Las gallinas y sus productos

DIRECClON GENERAL DE AGRICULTURA

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LAS GALLINÁS ySUS PRODUCTOSPOR

SALVADOR CASTELLÓ CARRERASPROFESOR DE AVICULTURA

r,

e,-- n151

Servicio de Publicaciones AQrícolas

JNTH.OI )UCCluN

Condensar en un folleto de la extensión del pre­sente cuanto hoy conviene divulgar en materia deAvicultura a la moderna, para que lleque a cono­cimiento de aquellos que en dicho ramo de laproducción rural quieran iniciarse, así como alde las clases aldeanas y campesinas, completamen­te alejadas de todo progreso en el arte de obtenermayor producción de sus gallinas, representa unesfuerzo titánico, superior al que puede desarro­llar el autor, con probabilidades de buen éxito.

El esfuerzo se impone, en aras de lo que lalectura de este librito puede contribuir a ilustrara los que nada saben aún de Avicultura. y espe­cialmente a las clases populares, que, aun tenien­do gallinas, viven todavía aferradas a sus pre­juicios y a las viejas rutinas, contentándose conlos escasos beneficios que la crianza de aquéllas lesdeja, cuando, bien conducida, no sólo podría serlo que es ahora, un simple auxiliar de la produc­ción rural, sí que también una pequeña industriaaldeana y campesina que. en ciertas comarcas has-

-(¡-

ti: les daría mayorcs beneficios '1uc ,,1 cultiro ,/"la tiara.

el¡ la lectura de este [ollcto, hasta 11." diliyol/t'madre de familia puede aprenda cosas útiles qiu:le pcrmitinin qobernar bien y sacar UlG}'or pro·dueto d c su qallinerito casero, t'se un.portante auxiliar de la cconoinia doméstica, que, a la par 'JI/,distrae al que del mismo cuida, permite cosectuudiariam cnte hucuos [reseos, que se tienen a bo]»precio.

A iniciarles en ello y a guiarles tiende este fo­lleto divulgador, que la Dirección General de Agrí·cultura, atenta a los intereses que le están enco­mendados, lanza entre los de esta pequeña biblio­teca popular, esperando que, de por sí, su lecturaresultará provechosa, y que, aun no siendo sufi­ciente para formar buenos avicultores, cuandomenos iniciará y predispondrá a los que na losean, poniéndoles en condiciones de ampliar luerlOsus conocimientos en libros de mayor extensión. .'/los que ya saben de Avicultura, -nada puede en­señarles este librito, pero, si tienen en cuenta quela mayoría de los españoles no están en su caso,hallarán justificada su publicación.

El autor, de su parte, asegura que cuanto sedispone a escribir es fruto de su propia expe­riencia y de su estudio durante más de cuarentaaños de práctica y de enseñar .:bicultura. expe­riencia de la que, muy gustoso, hace partícipes alos que de la misma quieran aprooechorse.

S.lLVADOR CASTELUJ

GENERALlVADES

La Avicultura, es decir, la crianza y explota­ción de las aves domésticas, es algo que se re­monta a las primeras maní festaciones de la ac­tividad humana.

Todos los pueblos, hasta los aún salvajes, tu­vieron siempre gallinas, y en algunos, desde milesde años antes de la venida del Mesías, la crianzay explotación de esas aves constituyó un elcrueu­to de vida y de riqueza.

En España, como casi en todo el inundo. hastamediados del siglo pasado la Avicultura consti­tuyó un simple arte campesino cuyas prácticas setransmitieron consuetudinariarncntc de generaciónen generación, de madres a hijas, porque fueronmás los mujeres que los hombres las que él lasaves de corral atendieron, y teniéndolas en plenocampo, abandonadas a sus propios instintos, aunasí obtuvieron siempre beneficios.

Cuando surgió en el mundo esa hermosa cien-

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l ia, la Zootecnia, que enseno a los hombres aCU!I\Jcn y a explotar los animales domésticos, la.\ vicultu ra 110 pudo sust raerse a su influencia yen los países más adelantados se estudiaron lasTazas de gallinas y demás aves domesticas, Sl'

aplicaron a su crianza}' a su explotación los prin­ripios y las prácticas que de dicha ciencia emanan,y mejorándose o perfeccionándose las razas, cam­hiándose las condiciones en que Se tenían, sorne­t iéndolas a regímenes especiales de alimentacióny atendiéndose a la higiene del corral, la Avicul­tura dió un gran paso, iniciándose en ella un pro­greso que, acrecentándose en los últimos cincuen­ta años, la ha conducido a una prosperidad nuncasoñada.

A fines del siglo pasado hasta se crearon escue­las de Avicultura y granjas avícolas experimen­tales, en las que hombres de ciencia no se desde­ñaron de emplear su saber en la Avicultura yaportaron a los simples avicultores un valioso con­curso, dando lugar a que surgiera una verdaderaindustria hoy conocida y explotada en todos lospueblos civilizados.

Para tener una idea de lo que la Aviculturarepresenta en el mundo, basta saber que, de esta­dísticas avícolas establecidas por 73 países en1932 (*), se desprende que en ellos la poblaciónaviar se eleva a unos T.500 millones de aves, cu-

(*) Recopiladas por el Instituto Internacional deAgricultura de Roma, en su libro" La Avicultura enel Mundo" (dos tomos).

yos productos en huevos y pollería de consumodieron lugar a un movimiento comercial de 1.200

millones de kilogramos en tales mercancías,En España el censo avícola de 1933 revelo la

existencia mínima ele 3et millones de aves de cu­rral, de las cuales unos 29 millones eran gallusy gallinas, capaces de producir, por lo menos,unos 1.500 millones de huevos, u sean unos 125

millones de docenas, que tan sólo a un promediode 2 pesetas docena, representan un valor de unos250 millones de pesetas, a pesar de lo cual toda­via España importó huevos aquel año por valorde más de 95 millones de pesetas.

Para librar a España de esa sangría importaaumentar nuestra producción, y como, más quela industrial, es la rural o campesina la que la daen un país, de ahí que cuanto se haga y se logrepara alcanzarlo entre esas clases populares esobra buena y necesaria.

Ahora bien, al campesino no se le puede pedirque aumente la población aviar de un corral, por­que difícilmente entraría en ello; pero sí, se lepuede ilustrar para que, en lugar de tener gallinasde poca producción, las tenga de clase más pone­dora, para que las tenga mejor acondicionadas, yen general para que, con el mismo trabajo, leden más y mejores productos. Ante la evídencia delos hechos y a ejemplo de los beneficios obtenidospor los que siguieren los buenos consejos, pocoa poco iríase entrando en la moderna avicultura yla producción española iría en aumento.

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BASE"; ¡W L\ \\llill:RNA A\'ICül.TlJRA

Las principales son las sig uientes :l." Trabajar a base lIL' razas de mayor pro­

ducción que la lJUL' suelen dar las gallinas comu­nes \ corrientes en el país, en las que nunca sepracticó la debida selección.

2." Acondicionamiento del gallinno a base hi­giénica y sanitaria.

3." Alimentación de las aves a tenor de loque requieren según su edad y el producto quede las mismas se quiera obtener.

4." No criar más que en las épocas del añoen las que las polladas puedan resultar vigorosas.

5.a Ordenar las crias en forma tal que se pue­puedan cosechar huevos todo el año.

6.a No dar nunca a la reproducción aves de­masiado jóvenes cuya descendencia no puede serlu debidamente vigorosa.

7'" Eliminar dela reproducción todas aquellasaves de escasa producción, enfermizas o que pa­s~ron enfermedades debidas a gérmenes heredita­nos.

8." Llevar la cuenta de los huevos que dé cadapollona en los doce meses siguientes a la postu­ra del primer huevo, con el objeto de no conser­varla si su producción probable en el seg-undo añode postura no ha de dejar un razonable beneficio.

9." Dar siempre como mejores las gallinas quedieron huevos en otoño y a principios de invierno.sin tenérselas que forzar para ello, y considerán-

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Fi¡.(. l.-Nomenclatura del exterior del ave y del plu­maje.

Pico.1 Cresta.2 Cara (mejillas).3 Barbillas.4 Orejillas.

Ojo.S Cuello (muceta o es-

clavina).6 Pecho.7 Dorso, silla y espalda.8 Rabadilla.9 Lloronas o caircle s.

ro Grandes caudales,

11 Pequeñas caudales.12 Rectrices.13 Cobijas del ala.14 Cobijas del vuelo.15 Rémiges secundarias.16 Rémiges primarias.17 Vientre o abdomen.18 Muslos.19 Talón.20 Tarsos.21 Espolón.22 Dedos.23 Quinto <ledo.

-- I.! -~

Fig. 2.-El "Gallus Bankiva", Especie de gallinas sel­váticas, uno de los tronco" ancestrales de las doméstica".

dose superiores las que, además de ser ponedoras invernales, dieron el mayor número de huevos,en su primer año de puesta, que los dieron demejor calidad y que sostuvieron con mayor ymás regular persistencia la postura durante todoel año.

ro. No mantener nunca aves inútiles, practi­cándose frecuentemente entresacas con el objetode descongestionar el gallinero, y conservandoúnicamente las susceptibles de dar producto enhuevos o en pollería.

Sin ánimo de haber dicho en este punto todolo que hay que saber, tómese nota de esas diezbases y atengámonos a ellas.

11

LAS GALLINAS Y SUS PRODUCTOS

Cualquiera sabe que por aves domésticas St~

entienden, generalmente, las gallinas, los patos,las ocas o gansos, los pavos de Indias y las pa­lomas.

Domésticas son también las pintadas o gallinasde Guinea, los pavos reales, los cisnes y otrasaves acuáticas, y ciertas especies de faisanes; peroéstas suelen tenerse, más que como animales deproducción, como decorativas u ornamentales. enjardines públicos o particulares.

Este folleto va dedicado especialmente a la Ga­llinocultura, es decir, a la manifestación de laAvicultura más generalizada en España, habién­dose publicado ya uno especial para la Colombi­cultura (Las palomas domésticas. Su cría y uti­lidades) y dejando para otro folleto lo que afectaa la crianza de pavos, patos y gansos.

Las aves de corral, como todos los animales do­mésticos, son descendientes de troncos salvajes.

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Las g-alIinas lo tuvieron en las especies (;a¡Úlsltoukiua y Gllll/ls Sonncrati, que todavía existenen las selvas asi;'ltiras y lJ('l';'lIliras. Ile esas es­pecies surgieron, por la acción del t ivmp». de loscambios de clima, de los alimentos y, en general.del medio, subespccies de las que derivaron lasprimitivas rozas, en las que la mano del hombrelogró luego obtener uaricdad cs que son ahora subrasas. aUllCJUC por razas las ll'ngall1os indebida­mente.

En las gallinas son tantas. que no es posibleestablecer un catálogo completo de ellas, perosí han podido clasificarse de diversas maneras,siendo la agrupación que más nos conviene tenerpresente. la utilitaria. porque con ella quedan cla­sificadas según laque de cada raza puede esperar­se. Esa clasificación es la siguiente:

CL.\SIFIC\CTÓN PTTLlTARI,\ I>J.: 1..\'; CALLINAS

DOMÉSTICAS

I rRecomendables por su pos-

l~Í1stjcas Jura.

