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SÍNTESIS MORAL 2009

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SEMINARIO CONCILIAR AFILIADO A LA PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA CICLO TEOLÓGICO V DE TEOLOGÍA

PEDRO NEL ARENAS ÁVILA

HENRY ALEXANDER CARO GUEVARA

GUSTAVO EFRÉN CANO ESTEPA

EDGAR EDUARDO CASTRO CASTRO

JOSÉ ALFREDO DÍAZ CHACÓN

MOISÉS LÓPEZ SÁNCHEZ

WILKER MALDONADO RODRÍGUEZ

JOSÉ FAUSTINO MENDOZA MENDOZA

MARCOS FERNANDO MONROY GONZÁLEZ

LUIS ISIDORO MURCIA PORRAS

OMAR PATIÑO MONTAÑA

LEONEL PERILLA RAMÍREZ

YUBER ALBERTO TORRES GÓMEZ

DIRECTOR PBRO. JUSTINIANO BARÓN MONGUÍ LICENCIADO EN TEOLOGÍA MORAL © TUNJA 2009


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CONTENIDO

INTRODUCCIÓN 15

1. EL LLAMAMIENTO DE CRISTO 16 1.1 LA MORAL COMO COMUNIÓN EN LA LLAMADA Y RESPUESTA

1.1.1 MANDAMIENTOS Y LEYES ANTE LA ÉTICA DIALOGAL 1.1.2 CIENCIAS AUXILIARES DE LA MORAL

2. MORAL DE ACTITUDES 20

2.1 LA CRISIS DE LA MORAL

2.1.1 Sociedad desmoralizada

2.1.2 Sociedad en cambio 2.2 SITUACIÓN DE LA MORAL COLOMBIANA 2.3 UNA MORAL RENOVADA

2.3.1 Renovación de la Moral siglo XIX hasta el Vaticano II

2.3.2 El Concilio Vaticano II 2.3.3 Después del Vaticano II

3. FUNDAMENTACION DE LA ETICA CRISTIANA 27

3.1 INTRODUCCIÓN

3.1.1 Posturas Extremas 3.1.2 Postura Auténtica

3.2 ESPECIALIDAD DE LA ÉTICA CRISTIANA 3.3 ACLARACIÓN DE TÉRMINOS 3.4 FUNDAMENTACIONES INSUFICIENTES DE LA ÉTICA CRISTIANA

3.4.1 Moral de tipo Heterónomo 3.4.2 Moral de tipo Autónomo 3.4.3 Teonomía Participada

3.5 FUNDAMENTACIÓN CRÍTICA DE LA ETICIDAD CRISTIANA

3.5.1 Factores Religiosos 3.5.2 Factores Humanos 3.5.3 Modelo de Autonomía y Teonomía 3.6 ESPECIFICIDAD DE LA ETICA CRISTIANA

4. EL HOMBRE INTEGRAL SUJETO DEL COMPORAMIENTO MORAL 35 4.1 EL HOMBRE UNIDAD TOTALIZANTE

4.2 EL HOMBRE UNA INTELIGENCIA SENTIENTE 4.3 EL HOMBRE UNA ESTRUCTURA PERSONAL

4.3.1La estructura del ser personal 4.3.2 Las propiedades del ser personal

4.4 EL HOMBRE ES UN SER PARA EL ENCUENTRO 5. COORDENADAS ANTROPOLÓGICAS DEL OBRAR MORAL 41

5.1 EL TIEMPO 5.2 EL ESPACIO 5.3 EL GRUPO

5.4 LA SEXUALIDAD 5.5 EL CARÁCTER


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6. ESTRUCTURAS DEL OBRAR HUMANO RESPONSABLE 43

6.1 LA RESPONSABILIDAD EN SU DIMENSION FORMAL LA LIBERTAD 6.1.1 La libertad: realidad tensional y dialéctica 6.1.2 La libertad constituye un existencial humano 6.1.3 La libertad estructura de la existencia cristiana

6.1.4 Libertad y amor interpersonal 6.2 ESENCIA DE LA LIBERTAD

6.2.1 Libertad y semejanza del hombre con Dios 6.2.2 La libertad humana, es participación de la libertad divina

6.2.3 Relación entre libertad y verdad, ley – bien y responsabilidad 6.3 GRADOS DE LA LIBERTAD 6.4 LIBERTAD DE LOS HIJOS DE DIOS

6.5 LA EDUCACIÓN A o PARA LA LIBERTAD 6.6 ABUSOS

6.6.1 Es una facultad limitada 6.6.2 Abusos en todo pecado

6.6.3 Ambigüedades y reducciones 6.7 EL HOMBRE LIBRE 6.8 LIBERTAD RESPONSABLE PARA AMAR 6.9 COMO CRISTO LIBRES PARA AMAR

6.9.1 Expresión cristiana de libertad responsable 6.10 ALCANCE Y LÍMTES DE LA LIBERTAD 6.10.1 Impedimentos de la libertad 6.10.2 Influjos Particulares

6.11 EL AMBITO DE LA RESPONSABILIDAD EN LAS DECISIONES LIBRES 6.12 GRANDEZA DE LA LIBERTAD 6.13 INTRINSECAMENTE MALO

7. LA RESPONSABILIDAD HUMANA 51 7.1 ELEMENTOS INTEGRANTES DE LA RESPONSABILIDAD HUMANA

7.2 GENESIS Y ESTRUCTURA DEL COMPORTAMIENTO HUMANO RESPONSABLE 8. EXPRESIONES DEL COMPORTAMIENTO MORAL 57

8.1 ESQUEMA ARISTOTÉLICO ESCOLÁSTICO 8.2 ESQUEMA PERSONALISTA 8.2.1 Relación entre Opción Fundamental, Actitudes y Actos.

9. MORALIDAD CRISTIANA 60 9.1 DIMENSION OBJETIVA DE LA MORAL 9.2 FUENTES DE LA MORALIDAD

9.2.1 El Objeto 9.2.2 El Fin 9.2.3 Las Circunstancias

9.3 LA TRINIDAD COMO FUENTE Y META DE LA VIDA MORAL CRISTIANA 9.4 LA MEDIACIÓN ECLESIAL DE LA MORAL CRISTIANA 9.5 MUNDANIDAD DE LA MORAL CRISITIANA 9.6 EL VALOR MORAL

9.7 LA SITUACIÓN COMO CRITERIO DE MORALIDAD


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10. LA NORMA COMO EXPRESIÓN DE LA MORALIDAD Y DEL VALOR MORAL 64

10.1 DEFINICIÓN DE LA NORMA 10.2 CONCEPTO DE LEY 10.3 JERARQUÍA DE LEYES 10.4 SENTIDO DE LA LEY EN LA SAGRADA ESCRITURA

11. LOS JUICIOS MORALES 69 11.1 SENTIDO Y FUNCIÓN DE LOS PRINCIPIOS MORALES

11.2 PROCESO DE RAZONAMIENTO MORAL 11.3 ELENCO DE PRINCIPIOS GENERALES

12. LA CONCIENCIA 74 12.1 DISTINCIÓN TERMINOLÓGICA 12.1.1 Conciencia Habitual

12.1.2 Conciencia Actual 12.2 GÉNESIS DE LA CONCIENCIA MORAL 12.2.1 Teoría Innatista 12.2.2 Teoría Biologisista

12.2.3 Teoría Sociologista 12.2.4 Teoría Freudiana 12.2.5 Teoría del equilibrio psico-social 12.2.6 Teoría Conductista Skineriana

12.2.7 Síntesis explicativa 12.3 CONCIENCIA EN LA SAGRADA ESCRITURA 12.3.1 Antigua Testamento

12.3.2 Nuevo Testamento 12.4 CONCIENCIA EN LA TRADICIÓN DE LA IGLESIA 12.5 LA CONCIENCIA A PARTIR DE LA VISIÓN PERSONALISTA 12.5.1 El dictamen de la conciencia

12.5.2 La formación de la conciencia 12.5.3 Decidir en conciencia 12.5.4 El juicio erróneo 13. NATURALEZA Y FUNCION DE LA CONCIENCIA MORAL 81

13.1 CONCIENCIA MORAL 13.2 FUNCIÓN DE LA CONCIENCIA 13.3 CONCIENCIA PSICOLÓGICA Y CONCIENCIA MORAL

13.4 SUBCONCIENCIA MORAL 13.5 LA CONCIENCIA MORAL PROPIAMENTE DICHA

13.5.1 La Superconciencia Moral Cristiana 13.6 LA CONCIENCIA, NORMA INTERIORIZADA DE LA MORAL

13.7 CONFLICTO ENTRE CONCIENCIA MORAL Y LEY 13.7.1 Objeción de Conciencia 13.7.2 Epiqueya

13.7.3 Ley de Gradualidad 13.7.4 Carisma Profético

14. PSICOPATOLOGÍA DE LA CONCIENCIA MORAL 88

14.1 DESVIACIONES NORMALES


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14.2 DESVIACIONES INTERMEDIAS: EL ESCRÚPULO 14.3 DESVIACIONES ANORMALES

II. LA RESPUESTA DEL HOMBRE

15. EL PECADO 94

15.1 DEFINICIÓN

15.2 VISIÓN DOCTRINAL DEL PECADO 15.3 SITUACIÓN ACTUAL 15.4 ¿ES POSIBLE UNA MORAL SIN PECADO? 15.5 CONCEPCIONES INCORRECTAS DEL PECADO

15.5.1 El pecado entendido como Tabú y expresado como mancha 15.5.2 El pecado entendido como desorden y expresado como

transgresión

15.5.3 El pecado entendido como culpa y expresado como acusación 15.5.4 El pecado como culpabilidad ético-religiosa 15.6 DIVERSOS NIVELES DE LA CULPABILIDAD 15.6.1 Nivel personal

15.6.2 Nivel moral 15.6.3 Nivel religioso 15.7 VALORACIÓN DE LAS FORMULACIONES VIGENTES 15.7.1 El pecado como trasgresión de la Ley Eterna

15.7.2 Pecado de aversión a Dios y conversión a las creaturas 15.7.3 El pecado es una acción desordenada 15.7.4 El pecado es ofensa y deuda a Dios 15.7.5 Conclusión

16. EL PECADO EN LA REVELACIÓN 99

16.1 HISTORIA DE LA SALVACIÓN Y PECADO 16.2 REVELACIÓN DEL PECADO EN EL ANTIGUO TESTAMENTO 16.2.1 Dimensión religiosa 16.2.2 Dimensión Inter-histórica

16.2.3 Dimensión comunitaria 16.3 REVELACIÓN DEL PECADO EN EL NUEVO TESTAMENTO 16.3.1 Sinópticos 16.3.2 El pecado en la Teología Paulina

16.3.3 El pecado en los Escritos Joánicos 16.4 COMPRENSIÓN TEOLÓGICA DEL PECADO 16.4.1 Dimensiones

17. DIMENSIONES Y DIVISIONES DEL PECADO 103 17.1 PECADO PERSONAL 17.2 PECADO SOCIAL

17.3 EFECTOS SOCIALES DEL PECADO 17.4 ESTRUCTURAS DE PECADO 17.5 PECADO MORTAL Y PECADO VENIAL

17.6 MAYOR GRAVEDAD DE LOS PECADOS 17.7 PECADOS CA PITALES 17.8 LEY Y PECADO


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17.9 OCASIÓN DE PECADO 17.10 LA TENTACIÓN

18. CONVERSIÓN 109 18.1 ESENCIA Y PROPIEDADES DE LA CONVERSIÓN 18.2 CONV ERSIÓN Y GRACIA

18.3 CONV ERSIÓN, ARREPENTIMIENTO, HACER PENITENCIA 18.4 ESTRUCTURA SACRAMENTAL DE LA CONVERSIÓN 18.5 NORMAS PARA COLOMBIA SOBRE LA PENITENCIA

19. SACRAMENTO DE LA RECONCILIACIÓN Y LA PENITENCIA 112 19.1 CRISIS DEL SACRAMENTO

19.2 PARTES DEL SIGNO SACRAMENTAL 19.3 EL MINSITRO DEL SACRAMENTO 19.4 CONVERSIÓN CONTINUA – LEY DEL CRECIMIENTO

20. EL SACRAMENTO EL PERDÓN 115 20.1 RECONCILIACIÓN PERSONAL Y COMUNITARIA 20.2 FUNCIONES DEL CONFESOR

21. LA CONFESIÓN 118 21.1 LA ACUSACIÓN DE LOS PECADOS

21.2 LA ABSOLUCIÓN 21.3 INTEGRIDAD DE LA CONFESIÓN 21.4 LA SATISFACCIÓN

21.5 PRECEPTO DE LA CONFESIÓN ANUAL 21.6 FACULTADES PARA PERDONAR PECADOS 21.7 CONFESIÓN EN PELIGRO DE MUERTE 21.8 FACULTADES PARA DISPENSAR IMPEDIMENTOS MATRIMONIALES

EN PELIGRO DE MUERTE DE UN PENITENTE CONTRAYENTE 21.9 EXTENSIÓN DE LA FACULTAD DE CONFESAR 21.10 ABUSOS EN LA CELEBRACIÓN SACRAMENTAL

III. LA VIDA EN COMUNIÓN CON DIOS Y CON EL PRÓJIMO

22. LA VIRTUD PRINCIPIO DE LA ENTREGA TOTAL A CRISTO 123 22.1 NOCIÓN DE V IRTUD

22.2 UNIDAD Y MULTIPLICIDAD DE LAS VIRTUDES 22.3 LAS VIRTUDES Y EL CONCILIO VATICANO II 23. LA FE: VIRTUD TEOLOGAL 126

23.1 NOCIÓN 23.2 HACIA UNA INTEGRACIÓN DE LA FE CON LA VIDA CRISTIANA

23.3 LA FE ENTREGA COMPROMETIDA 23.4 EL PROCESO DE CONOCIMIENTO DE FE Y LA VIDA CRISTIANA 23.5 FUNCIONES VITALES DE LA FE PERSONAL ENCARNADA 23.6 DEBERES INMEDIATOS QUE IMPONE LA FE

23.7 DEFORMACIONES Y PECADOS CONTRA LA FE Y SU SUPERACIÓN


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24. LA ESPERANZA: VIRTUD TEOLOGAL 132

24.1 NATURALEZA DE LA ESPERANZA 24.2 OBJETO DE LA ESPERANZA CRISTIANA 24.3 MOTIVO DE LA ESPERANZA CRISTIANA 24.4 MUERTE Y ESPERANZA CRISTIANA

24.5 CARACTERÍSTICAS DE LA ESPERANZA 24.6 ESPERANZA Y LIBERACIÓN DEL HOMBRE 24.7 NEGACIÓN DE LA ESPERANZA CRISTIANA 24.8 LA ESPERANZA Y EL TEMOR DEL SEÑOR

25. LA CARIDAD: VIRTUD TEOLOGAL 138

25.1 EL AMOR DE DIOS Y LA RESPUESTA DEL HOMBRE 25.1.1 El amor de Dios al hombre 25.1.2 Respuesta del hombre al amor de Dios 25.2 LA GRAN ACTUACIÓN DE JESÚS

25.3 PARTICIPACIÓN EN EL PACTO DE AMOR TRINITARIO DE DIOS 25.4 PROPIEDADES DE LA CARIDAD 25.5 LA CARIDAD COMO PRECEPTO 25.6 OBSTÁCULOS DE LA CARIDAD

26. AMARÁS A TU PRÓJIMO COMO A TI MISMO 141 26.1 ENSEÑANZA BÍBLICA

26.1.1 Antiguo Testamento 26.1.2 Nuevo Testamento 26.2 LA MEDIDA DEL AMOR AL PRÓJIMO

26.3 FORMAS DE CARIDAD FRATERNA 26.3.1 La afabilidad 26.3.2 La misericordia

26.4 PECADOS CONTRA SI MISMO

27. PECADOS CONTRA EL AMOR AL PRÓJIMO 145 27.1 EL DESINTERÉS

27.2 EL ODIO 27.3 LA ENVIDIA 27.4 EL ESCÁNDALO 27.4.1 Definición

27.4.2 División 27.4.3 Enseñanza Bíblica 27.4.4 Enseñanza del Magisterio 27.4.5 Valoración moral: factores para la gravedad del escándalo

27.4.6 Reparación del escándalo 27.5 COOPERACIÓN EN LOS PECADOS AJENOS 27.5.1 Clases de cooperación o complicidad en los pecados ajenos

27.5.2 Principios 27.5.3 Aplicación 27.6 LA SEDUCCIÓN

28. LA VIRTUD DE LA RELIGIÓN 151


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28.1 DESCRIPCIÓN 28.2 PECADOS CONTRA LA VIRTUD DE LA RELIGIÓN 28.2.1 El pecado de irreligiosidad

28.2.2 El pecado de culto indebido 29. LA ORACIÓN 157

29.1 ESENCIA E IMPORTANCIA 29.2 ESPECIES DE ORACIÓN Y FORMAS DE ORACIÓN 29.3 CONDICIONES DE LA ORACIÓN CRISTIANA 29.4 PECADOS CONTRA LA ORACIÓN

29.5 RELIGIOSIDAD Y PIEDAD POPULAR 29.6 EL RESPETO AL NOMBRE DE DIOS 29.7 EL VOTO

30. EL DÍA DEL SEÑOR 163 30.1 ORIGEN Y SENTIDO

30.2 SANTIFICACIÓN DE LA VIDA ENTERA POR EL SACRIFICIO DE CRISTO Y DE LA IGLESIA 30.3 SENTIDO DEL PRECEPTO DOMINICAL Y CAUSAS EXCUSANTES 30.4 DÍAS FESTIVOS DE PRECEPTO EN COLOMBIA 30.5 CUANTAS VECES PUEDE UN SACERDOTE CELEBRAR LA MISA

31. VIRTUDES CARDINALES 169 31.1 LA PRUDENCIA

31.2 LA FORTALEZA 31.3 LA TEMPLANZA 31.4 LA HUMILDAD

IV. BIOÉTICA

32. EL COMIENZO DE LA VIDA HUMANA 176

32.1 LA VIDA EN SU ORIGEN 32.2 TEORÍAS ACERCA DEL MOMENTO EN QUE COMIENZA LA VIDA HUMANA 32.3 TRANSMISIÓN DE LA VIDA HUMANA 32.4 ALGUNOS CASOS Y CRITERIOS

33. LA VIDA DEL HOMBRE 185 33.1 CONCIENCIA CRISTIANA Y RESPETO A LA VIDA

33.2 SIGNIFICADO DE LA VIDA CORPORAL 33.3 EL HOMBRE ADMINISTRADOR DE SU VIDA 33.4 LA SALUD Y SU CUIDADO 33.5 EL SUICIDIO

33.6 EL HOMICIDIO 33.7 EL ARRIESGAR LA VIDA 33.8 LA MUERTE HUMANA

33.8.1 Criterios para la muerte humana 33.8.2 La pena de muerte 33.8.3 Ortotanasia 33.8.4 Eutanasia

33.8.5 Distanacia


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34. PRINCIPIO DE TOTALIDAD 193

34.1 CONCEPTO Y ALCANCE 34.2 PRESUPUESTOS FUNDAMENTALES DE LA RELACIÓN ENTRE LA PARTE Y EL TODO 34.3 LÍMITES DEL PRINCIPIO

34.4 ENSEÑANZA DEL MAGISTERIO DE LA IGLESIA 34.5 LA ESTERILIZACIÓN 34.6 EUTANASIA 34.7 TRANSPLANTE DE ÓRGANOS

35. EL ABORTO 197

35.1 NOCIÓN Y DISTINCIÓN 35.2 LA MALICIA DEL ABORTO 35.3 APLICACIONES

35.4 PENALIZACIÓN DEL ABORTO 35.5 ARGUMENTOS A FAVOR DEL ABORTO

V. MORALIDAD DE LA SEXUALIDAD Y EL MATRIMONIO

36. FUNDAMENTOS DE UNA ÉTICA SEXUAL 203 36.1 LAS DIMENSIONES DE LA PERSONA HUMANA 36.2 FENÓMENO DE LA SEXUALIDAD

36.3 FINALIDAD DE LA ÉTICA SEXUAL 36.4 EL AMOR COMO BASE Y CONTENIDO DE LA MORAL 36.5 PELIGROS DE LA SEXUALIDAD

36.6 SEXUALIDAD Y AMISTAD 36.6.1 Valoración del pecado sexual 36.6.2 La virtud de la castidad 36.6.3 Ofensas contra la castidad

37. ALGUNAS CUESTIONES DE ETICA SEXUAL 209 37.1 LA MASTURBACIÓN

37.1.1 Diferenciación 37.1.2 Juicio Moral 37.1.3 Acción pastoral 37.2 LA HOMOSEXUALIDAD

37.2.1 Distinción y causas 37.2.2 Juicio moral 37.2.3 Acción pastoral 37.3 RELACIONES SEXUALES PREMATRIMONIALES

37.3.1 Juicio moral 37.3.2 Acción pastoral 37.4 EL ADULTERIO

37.4.1 Juicio moral 37.5 LAS RELACIONES SEXUALES SON LICITAS SOLO DENTRO DEL MATRIMONIO 37.6 DROGA Y DESORDEN SEXUAL

38. MATRIMONIO Y CELIBATO SACERDOTAL 215


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38.1 TEOLOGÍA DEL MATRIMONIO 38.1.1 Antiguo testamento

38.1.2 Nuevo Testamento 38.1.3 Magisterio de la Iglesia 38.2 EL SIGNO SACRAMENTAL DEL MATRIMONIO 38.3 EL SACRAMENTO DEL MATRIMONIO Y LA FE

38.4 LOS SIGNIFICADOS DEL MATRIMONIO 38.5 EL CELIBATO POR EL REINO DE DIOS 38.5.1 Dimensiones del celibato 38.5.2 Objeciones al celibato

38.5.3 Conclusiones 38.5.4 Algunos medios para guardar la castidad

39. PATERNIDAD RESPONSABLE 220 39.1 EN QUÉ CONSISTE Y QUIÉNES LA EJERCEN 39.2 CRITERIOS DE LA PATERNIDAD RESPONSABLE

39.3 MÉTODOS DE LA PATERNIDAD RESPONSABLE 40. PRINCIPIOS DOCTRINALES SEGÚN LOS DOCUMENTOS HUMANAE VITAE; FAMILARIS

CONSORTIO; DONUM VITAE Y EVANGELIUM VITAE 224

40.1 PRINCIPIOS BÁSICOS 40.2 MORALIDAD DEL ACTO CONYUGAL 40.3 PARANGON CON EL RECURSO DE ANTICONCEPCIONISMO 40.4 MÉTODOS ILÍCITOS

40.5 INSTRUCCIÓN SOBRE EL RESPETO A LA VIDA HUMANA NACIENTE 40.6 LA CASTIDAD CONGUYAL 40.7 VALORES QUE PROMUEV E LA CASTIDAD CONYUGAL

41. EL MATRIMONIO ES INDISOLUBLE 230 41.1 PRIVILEGIO PAULINO

41.2 PRIVILEGIO PETRINO 41.3 DECLARACIÓN DE NULIDAD 41.4 DIVORCIO Y MATRIMONIO CIVIL 41.5 LA CELEBRACIÓN DEL MATRIMONIO SUPONE LA FE

41.6 INFORMACIÓN CANÓNICA 41.7 MATRIMONIOS MIXTOS 41.8 SITUACIONES IRREGULARES

41.8.1 Matrimonio a prueba

41.8.2 Uniones libre de hecho 41.8.3 Católicos unidos con mero matrimonio civil 41.8.4 Separados y divorciados no casados de nuevo 41.8.5 Divorciados casados de nuevo

41.8.6 Los privados de familia

VI. EL AMOROSO DOMINIO DE DIOS EN EL CAMPO DE LOS BIENES TERRENOS

42. LA JUSTICIA 240 42.1 DEFINICIÓN 42.2 HECHOS DE INJUSTICIA


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42.3 NOCIÓN DE JUSTICIA A PARTIR DE LA REVELACIÓN 42.4 NOCIÓN DE JUSTICIA 42.5 DIVISIÓN DE LA JUSTICIA

42.6 JUSTICIA Y CARIDAD 42.7 SIGNIIFICADO ÉTICO DE LOS DERECHOS HUMANOS 43. ECONOMÍA Y ÉTICA CRISTIANA: LOS BIENES MATERIALES 244

43.1 INTRODUCCIÓN 43.2 VALORACIÓN CRISTIANA DE LOS BIENES MATERIALES 43.3. ACTITUD EVANGÉLICA ANTE LOS BIENES ECONÓMICOS

43.4 PELIGRO DE LAS RIQUEZAS Y POBREZA EVANGÉLICA 43.5 DESTINO UNIVERSAL DE LOS BIENES

44. ALGUNOS CONTENIDOS DE LA JUSTICIA 249 44.1 DIMENSIONES DE LA JUSTICIA SOCIAL 44.2 RELACIONES DE LA JUSTICIA SOCIAL CON OTRAS FORMAS DE JUSTICIA

44.3 LA ECONOMÍA AL SERVICIO DE LAS NECESIDADES HUMANAS 44.4 RESPONSABILIDAD Y SUBSIDIARIDAD 44.5 SOLIDARIDAD: CARIDAD SOCIAL 44.6 PROPIEDAD PRIVADA Y DESTINO DE LOS BIENES DE LA TIERRA

44.7 TÍTULOS DE PROPIEDAD 44.8 PECADOS CONTRA LA PROPIEDAD AJENA 44.9 REPARACIÓN DE LA INJUSTICIA

45. BASES DE UN ORDEN ECONÓMICO 257 45.1 ORIENTACIONES DEL VATICANO II SOBRE EL ORDEN ECONÓMICO

45.2 VALORACIÓN ÉTICA DE LOS SISTEMAS ECONÓMICOS 45.3 REFORMA Y CAMBIO REVOLUCIONARIO DEL SISTEMA 45.4 EVANGELIO Y OPCIÓN DE CLASE 45.5 CRISTIANISMO Y SOCIALISMO

45.6 EVALUACIÓN HISTÓRICA DEL MARXISMO 45.7 CONCLUSIONES 46. ANALISIS ETICO DE ALGUNOS ASPECTOS DE ECONOMÍA 263

46.1 QUE ES EL TRABAJO 46.1.1 Valor moral 46.2 DEBERES Y DERECHOS EN RELACIÓN CON EL TRABAJO

46.2.1 Deber y derecho del trabajo 46.2.2 Condiciones humanas del trabajo 46.3 REMUNERACIÓN Y SALARIO JUSTO 46.3.1 Derecho sindical y recurso a la huelga

46.4 CONFLICTO ENTRE TRABAJO Y CAPITAL 46.5 LA EMPRESA Y SUS PROBLEMAS MORALES 46.6 NEOIMPERIALISMO Y NEOCOLONIALISMO

46.7 FORMA ÉTICA DE DESARROLLO ECONÓMICO 47. EL DINERO 271

47.1 MORALIDAD DEL DINERO 47.2 MORALIDAD DEL AHORRO


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47.3 MORALIDAD DEL COMERCIO Y SUS NEGOCIOS 47.4 LA MORALIDAD DE LA COMPRAVENTA Y OTROS CONTRATOS 47.5 MORALIDAD DEL CRÉDITO Y DEL INTERÉS

47.6 PRÉSTAMO DE DINERO A INTERÉS 47.7 EL PRECIO JUSTO 47.8 MORAL DE LOS IMPUESTOS

48. POLÍTICA Y ÉTICA CRISTIANA 274 48.1 RELACIÓN ENTRE POLÍTICA Y MORAL 48.2 SIGNIFICACIÓN CRISTIANA DE LA ACCIÓN POLÍTICA Y PLURALISMO

48.3 EL ESTADO Y SU FUNCIÓN 48.4 PRINCIPIOS ÉTICOS QUE REGULAN LA ACCIÓN POLÍTICA 48.5 EL PODER POLÍTICO Y LA DEMOCRACIA

48.6 ÉTICA DE LA CONFLICTIVIDAD Y LA VIOLENCIA 48.6.1 VALORACIÓN MORAL DE LA GUERRA

49. LA CONVIVENCIA INTERPERSONAL 278

49.1 MORAL DE LA VERDAD, FIDELIDADY EL HONOR BAJO EL SIGNO DEL AMOR 49.1.1 La verdad

49.1.2 La mentira 49.2 MORALIDAD DE LA FIDELIDAD Y EL SECRETO

49.2.1 La Fidelidad 49.2.2 El Secreto

49.3 MORALIDAD DEL HONOR Y LA FAMA 50. LA COMUNICACIÓN 283

50.1 MORAL DE LA INFORMACIÓN 50.2 VALORACION MORAL DEL ARTE 50.3 DERECHO A LA EDUCACIÓN

50.4 TAREAS MORALES EN EL CAMPO DE LA CULTURA

INTRODUCCIÓN La Exhortación Apostólica Postsinodal de su Santidad Juan Pablo II ―Pastores Dabo Vobis‖ nos regala un precioso tesoro digno de admirar y de imitar en la vida de vocación y llamado por parte de Dios a hombres que se interesan por Él; se trata de tres verbos que en este ambiente de estudio y preparación vienen como salidos del propio corazón de nuestro maestro, y que en definitiva consiste en eso, en BUSCAR – SEGUIR y PERMANCER. (PDV. No. 34).

Estos mismos tiene su raíz dentro del evangelio de San Juan (Jn. 1,39) cuando afirma de manera clara : ―Venid y lo veréis‖. Así, en estas palabras encontramos el significado de nuestra vocación. La Iglesia como comunidad de los discípulos de Jesús está llamada a fijar su mirada en este pasaje, que invita a buscar a ese maestro que dice ―Ven y sígueme‖ (Mt. 19,21), a seguirle y permanecer con Él.

Durante este tiempo de preparación, hemos intentado buscarlo en todos los aspectos de desarrollo personal y comunitario, y aún más, en el estudio de su palabra que grac ias a la Tradición se nos ha dado y en las enseñanzas que el mismo Magisterio de la Iglesia propone a los seguidores de la persona de Jesús. Enseñanzas que hemos adquirido


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durante este desarrollo progresivo intelectual y que de alguna forma hemos plasmado en esta Síntesis de Moral, resaltando nuestra comunión con lo que el Magisterio de la Iglesia pide a todo sacerdote.

A partir de estas premisas, no sólo le buscamos sino que le seguimos en adhesión plena y total a Él, para que permaneciendo junto con Él demos frutos de caridad para la vida del mundo, labor a la que todo ministro está llamado y obligado en razón de ministerio.

Agradecemos a nuestros formadores que pacientemente nos han sabido educar a ejemplo de Jesús con sus discípulos, a quienes enseñaba, corregía, y amaba. Por su labor ardua e insigne que en medio de las dificultades han sabido leer los signos de los tiempos para donarnos los elementos rectos y verdaderos para proclamar las ―Maravillas del Señor‖ (Hch. 2, 11) en la actual sociedad que busca su realización personal desechando las necesidades del otro, que en definitiva es Cristo.

Esperamos que el Espíritu Santo nos asista con sus dones y nos regale una conciencia verdadera, recta y cierta para tener, en este sagrario, nuestras citas a solas con Dios que a diario nos llama a buscarlo, seguirlo y permanecer en su verdad y en su amor.

V TEOLOGÍA 2009

I. MORAL FUNDAMENTAL

1. EL LLAMAMIENTO DE CRISTO (MORAL FUNDAMENTAL)

El ser humano descubre en su interior una llamada profunda al seguimiento, es Jesús

quien toma la iniciativa. El tema del seguimiento de Cristo se presenta con mucha importancia en la Biblia.

―Al seguimiento de Cristo por parte de Dios Padre es llamado todo hombre mediante la gracia del Espíritu Santo para buscar una respuesta que engendra y crea una comunión y una comunidad a imagen de la Sant ísima Trinidad: en este llamamiento

de Dios en Cristo radica el fundamento de la teología moral.‖1

―De Cristo nos viene la gracia y la llamada: ―No me habéis elegido vosotros a mí, yo

os he elegido a vosotros‖ (Jn 15,15)‖2.

La encíclica Veritatis Splendor afirma :―Seguir a Cristo es el fundamento esencial y

original de toda la moral cristiana pero dicho seguimiento va más allá de escuchar y cumplir un mandamiento, a la adhesión a l a persona misma de Jesús, compartir su

1 MUÑOZ, Jaime. Teología de la liberación y pecado. P.U.J., Bogotá, 2003 p. 50. 2 HÄRING, Bernhard, La ley de Cristo. Barcelona: Herder, T. 1, 1968 p.105.


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vida y su destino, participar de su obediencia libre y amorosa a la voluntad del Padre‖. Luego, el modo de actuar de Jesús y sus palabras, sus acciones y sus preceptos constituyen la regla moral de la vida cristiana.

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Dios llama al hombre y de este llamado se sigue la grandeza de la vocación de los fieles en Cristo, y la obligación que tienen de producir su fruto por la vida del mundo

en la caridad.4

La importancia de este llamado está en que. ―Dios quiere que todos los hombres se

salven y lleguen al conocimiento pleno de la verdad‖. 5

―La moral es pues la forma de llegar a Dios, siendo Cristo el camino a recorrer.

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Esta llamada se origina en la voluntad gratuita de Dios y en la relación de tipo personal que abarca a todo hombre. Cristo quiere invitarnos a vivir en comunión.

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―La reflexión teológico-moral de las últimas décadas no ha dejado de profundizar cada vez más en el misterio de Cristo como referente normativo primario para la vida moral del cristiano‖.

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1.1 LA MORAL COMO COMUNIÓN EN LA LLAMADA Y RESPUESTA

La base religiosa del quehacer humano es esencial y tiene un contenido preciso en la religión cristiana. Implica una moral de la llamada-respuesta, o del don-gratitud.

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Aquí se presenta una relación entre moral y religión:

La vida moral debe fluir enteramente de nuestra vida religiosa, o sea de nuestras

relaciones con Dios. No basta que la religión ofrezca al hombre la certeza de una sanción a su vida moral: La moralidad debe ser parte integrante de l a religión. Según esto cuanto más en consonancia esté la moral con las leyes estructurales de la

religión, cuanto más penetrada esté de esencia religiosa, tanto más valiosa será.10

La comunión personal con Dios es la única forma que tiene el hombre de entender su

propia religiosidad. ―En definitiva la moralidad y la religión deben tener un mismo

3 Cfr. Juan Pablo II. Carta Encíclica Veritatis Splendor. N. 19. 4 Cfr. Decreto Conciliar Optatam Totíus. N. 16.

5 Cfr. 1 Tm 2,4. 6 VIDAL, Marciano. Nueva Moral Fundamental: El hogar teológico de la ética. Bilbao: Desclée de Brouwer,

2000, p. 45. 7 Cfr. Concilio Vaticano II. Gaudium et Spes. N. 19.

8 VIDAL, Marciano. Nueva Moral. p. 123. 9 Cfr. Síntesis 2003. p. 5. 10 HÄRING, Bernhard, La ley de Cristo. p. 84.


16

centro: La comunión amorosa con Dios‖.11

La vida moral se presenta como la respuesta debida a las iniciativas gratuitas que el amor de Dios multiplica en favor del hombre.

12

―El contenido de la moral cristiana es la conformación con Cristo. Con esa profundidad hay que entender el Seguimiento de Jesús: Un proceso de

transformación interior, realizado por la gracia, que conduce a una forma de vida propia del discípulo o seguidor de Jesús‖.

13

El seguimiento de Jesús es una categoría teológica que expresa uno de los rasgos básicos de la existencia cristiana: Su necesaria referencia a Jesús de Nazareth a quien se confiesa como Cristo.

La vida moral cristiana se caracteriza, como uno de sus rasgos básicos, por ser la realización del seguimiento de Jesús en un tiempo histórico determinado y una

biografía concreta.14

El seguimiento de Jesús: camino de la moral cristiana. El seguimiento de Jesús consiste en vivir las mismas actitudes y praxis de amor de

Jesús en su historia concreta. No se trata hoy de imitar idénticamente cada una de las palabras y acciones del Hijo del hombre en el siglo I; es imposible, pero sí estamos convocados a captar y seguir sus actitudes e intensiones y, desde ellas, buscar

creativamente la construcción contemporánea del reino de Dios. 15

El seguimiento de Jesús no consiste en su imitación, ya que el cristiano no debe

―imitar‖ a Jesús, porque a la moral de Jesús le compete intrínsecamente su ubicac ión histórica.

16

1.1.1 MANDAMIENTOS Y LEYES ANTE LA ÉTICA DIALOGAL

Citando a Marciano Vidal:

―El centro, norma y finalidad de la Teología Moral cristiana es Cristo. Cristo en persona es la verdadera y auténtica ley del cristianismo, puesto que es Cristo su único Señor y salvador‖.

17

11 HÄRING, Bernhard, La ley de Cristo. p. 86.

12 Cfr. Veritatis Splendor N. 10. 13 Cfr. VIDAL, Marciano. Nueva Moral. p. 130. 14 Cfr. VIDAL, Marciano. Nueva Moral. pp. 130-131. 15 NOVOA, Carlos. El seguimiento histórico de Jesús según el espíritu. Formación de la conciencia moral.

Bogotá: Facultad de teología, Universidad Javeriana. pp. 78-80. 16 NOVOA, Carlos. El seguimiento histórico. p. 81. 17 VIDAL, Marciano. Nueva Moral. p. 127.


17

Los mandamientos encierran un carácter de respuesta, de diálogo amoroso, ellos Dios propone al hombre aquello que es bueno y a través de la aceptación de los

mismos, el hombre llega a la realización plena de su libertad.18

Los mandamientos y las leyes son y seguirán siendo ideas centrales de la moral

cristiana. La predicación de los mandamientos es teocéntrica y al mismo tiempo lleva el carácter de respuesta, de diálogo pues el mandamiento incluye una idea religiosa y el recto cumplimiento de esos mandamientos constituye nuestra obediente respuesta

de amor.19

La ética fundada sobre las leyes presenta plenamente el carácter dialogal de respuesta religiosa.

La comunión con Dios se expresa mediante mandamientos y leyes, que so n a la vez manifestación del amor con que Dios nos profesan y que concluyen y se explicitan en el mandamiento del amor. Los mandamientos encierran un carácter de respuesta. ―El

seguimiento de Jesucristo implica cumplir los mandamientos y los resume de una manera positiva: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.‖.

20 El hombre está invitado

desde que nace a un diálogo con Dios.21

Los mandamientos basados en el amor expresan la comunión con Dios: garantizan y promueven la libertad humana, por ningún motivo la anulan.

22

1.1.2 CIENCIAS AUXILIARES DE LA MORAL

El Concilio Vaticano II en su decreto Optatam Totius: No. 16 afirma que es necesario saber compaginar los conocimientos de las nuevas ciencias y doctrinas y de los

demás recientes descubrimientos con la moral cristiana.23

El diálogo con las ciencias humanas puede ser altamente beneficioso para la

Teología Moral.24

Se pueden establecer las siguientes relaciones:

18 Cfr. Veritatis Splendor. N. 34. 19 Cfr. HÄRING, Bernhard, La ley de Cristo. p. 84. 20 Catecismo de la Iglesia Católica. N. 2052. 21 Gaudium et Spes N. 19.

22 Cfr. HÄRING, Bernhard, La ley de Cristo. p. 81. 23 Gaudium et Spes. N. 62. 24 FLECHA, José Román. Teología Moral Fundamental. Madrid: BAC. 1999. p.16.


18

Con la Teología Pastoral: le ofrece el modo concreto de presentar las exigencias morales de cada época, el fin es el quehacer pastoral.

Con el Derecho Canónico: Fijas las normas de conducta del creyente en la Iglesia con el fin de regular los derechos y deberes en la comunidad eclesial.

Con la Eclesiología : Todo cristiano esta inserto en una comunidad eclesial.25

Con la Cristología : importancia del seguimiento de Cristo e implicación en la moral.

26

Con la Psicología : Ayuda a conocer la interioridad del hombre, los condicionamientos.

Con la Sociología y Psicología social : Han ayudado a comprender el hombre en su entorno cultural.

La pedagogía: invita a la moral a considerar el inmenso poder de la educación sobre la creación de actitudes humanas.

Con Trinidad: ayudara a la teología moral a articular sus reflexiones sobre la dignidad de la persona humana a partir de la fe en la Trinidad y unidad de Dios.

Con la Medicina : Analiza al hombre desde el punto de vista morfológico y fisiológico.

Con la Ecología : ayuda a la mejor valoración del medio ambiente.

Con la Filosofía : Descubre las diversas dimensiones del hombre y reconoce el verdadero sentido del pensamiento humano.

27

Las ciencias humanas ayudan a comprender al hombre, por ello la teología moral

debe recurrir a ellas a fin de conocer profundamente al hombre y así ayudarlo a conducirse de modo éticamente correcto conforme a su gran dignidad de persona.

28

25 Cfr. Síntesis 2003. p.8. 26 FLECHA, José. Teología Moral. p. 25. 27 FLECHA, José. Teología Moral. p.18. 28 FERNÁNDEZ, Aurelio. Compendio de Teología Moral. Madrid. 1995, p. 138.


19

2. MORAL DE ACTITUDES

2.1 LA CRISIS DE LA MORAL La crisis moral se especifica de acuerdo a los diversos contextos culturales de

continentes y de países o territorios particulares, también la orientación moral, se particulariza, conforme a situaciones muy concretas.

Se han presentado varias razones éticas para explicar el fenómeno de la crisis de los valores actuales. Es posible recoger tales apreciaciones en torno a tres ejes explicativos:

29

Inmoralidad: aumento del mal del hombre en el mundo.

Permisividad: Tolerancia ante las distintas formas de pensamiento hasta llegar a permitir la negación de los valores básicos, se confunde lo lícito con lo ético (legalismo, antitético).

Amoralidad: Rechazo a lo moral por una sociedad de consumo, desintegración,

manipulación de la palabra, constituye una de las causas más profundas.

2.1.1 Sociedad desmoralizada

En los últimos años se ha desarrollado y propuesto una enseñanza Moral Cristian a sobre los múltiples y diferentes ámbitos de la vida humana, para lo cual se hace necesario reflexionar sobre el conjunto de la enseñanza moral de la Iglesia con el fin

de recordar algunas verdades fundamentales de la doctrina de la Iglesia que en la actualidad corren el riesgo de ser deformadas o negadas.

30 Consecuencia de dudas

generadas por la pluralidad de objeciones suscitadas por otras ciencias actuales que

afectan al hombre moderno y a la sociedad en general.31

y que conllevan a una

29 Cfr. VIDAL, Marciano. Moral de Actitudes. Vol. 1, Madrid 1981. pp.. 33 a 38. 30 Veritatis, Splendor. N. 9. 31 Cfr MIFSUD, Tony. Moral fundamental ―Discernimiento Cristiano‖ Bogotá, 2002, p. 116.


20

discrepancia entre la respuesta tradicional de la Iglesia y algunas posiciones teológicas sobre cuestiones de máxima importancia.

Juan Pablo II en la Veritatis Splendor Nº 5, como respuesta ante la crisis moral expresa que es responsabilidad de la Iglesia: custodiar ―la sana doctrina‖ y mantener la intención de precisar algunos aspectos doctrinales que son decisivos para afrontar

la que sin duda constituya una verdadera crisis moral. ―Es preciso recordar algunas verdades fundamentales de la doctrina católica, que en

el contexto actual corren el riesgo de ser deformadas o negadas‖ En la base se encuentra el influjo de corrientes de pensamiento que terminan por erradicar la libertad humana de su relación con la verdad. Y así se rechaza la doctrina tradicional

sobre la ley natural, se consideran simplemente inaceptables algunas enseñanzas morales de la Iglesia y que el Magisterio no debe intervenir en cuestiones morales más que para ―exhortar a las conciencias‖ y ―proponer los valores‖ en los que cada

uno basará después autónomamente sus decisiones y opciones de vida‖.32

2.1.2 Sociedad en cambio

―El género humano se halla hoy en un periodo nuevo de su historia, caracterizado por cambios profundos y acelerados, que progresivamente se extienden por el mundo

entero. Los provoca el hombre con su inteligencia y su dinamismo creador; que luego recaen sobre el mismo hombre, tanto es así que se puede hablar de una verdadera metamorfosis social y cultural, que redunda también sobre la vida religiosa‖.

33

Ante los hechos que identifican la sociedad actual, la evangelización es el hecho más urgente, y exigente que la iglesia está llamada a afrontar desde su origen mismo; por

tanto no es una exigencia histórica que tienen su raíz en el mandamiento del Señor ―id por todo el mundo y proclamad la buena nueva a toda la creación‖ (Mc 16, 15).

El momento que estamos viviendo -al menos en no pocas sociedades-, es más bien el de un formidable desafío a la nueva evangelización, es decir al anuncio del evangelio siempre nuevo y siempre portador de novedad; una evangelización que

debe ser ―nueva en su ardor, en sus métodos, en su expresión‖.34

La descristianización que grava sobre los pueblos enteros y comunidades en otros

tiempos ricos de fe y vida cristiana, no comportan sólo la perdida de la fe o falta de relevancia para la vida, sino También y necesariamente una decadencia y oscurecimiento del sentido moral.

32 Veritatis, Splendor. N. 4. 33 Gaudium et Spes. N. 4. 34 PABLO VI. Exhortación post-sinodal: Evangelii Nuntiandi. N. 14.


21

La nueva evangelización comporta por tanto el anuncio y la propuesta mora de cambio en la perspectiva moral en la sociedad actual. Jesús mismo predica una llamada a la conversión y la fe (Mc 1, 15).

De la misma manera, y más aún, que para las verdades de fe, la nueva evangelización que propone los fundamentos y contenidos de la moral Cristiana

manifiesta su autenticidad y, al mismo tiempo, difunde toda su fuerza por medio del don de la palabra y también a través del testimonio de vida, es la vida de santidad que resplandece en tantos miembros del pueblo de Dios, la vida santa conduce así a

la plenitud de expresión y actuación (profeta, sacerdote y rey). Su vida moral posee el valor de un culto espiritual, (Rm l2,l; Cf. Flp 3,3) que nace y se alimenta de esa inagotable fuente de santidad y glorificación de Dios que son los sacramentos.

35

Temática Concilio Vaticano II. G.S. N. 7 y 8:

*El cambio de mentalidades y de estructuras plantea frecuentemente la revisión de todo lo que hasta ahora se consideraba un bien. *Las instituciones, leyes, modos de pensar y sentir, ya no parecen adaptarse bien al

actual estado de cosas. *En numerosas regiones la negación de Dios se encuentra no solo expresada en niveles filosóficos, también en la literatura, artes, interpretación de las ciencias

humanas e históricas, legislación civil.

Desequilibrios del mundo actual: Cambios Psicológicos, Morales y Religiosos * Rápida evolución de modo desordenado y con ella la conciencia moderna que

engendra contradicciones y desequilibrios. * Desequilibrio frecuent ísimo al interior de la persona. * Discrepancias en la familia debidas a presiones demográficas, económicas y

sociales o a los conflictos entre generaciones que se van dando al relevo y a nuevas formas de relación social entre hombre y mujer. * Discrepancias enormes entre las diversas razas y categorías sociales, ricos y

pobres, y en diversas naciones menos capaces y pobres.36

2.2 SITUACIÓN DE LA MORAL EN COLOMBIA

En nuestro continente Latinoamericano la moral no puede desentenderse de la situación de enorme y flagrante injusticia y de pobreza generalizada. En Colombia,

35 Veritatis, Splendor. N. 107. 36 Cfr. Gaudium et Spes. Números. 7-8.


22

además de todo esto, la Teología Moral debe ofrecer orientaciones iluminadoras para la llamada ―cultura de la violencia y de la muerte‖.

37

El Padre Carlos Novoa M. En su reflexión Colombia hoy: Un análisis ético, ―desarrolla una análisis teológico sobre la crisis moral que afecta los dive rsos campos de la vida nacional colombiana‖. Basándose en datos de los hechos de violencia que se

presentan en Colombia, hace un diagnóstico de lo que podemos llamar el ―ethos violento‖ y algunas de sus causas en Colombia. Propone suscitar dinamismos de conversión personal y social, que vayan fortaleciendo el crecimiento de la solidaridad

contra una visión muy individualista, promovida por la ideología neoliberal.38

Así lo denuncia la Iglesia tanto en Medellín como en Puebla y Santo Domingo y hoy

se vuelve a denunciar con preocupación y angustia. El dolor para la Iglesia ver la multitud de diferentes clases de personas sufriendo la miseria a sí como las diversas formas de exclusión social, étnico y cultural. Son personas humanas concretas he

irrepetibles que ven sus horizontes cada ves más cerrados y su dignidad desconocida.

39

Estas conferencias de Puebla y Santo Domingo que se aplican al hoy de Colombia como puede constatarse: ―la situación de extrema pobreza generalizada, adquiere la vida real rostros muy

concretos en los que deberíamos reconocer los rasgos sufrientes de Cristo, el Señor, que nos cuestiona e interpela: ―rostros de niños, golpeados por la pobreza desde antes de nacer...; los niños

vagos y muchas veces golpeados y explotados en nuestras ciudades; rostros de jóvenes...frustrados...por falta de oportunidades, de capacitación y ocupación; rostros de indígenas

y, con frecuencia, de afro-americanos, viviendo marginados y en situaciones inhumanas...; rostros de campesinos, que como grupo social viven relegados en casi todo nuestro continente...; rostros

de obreros frecuentemente mal retribuidos...; rostros de sub-empleados y desempleados, despedidos por las duras exigencias de crisis económicas y muchas veces, de modelos de desarrollo

que someten a los trabajadores y a sus familias a fríos cálculos económicos; rostros de marginados y hacinados humanos, con el doble impacto de la carencia de bienes materiales, frente a la

ostentación de la riqueza de otros sectores sociales. Así mismo, el documento de Aparecida, al analizar la situación social de América

Latina ilumina claramente la situación actual de Colombia y sus diversos

37 Revista Javeriana. p. 34. 38 Cfr. Revista Javeriana. pp. 4 y 33. 39 CONFERENCIA GENERAL DEL EPISCOPADO LATINOAMERICANO. Santo Domingo, 1690. N. 179.


23

sufrimientos. A este respecto afirma que un gran problema lo constituye la globalización, que condiciona la parte económica sobre las demás dimensiones que componen al ser humano. Esta absolutiza la eficacia y productividad propia del

hombre. Como consecuencia clara la tenemos al contemplar los rostros de quienes sufren. Entre ellos, indígenas, mujeres excluidas por su sexo, raz a, también los rostros de los jóvenes que reciben una educación de baja calidad, muchos pobres,

desempleados, desplazados, campesinos sin tierra y niños y niñas sometidos a la prostitución infantil.

40

Hoy en Colombia tampoco no podemos ser indiferentes ante estos rostros: Desfigurados por el hambre, consecuencia de la corrupción, de la inflación, de la

deuda externa y de las injusticias sociales. Los rostros desilusionados por los políticos, que prometen pero no cumplen. Falsos positivos.

Parapolítica y Farcpolítica. Los rostros humillados a causa de su propia cultura que no es respetada e incluso

despreciada.

Narcotráfico. Los rostros aterrorizados por la violencia diaria entre los grupos alzados en

armas, las autodefensas y el ejército. Violencia que cada día es más

indiscriminada. Y que sin lugar a dudas es la c risis más fuerte de la moral colombiana donde se ha perdido el valor de la vida y de la libertad, donde se vive el terrorismo y el secuestro.

Los rostros angustiados de los menores abandonados que caminan por las calles y duermen bajo los puentes.

Los rostros sufridos de las mujeres humilladas, despreciadas y explotadas.

Los rostros cansados de los desplazados por la violencia, que no han encontrado un lugar digno.

41

2.3 UNA MORAL RENOVADA

2.3.1 Renovación de la moral siglo XIX hasta el Vaticano II El hecho más significativo fue la difusión de la moral de San Alfonso María de Ligorio.

40 Cfr. V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe. Aparecida, Brasil, mayo

2007. Números. 61-65. 41 Cfr MIFSUD, Tony. Moral Fundamental, p. 122.


24

Los manuales de teología moral se inspiraron en el sistema alfonsiano. En

Alemania durante la segunda mitad de XVIII, se prepararon nuevos rasgos de

estudio, se busco dar un enfoque positivo de las obligaciones y de las virtudes. 1930 al 960 la reflexión moral experimenta la influencia del pensamiento de otras

disciplinas (la Psicología, la sociología. etc.).42

En el siglo XX la teología moral y católica ha tenido que escuchar :

- El desafió de la desmitologización. - El desafío del existencialismo: ética de situación, condicionantes e impedimentos de

la responsabilidad, fuentes de la moralidad. - El desafío del prometeísmo y secularismo: salvación y el sobrenatural.

- El desafío del ecumenismo.43

- La globalización.

2.3.2 La moral en el Concilio Vaticano II El Vaticano II ha sido un Concilio fecundo para la moral cristiana y para su estudio

sistemático, aportó orientaciones imprescindibles parta la vida práctica de los cristianos:

Una nueva conciencia,. Un nuevo énfasis sobre muchos temas morales Una nueva orientación metodológica para el estudio y elaboración de la moral

formulada.44

1. Una Nueva Conciencia

- Concepción antropológica, el hombre imagen de Dios. - Conciencia Cristocéntrica, el deber ético cristiano se resume en el testimonio de

Cristo: hacer aparecer al hombre como creado según Dios en justicia y santidad verdadera. - El comportamiento moral es definido como seguimiento del Cristo, maestro y

modelo de toda perfección humana. - Una conciencia Escatológica, como iglesia que se comprende peregrinante, que va anunciando y anticipando el Reino de Dios. (LG. 8)

42 Cfr. MIFSUD, pp. 99 – 101. 43 Cfr. FLECHA, Andrés José Román. Moral Fundamental. p. 62. 44 Cfr. FLECHA, Andrés José Román. Moral Fundamental. p. 63.


25

2. Nuevo Acento sobre los Temas Morales *Atención a la dignidad del hombre creado a imagen de Dios.

*Énfasis sobre la conciencia como núcleo más sagrado del hombre. *Exigencia del bien común que realza la dignidad y respeto debido a toda persona.

45

3. Nueva Metodología 1.Fundamento en una antropología religiosa completa.

2.Sensibilidad hacia el cambio sociopolítico y familiar. 3.Perspectiva ecuménica en la búsqueda de verdades de moral. 4.Concepción de la vida moral como una unidad basada en el amor de Cristo.

5.Orientación pastoral de la teología. 6.Libertad de investigación y expresión. 7.Competencia de los laicos frente a decisiones éticas.

8.Carácter vocacional de la moralidad cristiana.46

El Concilio Vaticano II en la O.T. (Decreto sobre la formación sacerdotal ) se pronuncia

a favor de una renovación de la moral. Declara una renovación para las demás disciplinas. Se preocupa por un especial cuidado en perfeccionar la Teología Moral, cuya exposición científica nutrida con mayor intensidad por la doctrina de la Sa grada

Escritura, deberá mostrar la excelencia de la vocación de los fieles, y su obligación de dar frutos de caridad para el mundo.

47

Los teólogos guardando los métodos y las exigencias propias de la ciencia sagrada, están invitados siempre a buscar un modo más apropiado de comunicar la doctrina a los hombres de la época. El concilio expresa el deseo de la Iglesia de acompañar al

hombre moderno en sus búsquedas más profundas, pero es consciente que ante los problemas nuevos es a veces muy difícil dar una respuesta satisfactoria.

Igual que para la teología europea, la realización del concilio Vaticano II marcó un Hito fundamental, aun cuando la Iglesia latinoamericana haya sido considerada la Iglesia del silencio. Sin embargo, en el momento desarrollar y apl icar la doctrina de

este concilio, en la Iglesia del silencio se despertó una gran creatividad teológica. La Iglesia latinoamericana se descubre en su devenir y actuar, ante una serie de desafíos pastorales en el campo moral.

48

* Después del Concilio Vat. II: Se da una renovación moral en los diferentes aspectos:

45 Cfr. FLECHA, Andrés José Román. Moral Fundamental. p. 67.

46 Cfr. FLECHA, Andrés José Román. Moral Fundamental. p. 69. 47 Cfr. Optatam Totius. N. 16. 48 Cfr. MUÑOZ Jaime, P. Teología de la liberación y pecado. p. 414.


26

Se crean institutos de Teología moral.

Se publican nuevos documentos de la Iglesia relacionados con la moral.

Se da apertura para publicación de revistas especializadas.

Nuevo Código de Derecho canónico (1983).

Se crean asociaciones de moralistas.

2.3.3. Una moral renovada

Marciano Vidal en la moral de actitudes I, p. 120- 124. nos presenta los ejes fundamentales de una ética Cristiana, teniendo como fundamento la acción trinitaria.

1. Una moral centrada en la persona de Jesús, La vida moral es entendida como una respuesta histórica al Dios quien irrumpe en la histórica individual y colectiva,

invitando a asumir la causa de su hijo. 2. Una moral abierta al Espíritu ya su presencia en la historia. Alejada de una moral

juridicista que mata al espíritu en nombre del Señor (2 Cor 3,6; Rm 7,6) se reconoce que el autor de la vida cristiana es el espíritu de Cristo Resucitado; es El quien obra la transformación en las personas y las fortalece en el discernimiento.

3. Una moral que invita a la conversión. Sin negar la realidad trágica del pecado, es preciso dirigirse hacia el deseo de cambio que anida en el corazón de las personas.

4. Una moral centrada en la persona humana, porque su finalidad es la liberación integral de la persona en búsqueda de su autentica humanización.

5. Una moral que sitúa la persona en la situación concreta, por que reconoce la importancia de los condicionamientos históricos.

6. Una moral que reconoce la responsabilidad humana frente a las estructuras como también la influencia de estas sobre los individuos.

7. Una desprivatización de la moral, tanto en su enfoque como en su contenido. 8. Una Moral desde la situación concreta. Es evidente que los valores Cristian os son

universales, pero su vivencia concreta depende de la coyuntura en la cual se está inserto.

49

49 Cfr. VIDAL, Marciano. Moral de actitudes. T. I p. 12 – 124. MIFSUD. Moral Fundamental, p. 120.


27

3. FUNDAMENTACIÓN DE LA ETICA CRISTIANA 3.1 INTRODUCCIÓN

Antes de analizar la ética Cristiana es necesario aludir a un conjunto de presupuestos que condicionan el planteamiento. La relación entre religión y ética; fe cristiana y

ética; especificidad e identidad, el horizonte humano.50

Religión y ética: La ética Cristiana es la ética religiosa. El compromiso moral de los

cristianos tiene su último fundamento en la Trascendencia. 3.1.1 Posturas extremas:

51

a) Negación de la moral autónoma: Han existido muchas posturas que niegan la validez de una moral autónoma, es decir, sin referencia directa y explicita a la

trascendencia. Vacían el sentido de la ética natural.

50 VIDAL, Marciano. Moral Fundamental. T. I p. 135. 51 VIDAL, Marciano. Moral Fundamental. T. I pp. 138-140


28

1.El voluntarismo de Ockam, la modalidad radica en ―la voluntad‖ de Dios; una voluntad incondicionada y absoluta. Bueno es lo que Dios prescribe y malo lo que Dios prohíbe.

2.El calvinismo, el contenido de la moral es determinado preceptivamente por Dios,

que nos dice lo que hemos de hacer y lo hemos de omitir.

3.La posición de Maritain, opina que la ética natural ―no es más que un esbozo o una

incoación de ciencia o un conjunto de materiales filosóficos preparados para la

ciencia‖. Dice que es necesario una ―subalternación‖ de la filosofía moral a la tecnología. Se trata, ―no de una vinculación principal, sino terminal, no de un preceder, sino de un ―abrirse‖; la ética no depende de la teología (rebelada), sino

que se abre a la religión‖. 4.Agustinismo, tendencia a absorber lo humano en lo cristiano.

b) Negación de la moral religiosa : Extremo inauténtico, elimina toda la dimensión de trascendencia en la moral de la persona, Es un afán ético el que postura la

eliminación de Dios, detona trascendencia y de toda forma religiosa. Postura auténtica: La posición que admite la doble afirmación es posible una moral

plenamente autónoma y una moral religiosa y acepten un mínimo de valores. 1.Coherencia de la moral religiosa: Admitir la apertura a la Trascendencia, el

hombre está ordenado a Dios; como un fin – en - sí. 2.Coherencia de la moral religiosa: No existe una conexión absolutamente necesaria

de la ética con la religión. Puede darse y de hecho se dan formas válidas de

moral vivida y formulada sin referencia a Dios o a la trascendencia. 3.Relación entre moral religiosa y no religiosa:―Toda existencia bien compuesta y

templada tiene que ser, a par, religiosa y moral. El esfuerzo ético, rectamente

cumplido, se abre necesariamente a la religiosidad, terminada por desembocar en ella. Y por su parte la actitud religiosa eficaz fructifica en acción moral; en buenas obras‖.

* La relación entre el orden religioso y el orden ético no ha de ser planteado ni en términos de deísmo ni en términos de ateismo. Es necesario aceptar la diferencia y

la originalidad así como la compatibilidad de los dos niveles: axiológico y ontológico. * La moral religiosa, concretamente la c ristiana, acepta y apoya la coherencia de la

ética auténticamente humana; el valor absoluto de el hombre, base de la ética no religiosa, es afirmado también por la religión.

* La ética religiosa, reconoce la posibilidad y la funcionalidad real de la moral


29

religiosa, sabiendo que la praxis ética tiene capacidad de asumir las connotaciones de la ―simbólica religiosa‖ sin perder su autonomía.

52

3.1.2 Postura Auténtica Fe cristiana y ética: La ética cristiana es sin duda su conexión con la actitud religiosa

creyente. La relación entre fe y ética puede ser analizada desde diversas perspectivas:

1.Articulación de fe y ética en la existencia cristiana: La ética es para el cristiano la necesaria mediación práctica en la fe.

Moral vivida: El empeño ético de la fe y sus mediaciones. El creer no es reducible al empeño ético. Para un cristiano no tiene sentido ni el ―moralismo‖ vaciado y vaciador de lo religioso ni el ‖supranaturalismo‖

vaciado y vaciador de lo moral. El valor moral esta presente de una manera especial en todos los demás valores sin privarlos de su autonomía y peculiaridad.

Moral formulada: La reflexión teológico – moral y sus mediaciones. La reflexión teológico – moral no puede realizarse dentro de los limites auto

justificantes de un ―positivismo bíblico‖ (al estilo barthiano) a de un ―positivismo dogmático‖.

53

El problema de la articulación de fe y ética, en la existencia del creyente radica en el sentido y la función de las mediaciones en que se expresa y autentifica el dinamismo del creer. Si ―el creer es comprometerse‖, el compromiso de la fe sólo es posible a

través de las mediaciones éticas. Influjo de la fe en la ética: El cristianismo no es una religión moral. Al cristianismo no

le pertenece esencialmente la dimensión moral. La fe cristiana consiste e aceptar a Jesús como la revelación definitiva, confesarlo como Cristo, celebrarlo mediante los signos de la fe y comunicarlo a los demás. El cristianismo le corresponde como

elemento integrante el compromiso ético.54

3.2 ESPECIALIDAD DE LA ÉTICA CRISTIANA

Un presupuesto inevitable para la adecuada fundamentación de la ética cristiana. 3.2.1 La pregunta y su contexto

52 VIDAL, Marciano. Moral Fundamental. T. I p. 140-147. 53 VIDAL, Marciano. Moral Fundamental. T. I pp. 148-151. 54 VIDAL, Marciano. Moral Fundamental. T. I pp. 151-153.


30

a) Pregunta permanente en la historia de la moral: 1) En la época patrística, el cristianismo realizó un encuentro decisivo con la

cultura grecorromana.

2) La reflexión teológica de la Edad Media acometió con valentía y profundidad el

problema de la integración del ―orden de la gracia‖ y el ―orden de la

naturaleza‖.

3) La época modera, los protestantes encuentran en la enseñanza de los padres

en la reforma una seria reivindicación de la originalidad ética cristiana: negando el valor normativo de la razón y rechazando la moral basada en la ―ley natural‖, proclaman la fuerza relativa de la palabra de Dios sintetizada en

cristo justificador de cada creyente.

b) Radicalización de la pregunta e el momento actual:

1) El proceso de secularización de la cultura occidental a traído consigo una mayor conciencia de la autonomía de lo humano.

2) La incidencia de la Iglesia en la realidad social se encuentra con radical interrogante.

3) La ética cristiana ha ido unida muchas veces a la cuestión sobre la competencial del Magisterio eclesiástico en moral.

4) El significado real de la salvación cristiana. 5) Normas éticas de la Biblia a sido también un estimulo para considerar la

aportación específica de la moral cristiana. 6) El hecho de que el cristiano tenga que vivir en una sociedad abierta le obliga a

definir su identidad a la hora del compromiso. Los factores apuntados indican que la pregunta sobre la especificidad de la ética cristiana, pregunta permanente en la historia de la Moral, se encuentra radicalizada en el

momento actual.55

3.2.2 Balance de una discusión:

a) Opiniones y autores más representativos

1) XXVII Semana de Intelectuales Católicas Franceses (1966). J. Lacroix Para él, la moral humana es una moral auténtica; el crist ianismo no aporta un

55 VIDAL, Marciano. Moral Fundamental. T. I pp. 153-157.


31

contenido moral propio pero tiene una repropulsión en la existencia ética de el creyente.

2) Reunión De La ―Societas Ethica‖ (1966). Para Lacroix. Especifico de la ética cristiana no esta en el elemento ―material‖ reside propiamente en el ámbito de ―motivaciones‖.

3) II Congreso de los Moralistas Franceses (1969). En relación con el

pensamiento de Santo Tomas. Aubert afirma la ―identificación material‖ entre

las exigencias morales y cristianas y las percibidas por la razón. 4) Postura de J. Fuchs (1970). La especialidad de la moral cristiana a tenido

mucha importancia y amplia difusión, entre los moralistas católicos. Lo propio de la ética cristiana se coloca en lo ―trascendental‖ y consiste en la ―intencionalidad cristiana‖.

56

3.2.3 Horizonte humano para la ética cristiana: No existe fe auténtica sin la mediación de la ética y no existe ética cristiana sin la trasformación humana.

57

3.2.4 Presupuesto y exigencia del compromiso ético: Entendemos por autonomía la estructura de la realidad humana en cuanto tiene capacidad para ser y para actuar

como sujeto, proclamar la autonomía es proclamar el ‖rescate del sujeto humano‖. La autonomía de la vida humana ha sido y es afirmada desde diversas perspectivas intrahistóricas.

58

a) La Persistente Actitud ―Sofista‖: Puede ser considerada como un deseo de

autonomía.

b) La ―razón ilustrada‖: A lo largo de la historia occidental un factor de constante

elevación autónoma. La autonomía se apoya y se realiza a través d los

movimientos de la razón humana. c) El ―giro antropológico‖: ―Forma trascendental de pensamiento‖.

d) La crítica revolucionaria: El rescate del sujeto real a través de la crítica

revolucionaria también ha sido y sigue siendo el notable factor de la autonomía

humana. e) La autonomía frente lo religioso: Falsas conexiones o ataduras de lo humano con

lo religioso.

f) La hermenéutica freudiana: A elevado la exigencia de autonomía humana a sido el

56 VIDAL, Marciano. Moral Fundamental. T. I pp. 157-159. 57 VIDAL, Marciano. Moral Fundamental. T. I p. 165. 58 VIDAL, Marciano. Moral Fundamental. T. I p. 166.


32

psicoanálisis y las corrientes psicológicas posfreudianas. g) La pedagogía conscientizadora: Un elemento que entran que en todos los aspectos

enumerados.59

3.3 ACLARACIÓN DE TÉRMINOS

Ética Religiosa: comportamiento del hombre referido a la trascendencia. Ética Civil: Ética humana; basada en la conciencia ética de la humanidad.

60

Ética Cristiana: fuente común con la religiosa. Dios escribe su ley en cada conciencia. Admite la apertura a la trascendencia.

61

3.4 FUNDAMENTACIONES INSUFICIENTES DE LA ÉTICA CRISTIANA El obrar moral de los cristianos ha expuesto a múltiples desviaciones, formas

incorrectas de vivencia moral.62

3.4.1 “Heteronomía‖: Heteronomía lo entendemos, como es natural, dentro del

contexto ético. Una fundamentación heterónoma de la moralidad es la que pretende justificar los valores morales por una realidad extraña a la persona. Fundamentación heterónoma sea todo intento de apoyar los valores en una realidad extrema a la

misma persona.63

a) (=tabú): La mentalidad ética de los llamados pueblo primitivos. Tabú se

emplea para asignar una realidad, cuyo uso o contacto esta prohibido al hombre. Tiene un carácter ciego u opaco, una mentalidad maléfica, su violación implica sanciones inmediatas de orden mágico y religioso;

condiciones a personas que están implicadas. b) ―Mito‖:Constituyen una forma de ver la realidad. El hombre proyecta en ellos

toda la experiencia de su vivir; de su vivir social, de su relaciona con el cosmos y de su relación con divinidad. Los mitos pueden ayudar a construir los constitutivos éticos del hombre.

c) Obligación extrínseca: Las éticas voluntarísticas se construyen y se expresa a

través de la obligación extrínseca al valor moral, proyecto en la voluntad

distinta del sujeto la realidad del valor ético.

59 VIDAL, Marciano. Moral Fundamental. T. I p. 166-170. 60 VIDAL, Marciano. Moral Fundamental. T. I p. 132ss.

61 VIDAL, Marciano. Moral Fundamental. T. I p. 140. 62 VIDAL, Marciano. Moral Fundamental. T. I p. 177. 63 VIDAL, Marciano. Moral Fundamental. T. I pp. 178-179.


33

d) Establecido: La ética, para ser propiamente científica, debe quedar reducida a una ciencia descriptiva de las costumbres morales. La conformidad social y, concretamente estructura social, es la fundamentación de la eticidad.

e) Utilidad: Se apoya sobre el sentido funcionalista de la vida moral. La moral

coincide en entender la vida moral en cuanto proporcionan otra realidad.

f) Infantilización: Los compromisos éticos impuestos con criterio de Heteronomía.

No alcanza otros grados mínimos de adultés, que posibilita a cada uno de los

miembros ser sujeto d su propia vocación.64

Modelos éticos basados en la ―naturaleza humana normati va‖: Las exigencias

morales de los creyentes han quedado plasmadas a través de unos modelos que giran en torno a el concepto clave de ―naturaleza humana normativa‖. Los avances científicos, la comprensión nueva del hombre, el diálogo ecuménico han obligad o a

repensar el concepto de naturaleza humana normativa.65

a)―ley natural‖: El concepto de la ―ratio‖ y de la ―lex naturae‖ como instancias

reguladora de la moral int rodujeron un elemento importante de humanización

y secularización.66

Es la misma conciencia del género humano, humano la que proclama cada día con mayor firmeza estos principios.

67

3.4.2 Moral de tipo autónomo: Si por autonomía entendemos que las cosas y as sociedades tienen sus propias leyes y su propio valor, y que el hombre debe irlas conociendo, empleando y sistematizando paulatinamente, es absolutamente

legítima, esa exigencia de autonomía que no sólo reclama los hombres de nuestro tiempo, sino que responde además a la voluntad de el creador. El cual, por el hombre mismo de la creación dio a las cosas una propia firmeza, verdad, bondad

propias leyes y orden que el hombre esta obligado a respetar, reconociendo el método propio de cada una de las ciencias o artes. Quiere decir que la realidad creada no depende de Dios y que Dios puede disponer de todo sin referencia del

creador, no hay ni uno sólo de los que admite la existencia de Dios, que no vea la falsedad envuelta en tales palabras.

68

3.4.3 Teonomía Participada: La verdadera autonomía moral del hombre no significa en absoluto el rechazo, sino la aceptación de la ley moral, del mandato de Dios. La libertad del hombre y la ley de Dios se encuentran y están llamadas a compenetrasen

entre s í, en el sentido libre de la libre obediencia del hombre a Dios y de la gratuita benevolencia de Dios a el hombre. Teonomía participada, porque la libre obediencia

64 VIDAL, Marciano. Moral Fundamental. T. I pp. 179-187. 65 VIDAL, Marciano. Moral Fundamental. T. I pp. 187-188.

66 VIDAL, Marciano. Moral Fundamental. T. I p. 188. 67 Gaudium et Spes. N. 79. 68 Gaudium et Spes. N. 36.


34

de el hombre, a la ley de Dios implica afectivamente que la razón y la voluntad humana participa de la sabiduría y de la providencia de Dios. El hombre en su tender hacia Dios, debe libremente hacer el bien evitando el mal. Pero para esto el debe

saber que es lo bueno y lo malo, y esto lo realiza gracias a la luz de la razón natural, reflejo en el hombre del esplendor del rostro mismo de Dios.

La norma suprema de la vida humana es la misma ley divina, eterna, objetiva y universal por la cual Dios ordena, dirige y gobierna el mundo y os caminos humanos mediante su amor y designio de sabiduría. Dios mismo hace al hombre partícipe de

esta ley que es suya, as í, el hombre, según la providencia de Dios lo ha dispuesto, puede reconocer cada vez más la verdad inmutable y eterna.

69

3.5 FUNDAMENTACIÓN CRÍTICA DE LA ÉTICIDAD CRISTIANA Planteamientos actuales: La fundamentación crítica de la ética cristiana ocupa un

puesto de primera distancia en la escala de los intereses de los moralistas actuales.70

3.5.1 Los factores religiosos: Ante la situación de penuria religiosa en la que quedó

reducida la moral casuísta católica y la moral racionalista protestante surgió una fuente creyente de actores católicos y protestantes que t rataron revitalizar la ética cristiana insistiendo factores religiosos que están a la base del compromiso moral del

creyente. Se pretendió fundamental las bases estrictamente religiosas. La manera de fundamentar la moral y la siguiente utilización de la categoría de la incondicional como categoría global para expresar la estructura interna de la ética cristiana nos

parece sumamente critica como para desempeñar la función de fundamentación y justificación de ethos cristiano. La moral cristiana es ética teológica y en cuanto tal requiere para su justificación la variación estrictamente teológica.

71

3.5.2 Fundamentación de la ética teológica, Factores Humanos: - En la ―autonomía teónoma‖- : Los intentos más serios en la fundamentación de la ética

teológica son los que, aceptando como presupuesto imprescindible la autonomía de la razón ética, tratan de justificar una estructura teónoma de la ética que no impida la autonomía moral sino que la apoye y la favorezca. El punto de arranque de esta

comprensión de la moral cristiana es aceptar el orden humano con su normatividad consistente y autónoma.

72

3.5.3 Modelo de Autonomía y Teonomía : ―autonomía teónoma‖:Es el esquema mas adecuado para formular críticamente el significado y la función de la ética teológica. Formula gramatical del sustantivo, alude a la mediación antropológica de la

69 Cfr. Veritatis Splendor. Números. 41-43.

70 VIDAL, Marciano. Moral Fundamental. T. I p. 196. 71 VIDAL, Marciano. Moral Fundamental. T. I pp. 198-204. 72 VIDAL, Marciano. Moral Fundamental. T. I pp. 209-211.


35

autonomía que sirve la teología para formular los ethos cristianos. Teónomo, expresando con la formula gramatical de el sujeto, indica la dimensión propia y especifica de la fe en la configuración de el modelo teológico – moral.

73

a) Autónomo: El Personalismo Ético: El hombre siempre pensamos en el sujeto real

concreto rescatado para teología – es el fundamento y la meta de todo quehacer

moral.

1.La Alteridad Ética: La alteridad no impide rescatar el sujeto real concreto para la moral

cristiana. Nos pone en la pista de la apertura d el personalismo hacia la mediación político. 2.La Mediación Política De La Ética: No deja de ser una moral personalista y una

moral de la alteridad. Así como la mediación política corrige los desviacionismos del personalismos individualistas y de la alteridad auto gratificante, también se siente ella internamente aletada y corregida por el personalismo y la alteridad.

74

b) Teónomo: La ética cristiana es una moral religiosa; no puede ser reducida a una ética

puramente intramundana.

1)―La referencia normativa‖: El ethos cristianos debe ser racionalizado no en el momento

en que la instancia comunitaria de los creyentes ―reflexiona‖ o se encierra entre ell a

misma, sino en el momento en que se abre a una creatividad intramundana. 2)―Cristonomía‖: El ethos de los creyentes cristianos tienen sentido por la referencia a

Cristo.

3)―Teonomía‖: El ethos cristiano es vivido y proclamado como un ethos religioso, en referencia necesaria a Dios.

3.6 ESPECIFICIDAD DE LA ÉTICA CRISTIANA

1. Jesús De Nazareth: El se inserta plenamente, se encarna en una naturaleza humana,

en una sociedad y en una cultura que ya eran humanas y humanizadoras antes de su advenimiento y epifanía.

75

2. La gracia: no destruye la naturaleza, ni la redención aniquila la creación, ni la comunión eclesial invalida la sociedad de todos los intentos comunitarios al modo como la revelación histórica no niega ni valida la posibilidad del entendimiento para encender

de alguna manera al misterio de Dios.

3. Autonomía. La obligada referencia al dato antropológico, a la vedad ontológica de el

73 VIDAL, Marciano. Moral Fundamental. T. I p. 213. 74 VIDAL, Marciano. Moral Fundamental. T. I pp. 213-223. 75 FLECHA, Román. Teología Moral. p. 136.


36

ser humano.76

4.Teonomía. Reconoce en el dato antropológico un don creacional.77

5. El hombre. Es causa de sí mismo. Pero lo es como criatura e imagen de Dios.

6. Oferta de el amor. La oferta y el término de algunos valores que la revelación cristiana puede hacer parecer como nuevos e insospechados.

7. Forma cosmovisión. La oferta y el testimonio, insistimos, no la condena previa d e otros sistemas morales, ni la altanería ante sus fallos y fracasos.

8.Moral religioso – dialogal. Dios – Hombre, en Cristo, por el Espíritu Santo.78

9.Comunión – responsabilidad. Ante Dios y los hombres.79

10.Praxis. Mediación entre fe y ética.

80

11. Interdisciplinariedad. Dimensiones humanas y divinas opuestas.81

12.Materia. (Contenido). Comunes a la ética religiosa.

13.Exigencias del amor. ―Amad como yo os he amado‖.

14.Se expresa en el horizonte humano. En el cual se da.

15.Secularizad. Forma existencial del hombre hoy, es diferente de secularismo. Es un

reto; ¿qué hace conocer.82

16.Se fundamenta en la Biblia. Antiguo y Nuevo testamento: Jesucristo.

76 Veritatis Splendor. N. 41. 77 FLECHA, Román. Teología Moral. pp. 137-138. 78 HORTELANO, Antonio. Problemas Actuales de la Moral, pp. 207 – 208. 79 HÄRING, Bernhard, La ley de Cristo. pp.105 – 106.

80 VIDAL, Marciano. Moral Fundamental. T. I p. 147. 81 FUSCHS, J. Existe una moral Cristiana. pp. 14 – 20. 82 Gaudium et Spes. Números.19,22,36.


37

4. EL HOMBRE INTEGRAL SUJETO DEL COMPORTAMIENTO MORAL

El Hombre es una esencia abierta a la realidad como t al y no puede por menos de

buscar esa apertura mediante la apropiación de posibilidades, por eso el hombre es constitutivamente moral.

83

―Para ilustrar el misterio del hombre y para ayudar a descubrir la solución de los principales problemas de nuestro tiempo pretendí hablar a todos bajo la luz de Cristo, imagen de Dios invisible, primogénito de toda la creación‖ (Cfr. Col 1,15; GS 10b)

84

En otro tiempo la eticidad, la racionalidad y la libertad se le suponía al ser humano. Lo único que quedaba por delimitar era el entramado de sus actos libre y su posterior

ajuste a las normas morales para que el comportamiento pudiera ser calificado como justo y moralmente bueno o malo.

En nuestros días, el análisis de la instancia antropológica de la moralidad, es deci r, el comportamiento de las normas, ha de preceder a las reflexiones sobre los elementos formantes de tal comportamiento y, a su vez, ha de ser precedido por unas

consideraciones sobre la misma normabilidad de ese comportamiento pretendidamente responsable.

85

4.1 EL HOMBRE UNIDAD TOTALIZANTE El hombre es creado a imagen de Dios y por tanto es un se integral en donde se

encuentra una unidad totalizante entre alma y cuerpo que es la persona. Al hablar de Persona entonces nos encontramos frente a un ser pe rsonal, que posee ciertas estructuras y propiedades. Se convierte as í en el sujeto del comportamiento moral.

Según Marciano Vidal el sujeto del obrar moral es el hombre integral, principal y fundamental estructura moral.

86

Se ha constatado en la reflexión moral antecedente la perspectiva dualista del hombre que consiste en la división ―alma‖, ―cuerpo‖, realidades separadas que han justificado diversas apreciaciones morales, sacramentales y escatológicas.

87

―El análisis antropológico del comportamiento moral debe ser sometido a una ampliación, a una consideración más totalizante‖. Constitutiva y funcionalmente.

El primer punto de ampliación consiste en pasar de una consideración reduccionista

83 FLECHA, Román. Teología moral. p. 170. 84 Gaudium et Spes. N. 10b.

85 FLECHA, Román. Teología moral. p. 158. 86 VIDAL, Marciano. Moral de Actitudes. T. I pp. 139- 140. 87 Cfr. VIDAL, Marciano. Moral de Actitudes. T. I p. 245.


38

del acto humano a una consideración más totalizante de comportamiento y es así como el carácter, los hábitos y los actos forman la unidad del comportamiento humano. ―Antes que singularidad de actos, la vida moral es un acto organizado‖.

88

Es así como del paso de la consideración del ―comportamiento‖ es necesario pasar a la consideración del ―hombre integral‖, en donde se sustenta ese comportamiento. De suerte que pueda formularse la antropología moral desde una consideración inicial del

hombre como sujeto total de la vida moral.89

El sujeto moral es todo el hombre, él se expresa en su comportamiento, no como

compuesto sino como unidad, así existen factores que influyen pero no se puede perder la unidad de todo comportamiento.

90

La afirmación de que el hombre es unidad totalizante no quita la diversidad de aspectos que pueden integrar el comportamiento humano:

Son aspectos o dimensiones que es necesario ver en todo comportamiento humano. En los comportamientos concretos podemos advertir prevalencia de una u otra

dimensión. Pero lo que no se puede perder es la unidad personal de todo comportamiento.

91

4.2 EL HOMBRE “UNA INTELIGENCIA SENTIENTE” El hombre es un ser ―vivo‖: Las características del ser vivo se realizan plenamente en

el hombre, ello se expresa en la independencia respecto al medio y en un cierto control sobre el medio. Ser vivo significa tener autonomía y adaptarse en relación continua con el medio.

92

El ―bíos‖ humano es una originalidad: Existen diferencias abismales entre el hombre y los demás seres vivos. Estas diferencias hacen del hombre un ser dominante

88 VIDAL, Marciano. Moral de Actitudes. T. I p. 241. 89 Cfr. VIDAL, Marciano. Moral de Actitudes. T. I p. 242.

90 Cfr. MESA RUIZ, Carlos Germán. Moral Cristiana. Instituto Universitario Juan de Castellanos, p. 43. 91 VIDAL, Marciano. Moral de Actitudes. T. I p. 245. 92 Cfr. VIDAL, Marciano. Moral de Actitudes. T. I p. 246.


39

respecto a los demás seres que pueblan la tierra. El ―inteligir‖ como modalidad biológica humana: la propia biología coloca al hombre en

el trance de ―inteligir‖. La vida del hombre es biológicamente mas completa que la del animal y es así como la función del hombre es inteligir realidades.

93

En palabras de Ignacio Ellacuría expresaré una síntesis del planteamiento filosófico que acuñó el término ―inteligencia Sentiente‖ y su significado:

El neologismo inteligencia ―Sentiente‖ se ha acuñado para expresar sin vacilaciones ni ambigüedades el carácter Sentiente de la inteligencia. Pero ha de entenderse adecuadamente, porque esconde el meollo del planteamiento Zubiriano. No significa

en primer lugar, que la inteligencia esté indisoluble, permanente y estruc turalmente entrelazada con el sentimiento. Sentiente no hace referencia inmediata al sentimiento, sino más radicalmente a los sentidos, a la sensibilidad. Ciertamente la inteligencia

está estrechísimamente ligada al sentimiento, as í como a la capacidad de opción y a la capacidad de acción o de respuesta.

94

4.3 EL HOMBRE UNA ESTRUCTURA PERSONAL Por estructura entendemos la manera en la que las diferentes artes de un conjunto

concreto o abstracto, están dispuestas entre sí y son solidarias y solo adquieren sentido en relación el conjunto.

4.3.1 La Estructura del ser personal: La estructura personal es el primer aspecto que debemos considerar y se puede describir así:

95

* Conformación: Son los elementos de su constitución y no están caóticamente mezclados. Una realidad conformada es aquella en la cual cada uno de sus elementos subsiste desde el todo y el todo subsiste desde los elementos.

* Individualidad: Es individual en cuanto que es él y no otro.

* Personeidad: Designa la conformación de la individualidad viva en cuanto determinada por el espíritu, es decir, lleva consigo la interioridad, la autoconciencia y la autoposesión.

4.3.2 PROPIEDADES DEL SER PERSONAL

96

93 Cfr. VIDAL, Marciano. Moral de Actitudes. T. I p. 246.

94 Cfr. ELLACURÍA, Ignacio. En: Siete ensayos de Antropología f ilosófica. Apéndice 1, p. 202. 95 Cfr. VIDAL, Marciano. Moral de Actitudes. T. I pp. 144- 145. 96 VIDAL, Marciano. Moral de actitudes. p. 146.


40

4.3.1. Inabarcabilidad: Desborda la Capacidad de Objetivación. 4.3.2. Inacabamiento: La persona es una realidad siempre creadora porque es un

despliegue continuo de posibilidades. 4.3.3. Inaccesibilidad: Toda persona tiene algo escondido al cual no se puede

acceder. Sin embargo ha de manifestarse para darse a conocer. 4.3.4 Innumerabilidad: La persona tiene nombre, no es un número.

4.3.5. No susceptibilidad de cuantificación: En cuanto a persona nadie es más o menos que otro; en el mundo personal rige los criterios de valoración de tipo cualitativa.

4.3.6. No exterioridad: La persona se revela desde su interior y se revela en el interior de otro.

4.3. 7. No probabilidad: La existencia de una persona en cuanto persona no es algo conjeturable, sino algo afirmativo. 4.3.8. No indiferencia : La persona no puede ser nunca indiferente, nos atañe en lo

más vivo para bien o para mal. 4.4 EL HOMBRE ES UN SER PARA EL ENCUENTRO

97

El hombre tiene una estructura de interioridad pero es también una realidad abierta. Esta dimensión del hombre se puede expresar de muchos modos:

4.4.1. El hombre es un animal político (Aristóteles): El hombre por naturaleza es un ser social que se realiza en un estado y ciudad y convive con los demás.

4.4.2. El hombre es un ser indigente : El hombre en cuanto realidad abierta, no es una realidad que se basta a sí mismo, necesita del cosmos y de los demás hombres.

4.4.3. El hombre es una realidad sintáctica : El hombre esta destinado por naturaleza a vivir políticamente. Esta realidad sintáctica se entiende, siguiendo a

Zubiri, en los siguientes niveles: * Carácter Genitivo (depende de alguien)

* Carácter ablativo (existe con) * Carácter Dativo (existe para algo una misión) * Carácter comprensivo o tendencial.

4.4.4. El hombre es una realidad ínter-subjetiva o de alteridad: Se entiende de

97 Cfr. VIDAL, Marciano. Moral Fundamental. T. I pp. 147 – 151.


41

dos maneras:

4.4.4.1. A través de la antropología del diálogo, la persona tiene una

estructura dialógica; el yo se constituye en referencia a un tú.

4.4.4.2. A través de la antropología del nosotros.

4.4.5. EL hombre es una realidad teológica: La visión del hombre queda completada en la Dimensión Teológica:

4.4.5.1. Hombre en la Sagrada Escritura: fue creado a imagen de Dios, por eso es capaz de conocer y amar a su creador; constituido por El como señor sobre todas las

criaturas (Gn 1, 26), para que gobernase e hiciera uso de ellas dando gloria a Dios.98

4.4.5.2. El hombre espíritu corpóreo. EL hombre es unitario en su dualidad corporal y

espiritual por su misma condición corporal. Al hombre no le es permitido despreciar su vida corporal, sino que esta obligado a considerar el cuerpo como bueno y digno de honor ya que ha sido creado por Dios y ha de resucitar el último día.

