posteriormente, quemar esos papeles dejando un momento de calma y reflexión.

Realizar una actividad de relajación que permita la autorregulación de las emocio-nes y oriente los pensamientos hacia el futuro, hacia la reparación de situaciones y a la construcción de nuevos caminos. Puede usarse música o grabaciones que evoquen paz y tranquilidad.

Las estrategias personales se orientan, en primer lugar, a escuchar el motivo de la conmoción emocional de la persona y, en segundo lugar, a plantearle preguntas que le permitan reconocer la importancia de haber hecho este contacto con sus emo-ciones y le ayuden a mirar las maneras en que podría reparar el daño en el futuro inmediato o mediato. Aunque se hayan realizado abordajes grupales, es necesario hacer el abordaje personal.

Si se observa que por el tipo de dificultad el apoyo brindado no es suficiente, debe remitirse, con datos concretos, en busca de ayuda psicológica. Hay que suministrarle los datos de los sitios o de los profesionales a los cuales puede acudir y, si es necesa-rio, brindarle orientaciones sobre la forma de gestionar la primera cita.Re

com

enda

cione

s esp

ecial

es para el manejo de situaciones de impacto emocional durante los encuentros




Referencias y material de apoyo

Apud, A. (2009, 18 de noviembre). Participación Infantil. Unicef. Recuperado de www.ciudadesamigas.org/doc_download.php?id=20

Acosta, A., Pineda, N.Y. & Garzón, J.C. (2009). La participación infantil en el desarrollo de niños y niñas. Bogotá: Convenio 1392 de 2003 entre DABS, Cinde, Save the Children, Unicef, ICBF.

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Cinde & Universidad Pedagógica Nacional (2007). Protocolo de Participación y Desarrollo Social Comunitario. Maestría en Desarrollo Educativo y Social, Línea de Investigación Social Comunitaria. Bogotá.

Hart, A.R. (1993). La participación de los niños: De la participación simbólica a la participación auténtica. Bogotá: Editorial Nueva Gente.

Procuraduría General de la Nación, Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, Programa Presidencial Colombia Joven, Federación Nacional de Departamen-tos, Fundación Plan, Save the Children U.K., Organización Internacional para las Migraciones, Fondo de Población de las Naciones Unidas, quienes hicieron parte de la mesa en el convenio de la Alcaldía Mayor de Bogotá - Secretaría de Integración Social – Subdirección de Infancia con estas organizaciones y Cinde, Visión Mundial (2008). Estrategia Hechos y Derechos. Participación de niños, niñas, adolescentes y Jóvenes. Seis Claves. Bogotá.

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Links de interés:

http://www.redcreacion.org/documentos/simposio3vg/EOsorio.html

www.ciudadesamigas.org/doc_download.php?id=20


10 módulo participación infantil

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