11dcm por sus carnes.

Razas de pru- Razas' de doble utilidad.ductn.... ..... rRecomendables por su pos"

Poco rústicas. tura,

lJdern por sus carnes,Razas de doble utilidad,

Razas de lujof De regular volumen.o de fanta-sía \ Enanas.

R d fGrandes.aza s e !Je- Medianas.lea .. , ......... ·1 L" "n "

J,~..nl\ a:"l\

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En las razas de producto se establecen distin­ciones por razón de su rusticidad. entendiendo porrir::as rústicas aquellas que se muestran activas entud",; los climas, amantes de corretear () vagabun­I]¡:I r por los campos en busca de su subsistencia,':\Ie requieren menos cuidados, etc.: en tanto, ~';¡~

las poco activas. sedentarias y que se placen bien.hasta en absoluta reclusión, las a~rupall1os bajoel nombre de razas FOCO rústicas.

Aun por razón de su volumen y de sJ peso.pueden subdividirse en razas ligeras. razas semi­pesadas y razas pesados .. pero desde el punto, deVIsta de su material utilidad. basta dividirlas. enrazas para luceros. razas para carlle y razas quepueden adaptarse a ambas cosas. por lo cual selas titula razas de doble o de general utilidad.

La gallina española en general pertenece al tipoligero meridional o mediterráneo, dotado de granrusticidad y recomendable por su postura, más°menos abundante. pero de huevos grandes y. portanto, de primera calidad. Ha sido tan bastardea­da y tan abandonada que, aparte de algunas razasque, más por qucrercs de Dios que por cuidadosdel hombre, se mantuvieron puras. nuestra ga­llina común y corriente es una mezcolanza de tiposque no permite hacer de ella una precisa descrip­ción.

]{AZAS NACJ ONALES DEFINID.'\S

Sobresale entre éstas. esa gallina, generalmentede plumaje negro, con cresta sencilla y bien den­tada. cara roja. orcj illas blancas)" patas Iimpias

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,;, plumas, que tanto abunda en la meseta central,y especialmente en Castilla la ~ lleva, en las IslasBaleares y en Andalucía. a la que bien puede dar­se el nombre general de Raza espoiiolo de cararoja, en sus variedades castellana, andaluza y ba­lear, distinguiéndola así de otra gallina que en elextranjero se conoce también con el nombre deEspaiiola, pero que tiene la cara blanca, recubiertade un tejido rarunculoso, como el de los pavos. lacual, aun conservando las lineas del tipo español,no existió nunca en España. (Véase pág. 141.)

La española de cara roja tiene también varie­dad blanca y variedad gris-pizarra o azulada (sinduda producto de la unión de la variedad negracon la blanca); pero ambas están mucho menosextendidas en el país que la variedad negra.

Tiene también España otra raza bien definida:la catalana del Prat, también de tipo ligero, aun­que de mayor volumen que la española negra. Esmuy rústica, gran ponedora de huevos, de buenpeso y algún tanto rosados. pero dotada de car­nes finas y abundantes, que colocan esta raza enel g-rupo de las de doble utilidad.

Cataluña tiene también otra raza bien definidade plumaje blanco y pata azulada. tenida comoPrat blanca; pero más localizada en la comarcadel VaJlés que en la del Prat de Ltobregat.

Aun hay otra raza, de creación moderna, conla que el autor, a base de la raza Prat y de ele­mentos ingleses y americanos, en 1916, obtuvo laraza Paraíso, que, aun siendo recomendable como

- Ji -

F ig. 3.-Española n~gra de ca ra roja mejo rada.

Fig. 4·....:..Espaii ola Ileg ra de ca ra ro ja tip o cor ri cnn-.

~

- Ig -

Fig. s .-Ca ta la na dc l lrat leonada ,

poned o ra . s u pera a la Prat en cua n to a volumenv fiuura dc sus carnes ,. l ~n Val cucia abunda la ga llina blanca o nC¡.!,ra,t ipo gc nui nallll'ntl' mcdi tr rr.uu-o . qu c , b ien selec­cio nada, pud ría co ns ti t uir o tra ra za , cUlnu pud r íanaú n ío rma rs« otras tr es, COIl las lvcl rcsas o iran­cisc a nas , de ~a n t a n der , co n las "~ u h i a s L lod ianas ,dc Al ava, y r on las Ca ta la na s dc colo r apcrd izadoy huevo muy r, ,jo, abundant es en el I 'a n adés .

Las demás ga ll ina s q ue se ven en e l pa ís, Pa ­tavinas (con plumas en la s pa tas) . la s elc C incoded os, las d c Cuello pelado . la s R ecu la s y las d ePa ta s co r ta s, en realidad 111 ) co nst it uyen razas,sino va r ieda des producidas cspo n tú nca m en te , porm u taciones natura les en la ga llina indígena o porintrom isi ón dc sa ng res cx t raii as. v e n rea lidad node be ni tratarse dc t'lIa s , Esas ' ga llinas . en su

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Fig . 6.-Paraíso b la nca . Creada p o r el aut or en laEscuela Oficial y S up e r ior Espaiiola ,Ito :\ vic ul tu ra y

Granja P a raíso, de :\ reny- de :-'1 a r ( Ila rce lo ua) .

mayoría de escasa p roducci ón. son la s que <kl.e ­ría n elimi narse de lo s corrales españoles, sust itu ­yén do las po r ga llinas de pu ra raza naciou a h-s (,ext ranjeras,

I ~ntre es tas últ ima s hay dos, la l -egl w rn , que,aunque de origen europeo. se tiene comu nort e­americana . y la Rh nd e lsla nd , americana tamhién .las cua les han log rad o ya ex te nde rse tanto en e lpa ís. que bien puede d ecirse qu e han tom ado ca rt ade natural czn es pañola : la primera en cua nto aútil por su postura )' la seg unda en co nce pto d eraza de doble utilidad ,

Las O rping to n y la s S usscx inglesas, las ;r;ln ­cesas de F av crroll es. de H on dan )' de la Il ressc :las no rt eamericana s \ Vyallrl otl e y Pl ymou tl: Rock ,

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las belgas Carnpine y Malinas, y otras muy ce­lebradas como razas de producto, son todas ellashien conocidas en España; pero es criterio gene­ral entre los buenos avicultores el de que no to­marán nunca el arraigo que han tomado lasl.eghorn y las Rhode lsland.

Aun cabe citár una raza holandesa, la Barnc­velder, no ha muchos años traída y ya bien acli­matada en España, altamente recomendable pordar huevos Illuy grandez y de un color rojizo muysubido, con el que es fácil acreditar el huevo demarca para ser vendido como fresco y primor,ya que es raza que los da de tal color (fig. 57).

Del grupo de razas de lujo se puede decir queen España son conocidas casi todas, pero son con­tados los que tienen afición a criarlas.

En cambio en algunas regiones, como en Valen­cia, Andalucía, Baleares y Norte de España abun­dan los criadores de razas de pelea, por 10 queen ellas hay afición a las riñas de qallos, deportemuy antiguo y que tanto incremento tomó en Es­paña durante el siglo pasado. Entre las razas deeste último grupo España tiene también su razapropia, bien definida y digna de que figure entrelas razas de gattinas españolas.

En el capítulo XI podrá verse siquiera sea lasilueta de las razas más conocidas en España,limitándonos en este capítulo a intercalar la delas españolas y las extranjeras que actualmentese ...onsideran como de mayor producción.

Fig . 7.-Le¡<horn . Gall» en var iedad roj o- dorado y ga­llina en var iedad blan ca. I ~ e eo rn e nd ah lc como pon ed o ra.

I'IWDUCTO S DE LAS ""LU XAS

Las gallinas rind en por sus hu evos y por suca rne de con sumo, te nie ndo como subprod uctus la

Fig. 8.-R ho Je l sla nd roj a. H erm osa raz a recomcndahl cro mo pon ed ora y co mo av e d e co ns umo d e ca r ne ; hu n­

d a nt e y fina .

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pluma y el excremento. (' !/l1lii/lILI1, urilizahlccomo abono.

La gallina, CUllll) tudu!'\ los animales domcsticos.es una máquina 1r.uis íurmadura de la materia nu­tritiva v sobrante en el sost enimicnto normal de"u vida". "1\ productos. tales cuino la kehe en lasvaras, la lana en el ganado lanar. la carne y grasaen lus ani males de engord,', las energías y lasíuerzas en el ganallo de lahor y los huevos en lasgallinas,

Esas máquinas a.tunalcs, por tales tenidas enZootecnia, se dif ere.rcian de las máquinas indus­triales en que, así romo éstas tienen desgaste in­mediato y cada día pierden valor, la máquina ani­mal acumula capital al mismo tiempo que produ­ce, cuando menos, hasta un cierto momento de suvida. Una pollita de seis meses que valga, porejemplo, seis pesetas, irá dando huevos duranteel año, y a los dieciocho meses, vendida como ga­llina, valdrá diez () doce, según su peso. El acier­to del avicultor, como el del ganadero, está preci­samente en desprenderse del animal cuando suproducción mengua y cuando ya su valor no pue­de aumenta r.

El huevo de gallina es hoy en día artículo casiele primera necesidad, no sólo como alimento.por sus numerosas aplicaciones en el arte culina­rio, en repostería y en pastelería, sí que tambiénpor constituir materia necesaria en muchas indus­trias. En todos los países se requieren enormes eincalculables cantidades de huevos, que, como se(lijo en el capítulo 1, dan lugar a un comercio

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cuyo movimicuto se eleva a 111;IS de un millón detoneladas todos los aiios, sólo en huevos e,¡ cás­cara, porque, además. la importnción y exporta­ci.m de huevos descascarados, enviados en lataso en polvo, ascienden a unos r.io millones de tu­neladas todos jos años.

El valor de esta mcrcancia, a razón de unas1.2(X) docenas de huevos en tonelada, y admitien­do el precio medio de 1,50 pesetas por docena, enlos países de origen, representan un valor de unos2.000 millones de pesetas.

Si son necesarios los huevos. no lo es menosla volatería, cuyo movimiento comercial en elmundo se calcula en más de 200 millones de kilo­gramos anuales, cuyo valor, tan sólo a 5 pesetaskilo, sería de unos 1.000 millones de pesetas.

Entre huevos y volatería las gallinas produci­rían, pues, en cuarenta países cuyo comercio enproductos avícolas es conocido, por valor de unos3.()(Xl millones de pesetas anuales; pero nótesebien que en esta ciira no va comprendida la delos huevos y la volatería producida y consumidaen cada país. De poderse contar el valor de esto,posiblemente la ci f ra se triplicaría.

Agréguese a esto el valor de la pluma y de lagallinaza y se verá lo que la crianza y la explo­tación de las gal1inas representa en el mundo.

En algunos países, como Nortearnérica, dan lacifra más alta en sus estadísticas de producción.

III

DEL GALLINERO, SUS CONDICIONES Y SISTEMAS

Causa pavor ver cómo suelen tenerse las ga­llinas en nuestros cortijos, en general en las casasde campo y aun en los pueblos, donde pocas sonlas casas en que no se tienen gallinas. El gallineroes el último rincón de la casa; paraje a veces hú­medo y sombrío, en pleno corral. Es ese lugardestartalado y sucio en el que, según el Dicciona­rio de la lengua castellana, se almacenan las in­mundicias y suelen criarse gallinas y cerdos...