99

4.4.5.3. Unidad de cuerpo y alma: La persona por ser creada a imagen y semejanza de Dios es un ser corporal y a la vez espiritual.

4.4.5.4. Moralidad de los Actos Humanos: El sujeto del obrar moral es el hombre integral. La libertad hace al hombre un sujeto moral; cuando el hombre actúa de manera deliberada, es dueño de sus propios actos. Los actos humanos libremente

realizados, tras un juicio de conciencia son calificados moralmente buenos o malos. La moralidad de los Actos Humanos depende de:

4.4.5.4.1. El objeto elegido: Es el que tiende deliberadamente la voluntad, es la materia del arte humano.

4.4.5.4.2. La intención: Designa el objetivo buscado en la acción.

4.4.5.4.3. Circunstancias de la acción: Son los elementos secundarios de un acto moral, que constituyen un agravar o disminuir la bondad o malicia de los Actos Humanos.

100

En realidad el misterio del hombre no se aclara sino en el misterio del Verbo Encarnado, porque en Cristo el hombre llega a conocerse en toda su verdad, Cristo

es para el hombre su clave de interpretación. En Cristo el hombre encuentra sentido

98 Cfr. Catecismo de la Iglesia Católica. N. 335. 99 Cfr. Gaudium et Spes. N. 22. 100 Cfr. Catecismo de la Iglesia Católica. N. 335.


42

a toda su existencia porque el misterio del hombre solo se resuelve en el misterio del Verbo Encarnado únicamente. En Cristo encontramos respuesta a todos los enigmas, porque el hombre unido a Cristo encuentra sus respuestas.

101

Sin embargo encontramos en nuestra realidad unas visiones inadecuadas del hombre que distorsionan y atentan no solo contra su identidad sino contra su

integridad, tales son:

1. Visión determinista: En donde el hombre no es dueño de sí mismo, sino

víctima de fuerzas ocultas, llegándose a prácticas de hechicería, reencarnación y otras más llegándose incluso a afirmar la no igualdad fundamental entre los hombres.

2. Visión Sicologista: En donde la persona humana se reduce en última

instancia a su psiquismo siendo el hombre una víctima de su instinto erótico o

un simple mecanismo de respuesta a estímulos, carente de libertad.

3. Visión Economista: En la cual la persona humana es un mero instrumento de

producción y objeto de consumo.

4. Visión Estatista: Pone al individuo al servicio ilimitado de la supuesta guerra

total contra los conflictos culturales, sociales, políticos y económicos, teniendo como base la teoría de la seguridad nacional.

5. Visión Cientista: En nombre de la ciencia todo se justifica, incluso lo que

constituye un abuso a la dignidad humana.102

La dignidad de la persona humana esta enraizada en su creación a imagen y

semejanza de Dios, se realiza en su vocación a la Bienaventuranza Divina, correspondiendo al ser humano llegar libremente a su realización o vocación.

103

Debemos profesar que todo hombre y toda mujer por más insignificantes que

parezcan, tienen en sí una nobleza inolvidable que ellos mismos y los demás deben respetar sin condiciones, que toda vida humana merece por sí misma en cualquier circunstancia, su dignificación, que toda convivencia humana, tiene que fundarse en

el bien común, consiste en la realización cada vez más fraterna de la común dignidad, lo cual exige no instrumentalizar a unos a favor de otros y estar dispuestos a sacrificar aún bienes particulares.

104

101 Cfr. Gaudium et Spes. N. 22.

102 Documento de Puebla. Números. 305 – 315. 103 Cfr. Concilio Vaticano II. Gaudium et Spes. N. 22. 104 Cfr. Documento de Puebla. N. 317.


43

5. COORDENADAS ANTROPOLÓGICAS DEL OBRAR MORAL105

El sujeto del Comportamiento Moral es el hombre Integral, que vive y desarrolla su

proyecto existencial dentro de unas coordenadas antropológicas. Todo comportamiento humano ocurre y se proyecta dentro de unas estructuras que condicionan o sitúan a la persona‖

106, estas coordenadas son:

5.1 EL TIEMPO

105 VIDAL, Marciano. Moral de Actitudes. T. I, pp. 263 – 273. 106 VIDAL, Marciano. Moral de Actitudes. T. I, pp. 264-268.


44

La temporalidad como constitutivo del hombre y de su obrar moral ya que ―el hombre no solamente vive en el tiempo; el hombre es temporal‖. Es un ser histórico, con

todos lo elementos que la temporalidad comparta para la vida de la persona. La temporalidad también es un constitutivo del c ristianismo, gracias a ella se

comprende la revelación y la salvación. ―El cristiano vive la salvación en una tensión de presente, que depende de un pasado y que se proyecta hacia un futuro‖.

107

5.2 EL ESPACIO Los factores cósmicos y socioculturales son integrantes del obrar moral, ya que el

hombres es un ser en el espacio, se relaciona íntimamente con el cosmos ―lo cósmico se hace realidad humana en la persona‖.

En el comportamiento moral influye el espacio geográfico: el clima, la configuración orográfica, la vegetación, las estaciones, etc. También hay relación entre el espacio socio – cultural y el comportamiento moral, influyen: el espacio nacional, el espacio

cultural, el espacio social, el espacio religioso. 5.3 EL GRUPO

108

Hay una relación dialéctica entre ―personalidad‖ y la ―comunitariedad‖, ya que el hombre entra en relación con el otro. La existencia humana es un ―ser con‖, un ―existir

con‖, lo comunitario es esencial a la realidad del hombre como lo personal, naciendo así la realidad del grupo.

La persona y la comunidad, son sujetos de valores morales pero no en el mismo sentido, la persona lo es en cuanto está en apertura a las demás personas

109, y la

comunidad lo es en cuanto son personas las que se responsabilizan dentro del grupo.

Según sea la relación del individuo con el grupo así será la interacción en el plano moral, entre otros tenemos:

Grupo masa: El hombre masificado no es sujeto de valor, ya que en la masa predomina el conformismo, como criterio de actuación y pauta de comportamiento, tendencia a nivelar valores, incluso descenso de valores.

Grupo Organización: La moral queda reducida al ámbito privado, ya que la persona queda reducida a una funcionalidad, se le mira como número, por intereses, susceptible a ser reemplazada.

107 VIDAL, Marciano. Moral de Actitudes. T. I, p. 268. 108 VIDAL, Marciano. Moral de Actitudes. T. I, pp. 177 – 284. 109 PARADA, J. Rafael. Psicología de Grupos. pp. 24 – 33.


45

Grupo Comunidad: La comunidad es la única que permite al hombre realizar su individualidad y personalidad con toda perfección, en ella no se da el conformismo moral: en ella se vive el respeto a las personas; es portadora de

valores morales.

5.4 LA SEXUALIDAD110

Es una coordenada específicamente humana, una condición de la persona que no se reduce a la genitalidad, sino que abarca toda la persona humana que es una unidad;

consideramos cuatro dimensiones dentro de la única dimensión personal. Dimensiones de la Sexualidad

111

Dimensión de Altura: Abarca toda la persona humana, no se reduce ni se define por la genitalidad, ni por el solo acto sexual, designa las características

particulares de ser varón o mujer.

Dimensión de longitud: La sexualidad es una realidad dinámica, todos sus elementos sometidos a continua evolución, que tiende a la apertura a los demás.

Dimensión de Anchura: La sexualidad es una fuerza para edificar a la persona, se juzga por el nivel de personalización.

Dimensión de Profundidad: La sexualidad está situada en el centro de la persona, distinguiéndose tres valores de expresión: el sexo, el Eros, el ágape, van

apareciendo conforme a las etapas de evolución sexual.

5.5 EL CARÁCTER

Es la concreción o sello peculiar del comportamiento, cada persona actúa desde su propia y particular constitución. No se puede confundir con temperamento, que es ―la

manera de sentir, de reaccionar ante las personas, sucesos o casos‖112

; mientras que el carácter es el conjunto de cualidades psíquicas o afectivas que condicionan el obrar de cada individuo.

6. ESTRUCTURA DEL OBRAR HUMANO RESPONSABLE

Al formular un juicio ético concreto, estamos ya afirmando la misma posibilidad humana de comprometerse moralmente, la íntima responsabilidad moral del ser

110 VIDAL, Marciano. Moral Fundamental. TI pp. 284 – 191. 111 MESA Ruiz, Carlos Germán. Ética Sexual y Familiar. pp. 70 – 72. 112 ALFONSO DE J. Gloria. Psicología General. p.151.


46

humano113

, quien se percibe a sí mismo en su misma actuación libre: ―El hombre no solo actúa conscientemente, sino que tiene también la conciencia de que está actuando e incluso de que está actuando conscientemente‖.

114

Para precisar y enmarcar el obrar humano responsable es bueno recordar la distinción que los escolásticos hacían entre ACTOS DEL HOMBRE y ACTOS

HUMANOS. Los primeros no tenían la categoría de la responsabilidad y por lo tanto no eran actos morales (ej: Actos espontáneos, naturales o reflejos). Los actos propiamente humanos son los que proceden de la voluntad deliberada, es decir con

advertencia y libertad. Esta distinción nos ayudará a examinar con precisión el alcance de la responsabilidad en el comportamiento humano, teniendo en cuenta que "solamente un comportamiento responsable es un comportamiento moral‖.

115

En consecuencia, la tarea de la conciencia moral parece estar abocada al redescubrimiento de la LIBERTAD Y RESPONSABILIDAD humanas.

Un intento de definición. ―La libertad es el poder, radicado en la razón y en la voluntad de obrar o de no obrar, de ejecutar así por sí mismo acciones deliberadas.

Por el libre arbitrio cada uno dispone de sí mismo. La li bertad es en el hombre una fuerza de crecimiento y de maduración en la verdad y la bondad‖.

116

―La libertad como capacidad que tienen las personas de disponer de sí mismas, es decir, de autodeterminarse. Es la capacidad que tiene la persona para orient ar su propia existencia‖

117 pues la persona en la medida en que es una persona real, es

el principal determinante de s í misma. ―Cada persona es en parte su propio proyecto y se hace a sí misma‖.

118

―La libertad implica siempre aquella capacidad que en principio tenemos todos para disponer de nosotros mismos (G.S, 17) a fin de ir construyendo una comunión y una participación que ha de plasmarse en realidades definitivas sobre tres planos

inseparables: la relación del hombre con el mundo como señor, con las personas como hermano y con Dios como hijo‖.

119

León XIII en la encíclica ―Libertad praestantísimus‖ dice: ―Considerada en su misma naturaleza, esta LIBERTAD no es otra cosa que la facultad de elegir entre los medios que son aptos para alcanzar un fin determinado en el sentido de que el que tiene

113 FLECHA, Román. Teología Moral. p 157.

114 FLECHA, Román. Teología Moral. p 160 citando a WOITYLA, K. persona y acción, 35. 115 VIDAL, Marciano. Moral de Actitudes I. 5ª Edición. Madrid: 1981. pp. 193 – 194. 116 Catecismo de la Iglesia Católica, N. 1731. 117 COMPAGNONI, F, PIANA, G; PRIVITERAM, S; VIDAL, M. Nuevo diccionario de Teología Moral.

España, San Pablo, 1992 p. 1064. 118 FLECHA, Román. Teología Moral, p 162 citando a MASLOW, A. El hombre autorrealizado. 119 Cfr. Documento de Puebla. N. 322.


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facultad de elegir una cosa entre muchas es dueño de sus propias acciones‖.120

Dentro de estas definiciones, es necesario dar algunas aclaraciones.

La libertad humana no es absoluta sino que esta condicio nada. Pero no

determinada.

La libertad es un medio y no un fin, porque tiene la capacidad de elección frente a varias alternativas en función de una meta (ser libre de y ser libre para)..

La libertad es un don y una tarea.

Se tiene libertad y se es libre. No es lo principal el tener libertades; lo decisivo es ser libre.

6.1 LA RESPONSABILIDAD HUMANA EN SU DIMENSIÓN FORMAL: LA LIBERTAD

6.1.1 Libertad: realidad tensional y dialéctica: Se ―tiene‖ libertad y se ―es‖ libre. ―La libertad es un don y una tarea‖ Es una gracia humana y cristiana, pero es también un quehacer. Puebla N. 321. La libertad es una libertad liberada (libertad

―de‖) de la esclavitud, del pecado, de la ley y la muerte y (Libertad ―para‖), para decidirnos por Dios, en el amor, en Cristo. Para entregarnos en las manos de Dios en el grado de Libertad de los hijos de Dios‖.

121

6.1.2 La libertad constituye un existencial humano: La libertad es una propiedad esencial del hombre. La libertad constituye un existencial humano, que radica en su

condición de ser persona. 6.1.3 La libertad estructura de la existencia cristiana: San pablo en su carta a los

Gálatas define la existencia cristiana como un vivir en la libertad (Gal 5, 13); la salvación cristiana es liberación de la esclavitud del pecado, de la muerte, de la ley (Rm 6, 11- 16;6, 16-23; Gal 4, 21-31).

6.1.4 Libertad y amor interpersonal: La libertad para ser auténtica debe abrirse y acabar en el amor interpersonal.

6.2 ESENCIA DE LA LIBERTAD

Solo hay libertad donde hay fuerza para vencer el mal, la indiferencia para el bien o el mal no procede de la libertad como tal, sino de la libertad humana, que es limitada; más la fuerza para el bien, procede de la semejanza con Dios, de la participación de

su libertad. 6.2.1 Libertad y semejanza del hombre con Dios: La libertad Divina es el absoluto

120 FLECHA Román. Teología moral. p. 163. 121 HÄRING, Bernhard, La ley de Cristo. pp. 149-151.


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dominio de sí mismo; de modo semejante el hombre obra libremente solo cuando toma una determinación que viene de sí mismo.

6.2.2 La libertad humana, es participación de la libertad Divina : Gracias a la libertad, el hombre puede responder al llamado divino; cuando el hombre lo rechaza culpablemente, lo hace por una disminución de la participación en dicha libertad. La

más alta participación en la libertad divina se da cuando el hombre obra completamente bajo el influjo de la gracia, según el plan de Dios.

122

6.2.3 Relación entre libertad y verdad, ley, bien y responsabilidad

Libertad-Verdad: La libertad dice relación a la verdad y está subordinada a ella. La razón: la decisión del nombre no puede ser arbitraria sino que debe respetar

el orden objetivo que responde a la verdad de lo real. Se relaciona con lo moral porque la libertad no es un valor absoluto que crea las realidades de bien y de mal sino que ha de respetar la objetividad de los valores. La libertad al respetar la

verdad es fiel a su propia naturaleza (Jn 8, 32). ―El bien de la persona consiste en estar en la verdad y en realizar la verdad‖.

123 La libertad no es ley, sino verdad, un

acto libre es aquel que nace de la voluntad ilustrada por la inteligencia.124

Libertad y Ley: Las normas justas no pueden ser obstáculo para vivir la libertad, sino más bien una ayuda a que la voluntad descubra donde están los

valores morales por los que deben decidirse y optar libremente. Si la ley es justa, no coarta la libertad sino que la enaltece, dado que la ley le ayuda a descubrir la verdad de los valores de la persona y de la sociedad. Y cuando se trata de la Ley

Divina entonces la libertad adquiere su máxima dignidad. ―La ley de Dios no atenúa ni elimina la libertad del hombre al contrario la garantiza y promueve‖.

125 La libertad

del hombre y la ley de Dios se encuentran y están llamadas a compenetrarse entre si,

en el sentido de la libre obediencia del hombre a Dios y de la gratuita benevolencia de Dios al Hombre.

Libertad y Bien: En la medida que el hombre hace más el bien se va haciendo también más libre.

126 Si la voluntad debe optar y autodeterminarse, debe hacerlo por

el bien y no por el mal, es decir, debe ser fiel a la verdad y no al error. La esencia de

la libertad consiste en determinarse por el bien y cuando se decide por el mal se pervierte.

Santo Tomás decía: Hacer el mal no es la libertad, ni siquiera una parte de ella, sino

122 HÄRING, Bernhard, La ley de Cristo. p. 152. 123 Veritatis. Splendor. N. 84.

124 Veritatis Splendor. N. 34. 125 Veritatis. Splendor. N. 35c. 126 Catecismo de la Iglesia Católica. N. 1731.


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tan solo, una señal de que el hombre era libre.127

La libertad está no en la necesidad física de hacer el bien sino en el deber moral de practicarlo‖. En su esencia es la facultad de obrar el bien.

128

Libertad y responsabilidad: La libertad humana significa responsabilidad del suj eto. A mayor libertad corresponde una mayor responsabilidad.

129

6.3 GRADOS DE LA LIBERTAD

Cuando el hombre se complace exclusivamente en negarse a sí mismo con el pecado, la libertad se va reduciendo más y más a la impotencia para el bien, a la impotencia para la verdadera libertad. El mayor grado al que puede llegar la libertad

es el de la libertad de los hijos de Dios. La libertad es un don y un deber que hace al hombre responsable de sus actos; es un don que se le ha dado y por lo mismo compromete su responsabilidad.

6.4 LA LIBERTAD DE LOS HIJOS DE DIOS La libertad del hombre no encuentra en ninguna otra ley humana mayor seguridad de

la que encuentra en el evangelio de Cristo, que proclama y anuncia la libertad de los hijos de Dios.

130 Esta libertad consiste en la espontaneidad y la fuerza con que el

cristiano acoge y realiza con todo el corazón lo que es la voluntad del Padre. Para

esta libertad nos liberó Cristo para el servicio de Dios y de los hermanos en el amor. Gal 5,1. La libertad de los hijos de Dios nos permite una entrega al servicio de los demás, que tiene como medida y límite la medida y el límite del amor Jn 15, 3.

6.5 LA EDUCACIÓN A o PARA LA LIBERTAD

Es la educación a la conciencia, debe tener los siguientes aspectos:

Ha de motivar para buscar y amar el bien (educación de la libertad).

Ha de hacerse de tal manera que la persona, mientras se educa su libertad, este

libre de toda coacción ( educación de la libertad).

Ha de tener siempre como objetivo en que la persona se entrene en una capacidad de espontánea decisión por el bien (educación para la libertad).

131

• La educación en la obediencia debe desarrollar la libertad interior, a ejemplo de

Cristo Rm 13, 8-10. 6.6 ABUSOS

127 FERNANDEZ, Aurelio. Compendio de Teología Moral. p. 159. 128 HÄRING, Bernhard. La ley de Cristo. Tomo I. p. 144.

129 Catecismo de la Iglesia Católica. N. 1733. 130 Gaudium et Spes. N. 41. 131 HÄRING, Bernhard. La ley de Cristo p. 156.


50

6.6.1 Es una facultad limitada: Está herida por el pecado y las inclinaciones depravadas; externamente está sometida a toda clase de presiones; el hombre aunque libre, no puede realizar todo cuanto desea.

132

6.6.2 Abusos: en todo pecado, especialmente en la rebeldía, con la pereza, la irresponsabilidad y el egoísmo.

133

6.6.3 Ambigüedades y reducciones: aquellos que dicen que la libertad consiste en que el hombre es fin de s í mismo, el único art ífice y creador de su propia historia (Gs

20). Considerarla como un absoluto y como la fuente de los valores, como si el hombre fijara los criterios del bien y del mal, o lo contrario considerando al hombre juguete, de todo lo que lo determina.

6.7 EL HOMBRE LIBRE

Pertenece a todo ser humano, como meta y es una exigencia se manifiesta: • Domina las pasiones.

• Opta por lo que le conviene y tiende a su fin. • Acepta compromisos para servir al prójimo. • Muestra fortaleza para vivir en coherencia con la opción fundamental.

• Es enérgico y esta pronto para decir si o no. • Es paciente ante las dificultades. • Colabora para que otros gocen de este derecho que están impedidos.

• Convierte la libertad en un medio y no en un fin. 6.8 LIBERTAD, RESPONSABLE PARA AMAR

La libertad exige responsabilidad, en el contexto humano está unida al amor; la libertad auténtica es el dinamismo responsable de la persona que ama. Conducta de

quien obra con convicción y amor y no por temor farisaico, ni con el ritualismo mecánico o con el raquitismo de quien se contenta con el mínimo de la ley itinerario perseverante de quien busca, fortifica y practica la verdad unida al amor.

6.9 COMO CRISTO, LIBRES PARA AMAR

6.9.1 Expresión cristiana de libertad responsable Su libertad radica en la respuesta consciente a su misión y consecuente con las

exigencias, fiel a la voluntad del Padre y al Espíritu Santo que le guía. Se muestra en todo como seguidor de Cristo libre y responsable, tanto en su conciencia del deber

132 Gaudium et Spes. Números. 14-17. 133 Gaudium et Spes. N. 13.


51

como en su conducta y doctrina. Su libertad se hace más comprensible en la medida en que reina la gracia del Señor Jesucristo el amor de Dios y la comunicación del Espíritu Santo (Gal 4,31; 2cor 13, 14).

La libertad pertenece a la definición de lo cristiano. La noción humana de la libertad está muy de acuerdo con el mensaje cristiano; la libertad es una estructura

fundamental de lo cristiano. E n este sentido expresa e ilustra el efecto de la acción salvífica de Dios por medio de Jesucristo en el hombre. La libertad del creyente, su condición de liberado, consiste en la posesión actual de la salvación. Ser libre es una

afirmación soteriológia; el hombre antes de Cristo o sin Cristo, estaba o está en esclavitud.

134

San Pablo define la existencia cristiana como un vivir en libertad (Gal. 5, 13). La salvación cristiana liberación de la esclavitud del pecado (Rm.6, 11. 18.22; 8,2), de la esclavitud de la muerte (Rm. 6, 16-23) y de la esclavitud de la ley (Gál. 4, 21-31 –

Rm 7, 2-4). La libertad del pecado de la muerte y de la ley mediante Cristo (Gál. 5, 1) nos hace interiormente libres para decidirnos por Dios en el amor.

135 En esto

consiste precisamente la libertad de los hijos de Dios. El más alto grado de la

libertad cristiana es el perfecto amor de Dios en el cual el hombre queda libre. El Apóstol Juan también tiene una teología profunda sobre la libertad (Jn 8, 32).

Únicamente es auténtica la libertad que otorga Cristo (8, 31). Esta libertad, en efecto, que llega a la Teología desde la Revelación, se ve en primer

término en la perspectiva de la Relación concreta entre Dios y el hombre que supone la historia de salvación, relación rota por la culpa del hombre; solo a partir de esta elección por la que el hombre dispone de s í mismo, resulta posible y realizable en

todo sus trascendente profundidad pero de ahí le viene también el verse radicalmente amenazada.

136

Gracias a la libertad, puede el hombre decidirse ante el llamamiento de Dios, pero solo en cuanto la libertad humana es una participación de la libertad Divina. Lo más oscuro del misterio de la libertad humana reside en que por una parte, es

participación de la vida Divina y en que por otra, gracias a la libertad otorgada por Dios y por Dios tan respetada, puede el hombre decirle ―no‖ al mismo Dios. La más sublime manifestación de esta libertad humana está en someterse al impulso de a

gracia, en decidirse por Cristo, en vivir en El y con El en amorosa obediencia.137

―La gracia de Cristo no se opone de ninguna manera a nuestra libertad cuando ésta

134 VIDAL, Marciano. Moral Fundamental. TI p. 198.

135 FLECHA, Román. Teología Moral. p. 164. 136 VIDAL. Marciano. Moral de Actitudes. T. I pp. 199 – 200. 137 HÄRING, Bernhard. La ley de Cristo. pp. 145 – 146.


52

corresponde al sentido de la verdad y del bien que Dios ha puesto en el corazón del hombre‖.

138

―La libertad del hombre no encuentra en ninguna otra ley humana mayor seguridad de

la que encuentra en el evangelio de Cristo, que proclama y anuncia la libertad de los hijos de Dios‖.

139

Libertad ―de‖ y Libertad ―para‖. La libertad es algo que pertenece a lo más nuclear de la persona pero para ser auténtica debe abrirse y acabar en el amor interpersonal. De este modo, la libertad es una libertad liberada (libertad ―de‖) de la esclavitud, del

pecado, de la ley y la muerte, y plenamente liberadora (Libertad ―para‖), para decidirnos por Dios, en el amor, en Cristo. Para entregarnos en las manos de Dios en el grado de Libertad de los hijos de Dios‖.

140

6.10 ALCANCE Y LÍMITES DE LA LIBERTAD

La libertad humana tiene un radio restringido que puede ir ensanchándose por el propio esfuerzo o estrechándose por la propia culpa. La individualidad, la herencia histórica, biológica, psíquica, el nivel moral del ambiente y de las sociedades en que

se vive condicionan los límites y el alcance de la propia libertad. Los límites de la libertad están ligados a su ser de criatura, a su ser en el mundo y a su capacidad de proyección. También por el pecado y las inclinaciones al mal.

6.10.1 Impedimentos de la libertad: La moral tradicional sobre los ―impedimentos del acto humano‖ distingue dos clases:

Influjos generales: Entre los que se colocan factores tanto patológicos (enfermedades mentales) como no patológicos (carácter, edad, ambiente, herencia,

etc.). 6.10. 2 Influjos particulares: que pueden afectar al elemento cognoscitivo

(ignorancia – crasa, afectada, invencible y vencible), al elemento volitivo (igual concupiscencia, miedo, costumbre arraigada, etc), al elemento ejecutivo (violencia exterior), a todo el acto (la sugestión, especialmente sugestión de masas, hipnosis,

narcoanálisis, etc.).141

Ignorancia: Es la falta de un conocimiento que se debería tener y puede ser:

Crassa: es el descuido gravemente culpable en materia de atención o de estudio.

138 Catecismo de la Iglesia Católica. N. 1742.

139 Cfr. Gaudium et Spes. N. 41. 140 Cfr. VIDAL, Marciano. p. 200. Ver también COMPAGNONI. Nuevo Diccionario.......p. 1077. 141 HÄRING, Bernhard, La ley de Cristo. pp. 156-159.


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Afectada: buscada con un propósito deliberado. Invencible: No puede ser quitada con la mejor voluntad.

Vencible: es aquella que puede ser eliminada con un poco de atención. Fuerza de hábito o costumbre arraigada: Una buena costumbre, aumenta y facilita

la libre decisión en cuanto al bien; una mala costumbre, atenúa la libertad moral en cuanto bien, pero no la culpa, hasta tanto, la libertad o libre voluntad permanece orientada al mal.

Constricción física o violencia exterior: Una acción exterior realizada en contra de la voluntad interior, no constituye un acto humano, por tanto, la libertad disminuye al

igual que la responsabilidad. Constricción psíquica: Aquí está incluido el temor o miedo. El miedo puede disminuir o suprimir la libertad de la voluntad solo en la medida en que perturba el

equilibrio interior del alma. Un grave temor puede hacer del todo imposible la libre decisión.

La concupiscencia desordenada: Puede disminuir la libertad cuando precede la voluntad (concupiscencia antecedente). Cuando es libremente querida por la voluntad (concupiscencia consecuente).

La herencia: fuerza genética en tendencias a la cólera, bebida, suicidio, etc.

La sugestión: Puede ser originada por una persona o por una colectividad; esta disminuye la libertad de la persona.

Las enfermedades mentales: Excluyen la responsabilidad moral. Hipnotismo o narcóticos: Disminuye la responsabilidad moral, mientras que

permanece el individuo en ese estado de dependencia. También influye: El carácter, La edad.

6.11 EL ÁMBITO DE LA RESPONSABILIDAD EN LAS DECISIONES LIBRES

El hombre es inmediatamente responsable de todo objeto de sus decisiones libres, no sólo de lo que intenta directa e inmediatamente con su decisión, sino también de todos los objetivos mediatamente perseguidos. La responsabilidad se extiende aun

aquello que no cae bajo su intención ni como medio ni como fin, es lo voluntario indirecto.

142

142 HÄRING, Bernhard. La ley de Cristo. p. 158.


54

6.12 GRANDEZA DE LA LIBERTAD

Gracias a la libertad, puede el hombre decidirse ante el llamamiento de Dios, pero solo en cuanto la libertad humana es una participación de la libertad Divina. La más

sublime manifestación de esta libertad humana está en someterse al impulso de la gracia, en decidirse por Cristo, en vivir en El y con El en amorosa obediencia. ―La gracia de Cristo no se opone de ninguna manera a nuestra libertad cuando ésta

corresponde al sentido de la verdad y del bien que Dios ha puesto en el corazón del hombre‖.

143

6.13 INTRINSECAMENTE MALO Actos que siempre y por sí mismos son malos, es decir por su objeto,

independientemente de la intención y circunstancias del que actúa. Porque comportan un desorden de la voluntad, es decir un mal moral. No está permitido hacer un mal para obtener un bien Rm 3,8. (C.E.C. No 1761). Todo lo que se opone a la vida, como

los homicidios de cualquier género, los genocidios, el a borto, la eutanasia…. Todo lo que ofende a la dignidad humana, las condiciones infrahumanas de vida, la esclavitud, la prostitución…. Las condiciones ignominiosas de trabajo, hombres

tratados como instrumentos de lucro.144

143 Catecismo de la Iglesia Católica. N.1742. 144 JUAN PABLO II. Carta Enc íclica Veritatis Splendor. Roma, 1993. N. 79


55

7. LA RESPONSABILIDAD HUMANA

La libertad hace al hombre responsable de sus actos en la medida en que éstos son voluntarios.

145 La imputabilidad y la responsabilidad de una acción pueden quedar

disminuidas e incluso suprimidas a causa de la ignorancia, la inadvertencia, la

violencia, el temor, los hábitos, los afectos desordenados, y otros factores psíquicos o sociales.

146 Todo acto directamente querido es imputable (atribuible) a su autor.

El objeto de la teología moral es el comportamiento humano responsabl e en cuanto orientado hacia el bien y considerado a la luz de la Revelación y fe; así que sólo un comportamiento responsable es un comportamiento moral.

147

La categoría de la responsabilidad humana es la más importante dentro de la antropología moral. Solamente un comportamiento responsable es comportamiento

moral.148

Para que un comportamiento pueda realmente ser calificado como “humano” y

“responsable” se requiere: a) Ha de tratarse de un comportamiento suficientemente consciente: Tener

advertencia sobre la cualidad moral del acto: si es bueno o malo; permitido o prohibido.

b) Ha de tratarse de un comportamiento interiorizado: aceptación e interiorización del valor ético que incluye su opción.


146 Catecismo De La Iglesia Católica. Números.1734-1735. 147 Cf. FLECHA, Román. Teología Moral. p. 15-18. 148 VIDAL, Marciano. Moral de Actitudes. T. I p. 294.


56

c) Ha de tratarse de un comportamiento voluntario y firme: Capacidad de voluntad de moverse por si misma hacia el bien que la razón le presenta; el dominio sobre los actos de quienes está determinado (sin coacción).

d) Ha de tratarse de un comportamiento imputable: que pueda atribuirse a una

persona como responsable de tal actitud u omisión. Ha de obrarse según un

motivo e intención que es el que determine el grado de moralidad.149

Un acto humano ha de ser realizado con libertad, voluntad, consentimiento e

inteligencia.150

* Elementos que constituyen el núcleo de la respon sabilidad moral:

151

1. La responsabilidad es ante todo autoresponsabilidad: afecta al mismo sujeto. 2. La responsabilidad dice dialogicidad: respuesta a Dios y a los demás.

3. La responsabilidad hace referencia a algo que hay que responder. 4. La responsabilidad evoca una estructura objetiva que se presupone como

condición y se sigue como resultado.

7.1 ELEMENTOS INTEGRANTES DE LA RESPONSABILIDAD HUMANA

7.1.1 Los Sentimientos: Todo comportamiento humano responsable tiene una resonancia pática o afectiva.

La opción responsable comprende lo afectivo pero con la intervención responsable de la voluntad.

Los sentimientos impregnan toda acción del hombre, y dentro de esa situación ha de ser entendido.

Un acto humano nunca se presenta como puro acto de inteligencia y de voluntad; siempre se da envuelto en uno o varios fenómenos: vivencias, ya que todo acto se vive en un clima psicológico que lo envuelve. Engloba las emociones (pasiones) y

afectos (sentimientos).152

(En intensa ira y en intenso dolor disminuye la responsabilidad).

La vida afectiva no es anárquica; tiene una unidad y esa unidad proviene de la conjugación armónica de las distintas tonalidades afectivas, a lo que se llama talante

149 HÄRING, Bernhard, La ley de Cristo. pp. 157-158.

150 Cfr. ROTTER, Nuevo Diccionario de Moral Cristiana, p. 504. 151 FLECHA, Román. Teología Moral. p. 174. 152 VIDAL, Marciano. Moral de Actitudes. T I p. 207.


57

o pathos fundamental. En el plano ontológico el talante viene a ser el enfrentarse emocionalmente con la

realidad. En el plano psicobiològico el talante se conecta con el llamado ―tono vital‖. Clasificación de la vida afectiva:

Sentimientos sensoriales: el dolor.

Sentimientos vitales: el humor, la gana, la angustia.

Sentimientos anímicos: sentimientos del yo.

Sentimientos espirituales.153

En lugar de eliminar de la conducta moral todo lo que se relacione con la vida afectiva

es necesario int roducirlo como un elemento integrante del comportamiento humano responsable. ¿Pero en qué sentido?.

En primer lugar hay que notar que la moral cristiana no se puede entender como una moral de sentimiento puro. La moral cristiana se apoya ante todo en la interioridad y en la intención. Es el tema bíblico del corazón y del interior como lugar de la vida

religiosa y moral. En el A.T. se afirma que Dios no mira tanto la obra exterior, como los auténticos

sentimientos de amor y las entrañas de misericordia. (Cfr Jer 31, 33). Cristo proclama una moral de la interioridad frente al legalismo interior de los fariseos (Cfr Mat 5-7).

Los sentimientos suponen una elevación dentro de la densidad humana y responsabilidad dentro del comportamiento de la persona.

154

7.1.2 La Inteligencia: ―Inteligencia: capacidad para aprender o comprender. Suele ser sinónimo de intelecto (entendimiento), pero se diferencia de éste por hacer

hincapié en las habilidades y aptitudes para manejar situaciones concretas y por beneficiarse de la experiencia sensorial.

En este elemento se hace relación a la intervención de la razón de manera directa, pero no excluimos otros modos humanos en los que aparece la dimensión iluminativa de la persona. (habilidades y aptitudes).

Para que el obrar humano este auto poseído y por tanto, sea un comportamiento responsabilizado debe estar iluminado desde dentro del mismo hombre.

153 VIDAL, Marciano. Moral de Actitudes. T I p. 208. 154 VIDAL, Marciano. Moral de Actitudes. T. I pp. 209-210.


58

La razón tiene como cometido de proponer a la voluntad el objeto del querer voluntario ya que este se define como acto de la voluntad deliberada.

Este elemento incluye: advertencia, deliberación e imperio. En la moral casuística; para que un acto sea responsable no se requiere un conocimiento perfecto, basta un conocimiento normal.

El elemento cognoscitivo que integra el comportamiento humano responsable no se refiere a la verdad en general sino al conocimiento del los valores morales dentro de

una visión de historia de salvación. No obramos de una forma instintiva como los animales, obramos de una manera libre,

es decir, por medio de opciones; y esas opciones deben ser auto poseídas desde una iluminación interna. El conocimiento del valor moral es un pre-requisito para la libertad humana. Donde

no hay conocimiento del bien, no puede haber libertad humana; tampoco puede haber responsabilidad.

Dentro de las fuentes del conocimiento moral existen las objetivas que están condicionadas por las fuentes personalizadas: bien será la comunidad donde se vive y de la que se forma parte, y bien sean las disposiciones personales frente a la

revelación.155

Formas de entrar en contacto con los valores :

a) En cuanto al modo: - Conocimiento externo: de la ley, que puede ser a su vez doble: viendo exclusivamente la fuerza obligante y viendo las razones del mandato.

- conocimiento interno: en diversas formas: por conocimiento lógico, por intuición, (viéndolos practicados), por sentimiento (sintiendo los valores), por conocimiento de connaturalizad (los valores conquistan a la persona).

b) En cuanto al contenido: Puede tratarse de un conocimiento del valor fundamental, un conocimiento del valor típico (conocimiento de una virtud o de un aspecto especifico de la vida moral) y un conocimiento del valor particular

(conocimiento de un valor concreto en un comportamiento singular). 156

La responsabilidad (en el conocimiento de los valores morales) puede ser anulada por la ignorancia invencible respecto a la existencia o el ámbito de una determinada norma

moral.157

7.1.3 La Voluntad (Consentimiento): La voluntad es el elemento propiamente constitutivo del acto humano, ya que el acto humano es un acto que deriva de la

voluntad. En todo comportamiento humano responsable tiene que intervenir la

155 VIDAL, Marciano. Moral de Actitudes. T. I p. 211-212. 156 VIDAL, Marciano. Moral de Actitudes. T. I pp. 213-214. 157 FLECHA, Román. Teología Moral. p. 177.


59

actividad volitiva de la persona. Es precisamente esta instancia la que da sentido y unificación a los otros elementos.

La actividad volitiva del hombre no es una situación pura; descansa sobre fenómenos no estrictamente voluntarios. En efecto, la actividad volitiva se sirve de mecanismos automáticos, se desarrolla dentro de ciertas constancias instintivas a las que no

puede violentar, se sirve de reflejos; está condicionada por la percepción, los sentimientos y acción intelectiva.

158

Se ha de distinguir el voluntario en cuanto a: 1. Conocimiento: Voluntario perfecto: claro conocimiento y pleno consentimiento;

Voluntario imperfecto: no bien meditado y sin pleno consentimiento. 2. Efecto: Voluntario directo: efecto considerado antes; Vol. Imperfecto: efecto que

se previó pero que no se desea.159

La responsabilidad puede anularse, refiriéndose a la voluntad, por el miedo cuando se convierte en motivo determinante de la acción (obra por miedo).

7.1.4 Ejecución – realización: Equivale a la realización del acto. El comportamiento humano tiene una tendencia hacia la ejecución externa. Proyección del sujeto sobre

el mundo exterior. Es un elemento accidental, pues la opción es una decisión de la voluntad, previa de la liberación intelectiva. Se ha de distinguir entre acto interno (desear) y acto externo (acción).

160

7.2 GÉNESIS Y ESTRUCTURA DEL COMPORTAMIENTO HUMANO RESPONSABLE

Se trata de examinar el querer humano en su desarrollo estructural. Nos interesa conocer los elementos de tipo estructural del comportamiento responsable.

7.2.1 Esquema Aristotélico Tomista.

161 Para Aristóteles una acción es voluntaria

cuando su origen está en el agente y cuando éste conoce las circunstancias en que el

acto se cumple. Lo involuntario es producto de la fuerza y la ignorancia. El proceso es el siguiente: Deseo Yo deseo A.

Deliberación B es el medio para llegar a A. C es el medio para legar a B. N es el medio para llegar a M.

158 VIDAL, Marciano. Moral de Actitudes. T. I p. 214.

159 FLECHA, Román. Teología Moral. p. 183. 160 VIDAL, Marciano. Moral de Actitudes. T. I pp. 215-216. 161 VIDAL, Marciano. Moral de Actitudes. T. I pp. 316-320.


60

Percepción N es alguna cosa que puedo hacer aquí y ahora Elección Elijo N. Acto Hago N.

Aristóteles estudia detenidamente el momento de la preferencia volitiva o elección. La elección va acompañada de razón y comparación reflexiva. La elección s e refiere

a los medios, por eso presupone otro momento de la voluntad, el deseo. El deseo mira al fin de la acción, mientras que la elección mira a los medios. La elección presupone además del deseo, la deliberación, que es lo que esta en nuestro poder.

De este modo, centrando su atención sobre la elección, expone Aristóteles la estructura del acto voluntario.

Santo Tomás va perfilando el esquema completo de los momentos del acto humano.

Orden de intención: a. Acerca del fin:

Actos de la Inteligencia: 1. Idea o aprehensión del fin. 2. Juicio del bien como conveniente y posible. Actos de la Voluntad: 3. Primera complacencia y volición del fin.

4. Intención del fin. b. Acerca de los Medios:

Actos de la Inteligencia: 5. Deliberación. 6. Complacencia o consentimiento de los medios.

Actos de la Voluntad: 7. Ultimo juicio práctico de preferencia


61

sobre el medio más apto. 8. Elección.

c. Orden de Ejecución:

Actos de la Inteligencia: 9. Orden o mandato.

10. Uso activo de la voluntad. Actos de la Voluntad: 11. Ejecución. (Por actos de entendimiento y de todas las potencias y miembro).

12. Goce y reposo. Se ha reprochado este esquema por la excesiva atomización del acto humano y es

una distribución demasiado abstracta y solo será válido en el mejor de los casos cuando la voluntad procede reflexivamente.

7.2.3 Estructura formal del obrar voluntario según P. Ricoeur: a) Decidir: la elección y los motivos: Todo comportamiento humano comienza con

una decisión. Es el primer momento del acto voluntario. Implica al sujeto (yo) que se realiza sobre un proyecto; lo que se decide es lo querido o proyectado. El proyecto recibe su sentido por las razones que tiene, de ahí que la decisión

necesite de las motivaciones. No puede existir el voluntario si no se dan las motivaciones.

Esta decisión no sucede instantáneamente, tiene una historia: comienza en la vacilación, avanza a través de la atención y termina en la elección.

b) Actuar: La moción voluntaria y los poderes: El actuar es necesario para completar la voluntad; un querer en proyecto es un querer incompleto; la acción es el c riterio de su autenticidad. El querer es una iniciativa de moción a través de los poderes.

c) Consentir: El consentimiento y la necesidad: Consentir es el tercer grado del acto voluntario; es tomar sobre si, asumir, hacer algo suyo; es convertir en libertad la

necesidad.162

7.3 Algunas Precisiones:

6.5.3 El acto humano voluntario y libre : Lo voluntario es la actividad imperada y dirigida por la voluntad, y por extensión, lo producido por tal actividad.

6.5.4 El acto involuntario: Cuando la voluntad humana es atraída e impulsada por el

162 Cfr. MESA, Germán. Moral Cristiana. p. 57.


62

bien o por el mal, se da una disminución del conocimiento de la libertad. Cuando no hay plena libertad y deliberado consentimiento.

6.5.5 El acto no voluntario: Cuando el sujeto no quiere su efecto y busca evitar la causa, sin embargo debe obrarlo por alguna fuerza externa.

6.5.6 El acto querido: Es el bien hacia el que tiende la voluntad. Un acto es querido cuando la voluntad ha sido manifestada por medio de palabras, o signos.

163

8. EXPRESIONES DEL COMPORTAMIENTO MORAL

- Se trata de expresiones en las que se concreta el comportamiento moral. - No se trata de expresiones externas, sino de expresiones profundas en las que la

persona se proyecta en cuanto sujeto moral responsable. - Son expresiones del dinamismo ético.

164

8.1 EL ESQUEMA ARISTOTÉLICO ESCOLÁSTICO Sitúa las expresiones del comportamiento moral en 3 momentos:

Potencias Hábitos Actos (virtud)

(o vicio).

* Potencias Corresponde a la primera estructura expresiva del

comportamiento humano, está determinada por la inteligencia y la voluntad donde radica el comienzo del acto moral. El alma no es inmediatamente operativa.

* Hábitos: Estructura intermedia entre la potencia y los actos, están ordenados a la acción, la facilitan y la hacen más pronta y eficaz. Pueden ser: buenos =

163 Síntesis de Teología Moral. Seminario Mayor de Tunja. 2000. p. 85. 164 VIDAL, Marciano. Moral de Actitudes. T. I p. 231.


63

virtudes Malos = vicios.

* Actos: Manifestación explícita del comportamiento. - Antes moral casuística = moral de actos: fueron durante mucho tiempo la

categoría antropológica moral más importante y a veces la única de la moral.

Este esquema trajo como consecuencia:

La atomización de la vida moral. Comprender y entender los hábitos como repetición de actos. ―Concepción

mecanicista vistos como automatismos y no como actitudes.

Una moral centrada en el objeto.165

8.2 EL ESQUEMA PERSONALISTA

Este esquema: Parte de una concepción más antropológica de ontología.

Coloca una visión dinámica del comportamiento humano: Señala un permanente dinamismo entre las estructuras.

Pone énfasis de lado de la persona.

8.2.1 Opción fundamental.

8.2.1.1 Designación: Es variada; y puede ser: Orientación profunda de la voluntad. Elección fundamental de la vida.

Dirección más profunda de la persona. Intención y resolución básica.


PERSONA

ACTITUD

ACTO

Decisión que

condiciona los demás

actos.

Disposición habitual

la mayoría de las veces es adquirida

puede ir en contra o

a favor de la opción fundamental.

Es la manifestación de la opción y la actitud, los cuales

se van encarnando en la sucesividad de la vida. Son variados, buenos o malos según estén a favor o en

contra de la opción fundamental.

OPC. FUNDAMENTAL


64

Intención fundamental.

Opción trascendental.166

Se trata de: La primera expresión del comportamiento humano responsable.

167

Una decisión que brota del centro de la personalidad y no del yo periférico.168

Una decisión que condiciona los demás actos. Se refiere al conjunto de toda la existencia que orienta y da sentido a la vida (orientación al bien).

El si ó el no de la persona. Es una decisión de entrega o de clausura:

ENTREGA FE ACEPTAR AL OTRO ACEPTAR A DIOS. Opta o por el mundo o por Dios.

CLAUSURA Hacer su propia historia

Egoísmo Desvía la opción fundamental Soberbia

Busca seguir con ambas cosas perdiendo el rumbo cerrándose a la dimensión trascendente.

8.2.1.2 Cómo se da la opción fundamental: No es un simple acto explícito a. Es la decisión en la que el hombre determina de manera libre su fin último.

b. Se da de manera implícita en un acto moral sobre un objeto particular. c. Es consciente y libre. d. No es un acto reflejo.

La Opción Fundamental aparece cuando la persona llega a tener uso de razón ―en la niñez‖ y no puede ser indiferente a su fin último pudiendo ahora a favor o en contra de Dios.

8. 2.1.3 Opción fundamental y opción de vida. ―en la decisión fundamental hay centro de gravitación que da el necesario apoyo a toda la vid a moral y engendra una decisión previa de la que se beneficia toda decisión particular. Un segundo centro

de gravitación del ejercicio de la moral se halla en la decisión de vida. Toda persona vincula de manera espontánea su propia vida con un sent ido singularísimo que hay que traducir a la realidad durante toda la historia de su propia vida, sucede esto en

la elección del estado de vida en el cual la dimensión personal y la dimensión institucional forman una unidad indisoluble. La opción de vida exige que con ella se

166 FLECHA, Román. Teología Moral. p. 204. 167 FLECHA, Román. Teología Moral. p. 234. 168 Diccionario Enciclopédico de Teología Moral. p. 425.


65

llene plenamente la vida entera. Cada uno se reconoce de manera original en la propia decisión u opción de vida.

169 En la iglesia encontramos tres estados de vida

clásicos: Sacerdocio, matrimonio y vida en seguimiento a los consejos

evangélicos‖.170

8.2.1.4 Acto moral: Manifestación de la opción fundamental y de la actitud. Los actos

humanos son morales porque expresan y deciden la bondad o malicia de la actuación del que lo realiza. Y tiene como elementos:

1. Conocimiento: tanto de la acción en sí, como de los valores en juego. 2. Sentimiento de tendencia o voluntariedad: El acto voluntario querido en sí mismo,

aspiración.

3. Decisión libre: El comportamiento humano responsable tiene origen en la decisión querida y libre.

171

8.2.1.5 actitud moral: conjunto de disposiciones adquiridas que nos llevan a reaccionar positiva o negativamente ante los valores morales. Exige conocimiento, voluntad, sentimiento y campo operativo de la persona.

8.2.2 Relación entre opción fundamental, actitudes y actos

Opción fundamental: La infraestructura de donde procedente y que les da densidad, consistencia y coherencia. Principio unificante de su pluralidad.

Centro referencial que les orienta básicamente hacia un proyecto existencial determinado.

El vínculo y la garant ía que confiere dignidad y continuidad a sucederse.

Factor de coordinación entre ellos y el instante y la duración.172

Las actitudes actúan de nexo entre la opción fundamental y los actos como:

Mediaciones correlativas entre aquellas y estos. Especificaciones extensivas de esa decisión globalizante a áreas determinadas

del comportamiento. Configuraciones estables y operantes de los criterios, aspiraciones tendenciales motivacionales, decisiones y niveles.

169 VIDAL. Marciano. Moral de Actitudes. T. I p. 237.

170 KLAUS, Demmer. Introducción a la Teología Moral. p. 156. 171 VIDAL, Marciano. Moral de Actitudes. T. I p. 239. 172 KLAUS, Demmer. Introducción a la Teología Moral. p. 223.


66

9. LA MORALIDAD CRISTIANA Se entiende por moralidad "la relación de la acción libremente querida con la norma

de moralidad", es decir, es la conformidad o disconformidad con la norma. Es la acción humana en cuanto está realizada con perfecta advertencia de su bondad o malicia. La sede de la moralidad es la libertad. La moral objetiva mira a la ley, la

subjetiva a la conciencia.173

9.1 DIMENSIÓN OBJETIVA DE LA MORALIDAD

El objeto moral, tiene que ver con la coherencia del obrar moral y el bien expresado a través de las normas, los valores, la ley, los juicios morales. "los hombres y las

mujeres son buenos en la práctica no en la teoría." (San Agustín) Teniendo en cuenta la dimensión objetiva de la moralidad estudiaremos las fuentes de la moralidad como tema fundamental para ver la bondad o malicia de los actos.

9.2 FUENTES DE LA MORALIDAD

Son los diferentes elementos de la acción humana que han de medirse por la norma ética y que determinan la moralidad de la acción.

174 Una acción humana será buena

cuando los tres elementos concuerdan con la norma moral, y por el contrario, será

mala cuando uno de los tales elementos choca contra la norma de moralidad. El bien deriva de la totalidad y el mal de cualquier defecto.

175

9.2.1 El objeto: Es el efecto que la acción produce de primeras y de modo directo. Siempre y necesariamente es el resultado del acto con independencia de todas las circunstancias y del propósito del agente (robo, mentira, dar limosna). Objeto es el

efecto que pertenece a la esencia de la acción y s in el cual la acción ya no sería la misma. Por ejemplo: el robo es siempre la apropiación de bienes de otra persona contra su voluntad, ya sea a un rico o a un pobre, por enriquecerse o por necesidad.

El efecto primero o directo de la acción son las repercusiones sobre los derechos y exigencias de las personas ya sea el agente o no.

El objeto puede ser bueno, malo o indiferente. (Tocar un instrumento es indiferente); lo cual no significa que la acción en su conjunto sea indiferente.

176

Cuando el objeto moral es malo, ningún fin que se proponga por bueno que sea puede hacer de la acción algo permitido. Supone la existencia de absolutos morales: Actos que por razón de su objeto son absoluta e intrínsecamente malos. Actualmente

173 MUÑOZ, Jaime. Tratado de Moral Fundamental. pp. 49-50.

174 COMPAGNONI, M. Nuevo diccionario de Teología Moral. p. 283. 175 FLECHA, Román. Teología Moral, p. 195. 176 VIDAL, Marciano. Moral de Actitudes. "Moral Fundamental", Tomo 1, p. 424.


67

hay muchos teólogos que discuten si hay acciones externas absolutamente malas. Los teólogos hacen hincapié en que las distinciones no constituyen en si mismas una calificación moral sino premoral. Cuando alguien da limosna por presumir no hace

ningún acto bueno y cuando al fin del robo es salvar de la muerte por hambre pese al daño causado, es un acto que se justifica. 9.2.2 El fin: Es el modo por el que la persona (agente), realiza un acto. El efecto que

el agente persigue subjetivamente con su acción. Puede ser el objeto mismo de la acción, puede identificarse objeto y fin. El fin cambia la moralidad de un acto de manera parecida como lo hacen las circunstancias. Un fin bueno hace que un acto

bueno sea mejor, que un acto indiferente sea bueno, y que un acto malo lo sea menos, o viceversa.

El fin es importante para la moralidad de cada acto humano; confiere unidad a muchos actos diferentes transmitiendo a todos ellos una bondad o maldad común.

177

9.2.3 Las circunstancias: Son cualidades de la acción humana concreta que no van necesariamente ligadas al objeto. Pueden cambiar sin que cambie el objeto. No todas tienen una influencia sobre la moralidad de la acción. En su mayoría son indiferentes.

Son realmente relevantes cuando potencian o promueven los efectos buenos o malos. Podemos distinguir siete:

Quién, qué, dónde, con qué medios, por qué, cómo y cuándo. Pueden hacer de un acto bueno mejor o de un acto malo peor, o ser indiferente.

178

9.3 LA TRINIDAD COMO FUENTE Y META DE LA VIDA MORAL CRISTIANA La imagen definitiva de Dios nos es dada a través de la revelación del misterio de

Dios Trinitario. Es este misterio de la Trinidad el fundamento último y la meta definitiva de la vida moral Cristiana. A t ravés del misterio de salvación vislumbramos el misterio de Dios. (A.G, L.G). La trinidad es la fuente de donde viene todo origen,

es Misterio fontal.179

La Trinidad es el máximo de la revelación, pertenece al orden de la fe, sin embargo

toda realidad y particularmente la condición humana está penetrada por este Misterio. Hay huellas de la Trinidad en la realidad creada y esta ha de buscar su perfección (San Agustín). Por lo tanto la vida Cristiana es una forma de vida trinitaria, porque la

vida Cristiana no es otra cosa que el despliegue en el tiempo histórico y biográfico del Misterio eterno de Dios. La moral ha de formarse como moral Trinitaria es decir, como paradigma de comportamiento y fundamento del obrar moral:

180

177 COMPAGNONI, M. Nuevo diccionario de Teología Moral. p. 284.

178 COMPAGNONI, M. Nuevo diccionario de Teología Moral. p. 284. 179 Lumen Gentium. Números. 2,3,4. 180 Cfr. VIDAL, M,. NUEVA MORAL FUNDAMENTAL. El Hogar Teológico de la Ética. Ed: Desclée de


68

Comprensión de la persona como donación y comunión.

Paradigma de relación interpersonal (igualdad, respeto). Fundamento y paradigma de la familia.

181

Paradigma de la vida consagrada.

Paradigma para la ética social Cristiana. 9.4 LA MEDIACIÓN ECLESIAL DE LA MORAL CRISTIANA

No hay moral Cristiana sin mediación eclesial. El designio de Dios se realiza a través de la iglesia, "sacramento universal de salvación".

182 La Iglesia es en Cristo como un

sacramento instrumento de la unión intima con Dios y de la unidad de todo el género humano.

183

La Iglesia está en función de la humanidad. Siendo sacramento universal d e salvación, la Iglesia realiza y manifiesta al mismo tiempo el Misterio del amor de Dios al hombre.

184

Así pues, el obrar moral Cristiano tiene necesariamente una dimensión eclesial, el designio de Dios se hace a través de la Iglesia, ella descubre al homb re el sentido de

su propia existencia, es decir la verdad íntima sobre el hombre.185

El Catecismo de la Iglesia Católica Nº 1697 afirma que la exposición de la moral Cristiana tenga en cuenta su carácter eclesial. Es en la Iglesia donde se manifiesta el origen Trinitario

de la moral Cristiana.186

9.5 MUNDANIDAD DE LA MORAL CRISTIANA

Todos los caminos de la Iglesia conducen al Hombre (Juan Pablo II, R.H). La G.S 3 afirma: "hay que salvar a la persona humana y renovar la sociedad humana. Por

consiguiente el hombre pero el hombre en su unidad y totalidad, con su cuerpo y alma, corazón y conciencia, inteligencia y voluntad".

187 La moral Cristiana participa

Brouwer, Bilbao (España), p. 239.

181 Familiaris Consortio. Números. 11-16.

182 Lumen Gentium. N. 48. 183 Cfr. Lumen Gentium, Números. 2-4. 184 Gaudium et Spes. N. 45. 185 VIDAL, Marciano. Nueva Moral Fundamental. pp. 287-288.

186 VIDAL, Marciano. Nueva Moral Fundamental. Citando a B. FORTE, La Iglesia de la Trinidad (Salamanca, 1996).

187 VIDAL, Marciano. Nueva Moral Fundamental. p. 700.


69

de modo eminente, de esa relación de la Iglesia con el mundo. También para la moral cristiana rige el principio de que su quehacer ha de transitar por el camino del mundo.

Según la Gaudium et Spes la presencia y la acción de la Iglesia en el mundo ha de estar sostenida y guiada por la fuerza y la luz que le viene de la revelación. El concilio

lo ha explicitado descubriendo el fulgor de Cristo en el que la condición humana queda revelada y restituida, un fulgor que tiene su origen y su ámbito adecuado en la comunión Trinitaria, la cual se abre a la historia humana encontrando en la Iglesia el

lugar privilegiado de manifestación. De este modo la condición humana es decir el mundo, la historia, la realidad entera,

adquiere su plena significación al estar penetrada por la dimensión Cristológica, Trinitaria y Eclesial. Al conseguir esta plenitud de significado, la realidad humana es al mismo tiempo, histórica y escatológica.

La mundanidad de la moral cristiana no supone vaciar de significado trascendente el comportamiento de los cristianos, sino que constituye el cause necesario para

verificar en la historia la dimensión trascendente y escatológica de la fe cristiana.188

9.6 EL VALOR MORAL

Valor en General: Es aquello que tiene una significación positiva para la persona. Favorece su realización, conviene para llegar a un fin; expresan cualidades propias

de los seres. Pueden ser absolutos o relativos, objetivos o subjetivos, inmutables o cambiantes. No dependen de mí ni mis sentimientos para que existan, por lo tanto, hay valores absolutos en cuanto pueden ser captados por todas las conciencias, y

relativos, cuando no. Valor Moral: Participa de la naturaleza y características del valor en general, y es

moral en cuanto hace referencia a una posibilidad de realización más perfecta. Lo específico del valor moral radica en el compromiso intencional del sujeto que interioriza el valor y lo conecta con la libertad responsable.

El valor moral pertenece al nivel práctico de lo humano. Se coloca en la estructura de la acción humana, es decir en cuanto la acción humana define al hombre mismo. El

valor se convierte en el camino a seguir por la persona: tiene por materia las acciones mismas del hombre, se define a sí mismo.

189

9.7 LA SITUACIÓN COMO CRITERIO DE MORALIDAD

188 VIDAL, Marciano. Nueva Moral Fundamental. p. 710. 189 VIDAL, Marciano. Moral de Actitudes. T. I p. 428.


70

Aunque la situación no es criterio de moralidad, si ha de ser tenida en cuenta para lograr una visión global del hombre. Algunos plantean el problema ético en estrecha dependencia con la situación en que vive el hombre, hasta llegar a afirmar que es la

existencia histórica concreta, la que puede crear el bien o el valor. Ética de situación: No se basa en las leyes morales universales sino en las

condiciones o circunstancias reales y concretas según las cuales, la conciencia individual juzga y elige, obrando independientemente de los principios morales generales y teniendo en cuenta solo la situación.

190

Ética en Situación: Es la encargada de las normas universales, relativizadora según las circunstancias a la cual está condicionada.

191

10. LA NORMA COMO EXPRESIÓN DE LA MORALIDAD Y DEL VALOR MORAL

DELIMITACIÓN DEL TEMA

192: En la tradición escolástica –casuística, se identificó la

norma moral con la ley, sufriendo así en su tratamiento una distorsión de carácter

legalista. Dado la influencia de corrientes filosóficas la norma ha sido revalorizada: De ahí esta delimitación se da bajo las siguientes coordenadas:

Es necesario liberar el tema del encuadre tradicional de la ―ley‖, de ahí se rompe la identificación entre la norma moral y la ley (natural y positiva).

Algunas corrientes: Las que identifican norma con ―normatividad‖ y esta con ―moralidad‖ – Las que reducen la justificación de la moral a una justificación de la estructura lógica de las normas. – Las que hacen de la norma el criterio

de universalización y validación de la moral.

La norma es la expresión del valor. En realidad a lo que nos referimos en concreto es a las normas en plural.

190 PINTO RAMÓN, Bernardo. Lecciones de Ética General. p. 70. 191 PINTO RAMÓN, Bernardo. Lecciones de Ética General. p. 70. 192 VIDAL, Marciano. Moral de Actitudes. T.1, pp. 456-457.


71

Hay normas en distintos contextos teóricos y se refieren a diversos niveles de la realidad. Existen normas sociológicas, normas jurídicas, normas higiénicas, etc. La

norma moral tiene en común con ellas el carácter genérico de normatividad; pero se diferencia en cuanto que se refiere a un ámbito peculiar y específico: el circunscrito por el valor y la responsabilidad morales.

10.1 DEFINICIÓN DE LA NORMA

Es la expresión o formulación de los valores; el sentido de la norma viene dado por el valor y también por la necesidad humana.

193

Función: tutelar los valores fundamentales del hombre y la sociedad.

194

10.2 CONCEPTO DE LEY La ley es una ordenación de la razón con miras al bien común, promulgada por el que

tiene a su cargo la comunidad.195

Es una magnitud social, la cual debe ser dada a conocer y solo tienen fuerza de Ley

las emanadas de la autoridad competente. La Ley se diferencia del Precepto en que no se da para un caso particular, sino con cierto valor general.

196

10.3 JERARQUIA DE LEYES

10.3.1 Ley Eterna:

El Fin que responde al principio, Dios Creador y Principio del universo, es también su fin último.

197

Es Eterna e incognoscible en si misma; su conocimiento es refractado; conocida solo

pos su causalidad. Es la Ley de las Leyes (Sertillanges).198

Demanda el orden y se opone al caos. No se opone a la dignidad del hombre, a su

libertad ni a su conciencia, sino que les sirve.199

193 VIDAL, Marciano. Moral de Actitudes. T.1, p. 260. 194 IV TEOLOGIA 2003. Síntesis de Moral. 2003 p. 67. 195 SIMÓN, René. Moral. Edit. Hérder, Barcelona. 1987 p. 229. 196 HÄRING, Bernhard. La Ley de Cristo. T.1, p. 571.

197 SIMÓN, René. Moral. p. 248. 198 SIMÓN, René. Moral. p. 432. 199 FERNÁNDEZ, Aurelio. Compendio de Teología Moral. p. 773.


72

De acuerdo a la manera como se promulga la ley eterna se divide en:

* Ley natural o física : se da con la simple existencia de las cosas, como ley de necesidad, sin intervención del conocimiento ni la libertad.

* Ley moral natural: impuesta al hombre al serle concedida la naturaleza racional.

* Ley positiva divina : manifestada por la directa revelación de Dios a la humanidad. Y se divide en:

* Ley primitiva: dictada por Dios en el Paraíso a los primeros padres, después de la caída. * Ley Mosaica: dada por Dios a Moisés y a los profetas.

* Ley Cristiana: Dios reveló en Cristo y grabó en el corazón del cristiano.

200

* Ley divina positiva201

10.3.2 Ley Natural:

Participación de la Ley Eterna en la criatura racional.

202

Evidencia y prescribe las finalidades, los derechos y deberes fundamentales en la

naturaleza corporal y espiritual de la persona Humana. Esa Ley no puede entenderse como normativa biológica, sino que ha de ser concebida como el orden racional por el que el hombre es llamado por el Creador a dirigir y regular su vida y sus actos.

203

Dos formas de comprenderla:

a. No es otra cosa que la ley de la inteligencia infundida en nosotros por Dios; como una luz especial de la razón humana, como participación en la sabiduría de Dios.

204

b. El ser mismo de la persona humana; el hombre tiene una naturaleza al modo com o

cada ser tiene la suya y por lo tanto ha de ser un todo ordenado. La ley natural es la gloria del ser Humano: por ella se distancia de todo el orden

creado, participa de la inteligencia divina para conocer el bien y el mal en el orden moral.

205

200 HÄRING, Bernhard. La Ley de Cristo. T.1, p. 571. 201 HÄRING, Bernhard. La Ley de Cristo. T.1, p. 571.

202 FERNÁNDEZ, Aurelio. Compendio de Teología Moral. p. 190. 203 Veritatis Splendor. N. 50. 204 Veritatis Splendor. Números. 42-43.


73

Propiedades de la ley natural

206

Es universal e inmutable. Principio Moral: ―Hay que hacer el bien y evitar el mal‖. Las variaciones de la ley natural no son variaciones de su contenido

ontológico, sino del conocimiento que el hombre tiene de ella. Este conocimiento está sujeto a toda clase de desviaciones, de retrasos, etc. No hay que confundir mutaciones aparentes y mutaciones reales.

No hay que apresurarse a erigir como exigencia natural aquello que es solo la pretensión de una clase social o el interés de un grupo particular.

Tesis fundamentales en torno a la ley natural207

De la enseñanza de Santo Tomas podemos sacar las siguientes:

La ley natural no es un hábito, es la misma persona. Es exclusiva del hombre. Discierne el ―bien‖ y el ―mal‖.

Contiene diversos preceptos. Admite algunos cambios, por cuanto puede ser mejor conocida. No puede ser dispensada en los preceptos comunes.

Pide ser respetada, de lo contrario, el hombre se niega a si mismo. Se puede oscurecer en la conciencia del hombre. La finalidad: ayudar al hombre a adquirir la felicidad.

10.3.3 Ley Humana:

• Es obra del legislador humano, con miras al bien común de la sociedad.

• Se deriva de la ley natural. La ley humana es ley auténtica porque es justa y

debe evitar la arbitrariedad.

• Solo tiene valor por su relación con la ley natural.208

Objeto de las leyes humanas

209

• El objeto de la ley no puede sino ser un acto moralmente bueno en si. No puede

colocar cosas imposibles.

205 FERNÁNDEZ, Aurelio. Compendio de Teología Moral. p. 773. 206 SIMÓN, René. Moral. p. 432.

207 FERNÁNDEZ, Aurelio. Compendio de Teología Moral. 1999, pp. 193-194. 208 SIMÓN, René. Moral. p. 432. 209 HÄRING, Bernhard. La Ley de Cristo. T.1, p. 571.


74

• La ley puede prohibir actos en mismos buenos, porque a veces pueden

afectar al Bien Común.

• El objeto final de la ley es el Bien Común.

• El objeto de la ley tiene que ser justo; por lo tanto la ley debe ser necesaria y

útil.

• El poder civil no tiene derecho a juzgar sobre los sentimientos y disposiciones

interiores. El sujeto de la Ley: obligan a todos los súbditos del legislador que sean responsables de sus actos, suponiendo que las leyes han sido dictadas para ellos.

Interpretación de la Ley: ni el más sabio legislador consigue nunca expresar y coordinar sus leyes con precisión.

10.4. SENTIDO DE LA LEY EN LA SAGRADA ESCRITURA

210

Aunque en la Biblia, en la tradición teológica moral y en el magisterio eclesiástico se formulan normas éticas, la norma decisiva de la ética cristiana es Cristo. No hay otra Norma para el cristiano que el acontecimiento de Jesús de Nazareth.

En el Nuevo Testamento y en la más genuina tradición teológica existe un tema teológico moral que relativiza el sentido y la función de la norma moral. Es el tema de

la ―ley interior‖ en cuanto alternativa cristiana a la ―ley exterior‖. Además en el concepto neo testamentario sobre la ley tiene una gran riqueza de significados. Con este término se alude, por ejemplo a todo el Antiguo Testamento.

En el Nuevo Testamento se afirma la existencia de una norma original de actuación esa norma es descrita con el sustantivo de ―ley‖ sin embargo al añadirla los

calificativos del espíritu y la libertad. Se le quita la sustantividad propia jurídica. De ahí se describen los rasgos esenciales de la ley nueva del cristiano:

Ley de Cristo (Gal. 6, 2): Cristo el nuevo Moisés y Cristo Él es nuestra ley. Ley escrita en la mente y en el corazón (Hrs. 8, 10; Jer. 31, 33). Es una ley

interiorizada.

Ley del espíritu de vida en Jesucristo (Rom 8, 2). Ley perfecta de libertad (Sant 1, 25; 2, 12).

Para el cristiano pierde vigencia la ―ley antigua‖, esta ley carece de sentido en cuanto ―ley exterior‖:

210 VIDAL, Marciano. Moral de Actitudes. T.1, pp. 460-463.


75

Jesús rechaza las tradiciones humanas (Mc 7, 5; 7, 8). Combate sobre todo el

fariseísmo y el espíritu legalista.

Jesús despoja a la ley de su carácter mediador: Él mismo es la nueva ley y al nueva alianza.

Para Él no queda sin sentido todas las exigencias del Antiguo Testamento,

Jesús lleva a perfección la ley antigua (Mt 5, 17). Un testigo frente a la postura Neo testamentaria frente a la ley antigua es Pablo:

Pablo declara caduca la ley antigua: como economía de salvación, como sistema ético religioso global (Rom 6, 14).

Él polemiza no sobre los contenidos de la ley judía, sino sobre su carácter

obligante. Admite que era buena en s í misma (Rom. 7, 12. pero revela el pecado (Rom.

C. 7).

La ley es un pedagogo que lleva a Cristo (Gal. 3, 23 -24).

De la enseñanza Neo testamentaria sobre la ―ley antigua‖ y sobre ―la ley nueva‖ se

deduce que la ética cristiana es una moral nacida desde la exigencia interior. Las normas externas tienen una función secundaria.

Es así que otra división de la ley divina positiva es:211

10.4.1 LEY VETEROTESTAMENTARIA: el Antiguo Testamento agrupa tres cuerpos

de leyes: * Ley cultual o ceremonial: reglamentada por Dios para el culto divino.

* Ley Judicial o ley civil: su fin era mantener unido al pueblo escogido y separado de los paganos. * Ley moral: es la revelación clara de la ley moral natural.

10.4.2 LEY NEOTESTAMENTARIA:

- Jesús y la Ley: Él rechaza las ―adiciones de los hombres‖, las ―tradiciones humanas‖ y lleva la ley a la perfección. El trasgresor de la ley puede salvarse, por virtud del Perdón de Cristo. Y el quebrar la Ley de Cristo hace imposible la salvación.

- San Pablo y la Ley: su actitud ante la ley es la Cruz de Cristo; la ley debe ser observada y cumplida y al prohibir quiere prever contra el pecado.

211 HÄRING, Bernhard. La Ley de Cristo. T.1 pp. 302-305.


76

11. LOS JUICIOS MORALES

Los juicios morales son un tema conectado con el de la metodología moral y se relaciona con la fundamentación de la moral.

El juicio moral es el acto mental, expresado en enunciados u oraciones, por las que se afirma o se niega el valor moral de una situación o de un comportamiento humano. Los juicios se integran formando razonamiento mediante los cuales se busca verdad

moral. El punto de partida del razonamiento moral esta en la diferencia que existe ente los

juicios de descripción y los juicios de prescripción. Los primeros expresan un hecho, mientras que los juicios prescriptivos formulan alguna norma en virtud d la cual se obtiene algún resultado. Sin embargo, hay que establecer diferencia entre lo que ―es‖

lo que ―debe ser‖; entre los juicios de hecho y los juicios de valor; entre el lenguaje que expresa fenómenos y el lenguaje que formula programas, tendencias, propuestas, etc.

El razonamiento moral se sitúa en el mundo de la prescripción (valoración) aunque siempre tiene en cuenta la realidad expresada por la descripción; algunos autores lo

llaman nivel óntico al mundo de la descripción y denominan nivel ético (bien o mal éticos) al mundo de la prescripción; se convierten en bienes o males morales cuando dependen de la responsable actuación del hombre.

Juicio de valor (deducción), llamado también el mundo de la prescripción: es la valoración ya de tipo moral o ético sobre el problema y sobre las soluciones que se le

han dado al mismo. Busca la coherencia entre los siguientes sectores: los fundamentos, que es el sector de los valores más originarios que sirven de directrices a los valores más concretos los cuales dan lugar a los distintos códigos morales; el

sector de las validaciones o justificaciones, que es el de las motivaciones que sirven para que los criterios sean reconocidos y aceptados como tales; se busca explicitar pues los valores humanos y cristianos presentes en el fenómeno, situación o

problema del que se trata. El juicio y la argumentación morales, en cuanto pertenecientes al mundo de la

prescripción, se sitúa en la búsqueda de la coherencia de los tres sectores en que se descompone el sistema ético de la realidad humana. Los juicios de valor presuponen cosas, seres y actos a los cuales aplicamos una valoración. Estos valores pueden ser

estéticos, morales, religiosos, sociales etc. Y hacen el papel de verdaderos estímulos provocando nuestra reacción afectiva y decidiendo nuestros actos.

11.1 SENTIDO Y FUNCIÓN DE LOS PRINCIPIOS MORALES


77

Los principios tienen la doble función de archivar la experiencia ética y de orientar el comportamiento moral. El uso correcto de los principios morales se sitúa entre los dos

extremos del ―formalismo vacío‖ y del ―rigorismo cerrado‖. Los principios morales han de ser entendidos como ―direcciones de valor‖, mediante las cuales la experiencia ética archivada ayuda, y no anula, la decisión original e irrepetible del individuo en la

situación concreta. Los principios morales son los actos más altos de abstracción mental que buscan la verdad, y reconocen la moralidad de los actos humanos. Buscan salvar la objetividad

moral. Todos tenemos el derecho y el deber de formar y actuar según los juicios ciertos de la propia conciencia.

El juicio moral o proceso cognitivo que atraviesa secuencial mente una serie de etapas basadas, en primer lugar, en la prudencia (esta bien hacer lo que se premia), luego en la autoridad (esta bien lo que ordena la autoridad), posteriormente en la

igualdad, reciprocidad y finalmente en la equidad (altruismo). La investigación moral supone en el terreno de la teología moral, una confrontación

de los resultados que se vayan obteniendo con la tradición bíblica del Antiguo y Nuevo Testamento, con la praxis cristiana, con las directrices del magisterio y con las exigencias de la praxis actual, todo este proceso de razonamiento moral termina con

la formulación de los principios morales. La formulación de los principios morales no puede ser cerrada. Debe dejar la puerta

abierta para la excepción, para lo imprevisto, para lo original, para las situaciones -limite, etc. Se dice que es ―buen‖ principio aquel que admite ―buenas‖ excepciones.

11.2 PROCESO DE RAZONAMIENTO MORAL El análisis de un problema de moral se realiza siguiendo un proceso de razonamiento

que corresponde al tipo de verdad que se trata de descubrir. Al tratarse de una verdad ―valorativa‖ que se inserta dentro del ―sistema ético‖ de la realidad, el proceso del razonamiento moral tiene su peculiaridades que dividimos en dos grupos:

presupuesto metodológico del razonamiento moral y el análisis concreto de un problema moral.

Presupuesto metodológico del razonamiento moral:

Para descubrir la verdad moral es necesario seguir un ―método‖ o camino

adecuado y es necesario combinar la función inductiva con la función deductiva. Juntando la doble función del método moral se puede expresar la


78

secuencia del razonamiento ético así: 212

- Descripción exacta del problema: atendiendo a los factores que debe

considera un análisis científico. - Encuadramiento del problema dentro del contexto de cultura actual. - Interpretación sistemática del problema: correlación de datos,

explicación causal, etc. - Valoración ética como meta del proceso inductivo deductivo.

Análisis concreto de un problema moral. Las condiciones metodológicas que hemos señalado tiene que ser concretadas a la hora de analizar un problema particular de moral. Para lograr

ese juicio moral concreto se puede seguir un proceso interrogativo a través del cual quede desvelada la realidad moral.

He aquí las preguntas en cuya contestación se realiza el juicio moral. 213

- ¿Qué? Es necesario conocer aquello sobre lo cual se va a emitir la evaluación moral.

- ¿Por qué? Esta pregunta hace referencia a los motivos, a la intención del

agente: el motivo da un significado esencial y constitutivo a la acción humana. - ¿Cómo? Nos referimos al estilo de la acción, y alo medios empleados. - ¿Quién? El sujeto constituye parte importante de la realidad objetiva sometida

a valoración. - ¿Dónde? y ¿Cuándo? Estas preguntas proporcionan informaciones

complementarias.

11.3 ELENCO DE PRINCIPIOS GENERALES

Los principios morales son: ―proposiciones mediante las cuales se expresa un juicio de valor sobre lo que es bueno o es malo‖; estos principios morales entonces, han de ser entendidos como direcciones de valor, como orientaciones de valor. En el sentido

y función de los principios aparece la ética normativa que con sus valor es, normas y principios ilumina la conducta humana y señala la rectitud.

El valor moral: ―La noción de valor es una noción compleja. Por una parte hace referencia a algo específico como dice Ortega ―allí donde se habla de valor‖ existe algo irreductible a todas las demás categorías, algo nuevo y distinto de los restantes

ámbitos del ser. Pero por otra parte el valor no puede concebirse sin referenciarlo a otra categoría, como el bien, el fin, etc. Algunos afirman que es una realidad subjetiva y otros que es una realidad objetiva. La síntesis entre ambas tendencias nos parece

el mejor camino para definir el valor. Esto supone:

212 F. FERRERO. Ciencias morales (metodología): Diccionario enciclopédico de Teología moral. Madrid

1978. p. 1262. 213 D.C. MAGUIRE. La muerte libremente elegida. Santander 1975. pp. 93-131.


79

- Que los valores no son producto de nuestra subjetividad. - Que la cualidad valorativa es distinta de otras cualidades que encontramos en

las cosas. El valor no descansa sobre cualquier objeto, sino sobre las realidades que tienen el

carácter de bienes.214

Principio moral: ―La denominación de principio moral se usa en varios sentidos, en el empeño por lograr un sistema objetivo de su ciencia, los moralistas han buscado una y otra vez un principio fundamental que redujera a unidad la variedad de los

postulados morales, los hiciera inteligibles y ayudara a su articulación doctrinal orgánica. Para encontrar tal principio es menester reflexionar sobre el núcleo esencial de la moralidad cristiana, tal como aparece en la revelación, cuya realización concreta

tienen presente todas las exigencias particulares válidas, al cual estas se remontan y de donde se deriva su justificación.

La teología moral conoce el destino del hombre querido por Dios mediante la revelación, la cual podría consiguientemente ser denominada también en cierto

sentido con el nombre de principio moral. En la revelación encontramos las ideas fundamentales de gloria y glorificación de Dios, de la semejanza con dios, de la filiación divina del reino de Dios, todas ellas parecen ofrecerse como principio moral y

están en armonía ente si, puesto que el hombre está llamado a dar gloria a Dios dando en si mismo forma perfecta a la imagen de Dios desplegando su filiación divina y construyendo en si mismo y en su circunstancia el Reino de Dios; de ahí que pueda

hablarse con razón de la unión con Jesús o de la imitación y seguimiento de Cristo como del moral fundamental. La conformidad de vida con Jesús lleva a un creciente cumplimiento de la vida, que será un día definitivo, y ala bienaventuranza la cual, bien

entendida, puede igualmente, designarse como principio moral.

Principio de voluntario in causa

―Acción directa de la que s igue un efecto malo, el cual se imputa cuando:

1. sea suficientemente previsto. 2. se pueda evitar. 3. se debe evitar. Obligación de impedir tal efecto negativo.

215

Principio de Doble Efecto: ―Nació de la ponderación de la licitud de una acción con

214 VIDAL Marciano. Moral de actitudes. T. I p. 469. 215 VIDAL Marciano. Moral de actitudes. T. I p. 475.


80

efectos que fueron previstos pero que no se quieren. El planteamiento tradicional de este principio exigía cuatro condiciones que son:

1. Que la acción sea buena en si misma o al menos indiferente. 2. Que el efecto inmediato sea el bueno y no el malo.

3. Que la intención sea sana (conseguir el efecto bueno y permitir el malo). 4. Que exista una causa proporcionada a la gravedad del daño.

216

El resultado de los componente humanos no siempre es positivo en todos sus aspectos por las múltiples limitaciones humanas, muchas veces aún con la mejor

intención surgen una serie de efectos negativos que no se buscaban; entonces el bien moral consiste en el lúcido y objetivo discernimiento sobre la alternativa que se presenta como la más humana y evangélica; la clave es buscar y adquirir esa

capacidad de humanización cristiana que descubre el valor superior.

Principio tradicional ―El fin no justifica los medios. No esta permitido hacer un mal

para obtener un bien‖.217

Principio de mal menor: ―En el problema no se trata de decidir entre diversos daños de carácter no moral, ni tampoco ente un mal físico y un pecado (el pecado no puede ser nunca camino lícito), sino entre varios males morales. No debe seguirse el

principio de mal menor de manera que se decida uno a cometer un pecado menor en lugar de otro mayor, pues hay obligación de evitar todo pecado. Como hay que portarse dentro del Espíritu del amor a Dios y al prójimo, respecto de otro de quien se

sabe esta decidido a cometer un pecado y según calculo humano, no puede apartarse enteramente de él dado que no quiere apartarse enteramente del pecado; cabe persuadirle que lo cometa en menor medida‖.

218

Principio de jerarquía de valores: Es buscar el bien mayor posible.

Principio de totalidad: El principio de totalidad tal como se aplica a los hombres dice: en un todo real, la parte no tiene significación independiente existe más bien

por razón del todo y en él subsiste. Consecuentemente el bien de la parte se subordina al bien del todo. Si lo exige el bien del todo, la parte puede y debe ser eliminada en su actividad y hasta en su existencia. Si parece necesario para el todo

puede suprimirse órganos y suspenderse funciones humanas.

216 Cfr. FLECHA, Román. Teología Moral. p. 183. 217 Catecismo de la Iglesia Católica N. 1753. 218 HÄRING, Bernhard, La ley de Cristo. T. I p. 299.


81

El principio de totalidad rige para todos de carácter físico, no para un todo moral (estado, Iglesia, familia) en que las partes no pierden toda independencia, o también para un conjunto de hechos.

219

12. LA CONCIENCIA

219 HORMAN Karl. Diccionario de Moral Cristiana. Barcelona. 1979


82

―En la profundidad de su conciencia descubre el hombre una ley que no se dicta él a sí mismo pero a la que debe obedecer y cuya voz suena con claridad a los oídos del corazón cuando conviene, invitándole siempre con voz suave a amar y obrar el bien y

evitar el mal: haz esto, evita lo otro. El hombre lleva en su corazón la ley escrita por Dios, a la que su propia dignidad le obliga a obedecer y según la cual será juzgado. La conciencia es como un núcleo recóndito, como un sagrario dentro del hombre,

donde tiene sus citas a solas con Dios, cuya voz resuena en el interior‖.220

12.1 DISTINCIÓN TERMINOLÓGICA

12. 1.1 Conciencia habitual: La facultad de juzgar moralmente, la misma capacidad para articular una jerarquización de los valores éticos. Se divide en conciencia recta y

defectuosa. a. Conciencia recta: Su juicio coincide con los valores morales fundamentales y

dirige efectivamente la acción en ese sentido. b. Conciencia defectuosa: La inadecuación de los valores objetivos que se

manifiestan de dos formas: Ancha o laxa: tiende a maximizar en un caso concreto las exigencias morales, y

suprimir el sentimiento de toda inadecuación y culpabilidad. Es farisaica o deformada por la educación y la costumbre de admitir como válido cualquier comportamiento.

Escrupulosa : Tiende a vivir en el miedo y la continua inseguridad ante las exigencias morales de los valores. A veces generada por causas psicopatológicas.

12.1.2 Conciencia actual: Es un juicio práctico que determina ya en la situación concreta, que debe realizarse tal acción por ser buena, o que debe omitirse por ser mala.

a. Si se atiende a la naturaleza del acto responsable: se habla de la conciencia:

Antecedente: Cuando el juicio valorativo precede al acto para ordenarlo, permitirlo o prohibirlo.

221 ―Estadio en el cual se prepara la formación del juicio

de conciencia‖.222

Concomitante: Juicio responsable en el momento del acto.

Consiguiente: Cuando se trata de una reflexión sobre el acto realizado, para

220 Gaudium et Spes. N. 16. 221 FLECHA, Román. Teología Moral. pp. 272-274. 222 NOVOA M., Carlos. S. J. El Seguimiento Histórico de Jesús. p. 28.


83

aprobarlo o condenarlo.223

b. Según su conformidad con el valor objetivo se habla de conciencia:

Recta o verdadera : ―Actúa con la autenticidad de la persona. Se precisa que

la persona obre de manera coherente y trate de encontrar el eco de Dios en el interior‖. Pone su atención en la verdad del bien moral que constituye la dignidad de la persona humana.

Errónea falsa: No concuerda con la verdad objetiva. Puede ser:

Venciblemente errónea: (culpablemente errónea) Cuando el error puede ser vencido o superado.

Invenciblemente errónea: (inculpablemente errónea) Cuando el error no puede ser descubierto o superado.

224

C. Según la certeza subjetiva del que juzga y actúa, se considera:

Cierta: cuando sin temor a errar juzga que un acto debe realizarse porque es

bueno o debe evitarse por ser malo. Dudosa: Cuando parece quedar en suspenso sin atreverse a pronunciar un

juicio firme sobre el valor moral de un acto u omisión. Probable: Cuando el juicio formulado no excluye el temor de equivocarse,

puesto que la opinión contraria goza también de una aceptable admisión.225

“La persona humana debe obedecer siempre el juicio cierto de su conciencia”.226

12.2 GÉNESIS DE LA CONCIENCIA

Es planteada a dos niveles: a. Filogenético: Hace referencia a la aparición del sentido moral en la historia cultural

humana. b. Ontogenético: Aparición del sentido moral en la vida del individuo humano.

223 FLECHA, Román. Teología Moral. p. 274.

224 NOVOA M., Carlos. S.J. El Seguimiento Histórico de Jesús. p. 54. 225 FLECHA, Román. Teología Moral. p. 274. 226 Catecismo de la Iglesia Católica. N. 1790.


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Debemos acercarnos a la explicación psicológica de la génesis de la conciencia moral del individuo humano.

227 La eticidad del hombre hunde sus raíces en la decisión

personal e inviolable de la propia conciencia.

12.2.1 Teoría Innatista: El origen de la conciencia en el mismo individuo humano como a priori lógico en el orden práctico que por la aparición de la razón, se actualiza

en los actos propiamente responsables.228

12.2.2 Teoría biologicista: Su origen es fruto de la evolución biológica de la

humanidad y es como una capacidad del individuo humano para aceptar la información transmitida socialmente.

229

12.2.3 Teoría sociologista: Explica y considera el fenómeno de la conciencia moral como un eco de la sociedad. Es una adaptación a las condiciones sociales. El hombre vive inmerso en la sociedad y recibe de ella un sistema de valores morales.

12.2.4 Teoría Freudiana: La conciencia tiene un origen doble: en la historia de la humanidad y en el psiquismo de cada individuo. El psiquismo humano está sometido

a una evolución antes de su madurez. Afirma que la conciencia moral del hombre le viene de fuera a sí mismo, de la sociedad por medio de los padres, de la vida familiar y social.

Al principio esta conciencia permanecerá exterior a él y después lo obligará desde dentro (Super-yo). Su error es que se queda en el aspecto psicoanalítico olvidando

que la conciencia moral auténtica tiene raíces en el terreno espiritual, pues hay en el hombre una fuerza espiritual capaz de hacer un juicio moral que necesita de factores sociales y personales.

230

La moral par Freud no está dada de una vez, para siempre; es una realidad que aparece progresivamente según unas leyes de crecimiento y evolución, es decir, el

psiquismo humano está sometido a una evolución, es decir, el psiquismo humano está sometido a una evolución antes de su madurez. Dicho psiquismo humano tiene unos niveles fundamentales: el ―Ello‖, el ―Yo‖ y el ―Súper-yo‖.

Estas fases o niveles, pertenecen a dos zonas: la conciencia y la subconciencia.

Así está afirmando Freud que, la conciencia moral del hombre le viene de fuera a si mismo, de la sociedad por medio de los padres, de la vida familiar y social. Al principio esta conciencia permanecerá exterior a él y después lo obligara desde


228 VIDAL, Marciano. Moral de Actitudes.T. I p. 369. 229 VIDAL, Marciano. Moral de Actitudes. T. I pp. 370-374. 230 VIDAL, Marciano. Moral de Actitudes. T. I pp. 374-376.


