¡Buenos días!

Resucitó, ¿y ahora qué?

Sí, ya pasó.Nos hemos preparado durante semanas para

acompañar a Jesús en la Semana Santa.

Días de cuaresma, tiempos de silencio, procesiones,

cofradías, penitencias…

La pregunta es obligada: ¿y ahora qué?

¿Dejaremos paso a lo que está por llegar? No sea que el

efecto resurrección lo vivamos como un espejismo, algo tan inalcanzable como

una utopía…

Puede sonar extraño, pero a veces se está tan bien en lo

viejo, lo obsoleto y lo de siempre que nos seguimos

empeñando en visitar sepulcros vacíos y llorar el

pasado

Es más difícil de lo que parece.

Propio del tiempo pascual es dejar que los efectos de la

resurrección se muestren. Es una explosión de

posibilidades, matices y colores.

Es la apuesta definitiva de Dios por la Vida.

El triunfo de lo bueno

Que ya no hay sepulcros que visitar. Es poder ganar el

campeonato a las pequeñas muertes que nos acechan a

diario.El efecto pascual es permitir que, en mi vida cotidiana, la resurrección de Cristo estalle

y disipe toda tiniebla.

Investigación, desarrollo e innovación (I+D+i) es un

concepto muy utilizado hoy en día.

De igual modo podríamos decir que junto a la

resurrección de Jesús está la innovación que Él trae para

mí.

Atreverse a ser la innovación de Dios supone una actitud de escucha y, a la vez, de

audacia para que el resucitado haga en mí lo que

quiera.

Ser la innovación de Dios es desplegar ese sueño que él tiene para mí. Sin miedos ni

corazas.

En esta semana le presentamos a Dios nuestros

Sueños, nuestras metas, adonde queremos llegar.

Padrenuestro, …