Podrá ese corral servir de gallinero cuando setengan las gallinas libres en pleno campo, viviendode lo que la naturaleza les depara; pero allá lasgentes que con el se conforman, no queriendoentrar en lo que sobre el gallinero aconseja elprogreso moderno. Del corral no debe ya hablarseen el siglo XX, porque sin el buen gallinero, nocabe tratar de Avicultura a la moderna.

De las buenas o de las malas condiciones delgallinero no sólo depende que las gallinas se man-

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tengan sanas, sí que también que den más pro­ducto y, por tanto. es asunto capital que mereceespecialísima atención.

Hay que distinguir entre las diversas clases degallineros que suelen verse.

Hay el gallinero cam i-r» o rural, en el que elcampesino y en general el agricultor tiene unascuantas gallinas que gozan de absoluta libertad, yen las noches se cobijan en los establos, en las po­cilgas o en los apriscos, dando los huevos dondeles acomoda, a veces sobre el estiércol, cuando nolos dan en el pajar, o cuando no se pierden en elcampo, entre los zarzales.

Es ese gallinero primitivo que va desaparecien­do en los países donde la cultura de los campesi­nos ha ·permitido convencerles de que han de te­ner las gallinas en mejores condiciones.

Hay el gallinero casero, que en los pueblos yaun en villas y ciudades se ve en el patio, en lahuerta o en el jardín de muchas casas. En él setienen unas cuantas gallinas que se mantienen conlas sobranzas de la mesa y de la cocina; con elsalvado o el afrecho, con que se mezclan aquéllos,y con el poquito de grano que para las gallinas sereserva de la cosecha, o se compra.

Esta clase de gallineros suelen ya estar mejoracondicionados, pero muchas veces no reunen lasdebidas condiciones de salubridad que debierantener.

Hay también el qalluicro d cl aficionado, quegoza teniendo gallinas de buena raza, y en cuyadisposición y const rucción se tuvo más cuidado,guiándose P( Ir jo leido en los libros que se con­sultaron.

Hay finalmente el qallincro industrial, en el qu<.:se tienen ya muchas gallinas, por centenares omillares, y en el que se invirtieron capitales conmiras a sacarles buen interés,

Para cada una de estas clases de gallineros tienela moderna avicultura su patrón o su modelo re­comendable, y aquí los damos a conocer gráfica­mente en los grabados que se intercalan.

CONDICIONES O REQUISITOS GENERALES DEL BUEN

GALLINE1W

Sea cual fuere el tipo de gallinero que conven­ga construir, ha de reunir tres condiciones o re­quisitos esenciales, a saber: 1." Buena orientación.2." Capacidad (] dimensiones adecuadas al núme­ro de gallinas que se quieran tener. 3." Salubridad,esto es, estar exento de humedades y tener ladebida ventilación.

Para alcanzar lo primero debe emplazarse confachada al Sur o al Sudeste, para que el sol puedapenetrar en él durante la mayor parte del día.La capacidad se regula a base de un metro cua­drado para tres gallinas, o tres metros para diezcabezas, según pauta o guía que más adelanteprecisaremos. La salubridad se obtiene montando

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e\ gailinC1"u en paraje SISO y algún tanto levanta­do sobre el nivel <Id suelo, para evitar los efectos,dl' las hunu-dadcs. y disponiendo las aberturas oventanillas en tal i. .rma que, asegu ráudose unal'unstan1l' y buena ventilación. no se establezcanl'orrienll's 'de aire.

Para que el gallinero pueda asolearse y venti­larse bien no debe tener más que tres paredes, lade iondo y las dos laterales. La de trente, o defachada, se sustituye por unos montarites de rna­dera portadores de vidrios, o de oitrex, esa alam­brera muy fina que va recubierta de una sustanciavítrea, a través de la cual pasan los rayos ultra­violeta solares, y que tiene las ventajas de sermás barato que el vicirio y la de que no se rompecomo éste. El vitrex se fabrica hoy en España yse encuentra en todos los comercios de telas metá­licas y en muchas f er reterias. Durante el día setienen levantados dichos montantes o chasis, ce­rrándose en las noches invernales, En primaveray en verano aún pueden dejarse abiertos por lasnoches. Inútil decir que, por fuera, debe habersiempre alambrera, para que, teniéndose levanta­dos los chasis, las gallinas no puedan salirse.

En los países o en las comarcas de clima tem­plado, ni siquiera el vidrio ni el vitrex son ncce­sarios, Los chasis sólo llevan arpillera o tela grue­sa de algodón, al través de las cuales pasa el aireambiente como tamizado, esto es, sin que alcancedirectamente a las gallinas, Con ello la ventilaciónes constante, aun en las noches, y así se logra quelas g-allinas, cuando en las mañanas salen del ga-

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.-'1 I,,-,,,,Fig. 9.-1, Perspectiva. 2, Sección del frente. 3, Plan­ta. 4, Sección Sur-Norte. A, Emparrillado de perchaso aseladeros. '1', Tablero colector de la gallinaza. N,Nidos o ponederos. R, Bebedero. e, Tolva para ali­mentos. D, Tolva para substancias minerales. P,Puerta. V, Ventanales. Los del frente, abribles, y eldel Oeste, con cristales y fijo siempre, sirviendo sólopara dar entrada al sol en las tardes. S, Salidas para

las gallinas. H, Doble pared al Narte.

l1inero, no pasen bruscamente del ambiente cálidodel mismo, al fria del ambiente. Esto las mantienemás sanas, evitándoles los resfriados, a los queson muy propensas las que se tienen en gallineroscalientes y mal ventilados.

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r~-~T í~1 A I,~:t::;_ ~ '~lL._x..v..'pL --1,.'p ••. _ y..,..J'1 I1 I I I: I I II 1 I II I I II 1 I 1

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; ! ! ¡.------------e .-----------..•Fig. lO.-Plano para gallinero casero o de aficionado.A, Almacén de alimentos y de utensilios. e, Pasillocentral. D, Dormitorios. T, Tableros, y sobre éstos,las perchas o ascladeros. P, Parques cercados por

alambrera. P, Puertas. V, Ventanales.

En los climas cálidos y hasta en los fríos, enprevisión de los calores estivales, aun puede ase­gurarse más la ventilación, poniendo en la te­chumbre un tubo que aspire el aire caldeado, perodisponiéndolo en ta1 forma que no establezca co­rriente.

También puede haber doble techo, cuando me­nos en una parte del gallinero, conforme se indi­ca en la figura 13. Cuando así se dispone, si en ve­rano la techumbre se calienta mucho (cosa co­rriente si es de uralita o de rocalla) se da entrada

- 3°-

GALLlNERU PA\{A CIE.\i (iALLlNA:-;

- 6~

SUR Stl.t10" por r~do fHE.

T

A

H H nO

OtlTl ~In

Fig. 1 l.-Frente y sección Sur-Norte. A, Perchas. '1',Tablero colector de gallinaza. N, Nidos o ponederos.V, Ventanales. El del Oeste, siempre fijo. S, Salidas

para las gallinas.

del aire al doble techo por el lado Norte; peroobsérvese que no puede influenciar a las gallinasque están acomodadas en las perchas, porque elaire fresco sale en tal dirección que la corrienteno las alcanza.

La salubridad, y especialmente la sequedad seobtienen estableciendo el gallinero en terreno seco,permeable y suelto, y en cuanto al gallinero o re­cinto techado, montándolo sobre un firme de gr~>­

villa o de ,escorias minerales amasadas con cernen­to, en grueso de unos J5 Ó 20 centímetros, y luegoenladrillando el piso o cubriéndolo de una capade cemento portland, dándole una ligera inclina-

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- 3 1

(;ALLlNERU PARA CIEN GALLINASr"l ".' :JL;UC~T.:::Jc:J~ ,: JI- JC:JL=;JL _ lL::::::r::=:rr::--=:JC:I; ~ :-- - _. - - - - - _. - - - . T -

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. - - - - - - 6mb. -- - - - '. - -

Fig. 12.-A, Perchas. T, Tablero. H, Bebedero. e,Tolva para substancias minerales. D, Tolva para ali­mentos secos. E, Comederos abiertos para amasijos

o para mezclas secas. H, IJable pared al N arte.

ción para que, en los días de haldeo, el agua es­curra bien hacia afuera.

En tierras que retengan las humedades o denaturaleza arcillosa nunca debiera establecerse ungallinero. Las tierras sueltas y las praderas conligera inclinación al Sur son los mejores terrenos.

Estas tres cosas son comunes en todas las cla­ses de gallineros y por tanto, sean pequeños ograndes, tengan un objetivo u otro, han de con­currir en todo buen gallinero.

1,0 es también la disposición de las perchas. po-

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;~.~;~;iéf~',.,1 L.,' i~11611~~w~~j' _ '

JrlOQ~\j~LFig. '3.-Sección de un gallinero mostrando la posi­bilidad de evitar el caldeamiento de la techumbreen las localidades calurosas, por medio de un dobletecho, en parte del gallinero, con entrada de aire(flecha) por el Norte, sin que la circulación puedatener a las gallinas, acomodadas en A, en corrientede aire. N, Rimero de nidos o ponederos, y sobre és­tos, jaula para separar las gallinas que se ponencluecas. V, Ventanales movibles. B, Pies o firme degravilla y cemento que mantienen el gallinero conel piso sobre el nivel del terreno. H, Doble pared al

Norte. e, Techo. I l, 1loble techo. T, Alero.

saderos () aseladcros (del verbo asclarsc, acomo­darse las aves para pasar las noches), que gene­ralmente se disponen empotrándolos en las pa­redes.

Como durante la noche las gallinas defecan, lagallinaza cae al suelo y muchas veces, si los ase­laderos se disponen unos sobre otros, cae sobre lasgallinas que están en los inferiores.

En el gallinero moderno, el emparrillado de ase­laderos se dispone en un solo plano y sobre untablero en el que se recoge la gallinaza en las no-

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ches. Así en las mañanas puede cosccharsc pura ;.fácilmente.

Para calcular el número de aseladeros que sonnecesarios, se parte de la base de que, en galli­nas corrientes de mediano volumen, cada gallinaocupa un espacio de 20 centímetros, y 30 si sonde gran volumen. En un metro de aseladcro seacomodan bien de tres a cinco gallinas, según laraza a que pertenezcan. Al forma rse el emparri­llado, Jos aseladeros deben distanciarse Jos unosde los otros de 40 a 50 centímetros, y el tablerocolector de excrementos debe tener un poco másde anchura que la del emparrillado. Generalmentese le da un metro, y sobre él cabe un emparrilladode tres hileras. El grueso de los asc'aderos debeser de unas dos pulgadas (4,50 centímetros) y laforma más adecuada es la exagonal irregular, conlas aristas cepilladas. La altura más convenientedel tablero es la de 75 a 80 centímetros sobre elnivel del suelo.