85

dentro ( Súper-yo). Es aquí donde aparece la conciencia moral producto del Súper-yo. Entonces la conciencia moral no seria otra cosa que el Súper -yo, es decir, que el origen de la conciencia moral coincide con la formación del Súper-yo.

Freud afirma, además, que históricamente la moral del súper-yo, ha sido siempre la religiosa: esto es un fallo de Freud puesto que el inconsciente tiene una fuerza capaz

de proyectar la imagen paterna a un ser divino, de tal manera que Dios no sería el mismo súper-yo proyectado por el individuo, la imagen de Dios como ideal del yo. De esta manera la conciencia moral tiene un doble contenido: un sistema de preceptos o

de normas éticas y un ideal constituido por lo que el Yo quiere ser, tener, saber y poder. Esto lo relaciona con el padre a quien el niño considera su ideal de perfección.

12.2.5 Teoría del equilibrio psico -social: La conciencia moral nace de la imposición heterónoma por medio de la pedagogía (juego) hasta llegar a comprender la necesidad de las normas y aprende a aceptarlas en su interior.

231

12.2.6 Teoría conductista Skineriana: La génesis de la moral surge de la relación del sujeto con el ambiente a través de las contingencias seleccionadas por los esfuerzos que dependen de otras personas.

232

12. 2. 7. Síntesis explicativa: Al reducir la génesis de la conciencia a un solo aspecto no miramos la complejidad de su origen. Para llegar a la génesis de la

moralidad es necesario hacer una aproximación interdisciplinaria para descubrir, que la conciencia moral se realiza mediante los mismos procesos de la sicología humana en un triple orden:

1. De consistencia e identificación de su subjetividad. 2. Da apertura para constituir relaciones de reciprocidad con el otro.

3. Y de objetivación para hacerse cargo de la realidad en términos de compromiso social.

233

12.3 CONCIENCIA EN LA SAGRADA ESCRITURA La noción cristiana de conciencia moral tiene que apoyarse en la doctrina de la

Sagrada Escritura sobre esta realidad. La teología ha de partir de este contenido bíblico para después analizarlo y sistematizarlo.

234

12.3.1 Antiguo Testamento: Aparece expresada en los siguientes términos: a. Corazón: Como testigo del valor moral de los actos humanos. Jeremías advierte


232 VIDAL, Marciano. Moral de Actitudes. T. I pp. 377-378. 233 VIDAL, Marciano. Moral de Actitudes. T. I pp. 378-380. 234 VIDAL, Marciano. Moral de Actitudes. T. I p. 344.


86

que el pecado está grabado en las tablas del corazón. (Jr. 17, 1) Y a lo largo de los libros santos reiteradamente se recuerda que Dios y solo Dios es capaz de sondear el corazón de los hombres. ―La ley nueva será grabada por el mismo Dios en el corazón

de los hombres‖ (Jr. 31, 33; Ez. 11, 19). Aparece también como la fuente de la vida moral. ―El hombre debe caminar p or las

vías de su corazón‖ (Is. 57, 17). Esa vía es buena o mala según sea bueno o malo el corazón. (Pro 29, 27). La conversión de la conciencia se conecta con el conocimiento del propio corazón.

b. Sabiduría: Abarca diversos aspectos de la prudencia y de la conciencia: comportan la práctica de las buenas obras, como la misericordia. (Prov 19, 11). Se

refiere a la voz de Dios, ella es el fruto de la experiencia. (Prov 7, 45) c. Espíritu: Junto con el corazón es la sede principal de toda la vida moral y religiosa.

La restauración de la vida moral se hará en efecto, a través de una renovación del espíritu y del corazón de cada uno. (Ez 11, 10; 18, 31)

12.3.2 Nuevo Testamento: En los Evangelios se conserva la imagen profética de los términos espíritu y corazón bueno, recto y renovado por Dios. Para San Pablo la conciencia es un juicio religioso-moral que es común a todos los

hombres. (2Co 4, 2). Es una reacción enérgica contra la conducta del hombre. (Hch 23, 1), bajo la luz del Espíritu que da a conocer (Rm 9, 1), la verdad a la conciencia y le exige una decisión por la verdad, Jesucristo. Este Espíritu permite ver en la

conciencia la luz de Dios vivo y personal que continuamente llama para que haga su voluntad en su actuar. Es un testigo interior y decisivo del actuar humano responsable (Rm 2, 15; 9,1; 2Co 1, 13).

235

12.4 CONCIENCIA EN LA TRADICIÓN DE LA IGLESIA

La conciencia es vista en referencia a Dios. Es testigo y juez. Tiene la misión crítica de juzgar moralmente. La concordancia entre conciencia personal y las normas rigen el actuar humano.

A lo largo de la historia de la Teología Moral, la noción de conciencia ha estado expuesta a deformaciones por las tentaciones del intelectualismo y del individualismo,

las del legalismo y el subjetivismo que son fruto de la presentación de la conciencia moral bajo la clave de una moral excesivamente heterónoma.

236

12.5 LA CONCIENCIA A PARTIR DE LA VISIÓN PERSONALISTA

235 FLECHA, Román. Teología Moral. pp. 279-282. 236 FLECHA, Román. Teología Moral. pp. 279-282.


87

La persona, fundándose en el ser orientado hacia Dios en diálogo personal, dice la última verdad sobre el acto moral. La conciencia, después de haber perdido a la conciencia la verdad según la naturaleza, le pide a la persona la última verdad. En

otras palabras. ―La conciencia moral es un juicio de la razón por el que la persona humana reconoce y da su veredicto sobre la calidad moral de un acto concreto‖.

237

―Le ordena en el momento oportuno, practicar el bien y evitar el mal. Juzga también

las opciones concretas aprobando las que son buenas y denunciando las que son malas‖.

238

12.5.1 El dictamen de la conciencia: ―En la profundidad de la conciencia descubre el hombre una ley que no se dicta él a s í mismo pero a la que debe obedecer y cuya voz suena con claridad a los oídos del corazón cuando conviene, invitándolo siempre

con voz suave a amar y obrar el bien y evitar el mal: haz esto, evita lo ot ro…. La conciencia es como un núcleo recóndito, como un sagrario dentro del hombre, donde tiene sus citas a solas con Dios cuya voz resuena en el interior. ‖

239

Según el pensamiento de San Pablo, ―la conciencia, en cierto modo, pone al hombre ante la ley, siendo ella misma ―testigo‖ para el hombre: testigo de su fidelidad o

fidelidad, a la ley, o sea, de su esencial rectitud o maldad moral. La conciencia es el único testigo. La conciencia dirige su testimonio solamente hacia la persona misma‖.

240

El prudente en su conciencia oye a Dios que le habla y reconoce la verdad sobre el bien moral declarada en la ley del corazón, y elige conforma a ese dictamen que es

una presencia racional orientada del juicio moral práctico de absolución o de condena según sean los actos humanos conformes o no con la ley de Dios escrita en el corazón. Por eso la conciencia:

1. Ordena: Practicar el bien y evitar el mal, lo que se debe hacer o no hacer. 2. Juzga: Las opciones buenas o malas, valora un acto concreto: precedente,

concomitante o subsiguiente. La conciencia no es fuente autónoma y exclusiva de la moralidad. Su dignidad se halla en la relación entre la libertad y la verdad.

241 ―El desarrollo de la conciencia es

perfecto sólo cuando esta es recta, verdadera y cierta. Veamos en qué consisten estas características:

Recta: actúa con la autenticidad de la persona. Para ello se precisa que la persona obre de una manera coherente y trate de encontrar el eco de Dios en

237 Catecismo de la Iglesia Católica. N. 1796. 238 Catecismo de la Iglesia Católica. N. 1777.

239 Gaudium et Spes. N. 16. 240 Veritatis Splendor. N. 57. 241 Cfr. Catecismo de la Iglesia Católica. N. 1777.


88

el interior. Verdadera: consonante con la verdad objetiva. Existe una coincidencia de la

verdad personal (rectitud) con la verdad objetiva (verdad)‖.242

Cierta: Dictamen categórico e inequívoco.

3. Atestigua: La verdad universal declarada por la ley de la razón (bien supremo y sus mandamientos). Es un testigo ante Dios y uno mismo de la malicia o rectitud, de

la fidelidad o infidelidad de una elección concreta. Su dictamen es garantía de esperanza y de misericordia: porque al patentar la falta

cometida recuerda la gracia de Dios, el perdón que se ha de pedir, el bien que se ha de practicar y la virtud que se ha de cultivar sin cesar.

243

12.5.2 La formación de la conciencia: Es necesario porque estamos sometidos a influencias negativas, a la tentación del pecado, a preferir juicios subjetivos, y a rechazar las enseñanzas autorizadas.

244 ―La conciencia, como juicio de un acto, no

está exenta de la posibilidad de error‖.245

Formarla haciéndola objeto de continua conversión a la verdad y al amor del bien, es decir, al Señor como fuente de los juicios verdaderos de la conciencia.

Para esto es necesario el conocimiento de la Ley de Dios en general, la connaturalidad entre el hombre y el verdadero bien, fundamentada en las virtudes cardinales y teologales.

246

Su formación esclarece el juicio moral según la razón y conforme a la Ley divina haciéndola recta y veraz. Las ayudas para su formación son:

* La Palabra de Dios asimilada en la fe y en la oración y puesta en práctica. * El examen de conciencia ante la Cruz del Señor. * La asistencia de los dones del Espíritu Santo.

* La ayuda, testimonio y consejos de otros.

La guía de la enseñanza del Magisterio.247

12.5.3 Decidir en conciencia: La dignidad de la conciencia radica en la conciencia

recta, deriva siempre de la verdad; mientras en la conciencia errónea deriva de la consideración equivocada de la verdad subjetiva, no se debe confundir un error subjetivo sobre el bien moral con la verdad objetiva.

248

242 NOVOA M., Carlos. S.J. El Seguimiento Histórico de Jesús. p. 54. 243 Cfr. Catecismo de la Iglesia Católica. Números. 1777-1782. Cfr. Veritatis Splendor. Números. 57-61. 244 Catecismo de la Iglesia Católica. N. 1783. 245 Veritatis Splendor. N. 62.

246 Cfr. Veritatis Splendor. N. 64. 247 Catecismo de la Iglesia Católica. N. 1785. 248 Veritatis Splendor. N. 63.


89

Debemos saber que la última norma de la moralidad no es la conciencia, sino Dios mismo y Él ve y escruta hasta lo más profundo de los corazones. Ante situaciones que hacen el juicio moral menos seguro, y la decisión es difícil, se debe buscar lo que

es justo y bueno y discernir la voluntad de Dios expresada en la ley divina.249

Para dar un juicio de acuerdo con la razón y la ley divina, es también necesario

interpretar los signos de los tiempos ayudados por la virtud de la prudencia, los consejos de las personas entendidas y la ayuda del Espíritu Santo y de sus dones.

Algunas reglas que hay que seguir: - Nunca hacer el mal para obtener un bien. - Lo que usted quiere que le hagan, hágaselo a los otros.

- La caridad es respeto al semejante y a su conciencia.250

12.5.4 El juicio erróneo: El juicio de la conciencia moral siempre debe ser cierto. Sin

embargo algunas veces puede estar afectada por la ignorancia y puede formular juicios erróneos sobre las acciones humanas.

La conciencia no es juez infalible ya que puede errar por ignorancia invenciblemente errónea, por lo que el sujeto no es consciente y no puede salir por sí mismo; aquí el sujeto moral no es responsable, sin embargo, la conciencia no pierde su dignidad,

pero es preciso trabajar por corregirla de sus errores. Mientras en la ignorancia venciblemente errónea, por la que el sujeto no tiene

preocupación de buscar la verdad y el bien y, por desidia y hábito del pecado, enceguece y deforma la conciencia, el sujeto moral es responsable ya que esta ignorancia es por negligencia culpable.

Las causas de las desviaciones del juicio en la conducta moral son:

* El desconocimiento de Cristo y de su evangelio. * Los malos ejemplos recibidos de otro.

* La servidumbre de las pasiones. * La pretensión de una moral entendida autonomía de la conciencia. * El rechazo de la autoridad y enseñanza de la Iglesia.

* La falta de conversión y de caridad.251

13. NATURALEZA Y FUNCIÓN DE LA CONCIENCIA MORAL

249 Catecismo de la Iglesia Católica. N. 1787. 250 Catecismo de la Iglesia Católica. N. 1789. 251 Cfr. Catecismo de la Iglesia Católica. Números. 190-184.


90

13.1 CONCIENCIA MORAL Es un juicio de la razón por el que la persona humana reconoce la cualidad moral de

un acto concreto que piensa hacer, está haciendo o ha hecho. En todo lo que dice y hace, el hombre está obligado a seguir fielmente lo que sabe que es justo y recto. Mediante el dictamen de su conciencia el hombre percibe y reconoce las

prescripciones de la Ley Divina.252

La conciencia es una especie de sentido moral que nos lleva a discernir lo que está

bien de lo que está mal, es como un ojo interior, una capacidad visual del espíritu en condiciones de guiar nuestros pasos por el camino del bien.

253

HAY UNA DOBLE VERTIENTE DE LA MORALIDAD:

1. Vertiente Objetiva: Hace referencia a ley y la norma.

2. Vertiente Subjetiva: Es la conciencia moral. Pertenece al Sujeto y

determina la

moralidad de una acción. 13.2 FUNCIÓN DE LA CONCIENCIA

La conciencia es una función de la persona y para la persona; cumple una función de unidad y claridad dentro de la persona. Hace posible asumir la responsabilidad de los

actos realizados o por realizar. La conciencia pone en cierto modo al hombre ante la ley, siendo ella misma: testigo para el hombre, testigo de su fidelidad o infidelidad a la ley, o sea, de su esencial rectitud a la maldad moral.

ESTE ACTUAR DE LA CONCIENCIA SE EXPRESA EN UNA CONCRETA DECISIÓN MORAL QUE IMPLICA TRES FASES O ETAPAS:

254

1. La conciencia Antecedente (consejero)

- Da a conocer el deber moral. - Exhorta a ser fieles a los valores. - Valora la situación concreta.

- Se da la preelección; es como el consejero ejerce el papel de guía que inclina al bien y aparte del mal.

2. Conciencia Concomitante (testigo): Acompaña el momento de auténtica la

252 Catecismo de la Iglesia Católica. N. 1778. 253 JUAN PABLO II. Reconciliación Y Penitencia. Paulinas. Bogotá. 2005. N. 26. 254 VIDAL, Marciano. Moral de Actitudes. T. I. p. 357.


91

decisión tomada. Acepta la responsabilidad del acto.

3. Conciencia Consiguiente (Juez – Acusador) Juzga la decisión tomada. Aprueba lo bueno, o desaprueba lo malo. De esta nace el remordimiento o paz de conciencia.

13.3 CONCIENCIA PSICOLÓGICA Y CONCIENCIA MORAL Con la palabra conciencia se expresa dos conceptos diferentes:

* El hecho de ―ser conciencia‖ que sería la conciencia psicológica: Así la conciencia psicológica es la que hace ser consciente, darse testigo; atestiguar la existencias del

sujeto y las funciones valorativa. * El hecho de ―ser responsable‖ que sería la conciencia moral: La conciencia moral es

la que hace ser más responsable; es la conciencia juez, (ante una situación me dice lo que debo hacer) tiene una función valorativa.

No son lo mismo, pero tampoco conviene separarlas tanto. La conciencia moral presupone la conciencia psicológica. La conciencia psicológica encuentra su culmen en la conciencia moral.

13.4 SUBCONCIENCIA MORAL

Se entiende por subconciencia moral aquellos aspectos y dinamismo que se dan en la conciencia moral pero no forman propiamente el núcleo consciente de la conciencia. Se trata de procesos o etapas imperfectas en la génesis de la conciencia

o de inmadureces o retrocesos. Se trata de la inmadurez correspondiente a la etapa que esta viviendo la persona.

255

Estratos principales de la subconciencia moral: La subconciencia moral está formada por diversos estratos o procesos:

a) La conciencia como “eco de la sociedad ‖. Estamos condicionados por la historia; condicionamiento que no podemos evitar; más aún, es un condicionamiento enriquecedor; no podemos comenzar de ceros. Somos nada más que eco de la

conciencia social. La savia de la cultura de la humanidad está condicionando nuestra conciencia.

b) La conciencia como “voz del inconsciente‖. A veces se vive la responsabilidad personal como respuesta a la voz del inconsciente, individual o colectivo.

255 VIDAL, Marciano. Moral de Actitudes. T I. p. 315.


92

c) La conciencia como “ papel (máscara) ante los demás ‖. La conciencia tiene

muchos aspectos de papel social que tenemos que desempeñar ante los demás.

Lo que los demás esperan de nosotros se constituye muchas veces como la voz de nuestra conciencia. Muchas de nuestras acciones las realizamos porque tenemos un rol social determinado.

d) La conciencia como “ideal del yo‖. El Yo se desdobla y se hace ejemplar o

arquetipo de sí mismo. Muchas de nuestras actuaciones corresponden a la

exigencia del ideal del Yo. Se puede original una moral ―narcisista‖, o como ingrediente de en la formación de la totalidad de nuestra conciencia, puede ser interesante.

256

Valoración de la subconciencia moral : El papel que desempeña la subconciencia dentro de todo el conjunto de la responsabilidad humana.

La subconciencia como iniciación a la vida moral: El hombre no llega de una manera certera o automática a una conciencia moral perfecta. Existe un

proceso de preparación y de adaptación; un procesos de adelantos y progresos.

La subconciencia como ―premoral‖ y como ―procesos morales subhumanos‖: Son los condicionamientos biológicos y cósmicos en los que tiene que apoyarse la conciencia propiamente dicha. Los aspectos inconscientes que

se dan dentro del mismo acto o comportamiento moral. A estos procesos o zonas no lucidas del comportamiento humano se llama moral subhumana.

La subconciencia como ―pseudomoral‖: La de aquellos que no tienen moral propia, sino que adoptan la moral del ambiente y viven así en la inconsistencia ética; es la moral del super-yo. (Freud).

La subconciencia como una moral patológica: Es la moral de los neuróticos obsesivos.

257

La subconciencia como fuerza “falseadora o “integradora” de la vida moral: Puede actuar de dos maneras: puede actuar suplantando la conciencia propiamente dicha. Es la seudoconciencia de las personas no

madura. O falseando los contenidos, los deseos reprimidos buscan un disfraz y falsean los contenidos auténticos.

256 VIDAL, Marciano. Moral de Actitudes. T I. pp. 316-318. 257 VIDAL, Marciano. Moral de Actitudes. T I. pp. 319-322.


93

13.5 LA CONCIENCIA MORAL PROPIAMENTE DICHA

La conciencia no es una superestructura añadida a la persona, sino que es la

misma persona en cuanto se sostiene en referencia a Dios y que se expresa en el mundo valorativo humano; por eso es indispensable una especie de connaturalidad entre el hombre y el Dios verdadero, la cual se fundamenta y

desarrolla en actividades virtuosas del mismo hombre.258

Es la persona toda que llega a un juicio inmediato de moralidad de una

opción concreta, ya realizada o por realizar.

Se da cuando el hombre se compromete con el bien en cuanto bien moral.

Tal compromiso debe ser conciente y responsable, libre y autónomo; debe ser en la totalidad de la persona humana y cristiana.

259

Es la conciencia como la voz del Yo. Es el estrato consciente de la conciencia moral. Puede entenderse en un doble sentido:

a) como estructura: la posibilidad que tiene el hombre de valorar sus propias acciones desde el punto de vista moral. b) como función: el juicio sobre la moralidad de una actuación concreta.

260

La naturaleza de la conciencia moral la entendemos a partir de una visión integral, individual y social de lo humano.

La conciencia moral debe ser considerada en referencia a la totalidad de la persona humana y cristiana.

La conciencia es una función de la persona y para la persona. La conciencia no es la voz de la naturaleza, sino de la persona.

Para el cristiano, la conciencia, no puede quedar reducida a ser función de la naturaleza.

La conciencia, como luz es la claridad de la persona en referencia a Dios.

261

La conciencia es como el núcleo más secreto, como un sagrario dentro del hombre, donde tiene sus citas a solas con Dios, cuya voz resuena en el interior, Y gracias a la conciencia, aquella Ley, cuyo cumplimiento consiste en el amor de Dios y del

258 Veritatis Splendor. N.64.

259 Gaudium et Spes. N.16. 260 VIDAL, Marciano. Moral de Actitudes. T. I. p. 322. 261 VIDAL, Marciano. Moral de Actitudes. T. I. Moral fundamental. T. I. pp. 362-364.


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prójimo.262

La conciencia es voz de Dios en cuanto da al hombre la capacidad de comprender

por s í mismo la verdad; voz de Dios que es activa en nosotros pero que no substituye al hombre en su capacidad siempre creada, limitada y expuesta al peligro de errar.

263

13.5.1 LA SUPERCONCIENCIA MORAL CRISTIANA264

La superconciencia moral c ristiana actúa junto con la conciencia propiamente dicha y

la subconciencia. Los tres forman una sola y única unidad. La superconciencia moral es la Palabra de Dios a través de la naturaleza racional,

que es obra suya y como una prolongación de su palabra eterna. Es la Palabra propiamente dicha de Dios, su palabra revelada, la voz de Dios dirigida personalmente a nosotros de un modo sobrenatural. La conciencia moral cobra

nueva luz al someterla al plano de la iluminación de la fe cristiana.265

La relación que hay entre libertad del hombre y ley de Dios tiene su base en el

―corazón‖ de la persona, o sea, en su conciencia moral. Por eso, el modo como se conciba la relación entre libertad y ley está íntimamente

vinculado con la interpretación que viene reservada a la conciencia moral. Se puede decir, que la conciencia da testimonio de la rectitud o maldad del hombre al

hombre mismo, pero a la vez y antes aún, es testimonio de Dios mismo, cuya voz y cuyo juicio penetran la intimidad del hombre hasta las raíces de su alma, invitándolo a la obediencia.

La conciencia formula así la obligación moral a la luz de la ley natural es obligación de hacer lo que el hombre, mediante el acto de la conciencia, conoce como bien que le

es señalado aquí y ahora.266

En la profundidad de su conciencia descubre el hombre una ley que no se dicta él a

sí mismo pero a la que debe obedecer cuya voz suena con claridad a los oídos del corazón cuando conviene, invitándole siempre con voz suave a amar y obrar bien y evitar el mal: haz esto, evita lo otro.

267

262 Cfr. Gaudium et Spes. N.16. 263 NOVOA, Carlos. El seguimiento Histórico de Jesús según el Espíritu. p. 29. 264 Cfr. VIDAL, Marciano. Moral de Actitudes. T. I. p. 366-367.

265 VIDAL, Marciano. Moral de Actitudes. T. I. p. 324. 266 Cfr. Veritatis Splendor. Números. 54. 58. 59. 267 Cfr. Gaudium et Spes. N. 16.


95

13.6 LA CONCIENCIA NORMA INTERIORIZADA DE MORALIDAD El juicio de la conciencia moral es norma interiorizada de moralidad. Al decir que la

conciencia es ―norma‖ de moralidad, afirmamos que la conciencia tiene una fuerza normativa. Ninguna acción humana puede considerarse, en concreto, buena o mala si no dice referencia a la conciencia. La acción de la conciencia moral como ―norma

interiorizada‖ de moralidad, implica una fuerza obligante.268

Esta fuerza consiste en que la conciencia cumple dos dimensiones:

269

FUERZA MANIFESTATIVA: (Aspecto valorativo) del valor objetivo referido a un momento personal concreto. Se trata de promover el valor y llevarlo a cabo en las

situaciones específicas de la persona. FUERZA AUTORITATIVA: (Aspecto obligante) es lo propio de la conciencia moral,

obligando y comprometiendo a la misma persona. La conciencia le dice no ante algún acto negativo.

Para que la actuación de la conciencia, en cuanto norma interiorizada de la moralidad, sea perfecta, se requiere que obre con verdad, rectitud y certeza.

Verdad: La conciencia verdadera es aquella que está de acuerdo con la verdad objetiva, de lo contrario es una conciencia falsa o errónea.

Rectitud: Se entiende aquella actuación de la conciencia que es conforme con los principios y valores de la propia persona. La conciencia es recta cuando actúa con autenticidad, de forma coherente, de lo contrario es viciosa

o torcida, pues se guía por otros intereses. Certeza: La conciencia moral debe obrar con certeza. Es decir, existe la obligación de buscar y formar una conciencia cierta.

270

-La conciencia es la fuente inmediata de donde fluye la moralidad de nuestra vida. -La conciencia es el núcleo más secreto del hombre. Ninguna autoridad puede

introducirse en la propia conciencia y profanar este sagrario de la intimidad de la persona. -El deber moral más fundamental del hombre es formar su propia conciencia.

-Debe existir una adecuación entre la norma interior y la norma objetiva de moralidad.

271

268 Cfr. VIDAL, Marciano. Moral de Actitudes. T. I. p. 395.

269 Cfr. NOVOA, Carlos. El Seguimiento histórico de Jesús según el espíritu. p. 52. 270 Cfr. NOVOA, Carlos. El Seguimiento histórico de Jesús según el espíritu. p. 52. 271 VIDAL, Marciano. Moral de Actitudes. T I. pp. 325-327.


96

La conciencia es, por consiguiente, la interioridad de la persona, que le comunica a ésta el orden natural que le es propio y que se realiza en el amor a Dios y al prójimo. Es la misma persona en su proceso hacia la plenitud de su existencia.

272

13.7 CONFLICTO ENTRE CONCIENCIA MORAL Y LEY

13.7.1 Objeción de conciencia. Representa una forma de discrepancia de

carácter no violento, que se manifiesta en el rechazo individual, por variados motivos, de la obediencia externa a una disposición legislativa, sometiéndose a las consecuencias penales de la propia conducta objetora cuando la objeción de

conciencia no ha sido reconocida legalmente. La objeción de conciencia no termina totalmente en la simple negación de obediencia

a una ley, sino que quiere manifestar el consentimiento profundo a otra ley de mayor rango e ineludible.

Discrepancia: puede ser privada o pública: se constituye la primera negando el consentimiento (parcial o total) a una teoría o juicio que alguien formula. La discrepancia pública generalizada o colectiva puede tener como objeto una o más

leyes a las que se niega obediencia (desobediencia c ivil), o sea, opciones económicas, políticas o religiosas.

273

13.7.2 La Epiqueya Es la interpretación moderada y prudente de la ley. Es la actitud del hombre que se

siente dispensado del cumplimiento literal de la ley, para ser fiel a su sentido profundo.

No se trata de una formula para escaparse del cumplimiento de la ley, sino que es el cómo cumplirse la ley de un modo más profundo y autentico en las diversas circunstancias de la vida.

274

El recurso a la epiqueya y a su recto uso suponen equilibrio, mad urez, formación de la conciencia o capacidad del juicio por parte de la persona particular.

275

13.7.3 Ley de la Gradualidad: Es la aplicación de la norma. Se tiene en cuenta los grados en donde se puede ser flexible o ser estricto.

13.7.4 Carisma profético: Es ―algo al margen‖ de la ley como una inspiración o don del Espíritu Santo, o como una actitud profética; no está en contra de la ley o sobre

272 NOVOA, Carlos. El seguimiento Histórico de Jesús según el Espíritu. p. 50.

273 COMPAGNONI, M. Nuevo diccionario de Teología Moral. p. 1260. 274 ENCICLOPEDIA ESPASA CALPE. T. 20. p. 318. 275 COMPAGNONI, M. Nuevo diccionario de Teología Moral. p. 1481.


97

ella, sin embargo parece incómodo porque trastorna el orden establecido.276

14. PSICOPATOLOGÍA DE LA CONCI ENCIA MORAL

277

Se entiende cuando el hombre no tiene las cualidades que debe tener la conciencia en su ejercicio: rectitud, verdad, certeza.

278

Son todas las desviaciones de la personalidad que tienen repercusiones en la conciencia moral en cuanto el obrar Humano; la infraestructura humana padece un desvío que repercute en el ejercicio de la conciencia moral. Es por lo tanto el juicio

de la persona anormal afectada por alguna desviación grave, de tipo psicológico o sicótico. Es decir, cuando el hombre no tiene las cualidades que debe tener la conciencia en su ejercicio: rectitud, verdad y certeza.

279

En la conciencia psicológica, no existe el mínimo de advertencia, de juicio equilibrado o de libertad para que la persona sea responsable.

280

14.1 DESVIACIONES NORMALES DE LA CONCIENCIA MORAL

281

Este tipo de desviaciones no suponen enfermedad síquica: 14.1.1 Tendencia al maximalismo exagerado: Se trata de un malentendido

respecto al llamado que Jesús nos ha hecho: ―Sed perfectos como es perfecto vuestro Padre Celestial― (Mt 5,48). La conciencia tiene un dinamismo interno que le llama a la perfección. La tensión entre el yo real y el yo ideal esto produce una

constante inquietud en aquellos que toman en serio la tendencia a la perfección cosa que no es contraría a nuestra mentalidad Cristiana, en el sentido cristiano es una vocación a la realización.

282

Se trata de un malentendido respecto de la tendencia que tenemos hacia la perfección. ―sed perfectos… ―(Mt 5,48).

Los peligros que acechan al maximalismo son:

276 HORTELANO. Moral Responsable. p.263. 277 Cfr VIDAL Marciano. Moral de actitudes. T 1 pp. 411-418. 278 HÄRING, Bernhard, La ley de Cristo. T. I pp. 206-222. 279 HÄRING, Bernhard, La ley de Cristo. T. I pp. 206-222 .

280 SANCHEZ, García. La Opción del cristiano. 1984, pp. 229-230. 281 Cfr. FLECHA, Román. Teología Moral. p. 273. 282 HORTELANO. Moral responsable. ( sala 1969) p. 178.


98

a) Peligro de egocentrismo espiritual (fijarse demasiado en los asuntos de tipo individual y desentenderse de las preocupaciones de tipo social).

b) El excesivo perfeccionismo puede convertirse en peligro de antropocentrismo y de soberbia: colocar las cosas humanas en el lugar que le corresponde a Dios.

c) En muchas ocasiones conducen a desánimos y crisis de pesimismo ético religioso.

14.1.2 El minimalismo exagerado

283 (conciencias laxas o anchas) :

Esta tendencia se encamina a minimizar las exigencias morales en cuanto a rectitud, verdad y certeza que son las condiciones de una actuación perfecta. En este tipo de

conciencia, se considera licito lo que es ilícito y leve lo que es grave. Esto es el resultado de personas que viven en un mal ambiente. Cuando se vive como se piensa acaba por pensar como se vive.

Los peligros: son evidentes. Se manifiestan en el caso de una conciencia venciblemente errónea, existe error en la conciencia sin que por eso pierda su

dignidad ―no rara vez sin embargo ocurre que yerre la conciencia.284

No es la conciencia como facultad la que yerra sino solo su juicio. Como en la que es causa voluntaria de su error o de su inadvertencia.

Se dan como soluciones para superar el minimalismo las siguientes:

a) Una reeducación moral de la persona. b) Combatir los defectos de su carácter. c) Motivar a la persona que realice continuamente esfuerzos de lucidez y que se

deje ayudar por buenos consejos de personas prudentes. 14.1.3 Tendencia al fariseísmo

285: Es un tipo de conciencia legalista e inflexible

donde se tiene en cuenta la norma sobre las personas. Tiende a multiplicar las prescripciones legales, las observancias y las purificaciones, pero al lado de esto acepta faltas mucho mas graves.

Su peligro radica en dar preferencia a los textos frente a los valores humanos, a la justicia legal frente a la justicia personal, llegando hasta la inflexibilidad, siendo como

es incapaz, por falta de ductibilidad, de asociar el bien general al bien particular.

283 VIDAL, Marciano. Moral de actitudes. T. I p. 412. 284 Gaudium et Spes. N. 16 . 285 VIDAL, Marciano. Moral de actitudes. T. I p. 413.


99

14.1.4 Conciencia perpleja: Caso especial de conciencia errónea. Nace de un violento aunque transitorio estado de confusión de juicio, ante la necesidad de tomar

partido. Si alguien sabe unos minutos antes que un candidato se va a ordenar sacerdote teniendo impedimentos graves, ¿qué hacer? Le comunica a la autoridad? O guarda silencio?; la solución es no guardar el secreto ya que el secreto confiado no

es absoluto y en caso extremo como este no es obligatorio guardarlo, e debe informar a la autoridad.

14.2 DESVIACIONES INTERMEDIAS286

14.2.1 El escrúpulo: La conciencia escrupulosa se caracteriza por la presencia de

aprensiones y de temores que impiden al sujeto tener seguridad a propósito de la licitud de un acto o una acción. La escrupulosidad es una estructura humana ( una forma de ser y de obrar) muy rica en posibilidades de consideración .Se da en todos

los campos de la vida humana (dudar infinitamente sobre lo que se debe hacer).

Se puede dar:

Inseguridad morbosa del juicio moral: caracterizada por obsesión y

angustia.

Dudas y angustia por saber si ciertas acciones fueron bien realizadas.

Vivencia bajo el temor de la religión, miedo al Dios castigador.

La escrupulosidad puede entenderse del siguiente modo:

Como algo pasajero (síntoma) es una crisis temporal producida por el

crecimiento o desarrollo religioso moral ( a causa de la sacudida de la conciencia que crece por diversas motivaciones , perdiéndose la seguridad interior ( de ahí la angustia ) pero se toma fuerza ( factor creativo) para

profundizar y alcanzar nuevas etapas del c recimiento religioso moral de la conciencia ( mas profunda y amplia abertura a Dios).

Como algo estable (síndrome) esquema dinámico de la conducta habitual, esta puede ser de dos tipo:

a) escrupulosidad sintomática de otro cuadro clínico (s íntoma de otra

enfermedad) de angustia vital, de timopatias287

, de Psicopatias depresivas, etc.

286 HÄRING, Bernhard, La ley de Cristo. T. I p. 215. 287 DORSCH Friedrich. Diccionario de sicología. Herder. Barcelona (1976).


100

b) Escrupulosidad como entidad noseográfica autónoma, es una forma especial de neurosis, puede revestir diversos tipos:

o Neurosis angustiosa288

( en sujetos predispuestos a la depresión)

consideración excesivamente legalista( educación religiosa, madre, formador).

o Neurosis obsesiva289

(en sujeto de carácter anancástico): fijación

obsesiva en algún precepto; tendencia a la auto perfección. o Neurosis fóbica ( predispuesto a las fobias repulsión ).

Como superar este tipo de conciencia:

Con una terapia ordinaria, reposo prolongado, ejercicios físicos, ambientes de

paz.

Una dirección espiritual que inspire confianza y fomente la autoestima.

Una orientación moral adecuada, donde se insista en la autentica responsabilidad. Hacerle conocer a un Dios amor.

Tratamiento de la escrupulosidad

290

Tratamiento clásico; obediencia al confesor.

Tratamiento más técnico: El tratamiento debe tender a fortalecer él yo del escrupuloso es decir que vea su realidad no como un defecto sino como algo

normal de los seres humanos que no ve como inconcebible las limitaciones humanas. restableciendo la armonía de la a responsabilidad a fin de que pueda revisar su modo de inserción en el mundo.

Puntos a tener en cuenta

a) metodología de dialogo.

b) Cualidades del director equilibrio afectivo-conocimientos Psicológicos – religiosidad etológica bien fundada.

c) Metas a conseguir: crear un clima de seguridad ( frente a la predisposición d inseguridad que tiene el escrupuloso, mediante el dialogo; Separar la representación de la culpa, del contenido de la culpa ( en relación con el

sentimiento de culpa ): mediante una labor de disociación reestructurar la actitud existencial del escrupuloso ( frente al modo de estar en el mundo). Mediante una acción de proyectar.

14.3 DESVIACIONES ANORMALES.

291 Desviaciones que repercuten en la

288 HÄRING, Bernhard, La ley de Cristo. T. I p. 219.

289 HÄRING, Bernhard, La ley de Cristo. T. I p. 220. 290 VIDAL, Marciano. Moral de actitudes. T 1 p. 416. 291 VIDAL, Marciano. Moral de actitudes. T 1 p. 344.


101

conciencia moral.292

14.3.1 cuadro patológico de la conciencia psicológica . La patología de la

conciencia psicológica puede situarse en dos aspectos principales:

en el campo de la conciencia (actualidad vivida de nuestro ser).

en la estructura del ser constante. (Como autoconstrucción del yo). 14.3.2 Alteraciones del grado de conciencia

293

Elevaciones del nivel de la conciencia: puede ser hiperlucida, en fases en que

preceden a la crisis epiléptica o hiperfronica ( en los maniacos).

Hiperfrónica en los maniacos.

Fluctuaciones de la conciencia, variaciones que pueden llegar casi hasta la perdida de la conciencia ( en los sicópatas y en algunos sicóticos).

Conciencia hipobulica u obtusa: dificultad de atención y concentración junto con cierta desorientación.

Obnubilación: una evidente confusión mental ( va junto con trastornos de índole orgánica).

Estados crepusculares: durante el estado crepuscular el paciente empieza a actuar movido por un tema de tipo religioso, político u otro cualquiera y emprende una serie de actividades.

Estados confusionales (confusión mental) se caracteriza por el estado de

desorientación tiempo espacio la perplejidad o inc oherencia de la conducta.

Perdida paroxística de la conciencia: se da en la epilepsia.

Letargía estado de sueño invencible y duradero del que no se le puede despertar al enfermo sino espera volver a caer en el instante otra vez.

Coma máxima pérdida de la conciencia. Estado de coma. 14.3.3 Alteraciones de la conciencia del yo.

294

292 VIDAL, Marciano. Ética Personal Tomo 1, P. 83 o Moral de actitudes. p. 344. 293 Cfr. HÄRING, Bernhard, La ley de Cristo. T. I p. 282. 294 VIDAL, Marciano. Ética personalista. p. 83.


102

Nos refriéremos a las alteraciones del yo Psíquico; alteraciones que afectan a la misma personalidad.

Cuando la actividad realizada es extraña a la costumbre del sujeto.

Alteraciones de la conciencia de actividad del yo. Perdida de la vivencia en el tiempo, se da en los sicóticos).

Alteraciones de la conciencia del yo personal: trastorno en la integración personal en procesos largos y graves se desintegra la personalidad.

14.3.4 Repercusión de las alteraciones en la conciencia moral. La moral ha de

tener en cuenta las alteraciones de la conciencia y como repercuten en la conciencia moral. Las alteraciones en el campo de la conciencia: disminuyen y hasta suprimen la libertad y la responsabilidad es necesario analizar en cada caso con carácter de

individualidad. Las alteraciones de la conciencia del yo a veces no quitan la conciencia sicológica

pero hacen perder el auto control. En este segundo apartado habría que ver las repercusiones que tienen para la moral las diversas formas de enfermedades Psíquicas:

295

En las enfermedades neuróticas, (alteraciones de vivencia) nos encontramos con

diversos problemas para la moral: la mentira en el histérico, ( proyecta en la

mentira objetiva aquella falta de coherencia que se da en su intimidad) la desarmonía que se manifiesta en las fóbias; el sentido de culpabilidad que se manifiesta en el angustioso; las estrategias de ritos obsesivos en el escrupuloso o

obsesivo. En las enfermedades sicopatológicas alteraciones de la sique del yo) en las que

existe una voluntad de mal que es involuntaria ( carencia de valores éticos: no experimentan sentimientos de culpa, anestesia de la conciencia moral) se advierten esta sicopatias en diversos campos: Perversión de la conducta sexual,

irascibilidad, robos, provocación de incendios. En las enfermedades ( alteraciones de la conducta) donde encontramos los casos

limites( personalidades paranoides; personalidades de seudoprofetismo, etc.). La conciencia sin embargo es frágil, y está sujeta al error. Aunque la ignorancia

invencible no haga perder la dignidad intima del hombre, su conciencia puede entenebrecerse a causa de las opciones pecaminosas.

Psicastenia: Debilidad física escasees de fuerzas s íquicas constitucional con

295 VIDAL, Marciano. Ética personalista. p. 418.


103

tendencia a depresión de ánimo sensación de inseguridad incapacidad de sobrecargas síquicas fatigavilidad exagerada este termino se emplea como equivalente a neurastenia

Timopatia: enfermedad que se manifiesta por perturbación de la vida afectiva: manía melancolía, depresión, También puede aplicarse a neurosis. Enfermedad del timo glándula de secreción interna.

Psicopatia:296

Modo de ser Psíquico congénito que se aparta mas o menos del tipo normal, con perturbaciones de la afectividad, la voluntad y la conducta moral. La sicopatia hace parte de la psicosis y de la neurosis. Dicen scheider que son sicópatas

las personas que sufren por su anomalía y ocasiona con ella sufrimiento a otro, y a la sociedad en general. La primera delimitación del grupo de las inferioridades síquicas, fue realizada en 1868, puede adoptarse el sistema de catalogar los diversos tipos de

personalidad sicopática sin seguir una clasificación sistemática o bien puede clasificarse teniendo en cuenta:

a) la estructuración estratificada de la personalidad. b) la tipología dinámica. C) la constitución.

Principales tipos de personalidad sicopática :

Hipertimico, depresivo, Ládil, (estado de animo que varia fácilmente) inseguro, fanático, dominado por el afán de valimiento, y con trastornos del yo, explosivo abúlico, con trastornos afectivos. en general no se incluyen actualmente los trastornos

de la inteligencia en las sicopatia a los estados que incapacitan al individuo para dirigir adecuadamente su vida con independencia y adaptación a la sociedad.

Noseografía descripción de las enfermedades. Neurosis

297: desviación de la sique en comparación de los individuos normales y

sanos, asociada a sufrimiento no siempre considerada como enfermedad, estas desviaciones pueden mostrarse en la vivencia, la conducta, el pensamiento y la voluntad. Y se caracterizan en el aspecto normal por una gran estereotipia individual

acompañada de sufrimiento, ( ley de compulsión a la repetición) Jasper dice que la neurosis es el fracaso en situaciones de limite, u que el objetivo de la terapéutica ha de ser la t ransformación del individuo a t ravés de las situaciones limite, manifestando

su ser y actuando en el mundo que le es dado. ( el verdadero de venir = si mismo). Interpretación y clasificación Freud formulo una teoría fundamental de las neurosis.

Según él, la neurosis es el resultado de una incompleta represión ejercida por el yo sobre los impulsos precedentes del ello. La represión efectuada no es suficiente para

296 HÄRING, Bernhard, La ley de Cristo. T. I p. 161. 297 HÄRING, Bernhard, La ley de Cristo. T. I p. 162.


104

eliminar la constante amenaza de irrupción de los impulsos en la conciencia, y en la conducta. Para defenderse de estos impulsos se construyen Síntomas neuróticos, que por una parte proporcionan una satisfacción sustitutiva, y por otra son un intento

de eliminación definitiva. Freud, clasifica las neurosis según la duración y la intensidad de los conflictos provocadores y según el modo de elaboración.

II PECADO Y RECONCILIACIÓN

15. EL PECADO

15.1 DEFINICIÓN

El pecado es una falta contra la razón, la verdad, la conciencia recta, es falta al amor verdadero para con Dios y para con el prójimo, a causa de un apego perverso a

ciertos bienes.298

15.2 VISIÓN DOCTRINAL DEL PECADO

15.2.1 Doctrina tradicional: El pecado es una ofensa a Dios se levanta contra al amor que Dios nos tiene y aparta de él nuestros corazones (Gén, 3,5). El pecado ha

sido definido como palabra, acto o deseo contrarios a la ley eterna.299

El pecado es así amor de s í hasta el desprecio de Dios ser poderoso sin Dios o

incluso contra Dios. Este lleva a la exclusión, ruptura, desobediencia a Dios.300

15.2.2 Teólogos y moralistas actuales: El pecado es la oposición a la ley de Dios

que causa la pérdida de la gracia santificante.301

El pecado en un acto de la persona porque es un acto libre y por lo tanto individual;

que tiene sus consecuencias en el pecador mismo302

. El pecado se opone al amor y la misericordia de Dios, rompe la amistad entre el hombre y Dios y entre los miembros de la sociedad humana

303. El Papa Pío XII, en la Encíclica Humani Generis habla del

deterioro moral de la vida cristiana y la pérdida del sentido del pecado que afecta a grandes sectores de la sociedad actual.

304

15.2.3 Doctrina de la Iglesia : El pecado es la ruptura con Dios (acto de

298 Catecismo de la Iglesia Católica. N. 1849. 299 Catecismo de la Iglesia católica. N. 1849. 300 Reconciliación y Penitencia. N 14. 301 Veritatis Splendor. N. 69.

302 Reconciliación y Penitencia. N. 16. 303 DUFOUR, León. Vocabulario de Teología Bíblica. Ed. Herder Barcelona, 1982. p 660. 304 FERNANDEZ, Aurelio. Compendio de Teología Moral. p. 230.


105

desobediencia) se niega someterse a Dios, con los hermanos, con el mundo creado y consigo mismo.

305

Dimensiones del pecado:

Dimensión teologal: el pecado es el rechazo hacia Dios Padre.

Dimensión Eclesial: el pecado es negación de los hermanos, de sí mismo. Dimensión personal: el pecado es negación de sí mismo.

El pecado, fuerza de ruptura obstaculiza el crecimiento en el amor y la comunión. El pecado ruptura con Dios que envilece al hombre (relaciones interpersonales) egoísmo, ambición, orgullo. Etc. El pecado destruye la vida divina en el hombre.

306

15.3 SITUACIÓN ACTUAL Hay que destacar que un mundo dividido... no es más que un mundo sometido a

estructuras de pecado. Si la situación actual hay que atribuirla a dificultades de diversa índole, que se funda en el pecado personal y por consiguiente, están unidas siempre a actos concretos de las personas, que la int roducen y hacen difícil su

eliminación. Y así estas mismas estructuras refuerzan, se difunden y son fuentes de otros pecados, condicionando la conducta de los hombres.

307

El pecado se percibe siempre como un desajuste doloroso. Cuando se trata del pecado ajeno del que nosotros somos víctimas es fácil percibirlo como una injusticia, como la violación de un derecho, una amenaza a la convivencia, una falta de respeto

a la dignidad de las personas. Cuando se trata del pecado propio como se tiende a buscar explicaciones auto

justificadoras, o a silenciar el pecado. Hoy, hay la tendencia de hablar de falta para no hablar del pecado.

308

El magisterio desde el Papa Pío XII denuncia que nuestra época ha perdido la sensibilidad del pecado. El hecho es en sí grave, el hombre no sentirá la necesidad de convertirse si no tiene conciencia de pecado. La pérdida del sentido del pecado

tiene su raíz en la conciencia moral del hombre; que tiene unos factores: se oscurece gravemente la conciencia moral en muchos hombres, entorpecimiento de la conciencia y no claridad en el mismo término

309. No se t rata tanto de la perdida del

sentido de pecado, la preocupación está en explicar esta crisis, más que en demostrar su existencia. Se puede concluir que no se t rata tanto de una perdida del

305 Reconciliación y Penitencia n. 15. Veritatis Splendor. N. 69. 306 PUEBLA. Números. 282, 338, 330.

307 Sollicitudo Rei Socialis. N. 36. 308 FLECHA, Román. Teología Moral. pp. 299-300. 309 FERNÁNDEZ, Aurelio. Compendio de Teología Moral. p. 230.


106

sentido del pecado, como de un cambio en la perspectiva de la comprensión del mismo… ―No se puede decir que el pecado entro en crisis… Pero si es verdad que entro en crisis la idea y teoría del pecado.

El pecado en una mentalidad secular y en una mentalidad sacral.

La concepción tradicional del pecado lo ha relacionado casi de manera exclusiva con la dimensión religiosa, descuidando su dimensión humana y terrena. La mentalidad del hombre de hoy es de tipo secular: Se caracteriza por la desacralización, en la que

el hombre se define por su relación consigo mismo, con los demás, reclama la autonomía y la responsabilidad con la historia. Querer construir un mundo sin Dios. Esta mentalidad exige una nueva comprensión del pecado, que el autor concreta en

lo siguiente: Integración de las dimensiones, subjetivas y objetivas, ética y religiosa, personal y social.

310

Ciertas afirmaciones de la sicología que tiende por no culpar o por no poner frenos a

la libertad, lleva a no reconocer jamás una falta. Querer cargar sobre la sociedad todas las culpas, de las que el individuo es declarado inocente.

Una cierta antropología cultural que limita su responsabilidad frente a los actos humanos. Disminuye el sentido de pecado una ética que deriva de un determinado relativismo

historicista. La perdida de sentido de pecado es por lo tanto, una forma o fruto de la negación de Dios. Pecar es como si El no existiera, es borrarlo de la propia existencia.

311

15.4 ¿ES POSIBLE UNA MORAL SIN PECADO?

Podemos decir que Jesucristo como Hombre perfecto no cometió pecado, así, se dio en él una moral sin pecado. En cambio en los demás hombres está metido ese huésped indeseable al que poco a poco con la ayuda de Dios, lo iremos desplazando

para llegar a la perfección. La moral es ante todo, antropológica, es decir, una moral para el hombre y del hombre y esta no puede desconocer la realidad del pecado que existe. Así, el pecado es una realidad viva, concreta, situacionada qu e influye en una

libertad real312

. La teología actual resalta incluso que el ateo es capaz de moralidad y por tanto puede alcanzar y conocer el bien.

313

15.5 CONCEPIONES INCORRECTAS DEL PECADO

310 MUÑOZ PEDROZA, Jaime. Teología de la Liberación y Pecado. pp. 126-127.

311 Reconciliación y Penitencia. N. 16. 312 VIDAL, Marciano. Moral de Actitudes. T. I, pp. 371-379. 313 MUÑOZ PEDROZA, Jaime. Teología de la Liberación y Pecado. p. 137.


107

15.5.1 El pecado entendido como tabú y expresado como mancha . El tabú es una palabra que designa una realidad, cuyo huso o contacto está prohibido al hombre. Se t rata de una noción más incorrecta de la culpabilidad. Pertenece a un

sistema ético de mentalidad mágico-tabuística, que se hace coincidir con la mentalidad de los llamados pueblos primitivos. Esta manera de entender el pecado no ha sido extraña al cristianismo, ―tanto en la manera de hablar del pecado como en

el modo de vivenciarlo en la vida individual y en la vida comunitaria de los cristianos‖. Se presenta una moral de temor, de miedo a un castigo eterno. Se ve a Dios como justiciero y vengativo.

314

15. 5.2 El pecado entendido como desorden y expresado como trasgresión . Se trata de una noción de culpabilidad que hoy calificaríamos de ―reaccionaria‖ de

estática, de heterónoma y de privilegiadota del orden establecido. Esto se da cuando el pecado es visto como la trasgresión de una ley. Esta manera de entender el pecado pertenece a lo pre-moral. Esta manera de presentar el pecado ha traído entre

otras consecuencias el casuismo, el fariseísmo, la hipocresía, los escrúpulos; se pretende privilegiar el orden establecido, colocando el mal de lado del cambio. Es una concepción legalista del pecado que insiste especialmente en una moral de

actos.315

15.5.3 El pecado entendido como culpa y expresado como acusación . Se

destaca al individuo como responsable de los hechos, lo cual es positivo. Sin embargo se puede tener exageraciones: acento de tipo individualista, gradación en la medida de la culpa, insistencia en la obediencia, culpa como manifestación de un

perfeccionismo narcisista, y cambio de la culpa en una acusación agresiva cuando se presentan los fracasos; en este caso la culpa se vuelve contra el mismo sujeto que se acusa.

316

15.5.4 El pecado como culpabilidad ético-religiosa. El hombre es responsable de hecho cometido, la culpabilidad abarca el cómo y el por qué. El hombre de hoy es

más sensible, y le gusta una dimensión de tipo horizontal y social. La culpabilidad para que sea ética ha de relacionarse con la libertad y la obligación. La culpabilidad religiosa no se queda solamente en lo ético, sino que va más allá a lo trascendente.

317

15.6 DIVERSOS NIVELES DE LA CULPABILIDAD

318

15.5.6.1 Nivel personal. El pecado es un acto libre de la persona individual, por eso el hombre cuando peca se siente culpable y asume su responsabilidad.

314 VIDAL, Marciano. Moral de Actitudes. pp. 505-512. 315 VIDAL, Marciano. Moral de Actitudes. pp. 513-522.

316 VIDAL, Marciano. Moral de Actitudes. pp. 522-524. 317 VIDAL, Marciano. Moral de Actitudes. T. I pp. 525-528. 318 VIDAL, Marciano. Moral de Actitudes. T. I pp. 530-531.


108

15.5.6.2 Nivel moral. Se concibe el pecado sólo humanamente. El pecado ético hace referencia al mundo humano, su radio de acción queda limitado a la realidad de

los hombres. El pecado ético se mide por su referencia al hombre. El hombre es libre pero responsable.

15.5.6.3 Nivel religioso. El pecado aparece como opuesto al plan de Dios, como trasgresión voluntaria a la Ley de Dios e incluso llegar a la negación de Dios.

La culpabilidad se desdobla en dos momentos:

a) Momento objetivo. El pecado ético hace referencia al hombre, se puede

designar como ofensa y no realización del hombre (culpabilidad ética). El pecado como rechazo a la verdad, a Dios. Amor de sí hasta el despr ecio de Dios. (culpabilidad religiosa), ser poderoso sin Dios o incluso contra Dios.

b) Momento subjetivo. Resonancia interna dentro del sujeto. El pecado tiene

una estructura psíquica, como es la vivencia de la culpa en el pecador. En el

cómo se siente el sujeto concreto de la acción cometida conllevando a la división y angustia personal.

319

15.7 VALORACIÓN DE LAS FORMULACIONES VIGENTES 15.7.1 El pecado como trasgresión de la ley eterna : E l pecado es todo dicho,

hecho o deseo contra la ley eterna (San A gustín).320

responde a Fausto. En donde el elemento material es la sustancia del acto y el elemento formal es el ir en contra de la ley, oponerse la persona contra el bien, constituyéndose en desatención voluntaria

del llamamiento de la gracia que es la verdadera ley de los hijos de Dios.321

15.7.2 Pecados de Aversión a Dios y Conversión a las Criaturas. Son actos

mediante los cuales un hombre con libertad y conocimiento rechaza a Dios, su ley, la alianza de amor que Dios le propone (aversión a Dios) prefiriendo volverse a así mismo, a alguna realidad creada y finita a algo contrario a la voluntad divina

(conversión a las criaturas).322

Presenta una experiencia psicológica del pecado pero es demasiado individualista.

323

15.7.3 El pecado es una acción desordenada . En cuanto que conduce a la separación del fin ultimo implica un privarse del bien y en general constituye un

319 VIDAL, Marciano. Moral de Actitudes. T. I p. 131. 320 VIDAL, Marciano. Moral de Actitudes. T. I, p. 550.

321 HÄRING, Bernhard, La ley de Cristo. T. I pp. 401-402. 322 Reconciliación y Penitencia. N. 17. 323 HÄRING, Bernhard, La ley de Cristo. T. I p. 403.


109

desorden respecto al fin. 15.7.4 El pecado es ofensa y deuda a Dios. Es faltar al amor verdadero para con

Dios, para con el prójimo siendo una terrible ofensa a Dios.324

15.7.5 Conclusión: El pecado es una palabra, un acto o un deseo contrario a la ley

eterna, constituye una ofensa a Dios. Se alza contra Dios en una desobediencia contraria a la obediencia de Cristo. Además, es un acto contrario a la razón que lesiona a la naturaleza del hombre y atenta contra la solidaridad humana.

325

16. EL PECADO EN LA REVELACIÓN CRISTIANA

16.1 HISTORIA DE LA SALVACIÓN Y PECADO

Juan Pablo II en la exhortación apostólica Reconciliación y Penitencia (1984)(n. 13-18) considera la realidad del pecado a la luz del misterio de la salvación. El ―mysterium iniquitatis‖ del pecado solamente puede ser comprendido plenamente si

se lo considera desde el ―mysterium pietatis‖ de la gracia salvadora.326

16.2 REVELACIÓN DEL PECADO EN EL ANTIGUO TESTAMENTO

El pecado, desde el punto de vista de su contenido, no aparece como una reflexión homogénea en el Antiguo Testamento, ya que allí aparecen diferentes concepciones;

estas dependen de las épocas en las cuales se escriben los libros y de las corrientes teológicas existentes en cada una.

327

La categoría clave a t ravés de la cual se entiende y se vivencia el pecado en el Antiguo Testamento es la de la Alianza. El pecado es la ruptura o la negación de la Alianza.

328

324 VIDAL, Marciano, Moral de Actitudes. pp. 550- 564. 325 Catecismo de la Iglesia Católica. Números. 1870- 1872. 326 VIDAL, Marciano. Diccionario de Ética Teológica. Estella, Verbo Divino, 1991. p. 450. 327 Cfr., WEBER, H., Teología moral general. Exigencias y respuestas, Herder, Barceona, 1994, p. 353,

tomado de MUÑOZ PEDROZA, Jaime Pbro. Teolog ía de la liberación y pecado. Pontif icia Universidad Javeriana, Facultad de Teología, Bogotá D.C., 2002. p. 33.

328 VIDAL, Marciano. Moral de Actitudes. T.I. Moral fundamental. Covarrubias, Madrid, 1981. p. 538.


110

El pecado visto desde la perspectiva de la alianza, lleva a determinar que no se trata de una idea abstracta sino de una experiencia referida a Dios y a la comunidad.

329

Esta perspectiva de la Alianza da a la culpabilidad tres dimensiones que son

elementos constitutivos en la comprensión que un creyente tiene del pecado: 16.2.1 Dimensión religiosa : El pecado se entiende como una realidad ―ante Dios‖.

La confesión religiosa del pecado encuentra en la expresión ―contra ti‖ o ―delante ti‖ su forma más precisa (Ex.10,16; Jos.7,20; 2Sm.12,13; Ml.7,9; Sal.51,6; Lc.15,18).

El pecado es una realidad ―contra Dios‖ porque es ruptura de la Alianza. Textos veterotestamentarios hablan en términos de ruptura a través de los profetas: Oseas, Jeremías, Isaías y Ezequiel a través de la simbología de la ruptura del vínculo

matrimonial (=adulterio; infidelidad conyugal): (Os.1 -3; Jr.2,2.23; 3,1-5; 3,19-25; 4,1-4; 9,1; 11,10; Ez.16,59; Is.24,5; 48,8; 54,6; 62,4-5).

El pecado aparece como falsa autoafirmación del hombre. Al negar la vinculación

con Dios, el pecador intenta edificarse sobre su autosuficiencia.

Hay un olvido de la dimensión horizontal. El Contra Dios es la mejor formulación del contra hombre.

16.2.2 Dimensión Intrahistórica : La reflexión veterotestamentaria sobre el pecado no proviene de la abstracción, sino de situaciones concretas vivénciales a través de la fe. El pecado se entiende y se vivencia dentro de una historia humana, se valora

desde dentro de la historia. 16.2.3 Dimensión Comunitaria: Es en la comunidad de los creyent es en donde se vivencia, se valora y se repara el pecado. La dimensión comunitaria del pecado en la

revelación veterotestamentaria se concreta en la doble vertiente de la responsabilización y del contenido. Han sido sobre todo los profetas los que mejor han plasmado mejor esta dimensión comunitaria del pecado.

330

16.2.4 Formas de expresión del pecado en el A. T.: Además de los términos y de las expresiones utilizadas en el Antiguo Testamento se encuentran otras formas que

dependen de las diversas épocas de la historia de la salvación y del desarrollo que va adquiriendo la revelación.

331 Por esta razón ―el misterio del pecado en el Antiguo

Testamento sólo lo comprenderemos a base de toda la historia bíblica plasmada en

relatos y sucesos, y ante todo es preciso saber lo que pensaban de Dios los autores sagrados‖.

332

329 MUÑOZ PEDROZA, Jaime Pbro. Teología de la l iberación y pecado. p. 34-35. 330 VIDAL, Marciano. Moral de Actitudes. T.I. Moral fundamental. p. 539-540. 331 Cfr. FLECHA, Román. Teología Moral, p 312; Cfr., VIRGULIN, S., ―Pecado‖, Nuevo Diccionario de

teología bíblica, Paulinas, Madrid, 1990, p. 1430; tomado de MUÑOZ PEDROZA, Jaime Pbro. Teología

de la liberación y pecado. p. 35 332 GARCIA DE LA FUENTE, O., ―Pecado‖ Enciclopedia de la Biblia, Garriga, S.A., Barcelona, 1963, p.

939; tomado de MUÑOZ PEDROZA, Jaime Pbro. Teología de la liberación y pecado. p. 35.


111

16.3 REVELACIÓN DEL PECADO EN EL NUEVO TESTAMENTO

Igual que en el Antiguo, en el Nuevo Testamento no aparece la realidad del pecado tratada directamente, lo cual no quiere decir que esté ausente o carezca de importancia. El tema central del Nuevo Testamento es el anuncio de la salvación, y

esto se hace en el ambiente religioso de la época, dentro del cual se describe la experiencia del pecado asumiendo algunos elementos del Antiguo Testamento que muestran progreso.

333

16.3.1 Nuestro Señor Jesucristo y los pecadores en los Sinópticos: Los Evangelios presentan a Jesús en medio de los pecadores, diciendo ―No necesitan

médico los fuertes, sino los que están mal; no he venido a llamar justos, sino a pecadores‖.

334

Del estudio de los evangelios se deduce que Jesús no se preocupa por describir la naturaleza del pecado, porque su interés se centra en llamar a todos los hombres a la conversión y a la salvación. En su predicación acerca del Reino de Dios, Jesús une la

invitación a la conversión y el ofrecimiento de su perdón de los pecados (Mc.1,14 -15).

335

Algunas de las actitudes de Jesús en relación con los pecadores se concretan mediante la denuncia del pecado donde quiera que éste se encuentre y su señalamiento en forma precisa, incluso en aquellos que se consideraban justos por

observar exteriormente las leyes judías. Para Jesús, el constitutivo fundamental del pecado está en el interior del hombre, en su corazón, porque es de all í de donde salen todos los males (Mc.7,21ss).

336 Con esta comprensión Jesús concede más

importancia a las personas que a las instituciones, las cuales habían venido a ocupar el puesto central (Mt.12,1-8).

337

Nuestro Señor Jesucristo asume una actitud de benevolencia con los que son

calificados como pecadores y excluidos por los que se creen justos; ve en ellos el terreno fértil para recibir y asumir el Reino de Dios, como lo muestran las parábolas

333 Cfr., VIRGULIN, S., ―Pecado‖, p. 1.436; WEBER, H., Teología moral general., p. 360-361; FLECHA

ANDRES, J., Teología moral fundamental, p. 315-316; tomado de MUÑOZ PEDROZA, Jaime Pbro.

Teología de la liberación y pecado. p. 38. 334 Marcos 2,17; Tomado de MUÑOZ PEDROZA, Jaime Pbro. Teología de la liberación y pecado. p. 38. 335 Cfr., VIRGULIN, S., ―Pecado‖, p. 1.437; tomado de MUÑOZ PEDROZA, Jaime Pbro. Teología de la

liberación y pecado. p. 39. 336 Cfr., LYONNET, S., « Pecado », Vocabulario de teología bíblica, Herder, décima edición, Barcelona,

1978, p. 1437.; VIRGULIN, S., ―Pecado‖, p. 1.437; tomado de MUÑOZ PEDROZA, Jaime Pbro. Teología de la liberación y pecado. p. 39.

337Cfr., LYONNET, S., « Pecado », Vocabulario de teología bíblica, Herder, décima edición, Barcelona, 1978, p. 1437.; VIRGULIN, S., ―Pecado‖, p. 1.437; tomado de MUÑOZ PEDROZA, Jaime Pbro. Teología de..... p. 39.


112

de la misericordia, en las que subraya la alegría que existe por un pecador convertido (Lc.15).

338

El Señor actúa directamente contra el pecado cuando lo vence en el momento de la tentación, cuando arranca a los hombres que están bajo su dominio y cuando le atribuye a su muerte un valor expiatorio. En conclusión, en relación con los

pecadores, Jesús revela más con sus actitudes que con sus palabras.339

16.3.2 El pecado en la Teología Paulina : San Pablo es calificado como el autor del

Nuevo Testamento que más desarrolla es aspecto del pecado. El interés de Pablo, consiste en resaltar la obra redentora de Cristo, y deja el pecado sólo como trasfondo.

340

En la doctrina de san Pablo sobre el pecado, merecen atención las doce listas de pecados hechas por él en sus diferentes cartas: (1co.5,10s; 6,9s; 2Co.12,20s;

Ga.5,19ss; Rm.1,29ss; 13,13; Col.3,5-8; Ef.4,31; 1Tm.1,9s; 6,4s; Tt.3,3; 2Tt.3,2-5).341

En la reflexión de san Pablo sobre el pecado, existe un aspecto importante que consiste en la distinción entre los pecados y el pecado o pecado personificado. Éste

constituye un aspecto importante en el conjunto de la enseñanza de la Sagrada Escritura sobre el pecado y también aparece en los escritos joánicos.

342

El pecado personificado tiene un significado muy rico que se puede desdoblar en las siguientes afirmaciones:

El pecado es un poder que entra en el mundo con la trasgresión de Adán y ha pasado a todos los hombres hasta llegar a la misma criatura material (Rm.8,19 -22).

El pecado trae consigo la muerte (Rm.5-8), se trata de la muerte eterna, aunque

engloba la muerte biológica.

Como consecuencia, el hombre esta ―vendido al poder del pecado‖(Rm.7,7 -24). El hombre se encuentra en una situación de abandono, la lucha que se establece en el corazón del hombre entre el bien y el mal terminará. La acción de Cristo se

extiende a los poderes del mal para destruirlos y someterlos (Ga.1,4; 2Co.4,4).

338 Cfr., FLECHA ANDRES, J., ―culpabilidad y pecado‖, Conceptos fundamentales de ética teológica,

Trotta, Madrid, 1992, p. 383; LYONNET, S., « Pecado », p. 667; tomado de MUÑOZ PEDROZA, Jaime Pbro. Teología de la liberación y pecado. p. 39.

339Cfr., LYONNET, S., « Pecado », p. 666-667; VIRGULIN, S., ―Pecado‖, p. 1.438; tomado de MUÑOZ

PEDROZA, Jaime Pbro. Teología de la liberación y pecado. p. 38-39. 340 Cfr., VIRGULIN, S., ―Pecado‖, p. 1.438; FIELDER, P., amarrita, az, h Hamartia pecado. Diccionario

exegético del Nuevo Testamento, Sígueme, Salamanca, 1996, p. 199; tomado de MUÑOZ PEDROZA, Jaime Pbro. Teología de la liberación y pecado. p. 40.

341 Cfr., VIRGULIN, S., ―Pecado‖, p. 1.438. tomado de MUÑOZ PEDROZA, Jaime Pbro. Teología de la liberación y pecado. p. 40.

342 Cfr., MUÑOZ PEDROZA, Jaime Pbro. Teología de la liberación y pecado. p. 41.


113

Si el pecado es un poder inmanente al hombre, que le separa de Dios y le conduce a la perdición (Rm.5,21;6,21-23).

La meditación de Cristo lo libera de esta tiranía mediante el acto supremo de

obediencia y de amor (Flp.2,8;Ga.2,20;Rm.5,7-8).343

16.3.3 El pecado en los Escritos Joánicos: Para san Juan, el pecado consiste en

―negarse a acoger a Cristo, que es luz del mundo, es decir, en la incredulidad frente al enviado del Padre, el Hijo unigénito de Dios.

344 y este rechazo de Dios se concreta no

tanto en u acto particular, sino en una opción fundamental y en una actitud que marca

toda la existencia del hombre.345

Para san Juan, el pecado también significa reparación de Dios, infidelidad y odio contra la luz que es Cristo.

346

El pecado se entiende más como una situación que como actos singularizados. El pecado aparece como una fuerza esencialmente diabólica, ―el que comete pecado es el diablo‖ (1Jn.3,8). La vida del pecador queda marcada por el poder del satánico; no

solamente ―rehúsa la luz‖, sino que ―aborrece la luz‖ (Jn.3,20). El pecado, además de poseer un poder satánico en oposición a Cristo, tiene carga escatológica. ―El pecado es la anomía‖ (1Jn.3,4). Si el pecado fundamental, que se define como ―iniquidad‖ es

no creer en Cristo o rechazar la luz, los pecados concretos de los creyentes participan de esa noción de pecado – iniquidad. La teología joanica, al mismo tiempo que resalta la fuerza poderosa del pecado, también resalta el poder de Cristo. El es ―el

que quita el pecado del mundo‖ (Jn.1,29).347

Se puede deducir de los escritos de san Juan que ―mientras permanezca uno unido a

Cristo, interiorizando su Palabra y permaneciendo fiel a la comunión eclesial, no podrá pecar (1Jn.3,9; 5,18), es decir, separarse de El‖.

348

16.4 COMPRENSIÓN TEOLÓGICA DEL PECADO 16.4.1 Dimensiones

Realidad Ética: la estructura de la culpabilidad ética se resuelve en dos momentos,

343 VIDAL, Marciano. Diccionario de Ética Teológica. pp. 451-452. 344 Cfr., FLECHA ANDRES, J., Teología moral fundamental, p. 319.; SCHOONENBER, P., El poder del

pecado, Carlos Lohlé, Buenos Aires, 1967, p.22.; tomado de MUÑOZ PEDROZA, Jaime Pbro. Teología de la liberación y pecado. p. 42.

345 Cfr., VIRGULIN, S., ―Pecado‖, p. 1.442.; SOLANO VILLAMIL, G. El pecado en la Sagrada Escritura, Pontif icia Universidad Javeriana. Monografía de grado para la Maestría en Teología, Texto inédito), Bogotá, D.C., 1986, p. 47.; tomado de MUÑOZ PEDROZA, Jaime Pbro. Teología de la liberación y

pecado. p. 42. 346 Cfr., SOLANO VILLAMIL, G. El pecado en la Sagrada Escritura, p. 22; GARCIA DE LA FUENTE, O.,

―Pecado‖, p. 943.; tomado de MUÑOZ PEDROZA, Jaime Pbro. Teología de la liberación y pecado. p. 42.

347 VIDAL, Marciano. Diccionario de Etica Teológica. Estella, Verbo Divino, 1991. p. 452-453. 348 Cfr., VIRGULIN, S., ―Pecado‖, p. 1.443.; tomado de MUÑOZ PEDROZA, Jaime Pbro. Teología de la

liberación y pecado. p. 43.


114

desintegración práctica y la irresponsabilización, dan la medida de la coherencia en la culpabilidad ética.

Dimensión Religiosa: no es una realidad yuxtapuesta al plano ético. Lo que constituye la originalidad del pecado; visto desde la fe es la síntesis que brota de la afirmación del contenido moral y el horizonte trascendente religioso. Son dos mundos

que se relativizan y se complementan.349

Síntesis de la doble dimensión: la teología desvela la necesaria ética-religión.

350

17. DIMENSIONES Y DIVISIONES DEL PECADO

17.1 PECADO PERSONAL El pecado, en sentido verdadero y propio es siempre un acto de la persona, porque

es un acto libre de la persona individual y no precisamente de un grupo o una comunidad.

El pecado personal viene a ser un gesto de mentira existencial, traiciona al ser mismo del hombre y se resuelve en una dimensión del hombre mismo, impidiéndole conseguir su plenitud.

351

Se afirma entonces:

Por ser el pecado una acción de la persona, tiene sus primeras y más

importantes consecuencias en el pecador mismo, o sea, en la relación de éste con Dios que es el fundamento mismo de la vida humana y en su espíritu, debilitando su voluntad y oscureciendo su inteligencia.

352

17.2 PECADO SOCIAL

Hablar de pecado social quiere decir, ante todo, reconocer que, en virtud de una solidaridad humana tan misteriosa e imperceptible como real y concreta, el pecado de cada uno repercute en cierta manera en los demás.

―No existe pecado alguno, aún el más íntimo y secreto, el mas estrictamente individual, que afecte exclusivamente a aquél que lo comete. Todo pecado

repercute con mayor o menor intensidad, con mayor o menor daño en todo el conjunto eclesial y en toda la familia humana. Según esta primera acepción, se puede atribuir indiscutiblemente a cada pecado del carácter de pecado

349 Cfr. VIDAL, Marciano. Moral de Actitudes. T II, p. 452.

350 Cfr. VIDAL, Marciano. Diccionario de Ética Teológica. p. 453. 351 Cfr. Síntesis 2003. p. 119. 352 Reconciliación y penitencia. N. 16.


115

social‖.353

Algunos pecados sin embargo constituyen, por su mismo objeto una agresión directa

contra el prójimo, son una ofensa a Dios porque ofenden al prójimo. A estos se les suele dar el nombre de sociales. En este sentido es social el pecado contra el amor al prójimo. Es social todo pecado cometido contra la justicia en las relaciones tanto

interpersonales como en las de la persona con la sociedad y aún de la persona con la sociedad y aún de la comunidad con la persona. ―Es social todo pecado cometido contra los derechos de las persona humana,

comenzando por el derecho a la vida, sin excluir la del que está por nacer, o contra la integridad física de alguno....‖.

354

Es social todo pecado contra el bien común y sus exigencias dentro del panorama de

los derechos. También al hablar de pecado social se refiere a las relaciones entre las distintas

comunidades humanas. Al hablar de pecados sociales aunque sea en sentido analógico, no debe inducir a

nadie a disminuir la responsabilidad de los individuos, sino que quiere ser una llamada a las conciencias de todos para que cada uno tome su responsabilidad.

355

El pecado afecta varias dimensiones del hombre: Con Dios y con el prójimo.

―La teología latinoamericana ha insistido en presentar una consideración englobante del pecado, que supone la dimensión personal, la referencia a Dios, la relación con el

prójimo y su cristalización sus estructuras, dentro de la historia de la humanidad‖.356

Citando a Reconciliación y Penitencia, se afirma: ―Se puede hablar de pecado personal y social. Todo pecado es personal bajo un aspecto, bajo otro aspecto, todo

pecado es social, dado que tiene también consecuencias sociales‖.357

Citando a Fucs. J. Essere, el autor afirma: ―Por aspecto social del pecado se entiende

el hecho por el cual todo pecado introduce o intenta introducir un mal humano en el mundo. Al mismo tiempo el aspecto social del pecado se manifiesta por medio del aumento del pecado, del espíritu y la tendencia del pecado que existe en todo

hombre‖.358

17.3 EFECTOS SOCIALES DEL PECADO: En la Reconciliación y Penitencia, dice

que el pecado es siempre fruto de una acción personal y que las primeras

353 Reconciliación y penitencia. N. 16. 354 Reconciliación y penitencia. N. 16. 355 Cfr. Reconciliación y Penitencia. N. 16.

356 Cfr. Síntesis 2003. 357 MUÑOZ PEDROZA, Jaime Pbro. Teología de la liberación y pecado. p. 320. 358 MUÑOZ PEDROZA, Jaime Pbro. Teología de la liberación y pecado. P. 76.


116

consecuencias del pecado afectan tanto al hombre mismo, como a la relación del hombre con Dios.

359

En la reflexión sobre la explicación del pecado, encontramos que este afecta varias dimensiones del hombre. Daña su relación con Dios, de la cual nace la dimensión trascendente o teológica del pecado, al mismo hombre de la que resulta la dimensión

personal del pecado; y el entramado de relaciones de los hombres entre sí de la cual nace la dimensión social.

360

Esta se da en primer lugar porque la voluntad de cada hombre y por lo tanto la del pecador está en sí misma orientada a la sociedad; en segundo lugar porque el pecado ejerce su influjo sobre las mismas estructuras sociales que están en cierto

modo marcadas por el pecado del hombre.361

17.4 ESTRUCTURAS DE PECADO: El pecado social busca objetivarse e

institucionalizarse en estructuras sociales, ya sean de orden regional, nacional el internacional. En principio las estructuras se orientan a organizar la sociedad en lo político y en lo económico, al servicio del bien común; sin embargo, el pecado se

apodera de ellas e imprime allí una huella destructoria.362

Las estructuras de pecado son:

a. Obra de los hombres en cuanto éstas fueron creadas por ellos y constituyen un mal.... Son ―pecado‖ en sentido material estructural.

b. Las estructuras adquieren una autonomía tal que superan a sus autores. Cuando el pecado se cristaliza en estructuras injustas se organiza como un sistema con unidad y coherencia dentro de determinados procesos, los cuales pueden su rgir

de hechos coyunturales con tendencia a adquirir su propia identidad.363

Estructuras de pecado y pecado estructural :

Estructuras de pecado o mecanismos perversos es el nombre que reciben todas aquellas realidades injustas que funcionan en

forma casi automática e independientemente de la voluntad de los hombres. Por su parte, pecado estructural es la expresión utilizada por parte de algunos teólogos de la liberación para

designar el pecado que se realiza por medio de las

359 Cfr. Síntesis 2003. p. 122. 360 Cfr. Síntesis 2003. p. 122.

361 Cfr. Síntesis 2003. p. 122. 362 MUÑOZ PEDROZA, Jaime Pbro. Teología de la liberación y pecado. p. 350. 363 MUÑOZ PEDROZA, Jaime Pbro. Teología de la liberación y pecado. p. 357.


117

estructuras.364

―La reflexión teológica se plantea la necesidad de clarificar la distinción entre

estructuras de pecado y pecado estructural, por cuanto existe la preocupación acerca de quien pueda asumir la responsabilidad de este pecado y se pueda llegar a lo que se ha dado en llamar pecado sin pecador.

365

Es igualmente social todo pecado cometido contra la justicia en las diversas relaciones, como de la persona, como de la persona con la sociedad.

Es social todo pecado cometido contra los derechos de la persona humana, comenzando por el derecho a la vida. Es pecado social todo aquel cometido al bien común. Dentro de sus derechos y

deberes. Es pecado social el que se refiere entre las relaciones entre las distintas comunidades humanas.

366

17.5 PECADO MORTAL Y PECADO VENIAL

En el misterio del pecado hay una dimensión sobre la cual el hombre jamás ha dejado de meditar: la de su gravedad. San Juan en el texto de su primera carta habla de un pecado que conduce a la muerte en contraposición a un pecado que no

conduce ala muerte.367

17.5.1 Pecado Mortal: El pecado mortal es el acto mediante el cual un hombre con

libertad y conocimiento, rechaza a Dios a su ley, a la alianza de amor que Dios le propone, prefiriendo volverse a sí mismo, a una realidad creada y finita o algo contrario a la voluntad divina.

368

El pecado mortal supone un fallo en lo fundamental de la existencia cristiana. Es el pecado en el que se decide la persona en su totalidad. El pecado mortal se manifiesta

en la ruptura dela opción fundamental cristiana. Es un pecado que se expresa en sus actitudes.

Para valorar bien la existencia de la materia para el pecado mortal, habrá que acudir a los criterios de la Palabra de Dios, de la Iglesia, de la propia conciencia bien formada y el sentir popular que condenan fuertemente determinadas conductas.

369

364 Citado por MUÑOZ PEDROZA, Jaime Pbro. Teología de la liberación y pecado. p. 357. 365 Cfr. MUÑOZ PEDROZA, Jaime Pbro. Teolog ía de la liberación y pecado. p. 357. 366 Cfr. Catecismo de la Iglesia Católica. N. 1867.

367 Cfr. Reconciliación y Penitencia. N. 17. 368 Cfr. Catecismo de la Iglesia Católica. N. 1869. 369 Cfr. Síntesis 2003.


118

17.5.2 Pecado Venial: Se comete pecado venial cuando no se observa en materia leve la medida prescrita por la ley moral, o cuando se desobedece a la ley moral en materia grave, pero sin pleno conocimiento o sin entero consentimiento. E l pecado

venial debilita la caridad, entraña un afecto desordenado a bienes creados; impide el progreso del alma en el ejercicio de las virtudes y la práctica del bien moral, merece penas temporales.

370

17.5.3 Diferencia entre pecado mortal y pecado venial: Es posible que un pecado venial pueda convertirse en mortal. Por conveniencia sincrónica, por mala intención

por razón de escándalo. Y también que un pecado mortal quede convertirse como venial: por conciencia invenciblemente errónea, por la imperfección del acto por la parvedad de materia.

Hay algunas diferencias:

La plenitud y perfección de la opción. El desprecio o debilidad en la desobediencia a Dios. La capitalidad o secundaridad del valor y la ley violada.

El poco retraso en el fin de la fe. La pérdida o debilidad de gracia y caridad. El riesgo escatológico o parcial.

La muerte o la enfermedad en la salud espiritual.371

Condiciones para el pecado:

a. Materia: (grave o leve): La importancia de la materia depende de:

* Del valor violado. * Del precepto de desobediencia. * De la calidad de la ley cumplida.

* Del rechazo de Dios. * De la desviación mayor o menor del fin. * De la intención buena o mala que se entraña.

b. Plena advertencia o pleno consentimiento

Es un conocimiento de lo que se está haciendo, de su bondad o malicia, de su permisión o prohibición. Puede ser:

- Pleno: Si existe claridad dela importancia del objeto. - Es virtual Según se tenga el momento presente o en el pasado sin

370 Catecismo de la Iglesia Católica. N. 1857. 371 Cfr. Síntesis 1998.


119

retractarse. - Es imperfecto: Si la acción se realizó semidormido, casi sin darse cuenta o en un arrebato de cólera como un reflejo que en circunstancias normales o

había realizado. c. Consentimiento: O la adhesión libre de la persona sobre el objeto, normalmente lo

que se realiza con advertencia goza también de consentimiento. Se da en dos momentos: Perfecto: Pide un conocimiento desarrollado de Dios, a quien se ofende y una

libertad de ejercicio al dar la adhesión. Imperfecto: En situaciones de escrúpulo, lucha pertinaz y caída compulsiva, por falta de clara advertencia en reacciones primarias de las que pronto se arrepiente.

372

17.6 MAYOR O MENOR GRAVEDAD DE LOS PECADOS

El pecado es más grave cuando mas elevado es el valor al que opone directamente, la gravedad subjetiva se mide por el grado de libertad o de malicia o en su caso de debilidad o inadvertencia. En la moral tradicional se decía que la gravedad se medía

por el objeto. Hay varias divisiones:

* Pecado de muerte: Es el pecado más grave, ataca directamente a Dios, la opción fundamental es irrevocable en el momento de la muerte. * Pecado grave: Es aquel que transforma profundamente una actitud amenazado la

opción fundamental sin destruirla ni cambiarla. * Pecado grave venial: Aquel que no llega a cambiar profundamente una actitud ni destruirla.

* Pecado de opción: Es el pecado en su dimensión más profunda, pecado de muerte, de odio a Dios. * Pecado de actitud: Es una forma de pecado que se realiza de un modo global en

algunos sectores de la existencia cristiana, el pecado moral rompe con Dios .373

17.7 PECADOS CAPITALES

1 Soberbia: Cuando el hombre ambiciona una dignidad sin referencia a Dios, que no se funda sus valores espirituales. Sino que solo quiere aparecer grande ante los

hombres, atan de gloria o ambición o desprecio a Dios y de los demás para ser autosuficientes. 2 Envidia: Degeneración del instinto natural de emular los méritos. Ver con malos

ojos el bien del prójimo porque le parece un estorbo a su propia gloria. 3 Ira: Impulso natural a rechazar lo que no es contrario, la ira orde nada es una fuerza

372 Cfr. Sánchez Urbano, La Opción del Cristiano. p. 258. 373 Cfr. HÄRING, Bernhard, La ley de Cristo. T. I p. 437.


120

de sobrenatural estable para vencer los estatutos al bien. 4 Avaricia: Es el anhelo desordenado por los bienes naturales. 5 Lujuria: Es el apetito natural del placer de las sensaciones carnales, cuando se

cede a ellos sin freno, cuando se convierten en fuente de corrupción. 6 Gula: Desorden en el comer y el beber, exceso en la comida, hacer el vientre su dios, en la bebida el alcoholismo.

7 Pereza o acedia : Desganas o falta de voluntad para realizar un trabajo o falta de entusiasmo para realizar una acción laboral.

374

17.8 LEY Y PECADO

La ley es buena en si. La ley es santa y su precepto es santo, justo y bueno. San Pablo y en general toda la Escritura consideran la ley como revelación viviente y

gratuita de la voluntad de Dios. La ley con sus prohibiciones, quiere preveer contra el pecado también revela la ley la esencia propia del pecado, que es un insurrección contra la voluntad la ley de Cristo.

El pecado en oposición a la voluntad de Dios manifestada en su Ley. El pecado es un pensamiento, palabra y obra contra la ley eterna. (San Agustín).

El pecado no es solamente la oposición libre y subjetiva a dicha ley, lo diversivo es aquí en que forma y con qué claridad se revelan en la ley la voluntad de Dios.

Los delitos de los paganos no tienen disculpa, pues los preceptos de la ley están inscritos en sus corazones, siendo testigos de su conciencia (Rm 4, 14) oposición a la

voluntad del Creador que se manifiesta en la revelación natural.375

17.9 OCASIÓN DE PECADO

Llamamos ocasión al peligro de pecar que proviene de circunstancias exteriores, que presentan la posibilidad de pecar. Según el grado de probabilidad de que se llegue a

cometer el pecado se distingue entre peligro próximo y pecado remoto. El peligro próximo es absoluto (si se da como tal para todos) o relativo (si solo se presenta ocasión de pecar para alguno por razón de su particular promisión).

376

Del deber de ordenar moralmente la propia vida, síguese el deber de evitar en lo posible la ocasión de pecado, si no lo hacemos mostramos apego al mal y muy

escasa decisión en el empeño y cumplimiento de nuestro deber moral.377

17.10 LA TENTACIÓN

374 Cfr. HÄRING, Bernhard, La ley de Cristo. T. I pp. 441-447.

375 Síntesis 1998. 376 Cfr. Síntesis 2003. p. 132. 377 Cfr. Horman, Kark, Diccionario de Moral Cristiana. Barcelona: Herder 1979 p. 890.


121

Es el estímulo o incitación al pecado, puede ser de diversa gravedad y de distinta frecuencia. De la tentación interna debe distinguirse la aceptación interna ejercida por

la misma. Es aquel imperativo u objeto que se torna apetecible e inclina la libre voluntad del

individuo, tentada por el orgullo, la sensualidad, el mundo perverso y el demonio a cometer una acción pecaminosa. La tentación crea ocasión de pecado o inclina al sujeto a la omisión de una acción buena. Los medios para evitar caer en la tentación

son la oración y la vigilancia y todas las ayudas sacramentales y espirituales que se puede valer el cristiano, para no ponerse al alcance de la muerte y de las tinieblas.

378

18. CONVERSIÓN

INTRODUCCIÓN

La teología moral no debería limitarse a analizar el comportamiento negativo del ser humano. Jesús de Nazareth invitaba a sus seguidores a ser perfectos como el Padre de los cielos.

La exhortación o amonestación no puede limitarse a reformar algunos actos de comportamiento humano responsable. Se trata más bien de crear actitudes y

hábitos estables. Tampoco el estudio moral del comportamiento humano responsable puede limitarse a los actos concretos se trata más bien de que tendrá que orientar a la persona y a la sociedad hacia una continua y siempre renovada

conversión, hacia el ejercicio de las virtudes en la realización de sí mismas, hacia la recuperación de la esperanza y el mantenimiento de las utopías más nobles. Tomando como elemento de partida estos ideales de la buena ―noticia‖ de

salvación, se puede dar una argumentación teológica moral.379

La conversión es un don de Dios, obra de la Trinidad, es el Espíritu Santo que abre

las puertas de los corazones, a fin de que los hombres puedan creer en el Señor y confesarlo (Cfr. 1 Co. 12, 3).

380

18.1 ESENCIA Y PROPIEDADES DE LA CONVERSIÓN La esencia de la conversión, está en el cambio de mentalidad ―Metanoia‖ es te

cambio parte del corazón (Mt 18, 3) reconociendo que el hombre es pecador y que

378 Cfr. Síntesis de Moral 1995, Números. 2.3.6; 2.3.7. 379 FLECHA, Román. Teología Moral. Conversión y virtud. BAC Madrid 1997. p. 339. 380 Cfr. Redemptoris Missio. p. 76.


