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27 de noviembre de 20111 Adviento (B)

Marcos 13, 33-37

José Antonio Pagola

Música: Maranatha:Present: B. Areskurrinaga HC ; euskaraz: D. Amundarain



Jesús está en Jerusalén, sentado en el montede Los Olivos, mirando hacia el Templo y

conversando confidencialmente con cuatrodiscípulos: Pedro, Santiago, Juan y Andrés.



Los vepreocupados por

saber cuándollegará el final delos tiempos.

A él, por elcontrario, lepreocupa cómo

vivirán susseguidores

cuando ya no letengan entre ellos.



Por eso, una vez más les descubre suinquietud:

«Mirad, vivid despiertos».



Después, dejando delado el lenguajeterrorífico de los

visionariosapocalípticos, lescuenta una pequeña

parábola que hapasado casi

desapercibida entrelos cristianos.



«Un señor se«Un señor sefue de viaje yfue de viaje ydejó sudejó sucasa» casa»..

Pero, antes dePero, antes deausentarse,ausentarse,«confió a«confió a

cada uno decada uno desus criadossus criadossu tarea» su tarea»..



Al despedirse, sóloAl despedirse, sóloles insistió en unales insistió en unacosa:cosa:

«Vigilad, pues«Vigilad, puesno sabéisno sabéis

cuándo vendrácuándo vendráel dueño de lael dueño de la

casa» casa»..Que cuando venga,Que cuando venga,no os encuentreno os encuentre

dormidos.dormidos.



El relatoEl relatosugiere quesugiere que

loslosseguidoresseguidoresde Jesúsde Jesús

formarán unaformarán unafamilia.familia.

La IglesiaLa Iglesiaserá "la casaserá "la casade Jesús" quede Jesús" que

sustituirásustituiráa "la casa dea "la casa de

Israel".Israel".En ella todosEn ella todossonsonservidores.servidores.

No hayNo hayseñores.señores.

Todosviviránesperando al único

Señor dela casa:Jesús elCristo.No lo

olvidarán jamás.



En la casa de Jesús nadieEn la casa de Jesús nadieha de permanecer pasivo.ha de permanecer pasivo.

Nadie se ha de sentir excluido, sinNadie se ha de sentir excluido, sinresponsabilidad alguna.responsabilidad alguna.Todos son necesarios.Todos son necesarios.

Todos tienen alguna misiónTodos tienen alguna misiónconfiada por él.confiada por él.



Todos están llamados a contribuir a laTodos están llamados a contribuir a lagran tarea de vivir como Jesús al quegran tarea de vivir como Jesús al que

han conocido siempre dedicado a servir han conocido siempre dedicado a servir al reino de Dios.al reino de Dios.



Los años irán pasando.

¿Se mantendrá vivo el espíritu de Jesúsentre los suyos?

¿Seguirán recordando su estilo servicial

a los más necesitados y desvalidos?

Su gran preocupación es que su IglesiaSu gran preocupación es que su Iglesiase duermase duerma..



Por eso, les insiste hasta tres veces:Por eso, les insiste hasta tres veces:«vivid despiertos«vivid despiertos".".

No es una recomendación a losNo es una recomendación a loscuatro discípulos que lo estáncuatro discípulos que lo están

escuchando, sino un mandato a losescuchando, sino un mandato a loscreyentes de todos los tiempos:creyentes de todos los tiempos:«Lo que os digo a vosotros,«Lo que os digo a vosotros,os lo digo a todos: velad» os lo digo a todos: velad»..



E

l rasgo más generalizado de los cristianosE

l rasgo más generalizado de los cristianosque no han abandonado la Iglesia esque no han abandonado la Iglesia esseguramente la pasividad.seguramente la pasividad.

Durante siglos hemos educado a los fielesDurante siglos hemos educado a los fieles

para la sumisión y la obediencia.para la sumisión y la obediencia.En la casa de Jesús sólo una minoría seEn la casa de Jesús sólo una minoría sesiente hoy con alguna responsabilidadsiente hoy con alguna responsabilidad

eclesial.eclesial.



Ha llegado el momento de reaccionar.Ha llegado el momento de reaccionar.

No podemos seguir aumentando aún másNo podemos seguir aumentando aún másla distancia entrela distancia entre"los que mandan" y "los que obedecen"."los que mandan" y "los que obedecen".Es pecado promover el desafecto, laEs pecado promover el desafecto, la

mutua exclusión o la pasividad.mutua exclusión o la pasividad.



Jesús nos quería ver a todos despiertos,Jesús nos quería ver a todos despiertos,activos, colaborando con lucidez yactivos, colaborando con lucidez y

responsabilidadresponsabilidad..



LA CASA DE JESÚS

Jesús está en Jerusalén, sentado en el monte de Los Olivos, mirando hacia el Templo yconversando confidencialmente con cuatro discípulos: Pedro, Santiago, Juan y Andrés. Los vepreocupados por saber cuándo llegará el final de los tiempos. A él, por el contrario, le preocupa cómovivirán sus seguidores cuando ya no le tengan entre ellos.

Por eso, una vez más les descubre su inquietud: «Mirad, vivid despiertos». Después,dejando de lado el lenguaje terrorífico de los visionarios apocalípticos, les cuenta una pequeñaparábola que ha pasado casi desapercibida entre los cristianos.

«Un señor se fue de viaje y dejó su casa». Pero, antes de ausentarse, «confió a cada unode sus criados su tarea». Al despedirse, sólo les insistió en una cosa: «Vigilad, pues no sabéiscuándo vendrá el dueño de la casa». Que cuando venga, no os encuentre dormidos.

El relato sugiere que los seguidores de Jesús formarán una familia. La Iglesia será "lacasa de Jesús" que sustituirá a "la casa de Israel". En ella todos son servidores. No hay señores.Todos vivirán esperando al único Señor de la casa: Jesús el Cristo. No lo olvidarán jamás.

En la casa de Jesús nadie ha de permanecer pasivo. Nadie se ha de sentir excluido, sinresponsabilidad alguna. Todos son necesarios. Todos tienen alguna misión confiada por él. Todosestán llamados a contribuir a la gran tarea de vivir como Jesús al que han conocido siemprededicado a servir al reino de Dios.

Los años irán pasando. ¿Se mantendrá vivo el espíritu de Jesús entre los suyos? ¿Seguiránrecordando su estilo servicial a los más necesitados y desvalidos? ¿Lo seguirán por el caminoabierto por él? Su gran preocupación es que su Iglesia se duerma. Por eso, les insiste hasta tresveces: «vivid despiertos". No es una recomendación a los cuatro discípulos que lo están escuchando,sino un mandato a los creyentes de todos los tiempos: «Lo que os digo a vosotros, os lo digo a todos:

velad». El rasgo más generalizado de los cristianos que no han abandonado la Iglesia esseguramente la pasividad. Durante siglos hemos educado a los fieles para la sumisión y laobediencia. En la casa de Jesús sólo una minoría se siente hoy con alguna responsabilidad eclesial.

Ha llegado el momento de reaccionar. No podemos seguir aumentando aún más ladistancia entre "los que mandan" y "los que obedecen". Es pecado promover el desafecto, la mutuaexclusión o la pasividad. Jesús nos quería ver a todos despiertos, activos, colaborando con lucidez yresponsabilidad.

José Antonio Pagola

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