Algo más, a tenerse en cuenta, es que, en lamoderna avicultura no se concibe que los díaslluviosos se tengan las gallinas sueltas. Las mo­jaduras las despanen fácilmente y pueden enfer­marias. por lo cual se aconseja tenerlas confinadasen el gallinero. Como la clausura puede prolon­garse durante varios días, es necesario que en elgallinero puedan moverse y transitar holgada­mente y aun hacer ejercicio. Para lograrlo, sobreel piso debiera tenerse siempre una gruesa capade paja o de forraje bien seco, sobre el que seesparce un poco de grano, y al escarbar en su

3

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busca las gallinas están en continuo movimiento.Al determinarse las medidas que deben darse

al gallinero no hay que partir. pues. de la base delespacio que puedan ocupa r ('1 1ahll'1'o con los ase­laderos, sino 11t·1 que s(' requiere para (·1 número degallinas que puedan tenerse que recluir en aquelespacio. al que ya hicimos mene·jl)!) anteriormente.

Teniéndose en cuenta todo esto. vcanse aquíalgunos modelos de gallineros. todos ellos reco­mendablcs. por a justa rse al tipo del que bien pue­de decirse es qallincro uniurrsal moderno, a cuyabase se han ~stahleciclo los buenos gallineros és­pañoles en lo que va ele siglo.

MEnmAS RECO\lENDADASEa cuanto a medidas en mrtro s, véase la siguiente pauta

Núm. de Altura Altura.qalllna., Anchn1'a 14ar,qo delantera po~teriol'

25 2 3 2 1,5050 ~ 5 2 1,50

100 6 6 2.20 1,50200 6 12 2.20 1,50500 6 30 2,20 1,50

} ,000 6 60 2,20 1,50

Obsérvese que la altura ele la pared posterior(que es recomendable se construva con ladrillohueco o con doble tabique, para que las lluvias nola impregnen de humedades, que podrían alcan­zar a las g-allinas) , son las mismas para todas lascabidas, llevando la techumbre unos S0 centíme-

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Iros de pendiente, hasta :;0 gallinas, y de Ó,70 apartir de las TOU.

( )b"l'l"vese taTl1hil'n que, de IOU a r .000 se COIl­

svrva la misma anchura. y esto tiene-por base laprobabilidad (k que se empiece por IUO o por 2(Xl

y que luego se qu icran tener más gallinas, en cuyocaso junto al gallinero ya construido se puedeagregar otra sección para 100 (¡ para 200 más.i\si sucesivamente se puede tener el gallineropa ra ::(1) ú para 1.000 sin necesidad de construi r­lo de una vez.

Cuando se quieran aprovechar locales que yase tengan, habilitándolos para gallinero, para sa­ber cuántas gallinas pueden tenerse bien, se calcu­la su superficie y en cada metro cuadrado se esti­ma que pueden tenerse tres gallinas, o diez entres metros cuadrados; pero como también inte­resa calcular el cubicaje de aire, para cuando elgallinero se tenga cerrado, cubiquese el local ypártase de la hase de que a cada gallina ha decorresponderle, por 10 menos, S0 centímetros cú­bicos de aire.

srSTElIlAS DE GALLINEROS

Cuando se quieran tener muchas gallinas, haytres sistemas a seguir: el de disponer los galline­ros a base colonial, el de formar con ellos calle O

línea y el de tenerlas en grandes gallineros a hasede comunidad.

En el sistema colonial los gallineros se distan-

cian unos de otros a razón de la superficie de te­rreno (le que se disponga, y teniéndose en cuentaque vl cercado correspondiente a cada gallinerodebe ser de unos diez metros cuadrados por ca­beza.

En el sistema de calles los gallineros se dispo­nen en línea recta y cada uno con su correspon­diente patio o parque.

En el sistema de comunidad pueden tenerseLOOO Ó más gallinas bajo un mismo techo, biensea teniéndolas todas j untas, bien en secciones

Este sistema ahorra tiempo y personal, perocierto es que en él se corre más fácilmente el ries­go de que, si se presenta una epizootia, el con­tagio sea más rápido, siendo menos probable enlos gallineros a base de calles o coloniales. A pe­sar de esto, en la avicultura industrial el siste­ma de comunidad es el más adoptado, porque unhombre atiende fácilmente a mil y aun a dos milgallinas, mientras que en los gallineros colonialeso en calles se requieren dos o más, y en los díaslluviosos el servicio se hace difícilmente, por te­nerse que ir de unos gallineros a otros, con mo­lestias y pérdida de tiempo.

!v[ATERIAU:S A EMPLF.AR

Para completar lo que, dentro del limitado es­pacio en el que ha de desarrollarse el contenidode este librito puede decirse, en cuanto a galline­ros, conviene agregar que éstos deben construirse

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Fig. 14.-Cercas de gallineros con caruzos, con pos­tes de madera y tablas y con alambrera y postes dehierro. Alambrera de simple torsión, la más reco-

mendada, y alambrera de triple torsión.

siempre a base de la más absoluta economía, em­pleándose los materiales de uso más corriente ybarato en el país. Desde el adobe o la tapia a lamadera y pasando por las construcciones de la­drillo, de piedra de río o de block s de cemento,todo cabe en cuanto no encarezca la construcción.De las gallinas se obtendrá mayor producto conbuen trato y buena alimentación, pero no con

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alojarlas en palacios, como suele verse en muchosestablecimientos en los que esto 110 se ha tenidoen cuenta.

EII cuanto a los cercados, bien sean de" tablá~·.de cañizo o de tela metálica, debe .lársclcs una altura de 1,80 a 2 metros. Los postes de sostén, sison de madera. deben creosotarsc, y tanto si sonde madera. como si son de hierro, deben enterrar­se en el suelo sobre un macizo de piedras y decemento en base de unos 30 centímetros.

La uralita, la rocalla o cualquiera de estos ma­teriales modernos y económicos, con los que, abase de armazones de madera se construyen an­gares y hasta con el simple cartón cuero alqui­tranado y arenado se pueden construir gallinerosde gran cabida. Véase en página 42 un gallinerode madera y cartón cuero, propiedad del autor,que lleva más de doce años de servicio y estácomo el primer día.

Para techumbres, estas dos clases de materia­les son los más económicos. no sólo por su costey rápida colocación, sí que también por 10 que seeconomiza en la madera que les sirve de sostén.

En 10 que afecta al coste probable de un ga­llinero, nada puede decirse aquí, porque esto hade variar según coste de los materiales y preciode los jornales en el lugar donde se construye.En España un gallinero de tipo medio para ciengallinas, dotado de todos los requisitos y equipadocon sus aseladeros, ponederos y accesorios (co­mederos y bebederos), puede tenerse por unas1.500 pesetas. Cuando se compran los materiales

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r'ig. IS.-Algunos modelos de ponederos registrado­res de la postura. uno bajo el tablero colector de ga­llinaza, en las noches, y sobre éste el emparrillado de

aseladeros.

y es el mismo avicultor el que 10 construye, elahorro es grande. De muchos sabemos que, uti­

'\izando maderamen de embalajes de automóvilesy poniendo ellos el trabajo. hasta por 5<XJ pe-

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8

Fig. 16.-Accesorios del gallinero. 1 y 2, Bebederosde tierra cocida y barnizada. 3 y 4. Ponederos demetal y de mimbre. 5, Un modelo de tolva para ra­ción continua. 6, Comedero de tierra cocida barniza­da para amasijos. 7, Comedero abierto para amasijoso para mezclas secas. 8. Tableros para la germinación

de la avena.

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Fig. 17.-Tres tipos de comederos de madera, fácilesde construir.

setas lo han tenido a punto de recibir las ga­Binas.

EL .'\RBOLADO EN LOS GALLINEROS

El sol es ciertamente un gran agente sanitarioy precisa a las gallinas y especialmente a las crías,pero cuando aprieta en verano les es más per­judicial que beneficioso. Hay que ver el afáncon que buscan las sombras en cuanto se inicianlos calores.

Un gallinero sin sombras no se concibe, y comonada cuesta procurárselas, plantando árboles enlos patios o parques, fácil es que las tengan. Hande ser árboles de hoja caduca, que la pierdan enotoño, manteniendo el patio bien asoleado en in-

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¡:¡ g. 18.-lia llin er u indust ri ai pa ra 1.50 0 g a ilinas , cu n, ­t ru ido a ba se de a rmazón de mad era, co n paredes yt c c l l" dI' ca n/'II-elle ro a lquit ra nado , y arena. T ien e yam á- d,~ doce a ños de se rvicio y es tá en pe rf ecto es tado .La ruo, &J metro-. : anch ura , sci- ; y alt ura medi a, do >.

vicrno, y la recob ren en prima v... ra, dando sombraen verano. El es tablec imiento d t: un gallin l:ro enun í rut c ra l es algo perfecto, l!"rl¡U C no ~Ó ¡ () ~e

li ... ncn sombras, s in« que , con la s labo res que S l '

dan al terreno, és te ~ e remueve l lJlls la n l... mente ,la rapa de gallinaxa se entierra y el su cl» se sa ­nca .

Si no hay árboles en el ga ll ine ro hay qUt: plan­tarlos, y en tanto cr ecen , hay q ue di sp on er ~oIII ­

brajos con ramaje o COIl ca ñizo .Lomo última recorn ... nda ción , cabe deci r qu e

nunca del)e e~t;¡})lt-Cl:r~e UIl gallillero en terrenosarcillosos o ru l'OSus. Las tir rra s areniscas y lasp rad eras son las mlls recomcndahlcs .

IV

MÉTODOS PE EXPLOTACIÓl':

Las gallinas pueden ser tenidas a base de tresmétodos o regímenes, adoptables según las cir­cunstancias: el extensivo, el intensivo y el semi­intensivo.

Extensivo.-El extensivo es aquél en que entodos los paises se tienen las gallinas camperas.Estas gozan de absoluta libertad, de sol a sol,y, por lo tanto, aunque su manutención resulteeconómica, porque en su mayor parte se la pro­curan en sus correrías por el campo, hartándosede substancias verdes, de insectos, de granos, delarvas y de gusanillos, es el que rinde menor pro­ducción. La razón de esto es la siguiente:

En tales condiciones, las gallinas están en con­tinua actividad, hacen mucho ejercicio y, por lotanto, tienen gran consumo de energías y grandesgaste orgánico. Como su producto. asi en hue­vos como en carnes, viene representado por el

excedente de los alimentos asimilados, transfor­mados en productos una vez repuestas las ener­gías y los desgastes orgánicos, si éstos son mu­chos, poco excedente queda a transformarse. y.por lo tanto, libres en pieno campo, es decir, enrégimen extensivo, ni engordan ni pueden darhuevos en abundancia, aun cuando se las veavigorosas y sanas.

lntensivo.-EI régimen intensivo es el opuesto:las gallinas se tienen siempre recluídas en el in­terior de los gallineros. En ciertos métodos muymodernos, hasta metidas en jaulas, en las queapenas pueden moverse. Así tenidas, se las ali­menta, unas veces a base de substancias muy en­gordantes, cuando se las ceba, o de materias esti­mulantes de la postura, si de ellas se quierenhuevos. Como el ejercicio es nulo, o casi nulo,los desgastes orgánicos son pocos, y casi todo loque las gallinas comen se transforma en produc­to: huevos si la alimentación tiende a activar lapostura, o bien carnes y grasas cuando se tratade aves de inmediato consumo.