122

necesita de la misericordia divina (Lc 18, 3), esto se refleja en un cambio de vida.381

La conversión esencialmente es la liberación del pecado que ha de ser rechazado

desde el corazón, en ese querer volver a Dios, en esa liberación la conversión es personal, pero se alcanza con la ayuda de Dios y la disposición del hombre para alcanzarla.

382

La conversión tiene un aspecto negativo (negación personal), que es el alejamiento del pecado. Y tiene un aspecto positivo (aceptación), que es el retorno a Dios.

Por eso la conversión, que es primer lugar una compulsión de nuestro corazón endurecido y un robustecimiento del hombre interior, deberá realizarse a menudo en

la realización de ciertos valores, en la sumisión y en el ―sacrificio‖, en el sentido ascético de la palabra.

383

18.2 CONVERSIÓN Y GRACIA La gracia es el auxilio constante y gratuito de Dios. Es participar en la vida divina. Es una iniciativa gratuita de Dios.

384

La primera obra de la gracia es la conversión que obra la justificación, solo así el hombre vuelve a Dios y se aparta del pecado. La gracia y la libertad del hombre se colaboran para producir en el hombre una verdadera conversión. Es por esto que la

gracia por la conversión lleva al hombre a una verdadera y auténtica santificación.

385

La conversión vista así, es obra de Dios y por la gracia que él le confiere al hombre este se pone en camino hacia Dios, su creador Lc. 15, 18. Y le pide la apertura al Espíritu Santo.

La gracia nos hace: - Criaturas nuevas.

- Hombres nuevamente libres. - Hombres con una justicia nueva. - Partícipes de la resurrección de Cristo por obra del Espíritu Santo.

386

El elemento principal de la conversión es el dolor por el pecado cometido y la íntima detestación del mismo por amor de Dios.

387

381 LEON Dufox. X Vocabulario de Teología Bíblica. Artículo Penitencia Conversión. Reconciliación y

Penitencia Números. 5.7. 382 Reconciliación y Penitencia. N. 4. 383 KARL, Hormánn Diccionario de Moral cristiana. Herder 1979. 384 Catecismo de la Iglesia Católica. Números. 1996, 2005.

385 Catecismo de la Iglesia Católica. Números. 1993,1995, 1999, 2002. 386 Catecismo de la Iglesia Católica. Números. 1996, 2005. 387 KARL, Hormánn Diccionario de Moral cristiana. Herder 1979.


123

18.3 CONVERSIÓN, ARREPENTIMIENTO, HACER PENITENCIA

Al principio de la creación Dios todo lo creó en perfecta comunión. Existía armonía entre él y la creación. Además esta misma armonía existía entre, los demás hombres, el hombre en sí mismo. Por el pecado está armonio se resquebrajó y es necesario

hacer un camino que dura toda la vida para volver a recuperarla. Este caminar es el arrepentimiento y la penitencia verdadera en la que se incluye:

- Conversión.388

- Arrepentimiento.

389

- Hacer Penitencia.390

Un efecto de la verdadera conversión es la penitencia, que es la disposición habitual para superar y expiar cada vez más perfectamente el pecado en la propia vida.

391

18.4 ESTRUCTURA SACRAMENTAL DE LA CONVERSIÓN

Aunque existe un sacramento propio que se identifica con la conversión, Cristo a través de la Iglesia, ha querido dejar al hombre los sacramentos como signos visibles de la gracia.

Bautismo: Borra el pecado original. Nos hace cristianos.

Confirmación: Confiere la plenitud del Espíritu Santo. Eucaristía: ―Sacramento de Piedad, signo de unidad, vínculo de caridad‖ San Agustín.

Fuente de salvación y de reconciliación. Orden Sacerdotal: Llamado a dar a la Iglesia l os pastores que están llamados a ser

dispensadores del perdón y del amor misericordioso. Matrimonio: La familia es signo de la Iglesia reconciliada y reconciliadora. Unción de los Enfermos: La enfermedad se convierte en verdadero camino de

conversión. La Confesión: Representa y realiza la conversión y la reconciliación.

392

Solo Dios perdona los pecados y Cristo quiso que su Iglesia fuera signo e

388 Reconciliación y Penitencia. N. 26. 389 Compromiso Moral del Cristiano. N. 880. Reconciliación y Penitencia Números. 26.31. 390 Reconciliación y Penitencia. N. 26.

391 HANS, Rutter y GUNTER, Virt. Diccionario de Moral Cristiana. Herder 1993. 392 Reconciliación y Penitencia Números. 27 – 28.


124

instrumento del perdón y la reconciliación a precio de su Sangre la confió por el ministerio apostólico. (Cfr. 2 Cor 5, 18, 18; 28, 16 - 20).

18.5 NORMAS PARA COLOMBIA SOBRE LA PENITENCIA Las normas generales sobre la penitencia invitan a unirnos más íntimamente a

Cristo, para ello se han fijado días penitenciales como son: los viernes, pero especialmente Miércoles de Ceniza y Viernes Santo.

393

En Colombia el ayuno obliga a los mayores de 18 años, hasta los 59. La abstinencia a los mayores de 14 años. Esto el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo.

Todos los Viernes del año, los mayores de catorce años, pueden cumplir el precepto de abstinencia; privándose de carne o de otro alimento; puede suplirse, excepto los

viernes de cuaresma, con modificación, piedad, limosna o apostolado. Es importante mantener el carácter penitencial los días viernes, mediante actos litúrgicos y actitudes pastorales, manifestando así el sentido penitencial a los fieles.

Se ha de estimular a los fieles a la práctica de la limosna.

394

También a reencontrarse con Cristo Resucitado en la Confesión.395

Ella debe ser:

- En un lugar visible, en todas las iglesias y capillas. - Podrá haber lugares especiales, capillas penitenciales.

- El ministro ha de estar revestido.

19. SACRAMENTO DE LA RECONCILIACIÓN Y LA PENITENCIA 19.1 CRISIS DEL SACRAMENTO

El sacramento de la reconciliación ha sufrido a lo largo de la historia varias crisis y sobre todo de la misma penitencia cristiana. Esta sido favorecida, como lo podemos

notar a continuación.

Lo inadecuado de la disciplina tradicional.

393 Catecismo de la Iglesia Católica Números. 1249 – 1251. 1440. 1444. 394 Conferencia Episcopal de Colombia. Legislación canónica. Normas complementarias para Colombia

pp. 31 – 32.

395 Conferencia Episcopal de Colombia, Legislación canónica. Normas complementarias para Colombia. p. 24.


125

La situación cultural bastante insensible al anuncio evangélico de la conversación y de la penitencia.

Perdida del sentido de Dios y como consecuencia una perdida del sentido del

pecado como ofensa hecha a Dios y del sentido de la responsabilidad frente a la voluntad concreta de Dios frente a su plano.

Un crecimiento del sentido de lo humano, que nos hace ver el pecado como una ofensa al hombre, en lo cual se resalta solo su dimensión humano-social.

El bienestar, favorecida, la actual sociedad de consumo. Lo importante es estar bien.

396

Las principales puntos de crisis los podemos notar a continuación.

1. El hombre de hoy, dentro de un clima general de permisividad cree librarse

de todo yugo, para concederse todo tipo de libertades y goces, no por esto ha llegado a ser más feliz, seguro, ni libre.

2. La gente no va al confesionario pero busca otros confesores laicos, para

liberasen de los sentimientos e culpa. 3. Los psiquiatras los psicólogos y otros guías espirituales de otras religiones

para curarse de una cierta problemática que se lleva dentro de si, y que a

veces los llevan a consecuencias peores. 4. El hombre emancipado y secularizado a vencido el temor, la inquietud, la

búsqueda, la necesidad de certezas e incluso el perdón.

5. La repugnancia a tener que rendir cuentas en el confesionario de manera detallada.

6. hay un aparente automatismo en la disciplina actual, y, esta es una de las

causas más frecuentes del abandono del sacramento de la penitencia y de una cierta repugnancia hacia él. La culpa confesada contribuye a concebir el sacramento como práctica mágica. Esto hace que se le atribuya una eficacia

que no tiene: ―curar de un vicio sin la colaboración de pecado‖. 7. Considerar el rito sacramental como un mecanismo que obra siempre y que

debe curar de los errores, y quitar al sacramento su eficacia, reduciéndolo a

un simple signo externo de perdón, establecido por Dios desde el primer momento del arrepentimiento.

8. Psicólogo, se puede comprender que puede llegar a ser odioso confiarle al

confesor un catálogo detallado de culpas con la absolución inmediata, mientras que el es fuerzo de curación no se exige anticipadamente, aparte del propósito firme sobre el cual no hay control real.

9. Que la practica actual sufre de un cierto automatismo sacramental peligroso. 10. El porque de la especie de ―exhibicionismo‖ ante un confesor.

396 PIESCHACON, Gabriel. Reconciliación y Penitencia. N. 3. p. 3.


126

11. El juridicismo, sobre todo esa especie de automatismo sacramental ha provocado y lo sigue haciendo un sentimiento de seguridad a menudo infantil en muchos.

12. La ausencia o pobreza de una catequesis profunda de la penitencia deja un buen número de cristianos anclados en su mentalidad, muy pronunciada.

13. Junto a la conciencia queda también oscurecido el sentido de Dios, y

entonces, perdido ese decisivo punto de referencia interior, se pierde el sentido del pecado.

397

19.2 PARTES DEL SIGNO SACRAMENTAL 19.2.1 Examen de conciencia : la confrontación sincera y serena con la ley moral

interior, con las normas evangélicas propuestas por la Iglesia, con el mismo Cristo Jesús, que es para nosotros maestro y modelo de vida, y con el padre celestial, que nos llama al bien y a la perfección.

398 (Salmo 79,9.) ―Ayúdanos, oh Dios en nuestra

salvación, por la gloria de tu nombre; y líbranos, y perdona nuestros pecados por amor de tu nombre‖.

19.2.2 Contricción: Un rechazo claro y decidido del pecado cometido.399

Entre los actos del penitente, aparece en primer lugar. Es ―un dolor del alma y una detectación del pecado cometido con la resolución de no volver a pecar‖.

400

El arrepentimiento (llamado también contrición) debe estar inspirado en motivaciones que brotan de la fe. Si el arrepentimiento es concebido por amor de caridad hacia Dios, se le llama ―perfecto‖; si está fundado en otros motivos se le llama

―imperfecto.401

19.2.3 Propósito de enmienda : ―El propósito de no volver a comentarlo‖, por el amor

que se tiene a Dios y que renace con el arrepentimiento. El propósito debe ser universal, as í, ―no quiero volver a pecar contra mi Padre‖ pero junto a él, hay que formular un propósito concreto, más personal y mas adecuado con las circunstancias

en que vivimos.402

19.2.4 La satisfacción de obra: es el acto final, que corona el signo sacramental de

la penitencia. Las obras de satisfacción –que, -quieren decir cosas importantes: 1. El signo del compromiso personal que el cristiano a asumido ante Dios, en el

Sacramento, de comenzar una existencia nueva.

397 PIESCHACON, Gabriel. Reconciliación y Penitencia. N. 3. p. 3-14. 398 Reconciliación y Penitencia. N. 31. 399 Reconciliación y Penitencia. N. 31.

400 Catecismo de la Iglesia Católica. N. 1451. 401 Catecismo de la Iglesia Católica. N. 1492. 402 TRATADO DE MORAL FUNDAMENTAL. II p. 146.


127

2. El pecador perdonado es capaz de unir su propia mortificación física y espiritual.

3. Después de la absolución queda en el cristiano una zona de sombra, debida

a las heridas del pecado.403

Muchos pecados causan daño al prójimo. Es preciso hacerlo posible para repararlo. Pero además el pecado hiere y debilita relaciones con Dios y con el prójimo. La

absolución quita el pecado, pero no remedia desordenes que el pecado causo, el pecador debe todavía recobrar la plena salud espiritual. Debe ―satisfacer‖ de manera apropiada o ―expiar‖ pecados. Esta satisfacción se llama también ―penitencia‖.

404

19.3 MINISTRO DEL SACRAMENTO los Obispos y los presbíteros, en virtud del sacramento del orden, tienen el poder de

perdonar todos los pecados ―En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo‖.

405

19.4 CONVERSIÓN CONTÍNUA – LEY DEL CRECIMIENTO Los que se acercan al sacramento de la penitencia obtienen de la misericordia de

Dios el perdón de las ofensas hechas a él y al mismo tiempo se reconcilian con la Iglesia, a la que hirieron cuando pecaron; y ella con caridad, con ejemplos y con oraciones, los ayuda en su conversión.

406

A la acción del Señor que en su fidelidad nos deja sin dejar de amarnos, deb e corresponder la conversión del corazón – del pecador. La conversión es obra de la

gracia. Esencialmente la conversión consiste en la adhesión a Cristo en la fe.407

Etapas de la conversión:

1. una toma la conciencia de pecado y de la necesidad de salirse de él de una manera concreta.

2. como una adhesión en la e a la persona de Cristo y a su actitud fundamental,

es decir a su misterio pascual. 3. una voluntad firme de caminar con El hacia la realización total del plan

divino.408

Esta conversión, es por lo tanto, una adhesión al Misterio Pascual de la muerte y resurrección. Por una parte, la pasión de Cristo permite comprender mejor la

gravedad de la culpa; por otra, ésta es el signo de volverse hacia Dios porque así se

403 Reconciliación y Penitencia. N. 31. 404 Catecismo de la Iglesia Católica. N. 1459. 405 Catecismo de la Iglesia Católica. N. 1461.

406 Lumen Gentium. N. 11. 407 PIESCHACON, Gabriel. Reconciliación y Penitencia. N.3 p. 24. 408 PIESCHACON, Gabriel. Reconciliación y Penitencia. N.3 p. 25.


128

cumple la voluntad d Dios Padre. Es el poder de Cristo resucitado el que perdón los pecados. En la muerte y en la resurrección de Cristo llegamos a ser nuevas criaturas, la penitencia ofrece sus efectos con las mismas condiciones.

La conversión a Cristo, el nuevo nacimiento por el Bautizo, el don del Espíritu Santo, como alimento nos han hecho ―santos e inmaculados ante el‖. Sin embargo, la vida

nueva recibida en la iniciación cristiana no suprimió la fragilidad y la debilidad de la naturaleza humana, la inclinación al pecado que la t radición llama concupiscencia, permanece en los bautizos en el combate de la vida cristiana ayudados por la gracia

de Dios. Esta lucha es la de la conversión con miras a la santidad.409

La llamada de Cristo a la conversión sigue resonado en la vida de los cristianos. Es ta segunda conversión es una tarea para toda la iglesia. Este esfuerzo de conversión

no es solo una obra humana. Es el moviendo del ―corazón contrito‖, atraído y movido por a gracia de Dios.

410

El proceso de la conversión y de la penitencia fue descrito maravillosamente por

Jesús en la parábola llamada ―del hijo prójimo‖.411

20. SACRAMENTO DEL PERDÓN

―Los que se acercan al sacramento de la penitencia obtienen de la misericordia de Dios el perdón de las ofensas hechas a El y al mismo tiempo se reconcilian con la

Iglesia, a la que hirieron cuando pecaron; y ella con caridad, con ejemplos y con oraciones, los ayuda en su conversión‖.

412

De esta manera, por la absolución sacramental del sacerdote, Dios concede al penitente el perdón y la paz.

413 He aquí la formula: ―Dios Padre misericordioso, que

reconcilió consigo al mundo por la muerte y resurrección de su hijo y derramó el

Espíritu Santo, para la remisión de los pecados, te conceda, por el ministerio de la Iglesia el perdón y la paz. Yo te absuelvo de tus pec ados. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo‖.

414

20.1 RECONCILIACIÓN PERSONAL Y COMUNITARIA

El pecado es una realidad que aparece en la naturaleza humana como M ysterium Iniquitatis. Sin embargo el pecado no es protagonista, ni mucho menos vencedor. Al contrario, aparece el Mysterium o sacramentum Pietatis (1Tim 3,15ss), que en la

dinámica de la economía de la Salvación, vence el pecado del hombre.

409 Catecismo de la Iglesia Católica. N. 1426. 410 Catecismo de la Iglesia Católica. N.1428. 411 Catecismo de la Iglesia Católica. N.1439. 412 Lumen Gentium. N. 11.

413 Cfr. Catecismo de la Iglesia Católica. N. 1424. 414 PIESCHACÓN GONZALEZ, Gabriel. La reconciliación o penitencia. Manuales de Teología y

Sacramentos N. 3, P. 108.


129

En la mentalidad Paulina el Mysterium Pietatis significa que, Cristo se ha manifestado en la realidad de la carne humana y ha sido constituido por el Espíritu Santo como el

justo, que se ofrece por los injustos; que Cristo ha aparecido ante los ángeles como más grande que ellos, y ha sido predicado a las gentes como portador de Salvación; que Cristo ha sido creído en el mundo como enviado del Padre, y que el mismo Padre

lo ha elevado al cielo, como Señor. Por lo tanto, el misterio o sacramento de la piedad es el mismo misterio de Cristo. Ese misterio de la infinita piedad de Dios hacia nosotros es capaz de penetrar hasta las raíces más escondidas de nuestra iniquidad,

para suscitar en el alma un movimiento de conversión, redimirla e impulsarla hacia la reconciliación.

Existe, también, en el Misterium Pietatis otro aspecto que no se puede abandonar y es, precisamente, la correspondencia de la piedad del Cristiano hacia Dios, así la conversión y la reconciliación se convierten en valores cristianos concretos a

conquistar en nuestra vida diaria. El misterio de la piedad es el camino abierto para la misericordia divina a la vida reconciliada.

415

La Iglesia por este sacramento ofrece al penitente la reconciliación; esta se hace por mediación de un sacerdote que hace las veces de Cristo, único mediador. Y es así como siguiendo las indicaciones del Concilio Vaticano II, se ha autorizado tres formas

para la celebración del Sacramento de la reconciliación.416

La primera forma es la reconciliación de cada penitente que constituye el único modo normal y ordinario de la celebración sacramental. Aquí se permite la valoración de los aspectos más propiamente personales. El diálogo entre penitente y confesor hace

que se descubra la necesidad de reconciliación personal y de la readmisión a la amistad con Dios, obteniendo la gracia perdida a causa del pecado; una necesidad de verificación del camino espiritual y, a veces, de un discernimiento vocacional más

preciso; otras muchas veces una necesidad y deseo de salir de un estado de apatía espiritual y de crisis religiosa.

La Segunda es la reconciliación de varios penitentes con confesión y absolución individual que, aunque con los actos preparatorios permite subrayar más los aspectos comunitarios del Sacramento, se asemeja a la primera forma en el acto sacramental

culminante, que es la confesión y absolución individual de los pecados, y por eso puede equipararse a la primera forma en lo referente a la normalidad del Rito. Esta forma pone de relieve algunos aspectos de gran importancia: La Palabra de Dios

escuchada en común tiene un efecto singular respecto a su lectura individual, y subraya mejor el carácter eclesial de la conversión y de la reconciliación. También el

415 Cfr. Reconciliación y Penitencia. Números. 61 – 67. 416 ORDO Paenitentie. N. 7. Citado en Reconciliación y Penitencia. p. 111.


130

penitente descubre que está viviendo un acontecimiento de Salvación, capaz de infundir un nuevo impulso de vida y una verdadera paz en el corazó n.

La tercera es la reconciliación de varios penitentes con confesión y absolución general. Esta forma reviste el carácter de excepción y por tanto no queda a la libre elección, sino que está regulada por la disciplina fijada para el caso. En el Código de

Derecho Canónico, entre los cánones 961 – 963, se precisan las condiciones que legitiman el recurso aquí tratado. Ante todo hay una motivación de fidelidad a la voluntad del Señor Jesús y obediencia a las leyes de la Iglesia. Así cada pecado

grave debe ser siempre declarado, con sus circunstancias determinantes, enana confesión individual. Si es verdad que, recurriendo a las condiciones exigidas por la disciplina canónica, se puede hacer uso de la tercera forma de celebración, sin

embargo no se debe olvidar que esta no puede convertirse en forma ordinaria, y que no puede ni debe cesarse si no es en caso de grave necesidad, que dando firme la obligación de confesar individualmente los pecados graves antes de recurrir de nuevo

a otra absolución general. El Obispo, por tanto, al cual únicamente toca, en el ámbito de su diócesis, valorar si

existen en concreto las condiciones que la ley canónica establece para el uso de la tercera forma, dará este juicio sintiendo la grave carga que pesa sobre su conciencia en el pleno respeto de la ley y de la praxis de la Iglesia. Así se inculca el vivo sentido

de la responsabilidad, que debe guiarnos al tratar las cosas sagradas, que no son propiedad nuestra, como es el caso de los sacramentos.

417

20.2 FUNCIONES DEL CONFESOR El Sacramento de la penitencia es el camino ordinario para obtener el perdón y la

remisión de los pecados graves cometidos después del Bautismo y es el mismo Cristo quien ha querido y dispuesto que este sacramento humilde sea un medio eficaz por la que pasa y actúa su fuerza redentora.

20.2.1 Función de Juez: La función del Sacramento de la penitencia está bajo una especie de acto judicial; pero dicho acto se desarrolla ante un tribunal de misericordia,

más que de estrecha y rigurosa justicia, es decir, en cuanto que el pecador descubre allí sus pecados y su misma condición de criatura sujeta al pecado; acepta la pena que le impone el confesor, y recibe la absolución.

418

20.2.2. Función de Medico: Se descubre, también, un carácter terapéutico o medicinal. Y esto se relaciona con el hecho de que es frecuente en el evangelio la

presentación de Cristo como médico (Lc 5,31ss; 9,2); de igual manera a su obra redentora es llamada ―medicina Salutis‖, y es gracias a la medicina de la confesión

417 Reconciliación y Penitencia. Números. 111 – 119. 418 Reconciliación y Penitencia. N. 100.


131

que la experiencia del pecado no degenera en desesperación.419

El rito de la penitencia alude a este aspecto medicinal del Sacramento, viendo en el pecado lo que demuestra en orden a la debilidad y enfermedad humana.

420

20.2.3 Función de Sacerdote: Puesto que Cristo confió a sus apóstoles el ministerios de la reconciliación, (Cfr. Jn 20,23; 2Cor 5,18) los obispos, sus sucesores,

y los presbíteros, colaboradores de los obispos, contenían ejerciendo este ministerio. Cuando celebra el Sacramento de la penitencia, el sacerdote ejerce el ministerio de Buen Pastor que busca la oveja perdida, del Padre que espera al hijo pródigo y lo

acoge a su vuelta. En una palabra, el Sacerdote es el signo y el instrumento del amor misericordioso de Dios con el pecador.

21. LA CONFESIÓN Es la manifestación externa de la propia culpabilidad, es exteriorizar la contrición, es

la dimensión social del sacramento de la penitencia.421

21.1 LA ACUSACIÓN DE LOS PECADOS

La confesión de los pecados hecha al sacerdote constituye una parte esencial del sacramento de la penitencia.

422 Por la confesión el hombre se enfrenta a los pecados

de los que él se siente culpable; asume su responsabilidad y, por ello, se abre de nuevo a Dios y a la comunión de la Iglesia con el fin de hacerse posible un futuro. La confesión de los pecados, incluso desde un punto de vista simplemente humano, nos

419 Cfr. San Agustín, Sermón. 352,3,8-9: PL 39,1558. Tomado de reconciliación y penitencia. N. 101.

420 Cfr. Reconciliación y Penitencia. N. 101. 421 MARTÍNEZ, Osw aldo Pbro. Teología Dogmática, Sacramentos II, apuntes de clase. 422 Catecismo Iglesia Católica. N. 1456.


132

libera y facilita nuestra reconciliación con los demás.423

En la confesión los penitentes deben enumerar todos los pecados mortales de que

tenga conciencia sin guardar u ocultar ninguno tras haberse examinado seriamente, aunque estos pecados sean muy secretos, pues todos los pecados tienen repercusiones sociales y afecta a la comunidad.

424

Acusar los pecados propios es exigido ante todo por la necesidad de que el pecador sea conocido por aquel que en el sacramento ejerce el papel de Juez el cual debe

valorar tanto la gravedad de los pecados, como el arrepentimiento del penitente, y de Módico que debe conocer el estado del enfermo para ayudarlo y curarlo.

La confesión de los pecados no se puede reducir a cualquier intento de auto liberación Psicológica, aunque corresponde a una necesidad natural de "abrirse" a alguien, lo cual es connatural al corazón humano. Pero la confesión individual tiene

ante todo un valor de signo: -signo del encuentro del pecador con la mediación eclesial en la persona del ministro; -signo de reconocerse ante Dios y ante la Iglesia como pecador; -signo o gesto litúrgico del Hijo Pródigo que vuelve al padre y es

acogido por El -signo de carácter individual: la acusación de los pecados debe ser ordinariamente individual y no de manera colectiva.

425

21.2 LA ABSOLUCIÓN El Sacerdote Juez y Médico, a imagen de Dios Padre que acoge y perdona a aquel

que vuelve, por medio de la absolución concede al penitente el perdón de los pecados.

La Formula Sacramental "Yo te absuelvo de tus pecados en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo" y la Respuesta del Penitente "amén" juntamente con la imposición de las manos y la señal de la c ruz trazada sobre el penitente, manifiestan

que en aquel momento el pecador contrito y convertido entra en contacto con el poder y la misericordia de Dios. En esta formula se significa claramente el ejercicio de la potestad de desatar, de absolver, conferido por Cristo a los apóstoles y sus legítimos

sucesores. La absolución marca el momento en que se obtiene el perdón divino.426

La absolución que el sacerdote, ministro del perdón concede al penitente, es el signo

eficaz de la intervención del Padre en cada absolución y de la "resurrección" tras la "muerte espiritual", que se renueva cada vez que se celebra el sacramento de la penitencia. Solamente la fe puede asegurar que en aquel momento todo pecado es

423 Catecismo Iglesia Católica. N. 1455.

424 Catecismo Iglesia Católica. N. 1455-1456. 425 Reconciliación y Penitencia. N. 31. 426 Reconciliación y Penitencia. N. 31.


133

perdonado y borrado por la misteriosa intervención del Salvador.427

21.3 INTEGRIDAD DE LA CONFESIÓN

Hay que distinguir dos términos: Integridad Material e Integridad formal.

21.3.1 Integridad Material: Consiste en que el penitente ha de manifestar al confesor todos los pecados graves cometidos después del Bautismo o después de su última confesión bien hecha, según su especie, número y circunstancias.

428

21.3.2 Integridad Formal: Es la sincera voluntad de llegar a la confesión materialmente integra, poniendo para ello a contribución todo su leal saber y

entender. Se refiere a la confesión en la cual el penitente de buena voluntad confiesa todos los pecados que puede manifestar en ese momento, conforme a su conocimiento y la respuesta sincera al amor de Dios, según las propias posibilidades.

Se debe buscar siempre la integridad formal y para esto el confesor ha de ayudar al penitente. La presunción de esta integridad está siempre en favor del que se confiesa.

429

21.3.3 Razones que Excusan la Integridad Material de la Confesión

• Cualquier imposibilidad física o moral.

• Una persona en peligro de muerte o en la agonía de la muerte, puede hacer su

arrepentimiento manifestando en algún signo extremo la voluntad de confesarse.

• No existe obligación de prepararse a la confesión mediante notas escritas aunque la persona sea olvidadiza, se corre el peligro de la violación del secreto y

e fomento del escrúpulo.

• Cuando el penitente no encuentra un confesor que hable su propio idioma tienen

derecho a recibir la absolución aún cuando la confesión se haya limitado a signo y gestos que manifiesten la voluntad de confesarse, esto vale también para lo sordomudos.

• No es aconsejable el empleo de intérprete en la confesión individual.

• Se justifica la confesión incompleta en los casos en que el penitente tiene

relación especial con el confesor y aparece la vergüenza o el temor justificado

427 Reconciliación y Penitencia. N. 31. 428 Catecismo de la Iglesia Católica. N. 988. 429 MARTINEZ, Osw aldo Pbro. Teología Dogmática Sacramentos II.


134

que la relación pueda degradarse totalmente; esta circunstancia vale cuando difícil acudir a otro confesor.

• Cuando en peligro de muerte se recibe la absolución general. 21.4 LA SATISFACCIÓN

Es el acto final de la penitencia. No es el precio que se paga por el pecado absuelto y por el perdón recibido; porque ningún precio humano puede equivaler a lo que se ha

obtenido. Las obras de satisfacción son el signo del compromiso personal que el Cristiano ha asumido ante Dios en el Sacramento, de comenzar una existencia nueva, por eso no sólo debería reducirse a recitar fórmulas, sino a realizar obras de

culto, caridad, misericordia y reparación; esto es signo de que el pecador perdonado es capaz de unir su propia mortificación física y espiritual a la pasión de Jesús que le ha obtenido el perdón; recuerdan que también después de la absolución queda en el

Cristiano una zona de sombra, debida a las heridas del pecado, a la imperfección del amor en el arrepentimiento, a la debilitación de las facultades espirituales en las que obra un foco infeccioso de pecado, que siempre es necesario combatir con la

mortificación y la penitencia.430

La verdadera conversión culmina con la satisfacción por los pecados, el cambio de

vida y la reparación de los daños. El objeto y cuant ía de la satisfacción debe acomodarse a cada penitente, para que así cada uno repare el orden que destruyó. Conviene pues que la pena impuesta sea realmente remedio y de algún modo

renueve la vida.431

La satisfacción es la compensación suficiente por la injuria o daños causados a otra

persona. En el caso del penitente, es la compensación por la injuria inferida a Dios al pecar y por el daño causado al prójimo. La satisfacción responde a las exigencias de la Justicia violada por el pecado. Pero, además, las penas satisfactorias tienen valor

medicinal, valor de medicina preventiva, pero también encierra una finalidad curativa.

432

21.5 PRECEPTO DE LA CONFESIÓN ANUAL Este es el "Minimum Legal" que debe cumplir todo el que es bautizado. "Todo fiel que

haya llegado al uso de razón está obligado a confesar fielmente sus pecados graves al menos una vez al año".

433 Este precepto obliga al fiel si está en pecado mortal;

puede hacerlo en cualquier época del año, pero especialmente en el tiempo pascual.

430 Reconciliación y Penitencia. N. 31, III.

431 Síntesis de Moral. 1993, p. 151. 432 MARTÍNEZ, Osw aldo Pbro. Teología Dogmática, Sacramentos II, 2002. 433 Código Derecho Canónico. C. 989.


135

Como precepto es simplemente jurídico, pero, en realidad la ley del crecimiento espiritual exige que se esté en permanente conversión y por ende se busque el

sacramento cada que sea necesario, sin determinar el tiempo concreto.

21.6 FACULTADES PARA PERDONAR PECADOS

La potestad para perdonar pecados es sacramental y se adquiere con la recepción del orden sacerdotal, para su ejercicio se necesita la facultad.

434 La facultad de

absolver a los fieles se extiende a la Iglesia Universal; pero se necesita la licencia

otorgada por el ordinario, por incardinación y valen para toda clase de fieles Cf. Cánones 966-967.

21.7 CONFESIÓN EN PELIGRO DE MUERTE Todo sacerdote, aún desprovisto para confesar absuelve válidamente a cualquier

penitente que se halle en peligro de muerte y absuelve lícitamente de cualquier censura aunque esté presente otro sacerdote aprobado.

435 Sólo en peligro de muerte

es válida la absolución del cómplice en pecado contra el sexto mandamiento.436

21.8 FACULTADES PARA DISPENSAR IMPEDIMENTOS MATRIMONIALES EN PELIGRO DE MUERTE DE UN PENITENTE CONTRAYENTE

Ordinariamente dispensa el Obispo diocesano, pero cuando es imposible acudir a él, tiene la misma facultad el párroco o el ministro sagrado debidamente delegado y el

sacerdote o el diácono que asiste al matrimonio, sea de forma canónica ordinaria o extraordinaria.

437

21.9 EXTENSIÓN DE LA FACULTAD DE CONFESAR Sólo el ordinario del lugar es competente para otorgar la facultad de oír confesiones

de cualesquiera fieles a cualquier presbítero; pero los presbíteros que son miembros de un Instituto religioso no deben usarla sin licencia, al menos presunta, de su superior.

438

Quien tenga facultad, cuya constancia esté por escrito para oír confesiones, puede

434 Código Derecho Canónico. C. 966. 435 Código Derecho Canónico. C. 976.

436 Código Derecho Canónico. C. 977. 437 Código Derecho Canónico. C. 1079. 438 Código Derecho Canónico. C. 969.


136

oírlas en cualquier parte a no ser que se oponga el ordinario del lugar Cfr. cánones 967; 974; 968; 969.

21.10 ABUSOS EN LA CELEBRACIÓN SACRAMENTAL Solicitación: Pecado grave, externo, cierto, contra el sexto mandamiento, en el cual

el confesor y el penitente juntos están involucrados. La absolución del cómplice : Es la absolución sacramental del propio cómplice, en

materia de pecado grave extremo y cierto contra el sexto mandamiento. Crisis del Sacramento de la Penitencia: Se urge una catequesis profunda de caráct er

Teológico, histórico, psicológico, sociológico y jurídico sobre el sacramento de la penitencia.

Esta crisis del sacramento de debe a:

Oscurecimiento de la conciencia moral religiosa.

Atenuación del sentido del pecado.

Desfiguración del concepto de arrepentimiento.

Escasa atención hacia la vida auténticamente Cristiana.

Mentalidad de que se puede obtener el perdón directamente con Dios.

Rutina de la práctica sacramental.


137

III. MORAL DE VIRTUDES

22. LA VIRTUD PRINCIPIO DE LA ENTREGA TOTAL A CRISTO

―Las virtudes no son la meta de la itinerancia humana. La meta es el mismo Dios

que nos llama a participar de su vida y de su felicidad‖. ―El objetivo de una vida virtuosa consiste en llegar a ser semejante a Dios‖ (San Gregorio de Nisa).

439

En esto consiste la perfección, en buscar a Dios y los caminos que El nos traza para

nuestro desarrollo personal, es una relación viva con Dios que nos llama a ser perfectos (Mt 5, 48) y con el prójimo, ya que la fuente de la virtud es el amor de donde brotan todas nuestras acciones virtuosas. El modelo perfecto del hombre

virtuoso es Jesucristo. El con su vida nos demostró que buscaba el bien a toda costa y no solo eso, sino que nos invita a seguirle fielmente en la práctica de sus virtudes.

440

439 FLECHA ANDRÉS, José Román. Vida Cristiana, Vida Teologal. Para una mora de la virtud. Ed.

Secretariado Trinitario. AGAPE N. 31. 2002 Salamanca (España) p. 293. 440 DUFOUR, León. Vocabulario de Teología Bíblica. p. 958.


138

22.1 NOCIÓN DE VIRTUD La virtud puede entenderse en dos sentidos: En un sentido más amplio la

entendemos como la capacidad anímico-espiritual del hombre desarrollada con esmero. Por ej: en el ámbito del conocimiento y en un sentido moral más estricto, la virtud es la actualización de esa capacidad, de forma consciente y ordenada al bien

integral de la persona.441

Según el Catecismo de la Iglesia Católica, la virtud es la disposición habitual y firme

a hacer el bien. Permite a la persona no solo realizar actos buenos, sino dar lo mejor de sí misma. Con todas sus fuerzas sensibles y espirituales, la persona virtuosa tiende hacia el bien, lo busca y lo elige a través de acciones concretas.

442

22.2 UNIDAD Y MULTIPLICIDAD DE LAS VIRTUDES

Entendida la virtud como la constancia y facilidad en el bien obrar que procede de la bondad interior del hombre, no como una propiedad cualquiera sino el ajuste radical y perfecto con el bien. Entonces la virtud es una unidad que se explica por

la unicidad del único Bien que es Dios. Así cuando hablamos de virtudes, hablamos de aquellos valores que posee cada persona y que le permiten progresar en su elección fundamental por Dios

443 ―La virtud es una actitud fundamental hacia los

valores, es decir, hacia bienes específicos conocidos y estimados, que capacita al hombre para tener una buena conducta en todo, y lo conduce con firmeza y alegría a ella‖.

444

Como actitudes derivadas de esa actitud fundamental, la virtud llega a ser múltiple, porque habiendo varias actitudes, son también varias las virtudes: así se habla de virtudes teologales, cardinales, infusas, adquiridas.

445

22.2.1 Virtudes humanas adquiridas: ―Son actitudes firmes, disposiciones estables, perfecciones habituales del entendimiento y de la voluntad que regulan

nuestros actos, ordenan nuestras pasiones y guían nuestra conducta según la razón y la fe. Proporcionan facilidad, dominio y gozo para llevar una vida moralmente buena‖.

446

Estas son llamadas también virtudes naturales y se adquieren especialmente por la educación y la perseverancia en la práctica de actos buenos. Estas virtudes son purificadas y elevadas por la gracia divina.

447

441 FLECHA ANDRÉS, José Román. Vida Cristiana p. 347. 442 Catecismo de la Iglesia Católica. N. 1803. 443 MESA RUIZ, Carlos Germán. Tratado de virtudes. 1998. p. 4. 444 SPEC, Compromiso Moral del Cristiano. N. 492.

445 MESA RUIZ, Carlos Germán. Tratado de virtudes. p. 4. 446 Catecismo de la Iglesia Católica. N. 1804. 447 Catecismo de la Iglesia Católica. N. 1810.


139

22.2.2 Virtudes morales: Son las virtudes humanas indispensables e irremplazables para lograr el progreso moral que nos exige la comunión con Dios y con el prójimo. Se cualifican la rectitud humana y constituyen su quicio. Se adquieren mediante las

fuerzas humanas y son los gérmenes y los frutos de los actos moralmente buenos.

448

Dentro de las virtudes morales cuatro desempeñan un papel fundamental y todas

las demás se agrupan en torno a ellas, por eso se llaman cardinales. Son:

1. LA PRUDENCIA.

2. LA JUSTICIA.

3. LA FORTALEZA.

4. LA TEMPLANZA.449

Se destaca también la virtud de LA HUMILDAD.

22.2.3 Virtudes infusas: No se alcanzan con el solo es fuerzo humano, sino que

son un regalo de Dios, quien las infunde, es decir, las coloca en el ser de sus fieles para hacerlos capaces de obrar como hijos suyos y merecer la vida eterna.

450 Solo

Dios puede darlas, la única contribución positiva capaz al hombre es prepararse para

recibirlas.

Son también llamadas virtudes teologales. Ellas son:

LA FE, LA ESPERANZA Y LA CARIDAD

Teologales porque Dios es el fin (objeto material) y el motivo (objeto formal). Dios es su fin: la fe tiende a Dios, la esperanza tiende a Dios y la caridad descansa en Dios. Dios mismo es el motivo: el fundamento y el motivo de la fe es la veracidad de Dios;

el de la esperanza es la bondad, la omnipotencia y la fidelidad de Dios; y el de la caridad es la suma bondad de Dios, digno de un amor absoluto. Corresponden a tres facultades espirituales del hombre: la de conocer, desear y amar. San Agustín

las considera como la suma de la moral cristiana.451

22.2.4. Virtud cristiana : Es la combinación perfecta entre las virtudes humanas y

448 MESA RUIZ, Carlos Germán. Tratado de virtudes, p. 5. Catecismo Iglesia Católica N. 18046.

449 Catecismo Iglesia Católica. Números. 1805 – 1810. 450 Catecismo Iglesia Católica. N. 1813b. 451 MESA RUIZ, Carlos Germán. Tratado de virtudes. p. 5.


140

las infusas. ―En el Cristiano las virtudes humanas se arraigan en las Teologales.452

22.3 LAS VIRTUDES Y EL CONCILIO VATICANO II

En los documentos de este concilio se mencionan repetidas veces las virtudes como

claves fundamentales para un estilo de vida cristiana. La condición sagrada y la orgánica constituida de la comunidad que es la Iglesia, se actualiza tanto po r los sacramentos como por las virtudes. (L.G. 11 y 12)

El Concilio invita a los laicos, en general, a que procuren coordinar sus fuerzas para sanear las estructuras y los ambientes del mundo, de modo que se conformen a las normas de la justicia y favorezcan la práctica de las virtudes. (L. G No. 36, 42).

En otras ocasiones se refiere a las virtudes sociales (G.S. 31) y alude a la familia cristiana para que con su vida proclame tanto las presentes del Reino de Dios como la esperanza de la vida bienaventurada (L.G. 35; 41) María resplandece como

modelo de virtudes. (L.G. 65)

El Concilio recuerda una y otra vez esa triada de las virtudes teologales: unas veces para constatar su presencia en la vida de los fieles (G.S. 486; A.A. 3b) y en ot ras

ocasiones para exhortar a los cristianos a su ejercicio (L.G. 31b; P.C. 25; A.G. 14c). También (L.G. 41a; A.A. 4b). El Concilio apela al esquema de las virtudes para manifestar la misma vocación de la Iglesia Universal: ―para que todo el mundo la

escuche y crea, creyendo espera, esperando amen‖. (D.V. 1)

Después del Concilio Vaticano II. La Doctrina reciente de la Iglesia con mucha frecuencia ha prestado atención a las virtudes. Ese interés se encuentra,

ciertamente en los documentos pontificios como: Dominum et vivificantem 55c; 67a; en SRS 39 y en VS 48c; 64a y sobre todo en el Catecismo de la Iglesia Católica. (No. 1803 – 1845)

23. LA FE VIRTUD TEOLOGAL

23.1 NOCIÓN

―Es la virtud teologal por la que creemos en Dios, en todo lo q ue Él nos ha dicho y revelado, y que la Santa Iglesia nos propone porque él es la verdad misma. Por la fe

el hombre se entrega entera y libremente a Dios.453

Por eso el creyente se esfuerza

452 Catecismo Iglesia Católica. N. 1813. 453 Dei Verbum. N. 5.


141

por conocer y hacer la voluntad de Dios. ―el justo vivirá por la fe‖ (Rm 1, 17). La fe viva actúa por la caridad (Ga 5,6)‖.

454

Es la respuesta libre del hombre a la Revelación de Dios; precede a todas las exigencias éticas particulares y en todas está presente como su fundamento oculto y su motivo específico.

455

La fe es un acto personal: la respuesta libre del hombre a la iniciativa de Dios que se revela.

456

El motivo de creer no radica en el hecho de que las verdades reveladas aparezcan

como verdaderas e inteligibles a la luz de nuestra razón natural. Creemos a causa de la autoridad de Dios mismo que revela y que no puede engañarse ni engañarnos.

Características de la fe:

a) Sobrenatural: La fe es un don de Dios, una virtud sobrenatural infundida por

El. Para dar esta respuesta de la fe es necesaria la gracia de Dios, que se adelanta y nos ayuda, junto con el auxilio interior del Espíritu Santo, que mueve el corazón, lo dirige a Dios, abre los ojos del espíritu y concede a

todos gusto en aceptar y creer la verdad.457

b) Racional: Por la fe, el hombre somete completamente su inteligencia y su

voluntad a Dios. Con todo su ser, el hombre da su asentimiento a Dios que revela.

458 "En la fe, la inteligencia y la voluntad humanas cooperan con la

gracia divina: Creer es un acto del entendimiento que asiente a la verdad

divina por imperio de la voluntad movida por Dios mediante la gracia. c) Libre: La fe es ante todo una adhesión personal del hombre a Dios; es al

mismo tiempo e inseparablemente el asentimiento libre a toda la verdad que Dios ha revelado.

459

23.2 HACIA UNA INTEGRACIÓN DE LA FE CON LA VIDA CRISTIANA El discípulo de Cristo no debe sólo guardar la fe y vivir de ella, sino también

profesarla, testimoniarla con firmeza y difundirla.460

La Iglesia que es comunión de fe y vida, es herida por cristianos que falsean la

verdad o por los que desconocen las obligaciones morales del Evangelio (1Cor 5, 9 -

454 Catecismo de la Iglesia Católica. N. 1814. 455 ROTTER, Hans y Virt. Nuevo Diccionario de moral cristiana. p. 268. 456 Catecismo de la Iglesia Católica. N.166. 457 Catecismo de la Iglesia Católica. N.153.

458 Catecismo de la Iglesia Católica. N.143. 459 Catecismo de la Iglesia Católica. N.150. 460 Catecismo de la Iglesia Católica. N. 1816.


142

13), por tanto siempre rechaza toda incoherencia y todo lo que atente contra dicha armonía.

Ninguna laceración debe atentar contra la armonía entre la fe y la vida: la unidad de la Iglesia es herida no sólo por los cristianos que rechazan o falsean la verdad de la fe, sino también por aquellos que desconocen las obligaciones morales a las que los

llama el evangelio. (cf. 1 Cor 9, 9-13).461

Dicha integración entre fe y vida tiene como base la ortodoxia cristiana en cuanto que

el cristiano vive su fe en su diario actuar; as í de esta manera contribuirá a cambiar el mundo, a humanizarlo.

23.3 LA FE ENTREGA COMPROMETIDA La fe es una decisión que afecta a toda la existencia; es encuentro, diálogo, comunión

de amor y de vida del creyente con Jesucristo, Camino, verdad y Vida.462

a) La fe explícita del cristiano:

―Fe, en su significación plena, es el acto más importante de conciencia, la opción fundamental más radical, la total entrega comprometida a Cristo, revelador de la

Verdad; Cristo no puede aceptar una fe que no encierre la entrega comprometida total a El y por medio de El al Padre y a los hermanos. La fe es un compromiso con la Alianza que se nos ha dado en Cristo, con su Reino.

En sentido Bíblico, es un acto y una actitud del corazón, del espíritu en la profundidad del conocimiento, libertad y todas nuestras facultades para amar.

463

San Pablo identifica la fe con la total aceptación del evangelio y la economía de la salvación en Jesucristo; en la fe el creyente renuncia a la gloria humana y se dedica po9r completo a la gloria de Dios, con un deseo creciente de conocer al Señor. (Rm

1,5) Urge recuperar y presentar una vez mas el verdadero rostro de la fe cristiana, que no es simplemente un conjunto de proposiciones que se han de acoger y ratificar con la

mente, sino un conocimiento de Cristo vivido personalmente.464

b) La fe implícita en el cristiano:

La salvación no se alcanza por medio de las buenas obras sino a través de la fe en Jesucristo que obra con el creyente y aparecen las obras de la fe y por la fe; salva la

461 Veritatis Splendor. N. 26.

462 Veritatis Splendor. N. 88. 463 Síntesis de Moral. Seminario Mayor de Tunja 2003, p. 162. 464 Veritatis Splendor. N. 88.


143

gracia que es la presencia de Dios por Cristo en el creyente.465

La fe tiene también un contenido moral: suscita y exige un compromiso coherente de vida; comporta y perfecciona la acogida y la observancia de los mandamientos

divinos.466

23.4 EL PROCESO DEL CONOCIMIENTO DE LA FE Y LA VIDA CRISTIANA

El compromiso genuino en la fe es aquel amor profundo que nace de un amor incipiente de aquel que se revela como nuestro Padre, Salvador y Santificador; del

compromiso, opción fundamental nace el hambre y sed de conocer al que nos llama de manera tan maravillosa a conocer lo que nos revela.

467

La gratificación del hombre con el don de la gracia es un hecho tan grande que en las fuentes de la revelación es parangonado a una segunda creación del hombre (2Cor 5,17) Cada una de las Tres divinas Personas se participa al cristiano en su

particularidad y diferencia personal, y esta comunicación cristiana es el fundamento ontológico de una ―nueva creación del hombre‖.

Constitución dialógico- trinitaria “sobrenatural del cristiano:

El Padre: se da en el Hijo en el cual fuimos creados (cfr Ef 2,10). El Padre en

su Hijo nos ha elegido para ser sus hijos adoptivos en el beneplácito de su voluntad (Ef 1,5). En su Hijo nos vivificó… y con él nos resucitó y nos hizo sentar en los cielos (Ef 2,5-7). La fe es un don gratuito que Dios hace al

hombre.468

El Hijo: Nos revela el modo de actuar del Padre, es decir su bondad hacia los

perdidos, los pecadores…. (Lc 15; Mt 18, 12-14); nos muestra al Padre (Mt 10, 32-33). Mediante la fe, Cristo habita en el corazón del creyente (cf. Ef 3,17), el discípulo se asemeja a su Señor y se configura con Él; lo cual es

fruto de la gracia, de la presencia operante del Espíritu Santo en nosotros.469

El Espíritu Santo: ―Habita en nosotros‖ (Rm 8,11), para ―dar testimonio que somos hijos de Dios‖ (Rm 8,16). Llega en ayuda de nuestra debilidad e

intercede a favor nuestro (Rm 8,26-28); grita en nuestro corazón: ¡Abba! Padre! (Gal 4,6). Para profesar esta fe necesitamos la gracia de Dios que previene y ayuda, y los auxilios internos del Espíritu Santo, el cual mueve el

corazón y lo convierte a Dios, abre los ojos de la mente y da ―a todos la

465 Síntesis de Moral, Seminario Mayor de Tunja 2003, p. 163. 466 Veritatis Splendor. N. 89.

467 Cfr síntesis de Moral. Seminario Mayor de Tunja, 2003, p. 163-164. 468 Catecismo de la Iglesia Católica. N. 162. 469 Veritatis Splendor. N. 21.


144

suavidad en el aceptar y creer la verdad‖.470

Esta misteriosa comunicación de las t res Divinas Personas, estructura al cristiano en el sentido que su verdadera naturaleza consiste en el estar en diálogo continuo y

explícito con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo; en y por la Iglesia. En cuanto en la Iglesia y por medio de ella las Divinas personas salen al encuentro del hombre.

471

23.5 FUNCIONES VITALES DE LA FE PERSONAL ENCARNADA

472

a) En relación a las divinas personas:

La aceptación del anuncio cristiano. El amor efectivo al Padre. Imitación de la bondad del Padre.

El cumplimiento de la voluntad del Padre. El seguimiento de Cristo. Obediencia al Espíritu Santo.

El culto. La Oración: el cristiano, un ser de Oración y para la Oración.

b) En relación con la Iglesia: La fe no es privada, sino eclesial. La participación en la salvación de la Iglesia: el cristiano salivándose en y

mediante la Iglesia llega a ser portador para la salvación de los demás.

Vivir la vocación eclesial: participar en la vida de la Iglesia; c risis de fe = alejarse de la Iglesia.

Vivir cristianamente la vocación carismática del servicio.

El testimonio.

c) En relación con el mundo: vivencia de la fe personal

encarnada. La comprensión del mundo: Dios creo el mundo para el hombre. La transformación del mundo: tarea del cristiano, liberar al mundo de toda forma

de alineación. d) En relación con la fe misma :

La auto reflexión. Comprensión de sí mismo. La conversión vs cisma: volver a Dios para sanar el Cisma, rehacer la alianza con

Dios, con los demás y con el mundo.

470 Dei Verbum. N. 5. 471 Cfr. MESA, German. Moral Cristiana. p. 35. 472 Cfr. MESA, German. Moral Cristiana. pp. 37-38.


145

23.6 DEBERES INMEDIATOS QUE IMPONE LA FE:

473

a) Estudiarla para conocerla : Con la ayuda de los padres de familia, educadores y pastores del Pueblo de Dios. El grado de esta obligación se mid e por la condición y el grado de inteligencia de cada uno y también por los peligros que amenazan la fe en

los ambientes que le sean hostiles. b) Deber del acto de fe : Urge cuando se llega a conocer por primera vez la credibilidad de los artículos de la fe: la participación activa de la celebración de la

liturgia, la oración (la fe vive por la Oración y la Oración por la fe), la vigilancia para vencer la tentación. c) Deber de confesar la fe de palabra y obra, siempre que así lo exige la Gloria de

Dios y la salvación del prójimo, y nunca, por ningún motivo, es licito negarla. En tiempo de persecución puede uno esconderse, pero no puede esconder su fe, cuando ello pone en peligro la fe de los demás.

d) Deber de propagar la fe : mandato divino y derecho de la Iglesia. (Cfr Mt 28,19)

e) Deber de guardarse de los peligros de la fe : son quebradizos los vasos en que guardamos este tesoro de la fe, tan esencial para salvarnos: la fe tiene sus enemigos y hay que vencerlos con la Oración, la vigilancia y el estudio serio y profundo de la

religión. Estos peligros, según Bernhard Haring son: incoherencia de vida, la tibieza, los cines y teatros de inspiración pagana, la falta de escuelas católicas, la falta de vigilancia de educadores en este deber, el matrimonio mixto para algunos, actos de

culto de comunidades acatólicas. f) Deber de someterse al magisterio de la Iglesia: ―La fe viene por la predicación, y

la predicación por la Palabra de Cristo‖. (Rm 10,17) Otro esquema propuesto como tareas o exigencias que impone la fe.

474

Profesar la fe Expresarla, confesarla de Palabra y de vida

Propagar la de La misión de la Iglesia: Evangelizar

Defender la de Fortalecimiento hasta el martirio

Celebrar la fe En la liturgia

Educar la fe Proceso: conocer, profundizar, progresar

23.7 DEFORMACIONES Y PECADOS CONTRA LA FE Y SU SUPERACIÓN

473 Cfr. HÄRING, Bernhard, La ley de Cristo. T. 2 pp. 63-78. 474 MESA, Carlos Germán. Tratado de Virtudes. p. 42.


146

Rechazo de manifestaciones de la fe:

Gnosticismo: Buscar un conocimiento más profundo sobre Dios fuera de la Iglesia; buscar una especie de autosalvación.

Fideismo: sobrevalora la fe respecto a la razón: sólo la fe es inmediata y único instrumento de certeza. Seguir a Dios por sentimentalismo o

cultura.

Personalismo exagerado: No se le da importancia a la verdad revelada.

Sobrevaloración de las mediaciones de la fe:

El racionalismo religioso: es la tendencia hacia una penetración racional

de la verdad y una fundamentación de la fe misma sobre meros principios racionales.

La identificación de la fe con la teología: reducción o transformación de la fe en una ideología convirtiéndose en rival de las otras ideologías.

La identificación de la fe con la utopía: Reducción de la fe a una idea motriz y transformadora del orden histórico social existente; esta fe mira solamente a una liberación político social.

La duda de fe: cuando alguien admite conscientemente la duda sobre la autoridad infalible de Dios.

La herejía: es la negación de parte de un bautizado de una verdad de fe enseñada por la Iglesia.

El cisma: Es el rechazo a la sujeción del Sumo Pontífice o la comunión con los miembros de la Iglesia él sometidos.

La apostasía: Consiste en el rechazo positivo y total de la fe no obstante haya demostrado la credibilidad.

Las deformaciones existenciales estructurales:

El pecado: rechazo del don de la salvación.

El sobrenaturalismo exagerado: Colocar el acento solamente en la acción salvífica de Dios disminuyendo o despreciando la

fase de la respuesta del hombre creyente.


147

El naturalismo: Disminuye o niega el papel de la gracia en la vida de la fe.

475

24. LA ESPERANZA, VIRTUD TEOLOGAL

―Es la virtud por la que aspiramos al reino de los Cielos y a la vida eterna. Es la espera tensa y confiada en la eterna bienaventuranza‖

476 y la espera tensa del futuro,

se convierte en fuerza dinámica para la transformación del presente.477

Significa, ―el

individuo, que está en camino‖ caminar hacia la felicidad, para algún día alcanzar el reino de Dios. Como virtud, es la culminación del ser de la Persona humana, como virtud Teologal, es encaminamiento hacia la plenitud, tiene su origen en el propio ser

divino del hombre, en la gracia. Tiene como objeto, la felicidad sobrenatural en Dios, todo esto sabido por revelación divina.

478

24.1 NATURALEZA DE LA ESPERANZA La esperanza es la virtud teologal que adopta las facultades del hombre a la

participación de la naturaleza divina479

y además, es una actitud del hombre frente al futuro en la búsqueda del sentido de su ser y su existir. La esperanza es una expectativa fundada y segura, y no causada de la mera casualidad o del simple

deseo. Tal fundamento no es el futuro, sino que éste ha de buscarse en las experiencias del pasado, donde Dios ha manifestado su misericordia. Así, la esperanza brota de unas experiencias intramundanas y por ellas se legitima.

480

El hombre no encuentra plenitud de sentido en los bi enes particulares de la vida, ya que el hombre es ―ser que está en camino‖, ―ser que aún no es‖, es ser que camina

hacia la plenitud objetiva481

. Esta plenitud la encuentra únicamente en la comunión eterna con Dios, la visión beat ífica de dios que la asegura el Reino de Dios y la satisfacción definitiva de todos sus anhelos de felicidad, asumiendo y purificando las

esperanzas que inspiran las actividades humanas, protegiendo del desaliento y su impulso preserva del egoísmo y conduce a la caridad.

482

475 MESA, German. Tratado de Virtudes. pp. 38-41.

476 MESA RUIZ, Carlos Germán. Tratado de Virtudes. pp. 46-47. 477 Cfr. FLECHA ANDRES, José Román. Teología moral fundamental. pp. 354-355. 478 Cfr. MESA RUÍZ, Carlos Germán. Tratado de Virtudes p. 43. 479 Cfr Catecismo de la Iglesia Católica. N. 1812.

480 ROTTER, HAN Y Virt. Nuevo Diccionario....... p. 179. 481 PIEPER, J. Las Virtudes Fundamentales. pp. 369-375. 482 Cfr. Catecismo de la Iglesia Católica. N. 1818.


148

La justificación real de esta esperanza es la historia de la salvación, cuya cúspide es Jesucristo y su Misterio Pascual (1Cor 15, 15-22)

483 las promesas de Cristo son

precisamente el motivo de la confianza (Hb 10, 23), apoyándose no en nuestras

fuerzas, sino en los auxilios de la gracia del Espíritu Santo (Tt 3, 6 -7)484

La esperanza es virtud teologal porque se refiere directamente a Dios y dispone a vivir en relación con quien es su origen: ―Dios Uno y Trino‖

485 y a demás de él recibe la gracia y se

dirige hacia él.486

24.2 OBJETO DE LA ESPERANZA CRISTIANA

La esperanza tiene por objeto a Dios mismo,

487 como plenitud de sentido para el

hombre o felicidad sobrenatural, comprende una doble dimensión:

1 Dimensión individual: Es la salvación personal, individual e integral del

hombre, la esperanza cristiana aguarda la salvación para el hombre en su totalidad,

en su corporeidad, porque en una esperanza cristiana hay que excluir cualquier tipo de dualismo.

488

2 Dimensión comunitaria: Es la obra salvífica de Dios en la comunidad entera, que comienza aquí y ahora en la convivencia y el progreso humano (Ef 4, 4 -6), Cristo ha fundado la iglesia como comunidad de fe, esperanza y caridad para

comunicar la verdad y la gracia a todos los hombres.489

Para los que es germen de unidad, esperanza y salvación, mostrándoles el vínculo comunitario y eclesial de la esperanza cristiana radicado en el amor mutuo, quedando así excluida toda actitud

privatista de la esperanza.490

24.3 MOTIVO DE LA ESPERANZA CRISTIANA

La esperanza se apoya en la convicción de que es posible alcanzar el objeto esperado. El fundamento propio de la esperanza cristiana es la promesa de Dios

quien se manifestó como Salvador, prometiendo liberarnos del pecado, hacernos sus

483 ROTTER, HAN Y Virt. Nuevo Diccionario....... p. 180.

484 Cfr Catecismo de la Iglesia Católica. N. 1817. 485 Cfr. Catecismo de la Iglesia Católica. N. 812. 486 PIEPER, J. Las Virtudes Fundamentales. p. 377. 487 Cfr. Catecismo de la Iglesia Católica. N. 1812.

488 ROTTER, Han y Virt, Nuevo Diccionario. 182. 489 Lumen Gentium. N. 8. 490 Lumen Gentium. N. 9.


149

hijos y herederos de su felicidad, así el motivo fundamental de la esperanza es Dios.

491 Plenitud del hombre.

492

24.4 MUERTE Y ESPERANZA CRISTIANA El misterio pascual, es el fundamento de la esperanza cristiana, y ha dado a la muerte

humana un sentido nuevo; el encuentro personal con el Dios que da la vida a los un muertos‖. La esperanza es la que hace de la muerte cristiana el acto de recibir el don de la salvación definitiva, la plenitud, la resurrección con Cristo.

―Gracias a Cristo, la muerte cristiana tiene un sentido positivo. La novedad esencial de la muerte cristiana está ahí: por el Bautismo, el cristiano está ya sacramentalmente

―muerto con Cristo‖, para vivir una vida nueva; y si morimos en la gracia de Cristo, la muerte física consuma este ―morir con Cristo‖ y perfecciona así nuestra incorporación a Él en su acto redentor‖.

493 En la muerte, Dios llama al hombre hacia sí, por eso el

Cristiano experimenta como San Pablo su ―deseo partir y estar con Cristo‖ (Flp 1,23), de esta forma puede transformar su propia muerte en acto de amor y obediencia a Dios.

494

La confianza puesta en Cristo se fundamenta en que Él en su humanidad experimento la muerte, es decir ―El mismo ha recorrido este camino, ha bajado al reino de la muerte, la ha vencido, y ha vuelto para acompañarnos ahora y darnos la

certeza de que, con Él, se encuentra siempre un paso abierto‖.495

24.5 CARACTERÍSTICAS DE LA ESPERANZA

a. Perseverancia en las dificultades. (1 Tim 3, 17). b. Confiar en las promesas de Dios al hombre por Cristo.

c. Constante tensión entre lo que es y lo que se debe y aspira a ser. d. Doble dimensión: individual y comunitaria. e. El compromiso con la liberación integral del hombre.

f. Lleva a la solidaridad.496

24.6 ESPERANZA Y LIBERACIÓN DEL HOMBRE

491 Cfr. Catecismo de la Iglesia Católica. N. 1812. 492 MESA RUIZ, Carlos Germán. Tratado de Virtudes. pp. 46-47. 493 Catecismo de la Iglesia Católica. N. 1010.

494 Cfr. Catecismo de la Iglesia Católica. N. 1011. 495 Spe Salvi. N. 6. 496 MESA RUIZ, Carlos Germán. Tratado de Virtudes. p. 50.


150

―Hablando de libertad, se ha de recordar que la libertad humana requiere que concurran varias libertades. Sin embargo, esto no se puede lograr si no está determinado por un común e intrínseco criterio de medida, que es fundamento y meta

de nuestra libertad. Digámoslo ahora de una manera muy sencilla. El hombre necesita a Dios, de lo contrario queda sin esperanza‖.

497

La esperanza cristiana exige su cumplimiento en la empresa común de transformar el mundo al servicio de la humanidad, e integra el progreso humano en su marcha hacia el Porvenir absoluto, Dios. Este compromiso mira ante todo a l a liberación integral del

hombre mismo, es decir a la liberación del hombre en todas las dimensiones de su existencia:

498

En relación con Dios: liberación del pecado. El hombre ante el fracaso y la culpa espera una salvación que le perdone la culpa definitivamente y le lleve a la felicidad en la comunidad con Dios y sus

semejantes, por eso, la salvación eterna es un encuentro con Dios, que tiene a su vez el efecto retrospectivo de reforzar el mandamiento del amor como principio fundamental de la ética cristiana que un encuentro y comunión.

En relación con sí mismo: unificación de la división interior.

En relación con los otros: superación del egoísmo, porque el hombre halla el

sentido de su vida en el encuentro y la comunión. La salvación del hombre, en la que él espera el pleno y definitivo cumplimiento de todos sus anhelos, no consiste en un entrar en sí mismo, sino en la relación

personal con un interlocutor en un encuentro con un tú.

En relación con el mundo: relativización de los bienes temporales.

La esperanza cristiana apunta la salvación eterna de hombre que vive en este mundo, pero esto no es una simple huida del mundo, sino más bien una actitud que ve en el mundo presente un anuncio del futuro, por esto es necesario

revalorizar los bienes terrenales sin absolutizarlos, pero sí relativizarlos. Para que esta esperanza sea base de una auténtica ―piedad mundana‖, sin diluirse en este mundo, y al mismo tiempo puede dar un s í gozoso a la vida y hasta un s í

resignado y sereno a la muerte.

Liberado y salvado por la gracia de Cristo y no por mérito humano. El cristiana tiene la

misión de buscar con amor y generosidad la unión con Dios y encontrar en él su salvación definitiva, no como mera pasividad, sino con un empeño y esfuerzo que afronte su responsabilidad frente a sus semejantes, frente a sí mismo y frente al

497 Spe Salvi. N. 23. 498 MESA RUIZ, Carlos Germán. Tratado de Virtudes. p. 47 .


151

mundo, de modo que su esperanza no sea un sentimiento consolador y una evasión de la existencia cristiana auténtica.

24.7 NEGACIÓN DE LA ESPERANZA CRISTIANA Hay dos formas principales de falt a de esperanza que destruyen el caminar

característico del ―estar en camino‖ del hombre suprimiendo el ―ya pero aún no‖ de la plenitud y por tanto producen la muerte del alma.

499

1. La desesperación: es una decisión voluntaria mediante la cual se hace una ―anticipación antinatural de la no - plenitud‖. Anticipando la condenación, se distinguen dos clases:

1. Positiva o perfecta: es la voluntaria renuncia a la bienaventuranza eterna por considerarla imposible de alcanzar. Es la negación del camino a la plenitud, una negación de la salvación, por .lo cual se convierte en pecado contra el

Espíritu Santo, porque la desesperación lleva consigo la negación del camino para un perdón de los pecados limitando la misericordia y el perdón de Dios dando a él, un no radical pronunciado desde la libertad del hombre.

500

2. Privativa o imperfecta: coincide con cierta pusilanimidad del alma (acedia),

que produce cierto abatimiento y desconfianza de salvarse a causa de las

tentaciones del demonio o de las dificultades de la virtud.501

ACEDIA: es una especie de tristeza del bien divino del hombre, que lleva a la muerte

(2Cor, 7,10) y consiste en no querer ser lo que Dios quiere que sea. A la acedia no se le debe oponer la laboriosidad y la diligencia, sino, la grandeza de ánimo y la alegría que es fruto del amor divino sobrenatural.

502

Las hermanas de la acedia son: la vagancia mental que se refleja en la ―parlanchinería‖, la curiosidad mal sana, la importunidad, la inquietud desosegada y la

inestabilidad de lugar y decisión. Otras hermanas son: la indiferencia ante la necesidad de salvación, la poquedad de ánimo ante las posibilidades místicas del hombre, la malicia u odio contra la divino y el orgullo.

503

2. La presunción: Es la ―anticipación antinatural‖ de la plenitud, es la esperanza pervertida. Es aquella actitud que contradice la realidad del futuro de la vida eterna y lo penoso de su logro es considerar que la vida eterna es algo ya alcanzado, tenerla

por absolutamente segura. La presunción se puede presentar de dos formas:

499 MESA RUIZ, Carlos Germán . Tratado de Virtudes. pp. 47-50. 500 ROTTER, Han y Virt. Nuevo Diccionario. p. 181.

501 ROTTER, Han y Virt. Nuevo Diccionario. p. 181. 502 ROTTER, Han y Virt. Nuevo Diccionario. p. 181. 503 ROTTER, Han y Virt. Nuevo Diccionario. p. 181.


152

1. ―presunción pelagiana‖: Bastan las propias fuerzas de la naturaleza humana para alcanzar la vida eterna y el perdón de los pecados‖.

2. Presunción protestante‖. Tiene la certeza absoluta de la salvaci´9on, mirando solo a los méritos de Cristo Salvador y donante de la gracia.

504

La presunción en una falsa ― valoración de la creaturalidad del hombre‖. Radicada en el orgullo.

505

a. las ideologías: estas critican la esperanza cristiana y dicen de ella que es un consuelo aparente y evasivo para el sufrimiento humano, sin embargo esta afirmación no es más que la negación que la terrenalidad intrínseca de la

esperanza que hunde sus raíces en la encarnación del Verbo de Dios en la historia y la experiencia humana.

506 La esperanza cristiana no le quita la

importancia a los trabajos temporales sino que proporciona motivos para su

ejercicio. (Cf. GS. 21, 39) 24.8 LA ESPERANZA Y EL TEMOR DEL SEÑOR

Así como la esperanza tiene dos objetos, de los cuales uno es el mismo bien futuro, cuya adquisición espera uno y el otro el auxilio de alguno, por el cual está a la

expectativa de alcanzar lo que espera; así también el temor puede tener dos objetos: uno, el mismo mal que rehuye el hombre, y otro, aquello de lo que puede provenir el mal. Por relación a Dios puede provenirnos el mal de culpa, si nos separamos de él.

Por lo tanto Dios puede y debe ser temido.507

Las virtudes teologales tienen, como las otras, necesidad de ser sostenidas y

confortadas. Suplencias de orden propiamente sobrenatural han de venir a compensar las deficiencias de todo cuanto clava sus raíces en lo humano. Cada virtud tiene sus recursos determinados. Los dones del Espíritu Santo son los que

ofrecen esta ayuda. Ante las dos tentaciones en las que puede tropezar, la esperanza recurre a un don concreto del Espíritu Santo, cuyo nombre y contenido son, a menudo, mal interpretados: el don del temor de Dios. Él es término de la esperanza.

Temo a Dios, reclama en seguida la siguiente precisión: temo, no ha Dios, sino el mal que sería para mí el castigo de Dios o el verme separado de él.

508

División del temor, según Santo Tomás:

504 ROTTER, Han y Virt, Nuevo Diccionario. p. 181. 505 MESA RUIZ, Carlos Germán .Tratado de Virtudes. P. 47-50.

506 FLECHA ANDRES, José-Román. Teología Moral. P. 355. 507 Cfr. DE AQUINO, Tomás. Suma Teológica. S.S. Q. XIX Art. I. 508 Cfr. CARRÉ, A.M. Esperanza y Desesperación. Editorial Estela pp. 82-83.


153

24.7.1. Filial: Convertirse y adherirse a Dios por el temor de la culpa, pues a los hijos pertenece temer la ofensa del Padre.

24.7.2. Inicial: intermedio entre el servil y el filial, se refiere principalmente a la culpa y secundariamente a la pena. (por la cual es atraído a Dios)

24.7.3. Servil: Convertirse y adherirse a Dios por el temor de la pena. 24.7.4. Mundano: Siendo el mal el objeto del temor, el hombre se separa de Dios por

los males que teme. (Pena que separa de Dios, temor a perder los bienes del mundo o los del cuerpo).

509

25. LA CARIDAD, VIRTUD TEOLOGAL

• La caridad es virtud teologal porque es Dios mismo el que la forma; Él es su

fuente, su finalidad y su motivo.

• Es el don del amor de Dios que capacita al hombre a una respuesta amorosa hacia Él y hacia el prójimo.

510

• Caridad es la virtud sobrenatural infusa por la que la persona ama a Dios sobre todas las cosas por si mismo (no por interés) y ama al prójimo por Dios.

• Se basa en la fe divina y no se adquiere meramente por esfuerzo humano. Puede conferirse solamente por gracia divina; Es el ―vínculo de la perfección‖ y la forma de todas las virtudes.

Algunos términos relacionados con la caridad: simpat ía, benevolencia, amor, amistad, dilección.

25. 1 EL AMOR DE DIOS Y LA RESPUESTA DEL HOMBRE

El hombre vive para amar y ser amado; el deseo más profundo como persona es amar. El amor es una realidad divina: Dios es amor.

511

509 Cfr. DE AQUINO, Tomás St. Suma Teológica. S.S. Q. XIX Art. II. 510 MESA RUIZ, Carlos Germán; Mons. Tratado de Virtudes. CEC 1822. 511 HÄRING, Bernhard, La ley de Cristo. T. 2. p. 663.


154

En toda la historia de la humanidad se ha venido transmitiendo este amor de

Dios, hacia toda la humanidad.

25.1.1 El Amor de Dios al hombre: El gran testimonio de este amor es la Sagrada Escritura, en ella se narra cómo Dios ama al mundo.

• Este amor comienza con la creación, se perfecciona con Cristo (redención) y es llevado a término por la acción santificadora del Espíritu Santo.

• En el N.T. encontramos dos géneros del amor de Dios al hombre: el ―amor universal‖ donde Dios toma la iniciativa y llama a todos; y el ―amor de aprobación‖ donde Dios ama a quienes han respondido a su iniciativa de amor, amando a su vez Jn 14,23.

512

• El amor es una realidad Divina: ―Dios es amor‖ y el hombre participa de este amor y solo en Dios el hombre alcanza su realización plena.

25.1.2 Respuesta del hombre al amor de Dios:

El amor del hombre a Dios debe ser respuesta a la iniciativa de Dios -1 Jn

4,19; Mt 5,44-48; Jn 13,15.

El amor del Hombre a Dios significa: lealtad, fidelidad y adhesión a Dios --Ex 20,6; Dt 5,10; Jr 31,31-34.

513

Por la Caridad tenemos la confianza de que Dios atiende nu estras peticiones,

se interesa por nuestras preocupaciones y nos perdona cuando le pedimos humildemente perdón.

514

En definitiva la repuesta del hombre al amor de Dios, se concreta en el amor

al prójimo.

25.2 LA GRAN ACTUACIÓN DE JESÚS

El gran acto de Jesús y fundamental: El amor de Dios y el amor al prójimo –

Mc 12,28-39.

Jesús confirma como el primer mandamiento el de Dt 6,4ss –Mc 12,29ss- y en segundo lugar el de ―amar al prójimo como así mismo‖ –Mc 12, 31.

Finalmente la gran enseñanza de Jesús podemos resumirla en tres cosas:

• La unión interna e indisoluble: El amor a Dios y el amor al prójimo constituyen una misma y única exigencia.

• La reducción, de toda la ley a este doble precepto fundamental.

512 ROSSI, Leandro. Diccionario Enciclopédico de Teología Moral. 1980. p.1479.

513 Conferencia Episcopal Colombiana. Moral Cristiana, Camino y Tarea, Edit. Claretiana. Buenos Aires. pp. 1986.386.

514 HÄRING, Bernhard, La ley de Cristo. T. 2. p. 663.


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• La interpretación universalista del amor al prójimo –parábola del samaritano.

25.3 PARTICIPACIÓN EN EL PACTO DE AMOR TRINITARIO

Dios es amor y por tanto el amor es el vínculo que une a las tres personas:

Padre Hijo y Espíritu Santo; también haciéndonos a nosotros part ícipes de este gran amor.

El amor se da en toda una comunidad: la gran tarea consiste en practicarlo y

vivirlo para disfrutarlo plenamente en el reino del amor, con Dios amor, uno y trino.

515

Dios nos hace nacer a un nuevo amor, el Espíritu Santo con la obra de su

gracia por virtud del amor de Dios nos comunica una fuerza para poder amarle a Él con su propio amor.

25.4 PROPIEDADES DE LA CARIDAD 25.4.1 es superior a todo: el amor a Dios tiene que ser superior al amor de todo lo

demás –Mt 10,37; Lc 14,26. 25.4.2 Interior y activa: el amor a Dios tiene que ser interior y eficiente, no puede limitarse a sentimentalismos.

25.4.3 hunde sus raíces en la misma naturaleza del hombre : el hombre se ofrece al amor de Dios con todas sus fuerzas y energías vitales de las cuales es dotado; es

una respuesta generosa Jn 4,9; Rm 8,25.516

ES UNIVERSAL: se extiende y se da a todos sin distinción, de raza, de

condición social o de religión.

25.5 LA CARIDAD COMO PRECEPTO517

Kant y Scheller llegan a una conclusión: que el amor no puede imponerse por precepto.

Hablando en general y sobretodo de la caridad divina, puede ser objeto de un precepto. Dios nos da lo necesario para poder amarlo, exige una respuesta.

El precepto del amor a Dios significa:

– Para el pecador, el deber de quitar los obstáculos al amor divino.

– Se impone la obligación de conocer y meditar en el amor.

515 SANCHEZ, Urbano. La Opción del Cristiano. p.104. 516 HÄRING, Bernhard, La ley de Cristo. T. 2. p. 663. 517 HÄRING, Bernhard. La Ley de Cristo. T.1, p. 888.


156

– Impone la donación de la voluntad: no puede uno rechazar el amor. – Imponer las obras de la caridad: el sentimiento del amor tiene que

encender el entusiasmo para la acción.

– Nos obliga a evitar siempre y en toda circunstancia cuanto pudiera destruirla o extinguirla.

25.6 OBSTÁCULOS A LA CARIDAD

• Todo pecado mortal destruye la caridad.

• El pecado venial constituye un obstáculo pasajero al fervor de la caridad.

• La tibieza: falta de fervor que se convierte en hábito.

• Lo que más se opone a la caridad: el odio a Dios y su origen es el orgullo.

• La indiferencia rechaza la caridad divina.

• La acedia o pereza espiritual.

• La instrumentalización: Dios se convierte en una cosa, medio para la

realización personal.

• La piedad desganada.

• Vida sin Dios.

• El amor desordenado.

• El pecado contra el Espíritu Santo.518

26. AMARÁS A TU PROJIMO COMO A TÍ MISMO En cada hermano Dios se hace presente; por eso el amor al prójimo se inspira y

alimenta en el amor de Dios hacia nosotros. El amor al otro siempre apunta a una comunión, deseando el bien para el otro.

518 MESA RUIZ, Carlos Germán; Mons. Tratado de Moral Virtudes.


157

El amor se debe convertir en nuestra razón de obrar como fin, valor y motivo.

Mi Prójimo son todos los hombres sin distinción de raza, nación, religión, edad, etc. Uno no estaría en condiciones de respetar al prójimo; sino se respeta a si mismo.

26.1 ENSEÑANZA BÍBLICA

26.1.1 Antiguo Testamento: aquí el amor al prójimo lo encontramos de las siguientes maneras:

• El amor al prójimo forma parte de la Ley de Moisés: Lv 19,9. 17. 18. • En los libros Sapienciales ya se ven algunas enseñanzas del NT: Prov 25,2;

Eclo 28,2.

• Algunos preceptos exigen una actitud de caridad hacia los enemigos, esclavos, extranjeros, huérfanos y viudas: Ex. 23,4-5; Lev. 19,33-34.

• Los profetas exaltan la caridad de mil maneras en nombre de Yahveh: Jr.

22,16; Zac. 7,9-10; Is. 58,6-9. • Finalmente podemos ver como en el curso de la historia, Dios siempre le

brinda su amor al hombre y lo invita a hacer lo mismo con su hermano o

prójimo y a aumentar cada vez más su amor. 26.1.2 Nuevo Testamento: en la antigua ley, el prójimo era únicamente el Israelita o

el extranjero que moraba en Israel. No alcanzaba todavía la universalidad absoluta o extensión a todos los hombres.

519

El amor fraternal es el gran mandamiento de Jesucristo: Jn. 15,12.17. Se trata de un mandamiento ―nuevo‖ a pesar de ser antiguo: 1 Jn. 2,7; Jn 13,34.

La práctica de este mandamiento es la piedra de toque del verdadero discípulo de Cristo, de la vida divina y del conocimiento de Dios: Jn. 13,35; 1Jn. 13,10; 4,7-8.

Constituye el más importante precepto de la Ley, después del amor a Dios: Mt. 22,34 -40. El prójimo son todos los hombres del mundo, amigos o enemigos, conocidos o extraños: Lc. 10,25-35.

Es imposible amar a Dios si no se ama también al Prójimo y viceversa: 1Jn. 4,21; 4,20; 3,17-18.

519 ROYO MARIN, Antonio. Teología de la Caridad. Edit. BAC. Madrid. 1963. p. 686.


158

26.2 MEDIDA DEL AMOR AL PRÓJIMO El amor personal es la regla para medir el amor al prójimo pero esta manifestación de

amor se mide en cuanto la persona está unida a Cristo modelo de amor desinteresado al prójimo.

―Como YO os he amado‖ (Jn15,12): esta es la medida del amor al prójimo. Jesús propone su amor total hasta dar la vida (Jn13,1) como modelo y fuente del amor de sus discípulos.

520

Nuestro deber de caridad para con el prójimo está en proporción directa con la

importancia de los bienes a que se refieran y el grado de necesidad en que se

encuentre: Jerarquía de Bienes:

El bien común está por encima del bien particular. El bien del alma está por encima del bien del cuerpo.

El bien del cuerpo está por encima de los bienes exteriores.

Grados de Necesidad:

Extrema: si, faltando el auxilio ajeno, no puede evitar la muerte espiritual

o temporal.

Grave: si no puede evitar sin el socorro ajeno un grave daño espiritual. Común: si el daño que amenaza es leve o grave, puede evitarlo

fácilmente el propio interesado.

26. 3 FORMAS DE CARIDAD FRATERNA

521

Después de haber visto algunos aspectos de la caridad, vamos ahora a ver algunas formas de cómo ejercer la caridad en beneficio de los demás.

La misericordia, acto interior de la caridad, nos impulsa a ejercer la beneficencia

que es su acto exterior más típico y característico. La beneficencia se manifiesta principalmente por la limosna en lo relativo a las

cosas corporales, y por la corrección fraterna en lo relativo a las espirituales.

Todo esto nos conlleva a todos a un apostolado, que tiene por objeto llevar al prójimo a la práctica del bien asegurándole su felicidad eterna.

Un aspecto muy importante en todos nosotros debe ser la afabilidad o cordial idad

en cualquier ocasión.

520 Catecismo de la Iglesia Católica. N. 1828. 521 ROYO MARIN, Antonio. Teología de la Caridad. Edit. BAC. Madrid. 1963. p. 686.


159

26.3.1 LA AFABILIDAD: resume todas las actitudes de cortesía, respeto, amabilidad, complacencia, etc. que son en general normas de buena educación.

26.3.2 LA MISERICORDIA :Es un sentimiento de piedad para con el más necesitado de amor, pero principalmente tiene otros grandes significados como: lealtad, bondad y fidelidad. Es la máxima virtud de Dios, aunque no la

máxima virtud del hombre.

• Principios que orientan la obligación de la limosna:

1. La ley natural y divina positiva de dar limosna de lo superfluo obliga

gravemente.

2. El grado de esta obligación se mide por la magnitud de la propia riqueza y de la necesidad ajena.

3 En extrema necesidad del prójimo (peligro de muerte o grave enfermedad,

hambre) debe darse no sólo lo sobrante, sino aún de los bienes que parecen necesarios para la vida conforme a la propia condición.

4 En grave necesidad no sólo hay deber estricto de socorrer con lo sobrante,

sino también, llegado el caso, con algo de lo necesario. 5 Cuando se sabe que la necesidad precipita al prójimo en grave peligro moral

del que, sólo se le pueda preservar con limosna, hay obligación grave de

dársela, cuando se tiene sobrante; y cuando no se tiene, aún de los bienes que se considera necesarios para vivir según la propia condición.

• Principios que orientan la medida de la limosna:

1. Los bienes creados deben llegar a todos en forma equitativa bajo la tutela de

la justicia y con la compañía de la caridad. 2. Se debe tener en cuenta el destino universal de los bienes. Por tanto, el

hombre no debe tener cosas como exclusivamente suyas, sino también

comunes. 3. Hay una obligación de ayudar a los pobres y no solamente con los bienes

sobrantes. Y quien vive en extrema necesidad, tiene derecho a procurarse lo

necesario, de las riquezas de los demás.522

• La limosna debe ser:

a) Justa: con los bienes de los cuales se puede disponer. b) Prudente: que no se distribuya inútilmente.

c) Pronta: a tiempo. d) Alegre: no de mala gana.

522 Gaudium et Spes. N. 69.


160

e) Secreta: no lo publiques. f) Desinteresada: sin esperar recompensa.

• Misericordia espiritual: Toda obra espiritual tiende al crecimiento del Reino de Dios y ha de tener como finalidad su fe y amor a Dios, y por consiguiente, su pertenencia a la comunidad de salvación.

LA BENEFICENCIA: consiste en hacer algún bien a los demás como signo

externo de la benevolencia interior. La beneficencia se realiza por lo general por medio de las 14

obras de misericordia.

EL APOSTOLADO EN GENERAL: es la colaboración con Dios para la realización de sus planes eternos, es la ayuda fraterna a todos los hombres y el compromiso voluntario al servicio de Cristo.

26.4 PECADOS CONTRA SÍ MISMO

• Los pecados que debemos evitar son los siguientes:

– Contra el amor a si mismo:

• Por defecto: odio.

• Por exceso: egoísmo.

– Contra la propia vida:

• De obra: suicidio.

• De deseo: deseo de la muerte.

– Contra la propia integridad corporal: mutilación.523

• Entre otros tenemos:

– Descuido en el trabajo por el bien personal.

– Búsqueda del propio interés.

– Apego a los bienes inferiores.

– Descuido de la jerarquía de valores en la actividad.

– Descuido de las facultades del espíritu.

523 ROYO MARIN, Antonio. Teología de la Caridad. Edit. BAC. Madrid. 1963. p. 686.


161

27. PECADOS CONTRA EL AMOR AL PRÓJIMO 27.1 EL DESINTERÉS

Esta actitud esta en contradicción al celo y a la solicitud que está unida al verdadero Amor a Dios y al prójimo. El desinterés consciente y voluntario es culpable. La culpa

es tanto mas grave, cuanto mas tenga el prójimo derecho a nuestros intereses.524

27.2 EL ODIO

Consiste en detestar con decisión libre la persona del prójimo y en considerarla como una desgracia y sea para mí (odio de abominación), ya sea por causa suya y en s í

mismo (odio enemistad). Y así como el amor es bondad moral suprema, el odio de enemistad representa el abismo moral más profundo.

Odio diabólico: dirigido conscientemente contra el bien espiritual y la salvación del

otro, contra su amistad con Dios. Odio de clase: es aquel que origina la lucha de clases .

525

El Catecismo de la Iglesia nos recuerda en el numero 2297: ―Intimidar a los que se oponen, satisfacer el odio, es contraria al respeto de la persona y de la dignidad

humana‖. Y agrega:

―El odio voluntario es contrario a la caridad. El odio al prójimo es pecado

cuando se le desea deliberadamente un mal. El odio al prójimo es un

524 MESA, German. Tratado de Virtudes. p. 60. 525 MESA, German. Tratado de Virtudes. p. 60.


162

pecado grave cuando se le desea deliberadamente un daño grave. "Pues yo os digo: Amad a vuestros enemigos y rogad por los que os persigan, para que seáis hijos de vuestro Padre celestial..." (Mt 5,44-

45)‖.526

27.3 LA ENVIDIA

No constituye un pecado tan grave como el odio. La envidia se opone al goce desinteresado por el bines y las ventajas del prójimo; se siente disgusto por los

bienes del prójimo que el envidioso no posee.527

―La envidia representa una de las formas de la tristeza y, por tanto, un

rechazo de la caridad; el bautizado debe luchar contra ella mediante la benevolencia. La envidia procede con frecuencia del orgullo; el bautizado ha de esforzarse por vivir en la humildad: ¿Querríais ver a Dios

glorificado por vosotros? Pues bien, alegraos del progreso de vuestro hermano y con ello Dios será glorificado por vosotros. Dios será alabado -se dirá- porque su siervo ha sabido vencer la envidia poniendo su

alegría en los méritos de otros. [San Juan Crisóstomo]‖.528

Y continúa diciendo el Catecismo de la Iglesia: La envidia es un pecado capital.

Manifiesta la tristeza experimentada ante el bien del prójimo y el deseo desordenado de poseerlo, aunque sea en forma indebida. Cuando desea al prójimo un mal grave es un pecado mortal: San Agustín veía en la envidia el "pecado diabólico por

excelencia".529

27.4 EL ESCÁNDALO

27.4.1 Definición: es toda acción libre que puede tomarse para algunos en lazo de tropiezo en el camino de la salvación. (Cof. Lc 2,34; 1 Co 1, 17-22)

El escándalo designa un tropiezo, una trampa en que viene uno a tropezar.

530

Escándalo es la actitud o comportamiento que induce al otro a hacer el mal. El que

escandaliza se convierte en tentador de su prójimo. Atenta contra la virtud y el derecho; puede ocasionar a su hermano la muerte espiritual. El escándalo constituye una falta grave si, por acción u omisión, arrastra deliberadamente a otro a una falta

grave.531

526 Catecismo de la Iglesia Católica. N. 2303. 527 MESA, German. Tratado de Virtudes. p. 60. 528 Catecismo de la Iglesia Católica. N. 2540.

529 Catecismo de la Iglesia Católica. N. 2539. 530 HÄRING, Bernhard, La ley de Cristo. T. I p. 452. 531 Catecismo de la Iglesia Católica. N. 2284.


