02. el cordero de dios

8/6/2019 02. El Cordero de Dios

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Al da siguiente, Juan vio acercarse a Jess y dijo: Este es el Cordero deDios, que quita el pecado del mundo. A l me refera, cuando dije: Despusde m viene un hombre que me precede, porque exista antes que yo. Yo nolo conoca, pero he venido a bautizar con agua para que l fueramanifestado a Israel.Y Juan dio este testimonio: He visto al Espritu descender del cielo enforma de paloma y permanecer sobre l. Yo no lo conoca, pero el que me

envi a bautizar con agua me dijo: "Aquel sobre el que veas descender elEspritu y permanecer sobre l, ese es el que bautiza en el Espritu Santo".Yo lo he visto y doy testimonio de que l es el Hijo de Dios (Jn 1,29-34).

La primera semana de la vida pblica de Jess

DOMINGO II - Tiempo Ordinario El Cordero de Dios que quita el pecado del mundo

El IV Evangelio presenta una serie de relatos que transcurren durante la primera semana de lavida pblica de Jess. Esta secuencia constituye un Prlogo narrativo, que desarrolla en variasescenas lo que desarroll el PRLOGO teolgico con el que se inici el Evangelio. All se deca:

En el Prlogo narrativo tambin se describe en un relato la manifestacin gloriosa del Hijo:

Y la Palabra se hizo carne, y puso su tienda entre nosotros, y hemos contemplado su gloria (Jn 1,14).

En Can de Galilea, dio Jess comienzo a sus seales. Y manifest su gloria, y creyeron en lsus discpulos (Jn 2,11).

La narracin de esta primera semana comienza con la presentacin que Juan hace de Jess.


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Este fue el testimonio de Juan, cuando los judos enviaron donde l desdeJerusaln sacerdotes y levitas a preguntarle: Quin eres t?El confes, y no neg; confes: Yo no soy el Cristo.Y le preguntaron: Qu, pues? Eres t Elas? El dijo: No lo soy. -Eres t el profeta? espondi: No.Entonces le dijeron: Quin eres, pues, para que demos respuesta a losque nos han enviado? Qu dices de ti mismo?

Dijo l: Yo soy voz del que clama en el desierto: ectificad el camino delSeor, como dijo el profeta Isaas (Jn 1,19-23).

La voz y la Palabra


El rlogo del Evangelio haba hecho una serie de aclaraciones sobre Juan, para mostrar su rolsubordinado respecto a quien es el verdadero revelador de Dios:

Hubo un hombre, enviado por Dios: se llamaba JUAN. Este vino para un testimonio, para dar

testimonio de la luz, para que todos creyeran por l. No era l la luz, sino quien deba dartestimonio de la luz (Jn 1,6-8).

Juan da testimonio de l y clama: Este era del que yo dije: El que viene detrs de m se hapuesto delante de m, porque exista antes que yo (Jn 1,15)

Ahora, en la declaracin que Juan hace de s mismo, se presenta simplemente como la OZ (Is40,3), como un modesto vehculo de la A AB A hecha carne (Jn 1,23; cf. 1,14).


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Al da siguiente, Juan vio acercarse a Jess y dijo: Este es el Cordero deDios, que quita el pecado del mundo (Jn 1,29).

El que quita el pecado


Juan presenta pblicamente a Jess como aquel mediante quien Diospone fin al pecado de los hombres.

Si los pecados se quitaban mediante sacrificios realizados en el Templo,

el evangelista muestra que ahora el perdn de los mismos se realiza fuerade aquel mbito cultual. Jess no es una ofrenda de que los hombresdedican a Dios en sacrificio para obtener el perdn.

No es uno de los miles de corderos ofrecidos por los hombres en elTemplo, sino el nico CO DE O de Dios. Es el don ofrecido por Dios alos hombres para que ellos obtengan salvacin:

S, Dios am tanto al mundo, que dio a su Hijo nico para que todo el quecree en l no muera, sino que tenga ida eterna. orque Dios no envi asu Hijo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por l (Jn3,16-17).


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ElEsposo mesinico y su amigo


En conformidad con el rol de simple testigo, el Evangelio no dice que lamisin de Juan sea la de bautizar para el perdn de los pecados (cf. Mc1,4 o Mt 3,6). El perdn de los pecados lo realiza Jess.

El ministerio bautismal de Juan tiene la funcin de que se manifieste alpueblo el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.

Aqu tambin la misin de Juan encuentra su fundamento en el texto deisaas. a funcin precursora de la voz que clama es la de preparar elcamino a la salvacin que viene mediante la conversin de los corazones,pero para que esa salvacin sea ISTA por todos:

Se revelar la gloria de YHWH, y toda carne ver la salvacin de Dios(Is 40,5).

A l me refera, cuando dije: Despus de m viene un hombre que meprecede, porque exista antes que yo. Yo no lo conoca, pero he venido abautizar con agua para que l fuera manifestado a Israel (Jn 1,30-31).

or eso la misin de Juan finaliza cuando la gloria de Dios se va manifestando cada vez con msintensidad en los signos de Jess. Su voz se va silenciando ante otra OZ:

El que tiene a la novia es el novio; pero el amigo del novio, el que asiste y le oye, se alegramucho con la voz del novio. Esta es, pues, mi alegra, que ha alcanzado su plenitud. Es preciso

que l crezca y que yo disminuya (Jn 3,29-30).


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El descenso delEspritu


A diferencia de los otros Evangelios, en el I Evangelio no se escucha

una voz del cielo en el momento en que Jess sale del agua. Aqu es la vozde Juan la que declara la identidad de Jess. A l le corresponde hablardesde su misin de TESTIGO de la uz (Jn 1,8.15; 32.34)

An mas, no se menciona ninguna inmersin de Jess. Toda la accin deJuan se limita a ver al Espritu descender del cielo.

Ese descenso sealaba, en alguna tradicin juda, el comienzo del triunfosobre el pecado:

os cielos se abrirn y desde el templo glorioso bajar sobre l la santificacin con la voz deladre, como la de Abraham a Isaac. e ser concedida la gloria del Altsimo, y el Espritu de

Sabidura y Santidad reposar sobre l. l transmitir a sus verdaderos hijos la grandeza del Seorpor siempre, y no tendr otro sucesor de generacin en generacin eternamente. Durante susacerdocio, los pueblos gentiles de la tierra abundarn en conocimiento y se vern iluminados porla gracia del Seor. Durante su sacerdocio se eliminar el pecado, y los impos cesarn de obrar el

mal (Testamento de Lev18,2.6-9)

Y Juan dio este testimonio: He visto al Espritu descender del cielo enforma de paloma y permanecer sobre l. Yo no lo conoca, pero el que meenvi a bautizar con agua me dijo: "Aquel sobre el que veas descender elEspritu y permanecer sobre l, ese es el que bautiza en el Espritu Santo".Yo lo he visto y doy testimonio de que l es el Hijo de Dios (Jn 1,32-34).


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