¿ Cuál de estos regímenes es el mejor ? ..Hasta el vulgo puede dar respuesta satisfac­

toria a esta pregunta por propia experiencia.En efecto: todo el mundo sabe que en el pe­

queño gallinero casero donde se tienen mediadocena de gallinas, siempre recluídas y fuerte­mente alimentadas con desperdicios de la mesa yde la cocina, en la buena estación suelen cose-

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Fi¡;{. 19.-1nt cr ior de IIn ga lline ro industrial, con lospon ederos por deba jo del tablero, y el em par ri llado de

ase lade ros levant arlo dur ant e el d ía.

cha rsc a diari o tan tos hu evos com o ga llinas se ti e­nen , mientra s en el ga llinero rura l, con veint egallinas de puest a. ni au n en el mes de abri l secosecha n más de diez o doce hu evos.

En el ga lliner o case ro, prototi po del ga llinerointensivo. la pu esta persi ste durante casi todo elaño, suspendiéndose úni cam ent e en el fuerte dela muda. mientras qu e en el gallinero rural. enjunio ya decrece y en ot oño y princip ios de in­vierno es casi nu la .

Ra jo el punto de vist a del engorde, todo elmundo sab e qu e la ga llina cam pera podrá vivirmuy vigorosa y cuesta poco de mant en er . pero noengorda. La indus tria del eng orde o del echa­mient o en todos Jos países t ien e por base la re ­clusión de las aves.

Bajo el punto de vista de producción, no hay

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Fil:': . ~o.-Tnl{'rior <l e un ¡:!a llinc ro, co n In, pon ede rosen es ta nt es .

la men or du da de que el sistema intensi vo llevaventaja al extensivo , acrcccnt ándosc ¿'sta si S ('

conside ra que. como en el caso de envorde, puederegula rsc la comi da según cOll\'Cnga al produ ct«que S(' pide ;1 la gallina .

Aún tiene (Jiras ventaj as b hase intensiva . E nella las ga llinas no cor ren los peligros a qu eestán expuestas las que Se tienen lihrcs : talescomo los de alimañas que pueda n sor pre nderlas,las del robo y especialmente lns de cont rae r en­f errnedades cuyos gé rmen cs i 11 feccios os se en­cuent ra n en el te rreno, al qu e no tienen aCCl:S!)las ga ll inas que est án ('n COIl [ inua clausu ra y noex puestas a contraerlos.

Toda s estas venta jas han dad o lugar a que laexplotac i ón intensiva de las ga llina s haya toma­do extraordin ario incr eme nt o, esp ecia lme nte en

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1'\ <: . ..: J.-Disp osición ,le ¡~ a ll i n e ros a base co lo n ia l(a bajo ) y d e com u nidad (a r r iha ).

IlIg laterra y en Norteamcrica, do nde SI' tienengran d ~s continge ntes de ga llinas pon edoras, hast aen casas de va rios pi sos, especie de rascacielos .Ya se dijo qu e hasta se ha ex trema do la cosarecluyéndolas en jaulas, un a por un a, ascgurá n­dose que su producción hu evera , lej os de resen­tirso. au men ta .

Esto es algo ciertamente cont ra rio a la nat ura­leza vagabunda. pulveratriz y escarbadora de lagalli na , y parece imposible que lo soporte: peroténgase en cuenta que el régimen no cabe en ga­llinas que ya gozaron de libertad , y que, las que almismo se someten, so n pollitas criadas en reclu-

sion desde que nacieron. I'or esto, no habiendopodido entrenarse en el ejercicio de aquellos ins­tintos. no sólo soportan bien el régimen de clau­sura. sino que en d se placen, viven y producenlindamente.

St'lI1illtcnsivo.-Entre los dos extremos hay eltercer rég,imen, que es el sernintensivo, consisten­te en conceder a las gallinas una libertad y unejercicio prudenciales, teniéndolas en patios o par­ques formados con vallas naturales, con cañizos y,más generalmente, con alambreras, dejándolas li­bres en ellas durante el día y recluyéndolas en losgallineros en las noches y en los días lluviosos, denieve 0, en general, de mal tiempo.

Este es el régimen adoptado en la mayoría delos gallineros industriales y aun en los pequeñosgallineros caseros. en los que las gallinas tienensalida a un huerto, a un cercado o a un patio; perocon ser el más corriente es también muy peligrososi se aglomeran demasiadas gallinas en reducidoespacio.

Cuando esto ocurre, en primer lugar, prontoagotan la vegetación natural y acaban por perma­necer inactivas, lo cual impone que se las dé eltrato que hay que dar a las que se tienen en ré­gimen intensivo. En segundo lugar ocurre que, porexceso de gallinas se acumula sobre la superficiedel terreno gran cantidad de excrementos. que, alfermentar, infectan el suelo y se presentan muyfácilmente enfermedades cuyos gérmenes perdu-

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F i ~ . 22.-1n ter io r y ex terior de un ga llin e ro, a ba sed(' comunidad. El in te ri or {', el del galline ro de pág. .12.

ran y las mismas epizoo t ias rea pa rece n de añoen arlo .

J'ara preven ir ambas cosas. la (t'C uica av ícolamode rna ha fijado en 10 mct rus cuadra dos el es­pacio convenie nte para cada ga llina . A ten or deesto . en una hectárea nunca deberán a loja rse másde 1.000 gallinas, y así , a poca qu e sea la fertil idadnatural de la tierra , siempre tien en a lgo de quécomer y las deyeccion es no se acumulan en super­fi cie redu cida .

Hav un medio de doblar el número de ga llinas.dando cabida hasta a 2. 0 0 0 en una h ect área . E s

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el de dividir esa superficie en dos parques de mvdia hectárea cada uno de ellos. Con esto, bastancinco metros cuadrados por cabeza, porquc. duran­te 11110 o dos meses StO tienen las gallinas en el par­qu ... ,\. y cuando se ve que se agota la vegetación.se les da salida al parque B y se tiellc cerrado )'en descanso el patio A, en el que la vegetación serepone y la gallinaza esparcida sobre el terrenoes absorbida por aquélla en concepto de abono.

De esta manera. alternando la estancia de lasgallinas en los parques A y B se evitan los incon­venientes del sistema; pero, de todos modos, enel régimen serniintensivo se imponen las frecuen­tes labores y la remoción del terreno, enterrán­dose la capa superficial impregnada de excremen­tos, con lo cual se le sanea periódicamente.

APLICACIÓN DEL RÉ(;IMEN SElIfIINTENS1VO AL GA­

LLlNERO RURAL

Se dirá posiblemente, que el régimen seminten­sivo no puede tener aplicación al gallinero rural,en el que las gallinas han de tenerse siempre li­bres, porque su base es la de que, en mayor par­te, vivan de lo que ellas mismas encuentran enel campo. Aunque esto es cierto, hay medio dearreglar las cosas de tal manera que se llegue aun régimen intermedio, al que el autor entiendepodrían acogerse fácilmente las gentes del campo.

Si junto al gallinero se formaba con cañizos ocon alambreras un cercado, a razón tan sólo de

20 por 20 metros para roo gallinas (que es elmáximo que suele tenerse en gallinero campero \.durante muchas horas del día se las podría tenerrecluidas en el cercado, para que no abusa rande su libertad haciendo excesivo ejercicio, y en lasmañanas y en las tardes podría dftrselcs libertaden el campo.

Sobre tal base, a primeras horas de la mañanay hasta las ocho, se las podría tener libres. A estahora se las llamaría para darles la ración de gra­no, y acostumbradas-a ello, ni una faltaría al lla­mamiento. Aun llegando con el buche bien llenode lo que, hambrientas a primera hora, hubiesenpodido comer, como para el grano siempre tienenun rinconcito vacío, bien lo aceptarían.

Distribuído el grano en el cercado, luego po­drían tenerse recluídas hasta las cuatro de la tar­de, y a esa hora se les podría volver a dar liber­tad hasta el atardecer, en que, por sí mismas. en­tran en el gallinero.

La fijación de esas horas de clausura, de ocho.lc la mañana a cuatro de la tarde, tiene por basela cosecha de huevos, ya que siendo casi siempregallinas ponedoras, con esto se evitaría la pérdidade huevos dados en el campo. T.os buenos avicul­tores saben muy bien que son pocas las gallinasque dan los huevos antes de las ocho de la ma­ñana, y menos aún las que los dan después de lascuatro de la tarde; así, pues, teniéndolas recluidasde ocho a cuatro, no habría el peligro que señala­mos en el régimen extensivo, máxime cuando,una vez acostumbradas las gallinas a dar los hue-

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Fi ~ . :¿J .-Un grandioso cst ablcci mic uto <le Avicult ur afr a nc és , 1I 1OI1tad u a r ég imcn d e com u nid ad y semi ­

in tensivo.

VOS en los punederos duran te las h ora s de enc ie­rro, en las hora s de libertad a ellos tamhicn acu­diría n.

Si se log rah a qu e los cam pesinos en trasen enes to, y Se acogiesen a es te rl'¡ó men m ix to, 110 caheduda de qu e es ta rían ya en g ran parte de nt ro delo que recomi enda la av icult ura a la mod erna. sinte ne r que abdica r de su vieja cos tumbre de dar li­her rad a las ga llina s.

l Ic aq uí dich o lo m ás I'r l'ciso en cuanto a ga lli ·ner os y a sistemas de ex plo taci ón: acójase cad;¡cual al qu e. p O I' las circ uns tanc ias CjUC' en su ~a lli­

nero concurran . pu eda serie más convenien te,

v

POBLACIÓN DEL GALLINERO

Al sentar las bases de la moderna Aviculturafijamos como primera la de no trabajar más quecon gallinas de mucha producción y, por lo tanto,inútil decir que cuando se trata de poblar ungallinero es condición indispensable la de procu­rarse buenas gallinas.

Entre las innumerables razas conocidas, ya di­jimos que unas son más ponedoras que otras; queunas se adaptan mejor a la producción de buenavolatería y que otras tienen doble utilidad; asi,pues, en la elección de raza, el avicultor ha de te­ner en cuenta la finalidad de su producción.

Ahora bien: dentro de esa predisposición ra­cial a una cosa o a otra, en grupos de gallinas dela misma raza hay familias naturales de mayorespredisposiciones que otras, y en cada familia hayindividuos que sobresalen como productores dehuevos, de buena volatería o de ambas cosas a lavez. Como tales predisposiciones las determinan

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[actores genéticos que se heredan, de razón natu­ral es que UlIO se provea de gallinas que los apor­ten al IlUI:VU galhnero, o a aquel cuya población(jlllna 1I1l:Jorarse.

.\ esas gaJIIlJaS portadoras de iactores genéti­rus de mucha y de buena producción, SI: las co­1I0Cl: bajo el nombre de aves de selección, y si talha sido ésta, que hasta se conserven antecedentesde aquellos padres o de aquellos abuelos de losque surgieron, se las denomina aves de pedigree;esto es, de historial, filiación o genealogía cono­cida.

Esta clase de gallinas no se encuentran en elcampo, y sólo pueden producirlas las granjas aví­colas o los establecimientos avícolas oficiales queen un pais se sostengan para diseminar luego labuena semilla. Es algo relativamente moderno,porque, en tanto no se conocieron por la Geneticialas leyes que regulan la herencia de los caracte­res y de las aptitudes en las especies, aun cuandoempíricamente se sabia que de padres buenos pro­ductores salían hijos buenos también, no podíandictarse reglas fijas, como se pueden dar ahora, yello ha constituido el mayor de los progresos enA vicuItura.