163

El escándalo es ―un dicho, hecho u omisión pecaminosos que coloca a los demás en ocasión de ruina espiritual, (Santo Tomás). Escandalizar significa hacer caer, ser para

alguien ocasión de caída‖.532

El escándalo adquiere una gravedad particular según la autoridad de quienes lo

causan o la debilidad de quienes lo padecen [...] El escándalo es grave cuando es causado por quienes, por naturaleza o por función, están obligados a enseñar y educar a otros. Jesús, en efecto, lo reprocha a los escribas y fariseos: los compara a

lobos disfrazados de corderos.533

27.4.2 División

Activo: es el escándalo dado (escandalizar).

Puede ser: Directo: el que pretende directamente al escándalo del prójimo.

Indirecto: cuando no se pretende el pecado de los demás, pero se realiza en tales

circunstancias que con certeza o muy probablemente causará el pecado del

otro.

Este puede ser Real: que deriva de la misma naturaleza del acto

escandaloso;

O de ―los débiles”: que derivan de la condición de fragilidad de sujeto sobre el cual se ejercita la influencia,

O Farisaico, que deriva únicamente de la malicia del sujeto.534

Pasivo: el escándalo recibido (escandalizarse).

Escándalo pasivo pecaminoso: es tomar voluntariamente ocasión para pecar de la conducta buena o mala del prójimo es el libre albedrío.

a. El escándalo del mal ejemplo. Es más pecaminoso cuanto mayor es el influjo que

tiene por su posición social.

532 DUFOUR, León. Vocabulario de Teología Bíblica. p. 284. 533 Catecismo de La Iglesia Católica. N. 2285. 534 MESA, German. Tratado de virtudes. p. 61.


164

El escándalo pasivo peligroso, pero inculpable: es la conducta que imitan los niños. b. El escándalo de los débiles circunstancias en que puede darse escándalo grave

aún por acciones buenas o indiferentes.

Escándalo pasivo saludable: el que Dios permite. Es preciso que vengan escándalos.

Mt 18,7.

c. El escándalo de los mal intencionados. Evitar en lo posible que las acciones buenas pero no obligatorias de ocasión a los malos para cometer nuevos

pecados.

Escándalos más comunes: la moda, el arte degenerado, literatura pornográfica.535

d. El escándalo provechoso. Es algo así como para los indecisos; provocar las crisis

necesarias que trae la curación, en este caso hay que ser prudentes y oportunos.

27.4.3 Enseñanza Bíblica: Con la palabra escándalo no se limita la Sagrada Escritura a designar las acciones atentatorias contra el bien espiritual del prójimo, a

quien presentan culpablemente una ocasión de pecado. Cristo Nuestro Señor es, conforme a la profecía de Simón el gran escándalo: ―pues

está para caída y levantamiento de muchos en Israel‖ Lc 2, 34. Él es la ―piedra de tropiezo, la piedra de escándalo‖ Rom 9, 33; Mt 21,44. El ser y el actuar de Cristo es escándalo para el mundo pecador.

Los fariseos tropezaron contra Cristo porque estaban ciegos. El fin pues que perseguía Cristo con su ―escándalo‖ era abrirle los ojos, para ver si se hundían más o

se convertían. El anuncio de su pasión escandalizo a sus apóstoles, que no soportan el suplicio en

la cruz. Mt 16,23. Pablo hace ver que la Cruz es escándalo para los judíos, locura para los gentiles. 1 Cor 1, 17-25.

536

27.4.4 Enseñanza del Magisterio: el pecado de escándalo procede fundamentalmente de la poca importancia dada a la salvación del prójimo. La VOLUNTAD del hombre pecador es la causa del pecado: sólo peca quién

consiente al deseo que le conduce a la tentación. Para cometer un pecado actual se necesita consentimiento. El pecado daña las obras del ser humano. El pecado obstaculiza el crecimiento en el amor y en la comunión.

535 HÄRING, Bernhard, La ley de Cristo. T. I pp. 468 a 469. 536 HÄRING, Bernhard, La ley de Cristo. T. I pp. 453 a 457.


165

A menudo las circunstancias sociales desvían del bien a los hombres y los impulsa al mal; costumbres en las instituciones y circunstancias del mundo que incitan al pecado y tiene su origen en el orgullo, el egoísmo, en el misterio de la injusticia.

537

27.4.5 Valoración moral: la gravedad de escándalo depende de:

a. de la naturaleza del estímulo incluida en él. b. De la persona que lo ejercito. c. Y sobre la persona sobre la cual recae.

Es decir, que es tanto más grave, cuanto mayor sea el impulso al pecado, por la naturaleza del Acto opuesto, o por la culpabilidad de la persona que lo pone o por la

persona que es escandalizada. La parvedad de materia puede darse en el escándalo directo o indirecto, cuando la causa u ocasión es leve en si misma o influye levemente en el pecado del otro. El escándalo puede darse en toda la gama de las actividades

humanas. Quien ha cometido escándalo esta obligado en el mejor modo posible a repararlo.

538

27.4.6 Reparación del Escándalo Primer principio: el que se ha hecho culpable de escándalo debe esforzarse por

impedir sus efectos y por repara el daño espiritual que ha causado. Segundo principio: Quien, con el escándalo, ha pecado no solo contra la caridad

sino también contra alguno de sus deberes de estado o contra la justicia, esta obligado repara también estos perjuicios. Quien ha inducido a pecar a otro con astucia, engaño, temor o violencia, esta obligado en razón de sus deberes oficiales a

reparar el daño. Tercer principio: Quien ha escandalizado públicamente, ha de esforzarse también

por repara públicamente. Cuarto principio: Cuando no es posible ofrecer una reparación completa, queda

mayor obligación de dar ejemplo, de orar y de repara por los pecados de los que fueron seducidos o escandalizados. El seductor esta de suyo obligado a hacer cuanto pueda por volver al buen camino a quienes sedujo. Casos habrá también en que

pueda el escandaloso servirse de una tercera persona para repara el mal.539

537 HEINRICH, Denzinger. El magisterio de la Iglesia. Herder. p. 159. 538 MESA, German. Tratado de Virtud. p. 61. 539 HÄRING, Bernhard, La ley de Cristo. T. I p. 469.


166

27.5 COOPERACIÓN DE LOS PECADOS AJENOS (COMPLICIDAD)540

La cooperación en los pecados ajenos es, en general, la ayuda o contribución física o

moral que se presta a un acto pecaminoso. En este sentido presta una cooperación sobresaliente el mandante, el corruptor y el ejecutor inmediato.

El escándalo viene a ser el primer impulso al pecado, mientras que la cooperación, en el aspecto en que ahora la consideramos, es colaboración a una acción pecaminosa a la que su autor estaba y previamente decidido. Pero tampoco vamos a negar que

en la cooperación haya también parte de escándalo. Es, evidente que la cooperación culpable es ante todo, un atentado contra el amor sobrenatural y cristiano de si mismo y del prójimo.

27.5.1 Clases de Cooperación o Complicidad en los pecados ajenos

Cooperación formal: es aquella que por su intrínseca finalidad o por el carácter propio de la obra cumplida (finis operis) o también por la finalidad perseguida por el colaborador (finis operantis) queda definida como contribución al pecado del otro. La

cooperación formal se realiza, pues, de dos maneras: o como aprobación interna pecaminosa al pecado de otro, o como concurso que por su naturaleza incluye, una aprobación del pecado ajeno y que se pone directamente al servicio del mal. La

cooperación formal, por sí misma, es siempre pecado; y lo es mayor o menor, según sea el pecado a que se coopera, la magnitud del concurso que se presta y el afianzamiento del otro en su maldad. La cooperación formal hiere no solo la caridad,

sino también la virtud ofendida por el pecado a que se coopera.541

Cooperación material: la cooperación puramente material consiste en una acción

por si misma buena o indiferente y que, ni de suy o ni por la intención del que la hace, es ayuda al pecado del otro; el cual, sin embargo, abusa< de ella y la utiliza en su acción pecaminosa. Para que la acción del cooperador material merezca una

condenación moral, es preciso que haya previsto o debido p rever con seguridad, o por lo menos con probabilidad, el abuso que de ella se había de hacer.

542

27.5.2 Principios Primer principio: no solo el amor a nosotros mismos y al prójimo (amor que incluye

nuestra responsabilidad por el reino de Dios en el mundo), sino también aquella virtud que el agente principal se dispone a quebrantar, nos obliga a impedir en lo posible que nuestras acciones sirvan para el mal .

540 HÄRING, Bernhard, La ley de Cristo. T. I pp. 470,475. 541 HÄRING, Bernhard, La ley de Cristo. T. I pp. 471,472. 542 HÄRING, Bernhard, La ley de Cristo. T. I pp. 472,473.


167

Segundo principio: existen a veces motivos que justifican, y aun aconsejan y hasta imponen la cooperación material. Estos motivos han de ser por tanto mas serios cuanto mayor sea el daño que con la cooperación ha de causar el agente principal,

cuanto más cercana este la cooperación a la acción pecaminosa, cuanto mayor parezca la seguridad del abuso, cuanto mas probable sea que rehusando la cooperación, se impedirá el pecado, y en fin, cuanto mayor sea el peligro de

escándalo para los demás. Tercer principio: al ambicionar una ventaja temporal no puede ser motivo suficiente

para la cooperación material; ni siquiera puede presentarse como motivo principal el temor de daños temporales. El principal motive que la justifica es el escapar a un daño espiritual), que lo amenaza a uno o a otra persona, y también el encontrar la

posibilidad de ejercer un influjo espiritual en el mundo.543

27.5.3 CONCLUSIONES O APLICACIONES

Es lícita la simple cooperación material cuando con ella se defiende algún bien superior, o se impide un mal mayor.

Ninguna ventaja privada puede hacer lícita la cooperación material próx ima en acciones que perjudican gravemente a toda una comunidad: porque el mal causado a

una comunidad es siempre mayor que el de un particular. Para que sea licita la cooperación de una acción que perjudica injustamente a un

tercero es precise que se trate de evitar un perjuicio mayor al prójimo o al mismo cooperador; pero hay que suponer que se tiene derecho a ejecutar la acción que redunda en el daño de otro.

27.6 LA SEDUCCIÓN

La seducción (=escándalo) es el esfuerzo directo, premeditado, e intencional para hacer caer al prójimo en pecado. Conduce en otras personas a pensamientos, deseos y acciones pecaminosas.

La seducción procede de la codicia o del culpable deseo de hallar cómplices en la maldad y en las fechorías.

544

"La buena nueva de Cristo renueva continuamente la vida y la cultura del hombre caído; combate y elimina los errores y males que brotan de la

seducción, siempre amenazadora, del pecado. Purifica y eleva sin cesar las costumbres de los pueblos. Con las riquezas de lo alto fecunda,

543 HÄRING, Bernhard, La ley de Cristo. T. I pp. 470 a 475. 544 HÄRING, Bernhard, La ley de Cristo. T. I pp. 450 a 452 y MESA German, Tratado de Virtudes. p. 61.


168

consolida, completa y restaura en Cristo, como desde dentro, las bellezas y cualidades espirituales de cada pueblo o edad".

545

Otras formas de seducción son: El contrabando, las infracciones de tránsito, la impunidad y la corrupción.

28. LA VIRTUD DE LA RELIGIÓN

La virtud de la religión nace con la fe, esperanza u es una parte de las tareas del amor. La práctica de la virtud de la religión no es un consejo, es un deber y necesidad moral.

La virtud de la religión ayuda al cristiano a:

Liberarse del influjo del mundo. Mantenerse libre. Anclar en Dios.

La iglesia es enviada a continuar el sacerdocio de Cristo y lo realiza en la liturgia y los sacramentos.

546

28.1. DESCRIPCIÓN Según la etimología:

Algunos la hacen derivar de relegando, es decir, prestar atención con la mente y con el corazón a esto que mira al culto divino (Cicerón, "De natura Deorum" 2,28); otros la

hacen derivar de reelegendo, algo así como si el hombre tiene que elegir de nuevo a Dios después de haberlo abandonado por el pecado (San Agustín, "De Civitate Dei" 10,3) otros la hacen derivar de religando en cuanto el hombre se vincula a Dios de

modo particular con los actos de la religión (Lactancio, "Institutiones", 4,28). Santo Tomás, Suma Teológica, Il-II, q.81, 1, conociendo el dato etimológico con estas

diferencias, dio una explicación global y convergente, sacando a la luz el punto fundamental subyacente a todas, es decir, el "ordo ad Deum": "Religio proprie importat ordinem ad Deum".

Sentido objetivo:

Es el "ordo" o relación del hombre con Dios, en cuanto se incorpora a la realidad mediadora de la palabra, del gesto y de la vida. Dios en efecto dirige al hombre su

545 Catecismo de la Iglesia Católica. N. 2527. 546 SPEC. CMS. Números. 1048 – 1065.


169

palabra: esta se expresa como "revelación" y como un conjunto de verdades ofrecido al hombre ("credo"); como salvación, y por tanto como acontecimiento que encuentra su reactualización en el rito; como mandamiento y como leyes para guiar la

existencia. Sentido Subjetivo:

Es también el "ordo" o relación del hombre con Dios, pero en cuanto es conocido y responsablemente visto por el hombre: es entonces, la respuesta libre y consciente

del hombre a la manifestación y comunicación de Dios, la acogida de su palabra que revela, salva y ordena. Podemos hablar en este sentido de religiosidad o virtud de la religión.

Religión y culto: La virtud de religión ha sido tradicionalmente definida en relación al culto; religión (en

sentido subjetivo) y culto, son entre s í como la raíz y el árbol, o como la forma y el contenido. En efecto se suele definir la religión como "la virtud por la cual el hombre rinde culto a Dios" y una descripción del culto podría ser la siguiente: "el culto es la

respuesta a la obra salvífica del Padre en Jesucristo por medio del Espíritu Santo, de parte de los miembros del Pueblo de Dios, mediante un servic io de fe v caridad., manifestado y actuado en la vida moral y en lo sagrado, como memoria-presencia-

espera de la salvación". La religión puede definirse "como el acto total que compromete al hombre a realizar

su Ordo ad Deum mediante el debido culto". Este se actualiza sobre todo en el "corazón", o sea, allá donde el hombre se siente interpelado por Dios y al cual da una respuesta libre. La opción fundamental de hacer de la propia existencia un servicio a

la gloria de Dios constituye el alma de la virtud de la religión, un alma capaz de informar el cuerpo que se da en los diversos actos de culto y de religión.

28.2 PECADOS CONTRA LA VIRTUD DE LA RELIGIÓN 28.2.1 PECADOS DE IRRELIGIOSIDAD:

ATENTADO DIRECTO CONTRA EL HONOR DE DIOS O LAS COSAS SANTAS.

Esta desplaza el objeto de la religiosidad, es decir, desplaza la relación esencial del hombre con Dios.


170

1. La blasfemia: Es el insulto directo a Dios, o a sus obras o amigos, con intención de que recaiga sobre Dios. La forma más perversa es el desprecio y el escarnio plenamente

advertido y consciente, con el fin de injuriar a Dios en su honor y santidad (blas femia diabólica). Los gestos, acciones o palabras que, según su significado, expresan un desprecio a Dios, constituyen un pecado de la misma naturaleza que la blas femia

directa y consciente, aunque no se tuviera la intención de ésta, siempre que su autor conozca que su significado es injurioso para Dios y obre libremente.

547

La blasfemia es un gravísimo pecado mortal "ex toto genere suo", o sea, que, en cuanto a la materia, el pecado siempre es grave, sea cual fuere el motivo, ya sea la cólera, la impaciencia, el odio, o el desprecio de Dios. El vicio de la blasfemia es el

"lenguaje del infierno", y señal de reprobación (S. Tomás II-II, q. 13 a. 4.).548

2. Tentar a Dios:

Consiste en poner a prueba de palabra o de obra, su bondad y su omnipotencia. Así es como satanás quería conseguir de Jesús que se arrojara del templo y obligase a Dios, mediante este gesto, a actuar (Luc. 4.9). El reto que contiene el tentar a Dios

lesiona el respeto y la confianza que debemos a nuestro Creador y Señor. I ncluye siempre una duda respecto a su amor, su providencia y su pecado. (1 Co, 10,9. Ex. 17,2-7. Sal 95,9).

549

Este pecado consiste en pedir a Dios la realización de un prodigio extraordinario, que Él no ha prometido, y pedírselo precisamente porque no se cree en Él, o porque se

duda de Él o de alguno de sus divinos atributos — y ésta es tentación herética —, o bien por insolencia, o por una ilegítima confianza en Él.

Si la tentación es formal y expresa, constituye pecado mortal "ex tato genere suo", o sea, que siempre es grave. Si es sólo implícita, admite parvedad de materia, pues lo que se pretende entonces no es propiamente tentar a Dios y probarlo, sino alguna

otra cosa en la que de hecho va más o menos comprendida la tentación de Dios. Por el contrario, no hay tentación de Dios, sino prueba de gran confianza en Él, cuando, encontrándose uno en un grave aprieto, le pide humildemente un favor ex traordinario,

si es para su gloria y para la salvación de las almas.550

3. Sacrilegio:

Consiste en profanar o tratar indignamente los sacramentos y otras acciones litúrgicas, así como las personas, las cosas y los lugares consagrados a Dios. El sacrilegio es un pecado grave sobre todo cuando es cometido contra la Eucaristía,

547 HÄRING, Bernhard, La ley de Cristo. T. I p. 4ª Ed. p. 763.

548 HÄRING, Bernhard, La ley de Cristo. T. I p. 764. 549 Catecismo de la Iglesia Católica. N. 2119. 550 HÄRING, Bernhard. La ley de Cristo. T. I p. 766.


171

pues en este sacramento el Cuerpo de Cristo se nos hace presente substancialmente (Can 1367-1376).

551

El sacrilegio y la simonía ofenden el honor de Dios, pero no con acción directa contra su misma persona, como la blas femia y la tentación, sino con actos que van contra lo que ha sido santificado por Él, contra lo sagrado. El sacrilegio es la profanación de lo

sagrado. Hay tres especies de sacrilegio:

552

a) Profanación de personas sagradas

Son personas sagradas las que han recibido una consagración eclesiástica sacramental y las que han hecho un voto público. Así pues, son sagradas (en grado diverso) las personas que se sometieron a una "consagración" realizada o

sancionada por la Iglesia. Éstas son: 1), los constituidos en sagradas órdenes; 2) todos los clérigos; 3) los religiosos, a quienes la Iglesia, al recibir sus votos y concederles sus privilegios, "separa" para el santo servicio de la gloria de Dios. El

bautizado, si reniega del culto con sus pecados, por ende "se profana" a sí mismo. b) Profanación de lugares sagrados

Son lugares sagrados aquellos que han sido destinados para el servicio divino, o para la sepultura de los fieles, mediante una consagración o una bendic ión conforme a los

libros litúrgicos. Todo cuanto atenta directa e inmediatamente contra la santidad de esos lugares, reviste el carácter de sacrilegio. Se comete:

1) por acciones gravemente pecaminosas de suyo, realizadas en los lugares santos, como son el asesinato, la riña y los actos exteriores de impureza.

2) Por cualquier uso profano de la Iglesia, o sea por acciones que estén en abierta oposición con la finalidad sagrada de ese lugar, como serían regocijos mundanos,

banquetes, mercados, litigios y mítines. C) Profanación de objetos sagrados

Son sagrados los objetos que sirven exclusivamente al servicio divino. Son, pues, esencialmente objetos sagrados los santos sacramentos, llamados "cosas" (res), con

relación al "objeto simbólico" y a la forma; las reliquias de los santos y las palabras de la sagrada Escritura. Los demás objetos llegan a ser sagrados (reservados para el

551 Catecismo de la Iglesia Católica. N. 2120. 552 HÄRING, Bernhard. La ley de Cristo. T. I pp. 767-771.


172

culto) mediante una consagración o una bendición constitutiva. En esta categoría entran, sobre todo, los vasos sagrados, los ornamentos y el altar. Cuanto más sagrada es una cosa, o sea cuanto más esencial es en el culto, tanto más

pecaminosa es su profanación. Entre los mayores sacrilegios hay que contar la indigna recepción o administración de los santos sacramentos, y, sobre todo, la indigna celebración de la santa misa y la

comunión. Principio: los pecados de sacrilegio, en su triple forma, son de por sí pecados sumamente graves, pero admiten parvedad de materia.

4. Simonía:

Se define como la compra o venta de las realidades espirituales. A Simón el mago, que quiso comprar el poder espiritual del que vio dotado a los apóstoles, Pedro le responde: "Vaya tu dinero a la perdición y tú con él, pues has pensado que el don de

Dios se compra con dinero" (Hch 8, 18-20). Así se ajustaba a las palabras de Jesús: "Gratis lo recibisteis, dadlo gratis" (Mt 10,8; cf Is 55,1). Es imposible apropiarse de los bienes espirituales y de comportarse respecto a ellos como un posesor o un dueño,

pues tienen su fuente en Dios. Sólo es posible recibirlos gratuitamente de él.553

Con la simonía está emparentado el nepotismo y la parcialidad en la concesión de los cargos eclesiásticos. La simonía de derecho divino es pecado mortal "ex toto genere

suo" y no admite parvedad de materia.554

28.2.2 Pecados de culto indebido:

A la virtud de religión, se opone:

555

1) El culto falso del verdadero Dios, por una forma de culto indigna de Él.

Culto indigno y supersticioso del verdadero Dios. El culto del verdadero Dios ha de corresponder, en lo posible, a s u grandeza y

santidad, o sea, ha de estar marcado por la seriedad de la pura fe cristiana. Naturalmente que, debido a la fragilidad humana, quedamos muchas veces muy por debajo de este ideal.

Entre las formas indignas y aun supersticiosas del culto de Dios, directamente opuestas a la esencia y concepto de la re ligión, están las siguientes:

• la confianza en el número y forma de ritos y oraciones. La verdadera

553 Catecismo de la Iglesia Católica. N. 2122. 554 HÄRING, Bernhard. La ley de Cristo. T. I. p. 774. 555 HÄRING, Bernhard. La ley de Cristo. T. I. p. 774.


173

confianza en Dios es sustituida por una persuasión cuasi-mágica de que la oración será escuchada no tanto en virtud de la bondad y fidelidad de Dios, sino en virtud de la misma fórmula humana. Ejemplo: las cadenas de oraciones. El uso meramente

mecánico de objetos religiosos. Reliquias, imágenes, oraciones. El desorden que hay en esto no estriba en el uso de estos objetos, venerados como sagrados, sino en colocar toda la confianza en el objeto material, en lugar de ponerla en el humilde

recurso a Dios, tales prácticas revelan un nivel religioso bajo.556

2) La idolatría, o veneración divina tributada a dioses imaginarios, al demonio,

o a ot ras criaturas. Culto que se tributa a criaturas, dioses imaginarios o enemigos de Dios. Dentro de sus especies está la idolatría de apostasía la cual es consciente y voluntaria del verdadero Dios. La apostasía práctica que rinde culto al dinero, placer,

poder. Objetivamente la idolatría es pecado grave.557

3) La superstición, o recurso cuasirreligioso a fuerzas im personales, por la

adivinación y la magia.

Superstición. Desviación del sentimiento religioso de las prácticas que se impone.

Puede afectar el culto que damos al verdadero Dios, por ejemplo, cuando de atribuir

importancia de algún modo, mágica a ciertas prácticas, por otra parte, legítimas o necesarias.

Atribuir eficacia a la sola materialidad de las oraciones o de los signos sacramentales, prescindiendo de las disposiciones interiores que exigen, es caer en la superstición.

558

Existen dos formas de superstición:

1. Adivinación: Presidir valiéndose del signo del futuro, evocación de los difuntos, astrología, astros, quiromancia, interpretación de los sueños, Es un pecado contra la virtud de la religión.

559

2. Magia: Atribuir a ciertos hechos o cosas un poder que no tiene.

- Magia Blanca: Por medios naturales producir efectos maravillosos, pecaminoso intento de violar el poder de Dios divino, desconfianza en Dios, confianza en las cosas ocultas, misterios de la naturaleza.

556 Cfr. HÄRING, Bernhard. La ley de Cristo, T. I pp. 775-777.

557 Catecismo de la Iglesia Católica. N. 2112. 558 Catecismo de la Iglesia Católica. N. 2111. 559 Catecismo de la Iglesia Católica. N. 2117.


174

- Magia Negra: Fuerzas demoníacas, prejuicios, maleficio, riqueza de la fuerza del

mal. Es pecado grave, injuria a Dios, desprecio a la omnipotencia. Es más grave que la magia blanca que emplean los magos para la diversión.

560

4) Ateísmo: Incredulidad, indiferencia religiosa, apostasía, ateísmo práctico y teórico. Es una idea falsa sobre Dios, desfigura el verdadero rostro de Dios.

561

En cuanto rechaza o niega la existencia de Dios, el ateísmo es un pecado contra la virtud de la religión (Rm 1,18). Con frecuencia el ateísmo se funda en una concepción

falsa de la autonomía humana, llevada hasta el rechazo de toda dependencia respecto a Dios.

562

Hay diversas formas de ateísmo

• Formas de ateísmo que dejan de lado a Dios, por simple ignorancia

proveniente de una educación irreligiosa.

• Formas de negación de Dios, los que profesan el agnosticismo o alguna forma de materialismo.

• Formas modernas de ateísmo. Se trata de un humanismo radical que afirma

de tal manera al hombre y su valor mismo que Dios es un obstáculo. • Una irreligiosidad no atea. Muchos no niegan a Dios, pero son ateos

prácticos, porque viven como si Dios no existiera.

29. LA ORACIÓN

Es el encuentro de Dios y del Hombre en la Palabra y su respuesta, en el amor reciproco, en la moción de la gracia y de la correspondencia humana. Orar es dialogar con Dios.

563

Los actos de la fe, esperanza y caridad que ordena el primer mandamiento se realizan en la Oración. La elevación del espíritu hacia Dios es una expresión de


561 Catecismo de la Iglesia Católica. N. 2123. 562 Catecismo de la Iglesia Católica. N. 2125. 563 HÄRING, Bernhard, La ley de Cristo. T. I p. 248.


175

nuestra adoración a Dios: Oración de Alabanza y de acción de gracias, de intercesión y de suplica. La Oración es una condición indispensable para poder obedecer los mandamientos de Dios. ‗Es preciso orar siempre sin desfallecer‘ (Lc 18,1).

564

Es Dios quien primero llama al hombre… Esta iniciativa de amor del Dios fiel es siempre lo primero en la oración la iniciativa del hombre es siempre una respuesta. A

medida que Dios se revela, y revela al hombre a sí mismo, la oración aparece como un llamamiento recíproco, un hondo acontecimiento de Alianza.

565

29.1 ESENCIA E IMPORTANCIA DE LA ORACIÓN Lo sublime de la Oración y aquello que constituye su verdadera esenc ia no es el mero

pensar en Dios, no es elevarse en el pensamiento y el afecto sobre todo lo creado. Lo sublime de la oración está en que es un comercio real con Dios, en que no solo nuestro pensamiento está en Dios, sino que nosotros estamos realmente con Dios en

la Oración, puesto que Dios se inclina verdaderamente hacia nosotros, nos habla y responde a nuestras palabras.

566

‗La Oración es la elevación del alma a Dios o la petición a Dios de los bienes convenientes (San Juan Damasceno). La humildad es una disposición necesaria para recibir gratuitamente el don de la oración: El hombre es un mendigo de Dios (Cf.

San Agust ín).567

La certeza de ser escuchados, es fuente y condición de la oración. (Mt 18,19; 21,22; Lc 8,50). Ahora bien, si uno está seguro, es que ora al Padre (Lc 11,13; Mt 7,11). La fe no es solo condición de la oración sino que también es su

efecto: el deseo es a la vez escuchado y purificado (Jn 40,50.53).568

El hombre se hace consciente de que existen confines extremos, que a su vez no son

controlables; admite que no toda la realidad está comprendida en su campo de investigación y de intervención, y que existe lo no objetivable como realidad que determina el sentido de la totalidad.

569

El señor conduce a cada persona por los caminos que El dispone y de la manera que El quiere. Cada fiel, a su vez, le responde según la determinación de su corazón y

las expresiones personales de su oración.570

29.2 ESPECIES DE ORACIÓN

564 Catecismo de la Iglesia Católica. N. 2098. 565 Catecismo de la Iglesia Católica. N. 2567. 566 HÄRING, Bernhard, La ley de Cristo. T. I p. 248. 567 Catecismo de la Iglesia Católica. N. 2559.

568 DUFOUR, León. Vocabulario de Teología Bíblica. p. 614. 569 COMPAGNONI, M. Nuevo diccionario de Teología Moral. p. 1299. 570 Catecismo de la Iglesia Católica. N. 2699.


176

La tradición cristiana ha conservado tres expresiones principales de la vida de oración:

1. La oración vocal: Esta necesidad de asociar los sentimientos a la oración interior responde a una exigencia de nuestra naturaleza humana. Somos cuerpo y espíritu, y experimentamos la necesidad de traducir exteriormente nuestros sentimientos. Es

necesario rezar con toda nuestro ser para dar a nuestra suplica todo el poder posible. Es la oración por excelencia de las multitudes por ser exterior y tan plenamente humana.

571

La oración vocal es la que se manifiesta por palabras y gestos exteriores,. Para ser buena, tiene que estar animada por la plegaria menta.

572

2. La meditación: La meditación es, sobre todo, una búsqueda. El espíritu trata de comprender el por qué y el cómo de la vida cristiana para adherirse y responder a lo

que el Señor pide. Meditar lo que se lee conduce a apropiárselo confrontándolo consigo mismo. Según sea la humildad y la fe, se descubren los movimientos que agitan el corazón y se les puede discernir. La meditación hace intervenir al

pensamiento, la imaginación la emoción y el deseo. Lo importante es avanzar, con el Espíritu Santo, por el único camino de la oración: Cristo Jesús.

573

3. La oración de contemplación: La Contemplación es la oración del hijo de Dios, del pecador perdonado que consciente en acoger el amor con el que es amado y que quiere responder a él amado más todavía (cf Lc 7,36-50; 19,1-10). La contemplación

es la entrega humilde y pobre a la voluntad amorosa del Padre, en unión cada vez más profunda con su Hijo amado. La oración contemplativa es una relación de alianza establecida por Dios en el fondo de nuestro ser (cf Jr 31,33).

La contemplación es escucha de la palabra de Dios. Lejos de ser pasiva, esta escucha es la obediencia de la fe, acogida incondicional del siervo y adhesión

amorosa del hijo. La oración contemplativa es la expresión sencilla del misterio de la oración. Es una mirada de fe, fijada en Jesús, una escucha de la Palabra de Dios, un silencioso amor. Realiza la unión con la oración de Cristo en la medida en que nos

hace participes de su misterio.574

Es sobretodo escucha y respuesta a Dios que habla. La búsqueda de Dios es

paralela al descubrimiento de la profundidad del propio ser y del ser de las cosas. La

571 Catecismo de la Iglesia Católica. Números. 2702. 2704.

572 HÄRING, Bernhard, La ley de Cristo. T. I p. 255. 573 Cfr. Catecismo de la Iglesia Católica. Números. 2705-2708. 574 Cfr Catecismo de la Iglesia Católica. Números. 2712-2718.


177

vida mística se caracteriza por la conciencia de la presencia de Dios en sí y en el mundo como el Dios del amor.

575

Las formas de la oración, tal como las revelan los escritos apostólicos canónicos, siguen siendo normativas para la oración cristiana:

FORMAS DE ORACIÓN APOSTÓLICA

1. La bendición y la adoración

La bendición expresa el movimiento de fondo de la oración cristiana: es encuentro de Dios con el hombre. Es la respuesta del hombre a los dones de Dios: porque Dios bendice, el corazón del hombre puede bendecir a su vez a Aquel que es la fuente de

toda bendición. La adoración es la primera actitud del hombre que se reconoce criatura ante su creador.

2. La oración de petición Mediante la oración de petición mostramos la conciencia de nuestra relación con

Dios. La petición ya es un retorno hacia El. La petición de perdón es el primer movimiento de la oración de petición. La humildad confiada nos devuelve a la luz de la comunión con el Padre y su Hijo Jesucristo.

3. La oración de intercesión

La intercesión es una oración de petición que nos conforma muy de cerca con la oración de Jesús. El es el único intercesor ante el Padre en favor de todos los hombres, de los pecadores en particular (cfr Rm 8,34; 1Jn 2,1; 1Tm 2, 5-8).

Interceder, pedir en favor de otro, es, desde Abraham, lo propio de un corazón conforme con la misericordia de Dios.

4. La oración de acción de gracias La acción de gracias caracteriza la oración de la Iglesia que, al celebrar la Eucaristía,

manifiesta y se convierte cada vez más en lo que ella es. Al igual que en la oración de petición, todo acontecimiento y toda necesidad pueden convertirse en ofrenda de acción de gracias.

5. La oración de alabanza

575 COMPAGNONI, M. Nuevo diccionario de Teología Moral. p. 1306.


178

La alabanza es la forma de orar que reconoce de la manera más directa que Dios es Dios. La alabanza integra las otras formas de oración y las lleva hacia Aquel que es

su fuente y su término. La oración de alabanza, totalmente desinteresada, se dirige a Dios; canta para El y le da gloria no sólo por lo que ha hecho sino porque El es.

576

29.3 CONDICIONES DE LA ORACIÓN CRISTIANA La oración cristiana es una relación de Alianza entre Dios y el hombre en Cristo. Es

acción de Dios y del Hombre; brota del Espíritu Santo y de nosotros, dirigida por completo al Padre, en unión con la voluntad humana del Hijo de Dios hecho hombre.

En la nueva Alianza, la oración es la relación viva de los hijos de Dios con su Padre infinitamente bueno, con su Hijo Jesucristo y con el Espíritu Santo. La oración es cristiana en tanto en cuando es comunión con Cristo y se extiende por la Iglesia que

es su Cuerpo. Sus dimensiones son las del Amor de Cristo.577

La oración de Jesús es la norma de la oración cristiana. Debe por eso hacerse ‗en el

nombre de Jesús (Jn 14,13s; 15,16;16,23.26), porque en la medida en que esto se verifica, somos verdaderamente escuchados. La originalidad de la oración cristiana está en su inserción en el misterio de la fidelidad de Dios, que crea a su pueblo en

comunión con Él. El objetivo es, pues, demostrar que la Oración del Cristiano no puede encerrarse en

sí misma, transformándose en vacío ritualismo e incluso en cómoda coartada para eludir los problemas de la existencia cotidiana, sino que más bien debe transformase en fuente de las decisiones morales que caracterizan la presencia del creyente en el

mundo.578

El culmen de la oración cristiana es la Eucaristía, que a su vez es ‗la cumbre y la

fuente‘ de los sacramentos y de la Liturgia de las Horas. Para la formación espiritual de todo cristiano, y en especial de todo sacerdote, es muy necesaria la educación litúrgica, en el sentido pleno de la inserción vital en el misterio pascual de Jesucristo,

muerto y resucitado, presente y operante en los sacramentos de la Iglesia.579

29.4 PECADOS CONTRA LA ORACIÓN

En el combate de la oración tenemos que hacer frente en nosotros mismos y en torno a nosotros a conceptos erróneos sobre la oración. Unos ven en ella una simple

576 Cfr. Catecismo de la Iglesia Católica. Números. 2625-2649.

577 Catecismo de la Iglesia Católica. Números. 2564-2565. 578 COMPAGNONI, M. Nuevo diccionario de Teología Moral. p. 1303. 579 JUAN PABLO II. Pastores Dabo Vobis. N. 48.


179

operación psicológica, ot ros un esfuerzo de concentración para llegar a un vacío mental. Otros la reducen a actitudes y palabras rituales.

Hay que hacer frente a lo que es sentido como fracasos en la oración: desaliento ante la sequedad, tristeza de no entregarnos totalmente al señor, porque tenemos „muchos bienes‟‟, decepción por no ser escuchados según nuestra propia voluntad. Es

necesario luchar con humildad, confianza y pers everancia, si se quiere vencer estos obstáculos.

La dificultad habitual de la oración es la distracción. Ésta descubre al que ora aquello a lo que su corazón está apegado. Esta humilde toma de conciencia debe empujar al orante a ofrecerse al Señor para ser purificado. Otra dificultad, especialmente para

los quieren orar sinceramente, es la sequedad. Forma parte de la contemplación en la que el corazón está seco, sin gusto por los pensamientos, recuerdos y sentimientos, incluso espirituales.

La tentación más frecuente, la más oculta, es nuestra falta de fe. Ésta demuestra que no se ha alcanzado todavía la disposición propia del corazón humilde. Otra tentación

a la que abre la puerta la presunción es la acedía. Los Padres espirituales entienden por ella una forma de aspereza o de desabrimiento debidos a la pereza, al relajamiento de la ascesis, al descuido den la vigilancia, a la negligencia del

corazón.580

La plegaria hecha por ostentación es una falta particularmente desagradable al señor (Mt 6,5). Así como el orar mecánicamente, es otro de los pecados repetidas veces. Por lo general, la oración indevota es sólo pecado venial, pues habrá de suponer que

uno se ponga a rezar con la voluntad perversa de injuriar a Dios. Puede suceder que perseverando en orar distraídamente viniera a manifestarse un desdén radical por el trato con Dios, esto es, una total indiferencia para con Él, y así llegar a una actitud

gravemente culpable. El mínimo de oración impuesta a todo pecado bajo pecado grave es la devota asistencia a la santa misa los domingos y días festivos. Al sacerdote (o diácono), además, la recitación del breviario y otras prácticas de oración

le obligan con mayor o menor gravedad. Sería, pues, falso afirmar que, puesto que se trata de oraciones que no están

mandadas por ninguna ley, no obliga bajo pecado; pues si su carácter obligatorio no estriba en leyes positivas, se impone, con todo, al c ristiano en su calidad de hijo de Dios.

581

29.5 RELIGIOSIDAD Y PIEDAD POPULAR

580 Cfr. Catecismo de la Iglesia Católica. Números. 2726-2733. 581 Cfr. HÄRING, Bernhard, La ley de Cristo. T. I pp. 266-269.


180

Por religión del pueblo, religiosidad popular o piedad popular, entendemos el conjunto de hondas creencias selladas por Dios, de las actitudes básicas que de esas

convicciones derivan y de las expresiones que las manifiestan. Se trata de la forma o de la existencia cultural que la religión adopta en un pueblo determinado. La religión del pueblo debe ser evangelizada siempre de nuevo. Esto implica en la

práctica, reanudar un dialogo pedagógico, a partir de los últimos eslabones que los evangelizadores de antaño dejaron en el corazón de nuestro pueblo.

582

La religiosidad popular es una expresión privilegiada de la inculturación de la fe. No se trata de sólo de expresiones religiosas sino también de valores, criterios, conductas y actitudes que nacen del dogma católico y constituyen también la

sabiduría de nuestro pueblo, formando su matriz cultural. Es necesario que reafirmemos nuestro propósito de continuar los esfuerzos por

comprender cada vez mejor y acompañar con actitudes pastorales las maneras de sentir y vivir, comprender y expresar el misterio de Dios y de Cristo por parte de nuestros pueblos, para que lleguen a encontrar su lugar propio en nuestras Iglesias

locales y en su acción pastoral.583

29.6 EL RESPETO AL NOMBRE DE DIOS

Dios tiene un nombre. No es una fuerza anónima. Comunicar su nombre es darse a conocer a los otros. Es, en cierta manera, comunicarse a sí mismo haciéndose

accesible, capaz de ser más íntimamente conocido y de ser invocado personalmente. Dios se reveló progresivamente y bajo diversos nombres a su pueblo, pero la revelación del Nombre Divino, hecha a Moisés en la teofanía de la zarza ardiente, en

el umbral del Éxodo y de la Alianza del Sinaí, demostró ser la revelación fundamental tanto para la Antigua Alianza como para la Nueva Alianza.

584

El segundo mandamiento prohíbe el juramento en falso. Hacer juramento o jurar es

tomar a Dios por testigo de lo que se afirma. Es invocar la veracidad divina como garant ía de la propia veracidad. El juramento compromete el nombre del Señor. La reprobación del juramento en falso es un deber para con Dios. Como Creador y

Señor, Dios es la norma de toda verdad. La palabra humana está de acuerdo o en oposición con Dios que es la Verdad misma. El juramento cuando es veraz y legítimo, pone de relieve la relación de la palabra humana con la verdad de Dios. El

falso juramento invoca a Dios como testigo de una mentira. GRAVES FALTAS DE RESPETO:

El Perjurio: Juramento en Falso. Promesa sin intención de cumplir o mantener.

582 PUEBLA Números. 444. 457. 583 SANTO DOMINGO. N. 36. 584 Catecismo de la Iglesia Católica. Números. 203. 204.


181

La Blasfemia: Consiste en proferir contra Dios, palabras de odio, de reproche, de desafío; en injuriar a Dios, faltarle al respeto en las expresiones, en abusar del nombre de Dios. Es contraria al respeto debido a Dios y a su Santo Nombre. Es

de suyo un pecado grave. El uso mágico de del Nombre Divino. Abusar del Nombre de Dios.

585

29.7 EL VOTO

El voto es un acto de devoción en el que el cristiano se consagra a Dios o le promete una obra buena. Por tanto, mediante el cumplimiento de sus votos entrega a Dios lo que le ha prometido y consagrado. Los Hch. De los Apóstoles nos muestran a San

Pablo cumpliendo los votos que había hecho (cf. 18,18;21,23-24). 586

El voto, es decir, la promesa deliberada y libre hecha a Dios acerca de un bien posible y mejor, debe cumplirse por la virtud de la religión.

587

Para que el Voto exista se requiere: 1. Por parte del sujeto, que sea capaz, que recaiga sobre algo bueno, posible y

mejor para él, que su contrario. 2. Por parte del objeto, que se trate efectivamente de una promesa, no de un mero

deseo o propósito, lo que implica en el sujeto la intención de obligarse.

3. Que la promesa se haga a Dios como Supremo Señor de todas las criaturas, es decir, que constituya un acto de religión.

Vicios que anulan el Voto: * La falta de uso de razón o de capacidad jurídica. * El dolo, la ignorancia, la violencia o el miedo, cuando sean tales que impidan al

sujeto. * La malicia o imposibilidad del objeto. * La promesa hecha a otro que no sea Dios.

588

Votos Condicionales: a los que va unido una petición y su cumplimiento depende de la obtestación de lo perdido (tanto en cuando). Votos Incondicionales: no están unidos a una petición particular, sino que es un

acto de religión, el hombre ofrece sus dones a si mismo para gloria de Dios por los bienes recibidos (no esperar nada a cambio).

30. EL DÍA DEL SEÑOR 30.1 ORIGEN Y SENTIDO

585 Cfr. Catecismo de la Iglesia Católica. Números. 2142-2155.

586 Catecismo de la Iglesia Católica. N. 2103. 587 Catecismo de la Iglesia Católica. N.1191, 1. 588 COMENTARIOS C.I.C. C. 1191.


182

Al Domingo, primer día de la semana, se le llama ―día del Señor‖ (1 Co 16,2). Ese día se escogió no para suplantar el sábado sino para conmemorar un acontecimiento

histórico y trascendental: el día de la Pascua.589

La Iglesia desde la tradición apostólica que tiene su origen en el mismo día de la

resurrección de Cristo, celebra el misterio pascual, cada ocho días, en el día que se llama con razón ―día del Señor‖

590 o ―domingo‖

591. El día de la resurrección de Cristo

es a la vez el primer día de la semana, memorial del primer día de la creación, y el

octavo día en que Cristo, tras su reposo del gran Sabbat , inaugura el día ―que del Señor‖ el ―día que no conoce ocaso‖.

592

Tuvo su origen en el recuerdo de los primeros encuentros de los discípulos con el Señor Resucitado, el día siguiente al sábado. (Cfr. Mt 28, 1 ss; Ap 1, 10; Hch 20,29)

593. El Domingo actual se remonta al emperador Constantino, el cual declaró

día oficial del imperio romano ―el día del sol‖ (Jesús Resucitado: el sol que nace de lo alto para iluminar al mundo).

En la escolástica se dio como justificación el severo ―precepto dominical‖ pues el hombre debe dar a Dios un culto comunitario y público. De este modo el día del Señor, como fiesta primordial debe ir acompañado de la alegría y de la cesación del

trabajo.594

Este día significa la nueva creación inaugurada con la resurrección de Cristo. Para

los cristianos vino a ser el primero de todos los días, la primera de todas las fiestas, el día del Señor. ―Nos reunimos todos el día del sol porque es el primer día (después del sábado judío, pero también el primer día), en que Dios sacando de la materia de las

tinieblas, creó el mundo; ese mismo día, Jesucristo nuestro Salvador resucitó de entre los muertos‖.

595

Sentido del Día del Señor: Celebrar la Pascua del Señor. Hacer presencia real de Cristo resucitado, en el marco actual de la Historia de la Salvación. Es el gran día de la celebración eucarística y en este día se anuncia también la parusía o vuelta del

señor (1Co 11,26).596

589 DUFOUR, León. Vocabulario de Teología Bíblica. p. 239. 590 Cfr. 1Cor 16, 2; Hch 207 Dies Domini. N. 1.

591 Concilio Vaticano II Sacrosanctum Concilium, N. 106. HANS ROTTA, Gunter. Nuevo Diccionario de Moral Cristiana. Herder, Barcelona 1993, p 161.

592 Catecismo de la Iglesia Católica. N.1166. 593 HANS ROTTER. Nuevo Diccionario de Moral Cristiana. Herder. p. 161.

594 HANS ROTTER. Nuevo Diccionario de Moral Cristiana. p. 161. 595 S Justino, Apol. 1, 67. 596 MARTIN, J. El Domingo día del Señor. p. 5.


183

―El banquete del Señor‖ es su centro, porque es aquí donde toda la comunidad de los fieles encuentra al Señor resucitado que los invita al banquete: ―el día del Señor‖, el día de la resurrección, el día de los cristianos, es nuestro día. Por eso es llamado día

del Señor: porque es en este día cuando el Señor subió victorioso al Padre. Si los paganos lo llaman día del sol, también lo hacemos con gusto; porque hoy ha amanecido la luz del mundo; hoy ha aparecido el sol de justicia cuyos rayos traen la

salvación‖. S. Jerónimo Era sobre todo ―el primer día de la semana‖, es decir, el domingo, el día de la

resurrección de Jesús, cuando los cristianos se reunían para ―partir el pan‖ (Hch 20, 7). Desde entonces hasta nuestros días la celebración de la Eucaristía se ha perpetuado, de suerte que hoy la encontramos por todas partes en al Iglesia, con la

misma estructura fundamental, sigue siendo el centro de la vida de la Iglesia.597

La Santa Madre Iglesia considera que es un deber celebrar la obra de la salvación de

su Divino Esposo cada semana en un día determinado: el Domingo. La celebración del Misterio Pascual está en el centro de la ―memoria‖que hace la Iglesia de su Señor.

Esta celebración se realiza cada semana, el día el cual ha asignado con el nombre de ―Domingo‖, la Iglesia hace la memoria de la resurrección del Señor‖, además en el circulo del año desarrolla todo el misterio de Cristo, desde la Encarnación y la

Navidad hasta la ascensión, Pentecostés y la expectativa de la dichosa esperanza y venida del Señor. Conmemorando así los misterios de la redención, abre las riquezas del poder santificador y de los méritos de su Señor, de tal manera que, en cierto

modo, se hacen presentes en todo tiempo para que puedan los fieles ponerse en contacto con ellos y llenarse de la gracia de la salvación.

598

El día del Señor no es tanto escogido por los primeros cristianos, cuando por los apóstoles y, de alguna manera por el mismo Cristo, el cual apareció resucitado en medio de los suyos precisamente en este día después del sábado, el primero de la

semana según la numeración judía. Jesús resucitó y se manifestó a los suyos ―el primer día de la semana‖ Mt 28,1; Mc

16, 9; Jn 21, 1. ―Ocho días después, estando reunidos los discípulos nuevamente en casa‖ Jn 21, 27. Jesús se apareció y mostró a Tomás las llagas de su pasión Hch 2, 41 – 47; 20, 6 – 12; 1Co 16, 2; Ap. 1, 10. Así pues, la tradición recogió del Evangelio

los dos datos: el de la resurrección con la primera aparición que Cristo a los apóstoles, y el de los ocho días después, siempre con la aparición del resucitado a los apóstoles.

El Concilio Vaticano II afirma que la Iglesia celebra el domingo ―siguiendo la tradición

597 Catecismo de la Iglesia Católica. N. 1343. 598 Sacrosanctum Concilium. N. 102.


184

apostólica, la cual tiene origen desde la misma Resurrección de Cristo. Por esto, el domingo es la fiesta primordial, que debe presentarse e inculcarse a la piedad de los fieles, de modo que sea también día de alegría y de cesación del trabajo. No se le

antepongan otras solemnidades a no ser que sean, en verdad, de suma importancia, puesto que el domingo es el fundamento y el núcleo de todo el año litúrgico.

599

Reconociendo a la celebración dominical un origen apostólico, el Concilio afirma también implícitamente también que la Iglesia no tendría el poder de trasladar el Memorial semanal del Misterio Pascual a otro día de la semana. Por lo mismo, en el

apéndice de la constitución litúrgico respecto a la reforma del calendario civil, se afirma muy significativamente: ―el sacrosanto concilio declara que no se opone a las gestiones ordenadas a introducir un calendario perpetuo e introducirlo en la sociedad

civil, con tal que conserven y garanticen la semana de siete días con el domingo, sin añadir ningún día que quede al margen de la semana, de modo que la sucesión de las semanas se mantenga intacta, a no ser que se presenten razones gravísimas, de

las que juzgará la Sede Apostólica‖ También por el nombre dado a este día, la indicación procede de los textos de la

Escritura. En el Apocalipsis dice Juan ―yo fui arrebatado en éxtasis el día del Señor‖ Ap. 1, 18. Así pues, el apelativo día del Señor es atribuido por los cristianos al día siguiente al sábado ya desde fines del Siglo I y justamente se ha perpetuado hasta

nosotros. Kiryaké = dominucus dies = domingo:

600 día del Señor, de Cristo, EL Señor,

resucitado y glorificado; el día de aquel que conoció la muerte y que es el viviente por todos los siglos. Así pues el nombre de ―domingo‖ no implica tanto una referencia a Dios creador, sino

a Cristo, el Señor. El domingo es el día de Cristo, porque es el día de la Resurrección. El culto cristiano primitivo se centro en Jesús muerto y resucitado, a quien se atribuyen los títulos de gloria como: ―salvador‖ Hch 5, 27; 4, 12; ―Cristo‖ Hch

5, 42; 9, 34; ―Señor‖ Hch 2, 36. 30.2 SANTIFICACIÓN DE LA VIDA ENTERA POR EL SACRIFICIO DE CRISTO Y

DE LA IGLESIA El Domingo en que se celebra el misterio pascual, por tradición apostólica ha de

observarse en toda la Iglesia como fiesta universal de precepto.601

El Domingo significa:

602

599 Sacrosanctum Concilium. N. 106 .

600 TERTULIANO, De Idolatr ía. 14 Pl1, 757; De Corona. 3 Y11, Csel 70, 125ss; De Jejuniis, 15 Pl 2,974. 601 Código Derecho Canónico. C. 1246, 1. 602 Carta Apostólica Dies Domini. N. 19.


185

Día de la fracción del pan.

Centro de la vida del cristiano.

Expresión de sentimiento, por donación de la persona de Cristo.

Expresión de la virtud de la religión.

Día de descanso.

El día del Señor.

El día de la Iglesia.

El día de los días.

30.3 SENTIDO DEL PRECEPTO DOMINICAL Y CAUSAS EXCUSANTES

En Deuteronomio 5, 15 encontramos que el precepto es considerado un deber. Es una invitación a la participación en la Eucaristía y en el Descanso Festivo, practicado ya desde los primeros siglos de la Iglesia.

603 Cumplen el precepto de participar en la

Misa quien asista el día de precepto, o el día anterior por la tarde.

El canon 1274 presenta un doble precepto dominical: obliga a asistir a Misa, y prohíbe realizar actividades que impidan dar culto a Dios. La Iglesia obliga a los fieles ―a participar los domingos y días de fiesta en la divina liturgia‖ y a recibir al menos una

vez al año la Eucaristía, si es posible en tiempo pascual. Preparados por el sacramento de la Reconciliación. Pero la Iglesia recomienda vivamente a los fieles la Santa Eucaristía los domingos y los días de fiesta, o con más frecuencia aun, incluso

todos los días.604

Los mandamientos de la Iglesia se sitúan en la línea de una vida moral referida a la

vida litúrgica y que se alimenta de ella. El carácter positivo de estas leyes promulgadas por la autoridad eclesiástica tiene por fin garantizar a los fieles el mínimo indispensable en el espíritu de oración y en el esfuerzo moral, en el esfuerzo

del crecimiento del amor de Dios y del prójimo.605

Los mandamientos más generales de la santa Made Iglesia son cinco, y el primero de

ellos es ―oír Misa entera los domingos y fiestas de precepto‖, esto exige a los fieles participar en la celebración Eucarística, en la que se reúne la comunidad cristiana, el día en que conmemoramos la Resurrección del Señor, y en aquellas principales

fiestas litúrgicas que conmemoran los misterios del Señor, la Virgen maría y lo Santos.

606

El mandamiento de la Iglesia determina y precisa la ley del Señor:; ―el domingo y las

demás fiestas de precepto los fieles tienen obligación de participar en la Misa ―cumple

603 Dies Domini. Números. 46 – 49. Código Derecho Canónico. C. 1248; 1274; 2181.

604 Código Derecho Canónico. C. 343. 605 Código Derecho Canónico. C. 2041. 606 Código Derecho Canónico. C. 2042.


186

el precepto de participar en Misa quien asiste a ella, dondequiera que se celebre en un rito católico, tanto el día de la fiesta, como el día anterior por la tarde‖.

607

La Eucaristía del domingo fundamenta y confirma toda la práctica cristiana. Por eso los fieles están obligados a participar en la Eucaristía los días de precepto, a no ser que estén excusados por una razón seria.

Las causas excusantes para no asistir a la Eucaristía:

608

Imposibilidad Física: enfermedad grave.

Mucha distancia de la casa al templo.

Dispensa del propio pastor (el párroco puede conceder en casos particulares, dispensa de la obligación de guardar un día de fiesta o de penitencia, o conmutarla por otras obras piadosas).

609

Quien realiza obras de caridad como cuidado de enfermos, niños y ancianos.

Los que cumplen deberes públicos y oficiales: Ejercito, Polic ía, agentes de transito (en algunas ocasiones).

Los católicos que falten a esta obligación, cometen pecado gra ve. La participación en la celebración de la Eucaristía dominical es un testimonio de pertenencia y de

fidelidad a Cristo y a su Iglesia. Los fieles proclaman así su comunión en la fe y en la caridad. Testimonian a la vez la santidad de Dios y su espe ranza de la salvación. Se reconfortan mutuamente, guiados por el Espíritu Santo.

610

―Cuando falta el ministro sagrado u otra causa grave hace imposible la participación en la celebración Eucarística, se recomienda vivamente que los fieles participen en la

Liturgia de la Palabra si esta se celebra en la Iglesia parroquial o en otro lugar sagrado conforme a lo prescrito por el obispo diocesano, o permanezcan en oración durante un tiempo conveniente, solos o en familia, o, si es oportuno, en grupos de

familias‖.611

Oír Misa por radio o televisión podrás ser muy útil para los enfermos; pero así no se

cumple el precepto que requiere la presencia visible, la participación plena, activa y

607 Código Derecho Canónico. C. 1248, 1. 608 Código Derecho Canónico. C. 1247.

609 Cfr. Código Derecho Canónico. C. 1245. 610 Código Derecho Canónico. C.1181 – 1182. 611 Código Derecho Canónico. C. 1248, 2.


187

conciente en torno al altar.612

30.4 DÍAS FESTIVOS DE PRECEPTO EN COLOMBIA

613

La celebración dominical del día y de la eucaristía del Señor tiene un papel principalísimo en la vida de la Iglesia. El ―domingo‖ en que se celebra el misterio

pascual de Cristo, por tradición apostólica ha de observarse en toda la Iglesia como fiesta principal de precepto. (CIC 1246, 1.)

Su Santidad Juan Pablo II aprobó la solicitud de la Conferencia Episcopal de Colombia en el sentido de reducir para Colombia el numero de fiestas de precepto que ocurren entre semana. En consecuencia el calendario fes tivo religioso queda

como se describe a continuación:

1. Todos los domingos del año.

2. 01 de enero: solemnidad de María Madre de Dios. 3. 8 de diciembre: la Inmaculada Concepción. 4. 25 de diciembre: la Navidad.

En estos días los católicos deben participar de la santa Misa y observar descanso festivo.

Se trasladan al día domingo las siguientes fiestas:

1. Epifanía (entre el dos y ocho de enero). 2. La ascensión del Señor: domingo séptimo de pascua. 1. Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo: domingo siguiente a la Sa ntísima

Trinidad.

Días que ya no son precepto, pero que conservan su importancia litúrgica:

1. san José: diez y nueve de marzo. 2. Santos apóstoles Pedro y Pablo: veintinueve de junio.

3. La asunción de la Santísima virgen María: quince de agosto. 4. Todos los santos: primero de noviembre.

Jueves y Viernes Santos, no son ni han sido fiestas de precepto, pero los fieles los observan religiosamente y en este sentido la ley colombiana los conserva como festivos.

612 Sacrosanctum Concilium, Números.14 – 18. 613 CELAM, CODIGO DE DERECHO CANONICO, Legislación complementaria de los países bolivarianos,

pp. 1467-1469.


188

30.5 CUANTAS VECES PUEDE UN SACERDOTE CELEBRAR LA MISA

―Exceptuados aquellos casos en que, según el derecho, se puede celebrar o concelebrar más de una Eucaristía en el mismo día, no es lícito que el sacerdote celebre más de una vez al día. Si hay escasez de sacerdotes, el Ordinario del lugar

puede conceder que, con causa justa, celebre dos veces al día, e incluso, cuando lo exige una necesidad pastoral, tres veces los domingos y fiestas de precepto.‖

614

31. VIRTUDES CARDINALES Las virtudes humanas, Son actitudes firmes, disposiciones estables, perfecciones

habituales del entendimiento y de la voluntad que regulan nuestros actos, ordenan nuestras pasiones y guían nuestra conducta según la razón y la fe. Proporcionan facilidad, dominio y gozo para llevar una vida moralmente buena. Las virtudes

morales se adquieren mediante las fuerzas humanas. Son los frutos y los gérmenes de los actos moralmente buenos. Disponen todas las potencias del ser humano para armonizarse con el amor divino.

615

31.1 LA PRUDENCIA

Definición: Proporciona al hombre el juicio de conciencia necesario para discernir el bien y elegirlo, aplicando sin error ni duda, los principios morales a las situaciones concretas, y sirve para orientar a las demás virtudes.

616 ―Es la virtud que dispone la

razón práctica a discernir en toda circunstancia nuestro verdadero bien y a elegir los medios rectos para realizarlo‖.

617 La prudencia, como virtud cristiana, es la docilidad

que Dios concede al hombre para encontrar lo moralmente recto, es decir, la voluntad

de Dios en cada situación.618

10.1.1 Actos de la Prudencia: Tres son los principales actos de la prudencia:

a) El consejo (conocimiento), examina los medios conducentes al fin.

b) El juicio (valoración), fallo o dictamen que señala lo que reclama la situación.

c) El imperio (decisión), resolución o mandato por el que la prudencia mueve a

actuar y señala la índole o modo de la acción.

614 Código Derecho Canónico. C. 905. 1 – 2. 615 Catecismo de la Iglesia Católica. N. 1804. 616 FERNANDEZ MARTINEZ, Luis., Diccionario B. A. C. p. 254.

617 Catecismo de la Iglesia Católica. N.1806. 618 COMPROMISO MORAL DEL CRISTIANO. Conferencia Episcopal Colombiana. SPEC. Bogotá, 1991,

p. 157.


189

Requisitos de la Prudencia: El amplio cometido de la prudencia requiere para su perfecta realización el empleo de casi todas las energías y habilidades del alma, sin

contar que hay que suponer la rectitud de todas estas fuerzas, o sea la presencia de todas las virtudes.

Estas armas de la prudencia pudieran acaso dividirse convenientemente conforme a los actos constitutivos de la prudencia ya indicados:

619

* Para el Consejo: Se requiere:

- Memoria: Es más que la mera facultad de acordarse o habilidad

nemotécnica para combatir el olvido.620

Una memoria fiel que tenga siempre presente las leyes y preceptos generales de la vida cristiana y, sobre todo, las útiles experiencias pasadas.

621

- Inteligencia: Que capte lo esencial en las cosas y situaciones y su relación con el bien.

- Razón: Que llegue a nuevos conocimientos y docilidad y humildad para recibir enseñanza, reconocer los límites, aceptar el consejo de otros.

- Docilidad: Pronta y humilde, atenta a las enseñazas que la vida le va ofreciendo, lista para reconocer los limites de sus propios conocimientos y por lo mismo para aprovechar la experiencia y el consejo ajenos.

* Para el Juicio:

- Solertia: Es la visión sagaz y objetiva frente a lo inesperado. Cuando falta esta cualidad, se llega fácilmente a los escrúpulos, a la timidez y vacilación del juicio; de donde resulta que no se atreve entonces el hombre a fiarse de

su propio juicio, aunque bien fundado, y contrae la manía de estar consultando siempre a los demás.

- Agilidad: para no caer en escrúpulos o vacilación, por una parte, ni en temeridad por la otra.

* Para el Imperio:

- La Providencia : considera los efectos de la acción y obra en consecuencia.

619 HÄRING, Bernhard, La ley de Cristo. T. III. p. 36. 620 MESA RUIZ, Carlos Germán., Tratado de Moral virtudes. p. 7. 621 HÄRING, Bernhard, La ley de Cristo. T. I p. 7.


190

- La circunspección: atiende a las circunstancias que tienen algún roce moral

con el acto.

- La Cautela: pone en guardia contra las dificultades de la acción. Defectos y Vicios opuestos a la Prudencia:

- La Imprudencia: Es la falta de prudencia. Puede no implicar maldad sino falta

de poner los medios adecuados al buen fin.

- Hay otra imprudencia que incluye pecado: es el acto culpablemente

imprudente. Puede suceder que el que lo comete no persigue un fin

indebido, sino que descuide obrar conforme lo pide el último fin verdadero; o sea que se equivoque culpablemente en cuanto a los medios conducentes al fin.

- La pérdida completa de la prudencia se da cuando se sustituye el último fin

por uno falso: Esta es la prudencia de la carne, ―la prudencia de este mundo‖.

- La astucia: Que emplea medios tortuosos para llegar al fin. Es la prudencia

del intrigante a quien le falta sencillez, sinceridad, veracidad y rectitud.

Las Falsas Prudencias:

- La prudencia de la carne: Esta se endereza a la posesión de los bienes carnales y es enemiga de Dios (Rom 8,6ss).

622

- La astucia: Emplea medios tortuosos para llegar al fin. Es pecado aún cuando se crea servir a una buena causa.

31.2 LA FORTALEZA Definición: Entendemos por Fortaleza la disposición del hombre a superar aquellos

obstáculos que, al presentarle como inminente lo difícil, bloquean su voluntad para obrar lo que es razonable.

623 Consiste en la disposición y fuerza para abrazar los

sufrimientos y aun la muerte, cuando así lo exige una causa justa, el reino de Dios, la

caridad y la propia salvación.624

―Es la virtud moral que asegura en las dificultades la firmeza y la constancia en la búsqueda del bien‖.

625 Es la virtud que perfecciona los

actos o pasiones de la facultad tendencial irascible, o brío, de conformidad con la

622 MESA RUIZ, Carlos Germán. Tratado de Moral Virtudes. p. 8.

623 COMPROMISO MORAL DEL CRISTIANO. Conferencia Episcopal Colombiana, 174. 624 HÄRING, Bernhard, La ley de Cristo. T. I p. 55. 625 Catecismo de la Iglesia Católica. N. 1808.


191

razón.626

La Fortaleza tiene una doble dimensión.

Virtudes afines a la fortaleza relacionadas con el ataque.

- La magnanimidad: Su objeto no es el mal a evitar, sino el bien a realizar en cuanto que es difícil. Es una virtud que incita a emprender iniciativas nobles, que empuja siempre hacia arriba.

A esta virtud se opone: Por defecto: La pusilanimidad.

Por exceso: La presunción, la ambición y la

vanagloria.

- La magnificencia: Es virtud afín de la fortaleza porque esta ordenada a la

consecución de un fin que es arduo en las acciones que posibilitan su conquista. Es tarea de esta virtud la realización de grandes cosas, sobre todo en lo que respecta a Dios y al bien común.

Los vicios contra la magnificencia son: La mezquindad o tacañería.

El despilfarro o dilapidación.

Virtudes afines a la fortaleza relacionadas con la resistencia:

- La paciencia: Es la capacidad de permanecer sereno y en paz con la clarividencia del alma a pesar de las heridas recibidas mientras se está haciendo el bien.

- La longanimidad: Virtud característica de los educadores que saben esperar

sin desanimarse el resultado de sus esfuerzos.

- La perseverancia y la constancia : La perseverancia, que sabe esperar el tiempo necesario para la realización de la obra; y la constancia, que no cede ante las dificultades.

Los vicios opuestos a la perseverancia: Por defecto: La flaqueza.

Por exceso: La pertinacia. Vicios opuestos a la fortaleza:

626 RHONHEIMER, Martín. La perspectiva de la Moral. Fundamentos de la ética f ilosófica. Madrid, p. 256.


192

- La Vileza: Consiste en no dominar el miedo. Por el miedo se infringe la ley moral y se deja de lado la realización del bien moral. Se trata de un exceso de miedo.

- La petulancia: consiste en no temer lo que hay que temer. Se trata de un

defecto de miedo.

- La temeridad: Se t rata de un exceso de audacia, que lleva a arriesgar incluso

hasta la vida sin un motivo válido. La fortaleza se falsea con la temeridad que

afronta el peligro inminente confiando que lo vencerá con sus propias fuerzas.

627

- La pusilanimidad: Hace que el hombre se contente con lo mínimo en todo lo bueno.

- La malicia: Busca una vida sin problemas, sin esfuerza moral, que cede ante la mínima presión de placer y comodidad.

- La presunción: que confía irracionalmente en si mismo. - La ambición: Que emplea su fuerzas para dominar a los demás y no para

obrar el bien.

- La vanagloria: Que busca su propio prestigio en vez de la realización del bien.

31.3 LA TEMPLANZA Definición: ―Es la virtud moral que modera la atracción de los placeres y procura el

equilibrio en el uso de los bienes creados. Asegura el dominio de la voluntad sobre los instintos y mantiene los deseos en los límites de la honestidad‖.

628 Esta virtud

establece el dominio sobre los instintos, modera la seducción de los placeres y

orienta hacia el bien los apetitos sensibles con equilibrio.629

Constituye una especie de soporte o ayuda para las demás virtudes. Nos hace disponibles para luchar por la justicia.

630

Formas de Templanza

- Abstinencia: Sobriedad en el comer y en el beber.

627 COMPROMISO MORAL DEL CRISTIANO, Conferencia Episcopal Colombiana. 177.

628 Catecismo de la Iglesia Católica. N. 1809. 629 PIEPER, Josef. Las Virtudes Fundamentales. Madrid. 1985, pp. 217- 298. 630 GONZALEZ ALVAREZ, L. Ética Latinoamericana. pp. 233-235.


193

- El ayuno: Dominio de los apetitos de los sentidos; prepara el espíritu para valores más altos, sirve para expiar los pecados como participación el la expiación ofrecida por cristo y lleva a emplear lo ahorrado en obras de

misericordia.

- La abstinencia de carne: La iglesia universal la establece para todos los

viernes del año, especialmente en cuaresma el miércoles de ceniza y el viernes santo. Están obligados a ella los mayores de catorce años hasta que hayan cumplido los cincuenta y nueve años. Se puede cambiar por una obra

de misericordia.

- La castidad: Es tratada en relación con el sexto mandamiento. ―La más noble

floración de la castidad es la virginidad, que no ha de confundirse con la simple soltería.

- Austeridad: Desprendimiento de cosas en una sociedad de la producción y el consumo.

- La mortificación: Renunciar a ciertos placeres, hacer privaciones voluntarias para alcanzar un bien mayor.

Virtudes afines a la Templanza

- La Clemencia: Mide los juicios, penas y castigos. (opuesta a la crueldad y a la

excesiva blandura). - La mansedumbre: Reúne toda la fuerza de la caridad y sabe hermanar la

máxima bondad hacia el que delinque con la máxima decisión en la lucha contra el mal.

- La estudiosidad: Opuesta a la curiosidad superficial y a la negligencia perezosa para la formación intelectual.

- Modestia: Expresión de buenos modales, buen humor. Vicios contra la Templanza

- Intemperancia: Es la mala disposición permanente de la persona a no poner

esfuerzos para mejorar, creciendo con facilidad en los deseos desordenados,

lo cual destruye los valores espirituales y esclaviza al hombre. - Incontinencia: Oscurece el juicio de la prudencia, hace injusto el obrar y

embota la mente.


194

- Falta de amor: Busca el goce egoísta y del placer, abusa, arruina y lleva al

pecado, imposibilitando el amor verdadero.631

Formas de Templanza.632

Formas de Intemperancia.

Castidad. Lujuria.

Sobriedad. Lujuria.

Humildad. Soberbia.

Mansedumbre. Cólera, Ira.

Studiositas. Curiositas.

31.4 LA HUMILDAD

Definición: Es la virtud moral que consiste en tener de si mismos aquella estima y respeto que corresponden a la verdad de la propia configuración en el mundo creado y salvado por Dios, en la óptica de la elevación a hijos de Dios, pero siempre

perfectibles. Es una virtud que no excluye el gozo y la satisfacción de los bienes qu e se poseen, con tal de que no se los atribuya a uno mismo, sino a Dios, dador de todo bien.

633 Es una virtud moral que refrena el ánimo para que no busque

presuntuosamente su propia grandeza.634

La humildad cristiana es la ―imitación interior, espiritual, del gran gesto de Cristo Dios que, renunciando a su grandeza y majestad, viene hacia los hombre para hacerse, libre y alegremente esclavo de sus

criaturas.635

La persona humilde es aquella que asume con amor y agradecimiento la propia condición de criatura, y con lo que es y tienen se pone al servicio del prójimo. La humildad consiste en que el hombre se tenga por lo que realmente es, reconocer y

aceptar su dependencia como criatura de Dios.636

Requisitos de la Humildad

637

- La humildad es amor de adoración y agradecimiento.

- De cómo el humilde conocimiento de sí mismo y el jubiloso y humilde reconocimiento de la grandeza de Dios peligran por una falsa y prácticamente incrédula confrontación con el prójimo.

631 HÄRING, Bernhard, La ley de Cristo. T. I pp. 881-889. 632 MESA RUIZ, Carlos Germán. Tratado de Moral Virtudes. p. 20. 633 VIDAL, Marciano. Nuevo Diccionario de Teología Moral. Ed. Paulinas. pp. 882-889. 634 COMPROMISO MORAL DEL CRISTIANO. Conferencia Episcopal Colombiana. p. 182.

635 HÄRING, Bernhard, La ley de Cristo. T. I p. 79. 636 HORMAN, Kart. Diccionario de Moral Cristiana. pp. 581-583. 637 HÄRING, Bernhard, La ley de Cristo. T. I pp. 82-87.


195

- La humildad es andar en la verdad.

- La humildad es la verdad aún en las obras.

- La humildad, desbordamiento y manifestación de la caridad.

- La humildad, don del cielo y victoria en el combate.

Frutos de la Humildad

- Elevación: El que se humilla será ensalzado (Mat 23,12). ―Dios resiste a los

soberbios y a los humildes da su gracia‖ (1Pe 5,5). - La Gracia: La humildad es condición para recibir la divina caridad.

- La Fe: Abre nuestra alma a la palabra de Dios que libera, nos humilla pero también nos levanta. No llega el hombre a la fe sino supuesto cierto grado de humildad

638. El señor se revela a los humildes (Mat 11,12).

639

- Penitencia: La humildad es condición indispensable para el verdadero

conocimiento propio, para el dolor y la penitencia.

- Conciencia Sana: Enriquece y purifica la conciencia del hombre.

- Respeto: La humildad garantiza el respeto en el amor.640

Protege el amor y descubre a Dios presente.

641

Vicios que se oponen a la Humildad Su contrario es el orgullo, que también tiene sus grados:

- La Vanidad: Es el que se engríe pequeñas ventajas, como la hermosura corporal, el rango, el vestido, la alcurnia, las riquezas, la familia y por ellas descuida los valores superiores.

- La orgullosa complacencia de si mismo: Se jacta de los propios méritos

como si no los hubiera recibido de Dios mismo.

- La soberbia: Es el peor enemigo de la humildad. Considera superior la

propia excelencia a todos los demás valores.642

638 HÄRING, Bernhard, La ley de Cristo. T. I p. 87.

639 VIDAL, Marciano. Nuevo Diccionario de Teología Moral. p. 440. 640 HÄRING, Bernhard, La ley de Cristo. T. I p. 88. 641 VIDAL, Marciano. Nuevo Diccionario de Teología Moral. p. 440.


196

- La Jactancia: El jactancioso no niega que tales dones los recibió de Dios, más se gloria de ellos como si los poseyera por sus propios méritos.

- La vanagloria: Se esfuerza para que otros contemplen extasiados nuestros reales o imaginarios méritos.

643

La Humildad, manifestación de la Caridad.644

El amor es el que hace que la humildad sea verdadera, porque permite apreciar en su justo valor los bienes ajenos y también los propios, a la vez que hace ver la dimensión

de servicio que ellos tienen. La humildad sin amor a los sumo sería abatimiento. Mas con el amor, la humildad se dispone a acometer las mayores empresas a que Dios llama. El ejemplo de Cristo nos revela la novedad más grande de la humildad

cristiana: la ―Kénosis‖ del Verbo nos ha hecho ver que la verdadera grandeza consiste en el ―abajamiento voluntario‖, animado por la caridad y dirigido al servicio de l os hermanos, que es un servicio activo, así no se llega a la pusilanimidad.

IV. BIOÉTICA

32. EL COMIENZO DE LA VIDA HUMANA

La vida es un valor que tiene por tanto un valor estimable y debe ser acogida con toda responsabilidad. Esto conlleva que sea respetada ―en todas sus etapas‖ sea defendida y promovida como el derecho fundamental y más primario en la persona.

Este es inviolable.645

La Iglesia, por todos los medios busca mostrar cómo la vida es un don dado por Dios

y sólo Él puede disponer de ella. El progreso científico técnico, que el hombre contemporáneo acrecienta

continuamente en su dominio sobre la naturaleza, no desarrolla la esperanza de crear una humanidad nueva y mejor, sino una angustia cada vez más profunda ante el futuro.

646 La técnica entonces es algo muy apropiada que debe ponerse al servicio de

la humanidad, mediante sus avances se posibilita el mejoramiento de la calidad de vida.

Los hombres debemos de aprender que muy a pesar de los grandes avances y

642 MESA RUIZ, Carlos Germán. Tratado de Moral Virtudes. p. 26. 643 HÄRING, Bernhard, La ley de Cristo. T. I p. 89. 644 MESA RUIZ, Carlos Germán. Tratado de Moral Virtudes. p. 26. 645 Cfr. CONGREGACIÓN PARA LA DOCTRINA DE LA FE, Instrucción sobre el respeto a la vida humana

naciente y la dignidad de la procreación, Donum Vitae. Ediciones Paulinas, Bogotá, 1998. N. 5. 646 Cfr. JUAN PABLO II. Familiaris Consortio, Exhortación Apostólica , Ediciones Paulinas, Bogotá,1996.

N.30.


197

medios posibles, Dios está por cualquiera de ellos. ―La Iglesia cree firmemente que la vida humana, aunque débil y enferma, es siempre un valor espléndido del Dios de la bondad‖.

La Iglesia está llamando nuevamente a todos, con un convencimiento más claro y firme, su voluntad de promover con todos los medios y defender contra toda i nsidia la

vida humana, en cualquier condición o fase de su desarrollo en que se encuentre. 647

Por ese encargo dado a la Iglesia, de oponerse totalmente a todo atentado contra la

vida, sea por anticoncepcionismo, esterilización y cuanto más el aborto procu rado. Hay que rechazar el que las relaciones internacionales destinen ayudas económicas concedidas para el desarrollo de programas de esterilización y aborto procurado.

648

32.1 LA VIDA EN SU ORIGEN

¿En qué momento comienza verdaderamente? Cuando el óvulo unido al espermatozoide, se da el proceso de fecundación y esta

nueva vida no es ya la de sus progenitores, sino un ser totalmente nuevo. Debe cuidársele y promovérsele desde ese momento, sino, no será posible llegar a su concepción.

Fecundación

Estado y celular

Mórula

Blastocito temprano.

El hombre: XY, 23 pares. La mujer: XX, 23 pares.

Se presenta entonces una división celular: Si de XY predomina X, la mujer aporta el otro X, lo cual da una niña. Si de XY predomina Y, la mujer aporta el otro X, da origen a un niño.

Los genes se agrupan en grupos aislados llamados Cromosomas. En cada ser vivo el numero de cromosomas varia, siendo en los humanos de 46. La mitad de estos 46

cromosomas son heredados por el padre, mientras que la otra por la madre. Las células sexuales pueden ser de dos tipos: X o Y. Los óvulos siempre son X; los espermatozoides pueden ser X o Y. Si el espermatozoide que se une con el óvulo es

X, la nueva célula será XX. Esto significa que el nuevo bebé será una niña. Si por el contrario el espermatozoide es Y, la nueva célula será XY. Esto significa que el nuevo bebé será un niño.

647 Cfr. Familiaris Consortio. N. 30. 648 Cfr. MENSAJE DEL VI SINODO DE OBISPOS A LAS FAMILIAS EN EL MUNDO CONTEMPORÁNEO.


198

Puede darse el caso en que se tome los 23 cromosomas XX y a este se junte los 23 del padre pero también X, no habiendo esta división de los cromosomas de la madre,

puede producir malformaciones genéticas por la no-separación del XX materno. El óvulo ya fecundado puede dividirse genéticamente, lo cual produce gemelos

monocigóticos ―genéticamente iguales‖ pero poseen varias vidas totalmente independientes entre si.

Surgen a partir de la aparición del cigoto en diferentes etapas del desarrollo. Ambos blastocitos se plantan independientemente y cada embrión posee placenta y saco cariónico propio. Tiene lugar en la etapa temprana del blastocito sitio cuando la

masa celular externa se separa en dos grupos la célula dentro de la misma cavidad del blastocito, tiene común placenta.

649

Hay una multitud de seres humanos débiles e indefensos, como son, concretamente los niños aún no nacidos, está siendo aplastado en ellos su derecho fundamental a la vida.

650

La fecundación: Es el momento decisivo en que se junta en óvulo con el espermatozoide, dando origen a una nueva vida. Ésta trae una codificación genética

propia.651

Fenómeno en virtud del cual se fusionan los gametos masculino y femenino.

652

32.2 TEORIAS A LA LUZ DE LA EMBRIOLOGIA MODERNA 1. Fecundación. Es el momento decisivo en que se junta en óvulo con el esperma,

dando origen a una nueva vida. Ésta trae una codificación genética propia.653

Fenómeno en virtud del cual se fusionan los gametos masculino y femenino.

654

Proceso de gestación mes a mes: La concepción puede ocurrir 30 minutos después de la relación sexual.

Los espermatozoides comienzan la carrera en el interior del cuerpo de la mujer. No todos alcanzarán la meta, algunos se quedarán por el camino, y aunque varios de ellos consigan encontrarse con el óvulo, solo uno lo fecundará.

649 Cfr. SADLER, T. W., Embriología medica, con orientación clínica. 8ª edición. p. 35. 650 Cfr. JUAN PABLO II, El evangelio de la vida. Carta encíclica. Ediciones Paulinas, Bogotá, 2002. N. 5. 651 Cfr. TRATADO DE BIOÉTICA, Padre, German Mesa. p. 30.

652 Cfr. SADLER, T. W., Embriología medica, con orientación clínica. p. 36. 653 Cfr. TRATADO DE BIOÉTICA, Padre, German Mesa. p. 30. 654 Cfr. SADLER, T. W., Embriología medica, con orientación clínica. p. 36.


199

En su camino, los espermatozoides, que son capaces de moverse, empiezan a ascender desde la vagina en busca del óvulo. Llegan a una gran sala, el útero, y después entran por un túnel, las trompas.

Por otro lado, uno de los ovarios expulsa el óvulo, que es recogido por una de las trompas. Aunque el óvulo no puede moverse, los movimientos de la trompa hacen

que éste descienda por ella. Así, el óvulo y los espermatozoides han llegado al mismo lugar, a las trompas. Por fin se encuentran. Los espermatozoides rodean el óvulo, pero solo uno penetra en su interior. El óvulo, de este modo, se une al

espermatozoide. Se ha producido la fecundación. De esta unión nace el cigoto, que inmediatamente empieza a multiplicarse y

desciende hasta el útero. Allí se fijará a sus paredes para desarrollarse. Comienza así el embarazo, y durante los nueve meses siguientes se formará un nuevo ser.

Tres semanas: En el pequeño niño de dos milímetros de largo ya han comenzado a formarse los ojos, la medula espinal , el sistema nervioso, los pulmones el estomago y los intestinos, su corazón ya late desde los 18 días.

Mes 1: Mide 4 mm y pesa 1 g. Desarrollo incipiente de la cabeza. El corazón ya late.

Seis semanas y media: Ya para el día 40 (menos de 6 semanas) las ondas cerebrales se pueden detectar y grabar. El hígado está funcionando y el cerebro comienza a controlar los movimientos de los músculos y de los órganos.

Siete semanas: En esta etapa el bebe es de aproximadamente 3/4 de pulgada. Ahora es el feto el que produce su propia sangre. Ya posee su propia red de arterias

y venas. El oxigeno es suministrado y expulsado a través de la placenta. Los dedos toman forma, se alargan y se separan Aparecen los dedos de los pies, la nariz, boca y orejas toman mas forma. Ahora está perfectamente formado. El esqueleto esta

completo y ya hay reflejos. Mes 2: Mide 3 cm y pesa 3 g. Desarrollo de brazos y piernas, as í como del cerebro y

órganos internos. El niño en esta etapa de desarrollo puede formar un puño, tener hipo, chuparse el dedo pulgar, dormir y despertarse. Todos los sistemas del cuerpo están funcionando. El corazón ya lleva un mes funcionando. El estomago produce

jugos digestivos y los riñones han empezado a funcionar Un grupo de 40 músculos empiezan a funcionar conjuntamente con el sistema nervioso, aunque la madre siente los movimientos hasta el 4 o 5 mes.

Nueve semanas: Las huellas digitales ya son evidentes en la piel del niño. Ya curvea sus dedos alrededor de un objeto que es colocado en la palma de su mano.


200

Once semanas: Mientras la placenta continua suministrando alimento y oxigeno, el niño puede hacer expresiones faciales, completas e incluso sonreír. Todos los sistemas del cuerpo se están volviendo más eficientes. Ya puede orinar, tragan

digiere, respira fluido, duerme, sueña, se despierta, saborea, oye y puede sentir dolor. Su carita toma forma de niño y los movimientos de los músculos son mas coordinados. El cordón que lo une a la madre lleva alrededor de una taza de sangre

por minuto. Los párpados permanecerán ahora cerrados para proteger la madurez de las fibras del nervio hasta aproximadamente los 7 meses.

Mes 3: Mide 10 cm y pesa 45 g. Desarrollo de los párpados y movimiento de las extremidades.

Mes 4: Mide 15 cm y pesa 180 g. Se cubre de lanugo. El intestino comienza a llenarse de meconio. La piel es todavía muy fina, casi transparente. Comienza a reconocer que la voz y el corazón de su madre son externos a él.

Dieciocho semanas: Es activo y enérgico, flexiona los músculos, da puñetazos y patea, ahora la madre siente sus movimientos.

Mes 5: Mide 18 cm y pesa 500 g. Crece el pelo de la cabeza, pestañas y cejas. Desarrollo del sistema inmunitario.

Mes 6: Mide 25 cm y pesa 1000 g. La cara ya está completamente formada. La piel se cubre de un material graso llamado vérnix caseoso. Abre los ojos y se mueve

mucho. Mes 7: Mide 30 cm y pesa 1500 g. Comienzan a moverse los pulm ones. Aumenta la

grasa subcutánea y ya no cabe bien en el útero. Mes 8: Mide 35 cm y pesa 2500 g. Generalmente se pone boca abajo (posición

cefálica) Se engrosa la piel, adquiriendo el tono rosáceo que tendrá definitivamente. Mes 9: Mide 50 cm y pesa 3000 g. Los pulmones ya están completamente formados

para la vida exterior. El bebé puede nacer ya.655

2. Momento de la segmentación: Ocurre a nivel celular. Dentro de esta división el

zigoto puede fragmentarse formando varios individuos. Se produce entre los días 1 y 8.

―Cuando el cigoto ha llegado al periodo bicelular, experimenta una serie de divisiones mitóticas que producen un incremento del número de células. Tres días después de la

655 http://es.wikipedia.org/wiki/Embarazo.


201

fecundación, aproximadamente, las células del embrión compactado vuel ven a dividirse en forma de mórula (mora) de 16 células‖ después de la tercera división (2,4,8 células).

656

3. Momento de la implantación: Se produce al término de la primera semana. Instante en que el blastocito se aloja dentro del útero. En condiciones no rmales el

blastocito humano se implanta en la pared posterior o anterior del útero. Puede ocurrir implantación fuera del útero, el cual origina el embarazo extrauterino. 4. Desarrollo de la corteza cerebral: Comienza a llevarse a cabo entre los días 22 y

23. Es cuando el cerebro inicia a enviar ondas eléctricas, con lo cual muestra su funcionamiento y este puede detectarse.

¿Podría entonces detectarse antes de esta etapa?. El embrión en desarrollo ya tiene la capacidad para poner en funcionamiento el

cerebro.657

Durante los veinte días anteriores, ha de demostrarse como ya desde el momento de

la fecundación existe vida no solamente por su desarrollo cerebral. 5.1.2.5 Movimiento del feto.

Momento en que la madre verifica los primeros movimientos del feto en su seno.658

1.2.6 Viabilidad: Cuando el feto puede vivir fuera del seno materno o prueba que

posee vida independiente. Está suele darse a partir del (6 mes) en condiciones normales.

659

1.2.7 El nacimiento: Biológicamente nace el neonato independiente de la madre. La fecha de parto de manera exacta en 266 días o 38 semanas después de la fecundación.

660

32.3 TRANSMISIÓN DE LA VIDA HUMANA

La fecundación es el fruto y el signo del amor conyugal, el testimonio vivo de la entrega plena y rec íproca de los esposos. No puede reducirse solo la procreación sino que es necesario se amplíe y enriquezca con frutos de vida moral y espiritual y

sobrenatural que el padre y madre están llamados a ofrecer a los hijos por medio de

656 Cfr. SADLER, T. W., Embriología medica, con orientación clínica. p.40. 657 Cfr. VARGA, Andrew C. Bioética. Principales problemas. San Pablo, Bogotá, 1998. 4 ed. p. 72.

658 Cfr. VARGA, Andrew C. Bioética. Principales problemas. p. 72. 659 Cfr. VARGA, Andrew C. Bioética. Principales problemas. p. 73. 660 Cfr. SADLER, T. W., Embriología medica, con orientación clínica. p. 112.


202

ellos mismos y de la Iglesia.661

El amor fecundo de los esposos no se agota, esta destinado a prolongarse y suscitar

nuevas vidas.662

La alianza matrimonial, por la que el varón y la mujer constituyen entre si un

consorcio para toda la vida, ordenado por su misma índole al bien de los cónyuges y generación y educación de la prole.

663 Las características del amor conyugal son: es

un amor plenamente humano, un amor total, un amor fiel y exclusivo y un amor

fecundo.664

En el oficio de transmitir la vida humana y educarla, han de considerarse los esposos con una misión propia, saben ellos que son cooperadores del amor de Dios y en cierta manera sus intérpretes por eso cumplirán su deber con responsabilidad,

tratarán de formar un recto juicio, mirando el bien de los hijos nacidos y por nacer. La paternidad y maternidad, siempre han de estar en el ámbito del matrimonio.