En el siguiente capítulo nos ocuparemos espe­cialmente de esto, ya que éste tiene como princi­pal objeto tratar de los diversos modos de for­mar el gallinero.

El avicultor que empieza, o aquel que quieresubstituir sus gallinas improductivas por otrasbuenas, tiene tres medios de procurárselas, a sa-

Fig, :!j .- .\ Iode rnisimo sis tema para tener ga llinas depuesta a base r ig urosame nte int en si va , en jaula s in­divid ua les , co n d isp ositivos especiales para la limpi e­za y pa ra el r egi stro automático de la po stura d ecada hue vo que se desl iza por la pendie nte de l piso dealamhrcr a, queda ndo fuera del alean",' de la ga llina y

fr ent e a la jaula de la que In 1\l1' O.

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ber: L°, adquiriendo huevos para dar a la incu­bación, utilizando gallinas o pavas cluecas, o bienuna incubadora artificial; 2.°, compra de polluelosrecién nacidos para criarlos artificialmente, () bienalgún tanto criados para recriarlos, y Y', comprade un buen lote de reproductores.

A primera vista, el primero es el que resultamás harato, pero no es el más económico, porquepor buenos que sean los huevos, con el transpor­te y en la incubación se malogran muchos.

El segundo sistema cuesta algo más, pero esmás recomendable porque, dada la facilidad y larapidez con que hoy se transportan los polluelos,llegan casi todos a clestino; pero tiene luego losriesgos de la crianza, y si éstos se adquieren yacriados, tienen el gasto de su recría hasta que danproducto.

El tercer procedimiento es, de momento, el máscostoso, porque los reproductores seleccionadosse venden a altos precios; pero tiene la ventajade que, con un grupito de gallo y media docenade gallinas, en un año se puede ya tener una mana­da de un centenar de pollitas ponedoras.

De los tres sistemas, el más generalizado es elde recurrirse a la compra de polluelos selecciona­dos recién nacidos o polluelos de Uin día, como seles llama en Avicultura. Estos se expiden el mismodía de su nacimiento en cajitas especiales que lesproporcionan el debido calor, y aprovechándosepara el transporte las cuarenta y ocho horas que elpolluelo debe pasar sin tomar ningún alimento.Cuando se apela a este sistema, hay que tener pre-

paradas algunas pavas adiestradas para la conduc­ción de polluelos, o bien uno tiene que proveersede una de esas muchas criadoras artificiales quetanto se encuentran en España.

La producción de huevos, de polluelos, de po­lladas y de aves adultas para la reproducción hadado lugar a una gran industria, que ha tomadoextraordinario incremento en muchos países, y en­tre ellos España, donde abundan las llamadasgranjas de selección; pero como no todas las quedicen seleccionar seleccionan, o no seleccionan de­bidamente, hay que tener gran cuidado en estoy saberse dónde se compra.

PARA REGENERAR o MEJORAR UN GALLINERO

Hay otro medio, si no de poblar el gallinero,cuando menos de mejorar la producción o de au­mentarla. Es el de regenerar la raza que se tengadándole gallos de la misma raza o de otra quecon ella tenga ciertas afinidades, pero gallo de ab­soluta selección y de pura raza.

Ha sido experimentalmente comprobada la in­fluencia del gallo semental en la calidad de la des­cendencia, y ha podido verse que, dando un gallohijo de gallina altamente ponedora a gallinas demediana producción, en la descendencia la produc­ción mejora en calidad y en cantidad. A base deesto, en algunos países, el fomento de la mayorproducción huevera ha tenido y tiene por base ladistribución de gallos seleccionados entre las gen­tes del campo, para que los den a sus gallinas.

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No cabe duda de qu<: es algo recomendable, nosólo por la razón expuesta, si que también por sercosa dcmost rada que la mezcla Oc sangres (sobrelUdo si los reproductores SOIl de distinta raza 1, au­menta el vigor y la producción en los hijos de pri­mera generación; pero si en las siguielltes genera­ciones no se sigue dando a las gallinas gallos dela misma raza y de la calidad mejorante, la mejo­ra no pasa de la primera generación. Esto debe sertenido en cuenta para mantener durante variasgeneraciones la presencia de los gallos mejorantesy, desde luego, y en cada generación, la elimina­ción o el desecho de la descendencia que no salgabuena.

ÉPOCAS FAVORABLES PARA LA POBLACIÓN

DEL GALLINERO

Los momentos más favorables para la poblacióndel gallinero varían según el sistema que seadopte.

Cuando se elige el de la compra de huevos paraincubar, no es conveniente adquirirlos hasta fe­brero o marzo, ni tampoco después de mayo. Si seadquieren antes, abundan los huevos infértiles, sise adquieren de junio hasta fin de año, los huevos.aunque sean fecundados, llevan gérmenes flojospor cansancio orgánico de los reproductores du­rante la primavera, y más adelante, por debilidad'de los mismos como efecto de la muda del plu­maje,

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Si se opta por la adquisición de polluelos, losIllÚS vigorosos son los de producción temprana na­cidos en diciembre y en enero, porque procedende huevos dados después de un largo período dedescanso moti vado por la muda; pero como se ad­quieren en tiempo frío, el que los compra ha deestar muy bien equipado para recibirlos y ha deprestar gran atención a su crianza.

Los polluelos adquiridos de febrero a mayo secrían más fácilmente por llegar pasados los pri­meros y fuertes fríos, y son los que producen másponedoras invernales, porque, si nacieron lo mástarde en abril, dan huevos en el otoño siguientey siguen dándolos durante el invierno. Los pro­cedentes de crías tempranas (diciembre y enero)dan ya huevos en junio, julio o agosto, pero enotoño se despenen para volver a dar huevos endiciembre.

Cuando se adopta el sistema de adquirir repro­ductores, lo mejor es comprarlos a entrada del ve­rano, porque es el momento en que los que lostienen pueden darlos a menor precio por suspen­der sus crías. Adquiridos en tal momento pasanel verano, hacen su muda en el nuevo gallineroy aunque hasta el siguiente invierno no estén encondiciones de dar nuevas crías, entonces puedeesperarse que las den buenas.

Nunca deben utiliza rse reproductores de menosde un año ni de más de tres, por las razones quese darán en el próximo capítulo.

VI

DE LA REPRODUCCIÓN EN L"S GALLINAS

Salvo las palomas y los cisnes, todas las aves decorral son polígamas, porque no viven apareadas,y un macho cubre a varias hembras. En las ga­llinas, un gallo vigoroso y de raza ligera llega abastar para quince y aun para veinte gallinas, perono es conveniente darle más de diez o doce; yen razas semipesadas y pesadas, cinco o seis. Asíse asegura más la fertilidad de los huevos.

En todas las especies, para que las hembrasden huevos no es necesaria la presencia del ma­cho, error en que viven los que suponen 10 con­trario.

Cuando las hembras llegan a madurez sexual,es decir, cuando su ovario entra en actividad, em­pieza el desprendimiento de los óvulos que 10 for­man, dispuestos a manera de racimo, y su des­prendimiento se sucede con mayor o menor acti­vidad según los óvulos (oocitos) van madurando,O sea según su fecundidad. Deséchese, pues, ese

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viejo prejuicio según el cual las gallinas no ponen.(l pone-n pocos huevos. si no tienen gallo.

!\o (¡"h~· confundirse la fecundidad con la fertilidad, La fecundidad la determina la mayor omenor postuna de la gallina. mientras qr e h fer­tilidad, tanto en el gallo como en las gallinas, de­tlTl1lilla que el huevo sea fértil, es decir, [ccun­dado. Hay gallos al parecer muy vigorosos y cu­yas gal1inas dan huevos siempre claros o infcrtiles,como hay gallinas que, dando muchos huevos, to­dos o muchos de ellos no son fértiles por muchoque e11~:l1l0 las cubra.

No debe confundirse tampoco el simple actode la unión sexual, que se tiene a la vista, conla fecundación propiamente dicha, Esta es acto in­terno determinado por la uni6n de la célula qer­minativa del macho (espermatozoide) con la cé­lula qerniinatiua hembra (el óvulo) y especialmen­te con el núcleo de esta célula, aquel puntito blan­co que llena siempre la yema del huevo, y que elvulgo cree ver en él la galladura. Ese puntito blan­co, formado por el protoplasma qcrminotiuo del/nrulo, lo llevan todos los huevos, tanto si la ga­llina está con gallo, como si no lo está: lo queocurre es que, si no tiene gallo, aquel puntito(cicairicuia o germen), como no tuvo contacto conel espermatozoide, es estéril, y del mismo no pue­de salir polluelo.

El hecho de que en unos huevos se vea la ci­catrícula y en otros no, depende de que, al rom­perse y caer la yema en el plato, unas veces quedaa la vista y otras no, por estar debajo, Si en este

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caso. se voltea rápidamente la yema, con cuidadode no deshacerla. el puntito blanco queda visible.Hágase la prueba para que el lector se convenza.

En el huevo fecundado sometido a la acción delcalor, natural o artificial, en temperaturas de 39a 40 centígrados. a las dos o tres horas se iniciala formación del nuevo ser y empieza lo que sellama la incubacián,

Por naturaleza, en todas las razas de gallinaslas hembras pueden incubar, pero unas tienen ma­yor o menor predisposición. Esto es tendencia ra­cial. relacionada con su fecundidad, siendo pocaen las razas muy ponedoras y mucha en las queponen menos. En las razas meridionales o medite­rráneas la proporción de gallinas que muestrandeseos de incubar es muy reducida, y esto ocurreen las españolas, a excepción de las gallinas cata­lanas del Prat y las Paraíso, que. por llevar san­gre exótica y lejanarnente asiática, incuban a me­nudo. Esto ocurre en todas las razas de doble uti­lidad y, en general, en las pesadas y semipesadasasí como en algunas del grupo de enanas.

Cuando las hembras se disponen a incubar, seponen cluecas o lluecas, dejan de poner y, si sonellas mismas las que se apartaron los huevos y seacondicionaron el nido, empiezan la incubación.No siendo así, soportan que el hombre se lo pre­pare y admiten los huevos que se le confían.

El período de incubación, esto es, el del desarro­llo del embrión, varía en cada especie y hasta enlas razas, y en las gallinas es de veintiún días.

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I

Fig. 26.-Modelo para la construcción de un triplenido para gallinas cluecas. Medidas: 1,50 1Il. de largo

por 0.50 m. de fondo y 0,35 m. de altura.

Fig. 2i.-Nirl.o para gallina clueca. que una vez termi­nada la incubación puede también servir de pollera

durante algunos días.

/1J -

Fig. 28.-1, Caseta para tenerse muchas cluecas, concobertizo para las cajas o jaulas en las que se las tie­ne durante sus comidas. 2, Pollera de mimbre, muycorriente en todos los países. 3, Modelos de cajas pa­ra cluecas, con el nido en el fondo y recinto delante-

ro para que salgan a comer.