665

32.4 ALGUNOS CASOS Y CRITERIOS Existen los valores fundamentales relacionados con la técnica de la procreación.

La vida del ser humano a la existencia.

La forma ―original‖ con que esa vida se transmite.

No todo lo técnicamente posible es moralmente válido.

1. Inseminación: Depositar espermatozoides cerca del óvulo, ésta puede ser dada de modo natural, mediante la relación sexual normal o también de manera arti ficial, inyectando los espermatozoides en la vagina, cuello uterino o útero.

666 Se habla

imprecisamente de ―inseminación natural‖, cuando luego de la relación sexual normal con medios técnicos se ayuda a los espermatozoides a llegar hasta el útero. Tal como sucede hoy día, la inseminación artificial se usa a favor de las metas de la eugenesia

positiva.667

661 Cfr. Familiaris Consortio, N. 28. 662 Cfr. PABLO VI. Humanae Vitae, carta Encíclica, sobre la regulación de la natalidad. Ediciones

Paulinas, Bogotá, 1998. N. 9. 663 Cfr. Código Derecho Canónico, C. 1055.1. 664 Cfr. PABLO VI. Humanae Vitae, carta Encíclica, sobre la regulación de la natalidad. Ediciones

Paulinas, Bogotá, 1998. N. 9.

665 Cfr. Gaudium et Spes. N. 50. 666 Cfr. BLÁZQUEZ, Niceto, Bioética Fundamental. p. 615. 667 Cfr. VARGA, Andrew C. Bioética. Principales problemas. p. 101.


203

2. Inseminación artificial: Introducción del semen del propio marido o de un donante ―en la vagina o el útero por medio diferentes al acoplamiento sexual normal.

668

Tal como sucede hoy día, la inseminación artificial no se usa a favor de las metas de la eugenesia positiva, sino que recientes avances de la técnica posibilitan ciertos objetivos ilimitados de la eugenesia positiva.

669

Valor moral “de la inseminación”: Según el Papa Pío XII y con él el magisterio, los principio esenciales de la medicina son:

Mayor importancia a la parte espiritual que al cuerpo mismo.

Fraternidad entre todos los hombres.

Dios como soberano sobre la vida y sobre su destino. Sería válido este tipo de inseminación solo en el caso que se haga dentro del matrimonio y bajo la relación sexual normal, ayudando al semen que ha quedado

atrapado en el cuello uterino.670

La fecundación artificial fuera del matrimonio ha de considerarse siempre pura y simplemente inmoral. La ley natural y la ley divina positiva, establecen que la procreación de una vida no puede ser fruto sino del

matrimonio. Sólo el matrimonio salvaguarda la dignidad de los esposos. Inseminación homóloga: Inseminación artificial entere los esposos.

671 La

relación que existe entre procreación y acto conyugal desde el punto de vista moral: La enseñanza de la Iglesia afirma la ―inseparable conexión, que Dios a querido y que el hombre no puede romper por propia iniciativa entre los dos

significados del acto conyugal: el significado unitivo y el significado procreador. Este principio, fundamentado sobre la naturaleza del matrimonio y sobre la íntima conexión de sus bienes, tiene consecuencias bien conocidas en el plano de la

maternidad y paternidad responsables. La doctrina aclara el problema moral de la fecundación arti ficial homóloga, porque

nunca está permitido separar estos dos aspectos hasta el punto de excluir positivamente sea la intención procreativa sea la relación conyugal.

672

La inseminación artificial homologa dentro del matrimonio no se puede admitir, salvo

en caso en que el medio técnico no sustituya al acto conyugal, sino que sea una facilitación y una ayuda para que aquél alcance su finalidad natural.

673

668 Cfr. BLÁZQUEZ, Niceto, Bioética Fundamental. p. 615. 669 Cfr. VARGA, Andrew C. Bioética. Principales problemas. p. 101. 670 Cfr. BLÁZQUEZ, Niceto, Bioética Fundamental. p. 218.

671 Donum Vitae. N. 5. 672 Donum Vitae. N. 5. 673 RESPETO A LA VIDA HUMANA NACIENTE Y A LA DIGNIDAD DE LA PROCREACIÓN pp. 35-43.


204

Inseminación heteróloga: El matrimonio según la naturaleza, es monógamo. Este tipo de inseminación introduce, de manera muy clara, un tercero dentro de esta unión exclusiva. El hecho inmoral es int roducir una tercera persona dentro el

matrimonio, el cual es la unión exclusiva de un hombre y una mujer por mutuo amor y con el fin de procrear.

Debe tenerse en cuenta que la fertilidad o infertilidad no es asunto individual sino un problema común o mutuo de un hombre y una mujer, unidos en matrimonio. Para bien o para mal.

Ningún cónyuge, aisladamente, es fértil o infértil sino sólo con relación a su otro cónyuge. Los esposos no deben alterar la naturaleza esencial del matrimonio con

miras a traer un niño dentro de la sociedad conyugal. Los esposos pueden alcanzar este objetivo adoptando un niño, la cual pone a sal vo la igualdad fundamental de los esposos y la unidad del matrimonio.

674

Fivet Heteróloga: Técnica con el propósito de llegar a una concepción humana

por la unión ―in Vitro‖ de los gametos extraídos de una persona donadora junto

con uno de los cónyuges. Por el posible abuso en este caso, se pide que se insemine el mismo número de

óvulos que finalmente serán implantados. La congelación de embriones diseminados ―in Vitro‖ tendrá lugar únicamente para

salvar la vida de aquellos que no pueden ser transferidos inmediatamente, puesto que para este tipo de inseminación la obtención del semen es por medio de la masturbación, lo hacen moralmente ilícito.

En ningún caso se puede aceptar el recurso de la inseminación extracorpórea con intención de seleccionar unos embriones y rechazar otros.

675

Valoración moral. El Papa Pío XII dice: La esterilidad ―obstaculiza‖ la obtención del fin principal del matrimonio provocando un profundo malestar en la prole. Para eso se

debe fomentar por todos los medios el estudio e investigación al respecto de la fertilidad, siempre bajo la revisión de personal competente.

La esterilidad involuntaria del matrimonio, puede convertirse en un serio peligro para la unión y la estabilidad de la misma familia.

676

De otro lado el matrimonio está en orden al bien de los esposos y generación de la

prole, no únicamente los hijos.

674 Cfr. VARGA, Andrew C., Bioética. Principales problemas. pp. 104-105. 675 Cfr. BLÁZQUEZ, Niceto, Bioética Fundamental. p. 208. 676 Cfr. BLÁZQUEZ, Niceto, Bioética Fundamental. p. 223.


205

Licitud moral. ―Respecto a las tentativas de fecundación artificial humana (in Vitro) basta observar que es necesario rechazarlas como inmorales y absolutamente ilícitas‖.

El matrimonio no significa derecho absoluto a tener hijos de cualquier forma. Da derecho a los actos naturales que conduzcan a generar una nueva vida.

677

La fecundación ―in Vitro‖ sin transferencia de embriones, es aquella que lleva a destrucción de un gran número de ellos con la finalidad de la experimentación, lo cual

resulta contrario a la moral puesto que ésta nueva vida no puede llegar a término. La fecundación artificial heteróloga, es moralmente ilícita.

En una mujer casada recibir esperma de un donador o de su esposo donar semen a otra mujer, es totalmente injustificable.

678

4. Ingeniería genética: Es la intervención directa en las estructuras genéticas de un ser viviente.

679

Debe estar vigilada por unos criterios, para hacerla realmente humana:

o

No cerrarle las posibilidades a la investigación.

Considerarla, pero sin extrapolación humana.

Puesto que es una intervención científica de los genes humanos y el embrión ―no sólo para corregir errores‖ sino añadirán nuevo rasgo procurando mejorar la especie o aumentar inteligencia, debe exigir limites éticos.

680

5. Terapia genética: Es la intervención quirúrgica directa, con el fin de corregir posibles defectos o eliminar información en el DNA.

6. Reproducción asexual “Clonación”: Extirpar el núcleo del óvulo fecundado y sustituirlo por el de una célula somática. Aquí se puede reproducir copias a plena

voluntad.

7. Eugenesia: Viene del griego Eugenés significa ser de ―buena raza‖- buen origen. Ciencia que t rata de los factores que mejoran las cualidades innatas de una raza. Su

677 Cfr. PIO XII. DISCURSO AL SEGUNDO CONGRESO MUNDIAL DE LA FERTILIDAD Y

ESTERILIDAD, pp. 131-135.

678 Cfr. Donum Vitae. N. 2. 679 Cfr. VARGA, Andrew C. Bioética. Principales problemas. p. 141. 680 Cfr. HÄRING, Bernhard, La ley de Cristo. T. III. p.46.


206

riesgo: mediante tal manipulación puede pretenderse crear razas superiores, eliminando por tanto a los demás.

681

1 Eugenesia Positiva. Producción de una reproducción humana de calidad, llevada con rigor científico, evitando transmitir taras genéticas hereditarias. ―Selección de las mejores células germinales‖.

2 Eugenesia Negativa. Establecer normas legales que impiden el matrimonio o la procreación a personas con riesgo de transmitir enfermedades

hereditarias. A fin de eliminar características no deseables para la especie humana.

Evitando la descendencia defectuosa.

Impidiendo la Unión matrimonial en tales casos.

Procurando en tales casos la esterilización.

Eliminación de la descendencia defectuosa mediante el aborto y la limpieza social.

682

3 Esterilización Preventiva. Procedimiento para evitar la reproducción humana. Precisiones éticas:

No puede acudir a la esterilización antes de haber agotado otros procedimientos.

No puede llevarse a cabo indiscriminadamente y violentando la ca pacidad de decisión de las personas.

681 Cfr. BLÁZQUEZ, Niceto, Bioética Fundamental. p. 171. 682 Cfr. BLÁZQUEZ, Niceto, Bioética Fundamental. p. 372.


207

33. LA VIDA DEL HOMBRE El primer derecho de la persona humana es su vida, es el bien fundamental y

condición para los demás derechos. La vida humana debe ser protegida a lo largo de su existencia, el hombre está obligado a defenderla y a conservarla.

683

La vida es un don dado al hombre por Dios, y sujetado a su divina potestad. Desde su concepción el niño tiene derecho a la vida, el aborto directo, buscado como un fin o como un medio, es una práctica infame, gravemente contrario a la ley moral.

684

El derecho a la vida aparece como uno de los principios más fundamentales y evidentes en todas las ideologías y culturas. La vida humana deber ser defendida y

respetada por todos los miembros de la comunidad. La vida es un don dado al hombre por Dios y sujetado a su divina potestad.

El primer derecho de la persona humana es su vida, es un valor fundamental y por lo tanto condición para los demás. Dice la declaración de los derechos humanos en su artículo tercero: Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la

seguridad.685

33.1 CONCIENCIA MORAL CRISTIANA Y RESPETO A LA VIDA

La vida humana es sagrada porque desde su inicio es fruto de la acción creadora de Dios, y permanece siempre en una especial relación con su creador, su único fin,

Sólo Dios es Señor de la vida, desde su comienzo hasta su fin. Nadie en ninguna circunstancia, puede atribuirse el derecho de matar de modo directo a un ser humano inocente. La vida del hombre es un don, la vida y la muerte del hombre están en las

manos de Dios.686

La vida humana es un don recibido de Dios y que a El le pertenece, disponer de la vida humana y ajena es usurpar un derecho que solo a Dios pertenece.

687

El suicidio es gravemente contrario a la justicia, a la esperanza y la caridad, está prohibido por el quinto mandamiento.

688

33.2 SIGNIFICADO DE LA VIDA CORPORAL

La persona humana creada a imagen de Dios es un ser a la vez corporal y espiritual.

683 FERNÁNDEZ, Aurelio. Compendio de Teología Moral. Madrid, p. 441. 684 Donum Vitae. N. 7. 685 Cfr. Síntesis. 1998 p. 1.

686 Cfr. Catecismo de la Iglesia Católica. N. 2258. 687 Cfr. VIDAL, Marciano. T. II. Moral de la persona pp. 203-204. 688 Catecismo de la Iglesia Católica. N. 2325.


208

El hombre en su totalidad es querido por Dios. El Cuerpo del hombre participa de la dignidad de imagen de Dios. La unidad del alma y el cuerpo es tan profunda que se debe considerar el alma como la forma del cuerpo.

689

La consideración cristiana del Cuerpo tiene como base la encarnación del Hijo de Dios. El hombre está obligado a considerar su cuerpo como bueno y digno de honor,

ya que ha sido creado por Dios y ha de resucitar el último día. La misma dignidad del hombre exige que dé gloria a Dios en su cuerpo.

690

La persona creada imagen y semejanza de Dios, es un ser a la vez corporal y espiritual, es toda la persona la que está llamada a ser en el cuerpo de Cristo, el templo del Espíritu Santo. [Cfr. 1Cor. 6, 19-20].

Respeto a la persona humana concreta: Individualización e irrepetible. Respeto a los otros: El hombre es un ser social. Respeto al mundo material y humano: Principio de instrumentalidad.

Respeto al mundo según la fe cristiana: El sujeto humano se realiza en la expresión y en la comunicación visible, del cuerpo ante el mundo material y social ante Dios.

33.3 EL HOMBRE ADMINISTRADOR DE SU VIDA Por haber sido hecho a imagen de Dios, el ser humano tiene la dignidad de persona,

no es solamente algo sino alguien. Es capaz de conocerse, de poseerse y de darse libremente y entrar en comunión con otras personas, también es llamado por la gracia a una alianza con su creador ofreciéndole una respuesta de fe y de amor.

691

El creador ha confiado la vida del hombre a su cuidado responsable, no para que disponga de ella de modo arbitrario, sino para que la custodie con sabiduría y la administre con amorosa fidelidad.

La vida y la salud física son bienes preciosos confiados por Dios, debemos cuidar de ellos racionalmente, teniendo en cuenta las necesidades de los demás y el bien

común.692

El creador ha confiado la vida del hombre a su cuidado responsable, no para que

disponga de ella de modo arbitrario, sino para que la custodie con sabiduría y la administre con amorosa fidelidad. El Dios de la Alianza ha confiado la vida del hombre a otro hermano suyo, según la ley de la reciprocidad de dar y del recibir, del

don de sí mismo y de la acogida del otro.693

689 Cfr. Catecismo de la Iglesia Católica. N. 362. 690 Cfr. Gaudium et Spes. N. 14.

691 Catecismo de la Iglesia Católica. N. 357. 692 Cfr. Síntesis. 1998. 693 Evangelium Vitae. N. 76.


209

Jesucristo nos da ejemplo de hasta que punto puede disponer el hombre de su vida, entregándola generosamente como expresión del amor que nos une con Dios principio y fin de la vida al que está llamado el hombre.

694

33.4 LA SALUD Y SU CUIDADO

La salud de la persona no es solamente la ausencia de la enfermedad, si no el estado de completo bienestar físico, mental y social. La salud y su cuidado es un bien moral que exige un cuidado moderado, unas leyes civiles que la protejan, un ambiente vital

que permita lograr condiciones dignas para el desarrollo de la persona. Se debe evitar todo lo que atente contra el cuidado de la salud.

695

LOS DEPORTES PELIGROSOS:

Hay algunos deportes que exponen a graves peligros contra la vida y contra la integridad sustancial del organismo. En estos casos las medidas de prudencia y

protección deben observarse con especial cuidado para que no resulten tales deportes como gravemente inmorales como puede suceder con el automovilismo, motociclismo, alpinismo, boxeo etc.

696

LA HUELGA DE HAMBRE:

Es la abstinencia total de alimento que se impone a sí mismo una persona, puede ser reglamentada o sacrificio en la necesidad más primaria y último recurso. Elementos de la huelga de hambre:

Decisión voluntaria sobre un hecho biológico: privarse de alimento hasta las últimas consecuencias.

Finalidad: Conseguir el reconocimiento efectivo de un derecho que se juzga injustamente no admitido.

Procedimiento: Presionar causando daño a la persona o institución causante de injusticia, el daño se le causa, acusándola y desprestigiándola.

JUICIO MORAL: Se sitúa dentro de los cuadros morales del suicidio, es inmoral porque se exagere el factor de presión, olvidando otros valores que entrar en juego

respecto a la vida humana.697

Se considera un suicidio directo no puede justificarse por ninguna razón en la Iglesia católica no e ha llegado a ningún consenso, respecto a la legitimidad de la huelga de hambre.

698

694 Evangelium Vitae. N. 42. 695 Cfr. FERNÁNDEZ Aurelio, Compendio de Teología Moral. p. 454.

696 Cfr. FERNÁNDEZ Aurelio, Compendio de Teología Moral. p. 455. 697 VIDAL, Marciano. Moral de la persona. T. II. pp. 318-320. 698 LOPEZ, Eduardo, Ética y Vida. p. 216.


210

LA TORTURA: Es el sufrimiento físico o moral infringido en forma deliberada, sistemática o

caprichosa, por una o más personas, con el fin de forzar a otra a dar informaciones o hacerla confesar cualquier otra razón. Es ilícito toda forma de tortura porque atenta contra la dignidad de la persona, es manifestación del odio y de la violencia.

699

EL TERRORISMO:

Es una de las formas mas genuinas de procurar la muerte del inocente, por eso el terrorista es un verdadero asesino. Ninguna de las circunstancias que motiva la rebeldía social o política puede justificar la muerte violenta, pensada y organizada de

personas inocentes. Es gravemente contrario a la justicia y a la caridad.700

EL ALCOHOLISMO Y LA DROGADICCIÓN:

Infringe graves daños en la salud de la persona, fuera de los casos terapéuticos es una falta grave. LA ENFERMEDAD:

Se debe enfrentar encontrándole su sentido como medio de salvación del cual Cristo es el prototipo a asumir el dolor y el sufrimiento en la cruz.

PSIQUIATRÍA MORAL:

Estudia los factores mentales o psicológicos ocultos en el inconsciente de la sicología humana; enseña que la causa de la conducta anormal debe buscarse en el interior de la persona y no por influencia de espíritus malos. Dichos procedimientos no han de

ser para controlar la voluntad. Son permitidos siempre y cuando no existan otros tratamientos más benignos.

LOBOTOMÍA: Es el tratamiento de algunas enfermedades psíquicas por medio de la cirugía

cerebral, que se realiza con el fin de cambiar o controlar la conducta. Es moralmente justificada para el tratamiento adecuado de la enfermedad mental grave o dolores intratables si no existen otros medios.

701

33.5 SUICIDIO

Es quitarse la violentamente y voluntariamente la vida. Estos dos adverbios califican

699 Cfr. Catecismo de la Iglesia Católica. N. 2297. 700 Cfr. FERNÁNDEZ, Aurelio. Compendio de Teología Moral. p. 456. 701 FERÁNDEZ, Aurelio. Compendio de Teología Moral. p. 456.


211

la muerte suicida: el suicidio requiere que se lleve a cabo de un modo violento y voluntario.

702

El suicidio es siempre y moralmente inaceptable al igual que el homicidio. La tradición de la Iglesia siempre lo ha rechazado como decisión gravemente mala. Aunque determinados condicionamientos, psicológicos, culturales y sociales puedan llevar a

realizar un gesto que contradice tan radicalmente la t radición innata de cada uno a la vida, atenuando o anulando la responsabilidad subjetiva, el suicidio bajo el punto de vista objetivo, es un acto gravemente inmoral porque comporta el rechazo del amor a

sí mismo y la renuncia a los deberes de justicia y de caridad para con el prójimo. Constituye un rechazo a la soberanía absoluta de Dios sobre la vida y sobre la muerte.

703

El suicidio contradice la inclinación natural del ser humano la propia vida; es gravemente contrario al justo amor de sí mismo, ofendiendo también el amor del

prójimo porque rompe los lazos de la solidaridad con la sociedad, familiar, nacional y humana. El suicidio es contrario a la ley de Dios.

704

33.6 HOMICIDIO Consiste en quitarse la vida a otra persona de manera premeditada y deliberada, ya

sea por odio, por venganza o codicia. La malicia del asesino desaparece en el caso de legítima defensa. Es la violación de uno de los derechos más sagrados de la persona. Es una acción gravísima contra la justicia, la fraternidad, la paz, uno de los

pecados más graves contra la caridad. El quinto mandamiento condena como grave el pecado de homicidio directo, voluntario y premeditado.

705

El homicidio indirecto no es moralmente imputable. Pero no se está libre de falta grave cuando sin razones proporcionadas se ha obrado de manera que se ha seguido la muerte. Incluso sin intención de causarla. El Papa Juan Pablo II confirma

que la eliminación directa y voluntaria de un ser humano es siempre gravemente inmoral.

706

El homicidio se origina en el reducto de la maldad del corazón humano, nace del odio, la venganza y la codicia. Quitar la vida a un ser humano, es irrumpir el sagrario de la dignidad humana.

La eliminación directa y voluntaria de un ser humano es siempre gravemente

702 FERÁNDEZ, Aurelio. Compendio de Teología Moral. p. 456. 703 Cfr. Evangelium Vitae. N. 66.

704 Catecismo de la Iglesia Católica. N. 2281. 705 Catecismo de la Iglesia Católica. N. 2268. 706 Evangelium Vitae. N. 65.


212

inmoral.707

Modalidad de los homicidios:

Directo o Intencionado: Es voluntario, el que mata o cooperan voluntariamente con él, cometen un pecado que clama venganza al cielo. [Gn. 4,10]

Homicidio indirecto: Es involuntario, no es moralmente imputable, pero no se está libre de falta grave cuando se ha obrado sin razones proporcionadas.

El infanticidio, el fratricidio, el parricidio, el homicidio del cónyuge, son crímenes graves.

708

La legítima defensa:709

La moral católica no justifica la muerte del injusto agresor, en caso de defensa

personal existen cuatro condiciones: – Que no exista otra alternativa. – Que en la defensa contra el agresor no operen sentimientos de odio y

de venganza. – Que la vida humana sea ponderada como el valor supremo dentro de

la proporción.

– El grado de defensa y indefensa publica frente a los agresores. 33.7 EL ARRIESGAR LA VIDA

El arriesgar la vida no es equivalente a suicidio y puede justificarse. Es un problema de escala de valores ideales y de prudencia, que debe percibir la proporción entre el

riesgo y el resultado previsto. La legítima defensa: dado el valor de la vida y la obligación que incumbe al individuo de conservarla, todo hombre tiene el deber de defenderse frente al injusto agresor, aún con el riesgo de que se siga la muerte del

que arremete. En este caso no sería un asesinato, sino una muerte no querida. Se deben dar estas condiciones:

* Debe tratarse de un mal muy grave: Por ejemplo el peligro de la propia vida. * Que sea un caso de verdadera agresión física.

* Que se trate de un daño injusto. Por ejemplo: no sería lícito defenderse de un polic ía hasta producirle la muerte.

710

707 Evangelium Vitae. N. 65.

708 Catecismo de la Iglesia Católica. Números. 2268-2269. 709 FERNÁNDEZ , Aurelio. Compendio de Teología Moral. p.445. 710 FERNÁNDEZ, Aurelio. Compendio de Teología Moral. p. 445.


213

33.8 LA MUERTE HUMANA El momento de la muerte: En general se considera como muerte la supresión de toda

manifestación de vida del organismo en su conjunto. La muerte es un proceso gradual que comienza por el fallo funcional de un órgano vital. Teóricamente se puede decir que el momento de la muerte corresponde al l ímite más allá del cual en este proceso

degenerativo, no es posible el retorno a una revivificación. La irreversibilidad es lo que caracteriza fundamentalmente la muerte.

711

Se dice que una persona está muerta si se cumplen los siguientes criterios: Dilatación completa de la pupila.

Ausencia total de respiración. Descenso continuo de la presión sanguínea. El trazado electroencefalograma plano.

712

33.8.1 Criterios para la muerte humana

Se dice que una persona está muerta si se cumplen los siguientes cri terios: – Dilatación completa de la pupila. – Ausencia total de respiración.

– Descenso continuo de la presión sanguínea. – El trazado electroencefalograma plano. – Método Sintotérmico.

33.8.2 La pena de muerte

Podemos definir la pena capital o pena de muerte de las siguientes formas:

Sanción penal que ordena la privación de la vida al delincuente. Ejecución

que tiene muchas variantes, pero en común deben matar a quien se aplique.

Privación de la vida impuesta por los tribunales del Estado. La pena consiste

en ejecutar al condenado.

Sanción jurídica capital, la más rigurosa de todas, consiste en quitar la vida a un condenado mediante los procedimientos y órganos de ejecución

establecidos por el orden jurídico que la instituye. La pena de muerte revela la práctica que no sirve de ejemplo para quienes han delinquido, pues en los lugares donde existe sigue delinquiéndose, además es bien

711 FERNÁNDEZ, Aurelio. Compendio de Teología Moral. p. 447. 712 FERNÁNDEZ, Aurelio. Compendio de Teología Moral. p. 447.


214

sabido que muchos condenados a muerte han presenciado anteriores ejecuciones. La pena de muerte es radicalmente injusta e inmoral, porque atenta contra la dignidad

de la persona humana, además el contingente de delincuentes que estará amenazados de condena judicial de muerte se compone en su gran generalidad de hombres, económica y culturalmente interiorizados; los demás delincuentes por su

condición económica o social superior, no llegan jamás a sufrir proceso y menos llegarían a sufrir la irreparable pena; pero además el delincuente de otras clases sociales delinque contra la propiedad y sólo por raras excepciones, contra la vida e

integridad personales, y tendría jamás como consecuencia la pena de muerte.713

Por lo tanto esta pena se aplicaría casi exclusivamente a hombres humildes de

nuestro pueblo; hombres que son delincuentes, porque son víctimas del abandono en que hasta hoy han vivido por parte del estado y la sociedad, víctimas de la incultura de la desigualdad y miseria económica, de la deformación moral de los hogares en

que se han desarrollado, mal alimentados y tarados por herencia alcohólica y degenerados por la depauperación.

714

Es inmoral: El delincuente puede ser un perverso por algunas circunstancias, pero la sociedad por principios es ecuánime y razonable.

Es innecesaria: Para defender la sociedad basta con recluir al delincuente y recuperarlo dándole un tratamiento especial.

Es pesimista: No cree que tengamos hoy medios para ayudar a un hombre a regresarse.

Es anticristiana: En A.T. Dios impide que el asesino Caín sea ejecutado; N.T. Jesús promulga la ley del amor, inclusive al enemigo y el perdón.

33.8.3 Ortotanasia

• Derecho a morir dignamente, la muerte digna, forma de morir.

• El derecho a morir dignamente supone unas exigencias:

1. Atención al moribundo con todos los medios que posee la ciencia medica.

2. No privar al moribundo de morir en cuanto acción personal. 3. Liberar a la muerte del ocultamiento a que es sometida en la sociedad actual. 4. Servicio hospitalario adecuado.

5. Favorecer la vivencia del misterio humano de la muerte, asistencia religiosa. 6. Derecho a morir humanamente.

713 FERNÁNDEZ, Aurelio. Compendio de Teología Moral. p. 450. 714 FERNÁNDEZ, Aurelio. Compendio de Teología Moral. p. 450.


215

33.8.4 Eutanasia

El adelanto de la muerte, como alternativa. a. Eutanasia activa: Busca la muerte directa e indirecta.

b. Negativa: Dejar morir en paz al enfermo sin proporcionar los medios conducentes a retrazar la muerte.

c. Eutanasia personal: se realiza por opción del interesado o de sus familiares.

d. Legal La eutanasia legal es la impuesta o despenalizada por la ley. Tanto la Eutanasia personal como legal es realizada por dos motivos: Para evitar dolores y molestias al paciente, para rematar heridas agonizantes para

deshacerse de ancianos inútiles. Valoración Moral: Es ilícita por:

• Inviolabilidad de la vida humana. • Sin sentido de la proporción de otros valores por encima de la vida humana.

• Peligro de arbitrariedad por parte de los poderosos - autoridad – técnicas. • Consideración utilitarista de la vida del hombre. • Pérdida del nivel moral de la sociedad.

33.8.4 Distanacia

• Práctica medica que tiende alejar lo más posible la muerte, utilizando no solo medios ordinarios sino extraordinarios.

• Situaciones:

– Por razón de carácter ordinario y extraordinario de los medios a emplear para mantener la vida del paciente.

– Por razón del sujeto paciente según se trate de un joven o anciano u

otra persona . – Por razón de posibles esperanzas de recuperación.


216

34. PRINCIPIO DE TOTALIDAD 34. 1 CONCEPTO Y ALCANCE

Mecanismo moral en virtud del cual las diversas partes están subordinadas a la unidad. Esa unidad es la PERSONA.

715 Recientemente se ha entendido por totalidad

no solo un todo, sino una conformación o unidad estructural.716

―El todo es determinante con relación a la parte y puede disponer de ella según el interés. Esto lo podemos realizar a nivel físico, no para un todo moral (estado, Iglesia, matrimonio,

familia) como organismos. Este principi o afecta no solo al organismo corporal, sino a la totalidad personal con todas las funciones corporales y psíquicas, incluso cuando están más allá del bien sirven a fines supra personales.

717

En efecto la comprensión del concepto hombre, está integrada por notas de sustancialidad, corporeidad, vivencia, sensibilidad y racionalidad; por las propiedades

del lenguaje, sociabilidad, religiosidad, todas estas dimensiones aunque correspondientes a esferas distintas conforman una única personalidad.

718

34.2. PRESUPUESTOS FUNDAMENTALES DE LA RELACIÓN ENTRE LA PARTE Y EL TODO

Ver si entre los objetos a los que se aplica el principio se da una relación del todo a la parte. Si ésta no se da, no es válido el principio.

El primado del bien del todo sobre el bien de las partes.

Determinar la magnitud de dicha relación.

El sujeto es siempre la persona (no una cosa), no puede instrumentalizarse.

El hombre es árbitro de sí mismo en razón de su libertad.

Hay límites de disponibilidad del propio organismo.

Es necesaria la prudencia y un cierto sentido moral desarrollado por la experiencia.

715 PIO XII, Discurso Congreso de Histología. 1925.

716 VIDAL, Marciano. Diccionario de ética Teológica p. 598. 717 HORMANN. Karl. Diccionario de Moral Cristiana. Ed. Herder. Barcelona 1979, p. 1274. 718 ESPASA, Calpe S.A. Enciclopedia universal ilustrada. Tomo LXII, 579, p. 1586.


217

34.3. LÍMITES DEL PRINCIPIO

Aplicación al Ser Moral. El todo moral, es una unidad de finalidad, así por ejemplo: la persona, Nosotros, conyugal no anula la individualidad de cada uno. Por tanto no cabe la subordinación sustancial de los mismos a la comunidad. En

el plano social no se aplica el principio, porque el todo es la PERSONA, y no la sociedad.

Unidad conyugal: En la cual el yo y el tú, se confunden en un nosotros, sin

perder la propia individualidad.

Totalización de Actos: Cada acto tiene su valor moral, es un error pensar que un acto conyugal hecho voluntariamente infecundo (deshonesto), puede ser cohonesto por el conjunto una vida conyugal fecunda.

Opción Fundamental: No se puede decir que son las situaciones permanentes, actitudes, sin contar para nada los actos singulares, los que determinan la moralidad de la persona.

719

34.4 ENSEÑANZA DEL MAGISTERIO DE LA IGLESIA

Santo Tomás: Lo que es propio del hombre, se ordena a la vida de todo el hombre, por tanto este principio tiene por fin el bien de todo el hombre. De un órgano, siendo parte del cuerpo, se puede disponer según las exigencias del todo.

720

Pío XI. Solo tienen derecho a destruir o mutilar un miembro, o suprimir su función natural en cuanto tales operaciones sean ineludiblemente necesarias para el bien de

todo el cuerpo.721

Pablo VI, comparte ese mismo principio pero ofrece puntos de partida para

extenderlo a la totalidad de cuerpo y alma, para prevenir daños no solo físicos sino también psíquicos, ya que define al hombre como una realidad psicomática. Recuerda que el hombre tiene una vocación: la perfección natural y sobrenatural

(comunitariamente). Además recuerda los límites, infranqueables, el dominio del hombre sobre sí mismo. Dios dio al hombre la vida para que la administre totalmente.

El Concilio Vaticano II, reconoce implícitamente el principio al reprobar toda violación de la integridad de la PERSONA. Todos los bienes se ordenan en función

del hombre.722

Aunque en un último instante fuera permitida y lícita, con respecto al matrimonio podría ser perjudicial para la unión de los esposos y para la educación

719 SEMINARIO MAYOR. Síntesis. 1999, p. 151.

720 Hormánn. Diccionario de moral Cristiana. p. 1273. 721 Hormánn. Diccionario de moral Cristiana. p. 1275. 722 SEMINARIO MAYOR, Síntesis. 1999.


218

de los hijos.723

34.5 LA ESTERILIZACIÓN

Es el acto de intervenir en algunos órganos indispensables para la reproducción, por lo que se priva al hombre o a la mujer de la facultad procreadora.

En los Varones: Se llama orquiectomía: (castración), extirpación de los testículos, incapacitación para proveer espermatozoides. Vasectomía: recesión de los conductos deferentes.

En las Mujeres: Se llama ovariectomía: Extirpación de Ovarios.724

Clases de esterilización:

Orgánica y funcional: Según se elimine un órgano reproductor o simplemente se le impida cumplir su funcionalidad natural de engendrar.

Directa e indirecta: Se distinguen por la intención con que se producen, sea provocada intencionalmente para eliminar la facultad procreadora, o ésta se siga de una operación necesaria que conlleva la pérdida de dicha facultad.

Permanente y transitoria: Según afecte a los propios órganos genitales de forma que pierda su capacidad procreadora o que solo se obstaculice temporalmente.

Voluntaria y forzada : Conforme lo decida libremente el interesado o se le imponga sin su consentimiento.

725

Moralidad de la esterilización: Esta es inmoral, porque solo Dios es dueño de nuestro cuerpo. La esterilización, va en contra de la integridad de la persona humana, contra su dignidad e imagen.

El juicio moral distingue diversos casos:

Esterilización directa : Los documentos de la Iglesia, la juzgan como una acción intrínsecamente mala. Ha sido considerada por un Decreto de la Congregación para la Doctrina de la Fe la condena en estos términos: ―Queda absolutamente prohibida

según la doctrina de la iglesia, independientemente de la recta intención subjetiva de los agentes para proveer la salud o para prevenir un mal físico o psíquico que prevé o se derivara del embarazo‖. El documento afirma que el principio de totalidad no tiene

aplicación en este caso.

723 Hormánn. Diccionario de moral Cristiana. p.1274. 724 Síntesis. 1999. 725 FERNÁNDEZ, Aurelio. Compendio de Teología Moral. pp. 422-423.


219

Esterilización indirecta : Es lícita si se dan en tres condiciones: Que un órgano produzca un daño serio o una amenaza al conjunto del organismo. Que dicho daño no se pueda evitar o al menos disminuir notablemente, más que mediante la

extirpación de dicho órgano. Que quepa esperar que el mal negativo, o sea la mutilación, compense con el bien positivo que espera alcanzarse, bien sea ―la supresión del peligro para el organismo entero o la mit igación de los dolores‖. A este

caso el papa aplica el principio de totalidad. Por tanto es lícito.726

Esterilización activa “coactiva” o “eugenésica” : Aquí se incluyen las

esterilizaciones eugenésicas por motivo de herencia o la impuesta a los disminuidos síquicos para evitar el embarazo y la demografía para evitar el crecimiento de la población. La valoración moral es negativa en todos los casos. El Catecismo de la

Iglesia Católica, aludiendo a estos casos enseña: las esterilizaciones direc tamente voluntarias de las personas inocentes son contrarias a la ley moral (2287).El Papa Juan Pablo II, expresa: Hay que condenar totalmente y rechazar con energía

cualquier violencia ejercida por tales autoridades a favor del anticoncepcionismo e incluso de la esterilización y del aborto procurado, y hay que condenar el apoyo de las organizaciones internacionales en estos casos.

727

Esterilización punitiva Legal: El juicio es totalmente negativo. La autoridad civil, no puede disponer del cuerpo de un ciudadano. Cuando se castiga por un delito aunque sea en materia sexual grave, resultaría injusta la pena par la dignidad

personal del hombre. Esterilización vindicativa : es absolutamente reprobable. Es una venganza que nunca tiene justificación. De hecho equivale a una castración violenta.

728

34. 6 EUTANASIA

Deriva del Gr. ―Eu‖ (bueno) y ―Tánatos‖ (muerte). Significa buen morir o buena muerte. El diccionario de la real academia la define como: muerte sin sufrimiento y, en

sentido estricto, la que así se provoca voluntariamente. Por eutanasia en sentido verdadero y propio se debe entender una acción que por su naturaleza y en la intención causa la muerte, con el fin de eliminar cualquier

dolor.729

Esta eutanasia puede ser:

Activa: Cuando es demandada por el mismo interesado. Pasiva: Si se practica sin su consentimiento.

726 FERNÁNDEZ, Aurelio. Compendio de Teología Moral. p. 424.

727 FERNÁNDEZ, Aurelio. Compendio de Teología Moral. pp. 425-426. 728 FERNÁNDEZ, Aurelio. Compendio de Teología Moral. pp. 424-427. 729 FERNÁNDEZ, Aurelio. Compendio de Teología Moral. p. 481


220

Los principios éticos que se ofrecen para la condena de la eutanasia pasiva como activa, son los siguientes:

* Principio de la inviolabilidad de la vida humana. * Superioridad de la vida sobre otro valor.

* El peligro de abuso por parte de las autoridades, se reciente y baja el sentido de la moral de la sociedad.

El juicio ético se formula así en el documento de la congregación para la doctrina de la fe:

―Es necesario reafirmar con toda firmeza, que nada ni nadie puede autorizar la muerte de un ser humano inocente sea feto o embrión, niño o adulto anciano, enfermo, incurable o agonizable. Nadie además puede pedir este gesto homicida para s í

mismo o para otros confiados a su responsabilidad, ni puede consentirlo explícita o implícitamente. Ninguna autoridad puede legítimamente imponerlo ni permitirlo. Se trata en efecto de una violación de la ley divina, de una ofensa a la dignidad de la

persona humana, de un crimen contra la vida, de un atentado contra la humanidad‖. (DE, 15)

730

Juan Pablo II, en la encíclica Evangelium Vitae dice: Confirmo que la eutanasia es una grave violación a la ley de Dios, en cuanto eliminación deliberada y moralmente inaceptable de una persona humana. Esta doctrina se fundamenta en la ley natural

y en la palabra de Dios escrita, es transmitida por la Tradición del Magisterio de la Iglesia y enseñada por el Magisterio ordinario y universal.

731

34.7 TRANSPLANTE DE ORGANOS

Definición: operación quirúrgica en virtud de la cual se injerta en el organismo humano un tejido procedente de otro hombre, o eventualmente de un animal.

732

730 FERNÁNDEZ, Aurelio. Compendio de Teología Mora. p. 482. Declaración de la Sagrada Congregación

para la Doctrina de la Fe sobre la Eutanasia, 5 de mayo de 1980. 731 Evangelium Vitae, N. 65. 732 HORTELANO, Antonio. Problemas Actuales de Moral. T. II. p. 202.


221

Consiste en un organismo huésped comprendido por:

- Autoplásticos: es una misma persona. - Homo-plásticos: en otra persona.

- Heteroplásticos: de un animal. - Prótesis: elementos artificiales.

Tras el descubrimiento de los grupos sanguíneos y el avance de las técnicas

quirúrgicas en el transcurso del tiempo fue posible aplicarse el t ransplante de

órganos. Esta actividad plantea una serie de cuestiones éticas y jurídicas, que afectan sobre todo al donante y también al receptor del órgano transplantado.

733

Valoración Moral. Este procedimiento quirúrgico, al pretender la conservación de la

vida, la disminución de los dolores o una mejora importante en la calidad de vida de

la persona receptora del órgano transplantado. En este sentido el transplante de órganos sigue las normas corrientes de la medicina y de la ética.

734 Este trasplante

de órganos no solo se da en el hombre, sino que intenta además reconstruir y

manipular al hombre (los trasplantes que afectan en el campo del cerebro). Por otra parte el trasplante solo persigue motivos experimentales. Cuando el trasplante se da entre organismos vivos, con lo que respecta al donante, se plantea la cuestión

ética si se tiene derecho a disponer del propio cuerpo en forma que se puede perjudicar a su salud, ponerla en peligro y hasta acarrearle la muerte. Este trasplante es moralmente posible si se dan estas condiciones:

a. La motivación del donante no puede ser otra que la de ayudar a otra persona. (Se excluye la venta de órganos).

b. La disponibilidad de la propia vida y de la salud, sin poner en riesgos las

funciones orgánicas. De lo contrario sería inmoral. c. El cultivo y sacrificio de embriones para extirparle sus órganos para

trasplante es inmoral.

d. La voluntariedad de la donación de órganos ha de estar asegurada por todos los medios imaginables.

e. Debe haber límite en reclutamiento de los donantes de órganos, ejemplo: los

enfermos mentales, quienes por falta de ilustración cometen tales abusos, los niños menores de edad, los presos, los trabajadores extranjeros, los marginados sociales, etc.

f. Pueden ser objeto de trasplante l os que son pares o de órganos que en su función o sustancia pueden regenerarse.

g. Con respecto al donante difunto de órganos: no existe ningún precepto

moral que lo prohíba, pues este no es sujeto de derecho en sentido estricto, (Pío XII). Atendiendo al debido respeto que se merece. Atendiendo al derecho natural de sus parientes, aunque es un poco limitado, a favor de la

medicina.

733 ROTTER, Hans –VIRT, Gunter. Nuevo diccionario......p. 591. 734 ROTTER, Hans –VIRT, Gunter. Nuevo diccionario......pp. 590-591.


222

h. Tan pronto como una persona está muerta, pueden extraerse sus órganos para el trasplante y que la ciencia médica lo haya comprobado.

35. EL ABORTO

35. 1 NOCIÓN Y DISTINCIÓN

“El aborto es la eliminación directa y voluntaria de un ser humano inocente es

siempre gravemente inmoral”.735

El aborto procurado es la eliminación deliberada y directa, como quiera que se

realice, de un ser humano en la fase inicial de su existencia, que va de la concepción al nacimiento.

736

La vida humana debe ser respetada y protegida de manera absoluta desde el momento de la concepción. Desde el primer momento de su existencia, el ser humano debe ver reconocidos sus derechos de persona, entre los cuales está el

derecho inviolable de todo ser inocente a la vida.737

―Antes de haberte formado yo en el seno materno, te conocía y antes que nacieses te tenía consagrado‖. (Jr. 1, 5; cf Jb 10, 8-12; Sal 22, 10-11). Y mis huesos no se te ocultaban, cuando era yo hecho

en lo secreto, tejido en las honduras de la tierra (Sal. 139, 15). Desde el siglo primero, la Iglesia ha afirmado la malicia moral de todo aborto provocado. Esta enseñanza no ha cambiado; permanece invariable. El aborto directo, es decir,

querido como un fin o como un medio, es gravemente contrario a la ley moral.738

―Desde el siglo I la Iglesia ha afirmado la malicia moral de todo aborto provocado.

Esto no ha cambiado, permanece invariable. El aborto directo, es decir, querido como un fin o como un medio, es gravemente contrario a la ley moral‖.

739

DISTINCIÓN TIPOS DE ABORTO: Son distintos desde el punto de vista de la Ética:

Aborto Espontáneo: Es el que se produce involuntariamente por un proceso natural de rechazo, por accidente, etc; por lo tanto, no lleva consigo ninguna valoración

ética.

735 Evangelium Vitae. N. 57. 736 Evangelium Vitae. N. 58.

737 Cfr. Donum Vitae. N. 1,1. 738 Catecismo de la Iglesia Católica. N. 2270. 739 Catecismo de la Iglesia Católica. N. 2271.


223

Aborto Provocado: Es el que se produce intencionalmente o por un método artificial.

Directo: Es el que busca la muerte del feto como fin en s í misma (par deshacerse de él por el motivo que sea), o como medio para conseguir otra cosa (evitar a la madre, no perder un empleo, o la buena fama, etc.).

Indirecto: Es el que se causa inevitablemente, sin quererlo, como efecto secundario de una finalidad buena. (Una operación de apendicitis, un fármaco que cura otra

cosa, etc.). Por ejemplo: sin una embarazada se cae por la escalera de su casa y, a

consecuencia del accidente, aborta, sería un caso de aborto espontáneo y la Ética no tiene nada que decir al respecto, pues ha sido un acto involuntario.

740

Terapéutico: Cuando no hubiese otra alternativa para salvar la vida de la madre, y su utilización, con un sentido mucho más amplio, cuando el embarazo constituye solamente un peligro para su salud, tanto física como psicológica.

Eugenésico: El diagnóstico precoz de ciertas anomalías congénitas y otros sufrimientos fetales que prevén el nacimiento de un ser anormal.

741

―Debemos declarar una vez más que hay que excluir absolutamente, como vía para la

regulación de los nacimientos, la interrupción directa del proceso generador ya

iniciado, y sobre todo el aborto directamente querido y procurado, aunque sea por razones terapéuticas‖.

742

35.2 MALICIA DEL ABORTO Todo aborto provocado, legal o ilegalmente, objetivamente es un homicidio con

agravantes. Digo homicidio porque lo que realmente se destruye es un ser humano en los albores de su vida. Con agravantes, porque se trata de un ser humano inocente e indefenso contra sus injustos agresores. Por lo general, en esta conjura

criminal del aborto toman parte muchas personas, desde el padre de la criatura hasta la bruja o el médico desalmado que hacen de verdugos, sin olvidar a las personas que han aconsejado a la madre para que aborte, en lugar de ayudarla a

llevar la maternidad con dignidad. Todos ellos son reos de esa sangre inocente derramada, como se aprecia por las

razones siguientes:

740 AGUDELO, Guillermo. Ética fundamental. Profesional y de la Educación. p. 485. 741 LÓPEZ ASPITARTE, Eduardo. Ética y vida. Paulinas. p. 137. 742 Humanae Vitae. N. 14.


224

Razón Biológica: Lo que se aborta es un todo individual con especie propia, que es la humana, con independencia del cuerpo materno, distinta de la del padre y de la

madre en virtud y gracia de su propio código genético. Razón Histórica: Las prácticas abortivas existen desde los orígenes de la humanidad, pero como un vicio extremo de la naturaleza caída, característico de los

momentos de mayor decadencia humana. Razón Antropológica : Una persona humana por ser de la misma especie natural

que el padre y la madre, y poseer ya su propio principio vital o alma. Razón Teológica : Sabemos que el principio vital humano del feto es imagen de

Dios y, por lo mismo, una criatura formalmente de Dios.743

Por consiguiente, la vida, desde su misma concepción, se ha de proteger con sumo cuidado; el aborto y el infanticidio son crímenes nefandos. Por tanto, en la regulación

de la procreación no les está permitido a los hijos de la Iglesia, en virtud de estos principios, seguir unos métodos que el Magisterio, al explicar la ley divina, no aprueba.

744

35.3 APLICACIONES

Frente a muchas situaciones se plantea la posibilidad de interrumpir el embarazo, teniendo en cuenta el principio de doble efecto, que se aplica si se dan estas condiciones:

La acción no buen no debe ser en sí misma mala, sino buena o indiferente.

El efecto bueno no debe ser conseguido mediante el efecto malo.

El efecto malo no debe ser querido, sino sólo previsto y permitido.

El agente debe tener un motivo proporcionalmente grave para poner la acción.

745

Otro criterio al que acuden los moralistas actuales, es de ponderar los valores en juego (―conflicto de valores‖).

Nada de esto le quita valor a la afirmación global que el aborto es inmoral. Analizaremos algunas situaciones conflictivas:

Aborto Eugenésico: Se puede dar la situación de enfermedades cromosómicas como el mongolismo, la hidrocefalia, las malformaciones en el sistema nervioso o en

743 BLÁZQUEZ, Niceto. Bioética Fundamental. p. 474. 744 Gaudium et Spes. N. 51. 745 Cfr. FLECHA, José Román. La Fuente de la Vida. p. 183.


225

los órganos de los sentidos.746

Se argumenta diciendo que este aborto mira el bien del niño.

La moralidad del aborto eugenésico tiene que juzgarse también por comparación de valores opuestos, difícil es este caso, ya que el valor en juego es propiamente un antivalor.

El aborto eugenésico no se hace por consideración al niño defectuoso, ha que no cura su enfermedad, sino que simplemente lo mata.

Querer prevenir o curar enfermedades genéticas, no autoriza a destruir la vida en su comienzo.

747

35. 4 PENALIZACIÓN DEL ABORTO

La misma libertad religiosa, promovida por el Vaticano II, tiene también un límite que impide ejercitarla sin ningún condicionamiento, ―y por ello su uso está sometido a ciertas normas reguladoras‖. Todos los hombres están obligados, en el ejercicio de su

libertad, ―a tener en cuenta los derechos ajenos y sus deberes para con los demás y para con el bien común de todos‖. El estado, por tanto, debe ofrecer las garantías jurídicas ―que son requeridas para la tutela eficaz... de estos derechos y para la

necesaria defensa de la moralidad pública‖. Una ley que no defienda el derecho a la vida habrá que adjetivarla como injusta e inaceptable. Si porque muchos no quieren cumplir con esa obligación hubiera que legalizar el aborto, habría que hacer

lo mismo con el crimen, el robo y el racismo.748

Penalizar las prácticas abortivas

1. Si se legaliza algo sólo porque muchos actúan as í, habría que legalizar también el salto a mano armada, el terrorismo, las violaciones, etc., e incluso ayudar a los

forajidos a ―trabajar‖ sin riesgos... El que no se pueda acabar con las violaciones, no justifica su legalización, aunque legalizándolas, el violador actuaría con más seguridad.

2. La vida humana tiene un valor en s í misma. Si se supedita a la economía, la lucha de clases, etc., se devalúa y aumenta todo tipo de prácticas que la manipulan y

degradan para conseguir otros fines. 3. La Legalización del aborto la han votado y decidido los hombres, y, en el fondo,

no es ningún arma al servicio de la liberación de la mujer, sino justamente lo

746 Cfr. FLECHA, José Román. La Fuente de la Vida. p. 164. 747 Cfr. VARGA, Andrew C. Bioética. Principales problemas. pp. 77- 78. 748 LOPEZ AZPITARTE, Eduardo Ética y vida. Paulinas. 2da Edición p. 147.


226

contrario, ya que el hombre puede explotar mucho mejor a la mujer utilizándola como mero objeto de placer y obligándola a abortar si se queda embarazada.

4. El dejar a cada individuo que decida según su conciencia, nunca es ético si su decisión puede afectar a la vida de otro. El individu alismo radical siempre desemboca en la explotación de los débiles por los fuertes.

749

―Quien procura el aborto, si este se produce incurre en excomunión Latae Sententiae‖.

750

La VS. Afirma: ―Si es licito alguna vez tolerar un mal menor a fin de evita r un mal mayor o de promover un bien más grande, no es lícito, ni aun por razones gravísimas,

hacer el mal para conseguir el bien, es decir, hacer objeto de un acto positivo de voluntad lo que es intrínsecamente desordenado y, por lo mismo, indigno de la persona humana, aunque con ello se quisiese salvaguardar o promover el bien

individual, familiar o social‖. (81)751

35.5 ARGUMENTOS A FAVOR DEL ABORTO:

1.El aborto es un mal menor: en ocasiones resulta un mal menor, porque de no procurarlo se seguirán otros males mayores. Además la vida es un valor relativo no

absoluto. 2.Nuestro vientre nos pertenece, tenemos derecho a disponer de nuestro propio

cuerpo. 3.El feto no es un hombre todavía, se le puede matar.

752

ABORTO INDIRECTO:

EMBARAZO ECTÓPICO: (implantación del embrión fuera del útero). Se da el caso del aborto indirecto, cuando la intervención médica tiende directamente a curar a la

mujer, aunque de ello se siga la consecuencia indirecta, no querida pero prevista, de la interrupción del embarazo.

También puede darse en el caso del útero canceroso que hace necesaria su extirpación. Hoy este tipo de situaciones conflictivas son muy raras, y la medicina actual está en

749 AGUDELO, Guillermo. Ética fundamental Profesional de la Educación. p. 494 – 495.

750 Código de Derecho Canónico. C. 1398. 751 Cfr. FLECHA, José Román. La Fuente de la Vida. p. 184. 752 Cfr. Forcano Benjamín. Nueva Ética Sexual. p. 231.


227

condiciones de resolverlas, salvando ambas vidas. De todos modos, el c riterio propuesto por la moral católica reconoce como legítima intervención médica cuando lleve consigo indirectamente la pérdida de una de las dos vidas. En cambio, no

acepta la occisión directa de la vida en gestación.753

DOCTRINA OFICIAL CATÓLICA:

•Todo ser humano, incluido el niño en el seno materno, posee el derecho a la vida inmediatamente de Dios, no de los padres ni de cualquier ot ra autoridad humana.

•No existe hombre alguno, autoridad humana alguna, ningún tipo de indicación médica, eugenésica, social o moral, que puede exhibir un título válido para una

directa disposición deliberada sobre la vida humana inocente. •Solamente se justifica el llamado ―Aborto Indirecto‖.

754

OBJECIÓN DE CONCIENCIA:

Se funda en la dignidad y libertad de la persona. Es un derecho in nato e inalienable. Los ordenamientos y leyes civiles de la sociedad, deben reconocerlo, sancionarlo y protegerlo. De manera que la persona no puede ser forzada a obrar contra la propia

conciencia, ni se le puede impedir actuar de acuerdo con ella. En relación con el aborto el médico debe gozar de independencia plena en el ejercicio de su profesión. Si la conciencia no le permite realizar un aborto, esta decisión suya debe ser

respetada por todos.755

753 Cfr. EUGENIO, Frutos. Moral de la Vida. p. 76. 754 Cfr. VIDAL, Marciano. Moral de Actitudes. T II p. 232. 755 Cfr. EUGENIO, Frutos. Moral de la Vida. p. 81.


228

V. MORALIDAD DE LA SEXUALIDAD Y MATRIMONIO

36. FUNDAMENTOS DE UNA ETICA SEXUAL

36.1 LAS DIMENSIONES DE LA PERSONA HUMANA La sexualidad expresa y realiza todas las dimensiones de la persona humana en su

unidad psicosomática.756

Ante la sexualidad los pueblos primitivos tenían cierta normatividad, que hace entrever la necesidad de una Ética para éste campo, ya que trata de un comportamiento humano, que ha de humanizar la fuerza instintiva del

hombre subordinándola a su propio comportamiento.757

La sexualidad humana es un fenómeno de gran amplitud, que afecta y engloba todas

las dimensiones del ser humano en una unidad que constituye al hombre. La persona humana es hombre o mujer, y lleva inscrita esta condición en todo su ser.

758

Antes que hablar de instinto es mejor utilizar la expresión ―pulsión sexual‖, ya que esta dicción hace comprender mejor la sexualidad, en cuanto alude a las diversas dimensiones de la sexualidad: biológica, psicológica, socio-cultural, existencial y

mistérica. El hombre es imagen de Dios, allí donde él es uno; carne y espíritu unificados, en el

centro más personal caracterizado por relacionarse. El hombre es ―para el otro‖ igual que es ―por el otro‖. Es en esto donde él es imagen de Dios. La sexualidad humana participa plenamente de la imagen: ella define al hombre como imagen de Dios, en

cuanto que ella es el signo visible, la expresión externa de aquello que es el hombre constitutivamente relacional en centro más personal de su ser.

759

756 Cfr. Catecismo de la Iglesia Católica. No. 2332.

757 LORD, J, y KELLY, G., Problemas de Teología Moral. pp. 72-77. 758 www.unav.es/cdb/dbcapo16a.html. La Sexualidad Humana. 759 PUIGAMOY, Jaime. Derecho Matrimonial Canónico. Barcelona: Ediciones Bosch, 1959, p. 70.


229

36.1.1 Dimensión Biológica : El Significado de la dimensión Biológica, hallo, su sentido en las dimensiones unitiva y la procreativa.

Sexo Cromosómico: Es la determinación genética del sexo, La diferencia de sexo se da según un paralelismo cromosómico.

Sexo gonádico: Es la determinación de glándulas que originan la fisonomía y

los genitales que aparecen ya en la vida embrionaria.

Sexo Hormonal: Es la determinación y diferenciación sexual por los caracteres Secundarios.

36.1.2 Dimensión Psicológica : La sexualidad es un fenómeno vinculado al sistema nervioso, por lo tanto es fenómeno de deseo psíquico llamado ―eros‖ o impulso sexual que ha de abrirse a la luz a la revelación y convertirla en conducta y lenguaje de amor

y la comunión.760

36.1.3 Dimensión Sociológica : Para evitar que la sexualidad caiga en un intimismo de tipo psicológico o biológico o un sociologismo extremista el Ser humano ha de hacer conocer públicamente el amor y hacer que sea jurídicamente aceptado por la

sociedad, lo institucionaliza por medio del matrimonio donde orienta y organiza sus impulsos sexuales en actos conscientes y responsables.

36.1.4 Dimensión Mistérica o cristiana : Por el encuentro de la Biblia y la Teológica, se nos ofrece una cosmovisión cristiana de la sexualidad, con referencia a la fe, con algunos principios básicos:

Desacralización-humanización: desmitifica la sexualidad humana, ya que Israel rompe con la mitología y el ritualismo de pueblos vecinos de otras religiones. Hombre y

mujer son fruto de la obra creadora de Dios. Alteridad o apertura al otro: El matrimonio ha sido querido por Dios desde el principio,

señala el aspecto procreativo de la sexualidad (Gn 1, 28; 2, 24).761

Integración del amor humano en el misterio de la salvación: Dios es el esposo, el

pueblo la esposo. Las relaciones son el drama de la pareja humana, drama de amor y de infidelidad, de fecundidad y de infecundidad, como lo narran los profetas en el Antiguo Testamento, especialmente Oseas.

Plena realización en Cristo: Es el misterio escondido durante muchos siglos (Ef 3, 9) Cristo viene a desvelarlo y cumplirlo. La unión del varón y de la mujer en el

760 Cfr. Catecismo de la Iglesia Católica. N. 2331. 761 Cfr. Catecismo de la Iglesia Católica. N. 2332.


230

matrimonio es una manera de imitar en la carne, la generosidad y fecundidad del creador.

762

Visión sintética: La complejidad de la sexualidad se resuelve en una unidad que se llama persona en cuatro dimensiones:

1. Altura: La sexualidad abarca toda la persona humana.763

2. Longitud: La sexualidad es una realidad dinámica. 3. Anchura: Fuerza paro edificar la persona.

4. Profundidad: La sexualidad está situada en le centro de la persona. Tiene tres valores: Sexo, eros y ágape.

La sexualidad es una de las manifestaciones de la madurez personal y social, no es algo puramente biológico sino que afecta al núcleo íntimo de la persona humana en cuanto sujeto integral.

764

36.2 FENÓMENO DE LA SEXUALIDAD

Frente a la concepción de la sexualidad cargada de enigma y de misterio, ésta ha de aparecer hoy como una realidad que ha de ser liberada, y así nació un movimiento de liberación sexual, como rechazo a las normas alienantes de otros tiempos, pero, de

otra parte, también se ha exagerado y se ha caído en un libertinaje sexual que incluso ha originado un desenfreno y la deshumanización que ha convertido al sexo en un ídolo,

765 llegando incluso a una banalización o trivialización de la sexualidad.

En nuestra cultura pluralista y post–moderna existen distintas concepciones de la sexualidad, estas son lagunas visiones de la sexualidad: La visión hedonista y

utilitarista: Devalúan y desprecian la sexualidad reduciéndola simplemente al placer por el placer y la búsqueda de la suma máxima del mismo. La tabuísta: Ve en la sexualidad algo misterioso inaccesible y prohibido irracionalmente. La farisaica:

Busca salvar apariencias. La nihilista: Ve a la sexualidad como un valor irrealizable, pues el otro es simplemente el enemigo. La pornográfica: Se acude a la sexualidad buscando un placer erótico con fines económicos. La pansexualista: Es una

exageración por la cual se ve al comportamiento humano basado únicamente en el instinto sexual. La romanticista: Vea al amor humano separado de la sexualidad, como un amor platónico.

El problema está en que no se tiene clara la diferencia entre la sexualidad humana y animal; entre sexualidad conyugal y difundida. Además no se tienen claros los

762 Cfr. Catecismo de la Iglesia Católica. N. 2335.

763 Cfr. Catecismo de la Iglesia Católica. N. 2332. 764 MESA RUIZ, Carlos Germán. Ética Sexual y Familiar. pp. 29-82. 765 MESA RUIZ, Carlos Germán. Ética Sexual y Familiar. pp. 29-82.


231

conceptos de los términos sexualidad y genitalidad. La sexualidad engloba las características que determinan la manera de ser como hombre o como mujer. Su significado se da por el carácter unitivo y procreativo, mientras la genitalidad es la

base biológica de la sexualidad y el ejercicio de los instintos genitales. Pero, también nuestra época está cargada de un positivismo que ha llevado a la

liberación sexual, que ha inaugurado una búsqueda de adultez y autonomía ética, sustituyendo el miedo y la ignorancia de la vedad de sexo y la dimensión social de la sexualidad; este movimiento también ha ayudado ha hacer un acercamiento

progresivo a la verdad del sexo. El hombre como ser espiritual está polarizado hacia Dios y sus semejantes. En el

hombre este movimiento se hace humano, no sólo fisiológico sino consciente; se convierte en un signo de amor y donación; si se queda en sólo lo instintivo este no es capaz de regular un comportamiento humanizante.

766

36.3 FINALIDAD DE LA ÉTICA SEXUAL

La finalidad de la ética sexual es la humanización de la líbido, purificándolo de sus componentes agresivos y mentirosos y convertirla en una fuerza dócil e integrada, como un instrumento o vehículo de encuentro y relación personal.

767

El placer que no es en sí pecado, sino que, depende del acto que lo produce, ―El placer de una acción buena es bueno, el placer una acción mala es malo‖ El hombre vive el placer en todas las instancias: en el amor, la comunión, la ternura..., la falla es

reducir la sexualidad a mera genitalidad ―el placer en sí mismo‖. El pudor es un mecanismo psicológico de defensa, de respeto al a intimidad, para que

el sexo no pierda su misterio y candor humano.768

36.4 EL AMOR COMO BASE Y CONTENIDO DE LA MORAL

―El amor es inseparable de la sexualidad‖, ya que la sexualidad se integra, y alcanza su libertad creadora y su fidelidad cuando encuentra su sentido y objetivo en el amor

humano y Divino. Amar es la comunicación de dos personas que mutuamente se han ofrecido como regalo su ―yo‖ más profundo y personal bajo un ambiente de libertad, de entrega total y permanencia, que supone madurez personal y la entrega amorosa.

Las energías sexuales deben ser formadas, potenciadas y elevadas, no sólo al eros, sino a la amistad por el ágape, el amor como don y entrega desinteresada.

769

766 MESA RUIZ, Carlos Germán. Ética Sexual y Familiar. pp. 29-82.

767 EQUIPO INTERDISCIPLINAR. Sexualidad y Vida Cristiana. pp. 23-28. 768 Orientaciones Educativas Sobre el Amor Humano. p. 90. 769 HÄRING, Bernhard, La ley de Cristo. T. II, p. 525.


232

El amor es la entrega total y personal de dos ―yo‖ que se unen en comunión de estabilidad y perseverancia y que en el amor conyugal adquieren exclusividad y

perseverancia.770

36.5 PELIGROS DE LA SEXUALIDAD

Existen varios peligros ante la sexualidad. Estos son: el rigorismo que ve la sexualidad como algo pecaminosos olvidando que ésta es un don de Dios.

771 Otro

peligro es el laxismo que deja pasar todo como si no hubiera ningún pecado en contra de la sexualidad y se olvida que ―en el pecado sexualidad no hay parvedad de materia‖ poniendo como axioma ―el sexo con amor no es pecado‖. Otros afirman al

placer como la norma de la vida, buscando en todo el placer por el placer, para el caso de los hedonistas; por el contrario en el espiritualismo exagerado surge una idea extrema que ve en la sexualidad un cierto angelismo de manera que la castidad es

una virtud angélica. El riesgo de estas visiones peligrosas a cerca de la sexualidad es reducir la

sexualidad al plano biológico olvidando el amor como fundamento de la persona, hasta que es tomada con ambigüedad, permisividad, des humanización y perversión.

36.6 SEXUALIDAD Y AMISTAD ―la sexualidad abarca todos los aspectos de la vida y de la persona humana en la

unidad de su cuerpo y de su alma‖.772

La sexualidad al compendiar todas las dimensiones humanas, quiere decir que, la alteridad es un llamado al servicio tierno, generoso y bondadoso, de la amabilidad, con las otras personas, como realización

genuina de su dignidad y vocación. De esta manera, podemos decir que la sexualidad se transforma en amistad, de lo contrario sería inmoral. La verdadera amistad es sincera y abierta.

36.6.1 Valoración del pecado sexual : Todo pecado sexual tiene materia grave,

773

porque está en contra del sexto mandamiento y su nombre es la lujuria que

desordena el placer sexual por el placer, separando a la sexualidad de sus finalidades unitiva y procreativa.

774 La masturbación, la fornicación, la pornografía, la prostitución,

la violación, la homosexualidad,775

las relaciones sexuales prematrimoniales, la

anticoncepción,776

el adulterio,777

el divorcio, el incesto, la poligamia, la unión de

770 FORCANO, Benjamín. Nueva ética sexual. pp. 11-15. 771 Familiares Consortio. N. 11. 772 Cfr. Catecismo de la Iglesia Católica. N. 2332. 773 MESA RUIZ, Carlos Germán. Ética Sexual y Familiar. N. 96.

774 Cfr. Catecismo de la Iglesia Católica. N. 2351. 775 Cfr. Catecismo de la Iglesia Católica. Números. 2351 – 2359. 776 Familiares Consortio. N. 32.


233

hecho son ofensas graves contra la sexualidad y el matrimonio. Actualmente se pone en estos criterios:

778

1. La gravedad del comportamiento sexual se mide no por el desorden biológico sino por la dimensión personal.

2. El mantener la gravedad de estas faltas es en pro de la madurez de la persona y de su integración a la comunidad. 3. Todo pecado sexual debe ser juzgado separadamente.

36.6.2 La virtud de la castidad: La virtud de la castidad forma parte de la virtud de la templanza, por ella se racionalizan las pasiones y la sensibilidad humana, además

pertenece a las virtudes morales, es un don de Dios y un fruto del trabajo espiritual. Por la castidad el hombre mantiene la integridad de las fuerzas de la vida y asegura la unidad de su persona.

La castidad se logra en un proceso del dominio de sí, que dura casi toda la vida, ya que tiene unas leyes de crecimiento personales y sociales.

779

36.6.3 Las ofensas contra la castidad son: La fornicación: es la unión carnal del hombre y la mujer fuera del matrimonio. Es

gravemente contraria a la dignidad de la persona y del a sexualidad humana, además es un escándalo grave si de por medio hay corrupción de menores.

780

La pornografía: es dar a conocer y exhibir ante terceras personas actos genitales de manera deliberada y con fines lucrativos. Es una falta grave a la castidad ya que desnaturaliza el acto sexual, deshumaniza a quienes la realizan por convertirlos en

objetos de placer y a unos y a otros los introduce en la ilusión de un mundo ficticio. La prostitución: propiamente dicha es la utilización del propio cuerpo con fines

eróticos, sin embargo, el proxenetismo, es decir la utilización del cuerpo de los demás, también es prostitución. Es una falta grave que atenta a la dignidad de la persona que se prostituya y quien paga peca contra si mismo por profanar su cuerpo

Templo del Espíritu Santo. Además, la prostitución es un lacra que afecta a toda la sociedad, aunque su gravedad es atenuada por la miseria, el chantaje, y la presión social.

La violación: es forzar o agredir con violencia la intimidad sexual de una persona. Es un acto intrínsecamente malo porque atenta contra la justicia y la caridad, lesiona el

777 Cfr. Catecismo de la Iglesia Católica. Números.2380 – 2391.

778 MESA RUIZ, Carlos Germán. Ética Sexual y Familiar. No. 96. 779 Cfr. Catecismo de la Iglesia Católica. Números. 2341-2345 780 Cfr. Catecismo de la Iglesia Católica. Números. 2353-2355


234

respeto, la libertad, la integridad física y moral de una persona y le afecta para toda la vida. Es mas grave aún se es incesto o violación de un educador.

781

La imaginación y el deseo: Jesús vino a restaurar la pureza de la creación, por eso los pecado contre la sexualidad van hasta lo más íntimo del hombre (Mt 5, 27-28), por eso es necesario educar la imaginación, sin represión ni obsesión. El deseo es malo

cuando es producido por la evasión y la pérdida de tiempo que lleva a pensar de una manera degradada de la sexualidad y al culto idolátrico del sexo.

37. ALGUNAS CUESTIONES DE ÉTICA SEXUAL Una sexualidad bien entendida en todas sus dimensiones es rica fuente para la

comprensión de la ética sexual en lo que se refiere a su necesidad para el hombre, a su finalidad y fundamentos; de aquí la necesidad de dar orientaciones sobre algunas cuestiones concretas de ética sexual en base a la fundamentación y normas del

Magisterio de la Iglesia.782

37.1. LA MASTURBACIÓN

―Por masturbación ha de entenderse la excitación voluntaria de los órganos genitales a fin de obtener un placer venéreo‖.

783

Comportamiento humano que se expresa a través del ejercicio sexual solitario o sin relación propiamente interpersonal.

37.1.1. Diferenciación: Existen algunas distinciones:

Desde la dimensión evolutiva del individuo no es lo mismo en un adolescente (que se encuentra en un proceso de Maduración), que en un adulto (que ya es fijación o regresión).

781 Cfr. Catecismo de la Iglesia Católica. N. 2356. 782 MESA RUIZ, Carlos Germán. Ética sexual y Familiar. p. 83. 783 Cfr. Catecismo de la Iglesia Católica. N. 2352.


235

Considerada en su dimensión de presente, según los diferentes estratos de lo sexual: Una es la de carácter Biológico (desahogo fisiológico del purito sexual) y otra la de carácter Psicológico (Implicación del Yo o de toda la persona más seriamente).

Por razón de su ―normalidad Psicológica‖: Una que es síntoma de una actitud egoísta (búsqueda del placer, debilidad, carencia de objeto sustitutivo) y otra que es síntoma

de fallas psíquicas (neurótica, unida a fobias, obsesiones o compulsiones), o perversa por su carácter narcisista. Por la razón de la frecuencia: Una es la masturbación accidental y otra la habitual donde hay una fijación.

784

37.1.2 Juicio Moral:

La sicología moderna ofrece diversos datos válidos y útiles en el tema de la masturbación para formular un juicio moral equitativo sobre la responsabilidad moral y para orientar la acción Pastoral.

785

Orden moral objetivo: El Magisterio de la Iglesia ha afirmado sin ninguna duda que la masturbación es un acto intrínsecamente y gravemente desordenado. La razón

principal es que el uso deliberado de la facultad sexual fuera de las relaciones conyugales normales contradice esencialmente a su finalidad, sea cual fuere el motivo que lo determine.

786

Orden moral subjetivo: En cuanto a la culpabilidad subjetiva, la inmadurez de la adolescencia, que a veces puede prolongarse más allá de esa edad, el desequilibrio psíquico o el hábito contraído pueden influir sobre la conducta, atenuando el carácter

deliberado del acto, y hacer que no haya siempre falta subjetivamente grave. Sin embargo no se puede presumir como regla general la ausencia de responsabilidad grave.

787

37.1.3. Acción Pastoral o Terapia:

788

En cuanto a la terapia hay que tener en cuenta la necesidad de una evolución progresiva, que conduzca a la maduración de la persona en todos sus niveles, a su vez contribuir para que se dé la verdadera integración de lo sexual en toda la persona

humana. Por ot ra parte, siendo la masturbación síntoma de problemas más profundos, la

terapia ha de estar ordenada a conocer y combatir de fondo la razón que motiva tal comportamiento.

784 Cfr. MESA RUIZ, Carlos Germán. Ética sexual y Familiar. p. 127. 785 Cfr. Persona Humana. N. 9.

786 Cfr. Persona Humana. N. 9. 787 Cfr. MESA RUIZ, Carlos Germán. Ética sexual y Familiar. p. 128. 788 MESA RUIZ, Carlos Germán. Ética sexual y Familiar. p. 129.


236

Finalmente, se hace necesario en esta campo, una educación profunda de la fe la esperanza, la caridad y la Justicia, hasta llegar a la convicción de que quien progrese

en el conocimiento de Dios, en el gozo de la fe y la esperanza, quien se siente amado por los demás, descubre en si mismo cada vez más la capacidad de amar, de respetar al prójimo y comprometerse por la justicia, no podrá desarrollar en sí un

síndrome masturbatorio. 37.2 LA HOMOSEXUALIDAD

Designa las relaciones sexuales entre hombres o mujeres que experimentan una atracción sexual, exclusiva o predominante, hacia personas del mismo sexo.

789 ―Es

una desviación de la diferencia corpóreo-espiritual y de las tendencias complementarias que caracterizan el sexo y sus funciones‖.

790

37.2.1. Distinción y Causas: La causa de esta inclinación anormal hacia personas del mismo sexo es, en

ocasiones, una deficiencia orgánica o un desorden psíquico, pero puede provenir también de culpas personales o de indebida educación durante la infancia y la adolescencia.

―Distinción entre homosexuales cuya tendencia proviene de una educación falsa, de falta de normal evolución sexual, de hábito contraído, de malos ejemplos, y de otras

causas análogas, es transitoria; y aquellos que son irremediablemente tales, por una especie de instinto innato o de constitución patológica que se tiene por incurable‖.

791

Distinción entre tendencias homosexuales (estructura) y comportamiento de tipo homosexual. Esta distinción es importante porque las tendencias homosexuales, sobre todo si son de naturaleza irreversible, no están sometidas en cuanto tendencias

al juicio moral, el problema moral surgiría sobre una eventual profilaxis y sobre la posibilidad y obligatoriedad de una terapia. Distinción entre homosexualidad primaria o exclusiva y bisexualidad o bisexualismo.

De la homosexualidad primaria se dice que es irrevers ible, esto quiere decir que en el momento actual, desconociéndose la totalidad de las cusas, no hay terapias que permitan la reversibilidad de tales tendencias. Cuando se habla de bisexualismo se

está indicando una estructura ambivalente de la sexualidad, con tendencias tanto homosexuales como heterosexuales.

37.2.2 Juicio Moral:

789 Cfr. Catecismo de la Iglesia Católica. N. 2357. 790 COMPROMISO MORAL DEL CRISTIANO. N. 1267. 791 Persona Humana. N. 8.


237

Valoración objetiva: Los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados, son contrarios a la ley natural. Cierran el acto sexual al don vida. No proceden de una

verdadera complementariedad afectiva y sexual. No pueden recibir aprobación en ningún caso.

792 Según el orden moral objetivo, las relaciones homosexuales son

actos privados de su regla esencial e indispensable.

Valoración subjetiva: La culpabilidad debe ser juzgada con prudencia y comprensión. Al respecto el catecismo de la Iglesia Católica nos dice:‖un número apreciable de

hombres y mujeres presentan tendencias homosexuales instintivas‖.793

No eligen su condición homosexual; ésta constituye para la mayoría de ellos una

auténtica prueba. Deben ser acogidos con respeto, compasión y delicadeza. Se evitara, respecto a ellos todo signo de discriminación injusta. Estas personas están llamadas a realizar la voluntad de Dios en su vida, y, sin son cristianas, a unir al

sacrificio de la cruz del Señor las dificultades que pueden encontrar a causa de condición.

794

37.2.3. Acción Pastoral: Cuando se trate de una enfermedad síquica, los pacientes han de ser tratados con la

debida comprensión; en tales casos el recurso obligado son el médico y el Psicólogo.

―Fuera de los casos francamente patológicos, la ascesis cristiana puede

corregir el vicio que los genera‖.795

Las personas homosexuales deben ser acogidas en la acción pastoral con

comprensión y sostenidas en la esperanza de superar sus dificultades y su inadaptación social.

―Prevenir su aparición asegurando al niño o la niña una armonía familiar educativa con la participación de ambos progenitores‖.

796

37.3 RELACIONES SEXUALES PREMATRIMONIALES

792 Cfr. Catecismo de la Iglesia Católica. N. 2357. 793 Catecismo de la Iglesia Católica. N. 2358.

794 Cfr. Catecismo de la Iglesia Católica. N. 2358. 795 COMPROMISO MORAL DEL CRISTIANO. N. 1268. 796 MESA RUIZ, Carlos Germán. Ética sexual y Familiar. p.125.


238

―Unión sexual entre novios antes del matrimonio. Novios son: las parejas psicológicamente maduras en su relación y que están seriamente comprometidas a

un futuro matrimonio. Esta delimitación descarta cualquier otro tipo de relación como prostitución, el amor libre, el matrimonio a prueba en cuanto se refiere al juicio moral‖.

797

37.3.1. Juicio Moral:

El trato sexual extramatrimonial y prematrimonial debe considerarse un desorden grave, porque all í no existe una efectiva y estable vinculación profunda de las personas, como la que existe en el matrimonio, porque no se asume la

responsabilidad personal respecto del compañero o de la compañera y de la eventual descendencia.

Por más firme que sea el propósito de contraer matrimonio de quienes se comprometen en estas relaciones prematuras, es indudable que tales relaciones no garantizan que la sinceridad y la fidelidad de la relación interpersonal entre un hombre

y una mujer queden aseguradas, sobre todo protegidas contra los vaivenes y las veleidades de las pasiones. La unión carnal no puede ser legítima sino cuando se ha establecido una definitiva comunidad de vida entre un hombre y una mujer.

Son desorden grave porque:

798

Son expresión de una realidad que no existe.

Son un lenguaje que no encuentra correspondencia objetiva en la vida de las

dos personas aun no constituidas en comunidad definitiva.

No responden verdaderamente a las exigencias de su propia finalidad y de la dignidad humana.

Excluyen, en su mayoría, la prole; o si se da, los hijos se ven privados de la convivencia estable en la que puedan desarrollarse, como conviene, y

encontrar el camino y los medios necesarios para integrarse en la sociedad. Los novios están llamados a vivir la castidad en la continencia. Reservarán para el

tiempo del matrimonio las manifestaciones de ternura específicas del amor conyugal.

799

797 MESA RUIZ, Carlos Germán. Ética sexual y Familiar. p. 117. 798 Cfr. Persona Humana. N. 7. 799 Catecismo de la Iglesia Católica. N. 2350.


239

Desde el punto de vista subjetivo (imputabilidad), pueden existir costumbres sociales, prejuicios culturales, situaciones objetivamente difíciles, inmadurez personal no culpable que oscurecen el entendimiento e influyen en la voluntad.

800

37.3.2 Acción Pastoral:

Creación de grupos juveniles, en que las parejas de novios puedan hacer una

experiencia de vida cristiana que les permita hacer frente a las influencias negativas del ambiente externo.

Brindar una verdadera educación a los jóvenes donde descubran y aprecien los valores contenidos en la norma.

37.4 EL ADULTERIO 801

―Habéis oído que se dijo: ―no cometerás adulterio‖. Pues Yo os digo: todo el que mira

a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón‖ (Mt. 5, 27-28). Designa la infidelidad conyugal. Cuando un hombre y una mujer, de los cuales al

menos uno está casado, establece una relación sexual, aunque ocasional, comenten un adulterio. Cristo condena incluso el deseo del adulterio.

802

37.4.1 Juicio Moral: El adulterio contradice el sí que los contrayentes se dan en la boda y que renuevan

de continuo con la convivencia matrimonial. Los cónyuges adúlteros actúan contra la veracidad de su entrega o inducen a hacerlo al cónyuge con el que pecan. El acto constituye una grave trasgresión contra la justicia y el amor aunque los cónyuges se

hayan dado mutuamente permiso para hacerlo. Y ello porque el adulterio es inconcebible con el amor y la fidelidad debidos al cónyuge engañado.

―El adulterio es una injusticia. El que lo comete falta a sus compromisos. Lesiona el signo de la alianza que es el vínculo matrimonial. Quebranta el derecho del otro cónyuge y atenta contra la institución del matrimonio, violando el contrato que le da

origen. Compromete el bien de la generación humana y de los hijos, que necesitan la unión estable de los padres‖.

803

800 SARDI, Paolo. Comentarios de la declaración ―Persona Humana‖. p. 117.

801 Catecismo de la Iglesia Católica. N. 2380. 802 Cfr. Catecismo de la Iglesia Católica. N. 2380. 803 Catecismo de la Iglesia Católica. N. 2381.


240

37.5 LAS RELACIONES SEXUALES SON LICITAS SOLO DENTRO DEL MATRIMONIO

Para que la unión sexual responda verdaderamente a las exigencias de su propia finalidad y de la dignidad humana, el amor tiene que tener su salvaguardia en la estabilidad del Matrimonio.

804 Únicamente en el matrimonio se verifica la conexión

inseparable querida por Dios, entre el significado unitivo y el pro-creativo de tales relaciones dirigidas a mantener, confirmar y manifestar una definitiva comunión de vida, ―una sola carne‖, mediante la realización de un amor humano, total, fiel,

exclusivo y fecundo como es el amor conyugal. Por esto, las relaciones sexuales fuera del contexto matrimonial, constituyen un desorden grave.

805

En el matrimonio, la intimidad corporal de los esposos viene a ser un signo y una

garant ía de comunión espiritual. La sexualidad, mediante la cual el hombre y la mujer se dan el uno al otro con los actos propios y exclusivos de esposos, no es algo puramente biológico, sino que afecta al núcleo intimo de la persona humana, en

cuanto tal ella se realiza de modo verdaderamente humano solamente cuando es parte e integrante del amor con que el hombre y la mujer se comprometen totalmente entre si hasta la muerte.

806

Los actos con los que los esposos se unen íntima y castamente entre sí son honestos y dignos, y, realizados de modo verdaderamente humano, significan y fomentan la

reciproca donación, con la que se enriquecen mutuamente con alegría y gratitud.807

―Por la unión de los esposos se realiza el doble fin del matrimonio: el bien de los

esposos y la transmisión de la vida. No se pueden separar estas dos significaciones o valores del matrimonio sin alterar la vida espiritual de los cónyuges y comprometer los bienes del matrimonio y el porvenir de la familia‖.

808

37.6 DROGA Y DESORDEN SEXUAL

Una sociedad permisiva que no ofrece valores sobre lo cuales fundamentar la vida, favorece evasiones alienantes a las que son sensibles especialmente los jóvenes. Esta tensión y problemática de la vida la evaden en la droga. Algunas substancias

aumentan la sensibilidad al placer sexual bien general, disminuyen la capacidad de autocontrol y de defensa. El abuso prolongado de la droga lleva a la destrucción física y psíquica.

804 Cfr. Persona Humana. N. 7. 805 Cfr. Humanae Vitae N. 12.

806 Cfr. Familiaris Consortio. N. 11. 807 Cfr. Gaudium et Spes. N. 49. 808 Catecismo de la Iglesia Católica. N. 2363.


241

Droga y autonomía, mal entendida, y desorden sexual se encuentran muy a menudo juntos.

Este flagelo priva del uso de la razón, es alienante, extingue todo esfuerzo de superación, y destruye la integridad física y moral; por tanto su uso indiscriminado, lejos de cumplir prescripciones médicas, y su producción clandestina constituyen una

falta grave en cuanto que incitan a prácticas gravemente contrarias a la ley moral.809

38. MATRIMONIO Y CELIBATO SACERDOTAL

―La virginidad y el celibato por el Reino de Dios no sólo no contradicen

la dignidad del matrimonio, sino que la presuponen y la confirman. El matrimonio y la virginidad son dos modos de expresar y de vivir el único Ministerio de la Alianza de Dios con su puesto. Cuando no se estima el

matrimonio, no puede existir tampoco la virginidad consagrada: cuando la sexualidad humana no se considera un gran valor donado por el Creador pierde significado la renuncia por el Reino de los Cielos‖.

810

38.1 TEOLOGÍA DEL MATRIMONIO

Noción de Matrimonio: El matrimonio es una comunidad íntima de vida entre un hombre y una mujer fundamentada en el amor responsable de una alianza permanente en la complementariedad de las dos personalidades para lograr juntos

una realización mediante la mutua donación. Este consorcio de vida, por su misma índole natural, está ordenado al bien de los cónyuges, a la generación y a la educación de la prole, elevado por Cristo a la dignidad de sacramento entre

bautizados. (C.I.C c/055)811

809 Cfr. Catecismo de la Iglesia Católica. N. 2291. 810 Familiaris Consortio. N. 16. 811 MESA RUIZ, Carlos Germán. Ética Sexual y Familiar. p. 194.


242

El Matrimonio en la Sagrada Escritura. La Sagrada Escritura habla del matrimonio y de su ―misterio‖, de su institución y del sentido que Dios le dio, de su origen y de

su fin, de sus realizaciones diversas a lo largo de la historia de la salvación, de sus dificultades nacidas del pecado y de su renovación ―e el Señor‖ (1Cor. 7, 39), todo ello en la perspectiva de la Nueva Alianza de Cristo y de la Iglesia. (Ef. 5, 31-32).

812

38.1.1 En el Antiguo Testamento

El mismo Dios es el autor del matrimonio (G.S. 48). La Vocación del matrimonio se inscribe en la naturaleza misma del hombre y de la mujer, según salieron de la mano del creador (Gn. 1, 26-27). El matrimonio no es una institución puramente humana a

pesar de las numerosas narraciones que ha podido sufrir a lo largo de los siglos.813

La conciencia moral relativa a la unidad e indisolubilidad del matrimonio se

desarrolló bajo la pedagogía de la ley antigua. La poligamia de los patriarcas y de los reyes no es todavía criticada. No obstante, la ley dada por Moisés (Dt. 24, 1) se orienta a proteger a la mujer contra un dominio arbitrio del hombre.

814

Contemplando la Alianza de Dios con Israel bajo la imagen de un amor conyugal fiel y exclusivo, los profetas fueron preparando la conciencia del pueblo elegido para una

comprensión más profunda de la unidad e indisolubilidad de matrimonio.815

A ello también contribuyeron los escritos sapienciales.

Podemos concluir diciendo que la revelación bíblica del Antiguo Tes tamento, no creó una institución especial para la sexualidad y el amor. Aceptó la estructura socio -cultural correspondiente, tratando de vivirla en una dimensión de fe bíblica y de

transformarla a partir de los postulados de la revelación.816

38.1.2 En el Nuevo Testamento

Jesús no ha instituido el matrimonio pues éste existe desde el principio (cf. Gn 2, 24). Pero Cristo es el que da pleno sentido al matrimonio, ya que de Cristo procede

la gracia del sacramento.817

En su predicación, Jesús enseñó sin ambigüedad el sentido original de la unión del

hombre y la mujer, tal como el creador lo quiso al comienzo: la autorización dada por

812 Catecismo de la Iglesia Católica. N. 1602. 813 Catecismo de la Iglesia Católica. N. 1603. 814 Catecismo de la Iglesia Católica. N. 1610.

815 Catecismo de la Iglesia Católica. N. 1611. 816 VIDAL, Marciano. Moral del Matrimonio. p. 15. 817 MARTÍ NEZ, Osw aldo. Tratado de Sacramentos II. 1995.


243

Moisés, de repudiar a su mujer era una concesión a la dureza del corazón.818

La enseñanza de Jesús se coloca en la línea de querer llevar a la realización plena la realidad del amor, tal como está dado por el Creador (Mt. 19, 3-12).

819

Si el matrimonio recibió una iluminación nueva al pasar a ser en la predicación de los profetas imagen de las relaciones de Dios con su pueblo, ahora en la revelación

cristiana, según la enseñanza en el ámbito de la alianza de Cristo con la Iglesia (Ef. 5, 22-3). La Revelación Cristiana aporta una iluminación especial al amor conyugal desde la Teología de la Virginidad. El Nuevo Testamento nos descubre el misterio

genuino del amor conyugal y nos revela el gran misterio del amor virginal (Mt. 19, 10 -11 – 1Cor 7).