LA DISPOSICIÓN DEL NIDO Y LA ECHADURA

Llámase echadura al acto de poner a incubara la gallina o la pava clueca, aunque también al­canza especialmente el término al número de hue­vos que a las mismas se confía.

Hay en esto el prejuicio de que debe ser nú­mero impar, porque si es par, la incubación no va

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Fig. 29.-Modelo perfecto de pollera a doble com­partimento. Una división en el centro, hecha con lis­toncitos, permite tener en una parte de la pollerala comida especial de los polluelos, sin que puedaalcanzarla la gallina, que sólo tiene acceso a la mitad

de la pollera.

bien (?). No hay que tenerlo en cuenta porqueesto no es más que una preocupación del vulgo,que, como ha de comprenderse, no debe contar,como tampoco la de que, si la incubación empiezacon luna en cuarto creciente va bien y va malsi es en cuarto menguante. Hay en materia deechadura tantas rutinas y tantos prejuicios quecon ellos podría escribirse un libro.

Lo que importa es que los huevos sean buenos,esto es, frescos, puestos por gallinas vigorosas yfecundados por buenos gallos. Esto sí son re­quisitos esenciales, como 10 es también el de quela clueca los incube debidamente. Además defrescos (máximo huevos de ocho días), los hue-

5

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\oS mejores son los de forma normal, de cáscarapoco g~lIesa y que no se hayan guardado ni enparaje caliente ni frío. Los huevos muy grandes(de dos yemas) son impropios para la incubación.Si están sucios deben lavarse cuidadosamente cona~ua tibia.

La cloquez se aprecia viendo a la gallina o ala pava acurrucada en los nidales donde las otrasgal1inas dan el huevo o en algún rincón del ga­Jlinero. Cuando se acentúa, después de unos díasde iniciarse, se. conoce por un característico ge­mido que emite la gallina, por el erizamiento desu plumaje al quererla tocar y a veces por algúnpicotazo que al intentarlo se recibe.

La experiencia aconseja no confiarles huevo"hasta que uno tiene la certidumbre de que hande incubar bien. Para probar a la clueca se lasecuestra, encerrándola en un cesto con fondode paja o de forraje, en el que se ponen dos otres hueuas de prueba (de madera pintados deblanco, de porcelana o huevos de gallina endure­cidos por cocción, y asi, si la clueca sale malano puede romperlos).

Si durante veinticuatro horas los cubre bien.entonces se la traslada al nido, que puede dispo­nerse en un cesto o cajón de madera de unos 40por 40 centímetros y 40 de altura. En su fondose ponen algunas hojas de tomillo, de romero,de laurel o de cualquier planta aromática, cuyoolor ahuyenta los parásitos, y además, un mano­jillo de hierba fresca, para que dé al nido uncierto grado de humedad. Poniendo luego paja

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lilllpia hasta mitad d cl Ilido y ahucc:'llldoia en elcentro del mismo para dar mejor cabida a loshuevos, se ponen éstos en número impa r (J par ,proporcional al volumen de la clu eca, po rqu e si~·. l' pon en dClnasiados. a veces 110 pu ed e cubrirloslodos , Corno todos los días los cambia de lugar,llevando los dc la pe ri ¡cría al cent ro \' a la in­vers a . así , unos tras otros. van quedando fríos yla incubación se ma lozra .

¡:¡".. ,In.- Ga llina in cubando en nido d ispu est o a l ai r elib re.

Así dispuesto el nido y d espués d e cerciorarsedc q ue 1'1 aue v a limpia d e piojillo, se la colocasuave mente en el nid o y és te se cubre con algoque no la atufe.

Los nidos pueden disponerse en interiores. eli­giendo local es de poco trán sito y de pocos ruidos.pero en la buena est aci ón, es deci r, en primaveray en verano (aunque las incubacione s veran iegas

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no son rl'colllt'ndaIJII':' ), Jos nidos pueden dis¡« »ncrse al aire Iibre. practi cando una peq ueña vx ­ca va r ion en el terreno, r1 isponicnrlo en ella elnido tal CI Jll HJ ant es se dijo, y manteniendo la,,111" ':<1 cn ('1. t'nlplt'a ndo UII c:¡j l'In dv madera si ntal,l;1 del:lIlt l'l'a v sin ¡,,"do,

Es también un excelente modelo dc nidos pa ra,'luecas 1'1 que se reprl'sl'nta (' 11 las fig uras ..dí y 27,

Cuando la raza de g;¡lJin;¡s que se t ien en es delas que incuhn n poco , el a viculto r pu ed e aux i

F ig, 3 1.-_~ li,aj e de los huevos al t raslu z dc un a l ámpa ­ra , a los siete d ías de inr uhaci óu. J , I! llevo con ge rme llv i vo. 2. l Iucvo ro1l gennt'lI muc rtu, 3. F:d"' IJ gl'rnH'tl, 1 I

hu evo vi('io iuút il, !{, E\\\1>,i¡"11 vivo. ( ;, ( ;['\'111('11 m uer to.ir. Círculo roj o, I l, \ l a llclla "'('l Ira ,

lia rse incuband o con pavas de Indias, muy pre­d isp uest as ;¡ la cloquez y q ue, hast a s in qu e el la spidan incub a r se las puede inclinar a ello, teni én ­dolas a lgu nos días en pa ra j e oscu ro , en un ces totapado y con hu evos de p rueb a . Procurándolo conpavas viej as, muc ha s veces un So por 100 ent ra nen ca lor, y respondiendo al trata miento, se qu e­dan cluecas.

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Cuando se ponen echaduras, es conveniente po­ner dos o tres a la vez (el mismo día), porque,cuando a los seis o siete días de incubación Si:

hace el miraje de los huevos, al retirarse los in­fértiles (claros), a veces quedan pocos en los nidosy juntando los que queden, a una de las gallinasse le da nueva echadura.

El huevo claro se distingue porque aparecetraslúcido como el primer día. El que lleva germenvivo deja ver en su interior como una araña queen el huevo se mueve, pero si en él se ve comoun puntito negro rodeado.de un círculo rojizo, esque el germen murió, y el huevo debe ser tam­bién retirado, porque se corrompería.

CUIDADOS A LA CLUECA Y NACIMIENTOS

La gallina o la pava que incuban no requierenotro cuidado que el de vigilar que todos los díasse levanten una o dos veces para comer y eva­cuar. Su alimentación debe reducirse a los granos(maíz o trigo) y migajas de pan, a título de go­losina.

'Abierto el nido, si la clueca no sale por símisma, hay que echarla de él cuidadosamentepara que no rompa huevos. Luego se la dejatranquila, y después de haber comido, por si mis­ma vuelve a los huevos. En la primera semana,a los pocos minutos; en la segunda, tarda más, yen la tercera (hasta los dieciocho días), a vecespermanece fuera del nido un cuarto de hora. En

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cambio, en los dos días que preceden al naci­miento, como percibe ya la vida de los polluelos,se resiste a salir, )' el último día apenas come,temerosa de que se malogre su prole. Hay quevigílar también que el nido no se ensucie con de­yecciones de la clueca o por rotura de algún hue­vo, en cuyo caso procede sn limpieza, poniendopaja limpia.

A los veinte días muchos polluelos empiezan apicar el cascarón, y a los veintiuno van naciendopor orden de vigor yde frescura del huevo alponerlo en incubación .. Los que primero nacenson los que proceden de los huevos que se pu­sieron más frescos y aquéllos en que el germenes más vigoroso. Si se marcaran los que primeronacen y los últimos en nacer, fácil sería luegocomprobar la relación que ello guarda con sumayor y mejor desarrollo en la crianza y hastaen la ulterior producción.

Nunca se debe pensar en ayudar a un polluelopara que salga del cascarón. El que no sale porsí mismo es ser débil que ningún producto ciaría.

Aun cuando por temor a que la clueca aplastealgún polluelo sea costumbre la de írselos qui­tando a medida que van naciendo, esto no debehacerse. Es mejor dejarla quieta hasta la mañanadel día 22, en cuyo momento se la retira delnido, se toman con cuidado los polluelos en uncestito y se le vuelven a dar en la pollera.

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CRíA Y RECRíA

Bajo el nombre de periodo de cría, en Avicul­tura se entiende aquél en que el polluelo necesitade ciertos cuidados y de una alimentación espe­

.cía1 que tienda a facilitar su crecimiento y a robustecerle. Su duración es de dos o tres meses. ,\esta edad ya puede corretear libremente, no re­quiere calor y acaba de desarrollarse, adquiriendola plenitud de características propias del sexo yde la raza o de la variedad a que pertenece elindividuo. A este período se le denomina de re­cria, y dura, hasta que se manifiestan sus apti­tudes sexuales, cantando y persiguiendo a las ga­llinas los machos y empezando a dar huevos laspollitas.

Durante estos períodos, especialmente en el decría, los polluelos están expuestos a muchos pc­ligros, y pasan ciertas crisis, en las que puedesucumbir.

Cuando es la gallina o la pava clueca la queconduce los polluelos, hasta las siete semanas denacidos (momento en que suelen abandonarlos),la naturaleza cuida de evitarlos, porque la rna­dre, propia o adoptiva, instintivamente sabe cómohacerlo. A pesar de todo, algunos no se evitan,como los que proceden de gérmenes patógenos,con los que el polluelo ya nació, o los que puedeninfectarle por los alimentos o por estar sobreel terreno en que corretean los polluelos. Alúdeseaquí a la diarrea blanca (pullorosis) y a la cocci­dioses, enfermedades de la infancia del polluelo,

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de las que nos ocuparemos en el capítulo co­rrespondiente.

Cuando los polluelos deben criarse artificial­mente y en grandes grupos, a esos peligros sesuman muchos otros, entre los cuales descuella laregulación del calor que les es necesario. De ahíque para criar bien nada sea tan recomendablecomo lo que se hace confiando la crianza a galli­nas o pavas cluecas.

Terminado este trabajo, y generalmente cuandolos polluelos tienen de seis a siete semanas, lagallina los abandona y vuelve a dar huevos.

De la alimentación de los polluelos en cría yen recría nos ocuparemos en el capítulo que a laalimentación dedicaremos.

CRIANZA ARTIFICIAL

Cuando se trabaja a base de incubación artifi­cial. hay que auxiliarse utilizando alg-uno de esos

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innumerables sistemas de criadoras que tienensiempre corno base la calefacción del local t:n' (Hlese tienen los polluelos y especialmente lazona delpiso, más próxima al calefactor, -c- "·'~l

Las más modernas son las llamadas de C"'IV ocanipana de metal, cale íacta por agua o vapor.de agua, por petróleo o por electricidad. Para­grandes cantidades de polluelos, hasta su col1!l­truyen casas polleras dotadas de calefacción cen­tral, y aún se crían los polluelos, hasta las ochoo las nueve semanas, en estanterías (baterías), demetal, con las que ,en superficie de un metro cua­drado, y en cinco pisos, pueden criarse hasta 5°0polluelos.

Críense de una manera o de otra, la crianzaartificial tiene y tendrá siempre muchos inconve­nientes y no estará nunca al alcance de los aldeanos y campesinos.

Polluelos recién nacidos.