820

38.1.3 El matrimonio en el magisterio de la Iglesia: La Iglesia a través de los tiempos le ha dedicado bastante tiempo a estudiar y escribir sobre el matrimonio. Es así que en la carta encíclica Casti Connubii del papa Pío XI (1930) afirma que el

matrimonio no fue instituido, ni es sostenido por obra de los hombres, sino por obra de Dios (D.S. 2225).

El Vaticano II hace una síntesis entre matrimonio como institución y como comunidad de amor; amor que se consolida con el respeto de la vida humana.

Pablo II en la Humanae Vitae ve el amor conyugal como el verdadero significado del matrimonio, amor que tiene las siguientes características: Amor plenamente HUMANO, TOTAL, FIEL, EXCLUSIVO Y FECUNDO.

821

Juan Pablo II en la Familiaris Consortio habla del matrimonio y virginidad como dos modos de realizar la vocación del amor.

822

También los documentos de Medell ín, Puebla y Santo Domingo se han pronunciado sobre la doctrina y orientación pastoral en relación al matrimonio.

823

38.2 SIGNO SACRAMENTAL DEL MATRIMONIO

El matrimonio se funda en el consentimiento de los contrayentes, quienes son los ministros del sacramento, es decir, en la voluntad de darse mutua y definitivamente con el fin de vivir una alianza de amor fiel y fecundo.

824 Requisitos para su validez:

Que sea un acto individual, suficiente uso de razón, que intervenga la voluntad y

818 Catecismo de la Iglesia Católica. N.1614. 819 VIDAL, Marciano. Moral del Matrimonio. p. 23. 820 Cfr. VIDAL, Marciano. Moral del Matrimonio. pp. 16 y 23. 821 Humanae Vitae. N. 9. 822 Familiaris Consortio. N. 11. 823 Medellín Números. 3, 11; p. 538. Santo Domingo Números. 212, 213. 824 Catecismo de la Iglesia Católica. N.1662.


244

que se realice con adecuada libertad.825

38.3 EL SACRAMENTO DEL MATRIMONIO Y LA FE

El matrimonio entra dentro del ámbito de la fe, de donde recibe la posibilidad de ser vivido en cristiano y donde encuentra la plenitud de significación y de realización:

―El matrimonio es una realidad terrena, tiene un sentido propiamente humano y debe ser vivido en ―el Señor‖. No pertenece solamente al orden de la creación. Forma parte del organismo de la salvación y por

razón del bautismo, reviste para el creyente una significación completamente especial.

826

El matrimonio solo se comprende desde la fe, en la que los esposos son llamados a ser signos del misterio de la unidad y de amor fecundo entre Cristo y la Iglesia. Supone la fe y sin ella es ilícito celebrarlo.

827

38.4 LOS SIGNIFICADOS DEL MATRIMONIO

Son dos: unitivo y procreativo. UNITIVO: El amor de los esposos exige, por su misma naturaleza, la unidad y la indisolubilidad de la comunidad de personas que abarca la vida entera de los

esposos.828

PROCREATIVO: Por su naturaleza misma, la institución del matrimonio y el amor

conyugal están ordenados a la procreación y a la educación de la prole y con ellas son coronados como su culminación. (G.S. 48; 50)

829

38.5 CELIBATO POR EL REINO DE DIOS

―Al hombre se le pide un acto de voluntad deliberada, consciente del

compromiso y del privilegio y del privilegio del celibato. No se trata de una simple abstención del matrimonio, ni de una observación no motivada y casi pasiva de los de una observación no motivada y casi

pasiva de las reglas impuestas por la castidad. El acto de renuncia tiene su aspecto positivo en la entrega total al Reino, que implica una adhesión absoluta a Dios amado sobre todas las cosas y al servicio de

su Reino‖. (Juan Pablo II)830

825 Código Derecho Canónico. C. 1095. 826 Cfr. VIDAL, Marciano. Moral del Matrimonio. p. 17. 827 Cfr. Familiaris Consortio. N. 68. 828 Cfr. Catecismo de la Iglesia Católica. N. 19.

829 Catecismo de la Iglesia Católica. N. 28. 830 Citado por FLECHA, José Román. Moral de la personal. Amor y sexualidad. Ed. BAC Madrid, 2002. p.

285-286


245

38.5.1 Dimensiones del celibato

Carácter teologal. El celibato, como cualquier ot ro estado de vida, no es

comprensible en la vivencia cristiana sino desde la perspectiva de la vocación.831

Referencia Cristológica: El creyente sabe que, una vez incorporado a la vida y la

muerte-resurrección de Jesús, ya no vive él, sino que es Cristo quien vive en él y actúa (G al 2, 19-21). La vocación celibataria cristiana (como la matrimonial) significa un modo concreto de seguimiento de Jesús y una participación

especial en la misión confiada a los suyos.832

Referencia pneumática: De toda la realidad cristiana hace, además, del celibato evangélico un signo de la presencia eficaz del Espíritu Santo en la vida y

la misión evangelizadora de la Iglesia, as í como en la vocación y misión de cada uno de los cristianos.

833

De estas se derivan también otras referencias eclesiales834

y escatológicas835

que hacen del celibato cristiano una realidad muy diferente de la simple decisión de no contraer matrimonio o de guardar una continencia sexual. También se deducen las

exigencias éticas que como toda vocación en la Iglesia, acompañan también a la vocación-opción por la vida celibataria.

836

38.5.2 Objeciones al celibato837

Las diversas objeciones contra la virginidad y, en consecuenc ia, contra el celibato

suelen reducirse fundamentalmente a dos:

Que tal opción constituye un atentado contra la naturaleza humana y en

consecuencia como ideales imposibles y hasta dañinos para la persona concreta.

Que contradice al bien común por limitar la capacidad reproductora de una comunidad social.

Falta, sin duda, una adecuada comprensión de lo que realmente significan la virginidad y el celibato.

831 FLECHA, José Ramón. Moral de la personal. Amor y sexualidad. p. 270.

832 FLECHA, José Ramón. Moral de la personal. Amor y sexualidad p. 270. Y Sacerdotalis Caelibatus Números. 19-25.

833 FLECHA, José Ramón. Moral de la personal. Amor y sexualidad p. 270. 834 Sacerdotalis Caelibatus Números. 26 – 32.

835 Sacerdotalis Caelibatus Números. 32 – 34 . 836 Cfr. FLECHA, José Ramón. Moral de la personal. Amor y sexualidad. pp. 270 – 271. 837 Sacerdotalis Caelibatus Números. 5 – 16 (Objeciones en este siglo).


246

38.5.3 Conclusiones

838

Tanto el matrimonio como el celibato son don de Dios y exigen una r espuesta radical al anuncio y a la oferta del Reino de Dios.

El cristiano no ha sido llamado a la santidad ―en‖ un estado de mayor o menor perfección, sino que ha sido llamado ―a‖ un estado de vida para que lo santifique a sí mismo en él. Subraya la integridad e integralidad de la vivencia de la

sexualidad.

Los que contraen matrimonio se casan en ―el Señor‖ y los que son llamados al celibato, lo viven como signo de la presencia de Cristo en el mundo. Los célibes

lo son porque Jesús lo fue y como Jesús lo fue. En entrega al Padre y en entrega a sus hermanos.

839

La vivencia del celibato incluye, subraya y ejemplifica para toda la comunidad el carácter filial, oblativo, consecratorio y martirial de la vida cristiana.

El celibato y la virginidad adquieren un carácter profético en el que el anuncio y la denuncia se hacen creíbles por la renuncia.

El celibato no se limita solo a la experiencia y el compromiso de una ―libertad de‖ ligaduras y responsabilidades familiares, sino que comporta necesariamente la ―libertad para‖ o disponibilidad para el servicio al pueblo de Dios.

38.5.4 Algunos medios para guardar la castidad

La exhortación apostólica PDV No. 50 subraya algunos valores para una adecuada formación y vivencia del celibato ministerial: madurez psíquica y sexual, vida de oración, dirección espiritual, estima de la amistad sacerdotal y de la autodisciplina,

aceptación de la soledad, correcto estado personal físico y psicológico. La conferencia Episcopal Española, en su plan de formación sacerdotal, recuerda,

también, en la formación para la vivencia del celibato algunos valores humanos: equilibrio emocional, capacidad de diálogo, de perdón, de colaboración, silencio y soledad, la aceptación del otro y el sentido de la amistad, el amor de la justicia, la

capacidad de la responsabilidad y el recto uso de la libertad, el espíritu de servicio y

838 Cfr. FLECHA, José Ramón. Moral de la personal. Amor y sexualidad. pp. 264 – 291. 839 Celibato por el Reino de los Cielos. Mt. 19, 12. 1 Cor. 7, 32. P.O N. 16; C.E.C. 1579, 1620 C.I.C. c

277, 599 F.C. N. 16. P.D.V N. 29; L.G. 42, 44.


247

disponibilidad, el desprendimiento y la comunicación de bienes, la laboriosidad creativa y la austeridad, la firmeza y la constancia, la moderación y la osadía evangélica.

840

39. LA PATERNIDAD RESPONSABLE

39.1 EN QUÉ CONSISTE Y QUIÉNES LA EJERCEN

Consiste en el ejercicio de la libre y generosa voluntad de transmitir, defender y llevar a plenitud la vida humana. La ejercen la pareja humana, los esposos, comprometiendo su conducta a la intención creadora de Dios. La fecundidad es un

don, un fin del matrimonio, pues el amor conyugal tiende naturalmente a ser fecundo. La Iglesia que está a favor de la vida (F.C. 30) enseña que todo acto matrimonial debe quedar abierto a la transmisión de la vida. (H.V. 11)

841

Llamados a la vida, los esposos participan del poder creador y de la paternidad de Dios. Los cónyuges saben que son cooperadores del amor de Dios Creador.

842

En el matrimonio como sacramento con el doble significado de la donación conyugal (aspecto unitivo y procreativo) se ha de conservar el sentido del amor mutuo y

verdadero y su ordenación a la alt ísima vocación del hombre a la paternidad.843

―El matrimonio y el amor conyugal, por su propia índole, se ordenan a la procreación y

a la educación de la prole. Los hijos son, sin duda, el regalo más hermoso del matrimonio, y contribuyen al bien de los padres más que cualquier ot ra cosa‖.

844

Según el Concilio Vat. II la familia voluntaria y responsablemente numerosa constituye un gran valor; sin embargo no se puede decir que el ideal cristiano sea pertenecer a una familia numerosa. Está mal no tener hijos por egoísmo, pero

también lo es tenerlos en un modo irresponsable. El niño que viene al mundo tiene derecho a tener un hogar y ser alimentado y educado como conviene.

845

La pasividad irresponsable no puede presentarse como una virtud.846

Engendrar una vida humana es tan decisivo que no puede ser nunca consecuencia

un acto irresponsable de los padres.

840 Citado por FLECHA, Ramón. José Ramón. Moral de la personal. Amor y sexualidad. pp. 289 – 290. 841 Catecismo de la Iglesia Católica. N. 2366. 842 Catecismo de la Iglesia Católica. N. 2367. 843 MESA, Germán. Ética sexual y Familiar. p. 227.

844 Gaudium et Spes. N. 50. 845 Síntesis de Moral. Seminario Mayor de Tunja 2003, p. 283. 846 Cfr. HORTELANO, Antonio. Problemas actuales de la Moral. pp. 618-619.


248

En la generación d la vida los esposos realizarán una de las dimensiones más altas de su vocación: son colaboradores de Dios; por tanto están obligados a un

comportamiento extremadamente responsable.847

Todo niño que nace debe ser acogido con cariño y bondad; al transmitir la vida a un hijo, el amor conyugal produce una persona nueva singular, única e irrepetible. Allí empieza para los padres el

ministerio de evangelización: fundar su paternidad responsable en las circunstancias económicas, sociales, culturales, demográficas en que se vive.

848

39.2 CRITERIOS DE LA PATERNIDAD RESPONSABLE

A. Principios doctrinales:

El amor conyugal exige a los esposos una conciencia de su misión de paternidad responsable (H.V.1). es ta paternidad responsable hay que considerarla bajo diversos aspectos legítimos y relacionados entre si:

a) En relación con los procesos biológicos: Paternidad responsable significa un

conocimiento y respeto por las funciones biológicas.

b) En relación con las tendencias del instinto y de las pasiones: La paternidad

responsable comporta el necesario dominio que debe ejercer la razón y la

voluntad sobre ellas. c) En relación con las condiciones físicas, económicas, psicológicas y sociales: la

paternidad responsable se pone en practica, ya sea con la deliberación ponderada y generosa de tener una familia numerosa, ya sea con la decisión, por graves motivos de evitar un nuevo nacimiento, durante algún tiempo o por un

tiempo indefinido. d) En relación con el orden moral objetivo: la paternidad responsable exige que los

cónyuges reconozcan plenamente sus propios deberes para con Dios, para con ellos mismos, para con su familia y la sociedad en una justa jerarquía de valores; además implica el respeto de la naturaleza y de la finalidad del acto conyugal.

849

Los esposos deben descubrir la voluntad de Dios sobre ellos a través de la situación concreta.

Ser casados.

Lo mínimo que se le ha de ofrecer a un hijo es un hogar.

847 FERNANDEZ, Aurelio. Compendio de Teología Moral. p. 292.

848 Puebla. N. 584. 849 MESA, Germán. Ética sexual y Familiar. p. 228.


249

Tener presente otras realidades: la casa, la salud física y psíquica, las posibilidades económicas y educativas de la pareja y la seguridad social.

850

B. Dotes de la paternidad responsable:

1. La generosidad: Los esposos cristianos, confiados a la Providencia divina y cultivando el espíritu de sacrificio, glorifican al cre ador y tienden a la perfección en Cristo, cuando con responsabilidad generosa, humana y

cristiana cumplen su misión creadora. 2. La responsabilidad ha de ser humana: Dictada por la prudencia humana,

ante la prevención de los recursos con que contaran para la debida condición de los esposos: presupuesto familiar, la salud, adecuada educación de los hijos.

3. Una responsabilidad cristiana: Se ha de distinguir por su carácter

sobrenatural, propio de los hijos de Dios y e la Iglesia (Vivencia de virtudes

teologales, la Oración, sacramentos).851

39.3 MÉTODOS DE LA PATERNIDAD RESPONSABLE

Es totalmente decisivo el ángulo y la perspectiva que se adoptan en la cuestión de los métodos para regular la concepción; incluso la misma elección de las palabras es de suma importancia. Ej. hablar de ―regulación de los nacimientos‖; estas palabras

intencionalmente incluye el aborto que evita un nacimiento normal. Hay que preferir entonces la expresión: ―regulación de la concepción‖ o ―contraconcepción‖.

En cuanto a los métodos hay muchas clasificaciones, pero hay que mirar su valor moral.

La norma general es el ―respeto a la persona humana‖. En otras palabras, no se debe permitir ninguna clase de manipulación en menoscabo de la dignidad de la persona humana y de su libertad.

Son medios il ícitos: El aborto, la esterilización, directa del hombre o de la mujer, el coito interrumpido u onanismo conyugal, el uso de los medios que impiden el

anidamiento del óvulo fecundado como el empleo de anillos intrauterinos, el DIU, la píldora anticonceptiva y directamente abortiva, el uso de medios físicos como el preservativo.

852

850 Síntesis de Moral. 2003. pp. 285-286. 851 Síntesis de Moral. 1998, p. 299. 852 Síntesis de Moral. 2003. p. 287.


250

Métodos il ícitos853

Nombre Cómo funciona

1. Dispositivos intrauterinos

(DIV, ESPIRAL

Se coloca en el útero creando condiciones que

inmovilizan los espermatozoides impidiendo fecundar los óvulos

2. Quirúrgicos (ligadura trompas; vasectomía.

Obstruye, bloquea la fecundación

3. Método de barrera. Diafragma y capuchón cervical, espermatizidas que

obstruye, bloquea la fecundación

4. Métodos hormonales

Anticonceptivos orales combinados (píldora); anticonceptivos inyectables que no facilitan la fecundación

5. Método Onanístico Es el coito interrumpido.

La continencia periódica, los métodos de regulación de los nacimientos, fundados en la auto observación y el recurso a los periodos fecundos (H.V. 16) son conformes a los criterios de moralidad.

854

Los medios lícitos:

Son aceptados por la Iglesia porque respetan el orden y funcionamiento a diferencia de los del mero control que regulan los nacimientos sin tener en cuenta la moral; Son los m. naturales a saber:

Biológicos: se limitan a aprovechar los periodos agenesicos (infértiles) durante los

cuales la relación sexual no puede ser fecunda. Saber y preveer el momento de la ovulación y evitar as í la fecundación.

Temperatura basal: Con la cual la mujer lleva un control de su propio cuerpo y cuando la temperatura sube al máximo es cuando hay ovulación.

Método de Billings, o de moco cervical: Un control de esta mucosa permite detectar el momento de la ovulación, pues en ese momento la mucosa es abundante, traslúcida como la clara de huevo.

Valoración moral: La causa básica de su ilicitud de todos estos métodos reside en la mentalidad

853 Cfr. MESA, Germán. Ética sexual y Familiar. pp. 236-241. 854 Catecismo de la Iglesia Católica. N. 2370.


251

antivida, antifecundidad que en ellos se refleja, y por lo tanto en el egoísmo que esconde su uso.

855

Consecuencias negativas del uso de los métodos de regulación artificial de la natalidad:

Se abre un camino fácil y amplio a la infidelidad conyugal y a la degradación

general de la moralidad.

El hábito del uso de practicas anticonceptivas acaba por hacer perder el respeto a la mujer, considerándola como un simple instrumento de y no

compañera respetada y amada.856

Los medios ilícitos: Según la H. V. (n. 14), que hay que excluir:

La interrupción directa del proceso generado, ya inic iado, sobre todo el aborto directamente querido y procurado, aunque sea por razones terapéuticas.

La esterilización directa perpetua o temporal tanto del hombre como de la mujer, quedando excluida la procreación.

857

40. PRINCIPIOS DOCTRINALES

SEGÚN LOS DOCUMENTOS: HUMANAE VITAE DONUM VITAE

FAMILIARIS CONSORTIO EVANGELIUM VITAE

La Iglesia ha recibido de su Señor Jesucristo la misión y la autoridad para que como Madre y Maestra oriente al hombre en su educación y promoción como ser integral.

858

La Iglesia no puede tener otra actitud para con los hombres que la del Redentor:

conoce su debilidad, tiene compasión de las muchedumbres, acoge a los pecadores, pero no puede renunciar a enseñar la ley que es propia de una vida humana llevada a su verdad originaria y conducida por el Espíritu de Dios.

859

40.1 PRINCIPIOS BÁSICOS

855 Síntesis de Moral. 2003. pp. 286-287. 856 Humanae Vitae N. 17. 857 Síntesis de Moral. 2003. p. 287.

858 Humanae Vitae. N. 4. 859 Humanae Vitae. N. 19; Rm 8, 1ss.


252

La vida del hombre proviene de Dios, es su don, su imagen e impronta, por tanto

Dios es el único Señor de esta vida.860

―Solo Dios es dueño de la vida.‖861

El es el

Creador de todo, especialmente de la vida humana, la vida misma es un don de Dios.

862

Doctrina moral del matrimonio está fundada sobre la Ley Natural iluminada por la Divina Revelación.

863

―Todo problema referente a la vida humana, hay que considerarlo, a la luz de una visión integral del hombre y de su vocación, no solo natural sino eterna‖.

―Colaboración responsable de los esposos con el amor fecundo de Dios; el don de la vida humana debe realizarse en el matrimonio mediante los actos específicos y exclusivos de los esposos‖.

864

―La vida de todo ser humano ha de ser respetada de modo absoluto desde el

momento mismo de la concepción, todo su ser lleva grabada la imagen del

Creador‖.865

―Lo que es técnicamente posible no es por esa única razón moralmente

admisible‖.866

La ley moral natural evidencia y prescribe las finalidades, los derechos, los deberes,

fundamentados en la naturaleza corporal y espiritual de la persona humana. Esa ley no puede entenderse como una normatividad simplemente biológica, sino que ha de ser concebida como el orden racional por el que el hombre es llamado por el Creador

a dirigir y regular su vida y sus actos y, más concretamente, a usar y disponer del propio cuerpo.

867

860 Evangelium Vitae. N. 39.

861 Evangelium Vitae. N. 55. 862 Donum Vitae. N. 5. 863 Humanae Vitae. Números. 4-7. 864 Humanae Vitae. N. 9. Gaudium et Spes, N. 50.

865 Donum Vitae. N. 7. 866 Gaudium et Spes. N. 35. Donum Vitae. N. 13. 867 Donum Vitae. Introducción. N.3.


253

Cualquier intervención sobre el cuerpo humano no alcanza única mente los tejidos, órganos y funciones; afecta también, y a diversos niveles, a la persona misma; encierra por tanto un significado y una responsabilidad morales, de modo quizá implícito, pero real.

Juan Pablo II recordaba con fuerza a la Asociación Médica Mundial: "Cada persona humana, en su irrepetible singularidad, no está constituida solamente por el espíritu, sino también por el cuerpo, y por eso en el cuerpo y a través del cuerpo se alcanza a la

persona misma en su realidad concreta. Respetar la dignidad del hombre comporta, por consiguiente, salvaguardar esa identidad del hombre corpore et anima unus, como afirma el Concilio Vaticano II (Const. Gaudium et Spes, 14, 1). Desde esta visión antropológica

se deben encontrar los criterios fundamentales de decisión, cuando se trata de procedimientos no estrictamente terapéuticos, como son, por ejemplo, los que miran a la mejora de la condición biológica humana".

868

La biología y la medicina contribuyen con sus aplicaciones al bien integral de la vida

humana, cuando desde el momento en que acuden a la persona enferma respetan su dignidad de criatura de Dios. Pero ningún biólogo o médico puede pretender razonablemente decidir el origen y el destino de los hombres, en nombre de su

competencia cient ífica. Esta norma se debe aplicar de manera particular al ámbito de la sexualidad y de la procreación, pues ahí el hombre y la mujer actualizan los valores fundamentales del amor y de la vida.

869

40.2 MORALIDAD DEL ACTO CONYUGAL

―El matrimonio es una sabia institución del Creador para realizar en la humanidad el designio de amor.

870 En los bautizados el matrimonio, es además signo sacramental

de la gracia, en cuanto representa la unión de Cristo y la Iglesia‖.871

Características del acto conyugal:

872

Amor plenamente humano. Acto de la voluntad libre.

Es un amor total: sin reservas indebidas o cálculos egoístas. Amor fiel y exclusivo: un hombre con una mujer.

Amor fecundo. Está destinado a prolongarse suscitando nuevas vidas. Los hijos

son el don más excelente del matrimonio.

En la familia se anuncia, se celebra y se sirve a la vida. Además los esposos

868 Donum Vitae. Introducción. N.3. 869 Donum Vitae. Introducción. N.3.

870 Humanae Vitae. N. 8. 871 Humanae Vitae. N. 8. 872 Humanae Vitae. N. 9.

http://www.vatican.va/archive/hist_councils/ii_vatican_council/documents/vat-ii_const_19651207_gaudium-et-spes_sp.html


254

están llamados a transmitir la vida, siendo cada vez más conscientes del significado de la procreación, pues la vida humana es un don recibido y a la vez a de ser dado.

873

Moralidad: Respetar la naturaleza y la finalidad del acto matrimonial: ―Cualquier acto matrimonial debe quedar abierto a la transmisión de la vida‖.

874 Inseparables los

dos aspectos: unión y procreación.875

El acto conyugal por su íntima estructura mientras que une a los esposos los hace aptos para la generación de nuevas vidas. Fidelidad al plan de Dios: ―Un acto conyugal impuesto al cónyuge sin considerar su

condición actual y sus legítimos deseos, no un verdadero acto de amor‖.876

40.3 PARANGÓN CON EL RECURSO DE ANTICONCEPCIONISMO

―Todo acto conyugal ha de quedar abierto a la vida. En la misión de transmit ir la vida, los esposos no quedan libres para proceder arbitrariamente, como si ellos

pudieran determinar la manera completamente autónoma los caminos lícitos a seguir, sino que deben conformar su conducta a la intención creadora de Dios, manifestada en la misma naturaleza del matrimonio y de sus actos.

877 El amor

conyugal exige a los esposos una conciencia de su misión de paternidad responsable‖.

878

―Anticoncepcionismo: Es todo método, eventualidad o sistema que impide temporalmente la producción de un embarazo en una pareja fértil. Es un método artificial que separa los dos significados del acto conyugal: el unitivo y

procreativo‖.879

Criterios generales: Respeto a la persona humana: No se debe permitir

ninguna clase de manipulación o menoscabo de la dignidad de la persona humana y su libertad.

880

La ilicitud de estos métodos reside en la mentalidad antivida, la antifecundidad y el egoísmo que esconden en su uso.

―La continencia periódica, los métodos de regulación de los nacimientos, fundados en la auto-observación y el recurso a los períodos infecundos son conformes al c riterio

873Cfr. Humanae Vitae. N. 92.

874 Casti Connubi. Pío XI, 560. 875 Humanae Vitae. N. 12. 876 Humanae Vitae. N. 13. 877 Gaudium et Spes. Números. 50-51. Humanae Vitae, N. 10.

878 Humane Vitae. N. 11. 879 Familiaris Consortio. N. 32. 880 Humanae Vitae. N. 11.


255

de la moralidad,881

entre estos y el anticoncepcionismo hay una diferencia antropológica y moral, implica dos lenguajes: El lenguaje natural de la donación de los esposos y el anticoncepcionismo, es el no darse totalmente al otro; dos

concepciones de la persona y de la persona humana irreconciliables entre sí‖.882

―Consecuencias negativas de los métodos de regulación artificial: Se abre un camino fácil y amplio a la infidelidad conyugal y a la degradación general de la moralidad; el

hábito del uso de prácticas anticoncepcionistas hacen perder el respeto de la mujer, considerándola como simple instrumento de goce egoísta; este recurso en las autoridades públicas, es un arma peligrosa de manipulación y asumen ellas el sector

más personal e íntimo de la pareja conyugal‖.883

Es cierto que anticoncepción y aborto desde el punto de vista moral, son males

específicamente distintos: la primera contradice la verdad plena del acto sexual como expresión propia del amor conyugal, el segundo destruye la vida de un ser humano; la anticoncepción se opone a la virtud se la castidad matrimonial, el aborto se opone a la

virtud de la justicia y viola directamente el precepto divino «no matarás».884

40.4 MÉTODOS ILÍCITOS

Dispositivos intrauterinos (DIU): Se coloca en el útero, c reando condiciones que impiden la anidación, inmovilizan los espermatozoides impidiendo fecundar los

óvulos. El efecto principal del DIU es el de p revenir la implantación del óvulo fecundado.

Juicio Moral: Es el más inmoral de los métodos, por atentar contra una vida

concebida y genéticamente, constituye un ―microaborto‖, se corre el riesgo de producir un embarazo utópico. Hay además la separac ión de los dos significados del acto conyugal.

885

Métodos Quirúrgicos

886

- Ligadura de trompas: Obstruye las trompas de Falopio impidiendo que los espermatozoides alcancen y fecunden los óvulos.

- Vasectomía: Bloquea los conductos deferentes impidiendo que los espermatozoides se unan al semen que les sirve de vehículo de evacuación.

Juicio moral: Es una mutilación como tal, atentando contra la integridad de la

881 Catecismo de la Iglesia Católica, N. 2370. Humanae Vitae. N. 16. 882 Familiaris Consortio. N. 32. 883 Humanae Vitae. N. 17.

884 Humanae Vitae. N. 13. 885 Humanae Vitae. N. 11. 886 MESA RUIZ, Carlos Germán. Tratado de Moral Sexual.


256

persona, solo Dios es dueño de nuestro cuerpo, niega el significado pro -creativo separándolo del unitivo.

887

Métodos Hormonales - Anticonceptivos Orales combinados (Píldoras). El estrógeno y la progesterona

suprimen la ovulación, espesan el moco cervical para bloquear el paso de los espermatozoides; algunas veces previenen el embarazo, en ot ros casos es un método abortivo.

888

- Anticonceptivos orales con progesterona: Solamente inhiben la ovulación, espesa

el moco cervical bloqueando el paso del espermatozoide.

- Anticonceptivos inyectables: Se insertan 6 cápsulas de goma NORPLANT bajo la piel, en la parte superior del brazo, la progesterona liberada lenta y constantemente suprime la ovulación.

Juicio Moral: Obstaculiza la función pro-creativa, la altera, separa lo unitivo de lo procreador, obstaculiza la fertilidad, un instrumento de machismo para oprimir a la mujer, facilita la infidelidad sin riesgo, degrada la juventud, es un arma poderosa

para ejercer posibles abusos. 40.5 INSTRUCCIÓN SOBRE EL RESPETO A LA VIDA HUMANA NACIENTE

Esta instrucción ofrecida por la congregación para la doctrina de la fe, busca ofrecer una respuesta concreta a los problemas referidos a la vida naciente y a la dignidad

de la procreación. La cuestión planteada es sobre las técnicas biomédicas que permite intervenir en la

fase inicial de la vida del ser humano y aún en el mismo proceso procreativo.889

La medicina debe respetar los valores específicamente humanos de la sexualidad.

Dentro de estas respuestas tenemos:

890

1. La vida de todo ser humano ha de ser respetada de modo absoluto desde su fecundación.

2. El ser humano ha de ser respetado desde el primer momento de su existencia. 3. El don de la vida humana debe transmitirse dentro del matrimonio mediante los

887 MESA RUIZ, Carlos Germán. Tratado de Moral Sexual.

888 MESA RUIZ, Carlos Germán. Tratado de Moral Sexual. 889 Cfr. CONGREGACIÓN PARA LA DOCTRINA DE LA FE: Respeto a la Vida Humana Naciente. 890 Cfr. CONGREGACIÓN PARA LA DOCTRINA DE LA FE: Respeto a la Vida Humana Naciente.


257

actos exclusivos y específicos de entrega y que tengan como fin su curación y la mejora de sus condiciones de salud.

4. Son lícitas las intervenciones sobre el embrión humano, siempre que se respete la vida y la integridad del embrión y que tenga como fin la mejora de sus condiciones de salud.

891

5. Toda fecundación contraria a la unidad y dignidad de la procreación como

vocación del matrimonio y al derecho de los hijos, la Iglesia la califica de il ícita e

inhumana. 6. Solo Dios es Señor de la vida desde su comienzo hasta su término, nadie en

ninguna circunstancia puede atribuirse el derecho de matar de modo directo a un ser humano inocente.

892

7. La importancia moral de la unión existente entre los significados del acto conyugal y los bienes del matrimonio, exigen que la procreación de una persona humana haya de ser el fruto del amor y deseo mutuo de los esposos.

40.6 LA CASTIDAD CONYUGAL

La castidad no significa absolutamente rechazo ni menosprecio de la sexualidad humana: significa más bien energía espiritual que sabe defender el amor de los peligros del egoísmo y de la agresividad, y sabe promoverlo hacia su realización

plena.893

Las personas casadas son llamadas a vivir la castidad conyugal; las otras practican la

castidad en la continencia. Existen tres formas de la virtud de la castidad: una de los esposos, otra de las viudas, la tercera de la virginidad.

894

Ella ha de llevar a los esposos a una verdadera madurez cristiana y humana, al noble

ejercicio de la sexualidad, fomentando la felicidad entre ellos, el mutuo respeto y la paternidad responsable.

895

La castidad conyugal incumbe a ambos cónyuges en cooperación solidaria, esto exige gran comprensión, amor y respeto recíproco, desterrando del matrimonio toda

891 Cfr. CONGREGACIÓN PARA LA DOCTRINA DE LA FE: Respeto a la vida Humana Naciente. 892 Cfr. CONGREGACIÓN PARA LA DOCTRINA DE LA FE: Respeto a la Vida Humana Naciente.

893 Familiaris Consortio. Números. 33-32. Cf. Gaudium et Spes, N. 51. 894 Cfr. Catecismo de la Iglesia Católica. N. 2349. 895 Cfr. CONGREGACIÓN PARA LA DOCTRINA DE LA FE: Respeto a la Vida Humana Naciente.


258

cosa que afecte su naturaleza íntima y santa. ―El sacramento del Matrimonio hace entrar al hombre y la mujer en el misterio de la fidelidad de Cristo para con su Iglesia. Por la castidad conyugal dan testimonio de este misterio ante el mundo‖.

896

40.7 VALORES QUE PROMUEVE LA CASTIDAD CONYUGAL

Valoración del otro como él tú. Servicio a la vida de acuerdo con el designio Divino.

Defensa de los supremos bienes espirituales humanos. Expresión de un amor constante y delicado. Dominio de s í mismo y apertura total al ot ro.

Orientación de la vida conyugal al llamado de Dios. Exaltación plena del valor de la sexualidad dentro de la relación conyugal,

favoreciendo los significados, unitivo y pro-creativo.

La castidad supone el respeto de los derechos de la persona, en particular, el de recibir una información y una educación que respeten las dimensiones morales y espirituales de la vida humana.

897

41. EL MATRIMONIO ES INDISOLUBLE

La alianza matrimonial, por la que el varón y la mujer constituyen entre Sí un consorcio de toda la vida, ordenado por su misma índole natural al bien de los cónyuges y a la generación y educación de la prole, fue elevada por Cristo Señor

a la dignidad de Sacramento entre bautizados.898

―Las propiedades esenciales del matrimonio son la unidad y la insolubilidad que en el

matrimonio cristiano alcanzan una particular firmeza por razón del sacramento‖. El amor de los esposos exige, por su misma naturaleza, la unidad y la indisolubilidad

de la comunidad de personas que abarca la vida entera de los esposos: "De manera que ya no son dos sino una sola carne" (Mt 19,6; c f Gn 2,24).

899 Estas palabras

contienen implícitamente la afirmación de la indisolubilidad del matrimonio y por ende,

el entredicho del divorcio, pues el hombre y la mujer se han hecho una sola carne, un solo ser. Se llama indisolubilidad del matrimonio a la propiedad esencial que t iene el vínculo conyugal de no poderse disolver o romperse durante la vida de los

cónyuges.900

896 Cfr. Catecismo de la Iglesia Católica. N. 2365. 897 Catecismo de la Iglesia Católica. N. 2344.

898 Código Derecho Canónico. C. 1055.1. 899 Catecismo de la Iglesia Católica. N. 1644. 900 Cfr. ADNES, Pierre. El misterio cristiano, el matrimonio. Herder, Barcelona, 1973. p.188.


259

"Están llamados a crecer continuamente en su comunión a través de la fidelidad cotidiana a la promesa matrimonial de la recíproca donación total".

901 La

indisolubilidad del matrimonio halla su verdad última en el designio que Dios ha manifestado en su Revelación: Él quiere y da la indisolubilidad del matrimonio como fruto, signo y exigencia del amor absolutamente fiel que Dios tiene al hombre y que el

Señor Jesús vive hacia su Iglesia. Esta íntima unión, por ser una donación mutua de dos personas, así como el mismo bien de los hijos, exigen la plena fidelidad de los esposos y urgen su indisoluble unidad.

902 El matrimonio rato y consumado no puede

ser disuelto por ningún poder humano ni por ninguna causa, fuera de la muerte.903

A la indisolubilidad se opone el divorcio; a la unidad, la poligamia y

simultáneamente la poliandria.904

El matrimonio por positiva institución primitiva de Dios, fue indisoluble.

905 En este sentido interpretó Cristo mismo al ser interrogado por

los fariseos si es lícito al hombre despachar a su mujer por cualquier razón. Jesús

responde que el autor del matrimonio es Dios mismo y está vedado al hombre romper esta unión: ―lo que Dios a unido, que no lo separe el hombre‖. (Mt. 19,3-7).

INDISOLUBILIDAD

INTRINSECA: El vínculo matrimonial entre cristianos en todos los casos (aun en el de adulterio) es intrínsecamente indisoluble. (no puede ser roto por mutuo acuerdo entre la pareja) ADNÉS, Pierre. P.189.

EXTRINSECA: El matrimonio rato y consumado no puede ser disuelto por ningún poder humano (ya sea civil o eclesiástica) ni por otra cusa que la

muerte. ADNÉS, Pierre. P.192. CIC 1141. SOLO EL ROMANO PONTÍFICE PUEDE DISOLVER LOS SIGUIENTES

MATRIMONIOS C.I.C. 1142,1143

MATRIMONIO DE DOS BAUTIZADOS NO CONSUMADO.

MATRIMONIO DE DOS NO BAUTIZADOS NO CONSUMADO. MATRIMONIO CONSUMADO DE UN BAUTIZADO Y UNO NO BAUTIZADO MATRIMONIO RATO Y NO CONSUMADO.

MATRIMONIO DE DOS BAUTIZADOS NO CONSUMADO.

901 Cfr. Familiaris Consortio. Números. 19-20. 902 Cfr. Gaudium et Spes. N. 48.

903 Código Derecho Canónico. C. 1141. El misterio cristiano, el matrimonio. p.149. 904 Cfr. ADNES, Pierre. El misterio cristiano, el matrimonio. p.149. 905 ADNÉS, Pierre. El misterio cristiano. p. 150.


260

41.1 PRIVILEGIO PAULINO Se define como el derecho concedido al esposo convertido y bautizado de contraer

nuevo matrimonio si la parte que sigue infiel se separa por su cuenta o por lo menos se niega a cohabitar pacíficamente, ―sin ofensa del Creador‖ es decir, evitand o todo lo que hace insoportable la vida común, o impide al convertido cumplir sus deberes

religiosos.906

Todo ello con el supuesto de que el cónyuge bautizado no haya dado motivo a su pareja para separarse.

El Privilegio Paulino, en caso contemplado por San Pablo en (1Co. 7,12), este supone estás condiciones:

1.Un matrimonio contraído entre dos paganos. 2.El bautismo de uno de los dos paganos. 3.El pagano que queda sin bautizarse no quiere cohabitar o no lo quiere hacer

pacíficamente. Si se dan estás tres hipótesis y se comprueban, el bautizado tiene derecho a contraer

matrimonio con otra persona y en el momento en que contrae el segundo queda disuelto el primero.

907 Para que la parte bautizada contraiga válidamente un nuevo

matrimonio siempre se debe interpelar a la parte no bautizada y pedir dispensa al

Ordinario.908

41.2. PRIVILEGIO PETRINO

Este segundo caso de disolución se da cuando un hombre que tiene varias mujeres o una mujer que tiene varios hombres (poligamia y poliandria) se convierte y se baut iza,

entonces puede libremente elegir una de las mujeres que tenia, aunque no sea la primera, aunque no sea legítima, disolviéndose los ot ros a favor de la fe como valor supremo.

909 Este privilegio se le ha dado al romano Pontífice, en virtud de la

protestad dada por nuestro Señor Jesucristo de disolver los matrimonios que no reúnen conjuntamente las cualidades sacramentales, jurídicas y el matrimonio no consumado.

910

41.3 DECLARACIÓN DE NULIDAD DEL MATRIMONIO

La Iglesia no acepta el divorcio. Se reconoce sin embargo, que hay casos en que el matrimonio ha sido nulo, han fallado ciertas condiciones al compromiso matrimonial.

906 Cfr. ADNES, Pierre. El misterio cristiano p. 203-207. Y Código Derecho Canónico, C. 1143-1147. 907 JEAN, Bernhard. Divorcio e Indisolubilidad del Matrimonio, Herder, Barcelona. pp. 85-89.

908 Cfr. Código Derecho Canónico. C. 1144. 909 Tratado de Derecho Canónico. Tunja, 1998. p.55. 910 Cfr. Código Derecho Canónico. C. 1148.


261

Si se pueden probar esos fallos, la Iglesia, por medio de sus tribunales competentes, reconoce entonces la nulidad del matrimonio. No es que se rompa, sino que se declara que no ha tenido verdaderamente lugar. De esta forma los contrayentes

quedan libres para casarse de nuevo.911

Para que un matrimonio sea válido se requieren tres elementos jurídicos:

CAPACIDAD JURÍDICA: Es la idoneidad que las leyes reconocen a una persona para poder realizar actos jurídicamente válidos: (uso de razón, juicio acerca de los

derechos y deberes). CONSENTIMIENTO VÁLIDO: Acto de voluntad por el cual el hombre y la mujer, se entregan mutuamente en la alianza para formar el matrimonio.

FORMA CANÓNICA DE LA CELEBRACIÓN: consiste en que los novios expresen su consentimiento con palabras de viva voz, en presencia del representante de la autoridad eclesiástica y delante de dos testigos.

912

DECLARACIÓN DE NULIDAD POR:

1. DEFECTO DE FORMA: si no se cumple:913

CIC 1108 § 2: Presencia de los dos novios y expresión reciproca del

consentimiento. CIC 1108 §1 y § 2; 1110; 111: Presencia de un testigo cualificado ante el

cual se celebra el matrimonio con las debidas facultades o la respectiva

delegación si se actúa fuera de su jurisdicción. CIC 1108 § 1: Presencia de dos testigos comunes: (Católicos que no estén

impedidos: casados o solteros, mayores de edad, que no vivan en unión

matrimonial de hecho o sean casados por lo civil, que no estén excomulgados).

CIC 1108; 1115; 1118: Celebración en el lugar mandado por la Iglesia.

2. IMPEDIMENTO NO DISPENSADO:914

OBSTÁCULO JURÍDICO Ó CIRCUNSTANCIA QUE AFECTA A LA PERSONA PARA CONTRAER MATRIMONIO VÁLIDO

1. Por edad: No pueden contraer matrimonio válido el varón antes de los 16

años cumplidos, ni la mujer antes de los 14. Impedimento de Derecho

911 BAGOT, Jean Pierre. Para vivir el matrimonio. p.91.

912 Síntesis de Moral. 2000. p. 358. 913 Código Derecho Canónico. C. 1108. 914 Código Derecho Canónico. C. 1083-1094.


262

Eclesiástico y puede ser dispensado por el Obispo.

2. Impotencia: Para poder contraer matrimonio se requiere que tanto el hombre

como la mujer tengan la capacidad sexual. Si no pueden realizar el acto sexual, sea por defecto atómico, sea por alguna disfunción, o alguna inhibición psicológica; esas personas no son capaces para el matrimonio. Por

ser derecho natural no es dispensable.

3. Vínculo matrimonial anterior: Atenta inválidamente el matrimonio quien está

ligado por el vínculo de un matrimonio anterior, aunque no haya sido consumado. Es impedimento de derecho natural y también divino no dispensable, a no ser que se trate de matrimonio rato o no consumado de

privilegio Paulino.

4. Disparidad de culto: Este impedimento existe entre un católico y un no

bautizado. Es impedimento de derecho eclesiástico dispensable por el Obispo.

5. Orden sagrado: Consiste en la inhabilidad para contraer matrim onio de aquel que ha recibido las ordenes sagradas. Presupone y se funda en la obligación del celibato. Es impedimento de derecho eclesiástico dispensable solo por la

sede Apostólica.

6. Voto religioso: Atentan inválidamente el matrimonio quienes están vinculados

por voto público perpetuo de castidad de un instituto religioso. No toca este impedimento a los miembros de los institutos seculares, ni tampoco a los miembros de las asociaciones de vida apostólica. Es impedimento de

derecho eclesiástico dispensable por la Sede Apostólica.

7. Rapto: Si una mujer es raptada con intención de matrimonio, mientras esté en

esa situación de rapto, de falta de libertad, aunque quiera no puede contraer matrimonio con el raptor, porque tiene impedimento. Este impedimento tiene la finalidad de proteger la dignidad de la mujer. Es de derecho eclesiástico y

de él puede dispensar el Ordinario del Lugar.

8. Crimen: Siempre tiene que intervenir la muerte de uno de los dos cónyuges.

Puede haber dos casos: que uno con intención de casarse con una persona determinada elimine al propio cónyuge o al cónyuge de ella, o bien que sin tal intención dos hayan colaborado en eliminar al cónyuge de uno de ellos. En tal

hipótesis no pueden contraer matrimonio entre sí. Este impedimento es de Derecho Eclesiástico reservado a la Santa Sede Apostólica, pero de este impedimento no suele dispensar.


263

9. Consanguinidad: Es la relación de sangre que hay entre las personas que

proceden de un mismo tronco. El impedimento de consanguinidad en línea

vertical, padres, hijos, nietos, rige en toda línea; y en línea horizontal, hermanos tíos, sobrinos, primos, etc., rige solamente hasta primos hermanos. En línea colateral el impedimento, que existe entre hermanos, es de derecho

divino y por eso nunca se dispensa. El hecho de que en el tronco las personas sean entre s í consanguíneas, no tiene ninguna relevancia jurídica. Es impedimento de derecho divino o por lo menos de derecho natural en

línea recta y en línea colateral hasta el segundo grado (hermanos), por eso en estos casos no hay dispensa; por los demás grados de línea colateral son de derecho eclesiástico y pueden ser dispensados por el Ordinario del Lugar.

10. Afinidad: Es la relación que existe entre uno de los esposos y los

consanguíneos del otro. Este impedimento rige sólo en línea recta. Si uno

queda viudo, puede casarse con una hermana de la mujer difunta, sin ningún recurso a nadie, porque no hay impedimento; pero en todos sus grados: entre el yerno y la suegra, entre el suegro y la nuera, hijastro y madrastra, etc.,

todas la combinaciones que pueden haber, en línea recta. Es impedimento de derecho eclesiástico dispensable por el Ordinario del Lugar.

11. Pública honestidad: Se deriva del matrimonio no válido, o del notorio y público concubinato. Se da entre el hombre y las consanguíneas en línea recta de la mujer y viceversa. Solamente en el primer grado de línea recta. Es de

derecho eclesiástico, dispensa el Ordinario del Lugar. 12. Parentesco legal: se desprende de la adopción legal y se da entre los padres

e hijos, o entre hermanos. Es de derecho eclesiástico, dispensa el Ordinario

del Lugar. 3. DEFECTOS EN EL CONSENTIMIENTO:

915

1. Vicios del consentimiento que afectan el uso de razón: CIC 1095 §1: Carencia de suficiente uso de razón.

CIC 1095 §2: Defecto de discreción de juicio. CIC 1095 §3: Incapacidad para asumir las obligaciones esenciales del matrimonio.

2. Vicios del consentimiento que afectan la voluntad: CIC 1096: Ignorancia de la naturaleza del matrimonio. CIC 1097 §1: Error en la persona.

CIC 1097 §2: Error que versa sobre las cualidades esenciales. CIC 1098: Dolo.

915 Código Derecho Canónico. C. 1095-1102.


264

CIC 1099: Error de derecho. 3. Vicios del consentimiento que afectan la libertad:

CIC 1103: Violencia física, miedo común, miedo reverencial. CIC 1101 §1: Consentimiento simulado. CIC 1101 §2: Exclusión con un acto positivo de un elemento esencial del matrimonio.

CIC 1102: Consentimiento condicionado. 41.4 DIVORCIO Y MATRIMONIO CIVIL

El divorcio atenta gravemente contra la dignidad del sacramento del matrimonio: Sin embargo, la dignidad de esta institución no brilla en todas partes con el mismo esplendor, puesto que está oscurecida por la poligamia, la epidemia del divorcio, el

llamado amor libre y ot ras deformaciones; es más, el amor matrimonial queda frecuentemente profanado por el egoísmo, el hedonismo y los usos ilícitos contra la Generación.

916

La facilidad del divorcio y del recurso a una nueva unión por parte de los mismos fieles; la aceptación del matrimonio puramente civil, en contradicción con la vocación

de los bautizados a ―desposarse en el Señor‖.917

Toda ofensa a los valores fundamentales de la familia —se trate de erotismo o de

violencia, de apología del divorcio o de actitudes antisociales por parte de los jóvenes— es una ofensa al verdadero bien del hombre.

918

Existe un cierto compromiso a un estado de vida concreto y quizá estable, y en

ocasiones demuestran una disposición a asumir ciertas obligaciones. La acción pastoral tratará de hacer comprender la necesidad de coherencia entre la elección de vida y la fe que se profesa. Los pastores de la Iglesia no podrán admitirles al uso de

los sacramentos.919

El divorcio consiste en la disolución del vínculo matrimonial contraído por el divorcio

civil o religioso, disolución ratificada legalmente por la celebración del nuevo matrimonio. A este divorcio se le llama divorcio perfecto, para distinguirlo del ―imperfecto‖, que se legaliza con la separación legal de los esposos, manteniéndose

el vínculo matrimonial.920

El matrimonio civil se define como ―un contrato solemne por el cual un hombre y una mujer se unen con el fin de vivir juntos, de procrear y de auxiliarse mutuamente‖.

921

916 Gaudium et Spes. N. 47. 917 Familiaris Consortio. N.7. 918 Familiaris Consortio. N.76.

919 Familiaris Consortio. N.82. 920 Cfr. MESA RUIZ, Carlos Germán. Pbro. Ética Sexual y Familiar. p. 215. 921 Cfr. Código Civil. Art.113.


265

Para este matrimonio existe el divorcio que se denomina perfecto porque va directamente contra la indisolubilidad. El matrimonio se disuelve por la muerte real o presunta (declarada jurídicamente) de uno de los cónyuges o por divorcio

jurídicamente decretado. Los efectos civiles de todo matrimonio religioso cesarán por divorcio decretados por el juez de familia o promiscuo de familia.

922

41.5 LA CELEBRACIÓN DEL MATRIMONIO SUPONE LA FE ―La comunión entre Cristo y los hombres, contenido fundamental de la Revelación y la

experiencia de la fe de Israel, encuentra una significativa expresión de alianza esponsal que centraliza la Revelación. ―Dios ama a su pueblo‖ es pronunciada a través de las palabras más concretas con el que el hombre y la mujer declaran su

amor conyugal. Su vínculo de amor se convierte en imagen y símbolo de la Alianza que une a Dios con su pueblo‖.

923

―La celebración debe ser válida, digna y fructuosa, por la que es necesario una previa disposición del matrimonio recibiendo la penitencia. La fe pide desposarse ante la Iglesia Católica, pueden tener grados diversos y es deber primario de los padres

hacerla descubrir, nutrirla y hacerla madurar‖.924

41.6 INFORMACIÓN CANÓNICA

925

Se refiere a la investigación previa, recopilación de los documentos y requisitos necesarios para el matrimonio, en los que conste que nada se opone a la celebración

del matrimonio.

1. Aspectos jurídicos y documentales: Contiene la identificación del

expediente, Diócesis, parroquia y número de archivo, fecha. El expediente debe estar completo, sin cosas pendientes antes de la celebración del matrimonio, no se olvide dar informe al Ordinario del lugar en cualquier

momento. 2. Interrogatorio de los contrayentes: El examen tiene por objeto dar una

certeza moral de la libertad del contrayente. La celebración sacramental debe estar precedida del examen prematrimonial. El interrogatorio de cada contrayente debe realizarse por separado, hecho por el párroco o su

delegado, en ambiente de diálogo y comprensión pastoral. Luego se hará el juramento para garantizar la calidad humana y cristiana del matrimonio.

922 Síntesis de Teología Moral. 2005.

923 Cfr. Familiaris Consortio. N.12. 924 Cfr. Familiaris Consortio. N. 67-68. 925 Código Derecho Canónico. C. 1066-1070.


266

3. Interrogatorio de los testigos: No se admiten como testigos personas que no conozcan suficientemente a los contrayentes. El interrogatorio de los testigos debe también hacerse separadamente, bajo el juramento de decir

toda y solo la verdad; sobre la libertad de los contrayentes, la existencia de impedimentos y demás circunstancias necesarias.

4. Apéndice: Se refieren a la información complementaria que se ha de buscar según el caso. (Dispensa, licencia para casarse si es de otro lugar, etc).

CIC 1066: Antes de que se celebre el matrimonio, debe constar que nada se opone a su celebración válida y lícita. CIC 1069: Todos los fieles están obligados a manifestar al párroco o al Ordinario del

lugar, antes de la celebración del matrimonio, los impedimentos de que tenga noticia. CIC 1070: Si realiza las investigaciones alguien distinto del párroco a quien corresponde asistir el matrimonio, comunicará cuanto antes su resultado al mismo

párroco, mediante documento auténtico. 41.7 MATRIMONIOS MIXTOS

Es el matrimonio de un católico con un bautizado no católico. El catecismo de la Iglesia católica afirma que según el derecho actual en la Iglesia Latina, un matrimonio

mixto necesita para su licitud el ―permiso expreso‖ de la autoridad eclesiástica que solamente se da por simple causa y con finalidad de evitar los peligros contra la fe; por ello a la parte católica se le prescriben algunas ―cauciones‖. Se exige el

compromiso escrito de evitar el peligro de apartarse de su fe, de bautizar y educar católicamente a los hijos. A la parte no católica se le piden que conozcan dichas ―cauciones‖. A ambas partes se dará instrucción sobre los fines y las propiedades

esenciales del matrimonio, los cuales no pueden ser excluidos por los dos.926

En Familiares Consorcio encontramos que:

• En la preparación concreta a este tipo de matrimonio, debe realizarse todo esfuerzo razonable para hacer comprender la doctrina católica sobre las cualidades y exigencias del matrimonio, así como para asegurarse de que en el futuro no se

verifiquen las presiones y los obstáculos, de los que antes se ha hablado. • Es de suma importancia que, con el apoyo de la comunidad, la parte católica sea

fortalecida en su fe y ayudada positivamente a madurar en la comprensión y en la práctica de la misma, de manera que llegue a ser verdadero testigo creíble dentro de la familia, a través de la vida misma y de la calidad del amor demostrado al otro

cónyuge y a los hijos.

926 Cfr. Tratado de Derecho Canónico. Tunja, 1998. p. 5.


267

• Para estos matrimonios es necesario que las Conferencias Episcopales y cada uno de los obispos tomen adecuadas medidas pastorales, encaminadas a garantizar la defensa de la fe del cónyuge católico y la tutela del libre ejercicio de la misma, sobre

todo en lo que se refiere al deber de hacer todo lo posible para que los hijos san bautizados y educados católicamente. El cónyuge católico debe además ser ayudado con todos los medios en su obligación de dar, dentro de la familia, un testimonio

genuino de fe y vida católica.927

El derecho canónico dice:

§ 1: Está prohibido, sin licencia expresa de la autoridad competente, el matrimonio entre dos personas bautizadas, una de las cuales haya sido bautizada en la Iglesia

católica o recibida en ella después del bautismo y no se haya apartado de ella mediante una acto formal, y otra adscrita a una Iglesia o comunidad eclesial que no se halle en comunión plena con la Iglesia católica.

§ 2: Condiciones para la licencia: que la parte católica declare que está dispuesta a evitar cualquier peligro de apartarse de la fe, y prometa sinceramente que hará

cuanto le sea posible para que toda la prole se bautice y se eduque en la Iglesia católica; que el otro contrayente sea informado en su momento sobre estos compromisos adquiridos.

928

41.8 SITUACIONES IRREGULARES

41.8.1 Matrimonio a prueba: Es la unión de un varón y una mujer con intimidad sexual realizada para experimentar o probar el amor que se tiene con miras a un eventual futuro matrimonio. Cualquiera

que sea la firmeza del propósito de quienes se comprometen en relaciones sexuales prematuras, éstas no garantizan que la sinceridad y la fidelidad de la relación interpersonal entre un hombre y una mujer quedan aseguradas, y sobre todo

protegidas contra los vaivenes de las pasiones. Además, ―es poco convincente que se haga un ―experimento‖ tratándose de personas humanas, cuya dignidad exige que sea únicamente termino de un amor de

donación, sin límite alguno de tiempo, ni de otras circunstancias‖.929

41.8.2 Uniones libres de hecho:

Es la unión de un varón con una mujer que les implica intimidad sexual a la que no le quieren dar forma jurídica y pública. En efecto, algunos se consideran como obligados por difíciles situaciones; económicas, culturales, religiosas, en cuanto que,

contrayendo matrimonio regular, quedarán expuestos a daños, a la pérdida de

927 Familiaris Consortio. N. 78. 928 Código Derecho Canónico. C. 1124 . 929 Cfr. Familiaris Consortio. N. 80.


268

ventajas económicas y discriminaciones etc. Cada uno de esos elementos pone a la Iglesia en serios problemas pastorales, por las graves consecuencias religiosas y morales que de ellos derivan (pérdida del

sentido religioso del matrimonio dicho a la luz de la alianza de Dios con su pueblo, privación de la gracia del sacramento, grave escándalo) los pastores se empeñan en la iluminación paciente.

930

41.8.3. Católicos unidos con mero matrimonio civil

Es cada vez más frecuente el caso de católicos que, por motivos ideológicos y prácticos, prefieren contraer sólo matrimonio civil, rechazando o, por lo menos, difiriendo el religioso. Su situación no puede equipararse sin más a la de los que

conviven sin vínculo alguno, ya que hay en ellos al menos un cierto compromiso a un estado de vida concreto y quizá estable, aunque a veces no es extraña a esta situación la perspectiva de un eventual divorcio. Buscando el reconocimiento público

del vínculo por parte del Estado, tales parejas demuestran una disposición a asumir, junto con las ventajas, también las obligaciones. A pesar de todo, tampoco esta situación es aceptable para la Iglesia.

La acción pastoral tratará de hacer comprender la necesidad de coherencia entre la elección de vida y la fe que se profesa. Aun tratándoles con gran caridad e

interesándoles en la vida de las respectivas comunidades, los pastores de la Iglesia no podrán admitirles al uso de los sacramentos.

931

41.8.4 Separados y divorciados no casados de nuevo Motivos diversos, como incomprensibles y recíprocos, etc, puede conducir

dolorosamente al matrimonio válido a una ruptura con frecuencia irreparable, obviamente la separación debe considerarse como un remedio después de cualquier intento razonable aunque haya sido inútil. La soledad y otras dificultades son a veces

patrimonio del cónyuge separado especialmente si es inocente. En este caso la comunidad eclesial debe particularmente sostenerlo, procurarle estima, solidaridad, incluso en la difícil situación en la que se encuentra, ayudarle a

cultivar la exigencia del perdón, propio del amor cristiano y la disponibilidad de reanudar eventualmente la vida conyugal anterior.

932

41.8.5 Divorciados casados de nuevo

La experiencia diaria enseña, por desgracia, que quien ha recurrido al divorcio tiene normalmente la intención de pasar a una unión, obviamente sin el rito religioso

católico. Tratándose de una plaga que, como otras, invade cada vez más

930 Familiaris Consortio. N. 81. 931 Familiaris Consortio. N. 82. 932 Familiaris Consortio. N. 83.


269

ampliamente incluso los ambientes católicos, el problema debe afrontarse con atención improrrogable. Los Padres Sinodales lo han estudiado expresamente.

La Iglesia, en efecto, instituida para conducir a la salvación a todos los hombres, sobre todo a los bautizados, no puede abandonar así mismo a quienes -unidos ya con el vínculo matrimonial sacramental- han intentado pasar a nuevas nupcias. Por lo

tanto procurará infatigablemente poner a su disposición los medios de salvación.933

41.8.6. Los privados de familia

Hay en el mundo muchas personas que desgraciadamente no tienen en absoluto lo que con propiedad se llama una familia. Grandes sectores de la humanidad viven en

condiciones de enorme pobreza, donde la promiscuidad, la falta de vivienda, la irregularidad de relaciones y la grave carencia de cultura no permiten poder hablar de verdadera familia. Hay otras personas que por motivos diversos se han quedado

solas en el mundo. Sin embargo para todas ellas existe una ―buena nueva de la familia‖.

Teniendo presentes a los que viven en extrema pobreza… hay necesidad urgente de trabajar con valentía para encontrar soluciones, también a nivel político, que permitan ayudarles a superar esta condición inhumana de postración. Es un deber que

incumbe solidariamente a toda la sociedad, pero de manera especial a las autoridades, por razón de sus cargos y consecuentes responsabilidades, así como a las familias que deben demostrar gran comprensión y voluntad de ayuda.

A los que no tienen una familia natural, hay que abrirles todavía más las puertas de la gran familia que es la Iglesia, la cual se concreta a su vez en la familia diocesana y

parroquial, en las comunidades eclesiales de base o en los movimientos apostólicos. Nadie sé sienta sin familia en este mundo: la Iglesia es casa y familia para todos, especialmente para cuantos están fatigados y cargados.

934

VI. MORAL SOCIAL Y JUSTICIA

42. JUSTICIA

42.1 DEFINICIÓN

933 Familiaris Consortio. N. 84. 934 Familiaris Consortio. N. 85.


270

Es el principio del orden y de la armonía que expresa solo la exigencia de que

suceda lo que éticamente debe suceder.

.la Justicia expresa una exigencia: todo sujeto debe ser reconocido y tratado por ot ra persona como principio absoluto de sus propios actos.

Algunos autores modernos la definen como: virtud moral que induce a

respetar la personalidad del hombre y facilitarle cuanto se debe como individuo responsable de su propio destino.

935

Dar a cada uno según sus necesidades.

según Santo Tomas: dar a cada uno lo suyo.936

42.2 HECHOS DE INJUSTICIA

Existen muchos pecados contra la Justicia, hay injusticias en el ámbito material por ejemplo los robos, retención del salario, usura, salario injusto, especulación,

peculado, contrabando, soborno. Pero también injusticias en el ámbito espiritual como por ejemplo el incumplimiento de los deberes y servicios a la humanidad.

937

A nivel de la Sociedad mundial: se manifiesta en crisis de solidaridad, impedimento del desarrollo de los pueblos.

A nivel latinoamericano: las raíces de la situación que estas cimentadas en los sistemas económicos que marginas al hombre, desintegración de las naciones, la brecha entre ricos y pobres, la carrera armamentista. Estas injusticias se marcan en

la niñez que vive en la miseria desde antes de nacer, jóvenes desubica dos y desordenados en la sociedad, indígenas y campesinos sin tierras y obreros con malas pagas.

938

A nivel de la sociedad colombiana: injusticias como masacres, sabotajes de toda índole, delincuencia común y organizada, sicarito, guerrilla y paramilitarismo,

narcotráfico, pobreza absoluta, en general se ha perdido el valor de la persona humana, clases dirigentes se ocupan de sus propios intereses y se destruyen entre si. La causa de todo esto es la fe puesta en el dios dinero, placer, poder y el Dios

verdadero esta excluido en todos los campos.939

42.3 NOCIÓN DE JUSTICIA A PARTIR DE LA REVELACIÓN

En el A.T ¿Cómo he de comportarme con el otro? La respuesta seria ―como Dios se

935 ROSSI Leandro, VALSECCHI Ambrosio. Diccionario Enciclopédico de Teología Moral. p. 158. 936 Catecismo de la Iglesia Católica. N. 1807.

937 Catecismo de la Iglesia Católica. Números. 2408 - 2414 . 938 III Conferencia Del Episcopado Latinoamericano. PUEBLA Números. 15 – 72. 939 LII Asamblea Plenaria Extraordinaria del Episcopado Colombiano 1991.


271

ha comportado conmigo‖, es por esto que nace y se fortalece una relación de solidaridad. Esto se manifiesta en actitudes practicas como el grupo no se siente feliz cuando alguno de sus miembros sufre una desgracia.

940

La mediación necesaria de la justicia es la ley, es decir que si alguien quebranta las leyes no es justo, por que no es comunitario. Existen ejemplos de leyes que protegían

a los pobres de Israel como el precepto de la limosna Dt 24, 14 -15 la devolución al deudor indigente Dt 24, 10-13, el pago del salario, el año sabático y el perdón de las dudas Dt 15, 1-4.

En el N.T la justicia moral y la justificación derivan del Evangelio,

941 a lo largo de los

siglos para solucionar los problemas éticos sociales siempre se a acudido a la figura

de Jesús, el cual se han marcado dos extremos como por ejemplo: Integrismo trascedente: en la referencia de Jesús de Nazareth con la t rascendencia

despreciado la relación con las cosas de los demás. En el mundo se convierte en objeto de fuga.

El integrismo socio-político: hay que tener en cuenta el plano de Dios y también el de las cosas. El misterio pascual supera el integrismo mencionado. Jesús se incierta en una forma social concreta de todas las posibles sin quitarle las

otras a las que ilumina y orienta. La S.E no es un tratado sistemáticos de problemas socioeconómicos; tampoco presta soluciones técnicas a los problemas, más bien ofrece una visión religiosa, salvífica e histórica de la realidad social. En ella se puede

una referencia a la dimensión ética. 42.4 NOCIÓN DE JUSTICIA

¿Qué es la Justicia? La noción de justicia ha sido pro ducto de cuatro corrientes en occidente: la religión judeo – cristiana, la filosófica griega, el derecho Romano y la

fuente anglosajona. . La judeo Cristiana: introduce a los rasgos mesiánicos, escatología etc. . Filosofía Griega: habla de la luz de la verdad

. Derecho Romano: Justicia jurídica. . Fuente Anglosajona: perspectiva horizontal comunitaria.

El CEC No 1807 recuerda según –santo Tomas ―la voluntad firme‖, dar lo suyo a cada uno es dar lo justo, es decir, aquello a lo que tiene derecho y cada uno tiene derecho a lo que le es debido estrictamente para mantener la igualdad proporcional.

940 Justicia y Exigencia Cristiana XXIX Asamblea Plenaria De La Conferencia Episcopal Colombiana. 1974

pp. 47 – 59. 941 Santo Tomas. Suma Teológica II – II q. 58.


272

Elementos propios, y/o elementos integrantes de la Justicia Alteridad: de las relaciones de la justicia son siempre bilaterales.

Estricta Exigibilidad: decir lo que hay que dar a otro por ser suyo. E incluso por la fuerza, se exige un régimen de derecho.

Igualdad: igualdad de proporción, que significa no dar a todos lo mismo, sino lo correspondiente a la dignidad y derechos de cada uno. Como personas todos los

hombres son básicamente iguales, de donde se sigue que todos tienen fundamentalmente derechos iguales. Pero la diferencia de funciones responsabilidad y obligaciones fundan derechos diferentes. En la vida moral a un poder corresponde

un deber, a un talento una responsabilidad, a un derecho una obligación. 42.5 DIVISIÓN DE LA JUSTICIA

La justicia conmutativa, distributiva y legal. . Justicia Conmutativa:

942 es la que regula las relaciones de los individuos entre si.

Su finalidad es la utilidad privada. La exigencia es de equivalencia absoluta entre lo que se da y lo que se recibe, una consideración propia de la justicia conmutativa es la restitución. (la reparación de un daño causado injustamente hecho en los bienes

ajenos). . Justicia distributiva: es la voluntad perpetua y constante que inclina al sujeto (jefe)

de una comunidad de distribuir los estímulos, dignidades, honores y cargos comunes, según su proporción de meritos y cualidades; el sujeto pasivo o sea el sujeto de derecho es el individuo respecto a la comunidad; el sujeto activo o sea el sujeto de

deberes es la misma comunidad política por medio se sus órganos oficiales. Justicia Legal:

943es la perpetua y constante de dar a la comunidad lo que le

corresponde. El objeto de esta justicia es el bien común al que ha de contribuir cada miembro de la sociedad con una medida proporcionada. A ella compete orientar hacia el bien común. En otras palabras, inclina al gobernante a la organización de la

sociedad. Y la formación de la ley de acuerdo a las exigenc ias del bien común. Justicia Vindicativa: consiste en la voluntad ordenada de establecer la justicia

lesionada mediante una pena proporcionada al delito. Justicia Social: es aquella justicia que corrige o rectifica una situación social que

envuelve una injusticia previa que, si mantuviera, invalidaría las conductas de la rectitud que muchas veces no coinciden con lo establecido. La justicia social se

942 Catecismo de la Iglesia Católica. N. 2411. 943 PABLO VI Populorum Progressio Números. 5 – 6.


273

extiende a toda justicia. 42.6 JUSTICIA Y CARIDAD

La justicia es la categoría totalizadora de todo empeño ético de la caridad. Esta insolubilidad y reciproca implicación entre justicia y caridad se expresa mediante ―no

hay justicia sin caridad, no hay caridad sin justicia‖. En la justicia damos al prójimo lo que es suyo, mientras que en la caridad damos al prójimo lo que es nuestro.

944

La caridad esta fundada sobre las relaciones de persona a persona para buscar la identificación entre el que ama y el que es amado; la justicia va correlacionada del derecho y el deber.

La caridad es superior a la justicia como virtud y sin embargo, la exigencia de la justicia es más estricta, obliga al mismo convenio, la caridad impulsa a dar más al de lo pactado.

La caridad sin la justicia es hipocresía. La justicia es anterior a la caridad. 42.7 SIGNIFICADO ÉTICO DE LOS DERECHOS HUMANOS

Para que los derechos humanos adquieran la condición de ―derechos‖ precisan el reconocimiento de una norma jurídica. Desde la normatividad, los derechos tienen

una fuente y requieren una serie de garant ías que pertenecen al plano jurídico; p ero también es necesario hablar de los derechos humanos desde la instancia ética.

Los derechos humanos son categorías jurídicas en cuanto pertenecientes al ámbito de los derechos positivos vigentes, pero también son categorías éticas en cuanto expresan valores básicos introducidos e intraducibles plenamente en el campo de la

normas jurídica Decir que hay derechos humanos o derechos del hombre en el contexto histórico espiritual, equivale a firmar derechos fundamentales que el hombre posee por el

hecho de ser hombre, por su propia naturaleza y dignidad, derechos que le son inherentes y que, lejos de nacer de una concesión de sociedad política, han de ser por esta, consagrados y garantizados.

945

Función de la instancia de la ética en la realización de los de rechos humanos: la función de los derechos humanos se puede revestir de muchas formas y tener

incidencia en los diversos frentes de la comprensión y de la realización de los derechos humanos.

944 MESA Ruiz Carlos Germán. Tratado De Teología Moral De Justicia. p. 24. 2002. Moral Cristiana 2

edición. Fundación Universitaria Juan De Castellanos. Tunja 1996. 945 Síntesis de Moral, 2005, Moral Social y Justicia tema 42.


274

Ellos pueden orientar (en cuanto exigen la dignidad humana); ellos son un factor de protección (pues postula el conjunto de garantías jurídicas y meta jurídica que hacen posible su realización); ellos critican ante las condiciones sociales actuales.

43. ECONOMÍA Y ÉTICA CRISTIANA: LOS BIENES MATERIALES

43.1 INTRODUCCIÓN También en la vida económica y social la dignidad de la persona humana y su

vocación integral, el bien de la sociedad entera, se han de honrar y promover, ya que el hombre, autor de toda la vida económica y social, es su centro y fin. Como cualquier otro campo de la vida social, la economía moderna se caracteriza por un

creciente dominio del hombre sobre la naturaleza, por la multiplicación e intensificación de las relaciones y de la interdependencia entre ciudadanos, grupos y pueblo, y por la frecuencia creciente de las intervenciones de los poderes públicos.

946

Hoy más que nunca, para poder hacer frente al aumento de la población y responder a las crecientes aspiraciones del género humano, se busca y con razón:

- Un aumento en la producción agrícola e industrial y en la eficiencia de los

servicios.

- Promover el progreso técnico, el espíritu de innovación, la creación y la

ampliación de nuevas empresas, en una palabra, todos los elementos puestos al

servicio de este desarrollo. La finalidad fundamental de esta producción no es el mero incremento de los

productos, ni el lucro en el poder, sino el servicio del hombre. Así pues, la actividad económica se ha de ejercitar según método y leyes propias. Dentro de los límites del orden moral, de modo que se realice el designio de Dios sobre el hombre.

947

43.2 VALORACIÓN CRISTIANA DE LOS BIENES MATERIALES

Los bienes materiales sirven para todo. Pero no es eso lo que los hace más apreciables, sino el ser esencialmente dádivas del amor de Dios. La rica pleni tud con

946 Gaudium et Spes. N. 63. 947 Gaudium et Spes. N. 64.


275

que Dios sembró los bienes materiales muestra su amorosa solicitud paternal para con el hombre. No tiene este, pues, razón para inquietarse por esos bienes (Mt 6,25ss). Los bienes materiales, son los que provee a sus necesidades corporales y a

su hermosura, debe tomarlos el hombre como signo de los dones todavía mayores con que Dios abastece las necesidades de su alma, y el alma es infinitamente más que el alimento y el vestido.

948 El dominio, concebido por el creador, sobre los

recursos minerales, vegetales y animales del universo, no puede ser separado del respeto de las obligaciones morales frente a todos los hombres, incluidos los de las generaciones venideras.

949 Los bienes materiales son añadiduras que Dios hace al

don infinitamente valioso de su reino. ―Buscad primero el reino de Dios, y todo se os dará por añadidura‖ (Mt 6)

43.3 ACTITUD EVANGÉLICA FRENTE A LOS BIENES ECONÓMICOS: En varios textos de la Sagrada Escritura se nos muestra la actitud que debemos tener nosotros ante los bienes económicos:

Los bienes temporales, en cuanto creados por Dios, son buenos en sí mismos, ―y vio Dios que era bueno cuanto había hecho‖ (Gn 1,31); (1 Tim

4,4).

Los bienes creados han de ser considerados como dones del amor de Dios.

Son signos de la libertad de Dios.

Los bienes materiales están puestos por Dios bajo el dominio del hombre. (Gn 1,28ss).

De estos principios se siguen diversas actitudes que el hombre ha de tomar con relación a los bienes temporales. El N.T señala las siguientes:

Si los bienes temporales son buenos, el hombre puede usarlos con tranquilidad (1 Tim 4,4).

Si han sido creados por Dios, el hombre no tiene derecho absoluto sobre ellos (1 Cor 7,29-31); ha de conformarse en su uso a las intenciones mismas

de Dios.

Si son dones de Dios el cristiano:

948 HÄRING, Bernhard, La ley de Cristo. T. III p. 415. 949 Catecismo de la Iglesia Católica. N. 2456.


276

1. Ha de confiarse plenamente a la providencia (Mt 6,25-33; 1Tim 6,17;

Heb 13,5).

2. Ha de pedir a Dios cada día sus favores (Mt 6,.11; Lc 11,3). 3. Debe servirse de los bienes con acción de gracias (1 Cor 9,30-31).

Si son signos de dones superiores, (el reino de Dios), han de ordenarse a ellos; deben ser empleados de manera que no se pierdan los bienes eternos.

Si el hombre ha recibido dominio sobre los bienes temporales, ha de mantenerse superior a ellos y no postrarse ante ellos como si fueran superiores a él.

950

43.4 PELIGRO DE LA RIQUEZA Y POBREZA EVANGÉLICA

951

La sagrada Escritura nos dice que ―es mas fácil que un camello entre por el ojo de una aguja, que un rico entre en el reino de los cielos‖. Este texto nos invita a no acumular bienes. La Sagrada Escritura nos presenta algunos peligros de las

riquezas:

Lucas nos pone de relieve los peligros de la riqueza:

La codicia, la avaricia, Lc 12,13-21. condena la avaricia por varias razones: se trata de una locura; es un acto totalmente inútil, ya que la vida física no esta con los muchos bienes; la vida depende de Dios, quien puede reclamarla en cualquier

momento.

Lucas y algunas recriminaciones a los ricos:

En el capítulo 6 anota la parábola del administrador inicuo (w 1-8); reflexiones de Lucas con relación a las riquezas (w. 9-13); recriminación a los fariseos que son ―avaros‖ (w. 14-15); parábola del rico epulón y el pobre Lázaro (w. 19-31).

En el cap. 6,24-26: las cuatro maldiciones que tienen por destinatarios la misma categoría de personas: los ricos de este mundo.

En el Magnificat: 1,52-53: aquí la riqueza y la pobreza, sin perder el tras fondo social, tienen un matiz religioso veterotestamentario.

Marcos

950 VIDAL, Marciano. Moral de Actitudes. Moral Social. Tomo III 1979. pp. 197-198. 951 VIDAL, Marciano. Moral de Actitudes. Moral Social. T III 1979. pp. 202-207.


277

En una lista de vicios (Mc 7,21-22) enumera también ―las codicias‖, aunque no hay unanimidad de interpretación entre los autores:

o Poder negativo de las riquezas en los que escuchan la Palabra de Dios: parábola del sembrador (Mc 4,19).

o Dificultad de los ricos para entrar a las puertas del cielo (Mc 10, 23 -27).

o La colocación después de la parábola del joven rico donde se pone de relieve

el poder fascinante de la riqueza como impedimento para abrazar las exigencias de la nueva ley.

o La imagen especialmente dura del camello y de ojo de la aguja.

o El encuadre general temático: es imposible salvarse sin la ayuda de Dios,

quien, en el caso particular del rico, esta dispuesto a darla para librarle del peligro del apego a las riquezas.

Mateo Acumulación de riquezas (Mt 6, 19-21): ―no alleguéis tesoros en la tierra‖. Se motiva

esta exhortación:

o En la precariedad de los bienes: ―polillas y orín lo corroen y los ladrones

horadan y roban‖ (V. 19)

o En la facilidad del apego del corazón: ―donde hay un tesoro all í estará tu

corazón‖ (V.21). No se puede servir a Dios y al Mamón (personificación del dinero): (Mt 6,24). Hay que

someter el dinero al servicio de Dios; va implicada esa actitud en la opción fundamental a favor de Dios, que debe ser exclusiva y definitiva.

San Pablo De una manera especial Pablo recrimina el vicio de la avaricia, excluyen do al ―avaro‖

del reino de los cielos y de la comunidad cristiana (1Cor 5.11; 6.10).

San Juan

1. 1Jn 2,16: ―orgullo de la vida‖. Esta actitud de aladzoneia está provocada por la posesión de riquezas.

2. 1Jn 3,17: ―el que tuviere bienes de este mundo, y viendo a sus hermanos


278

pasar necesidad le cierra sus entrañas ¿cómo mora en la caridad de Dios?. 3. En las cartas a las iglesias del Apocalipsis aparece la pobreza como ambiente

propicio para la fe y la caridad, lo contrario lo provoca la riqueza.

En las cartas pastorales: Se pone en guardia contra el amor desordenado

de las riquezas por los peligros a que se exponen: 1Tim 2,9; Tit 1,7.11.

En las cartas de Pedro: Hay dos recomendaciones a este respecto. En 1Pe

5,2 se recomienda a los presbíteros que no apacienten el rebaño por una

ganancia sorbida. En 2 Pe 2,3.14 se denuncia la avaricia de los falsos doctores.

43.5 DESTINO UNIVERSAL DE LOS BIENES Dios ha destinado la tierra y cuanto ella contiene, al uso de todos los hombres y de

todos los pueblos, de modo que los bienes creados, en una forma equitativa, deben alcanzar a todos bajo la guía de la justicia y el acompañamiento de la caridad. Cualesquiera que sean, pues, las formas determinadas de propiedad legítimamente

adoptadas en las instituciones de los pueblos, según circunstancias diversas y variables, jamás se debe perder de vista este destino común de los bienes. Por tanto, el hombre al usarlos no debe tener las cosas exteriores, que legítimamente posee,

como exclusivas suyas, sino también considerarlas como cosas comunes en el sentido en que deben no sólo aprovecharle a el sino también a los demás.

Por lo demás todos los hombres tienen escrito el derecho a poseer una parte suficiente de bienes para s í mismos y para sus familias.

952 ―el destino universal de los

bienes continúa siendo primordial, aunque la promoción del bien común exija el

respeto de la propiedad privada, de su derecho y de su ejercicio‖.953

Le ha sido dada para todo el mundo y no solamente para los ricos; es decir, que la propiedad privada no constituye para nadie un derecho incondicional y absoluto. No hay ninguna razón

para reservarse en el uso exclusivo lo que supera a la propia necesidad, cuando a los demás les falta lo necesario. En una palabra: el derecho de la propiedad no debe jamás ejercitarse con detrimento de la utilidad común.

954

Todos los demás derechos, sean los que sean, comprendidos en ellos los de propiedad y comercio libre, a ello están subordinados: no deben estorbar, antes al

contrario, facilitar su realización, y es un deber social grave y urgente hacerlos volver a su finalidad primera.

955

―La propiedad privada o un cierto dominio sobre los bienes externos aseguran a cada


953 Catecismo de la Iglesia Católica. N. 2403. 954 Populorum Progressio. N. 23. 955 Populorum Progressio. N. 22.


279

cual una zona absolutamente necesaria de autonomía personal y familiar, y deben ser considerados como una ampliación de la libertad humana.... La propiedad privada, por su misma naturaleza, tiene también una índole social, cuyo fundamento reside en

el destino común de los bienes‖.956

"Es lícito que el hombre posea cosas propias. Y es necesario también para la vida

humana" (Santo Tomás de Aquino, STh, II-II, 66, 2, c). Y si se pregunta cuál es necesario que sea el uso de los bienes. La Iglesia responderá sin vacilación alguna: "En cuanto a esto, el hombre no debe considerar las cosas externas como propias,

sino como comunes, es decir, de modo que las comparta fácilmente con otros en sus necesidades".

957

"Por lo tanto, el que tenga talento, que cuide mucho de no estarse callado; el que tenga abundancia de bienes, que no se deje entorpecer para la largueza de la misericordia; el que tenga un oficio con que se desenvuelve, que se afane en

compartir su uso y su utilidad con el prójimo‖.958

―Trabajar por el bien común global es promover una justa regulación de la economía,

finanzas y comercio mundial‖.959

―El objeto de la economía es la formación de la riqueza y su incremento progresivo, en términos no solo cuantitativos, sino cualitativos: todo lo cual es moralmente correcto si está orientado al desarrollo global

y solidario del hombre y de la sociedad en la que vive y trabaja. El desarrollo, en efecto, no puede reducirse a un mero proceso de acumulación de bienes y servicios. Al contrario, la pura a comulación, aun cuando fuese en pro del bien común, no es

una condición suficiente para la realización de una auténtica felicidad humana‖.960

La globalización se presente como la profunda aspiración del género humano a la

humanidad, sin embargo también el Papa Benedicto XVI señala ―La globalización comporta el riesgo de los grandes monopolios y de convertir el lucro en el valor supremo‖ a la vez enfatiza ―como en todos los campos de la actividad humana la

globalización debe regirse también por la ética, poniendo todo al servicio de la persona humana, creada a imagen y semejanza de Dios‖.

961

El Papa en el discurso inaugural de esta conferencia insiste en el llamado de una globalización, diferente que debe estar marcada por la solidaridad, por la justicia y por el respeto de los derechos humanos, haciendo de América Latina y el Caribe no solo

el continente de la esperanza, sino también el continente del amor (Aparecida No.

956 Gaudium et Spes. N. 71 y Centesimus Annus, N. 30. 957 Santo Tomás de Aquino, STh, II-II, 66, 2, c. 958 San Gregorio Magno, Evangelium Homiliae, 9, 7 y Rerum Novarum, N. 22.

959 Aparecida. N. 406. c. 960 Aparecida. N. 69. 961 Aparecida. N. 60.


280

64). Además ―la actividad empresarial es buena y necesaria cuando respeta la dignidad del trabajador, el cuidado del medio ambiente y se ordena al bien común. Se pervierte cuando, buscando solo el lucro atenta contra los derechos de los

trabajadores y la justicia‖.962

44. ALGUNOS CONTENIDOS DE LA JUSTICIA

―Dios nunca hizo a uno ricos y otros pobres‖.

La tierra es toda del señor y los frutos de ella deben ser comunes a todos los hombres.

963

La vida del hombre y su desarrollo económico – social debe estar puesta al servicio y control del hombre, éste desarrollo debe lograr la igualdad que desde la creación ha

sido destinada para todos.964

Los santos padres en el desarrollo del estudio del magisterio presentan temas como:

Recto uso de los bienes. Bondad en sí de las riquezas.

Lujo. Usura. Avaricia.

Santo Tomás agrega en su tratado de justicia. El objeto de la justicia, que es el derecho. Moción, constitutivo, división de las virtudes.

Injusticia contrarias a la justicia conmutativa y distributiva. ―Fraude – usura – rapiña‖.

San Alfonso María de Ligorio agrega.

Dominio, hurto, restitución contratos.

PRINCIPIOS

Los bienes de la tierra son buenos en si mismos, Gn 1,31; 1 Tm 4,4

Los bienes creados, son dones del amor de Dios que manifiestan su amorosa solicitud.

962 Aparecida. N. 122. 963 CARTA ENCÍCLICA SOLICITUD REÍ SOCIALIS. JUAN PABLO II, N. 41.

964 Gaudium et Spes. CAP. III.


281

Los bienes terrenos están puestos por Dios bajo el dominio del hombre, que lo hizo dueño y señor de toda la creación. Gn 1,28.

ACTITUDES

Si los bienes de la tierra son buenos, el hombre puede usarlos en paz, 1 Tm

4,4. Si los bienes de la tierra han sido creados por Dios, el hombre no tiene

dominio absoluto sobre ellos. 1 cor 7,29-31.

Si la pobreza es ―voluntariamente elegida‖ en razón del amor y la solidaridad con los pobres, no puede ser entendida sino como un compromiso de solidaridad con ellos.

44.1 DIMENSIONES DE LA JUSTICIA SOCIAL

Dios destinó la tierra y todo cuanto ella contiene a la administración del hombre, de tal modo que deba alcanzar para todos de manera equitativa, bajo la guía de la justicia y la caridad.

965 Promueve la equidad, el bien común y el respeto a las personas.

44.1.1 Concepto: Es la virtud moral en la constante y firme voluntad de dar a Dios y

al prójimo lo que es debido.966

Voluntad constante de las diversas personas y grupos, de reconocer los derechos

naturales de los demás, especialmente respeto de los bienes temporales, el trabajo y el desarrollo económico.

967

Justicia social: La que corrige o rectifica una situación social que envuelve una injusticia

previa, que de mantenerse destruiría la conducta justa.968

44.1.2 Necesidad: Ante todo de buscar situaciones más justas y humanas. Esto mediante el

respeto a la dignidad y a los derechos humanos. Es donde el prójimo está considerado como

“otro yo”.969

Sin excepción alguna. Cuidado en primer lugar de su vida y de los medios

necesarios para vivir dignamente.970

965 Cfr. Gaudium et Spes. N. 69. 966 Catecismo de la iglesia Católica. N. 1807. 967 Cfr. Gaudium et Spes. N. 29.

968 TRATADO DE JUSTICIA. 22. 969 Cfr. Catecismo de la iglesia Católica. N. 1931. 970 Cfr. Gaudium et Spes. N. 27.


282

El sujeto activo de la justicia social: Toda persona capaz de colaborar en alguna

medida al bien común dentro de la necesidad en que vive. Especialmente están obligados todos aquellos que en la sociedad tiene algún poder o influencia económica

social.971

El sujeto pasivo: Personas o grupos, especialmente los económica y socialmente

débiles. Finalidad de la justicia social: Sólo puede ser conseguida sobre la base del respeto de la dignidad trascendente del hombre. La persona representa el fin último

de la sociedad, que está ordenada al hombre.972

La justicia social está ligada al bien común y al ejercicio de la autoridad.

973

Fundamento de la justicia social: El bien común abarca todas las condiciones de la

vida social que permitan al hombre, a la familia y a las asociaciones conseguir más

rápidamente su propia perfección.974

El ejercicio de la autoridad política, sea en el interior de la comunidad o en las

instituciones que representan al estado, debe exteriorizarse dentro de los límites del orden moral, según las exigencias del bien común.

975

Los ciudadanos, están obligados en consecuencia a obedecer, Pero debe permitirles

defender sus derechos contra el abuso de esta autoridad, conservando los límites de la ley natural y evangélica.

44.2 RELACIÓN DE LA JUSTICIA SOCIAL CON OTRAS FORMAS DE JUSTICIA

44.2.1 Justicia social y justicia conmutativa

La justicia social supera la justicia conmutativa.

La justicia conmutativa: busca establecer cierta igualdad mediante la justicia

remuneración del trabajo realizado. Regula el ― intercambio entre personas‖ y el respeto exacto de sus derechos. Obliga estrictamente. Exige derecho de propiedad, pagos de deudas,

cumplimiento de obligaciones libremente contraídas.976

En virtud de la justicia conmutativa, la reparación de la injusticia cometida

exige la restitución del bien robado a su propietario.977

971 Cfr. TRATADO DE JUSTICIA. 22. 972 Cfr. Catecismo de la iglesia Católica. N. 1929. 973 Cfr. Catecismo de la iglesia Católica. N. 1928. 974 Mater et Magistra. Número. 417.

975 Cfr. Gaudium et Spes. N. 74. 976 Cfr. Catecismo de la iglesia Católica. N. 2411. 977 Cfr. Catecismo de la iglesia Católica. N. 2412.


283

44.2.2 La justicia social y justicia distributiva

La justicia conmutativa se distingue la justicia legal, que se refiere a lo que el

ciudadano debe equitativamente a la comunidad y la justicia distributiva que regula lo que la comunidad debe a los ciudadanos. En proporción a sus contribuciones y sus necesidades.

978

No puede esperarse por imposición, sino que por sí sola exigen conciencia que el individuo y grupo, participen de la riqueza al necesitado, por su derecho a la riqueza y su necesidad de vida. No es sólo un deber de caridad.

979

44.2.3 Justicia social y justicia legal

La justicia va más allá de la justicia legal, porque exigen la armónica convivencia

entre todos los pueblos, se exige justicia, aun prescindiendo de contratos o alianzas con que se pueda unir.

Las leyes deben fomentar el bien común a toda la sociedad.980

* DIVISIÓN DE LA JUSTICIA

Justicia conmutativa:

Esta relación se da entre dos sujetos iguales. Los pecadores en contra de ella son:

fraude, daño injusto.981

Justicia distributiva

Es la voluntad perpetua y constante, e inclina al jefe a distribuir estímulos, honores y

cargos segundos méritos y capacidades de cada una de las personas. Relación comunidad a persona.

Justicia legal Es dar a la comunidad lo que le corresponde, buscando siempre el bien común.

Es la relación de la persona hacia la comunidad.

982

978 Cfr. Catecismo de la iglesia Católica. N. 2411. 979 Cfr. TRATADO DE JUSTICIA, 23.

980 VIDAL, MARCIANO. Moral de Actitudes, TOMO III, p. 99. 981 HÄRING, Bernhard, La ley de Cristo. T. I p. 46. 982 Cfr. Catecismo de la Iglesia Católica. Números. 2237 – 2238.


284

Justicia social Aquella que corrige o rectifica una situación social que envuelve una injusticia previa,

que si se mantuviera invalidaría las conductas justas y los actos individuales de justicia.

Es una relación de la persona hacia la comunidad. Justicia vindicativa

Restablece la justicia afectada mediante una pena proporcional al delito. Esta está reservada única y exclusivamente a la autoridad legal, eso sí, siempre en busca del

común.983

44.3 LA ECONOMÍA AL SERVICIO DE LAS NECESIDADES HUMANAS

El trabajo no puede convertir al hombre en su esclavo. Si bien, él necesita desarrollas ciertas económicas que satisfagan sus necesidades y las de todos los seres

humanos. No es sólo entonces dedicarse exclusivamente a la producción con fines de aumentar

su lucro y su poder; sino ante todo ponerse al servicio de los otros miembros de su comunidad.

44.4 RESPONSABILIDAD Y SUBSIDIARIDAD LA RESPONSABILIDAD es una obligación moral de la persona respecto de sus

deberes y derechos como un acto de libertad.

Los países en vía de desarrollo: buscan como fi n el progreso y perfección de

todos sus ciudadanos. No deben apoyarse sólo en ayudas exteriores sino buscar sus propios recursos.

Los países desarrollados: tiene el deber de ayudar a los pueblos en vía de

desarrollo. Cooperación universal. La comunidad internacional: equilibra y estimula el desarrollo, de tal modo

que se usen sus presupuestos con eficacia y equidad.

Han de revisarse ciertas estructuras económicas – social que ofreciendo ventajas materiales, se oponen a su índole y progreso espiritual.

984

* SUBSIDIARIDAD: Una intervención demasiado fuerte del estado puede amenazar la libertad y las iniciativas personales.

983 Centesimus Annus, Números. 13-17. 984 Cfr. Gaudium et Spes. N. 86.


285

― Una estructura de orden social superior no debe intervenir en la vida interna del grupo social de orden interior, privándole de sus competencias, sino que deben

sostenerla en caso de necesidad y ayudarla a coordinar su acción con los demás componentes sociales con miras al bien común.

985

Sin herir la armonía de los espíritus y conservando la integridad de la doctrina tradicional de la iglesia se esfuerzan por definir la naturaleza íntima en los deberes que gravan la propiedad y concretar los limites que la necesidad de la convivencia

social trazan al mismo derecho de la propiedad.986

44.5 SOLIDARIDAD: “CARIDAD SOCIAL”

Es una exigencia a toda la fraternidad humana y cristiana.

987

En la búsqueda de la igualdad entre todos los hombres.

Se manifiesta en la distribución de bienes y en la remuneración justa. Se fundamenta en la dignidad de la persona.

988

Se apoya en la calidad.

Es una determinación firme y perseverante por el bien común.989

Exige colaboración entre todos los hombres.

990

Es un deber de las naciones ricas para con los pobres.

Pide la cooperación mutua entre los países.

Formas de solidaridad

De los pobres entre sí. De los ricos para con los pobres.

De las empresas con sus empleados. Dentro de las familias. En el servicio a los necesitados.

Como valor indispensable: en el orden económico social y político. Internacional.

991

44.6 PROPIEDAD PRIVADA Y DESTINO DE LOS BIENES DE LA TIERRA

La propiedad privada, no es un valor absoluto, como si lo es el destino

universal de los bienes.992

985 Cfr. Catecismo de la Iglesia Católica. N. 1883. 986 Cfr. Quadragesimo Anno. N. 48. 987 Cfr. Catecismo de la Iglesia Católica. N. 1939. 988 Cfr. Christif ideles Laici. Números. 37-41

989 Cfr. Sollicitudo Rei Socialis. N. 38. 990 Populorum Progressio. N. 43. 991 SANTO DOMINGO. Números. 32. 52.106.


286

Es un derecho natural.993

Es un derecho de todo hombre.

994

Tiene una función social.995

La propiedad privada está subordinada por el destino universal de los bienes.

996

El derecho a la propiedad, es disponer libremente de un bien con exclusión de

terceros, en el ámbito moral y jurídico. Principios

Quien tenga una necesidad extrema, tiene derecho a tomar de la riqueza

ajena lo necesario para vivir.

Los hombres están obligados a ayuda a los pobres y no sólo con bienes superfluos.

Las cosas, tienen dimensión personal y social.

La intervención del estado o autoridades internacionales no puede suprimir la propiedad privada, sin embargo puede llegar a expropiar o nacionalizar por razón del bien común.

Resulta un medio apto para asegurar la libertad y la dignidad del hombre.

Límites

La propiedad privada, no es un valor absoluto, sino que por encima está el

bien común. Los que importa no es tanto la titularidad jurídica, sino la capacidad de todos

al uso recto de los bienes.

44.7 TÍTULOS DE PROPIEDAD

Existe un derecho de propiedad, pero no está subordinado a otos derechos. La propiedad es algo natural, espontáneo y evidente, brota de las más íntimas tendencias del sur humano y ningún régimen ha pretendido suprimirla en su totalidad.

La propiedad tiene que ser justa, las personas en ocasiones buscan tener lo propio y aún más a costa de los otros.

997

992 Centesimus Annus. N. 6. 993 Rerum Novarum, Números. 10-25. 994 Cfr. Populorum Progressio. N. 23.

995 Cfr. Gaudium et Spes. N. 71. 996 Cfr. Gaudium et Spes. N. 69. 997 MESA RUIZ, CARLOS GERMAN. Moral Cristiana. p. 242.


287

Dimensiones:

Personal: Lo necesario para su sostenimiento, seguridad, paz y consolidar su vida familiar.

La falta de medios propios, genera la dependencia y carencia de libertad.

Social: La propiedad privada, no constituye para nadie un derecho incondicional y absoluto.

998

Ocupación: Cosas que no tienen dueño, sobre estos bienes nadie tiene derecho. Trabajo: Representa el instrumento más común e inmediato para el desarrollo de la

vida económica como instrumento, que, al mismo tiempo, constituye un derecho - deber de cada hombre.

999

Accesión: El dueño de un determinado bien, puede conceder a otro algo que le se solicite. Herencia: Lo que es transmitido, entre miembros de una misma familia. En orden a

sus posesiones. Usurpación: Por posesión continua, se adquiere tal propiedad. Exige determinado tiempo.

Prescripción: Cuando una propiedad se ha dejado abandonado hay extinción de dominio de tal propiedad.

Contrato: Acuerdo de carácter jurídico realizado entre dos partes. Cuyo objeto es establecer o cambiar algo de derecho.

Apropiación: En caso de necesidad y la compensación oculta.

1000

Reforma necesaria del derecho de propiedad.

Existe otra manera de poseer algo, de lo cual se tiene el pleno derecho a utilizarlo como propiedad exclusiva ―propia‖ pero encaminada de igual manera al servicio de

todas las personas o comunidad. Hacemos referencia al derecho del ―conocimiento‖ logrado por las personas mediante

su preparación (la técnica y el saber).

998 Cfr. Populorum Progressio. N. 23. 999 Cfr. Christif ideles Laici. N. 43. 1000 MESSNER, J. ÉTICA SOCIAL, POLÍTICA Y ECONÓMICA. pp. 12-37.


288

44.8 PECADOS CONTRA LA PROPIEDAD AJENA

Responsabilidad: Es un pecado de omisión y comisión, en el que un individuo, o la comunidad no hace cuanto le corresponde por el mero hecho de pertenecer a esa comunidad. Va e contra de la justicia.

Fraude: La manera propia e indebida de un bien ajeno tomándolo como propio y teniéndolo como un derecho aparente

Usura: Condición en la que suele aprovecharse injustamente de las necesidades de una persona por un beneficio propio.

Especulación: Elevar o a hacer variar a juicio propio el verdadero valor de los bienes.

Daño injusto: Ocasionar un defecto o falta en los bienes ajenos usualmente por envidia.

Hurto: Tomar de los bienes ajenos, beneficiándose ellos, de manera oculta a quien tiene todo los derechos de disfrutarlos.

Robo: Es la usurpación del bien ajeno contra la voluntad razonable de su dueño.1001

Esta modalidad a más de apropiarse de lo ajeno, lo logra a través de la violencia.

1002

44.9 REPARACIÓN DE LA INJUSTICIA

No robarás (Ex 20,15; Dt 5,19). No robarás (Mt 19,18).

El séptimo mandamiento prohíbe tomar o retener el bien del prójimo injustamente y perjudicar de cualquier manera al prójimo en sus bienes.

Prescribe la justicia y la caridad en la gestión de los bienes terrenos y de los frutos del trabajo de los hombres.

Con miras al bien común exige el respeto del destino universal de los bienes y derecho de propiedad privada.

En virtud de la justicia conmutativa, la reparación de la injusticia cometida exige la restitución del bien robado a su propietario.

1003

1001 Cfr. Catecismo de la Iglesia Católica. N. 2453. 1002 HÄRING, Bernhard, La ley de Cristo. T. I pp. 474-478.


289

Los actos o empresas que, por una o otra razón, egoísta o ideológica, mercantil o totalitaria, conducen a esclavizar seres humanos, a menospreciar su dignidad

personal, a comprarlos, a venderlos y a intercambiarlos como mercancía, es un pecado contra la dignidad de las personas y sus derechos fundamentales aducidos por la violencia y la condición de objeto de consumo a una fuente de beneficio.

1004

En todos los casos es obligatoria la reparación del daño injustamente ocasionado al prójimo (Ex 22,3; Lc 19,8 – 9).

45. BASES DE UN ORDEN ECONÓMICO

La Iglesia pronuncia un juicio en materia económica y social cuando lo exigen los derechos fundamentales de la persona o la salvación de las almas. Cuida del bien

común temporal de los hombres en razón de su ordenación al supremo Bien, nuestro fin último.

El hombre es el autor, el centro y fin de toda la vida económica y social. El punto decisivo de la cuestión social estriba en que los bienes creados por Dios para todos lleguen de hecho a todos, según la justicia y con la ayuda de la caridad.

1005

45.1 ORIENTACIONES DEL VATICANO II SOBRE EL ORDEN ECÓNOMICO

También en la vida económica y social la dignidad de la persona humana y su vocación integral, lo mismo que el bien de la sociedad entera, se ha de respetar y promover, ya que el hombre, autor de toda la vida económica y social, es su centro y

su fin.1006

45.1.1 El desarrollo económico al servicio del hombre: Hay que promover el

progreso técnico, el espíritu de innovación, la creación y ampliación de nuevas empresas, la adaptación de los procedimientos de producción, el esfuerzo sostenido de cuantos participan en la producción; en una palabra, todos los elementos puestos

al servicio de este desarrollo. Pero la finalidad fundamental de esta producción no es el mero incremento de los productos, ni el lucro ni el poder, sino el servicio del hombre: Así pues, la actividad económica se ha de ejercer según su método y sus

leyes propias, dentro de los límites del orden moral, de modo que se realice el

1003 Cfr. Catecismo de la Iglesia Católica. N. 2412. 1004 Cfr. Catecismo de la Iglesia Católica. N. 2414.

1005 Catecismo de la Iglesia Católica. Números. 2458-2459.



290

designio de Dios sobre el hombre.1007

45.1.2 EL desarrollo económico bajo el control del hombre: El desarrollo

económico debe quedar bajo el control del hombre, y no al solo arbit rio de unos pocos hombres o grupos dotados de excesivo poder económico, ni se ha dejar en manos de la sola comunidad política, ni de algunas grandes potencias.

Es preciso, por el contrario que, en todo nivel, el mayor numero de hombres, y todas las naciones en el plano internacional, puedan tomar parte activa en su dirección.

Recuerden los ciudadanos que es derecho y deber suyo, que el poder civil ha de reconocer y contribuir según su posibilidad al autentico progreso de la comunidad.

1008

45.1.3 Deben desaparecer las enormes desigualdades económico-sociales: Para responder a las exigencias de la justicia y de la equidad hay que hacer todos los

esfuerzos posibles, dentro del respeto a los derechos de las personas y del carácter propio de cada pueblo, se hagan desaparecer cuanto antes las enormes diferencias económicas que hoy existen y que cada día se agravan, unidas a una discriminación

individual y social. La justicia y la equidad exigen también que la economía se ordene de manera que se evite la inseguridad del individuo y de la familia. Se debe asegurar la subsistencia y la dignidad de los que, por razones de enfermedad o edad,

se encuentran en situación difícil.1009

45.2 VALORACIÓN ÉTICA DE LOS SISTEMAS ECONÓMICOS

El fin último de la actividad económica es satisfacer, mediante la producción de bienes y servicios, las necesidades de los individuos o de un grupo humano. La

ciencia económica, que desde luego no saca de la ética las normas y los criterios para analizar y resolver problemas que le son propios, se convierte de alguna manera en fuente del hecho ético.

1010

Un error común a los sistemas económico-sociales contemporáneos (capitalismo y comunismo) es el de prescindir de los valores superiores de la persona, con lo cual

interpretan a su manera el orden social y la justicia, y reducen los derechos del individuo y de la sociedad al ámbito material de la economía.

1011

45.2.1 El Capitalismo: Sistema económico fundado en el predominio del capital


1009 Gaudium et Spes. N. 66. 1010 COMPAGNONI, M. Nuevo diccionario de Teología Moral. p. 472. 1011 CONFERENCIA EPISCOPAL DE COLOMBIA. Compromiso Moral del Cristiano. Bogotá, 1988 p. 356.


291

como factor de producción y en el que sus poseedores, con su poderío, controlan la evolución económica e influyen en el propio marco institucional.

1012

La Iglesia rechaza en la práctica del ‗capitalismo‘ el individualismo y la primacía absoluta de la ley de mercado sobre el trabajo humano (cfr. CA 10, 13.4 4). Su regulación únicamente por la ley de mercado quebranta la justicia social, porque

‗existen numerosas necesidades humanas que no pueden satisfacer por el mercado. (CA 34)

1013

No solo la contratación del trabajo, sino también las relaciones comerciales de toda índole se hallan sometidas al poder de unos pocos, hasta el punto de que un numero reducido de opulentos y adinerados han impuesto poco menos que el yugo de la

esclavitud a proletarios. (RN 1. 31)1014

La mentalidad capitalista con el pretexto de salvaguardar la libertad, da rienda suelta

al afán de lucro, desconociendo así las exigencias de unidad y de solidaridad entre los hombres, la protección de la dignidad humana y sus valores espirituales. Alienta el espíritu de injusticia y de desmedida competencia.

1015

45.2.2 El Colectivismo: Sistema basado en la propiedad colectiva de los medios de

producción y en la planificación de las necesidades y su correspondiente satisfacción económica por el control del poder estatal. El motor de su dialéctica es la luc ha de clases, lograda a través de la dictadura proletaria, que en fin de cuentas, establece la

dictadura de partido. Todas sus experiencias históricas concretas como sistemas de gobierno se han realizado dentro del marco de régimen totalitario cerrado a toda posibilidad de crítica y de rectificación.

1016

El capitalismo de estado es considerado como una fase de transición hacia el socialismo, en el cual el Estado se adueña del capital para romper las estructuras del

capitalismo tradicional en un marco político de dictadura del proletariado Según Juan Pablo II en la encíclica Laborem Exercens resalta los contra valores del

colectivismo como contrario a la conciencia cristiana (LE 14): El colectivismo incrementa la alienación (cf CA 41) y su fracaso hunde sus ra íces en la violación de los derechos humanos de la capacidad de iniciativa, de la libertad y de la propiedad

en el sector económico. (CA 24)1017

1012 GALINDO, A. Moral Socioeconómica p. 449. 1013 Catecismo de la Iglesia Católica. N. 2425. 1014 GALINDO, A. Moral Socioeconómica. p. 466. 1015 CONFERENCIA EPISCOPAL DE COLOMBIA. Compromiso Moral del Cristiano. p. 356.

1016 LAS 4 CONFERENCIAS GENERALES DEL EPISCOPADO LATINOAMERICANO. Puebla. 5° Ed. Bogotá, 2004. N. 544. 1017 GALINDO, A. Moral Socioeconómica pp. 459.469.


292

La Iglesia ha rechazado las ideologías totalitarias y ateas asociadas en los tiempos modernos al ‗comunismo‘ o ‗socialismo‘. La regulación de la economía por la sola

planificación centralizada pervierte en su base los vínculos sociales. Es preciso promover una regulación razonable del mercado y de las iniciativas económicas, según una justa jerarquía de valores y con vista al bien común.

1018

Por atender el problema económico en su conjunto, niega a la persona individual su capacidad para realizarse libremente y para que al mismo tiempo humanice el mundo

de las cosas y tome parte activa y responsable en la dirección de la comunidad. Destruye el principio de subsidiaridad.

1019

45.3 REFORMA Y CAMBIO REVOLUCIONARIO DEL SISTEMA Es importante para el cambio de sistemas una antropología cristiana que no pierda

nunca de vista al hombre como ser humano y comprometido con el cam bio y una sana y rica doctrina sobre el hombre que nos la ofrece la doctrina social de la Iglesia la cual aboga siempre sobre los derechos del hombre en la convergencia del cambio

donde el hombre es el núcleo del mismo. La Iglesia no necesita recurrir a sistemas e ideologías para amar, defender y colaborar en la liberación del hombre.

1020

Una teoría que hace del lucro la norma exclusiva y el fin último de la actividad

económica es moralmente inaceptable. El apetito desordenado de dinero no deja de producir efectos perniciosos.

Un sistema que sacrifica los derechos fundamentales de la persona y de los grupos en aras de la organización colectiva de la producción es contraria a la dignidad del hombre (c fr. GS 65). Toda práctica que reduce a las personas a no se r más que

medios con vistas al lucro esclaviza al hombre, conduce a la idolatría del dinero y contribuye a difundir el ateísmo.

1021

Los sistemas socio-políticos son juzgados ahora basándose en su capacidad de

realizar una convivencia racional fundada en los valores éticos de libertad y justicia. Tales juicios son de competencia de varios grupos sociales, entre los que la Iglesia visible se coloca en pie de igualdad, sin reivindicar privilegios específicos.

1022

45.4 EVANGELIO Y OPCIÓN DE CLASES

Los cristianos al tomar parte activa en el movimiento económico y social de su tiempo y luchar por una mayor justicia y caridad, pueden hacer mucho por el bienestar de la

1018 Catecismo de la Iglesia Católica. N. 2425 1019 CONFERENCIA EPISCOPAL DE COLOMBIA. Compromiso Moral del Cristiano p. 356-357.

1020 Cfr. Puebla. N. 553. 1021 Catecismo de la Iglesia Católica. N. 2424. 1022 COMPAGNONI, M. Nuevo diccionario de Teología Moral. p. 1724.


293

humanidad y la salvación del mundo. Procuren destacarse por su ejemplo y, adquirida la competencia profesional y la experiencia indispensable, sepan guardar la debida jerarquía entre las actividades terrenas, con fidelidad a Cristo y su

Evangelio.1023

El desarrollo de la doctrina de la Iglesia en materia económica y social se desarrollo

cuando se produjo el encuentro entre el Evangelio y la sociedad industrial moderna, su nueva concepción de la sociedad, del Estado y de la Autoridad, sus nuevas formas de trabajo y de propiedad.

1024

La Iglesia no produce una propuesta sistemática entre los varios sistemas pos ibles, sino que más bien es portadora de un mensaje religioso y a la vez ético de tipo

transistemático.1025

45.5 CRISTIANISMO Y SOCIALISMO

Periodo de condena: desde Pío IX – Pío XI. En este tiempo el socialismo se identifica con el comunismo, sistema considerado irreconciliable con la propiedad privada, con

la autoridad pública y antirreligioso. Se les consideran fuerzas que van en contra de la Iglesia, de la religión y de los principios morales.

Periodo de convivencia: con Pío XI y Pío XII. Se distingue el socialismo del comunismo y se admite un socialismo moderado y educador.

Periodo de dialogo: desde Juan XXIII. Se distingue entre teorías y corrientes, ideologías y movimientos históricos en los documentos papales.

Periodo de inserción social: con Juan Pablo II. Él distingue entre teoría y tejido-de-vida-socio-económica. Juan Pablo II tiene presente, al hablar de socialismo colectivista, la filosofía marxista con sus concepciones.

1026

No se puede subordinar la fe a una ideología, ni poner el evangelio al servicio de una política. Todo hombre y toda mujer por más insignificante que parezcan tienen, en s í,

una nobleza inviolable que se debe respetar , pues, el hombre es un ser con valores transcendentes e inmutables con dignidad, con profundidad espiritual y una vida consagrada a principios cristianos; es por esto que toda vida humana merece por s í

misma su dignidad y no debe encerrarse en los valores del mundo, sino que, como ser espiritual, vaya al encuentro de las relaciones personales, en donde se encuentra consigo mismo, con los demás y con Dios, realizándose en el amor fraterno y en el


1024 Cfr. Centesimus Annus. N. 3. 1025 COMPAGNONI, M. Nuevo diccionario de Teología Moral. p. 1724. 1026 GALINDO, A. Moral Socioeconómica. pp. 468-469.


294

servicio mutuo.1027

(Puebla n. 317-324) 45.6 EVALUACIÓN HISTORICA DEL MARXISMO

El marxismo no es un sistema económico, ni una teoría social, ni una doctrina política. El Marxismo es una filosofía de la vida. Elaborada por Carlos Marx,

Federico Engels, y Lenin. Los comunistas reclaman el que se les considere como auténticos y genuinos

intérpretes de esa doctrina. En esto, es preciso concederles la razón. El marxismo es ‗totalitario‘, porque pretende envolver todas las actividades del ser

humano. Sin embargo, es paradójico que los comunistas, que creen solo en la existencia de la

materia, orienten su propaganda hacia conceptos netamente espirituales como la justicia y la paz. Pero más paradójico es que aquellos que proclaman defender los valores del espíritu dirijan su propaganda hacia asuntos netamente materiales, como

por ejemplo, la superioridad económica del mundo occidental, con lo cual, además, se le rinde culto indebido a la tesis marxista de que lo económico es lo determinante en la vida de los pueblos.

1028

Para el materialismo marxista Dios no existe. Y no se conforma con negar la existencia de Dios sino que, además, saca consecuencias y las lleva a la prácti ca.

La doctrina marxista sobre la moral es falsa: Afirmar que la moral cristiana está ligada al régimen de la propiedad privada, revela un desconocimiento del cristianismo. Si

esta concepción fuera correcta, el cristianismo se dirigiría a intensificar en el hombre el apego de los bienes materiales. El cristianismo promueve todo lo contrario.

La moralidad marxista no esta ordenada al verdadero fin del hombre: está ordenada a un fin falso; luego la moralidad marxista es falsa. Pero no solamente es falsa. Es inmoral.

1029

45.7 CONCLUSIONES

La ética cristiana ha de ponerse a favor de los oprimidos. La opción preferencial por los pobres da primacía al ejercicio de la caridad cristiana de la cual da testimonio la tradición de la Iglesia. (SRS 42) Todo estará sometido al principio que afirma que los

bienes de este mundo están originalmente destinados a todos.

1027 Puebla. Números. 317-324. 1028 MACHADO, L. Afirmación frente al Marxismo. p. 15-16. 1029 MACHADO, L. Afirmación frente al Marxismo. pp. 122. 129.


295

Ha de tenerse en cuenta que el hombre es el autor, centro y fin de la vida económica (GS 63). Por ello las instituciones económicas han de dar priorida d a lo humano.

La opción preferencial por los pobres. Esta ha de ser efecto de una decisión personal y colectiva. La encíclica Centesimus Annus y la Sollitudo rei socialis son claras en la exposión.

La Iglesia debe tener una presencia significativa en la vida económica de la sociedad que exija una:

Denuncia del inhumanismo, la irracionalidad y las injusticias del sistema real implantado en su país.

Anuncio de la utopía del hombre nuevo (libre, responsable y solidario) y de la comunidad universal reconciliada.

Compromiso por la eficaz promoción de la dignidad humana, la libertad, la igualdad y la unión fraterna a escala nacional e internacional.

1030

El cristiano y el hombre de buena voluntad, debe concientizarse de que los dos sistemas económicos reales son injustos e irracionales e inhumanos. Paro deberá

sentirse obligado, a aportar racional y responsablemente por algo de ellos, aunque ello suponga elegir un mal menor. Habrá que comprometerse en la tarea de su transformación mediante: La denuncia y la lucha contra las manifestaciones injustas,

irracionales e inhumanas del sistema. No se pretende alumbrar ninguna ―tercera vía‖ o modelo desde la visión de los

economistas o políticos; sólo se trata de bloquear en clave ético-cristiana, el horizonte utópico de una verdadera ―democracia económica‖, desde donde sea posible denunciar las prácticas inhumanas e injustas y valorar las realizaciones concretas de

los sistemas económicos existentes.1031

46. ANÁLISIS ÉTICO DE ALGUNOS ASPECTOS DE ECONOMÍA

46.1 EL TRABAJO

Significa todo tipo de acción realizada por el hombre independientemente de sus características o circunstancias.

1030 CAMACHO, Idelfonso. PRAXIS CRISTIANA, Raimundo Rincón, Gonzalo Higuera. Opción por la Vida y la Libertad. Ed. Paulinas, Madrid, 1986 p. 540ss. 1031 CAMACHO, I. PRAXIS CRISTIANA, Opción por la Vida y la Libertad p. 540ss.


296

Toda actividad humana que se ha de reconocer como trabajo entre las múltiples actividades de que el hombre es capaz y a las que está p redispuesto por la naturaleza misma en virtud de su humanidad. El trabajo no es sólo la actividad

productiva; no es el reduccionismo típico de la sociedad industrial. Al trabajar el ser humano se realiza en cuanto tal; mediante el trabajo el hombre ejerce dominio sobre la tierra.

1032

En Economía, esfuerzo realizado para asegurar un beneficio económico. Es uno de los tres factores de producción principales, siendo los otros dos la tierra (o recursos

naturales) y el capital. En la industria, el trabajo tiene una gran variedad de funciones, que se pueden

clasificar de la siguiente manera:

◦ Producción de materias primas, como en la minería y en la

agricultura.

◦ Producción en el sentido amplio del término, o transformación de materias primas en objetos útiles para satisfacer las necesidades humanas.

◦ Distribución, o transporte de los objetos útiles de un lugar a ot ro, en función de las necesidades humanas.

◦ Operaciones relacionadas con la gestión de la producción, como la contabilidad y el trabajo de oficina.

◦ Servicios, como los que producen los médicos o los profesores.

En general es el ejercicio de la actividad humana. En particular el trabajo económico

es la participación del hombre en la producción mediante el ejercicio voluntariamente prestado de sus facultades intelectuales y manuales según la personal vocación en orden al decoro y holgura de su vida y al mejor desarrollo de la economía

nacional.1033

Al comienzo Dios confió la tierra y sus recursos a la administración común de la

humanidad, para que tuviera cuidado de ellos, los dominara mediante su t rabajo y se beneficiara de sus frutos (Cfr Gn 1, 26-29). Los bienes de la creación están destinados a todo el género humano.

1034

El derecho a la propiedad privada, adquirida por el trabajo o recibida de otro por herencia o por regalo no nula la donación original de la tierra al conjunto de la

humanidad. El destino universal de los bienes continúa siendo primordial aunque la

1032 JUAN PABLO II. Laborem Exercens En: 12 mensajes trascendentales sociales .Secretariado nacional

de Pastoral Social. Editorial Kimpres. 1996. N. 1. 1033 MESA, Carlos Germán. Tratado de Moral Justicia. p.39. 1034 Catecismo de la Iglesia Católica. N. 2402.


297

promoción del bien común exija el respeto de la propiedad privada, de su derecho y de su ejercicio.

1035

La Iglesia está convencida que el trabajo constituye una dimensión fundamental de la

existencia del hombre en la tierra; pero esta que es una convicción de la inteligencia, es a la vez una convicción de fe. El trabajo entendido como una actividad "transitiva", es decir, de tal naturaleza que, empezando en el sujeto humano, está dirigida hacia

un objeto externo, supone un dominio específico del hombre sobre la "tierra" y a la vez confirma y desarrolla este dominio.

1036

46.1.1 VALOR MORAL El trabajo tiene primacía sobre cualquier otra realidad, incluida la propiedad. El Papa

Juan Pablo II afirma, el trabajo procede inmediatamente de la persona humana.1037

El trabajo es un alto valor moral, el hombre puede considerar su trabajo como

verdadero instrumento, de la propia dignificación, puesto que trabajando perfecciona la propia obra de Dios, cumple el derecho y deber de procurar para sí y para los suyos el necesario sustento y se convierte en elemento útil para la sociedad.

1038

Cristo cumplía con el trabajo, el evangelio confiado a El. El mismo era hombre de trabajo, del trabajo de artesano al igual que José de Nazareth. [JUAN PABLO II, Carta

encíclica, sobre el trabajo, en el aniversario 90 de la Rerum Novarum.1039

La vocación al trabajo es uno de los primeros derechos del hombre. El trabajo es una

obligación social y ha de gozar de la especial protección del Estado. Toda persona tiene derecho a su trabajo bajo condiciones dignas.

1040

Aquí hay dos dimensiones:

El trabajo objetivo: las palabras Bíblicas ―someted la tierra‖, encierran una

relación con la técnica, con el mundo de los mecanismos y maquinas que son el fruto del trabajo del cerebro humano y la confirmación del dominio del hombre sobre la naturaleza.

El trabajo subjetivo: el sujeto del t rabajo es la persona humana, quien

somete esa tierra y debe dominarla por que es imagen de Dios. Cuando el

hombre se manifiesta como el que domina, él es una persona consciente,

1035 Catecismo de la Iglesia Católica. N. 2403. 1036 Laborem Exercens. N. 4. 1037 Laborem Exercens. N. 9.

1038 FERNÁNDEZ, Aurelio. Compendio de Teología Moral. p.653. 1039 Laborem Exercens. N. 14. 1040 Constitución Política de Colombia de 1991. Titulo. III art. 15.


298

libre que decide. El trabajo está en función del hombre. De acuerdo la forma como el hombre participe en esta misión de cooperar en la obra creadora depende la calificación moral, ya que el ser humano cuando trabaja:

◦ Coopera a la obra de la creación (Gen. 2,2ss; 1,4; 1,28; 3,19).

◦ Hace presencia activa en la obra de Cristo, Él dio el evangelio del trabajo, desempeñando un trabajo manual, de ahí se deduce que el

hombre vale mas por lo que es, por su dignidad y trabajo, que por lo que posee.

◦ Presta una ayuda para el reino de Dios: con el trabajo se colabora para el progreso temporal y en cuanto tal interesa en gran medida al reino de Dios.

1041

◦ Une el trabajo a la Cruz y Resurrección de Cristo: todo trabajo está unido inevitablemente a la fatiga.

1042

◦ Solo el hombre es capaz de trabajar, por eso se distingue en gran parte con los animales.

1043

46.2 DEBERES Y DERECHOS EN RELACIÓN CON EL TRABAJO

La dignidad del trabajo en si mismo, es el criterio que marca los deberes y derechos del trabajador.

46.2.1 Deber y derecho del trabajo El trabajo como un deber:

Es su propia constitución física la que le impone al hombre el deber de trabajar, no habrá nadie pues que niegue el deber que el hombre tiene de trabajar, porque es un medio de vida, perfecciona al hombre por respeto a la propia familia, porque el

creador lo ha ordenado, porque a través de él, el hombre se realiza a sí mismo, ―se hace mas hombre‖.

1044

El trabajo como derecho humano El derecho al trabajo no hay que negarlo, es uno de los primeros derechos que

dimana de la vocación al trabajo, es un derecho que está por encima de los derechos del capital. Es una obligación social y cuenta con la protección del Estado. Por eso en caso de paro el trabajador tiene derecho al pago de desempleo.

1045

1041 Gaudium et Spes. N. 39. 1042 Laborem Exercens. N. 27.

1043 MESA, Carlos Germán. Tratado de Moral Justicia. pp. 39-40. 1044 Laborem Exercens. N.16. 1045 FERNÁNDEZ, Aurelio. Compendio de Teología Moral. p. 658.


299

Los gobiernos deben tener como finalidad destacada la creación de puesto de trabajo. Toda persona tiene derecho a su trabajo en condiciones dignas, No

considerado como mercancía.1046

46.2.2 Condiciones Humanas del Trabajo

La principal condición es la dignidad, es decir salvaguardar la dignidad de la persona, en un trabajo edificante de la persona, que lo lleva a ser cada vez más hombre, que

contribuya a su propia perfección y santificación, al bien común de la sociedad, rechazando la esclavitud, defendiendo la salud física y ps íquica del trabajador, procurando trabajos adecuados a las circunstancias y a las capacidades del trabajo,

que procuren la seguridad del trabajador.1047

46.3 REMUNERACIÓN Y SALARIO JUSTO

El trabajador ha de recibir una renumeración equitativa y satisfactoria, con el cual pueda asegurar el bienestar propio y el de su familia, que le asegure una existencia

conforme a su dignidad humana.1048

El salario justo es reclamado por la Biblia y los defraudadores del salario merecen las

denuncias mas graves de la Escritura (Dt 24,14-15; Sant 5,4). Los Papas enseñan la licitud del sistema de salario. León XIII, en la encíclica Rerum

Novarum, entiende por salario Justo ―un salario suficientemente amplio, para sustentarse a sí mismo, a su mujer y a sus hijos‖ de tal forma que le incline fácilmente al ahorro, formando un pequeño patrimonio.

1049

Juan Pablo II, admite la licitud del sistema de salario, junto con otras prestaciones sociales, ofrece algunas propuestas como la copropiedad de los bienes de

producción, el llamado accionario de trabajo.1050

El salario es el fruto legítimo del trabajo, negarlo o retenerlo es cometer una grave

injusticia.1051

Condiciones para el salario justo:

◦ Suficiente.

1046 Constitución política de Colombia. 1991. Artículos. 25,53,54. 1047 Cfr. SANTO DOMINGO. Números. 99-110. Compromiso moral del cristiano. N. 1322. 1048 Cfr. Declaración universal de los Derechos humanos. N. 23.

1049 Rerum Novarum. N. 33. 1050 Laborem Exercens. N.19. 1051 FERNÁNDEZ, Aurelio. Compendio de Teología Moral. pp. 658-659.


300

◦ Proporcionado.

◦ Actualizado.

◦ Según las posibilidades.

◦ 46.3.1 Derecho sindical y recurso a la Huelga

El sindicato es una asociación constituida para el estudio, desarrollo y defensa de los intereses comunes de una profesión u oficio sin repartición de beneficios. El

trabajador en defensa y atención de sus derechos, se asocia formando sindicatos. Pueden consti tuirlo: obreros, patronos y mixtos.

La Asociación de todos los obreros o patrones de una nación se llama ―unidad sindical‖. Tienen como finalidad la reivindicación de los derechos económicos del trabajador, formarlo y capacitarlo, en orden a una sociedad más justa. Es un derecho

que ha sido reconocido. La finalidad del sindicato no ha de ser exclusivamente defensiva, tampoco la lucha obrera, sino una lucha a favor del bien común, debe ser constructiva, fundado en la defensa de los justos derechos.

Valoración moral de los sindicatos: La misión del sindicato no debe ser exclusivamente defensiva, debe ser ante todo constructiva. El objeto del movimiento

sindical consiste en cada uno de los asociados, en cuanto sea posible consiga un aumento en los bienes de su cuerpo, de su alma y de su fortuna.

1052 Las fuerzas

sindicales no pueden transformarse en una especie de egoísmo de grupos o de

clases. Actuando a favor de los justos derechos de sus miembros, los sindicatos se sirven

también del método de la huelga, es decir del bloqueo del trabajo, como una especie de ultimátum dirigido a los órganos competentes y sobre todo a los empresarios. Este método es reconocido por la doctrina social católica como legítimo en las

debidas condiciones y en los justos límites, este sigue siendo un medio extremo y no se puede abusar de él, su abuso podría llevar a una paralización de toda la vida socio-económica afectando la naturaleza del bien o sea del trabajo mismo. Para llegar

a huelga se han de haber agotado otros medios, se han de haber cumplido lo siguientes pasos:

1053

Arreglo directo: nombramiento de una delegación para presentar al patrono el pliego de peticiones; si se llega a un acuerdo se firma una convención; de otra forma se someten las diferencias al proceso de conciliación.

Conciliación: Se someten las peticiones a la mediación de un conciliador designado

1052 Rerum Novarum. N. 25. 1053 Laborem Exercens. N. 11.


301

de común acuerdo por las partes o de sendos conciliadores; la función de estos es procurar un arreglo equitativo consultando el mutuo interés de patronos y obreros.

Arbitramiento: El tribunal de arbitramiento se compone de tres miembros: uno por cada parte (patronos y obreros) y el otro por el Ministerio de trabajo.

Declaración de la huelga: Si los medios de conciliación no tuvieron éxito, se declara la huelga en votación secreta y los trabajadores deben abandonar el lugar de labores; la huelga ha de efectuarse de forma ordenada y pacífica.

Valoración moral de la huelga: Hay tres condiciones para que una huelga sea

justa: Causa justa: No sólo es de orden económico (condiciones de trabajo, salario), puede

referirse a cualquier reivindicación del trabajador. Ultimo recurso o ultimátum: que se haya agotado todas las vías de negociación y

de diálogo.1054

Debida proporción: Que se tenga fundada esperanza de éxito, es decir que se

medie proporción entre los bienes que se esperan y los males que se temen. Una huelga es injusta cuando los sindicatos piden más de lo razonable, cuando se usa la violencia, cuando se hace por fines políticos y revolucionarios, cuando se hace

sin haber diálogo antes.

46.4 CONFLICTO ENTRE TRABAJO Y CAPITAL.

El mundo del capital hace regencia a empresarios propietarios, poseedores de los medios de producción etc. Mientras que los que no poseen estos medios responden

con su trabajo. Este conflicto surge por el establecimiento de un salario más bajo en comparación al trabajo realizado. Este conflicto ha encontrado su expresión en el Marxismo, el trabajo tiene propiedad sobre el capital, porque el trabajo es causa

eficiente y primaria, mientras el capital, es sólo un instrumento o la causa instrumental.

Todo lo que sirve el trabajo: lo que constituye en el estado actual de la técnica es fruto del trabajo. Todo lo contenido en el concepto capital es un conjunto de cosas,

1054 Laborem Exercens. N. 20.


302

por eso se resalta la prioridad del trabajo por encima de las cosas. Sin embargo, trabajo y capital no se pueden separar, ya que detrás de ellos están los hombres.

1055

46.5 LA EMPRESA Y SUS PROBLEMAS MORALES Noción y distinción de empresa .

Es la unidad económica organizada dirigida a la producción de bienes o de servicios para el intercambio con otras unidades a través del mercado.

1056

El principal criterio de la empresa en lo moral es el respeto al valor de la persona humana.

Clases de Empresas

1057

La empresa Capitalista : su preocupación es la economía, el capital y el t rabajo están en posiciones diferentes, los propietarios disponen de todo el poder de ella, mientras que los otros son ajenos a ella. Para ser justa ha de someterse a las

transformaciones de las estructuras. La empresa Cooperativista : mayor participación, el socio aporta el capital, la

cooperativa pone en marcha una serie de actividades en beneficio de sus socios. La empresa pública : todo el poder sigue vinculado a la propiedad (Estado -

municipio) se ve una vinculación entre propiedad y poder, se admite este tipo de empresa con el fin de que se salvaguarde el principio de la acción subsidiaria del estado.

La empresa Colectivista: se trabaja a favor del bien común. Cuando esta totalmente colectivizada hay que rechazarla, por el deterioro de los derechos del individuo.

Valoración moral: La empresa no puede considerarse únicamente como una sociedad de capitales, es

al mismo tiempo un sociedad de personas, en la que entran a formar parte y de manera diversa y responsabilidades específicas los que aportan el capital necesario y los que colaboran con su trabajo.

1058

Empresario: Se distingue el empresario indirecto, son tanto las personas como las instituciones,

1055 Laborem Exercens. N.19.

1056 MESA, Germán. Tratado de Justicia. p. 41. 1057 MIFSUD, Tony. S.J. Moral Social. pp. 421-423. 1058 MESA, Germán. Tratado de Justicia. p. 41.


303

quienes determinan el sistema socio- económico a favor de quienes laboran en sus empresas y han sido contratadas por terceras personas (intermediario). Son honestos y aceptados cuando los derechos objetivos del hombre son respetados.

El empresario directo, es la persona o la entidad con el contrato de trabajo.1059

46.6 NEOIMPERIALISMO Y NEOCOLONIALISMO Neoimperialismo: es la doctrina política que procura rechazar los lazos entre un país

y sus colonias, desarrollando la potencia metropolitana, es la política de un estado que tiende a poner ciertas poblaciones o Estados bajo su dependencia política y económica.

Neocolonialismo: forma nueva de colonialismo que se dirige a la dominación económica de los países subdesarrollados. Los pueblos neo colonialistas gozan de

una aparente y formal independencia, pero dependen de los países neo imperialistas, económica, política y culturalmente, los préstamos en dólares crean dependencia creciente, hay crecimiento industrial para algunos países pero no hay verdadero

desarrollo.

46.7 FORMA ÉTICA DE DESARROLLO ECONÓMICO Desarrollo: este concepto incluye el crecimiento económico, pero abarca el contexto

humanizante del cambio estructural. La finalidad fundamental de esta producción, no es el mero incremento de los

productos, ni el beneficio, ni el poder, sino el servicio del hombre integral, teniendo en cuenta sus necesidades materiales, sus exigencias intelectuales, morales, espirituales y religiosas de todo hombre sin distinción de raza ni continente.

Pablo VI define este desarrollo como el paso de condiciones menos humanas a condiciones mas humanas.

1060

Menos humanas: carencia de bienes materiales, morales, estructuras opresoras, injusticias etc.

Más humanas: remontarse de la miseria a la posesión de lo necesario. A una victoria sobre las calamidades sociales, la cooperación en el bien común, el aumento de la

dignidad del hombre, el reconocimiento por parte del hombre de los valores

1059 Laborem Exercens. N.17. 1060 Populorum Progressio. N. 20.


304

supremos y de Dios que en ellos es fuente y fin etc.1061

La ética del desarrollo económico va dirigida hacia dos capítulos muy importantes:

La relación económica entre países desarrollados y subdesarrollados. La Clarificación de este aspecto desde la perspectiva ética puede verse Cristianamente

desde la encíclica Populorum Progressio y el documento de Puebla n. 492. La creación de un nuevo orden económico internacional, solucionando los problemas

económicos internacionales como la deuda externa y demás, que preocupan hoy a los pueblos del tercer mundo y en vía de desarrollo.

El subdesarrollo como tal es inaceptable e intolerable ya es causa de miseria de una gran cantidad de seres humanos, dramas de total indigencia y necesidad.

1062

Lo mismo el superdesarrollo es inaceptable por que opone al bien y a la felicidad auténtica, fácilmente hace a los hombres esclavos de la posesión y del goce inmediato, ―la llamada civilización del consumismo‖.

El servicio del hombre y de todos los hombres es la ley fundamental del desarrollo económico, de tal forma que no es un medio necesario en si mismo, sino que es un

medio para permitir que el hombre sea mas hombre.1063

47. EL DINERO 47.1 MORALIDAD DEL DINERO

El dinero no tiene calificativo moral, pues en sí mismo no es ni bueno, ni malo. Adquiere significación moral por la naturaleza de los bienes que permite cambiar o

comprar. Por su universalidad se le puede dar un valor absoluto y se puede hacer objeto de

culto. Pero también el dinero se ha convertido hoy en el eje, en torno al cual gira la actividad de las personas y en el medio para obtener poder, comodidad y seguridad. Desafortunadamente hemos convertido nuestras relaciones sociales un mercado de

1061 MIFSUD, Tony. S.J. Moral Social. pp. 425-435. 1062 Sollicitudo Rei Socialis. N. 13. 1063 Populorum Progressio. N. 19.


305

dinero.1064

47.2 MORALIDAD DEL AHORRO

El interés del dinero adquiere hoy en día una justificación moral:

a) Porque el capital y el dinero tienen un carácter productivo. b) Porque todo ahorro supone una abstracción, el ahorrar renuncia a un c onsumo

inmediato permitiendo que sea aplicado a una función productiva, y el interés será retribución.

Se trata de una necesidad social que contribuye al bien común. El interés es por tanto una retribución por un servicio prestado a la sociedad, así se justifica moralmente.

47.3 MORALIDAD DEL COMERCIO Y SUS NEGOCIOS Consiste el comercio en dedicarse al ejercicio profesional de la compraventa. Desde

el punto de vista moral, ha de considerarse el comercio como profesión absolutamente honrosa, si se toma como un auténtico servicio prestado a la clientela y cuando se aspira honradamente a la ―ganancia‖ como a una especie de salario por

el trabajo o como a una prima de riesgos. De donde se sigue que la ganancia ha de calcularse por la magnitud del servicio o trabajo social y por los riesgos corridos.

A los clérigos les está prohibido todo comercio. El motivo son las múltiples tentaciones, peligros y cuidados materiales que acarrea dicha profesión. ―Nadie que se dedica a la milicia se enreda en los negocios de la vida, si quiere complacer al que

le ha alistado‖ (2Tm.2,4).1065

Los monopolios comerciales y otras formas de control de comercio como la bolsa de valores, tales consorcios son lícitos, pero están expuestos a muchas inmoralidades,

como el chantaje, el fraude, y la especulación. El comercio internacional: para que este sea humano y moral se ha de establecer entre los pactos al menos una cierta igualdad de oportunidades.

47.4 LA MORALIDAD DE LA COMPRAVENTA Y OTROS CONTRATOS El contrato es un negocio jurídico bilateral que tiene por objeto establecer o cambiar

una situación de derecho. El contrato considerado en su contenido moral, ha de estimarse como un servicio en pro del bien común. Los requisitos morales y jurídicos del contrato:

1.Capacidad de ambas partes para contratar.

1064 Cfr. GONZÁLES ÁLVAREZ, Luis José. Ética, Editorial el Búho, Bogotá p. 227. 1065 HÄRING, Bernhard, La ley de Cristo. T. I p. 458.


306

2. Un objeto o derecho apto para el tráfico. 3. Licitud moral de lo pactado.

La compraventa: Es una especie de permuta, en la que a cambio de una cosa o un derecho se entrega dinero. Los pecados que pueden cometerse en el contrato de compraventa, cuando de propósito se vale de engaño, ocultación de los defectos,

ponderación mentirosa, abuso de la inexperiencia de la otra parte. Basta con recordar el principio moral fundamental: El contrato compraventa ha de ser tal que constituya un verdadero servicio recíproco y una contribución social al bien común. El cristiano,

antes de apelar a juicio, debe buscar una conciliación amistosa. La donación: Por ella se transfiere a otro un bien propio, conviniendo ambos en que

se da y se recibe gratuitamente. Es ilícita e inaceptable la donación que se hace quebrantando los deberes de justicia.

El depósito: Es un contrato real, por el que el depositario se obliga a guardar una cosa que se le consigna con la debida solicitud. El depositante corre con los gastos de conservación.

El concordato: Es aquel por el cual el comodante se obliga dejar gratuitamente al comodatario el uso de alguna cosa, por algún tiempo.

El contrato de arrendamiento: Es el contrato en que se cede a otro el uso de una cosa no fungible a cambio de una retribución, llamada alquiler o renta.

El contrato de servicio y de trabajo: Una parte se obliga a prestar un servicio concienzudo y la otra parte una justa retribución estipulada. Establece entre los

contratantes relaciones personales mucho más hondas de ahí que las mutuas obligaciones morales sean también más profundas‖.

1066

47.5 MORALIDAD DEL CRÉDITO Y DEL INTERÉS ―El Antiguo testamento prohibía recibir interés alguno de parte de los connacionales

judíos, sobre todo de los pobres, mas no de los paganos. ―No prestarás a interés a tu hermano ya que se trata de réditos de dinero, o de víveres. Dt.23,20.

Aún hoy día la mayoría de los teólogos moralistas discuten la licitud moral del préstamo a interés, a no ser con título extrínseco, como es el daño que emerge, el lucro que cesa, o el riesgo del capital. La tradición se apoyó en Lc. 6,34ss , ‖Si

prestáis a aquellos de quienes esperáis recibir ¿que gracia tendréis ?... prestad sin esperanza de remuneración‖.

1066 HÄRING, Bernhard, La ley de Cristo. T. I pp. 448 – 450.


307

El préstamo es, pues, una obra magnánima de caridad para con el prójimo caído en la miseria. Pero ni el Deuteronomio ni Lucas pueden dar pie a una prohibición

absoluta y general del interés para nuestros tiempos. La petición de Cristo va muy lejos y es que vayamos en ayuda del que ha caído en la

miseria económica, si no por limosna, por una acción más honrosa para él, aunque arriesguemos perderla.

47.6 PRÉSTAMO DE DINERO A INTERÉS El préstamo no se presenta hoy únicamente a los desheredados de la fortuna ni al

que ha caído en miseria; la más de las veces son empresarios de economía muy saneada quienes lo solicitan. De las palabras del Señor en el A.T y San Lucas no puede concebirse que no se puedan conceder préstamos a los empresarios que

ayudan al bien común en la economía actual; tampoco podrá deducirse de ellas que deba hacérseles como a los pobres, siendo que los empresarios cobran en sus productos una ganancia luego también deben rendir un interés.

Por lo tanto el capital, que en realidad viene a ser un trabajo previo, merece retribución esto es un interés legal. No son, pues, los principios morales, sino las

circunstancias las que han cambiado‖.1067

47.7 EL PRECIO JUSTO

La norma moral más general viene expresada en el principio de equivalencia. La justicia social y conmutativa exige que lo que da equivalga en lo posible a lo que

recibe. En cuanto al precio, la economía política sólo conoce un problema: el de la estructura práctica de los precios como resultado de la oferta y de la demanda. La teología

moral no puede negar esa importancia a la oferta y a la demanda, pero no contentarse con esos precios, sino, si son justos los precios existentes del mercado y los legales‖.

1068

47.8 MORAL DE LOS IMPUESTOS

El pago de los impuestos justos y equitativamente distribuidos entre los ciudadanos es obligación en conciencia y su evasión dolosa es violación de los derechos que tiene el conjunto de la sociedad.

Gravísimos delitos contra la justicia social son el peculado o uso indebido de los

1067

HÄRING, Bernhard, La ley de Cristo. T. I p. 451. 1068

HÄRING, Bernhard, La ley de Cristo. T. I p. 455.


308

fondos públicos y el soborno por el cual se obtienen del Estado o de sus empleados privilegios abusivos.

Los delitos propios de la ―economía subterránea‖ son aceleradores de la descomposición moral y social y van disponiendo al país a merced de las mafias; son gravemente injustos contra la industria y el comercio que obran dentro de la legalidad

y la justicia.1069

48. POLÍTICA Y ÉTICA CRISTIANA

Etimológicamente el término política es derivación de la voz griega Polis (ciudad), e indica el grupo de actividades y procedimientos con los que el Gobie rno intenta dirigir

los asuntos de un Estado, para llevar a la convivencia humana a la libertad, el orden y justicia

1070 y ―garantiza y fomenta la promoción integral de las personas y de la

sociedad de acuerdo con sus propias exigencias y necesidades.1071

48.1 RELACIÓN ENTRE POLÍTICA Y MORAL

Frente a está relación se han presentado posturas extremas: Hay quienes, como en el caso del Integrismo ético, que ve a la ética y política como

realidades distintas y contrarias. También hay posiciones como el realismo político, que aboga por la elección de una política sacrificando los principios éticos. Pero, también hay un enfoque que sintetiza en una visión integradora a la ética y a la

política, sin reducciones y conservando su autonomía pueden relacionarse y formar una nueva identidad ―la política moralizada y la ética politizadas‖.

La política esta en directa referencia con la ética, esto no supone negar la autonomía del comportamiento y del saber político.

La política es una actividad humana, en ésta, hunde sus raíces la dimensión moral de la política.

La política es uno de los valores que rige la vida humana y por eso está sometida a las reglas trascendentales de la moralidad.

La autoridad política está sometida al orden moral. La autoridad es la facultad de mandar según la recta razón, ya que su fuerza obligatoria procede del orden moral, que tiene a Dios como primer principio y último fin.

1072

1069

HÄRING, Bernhard, La ley de Cristo. T. I p. 364.

1070 Enciclopedia Multimedia Interactiva 99. Editorial Planeta De Agostini. S.A. 1071 Cfr. Compromiso Socio Político del Cristiano. p. 357. 1072 Cfr. Catecismo de la Iglesia Católica. N. 2235.


309

Una de las misiones de la iglesia es emitir juicios morales en el orden de lo político para propender por derechos humanos y la salvación de las almas, aplicando el

medio conforme al evangelio y el bien de todos según los contextos.1073

48.2 SIGNIFICACIÓN CRISTIANA DE LA ACCIÓN POLÍTICA Y PLURALISMO

Toda institución se inspira en una visión del hombre y su destino, de la que saca sus referencias de juicio, su jerarquía de valores, su línea de conducta. Solo el cristiano

ha reconocido en Dios, el origen y destino del hombre. La Iglesia invita a las autoridades a reconocer la verdad sobre Dios y sobre el hombre y su supremacía sobre las cosas.

1074

Los que ejercen una autoridad deben ejercerla como un servicio (Mt. 20,261075

).1076

El cristiano comprometido en esta acción ha de estar abierto al reconocimiento de la existencia de diversos modos de presencia en la política y el reconocimiento de la

legitimidad del hecho de unos partidos diferentes y a la vez ha de inspirar cristianamente los suyos propios.

Ante el hecho de que ―una misma fe cristiana puede conducir a compromisos diferentes‖, las formas concretas y operantes del compromiso p olítico a realizar un mundo más humano y conforme con los designios de Dios, pueden ser muy variadas.

En las misiones de los cristianos en la renovación del orden temporal, le corresponde esforzarse por salvaguardar la coherencia entre sus opciones y el evangelio.

1077

48.3 EL ESTADO Y SU FUNCIÓN De la distinción o entre las instituciones del estado y sociedad depende de la

aplicación de un régimen político (democrático, totalitario, liberalismo, socialismo…).

1078

El estado es una agrupación estable de personas para procurar el bien común mediante la cooperación de todos, bajo la autoridad. Esta institución es exigencia por la naturaleza humana cuyo autor es Dios,

1079 y ha de ser idónea para realizar el bien

universal (la paz social) y para garantizar a la comunidad, no ya homogénea bajo el aspecto confesional, la posibilidad de vivir, de vivir bien, superando conflictos destructivos.

1080

1073 Cfr. Catecismo de la Iglesia Católica. Números. 2246. .2032.; Gaudium et Spes. N. 76.

1074 Cfr. Catecismo de la Iglesia Católica. N. 2244. 1075 Cfr. BIBLIA DE JERUSALÉN, 1975. 1076 Cfr. Catecismo de la Iglesia Católica. N. 2235. 1077 Cfr. PABLO VI. Carta Apostólica, Octogésima Adveniens. N. 46.

1078 Cfr. FERNÁNDEZ, Aurelio. Compendio de Teología Moral. p. 716. 1079 Cfr. MESA RUIZ, Germán Pbro. Tratado de Moral Social. p. 49. 1080 Cfr. COMPAGNONI, M. Nuevo diccionario de Teología Moral. pp. 623-625.


310

Las funciones del estado son: la organización, el orden jurídico y la autoridad.

La organización: La política tiende a organizar a un pueblo, por eso existe un organismo centralizador, que es diverso de acuerdo con el sistema político. Este organismo es responsable del bien común (Carta encíclica de Juan XXIII, ―Mater et

Magistra‖, MM.17), de proteger a la sociedad (Carta encíclica de León Xiii ―Rerum Nuvarum‖, RN.55) y de apoyar a la familia (Carta encíclica de Juan Pablo II ―Cetesimus Annus‖,CA.49).

El orden jurídico: La organización si quiere ser estable y justa, necesita de un orden que proteja los derechos y exija el cumplimiento de los deberes de los

ciudadanos. De aquí la necesidad del Derecho, para regular los derechos y la justicia de los individuos (CA.10-11), distribuir el trabajo (MM.13) defender el pueblo (Constitución ―Gaudium et Spes‖, GS.79): A los obreros (RN.53) promover la justicia

(CA.58-59), respetar defender y promover los derechos naturales de la persona humana (Carta encíclica de Juan Pablo II ―Christifideles Laici‖, N. 38).

La autoridad: Es el poder que legisla y hace eficaz el orden jurídico, regulado por su origen divino, su naturaleza racional y su objeto especifico. Estos tres elementos integran y convierten a una comunidad en ―comunidad política‖, cabe definir como la sociedad gobernada y dirigida por el estado.

1081

48.4 PRINCIPIOS ÉTICOS QUE REGULAN LA ACCIÓN POLÍTICA

Principio de libertad personal: La finalidad de la ética política es de respeto al hombre y sus libertades personales y formales, (expresión, asociación, culto..), siempre que la acción de un individuo no se convierta en un elemento perturbador de

la conciencia ciudadana. Si el estado no hace posible el ejercicio de las libertades reales, pierde su legitimidad.

1082

Principio de subsidiaridad: Lo que puedan llevar a cabo los ciudadanos, individualmente o asociados, no debe ser asumido por el afán centralizador del estado (Carta encíclica de Pío XI ―Quadragesimo Anno‖, QA.79 -80). Las libertades no

serian respetadas ni en su letra ni en su espíritu si al estado y al poder político se le atribuyera una función centralizadora exclusiva de organización y gestión directa de los servicios o controles que terminarían por desnaturalizar su legítima función de

1081 Cfr. FERNÁNDEZ, Aurelio. Compendio de Teología Moral. p. 716. 1082 Cfr. FERNÁNDEZ, Aurelio. Compendio de Teología Moral. p. 722.


311

promoción, impulso, integración y de suplencia de las iniciativas de las libres instituciones sociales.

1083

Principio del bien común: Por el bien común se define la autoridad, la ley y la sociedad, porque estás son un servicio del bien común, por eso el deber del Estado es velar por el bien común de la sociedad política.

1084 El bien común es el conjunto de

las condiciones de la vida social que permiten a los grupos y a sus miembros conseguir más plena y fácilmente su propia perfección.

1085

Sus elementos esenciales son: el respeto a la persona humana; el bienestar social y el desarrollo del grupo mismo;

1086 la paz; la defensa y promoción de la sociedad

civil,1087

de los ciudadanos y de las instituciones intermedias; el orden basado en la

verdad, edificado en la justicia y vivificado por el amor para el progreso de las personas.

1088

El bien común reside en el orden público (seguridad de vida, protección de los derechos individuales, familiares, religiosos,) en las condiciones que faciliten la prosperidad (comunicación, trabajo, acceso a la propiedad), bajo un conjunto de

valores de orden externo (facilidad de cultura, de educación, de progreso científico, artístico, protección de la moralidad pública). La promoción del bien común, es la condición fundamental del equilibrio entre persona y sociedad.

1089

Principio de Solidaridad: Por la internacionalización de la vida política, la situación de una nación influye en la vida política de otros pueblos de tal manera que el principio de subsidiaridad y el de solidaridad están ―íntimamente ligados‖. Este

principio consiste en que los países más ricos han de ayudar a la solución de los problemas de las naciones más necesitadas.

Estos principios morales ayudan a que el estado cumpla su misión, y alejan la posibilidad de que el estado no sea fin en si mismo.

1090

48.5 EL PODER POLÍTICO Y LA DEMOCRACIA

1083 Cfr. Centesimus Annus. Números .11.13.15. ; Cfr., Catecismo de la Iglesia Católica. Números. 1383-

1385.

1084 Cfr. FERNÁNDEZ, Aurelio. Compendio de Teología Moral. p. 722. 1085 Cfr. Gaudium et Spes. N. 26. ; Catecismo de la Iglesia Católica. N.1096. 1086 Cfr. Gaudium et Spes. N. 26. 1087 Cfr. Catecismo de la Iglesia Católica. Números. 1907-1909.

1088 Cfr. Catecismo de la Iglesia Católica. N. 1912. 1089 Cfr. AUBERT, Jean. Moral Social para nuestro tiempo. pp. 79-80. 1090 Cfr. FERNÁNDEZ, Aurelio. Compendio de Teología Moral. pp. 723-724.


312

El poder político ha de estar abierto a la verdadera democracia, al respeto de todos los derechos del hombre y de todos los hombres y de todos los pueblos, a la ley suprema de la solidaridad.

El régimen democrático, es institucionalizado por el pueblo por medio de la elección de personas, por medio de una lucha competitiva por los votos del pueblo que se

congregan para poner en práctica decisiones políticas, que realizan el bien común. Es el gobierno de la ―voluntad del pueblo‖, donde los individuos adquieren la facultad de decisión y donde los gobernantes electos son los representantes tanto de sus

electores como de sus adversarios.1091

La democracia como ―gobierno del pueblo‖ se realiza a través de órganos

representativos a nivel de todo el estado o de las varias regiones (parlamento, gobernación etc,..) las formas más comunes de democracia directa son: referéndum, plebiscito y la iniciativa ciudadana.

1092 La democracia solo es posible en el estado de

derecho, all í es soberana la ley no la voluntad arbit raria de los hombres.1093

48.6 ÉTICA DE LA CONFLICTIVIDAD Y LA VIOLENCIA

La conflictividad es toda relación contraria, en el ámbito social que transciende de lo individual a lo comunitario. Su finalidad y efectividad es mantener despierto el cambio

histórico y fomentar el desarrollo de la sociedad en sus partes y sus conjuntos. La violencia es desencadenada cuando el hombre (individual o colectivo) por medio de la fuerza que entorpece el curso espontáneo o libre de otro hombre. La violencia es

social, cuando brota, y se manifiesta es el seno de la sociedad tanto civil como política, puede ser; estructural, de resistencia o rebelión, bélica y subversiva.

1094

48.6.1 VALORACIÓN MORAL DE LA GUERRA: La violencia no esta de acuerdo con los principios éticos. La iglesia rechaza la violencia en todas sus formas. No es cristiana, ni evangélica. Engendra más violencia y no se puede combatir un mal a

precio de un mal mayor (Carta encíclica de Pablo VI ―Populorum Progressio‖, PP.29 -31).

49. LA CONVIVENCIA INTERPERSONAL

La calidad de las relaciones humanas, el esfuerzo por una creciente humanización del mundo y de todas sus realidades, la misión de extender el reino de Dios por

1091 Cfr. VON DER GRBLENTZ, Otto. Introducción a la ciencia política. pp. 156-159.

1092 Cfr. VON DER GRBLENTZ, Otto. Introducción a la ciencia política. pp. 428. 1093 Cfr. Síntesis de Moral 2000. pp. 427-428. 1094 Cfr. VIDAL, M., Moral de actitudes: Moral fundamental. T III, p. 590.


313

medio de la nueva evangelización depende fundamentalmente del concepto y vivencia de la verdad, raíz y fundamento de los derechos humanos, de la justicia, la paz y de la fraternidad universal.

―Los hombres no podrían vivir juntos si no tuvieran confianza recíproca, es decir, si no se manifestasen la verdad‖.

1095

El mismo Cristo nos enseña que ―la verdad nos hará libres‖, de aquí la importancia que tiene el siguiente tratado.

49.1 MORAL DE LA VERDAD, FIDELIDAD Y EL HONOR BAJO EL SIGNO DEL AMOR

49.1.1 LA VERDAD:

Se define como la conformidad de la idea con el objeto por ella representado, desde el punto de vista teológico se define considerándola con respeto a Dios y al conocimiento que podamos tener de las cosas Divinas. ―el octavo mandamiento

prohíbe falsear la verdad en las relaciones con el prójimo. Este precepto moral deriva de la vocación del pueblo santo a ser testigo de su Dios, que es y que quiere la verdad.

1096

Desde el punto de vista moral se estudia la moral correlacionada a la vida y a la conducta que hay que tener en cada circunstancia.

1097

Dimensión personal y comunitaria: consiste en que todo hombre ha nacido para la verdad y se siente impulsado insaciablemente a la búsqueda de lo que cree

verdadero y auténtico y ésta se le presenta como un puente entre la realidad y su modo de pensar.

El nivel comunitario de la verdad, realizada por los M. C. S. por los cuales la verdad se multiplica y pasa de un emisor a los diversos miembros de la comunidades.

1098

a) Exigencias de la verdad Buscar la verdad: el hombre busca naturalmente la verdad. Está obligado a

honrarla y atestiguarla: ―todos los hombres, conforme a su dignidad, por ser personas, es decir, dotados de razón y de voluntad libre... se ven impulsados, por su misma naturaleza, a buscar la verdad y, además, tienen la obligación

1095 SANTO TOMÁS DE AQUINO. Suma teológica. 2-2, 109, 3 ad 1.

1096 Catecismo de la Iglesia Católica. N. 2464. 1097 MESA RUIZ, Carlos Germán. Tratado de Moral Interpersonal. 1098 MESA RUIZ, Carlos Germán. Tratado de Moral Interpersonal.


314

moral de hacerlo. Están obligados también a adherirse a la verdad una vez que la han conocido y ordenar toda su vida según sus exigencias―. Ahora bien, la verdad ha de buscarse de modo apropiado a la dignidad de la persona humana

y a su naturaleza, mediante: una libre investigación, el diálogo y la comunicación, a fin de llegar a formarse un juicio recto y verdadero.

1099 Esto constituye y define

la rectitud de la conciencia que es ala vez vínculo de unión entre todos los

hombres. Pensar la verdad: la humilde escucha de la verdad requiere una continua

verificación de las posiciones e ideas que tiene cualquier persona y una eventual valentía para abandonar eventuales incoherencias. Esta libertad para pensar verazmente , es ante todo una actitud interior que incluye necesariamente la

veracidad para consigo mismo porque puede darse el caso en el que el hombre preceda como ciego apartándose de los verdaderos valores engañándose a s í mismo.

1100

Obrar la verdad: el hombre que ha aceptado y reconocido la verdad está en la

obligación de vivir en conformidad con tal verdad, no se puede ser veraces en el

pensamiento e incoherentes en el actuar. Las acciones deben responder a las palabras y pensamientos.

1101

b) Ofensas a la verdad1102

Falso testimonio o perjurio.

Juicio temerario. La maledicencia. La calumnia.

La vana gloria o jactancia. La mentira.

49.1.2 LA MENTIRA: Consiste en decir falsedad con intención de engañar. Mentir es hablar o actuar

contra la verdad para inducir al error al que tiene el derecho de conocerla. Es la ofensa más directa contra la verdad‖.

1103

Tres elementos para que haya mentira:1104

1099 Cfr. Dignitatis Humane. N. 2. 1100 MESA RUIZ, Carlos Germán. Tratado de Moral Interpersonal. 1101 MESA RUIZ, Carlos Germán. Tratado de Moral Interpersonal.

1102 Catecismo de la Iglesia Católica. Números. 2475-2487. 1103 Catecismo de la Iglesia Católica. Números. 2482-2483. 1104 MESA RUIZ, Carlos Germán. Tratado de Moral Interpersonal.


315

Falsedad material: oposición entre palabra y pensamiento o entre palabra y

verdad.

Falsedad formal: voluntad deliberada de inducir al prójimo a error mediante palabras contrarias a la verdad.

Voluntad de engañar: Elemento constitutivo y específico de la mentira.

Especies de Mentira: Según la intención del que miente, la mentira es Jocosa (diversión), u oficiosa (como servicio al prójimo).

1105

Según el grado de culpabilidad: San Agustín enumera ocho grados de culpabilidad

de los cuales el más grave es en el campo religioso, el que daña al prójimo, el engaño, la que busca placer o interés.

1106

Juicio Moral: La mentira es condenable por su misma naturaleza. Es una profanación de la palabra cuyo objeto es comunicar a otros la verdad conocida. En sí solo constituye un pecado venial, sin embargo llega a ser mortal cuando

lesiona gravemente las virtudes de la justicia y la caridad. La gravedad de la mentira se mide según la naturaleza de la verdad que deforma,

según las circunstancias, las intenciones del que la comete, y los daños padecidos por los que resultan perjudicados. La culpabilidad es mayor cuando la intención de engañar corre el riesgo de tener consecuencias funestas para los que son

desviados de la verdad.1107

El daño infringido exige el deber reparación, ésta ha de corresponder a la medida del

daño. Si no se puede de manera directa ha de hacerse moralmente. El Deber de Ocultar la Verdad. El derecho a la comunicación de la verdad no es

incondicional. Todos deben conformar su vida al precepto evangélico del amor fraterno. Exige, en la situaciones concretas, estimar si conviene o no revelar la verdad a quien la pide.

1108

Hay casos en los que el interlocutor no tiene derecho a saber la verdad; puede ser sacrificada sin caer en pecado de mentira por el bien común.

1109

Restricción mental: teoría del lenguaje disimulado o vedado que sin ser

mentiroso oculta la verdad.

Lícita: cuando su fin sea honesta y por motivo proporcionalmente grave, su objeto es

1105 MESA RUIZ, Carlos Germán. Tratado de Moral Interpersonal. 1106 MESA RUIZ, Carlos Germán. Tratado de Moral Interpersonal.

1107 Catecismo de la Iglesia Católica. N. 2484. 1108 MESA RUIZ, Carlos Germán. Tratado de Moral Interpersonal. 1109 Catecismo de la Iglesia Católica. N. 2494.


316

ocultar un secreto que al revelarlo causaría daño así mismo o al otro.1110

Hay casos en que se niega la verdad, son casos graves y excepcionales, por que

chocan contra la ley natural y la conciencia humana. 49.2 MORALIDAD DE LA FIDELIDAD Y EL SECRETO

49.2.1 La fidelidad: Lingüísticamente significa firmeza y confianza.

En su sentido más profundo, fidelidad es la persistencia en la verdad de la vida y de su dimensión personal, social y religiosa. Para el cristiano la fidelidad está íntimamente enraizada en el amor de Dios que es un amor fiel; por ello, el

quebrantamiento de la misma cae bajo la calificación de culpa ético -religiosa.1111

Significa el mantenimiento continuado y consecuente de una relación interhumana o

social establecida. La persona fiel se atiene a sus obligaciones declaradas y asumidas, ofreciendo así seguridad al interlocutor o al destinatario.

La actitud moral de la fidelidad excluye la participación en fines o medios inmorales. 49.2.2 El secreto: El secreto es un deber moral de no contar a otros la noticia o algo recibido como algo confidencial.

El secreto natural es una obligación fundada en la justicia y la caridad, así el secreto profesional.

Es deber humano y cristiano la reserva o guarda de los secretos, por que así lo exige la fidelidad a quien nos ha demostrado confianza al comunicárnoslos.

Mayor responsabilidad lleva consigo el secreto profesional, por razón de justicia.

1112

Es un deber humano y cristiano reservar los secretos, su fundamento está dado por:

La dignidad en la persona humana, su intimidad personal no debe ser violada. Un motivo social, por el bien común, hay quienes confían a expertos o amigos a

fin de recibir un consejo.

Por motivo teológico, Dios ha revelado sus secretos en el corazón de sus amigos.

Motivos válidos para excusar el secreto: ―El secreto del sacramento de la

1110 Catecismo de la Iglesia Católica. N. 1855. 1111 ROTTER, Hans y VIRT, Gunter. Nuevo diccionario de Teología Moral. Herder. 1993. p. 281. 1112 COMPROMISO MORAL. N. 1359.


317

reconciliación es sagrado y no puede revelarse bajo ningún pretexto. Está terminantemente prohibido al confesor descubrir al penitente de palabra o de cualquier otro modo, y por ningún motivo‖.

1113

Los secretos profesionales deben ser guardados; salvo en los casos excepcionales en los que el no revelarlos podría causar, al que los ha confiado, al que los ha

recibido, o a un tercero daños muy graves y evitables únicamente mediante la divulgación de la verdad. Las informaciones privadas perjudiciales al prójimo, aunque no hayan sido confiadas bajo el secreto, no deben ser divulgadas sin una

razón grave y proporcionada, cuando su reserva afecte gravemente al bien común.

1114

49.3 MORAL DEL HONOR Y DE LA FAMA El fundamento del honor es el valor interior de cada hombre, el cual debe ser

estimado y respetado por los demás, por ser imagen y semejanza de Dios. A nadie le es lícito lesionar ilegítimamente la fama de que alguien goza ni violar el

derecho de cada persona a proteger su intimidad.1115

En cuanto a las faltas al honor ajeno y su reparación se hace culpable:

Quien sin saber la verdad de lo que se dice o se piensa, da lugar a la sospecha

infundida y a la duda.

El que, incluso tácitamente, admite como verdadero, sin tener para ellos fundamento suficiente, un defecto moral en el prójimo. (El juicio temerario).

El que sin razón objetivamente válida, manifiesta los defectos y las faltas de otros a personas que los ignora. (maledicencia es pecado grave ex genere suo). Se repara disculpando las faltas y destacando las virtudes.

El que, mediante palabras contrarias a la verdad, daña la reputación de otros y

da ocasión a juicios falsos respecto a ellos. (calumnia). Se repara con la

retractación, haciendo uso del mismo medio por el cual se difamó; por ejemplo la prensa cuando la difamación fue publicada.

Chisme: forma de difamación que perturba la amistad entre dos personas; es pecado grave ―ex toto genere suo‖.

Razones que dispensan temporalmente y definitivamente de la reparación: Toda

1113 Código Derecho Canónico. C. 983,1. 1114 Catecismo de la Iglesia Católica. N. 2491. 1115 Código Derecho Canónico. C. 220.


318

falta cometida contra la reputación o fama de una persona ha de ser reparada, puesto que constituye una falta grave contra las justicias y la verdad; sin embargo hay razones que excusan este deber de reparación, a saber:

1116

Imposibilidad física o moral. Publicidad que por causa de otro adquiere la acción difamante.

El haber caído ya en el olvido. Renuncia voluntaria y legítima del difamado. Que nadie haya creído las palabras del difamador.

1117

50. LA COMUNICACIÓN

―Interacción de un mensaje entre un emisor y un receptor. Puede ser directa (discurso, sermón, etc). O indirecta (a través de los medios: prensa, radio, televisión,

cine, libro, disco, etc). Y también puede ser unilateral (orden verbal) o recíproca (teléfono) y privada o pública. La información es una comunicación indirecta, unilateral y pública en los países donde este concepto se identifica como el de

comunicación de masas‖.1118

―Dentro de la sociedad moderna, los medios de comunicación social desempeñan un papel importante en la información, la promoción cultural y la formación‖.

1119 ―Para el recto uso de estos medios, es

absolutamente necesario que todos los que se sirven de ellos conozcan y lleven a la práctica en este campo las normas de orden moral‖.

1120

50.1 MORAL DE LA INFORMACIÓN Moral de la información. ―Punto de vista sobre las cuestiones morales que busca

sobre todo una orientación práctica respecto a problem as concretos de la sociedad y que por eso incluye las cuestiones que se plantean en la vida política, en la economía y en lo sexual‖.

1121

La pureza cristiana exige una purificación del clima social. Obliga a los medios de comunicación social a una información cuidadosa del respeto y de la discreción. La

pureza de corazón libera del erotismo difuso y aparta de los espectáculos que favorecen el exhibicionismo y los sueños indecorosos.

1122 La información, en

cuanto ―búsqueda y difusión de las notic ias‖, es una sociología compleja en la que

intervienen muchos factores técnicos y personales. ―Todo ser humano tiene derecho

1116 Catecismo de la Iglesia Católica. N. 2487. 1117 MESA RUIZ, Carlos Germán. Tratado de Moral Interpersonal. 1118 CELAM. Vocabulario de términos de comunicación Social. p. 87. 1119 Catecismo de la Iglesia Católica. N. 2493.

1120 Inter Miríf ica. N. 4. 1121 CELAM. Vocabulario de términos de Comunicación Social. p. 151. 1122 Catecismo de la Iglesia Católica. N. 2525.


319

natural al debido respeto de su persona, a la buena reputación, a la libertad para buscar la verdad, y, dentro de los límites del orden moral y del bien común, para manifestar y defender sus ideas, para cultivar cualquier arte y finalmente para tener

una objetiva información de los sucesos públicos‖.1123

El derecho a una debida información.

1124

Los criterios éticos que deben orientar el hecho humano de la información pueden ser reducidos a tres grupos:

Derecho de la información El derecho a la información se fundamenta no solo en la dignidad del individuo, sino

también en la exigencia del bien común: ―la sociedad misma, en sus distintos planos, necesita información para funcionar adecuadamente. Necesita igualmente ciudadanos bien formados. Así, este derecho a la información hoy se considera no

solo un derecho individual, sino una verdadera exigencia del bien común‖.1125

Los sujetos: individuos como los grupos sociales. Los ámbitos: el horizonte de los

legítimos intereses del individuo y de los grupos. Aquellas cosas que convienen a los hombres, según las circunstancias de cada cual, tanto particularmente como unidos en sociedad. ―El derecho a la información tiene determinados límites. El

derecho a la verdad que ampara la buena fama de los hombres y de toda la sociedad; el derecho a la vida privada, que defiende lo más íntimo de las familias y de los individuos; el derecho al secreto, si lo exigen las necesidades o circunstancias

del cargo o el bien público‖.1126

Los respectivos deberes

―Al derecho que nace de estas necesidades apuntadas corresponde la obligación de adquirir información de las cosas, pues este derecho no podrá ejercerse si el

hombre mismo no se esfuerza por informarse‖.1127

Exigencias objetivas de la información

La presentación parcial de una verdad: consiste en ocultar deliberadamente aquellos aspectos de la realidad.

El sensacionalismo, consiste en distorsionar los hechos.

1123 Pacem in Terris. N. 12. 1124 Gaudium et Spes N. 26.

1125 Comunión y Progreso. N. 35. 1126 Comunión y Progreso. N. 42. 1127 Comunión y Progreso. N. 34.


320

Los silencios. Consiste en suprimir determinadas informaciones.

La mezcla de hechos y juicios de valor. Consiste en intercalar, dentro de la descripción de unos hechos, juicios de valor.

Los vacíos sugerentes. Consiste en presentar los hechos, no en su totalidad.

Los rumores sin base, Consiste en hacerse eco de rumores que por las características de su contenido, son incomprobables.

La manipulación del pasado: Consiste en hacer una presentación de lo actual como una repetición del pasado.

El engaño, se trata de todo falseamiento, propiamente dicho, de la realidad.

Los muestreos insuficientes: dar la impresión de que se presenta un estado mayoritario de opinión pública.

La generalización de hechos parciales: Generalizar abusivamente un hecho.

El Montaje estructural del proceso informativo. La moralidad de la información no depende únicamente de la voluntad de los informadores; está condicionada también

por el montaje actual del proceso informativo, cuyos momentos principales se reducen a los tres siguientes: acceso a las fuentes por parte de los informadores, libre circulación de las noticias y receptividad activa por parte del público.

50.2 VALORACIÓN MORAL DEL ARTE

Derechos del arte y las normas de la ley moral. Dado que, no rara vez, las

controversias que surgen sobre este tema tienen su origen en falsas doctrinas sobre ética y estética, el Concilio proclama que la primacía del orden moral objetivo ha de ser aceptada por todos, puesto que es el único que supera y congruentemente

ordena todos los demás órdenes humanos, por dignos que sean, sin excluir el arte.

1128

Momento subjetivo La autonomía. El arte tiene valor por sí mismo, goza de existencia independiente y

no se justifica por otra realidad.

1128 Inter Miríf ica. N. 6.


321

La referencia ética: actitud básica de lo humano, se integra con lo verdadero y lo bueno en la unidad de la existencia personal, la creación art ística tiene una necesaria referencia a la ética.

Momento Objetivo.

La obra de arte. ¿Es lícito expresar en la obra artística el mal moral? ―La narración, descripción o representación del mal moral pueden servir, sin duda, para conocer y analizar más a fondo al hombre, para manifestar y exaltar la grandeza de la verdad

y del bien mediante oportunos y logrados efectos dramáticos‖.1129

Siempre que el conflicto con el mal, y aún su victoria pasajera, puede ser elegida y

tratada, como argumento parcial, en la entera acción del espectáculo‖.1130

Momento contemplativo.

―Una obra de arte crea dificultades en el orden moral cuando sus espectadores, sea por su edad, por ignorancia o por defecto en su formación, no pueden, debidamente o

solo muy difícilmente, discernir lo malo y deshonesto‖.1131

Los espectadores responsables no solamente forman su conciencia previamente, sino que saben integrar la contemplación de la obra artística dentro del proyecto integral de su

vocación humano-cristiana.1132

50.3 DERECHO A LA EDUCACIÓN

Exigencia ética del derecho a la educación

1. ―Toda persona tiene derecho a la educación‖.1133

2. ―El niño tiene derecho a recibir educación que será gratuita y obligatoria por lo menos en las etapas elementales‖.

1134

3. Todos los hombres, de cualquier raza, condición y edad, por poseer la dignidad de la persona, tienen derecho inalienable a una educación que responda al propio fin, al propio carácter, al diferente sexo, y acomoda a la cultura y a las tradiciones

patrias, y, al mismo tiempo, abierta a las relaciones fraternas con otros pueblos, para fomentar en la tierra la unidad verdadera y la paz.

1135

Contenido del derecho a la educación

1129 Inter Miríf ica. N. 7. 1130 Comunión y Progreso. N. 57. 1131 Comunión y progreso. N. 58. 1132 Cfr. Inter Miríf ica. Números. 9 -10.

1133 Derechos humanos. Art. 26.1 1134 Derechos del niño, Principio. 7. 1135 Gravissimum Educationis. N 1.


322

1. ―La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades

fundamentales; favorecerá la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y todos los grupos étnicos o religiosos; promoverá el desarrollo de las actividades de las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz‖.

1136

2. ―La verdadera educación se propone la formación de la persona humana en orden a su fin último y al bien de las sociedades, de las que el hombre es miembro y en

cuyas responsabilidades participará cuando llegue a ser adulto‖.1137

Aplicación del derecho a la educación

―La educación debe ser gratuita, al menos en lo concerniente a la instrucción elemental y fundamental‖.

1138

Características de la Educación Integral

Enseña a vivir y no solo a acumular conocimientos.

Permite a la persona ser sujeto y agente de su propia educación.

Lleva a la persona a desarrollarse en todas las dimensiones.

Promueve la capacidad investigativa.

Da especial atención a los valores.1139

50.4 TAREAS MORALES EN EL CAMPO DE LA CULTURA

La cultura ha de ser entendida como ―todo aquello con que el hombre afina o desarrolla en formas variadísimas, las facultades de su espíritu y de su cuerpo, con

las que pretende someter a su dominio, con el conocimiento y el t rabajo, incluso el orbe terrestre; logra hacer más humana, mediante el progreso de costumbres e instituciones , la vida social, tanto en lo familiar como en todo el mecanismo civil; y

finalmente consigue expresar, comunicar y conservar profundas experiencias y ambiciones espirituales en sus obras a lo largo de los tiempos, que puedan servir luego al beneficio de los demás, mejor dicho, de todo el género humano‖.

1140

1136 Derechos Humanos. Art. 26, 2. 1137 Gravissimum Educationis. N. 1. 1138 VIDAL, Marciano. Moral de actitudes. pp. 414 – 416, Derechos Humanos, artículo 26, 1. 1139 Cfr. Directorio Nacional de Pastoral Educativa. Conferencia Episcopal de Colombia. XXXVI.

Asamblea Plenaria N. 386. 1140 Gaudium et Spes, N. 53.


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1. Se reconozca el derecho de todos y en todas las partes a la cultura y su ejercicio efectivo sin distinción de origen, del sexo, de nacionalidad, de religión o de posición social.

2. Cualquier hombre y los grupos sociales de cada pueblo podrían alcanzar su pleno desarrollo cultural en conformidad con sus cualidades y tradiciones propias.

3. Hacer todo lo posible para que todos adquieran la conciencia de su derecho a la cultura y del deber que tienen de promoverse a sí mismos y ayudar a los demás.

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6. Acceso de todos los hombres a la cultura.

7. Combatir el analfabetismo (cultura básica). 8. Acceso a los estudios superiores (igualdad de oportunidades).

9. Mejora de las condiciones de vida y de trabajo (despertar el afán por la cultura).

10. Reconocimiento de la participación de la mujer en los diversos sectores de la vida cultural.

La cultura subordinada a la perfección integral del hombre. La cultura se ha de relacionar con la íntegra perfección de la persona humana, con el bien de la comunidad y con el de la sociedad entera.

La cultura, por tener su origen inmediato en el hombre, dotado de índole racional y social, requiere constantemente una justa libertad para desarrollarse y una legítima

facultad de obrar, según su derecho y sus propios principios.1142

Libertad y autonomía en la creación cultural: La cultura, aunque no es un valor

―absoluto‖ (―debe estar subordinada a la perfección integral de la persona humana‖). Consiguientemente:

1. Hay que reconocer a todo hombre el derecho a que ―salvados el orden moral y la común utilidad, pueda investigar libremente la verdad y manifestar y propagar su

opinión. 2. La autoridad pública no puede determinar el carácter propio de cada cultura.



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3. El poder público o económico no pueden instrumentalizar la cultura para provecho de sus finalidades de poder.

Necesaria “criticidad” de la cultura: La cultura tiende a reproducir el sistema en el que nace y en el que sobrevive. Frente a esta propensión ―manipuladora‖ e

―ideologizadora‖ de la cultura a favor del poder (político, económico, religioso…) surge la necesidad de una cultura crítica. El frente cultural aparece como decisivo en la transformación estructural de la sociedad, la cultura es uno de los medios

privilegiados para alcanzar cuotas cada vez más elevadas en el proceso de liberación humana.

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El servicio a la persona y a la sociedad humana se manifiesta y se actúa a través de la creación y la t ransmisión de la cultura, que especialmente en nuestros días constituye una de las más graves responsabilidades de la convivencia humana y de

la evolución social. Actualmente el camino privilegiado para la creación y para la transmisión de la cultura son los instrumentos de la comunicación social. En el uso y recepción de los instrumentos de comunicación urge tanto una labor educativa del

sentido crítico animado por la pasión por la verdad, como una labor de defensa de la libertad, del respeto a la dignidad personal, de la elevación de la auténtica cultura de los pueblos, mediante el rechazo firme valiente de toda forma de monopolización

y manipulación.1144

1143 VIDAL, Marciano. Moral de Actitudes. p. 411. 1144 Christif ideles Laici. N. 44.


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· sÍntesis moral 2009 2 sÍntesis moral 2009 seminario conciliar afiliado a la pontificia...

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