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--x

p IlL v v di-~ .'~ ..1>...__~_

Fig. 32.-Disposición de una caseta para la crianzade grandes grupos de polluelos. Para 500 polluelos,4 por 4 m., 2 m. de altura delantera y r.50 m. en lapared de fondo. V, Ventanales. A, Salidas del airecaliente. B, Entrada de aire puro dispuestas a r m.del suelo. e, Aparato calefactor a criadora de cam-

pana.

j .:;

Fig. 34.-Modelos de criadoras artificiales. Arriba: paragrupos de lOO a ISO. con pequeña lámpara de petróleo oelectricidad. Centro: campana para .200 hasta sao po­lluelos. con cafelactor de llama azul. Abajo i, gran cria­dora de campana con calefacción por estufa de carbón.

VII

MODERNA TEORíA m: LA FECUNDIDAD

Todo el mundo sabe cuáles son los órganosgenitales de las aves, y no hay para qué dete­nemos en su descripción, pero si importan al­gunas consideraciones sobre el ovario, verdaderamáquina elaboradora del exceso de materia nu­tritiva ingerida por el animal, y transformadaen huevos por dicho órgano.

El ovario es una glándula secretora de unamateria rojo-amarillenta, vulgarmente llamadayema, y cuyo nombre técnico es vitelo o vitelus.Es glándula, como granulosa, formada por sin­número de vejiguillas esféricas, que al llegar elave a madurez sexual van llenándose sucesiva­mente de yema, y a medida que esto ocurre (quemaduran), van desprendiéndos.e del ovario, cayen­do en el ó"gano denominado oviducto. En una delas secciones de éste, la yema se rodea o envuelvede clara (albúmina) y en la siguiente, ésta se re­cubre de materia calcárea (cáscara). expulsándose

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seguidamente el huevo completo. COolO la natu­raleza del ave no puede substraerse a esa fun­ción fisiológica, aun cuando las gallinas no esténcon el gallo, tiene que cumplirse.

Así como los mamíferos, y entre ellos la mu­jer, tiene dos ovarios, las aves, normalmente, notienen más que uno, el izquierdo, pues el de laderecha, si bien comenzó a formarse en el nuevoser, a los pocos días de iniciado su desarrollo em­brional, y por uno de esos misteriosos caprichosde la naturaleza, se atrofia, y cuando la hembranace sólo tiene el ovario izquierdo. Hay que ad­vertir, sin embargo, que esto no ocurre fatal­mente, y que en un cierto porcentaje de gallinasse dan casos de la presencia de los dos ovarios.Esto, como se comprende, da lugar a una enor­me postura, y téngase presente, aunque por aho­ra no volvamos a tratar de ello, y sigamos refi­riéndonos a la normalidad.

Cuanto mayor es la actividad ovárica, esto cs.cuanto más activa es la producción de yema, másponedora es la hembra, porque los óvulos, queen realidad son células qerminctiuas que de ellaemanan, se van desprendiendo con mayor fre­cuencia y con mayor regularidad.

Cuando la gallina nace, su ovario es ya porta­dor de un número considerable de oocitos, a ve­ces más de mil; pero si la actividad secretora delovario es poca, puede darse el caso de que, s(·­gregándosc poco vitelus, maduren muy lentamen­te y. por lo t~nto, p;tdiendo dar es?s mil ~uev()s

en cuatro o cmco anos, no dé en estos mas que

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~(X), y llegue a morir de vieja sin dar los otros.En cambio, cuando hay gran actividad en el

ovario, la puesta, además de ser prematura, ini­ciándose la madurez sexual a los cinco () seismeses, y algunas veces antes, la puesta es abun­dante, siéndolo más en los doce meses siguientesa la postura del primer huevo, que en el segundoaño. y en toste más que en el te ré:c ro, porque conla edad aquella actividad decrece. Una gallinaque en los doce meses siguientes a la postura delprimer huevo dé 200, en el segundo año posible­mente no dará más de 160 y en el tercero muchoserá que dé 120. La mayor producción la da lagallina en su primer año de postura, o sea de loscinco () seis meses hasta los dieciocho o veinte,según la edad (en días) en que dió el primer hue­vo. En el segundo año, si la puesta decrece, loshuevos son más grandes o más pesados, y, desdeluego, el vigor de los gérmenes es mayor y dannacimiento a crías más robustas.

En las razas de gallinas más generalizadas enel mundo, su estudio y lo que la experimenta­ción en ellas ha puesto de manifiesto, permite es­tablecer la siguiente escala de

Promedios normales de postura en el primer añoen gallinas no seleccionadas

Gallinas camperas corrientes........................... 75Razas españ olas definidas................................ T10

Wyandottes 120

Plymouth Rock................................................ 120Rhode Istand................................................... 140

Leghorn hlanca................................ 140

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Esto no quiere decir que en cualquiera de estasrazas no haya muchas gallinas capaces de dar 20D,

250 Y más huevos, y hasta algunos rccords de 300

y mayores; pero hay que guiarse por los prome­dios resultantes, tomarlos en grandes gm pos degallinas, en los cuales, aun siendo de la mismaraza, las hay superiores. buenas, medianas ymalas.

En el Canadá, donde anualmente se celebra ungran concurso de puesta nacional, en el que to­man parte diez mil y doce mil gaJlinas de diversasrazas, sólo un 55 a un 56 por 100 dan más deIS0 huevos, y esas gallinas fenómeno que dan 300

o más huevos, ningún año se revelan en propor­ciones de más del 2 por 1.000, Y aun, en muchasde esas portentosas ponedoras se ha descubiertoque eran portadoras de los dos ovarios, de cuyaposible existencia antes se hizo mención.

En gallinas muy seleccionadas, los promediosde postura aumentan considerablemente; así, pues,téngase en cuenta que los promedios citados re­fiérense a manadas de gallinas de las razas in­dicadas, en las que no se ha seleccionado.

Las gatlinas que más ponen suelen dar los hue­vos más pequeños que las que ponen poco, y estodebe tenerse también en cuenta, porque a vecesla calidad da más beneficio que la cantidad.

TEORÍA FACTORIAL DE LA FECLTNDIDAD

Hasta principios de este siglo se sabía que, engallinas de la misma raza, bien alimentadas unas

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y mal alimentadas otras, las primeras daban máshuevos que las segundas. Se sabia que, en tiem­pos y lugares lluviosos, y con los fuertes vientos,menguaba la postura, así como, que la activabael buen tiempo. La mayor o la menor postura seatribuía solamente a las influencias internas oexternas que actuaban sobre las actividades OV;\­

ricas.Como la teoría factorial iniciada por Mendel

al estudiar en las plantas, no fué divulgada hastafines del siglo XIX y hasta los albores del pre­sente no fué aplicada por los genetistas a losanimales, no se pensaba entonces en la existenciade un qene o factor genético, y, naturalmente,hereditario, determinante de la mayor o menorfecundidad en los animales. Sabido esto, el doc­tor Raymundo Pea rl. norteamericano, y otros, porlos años de IQIO al 1920, lanzaron la teoría deque la fecundidad de las gallinas, como la detodos los vertebrados. es decir, sus actividadesováricas, uicne determinada por un factor aeni­tal que puede ser y es más o menos apreciableen el individuo, según las influencias internas oexternas que actúen sobre el mismo, pero siern­pre es transmisible a su descendencia.

Una gallina mala ponedora dará más huevosde los que por sí misma daría si con determina­dos alimentos se favorece su actividad ovárica,como dará más en un medio o en un ambientefavorable a ello que en otro. Hasta la altitud so­bre el nivel del mar (en ciertos límites), da acti­vidad al ovario por influencia externa, como la

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da, o la mengua, respectivamente, el buen o el maltiempo; pero las hijas de la mala ponedora serántan malas como ella.

Por el contrario, si una gallina portadora defactor genético ele la fecundidad en grado supe­rior, es hija de madre ponedora invernal de 250

o más huevos, y de padre a su vez hijo de otrade igual categoría, mal alimentada o tenida bajoinfluencias internas o externas desfavorables ala buena postura, parecerá mala por dar pocoshuevos, pero su descendencia, si está mejor tra­tada que ella, volverá a poner de manifiesto lafecundidad heredada de las abuelas.

El factor genético de la buena postura es, pues,lo que en realidad determina las condiciones po­nedoras de la gallina y lo que ha de servir de baseen los trabajos de selección y de la formación delos grupos de reproductores. De ahi que sólo enelJo ha de verse la guía del seleccionador, por­que de los agentes internos o externos que puedaninfluenciar en las condiciones del individuo, deesto bien puede cuidar el avicultor, procurandoque sean, más bien que deprimentes, estimulante ~

de la buena postura. 'A base de las clasificaciones de las gallinas, por

razón de su postura, establecidas en Norteamé­rica por Pearl y en Inglaterra por Osear Smart,en su libro La herencia de la fecundidad, ya tra­ducido y publicado en lengua castellana por P. LeBec, véase seguidamente la clasificación univer­salmente reconocida como buena.

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GALLlJliAS BUENAS Y GALLINAS ~IALAS

Se dan C0l\10 buenas y mejores las gallinas queen su primer año de postura, es decir, en los docemeses siguientes a la postura del primer huevoy sin [orearlas COII la alinicntacián yo/ros csti­mulantes, dan un gran número de huevos, y deellos bastantes en otoño e invierno, hasta fin deenero. Entre éstas se dan todavía como superioreslas que dieron los huevos de mayor peso, las quelos dieron con ritmo más lijo, es decir, con des­cansos bien regulares y cortos, y las que mues­tran más persistencia en la postura, o sea que lasostuvieren durante casi todo el año.

Mayor importancia que el número de huevosla tiene la postura otoñal e invernal en las pollasnacidas en primavera, porque el número de hue­vos es factor de efectos fluctuantes, mientras queel factor de la puesta invernal es fijo y el quemejor se perpetúa en la descendencia.

La escala o guía de Pearl y Smart, que, conalgunas diferencias de criterio, casi coinciden.está fundamentada en cifras que han tenido queestablecerse algún tanto convencionalmente (puesde algunas había de partir), pero es ya escalauniversalmente admitida como buena y así seprecisa.

CLASU'JCACIóN DE SMART

Gallinas malas o gallinas cero.-Las que naci­das en primavera no dan ni un huevo antes de

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fin ele enero y en el primer año no dan IllflS ele Rohuevos.

Gallinas medianas o aallinos núsn cro J.-Lasque. dando en el primer año dc postura de 80 ;¡

210 huevos, dan por lo menos :1!g-unos (no másde 10) en otoño e invierno. hasta fin de enero. .

Gallinas buenas o oollinas l1Úml'rO 2.-1.as que.habiendo nacido siernnrc en primavera. de otoñoa fin de enero dan más de 10 huevos. y en elprimer año dan por 10 menos T40, pudiendo 11e­r-ar hasta 280 o más.

Partiendo de estas cifras, las mejores ponedo­ras son las de número 2. Las número T. aunouelas califiquemos de medianas. son también ex­relentes ponedoras si dan más de LlO huevos.nero como por factor fluctuante pueden dar has­ta menos de 100. uno no puede fiar en su ~es­cendencia como con las número 2.

Si a las fTal1inas 2 se le dan rrallo hijo a suvez de eallina 2, la descendencia sale toda huena :nero si se les da (Ta11o de caterrorla inferior. CO!T'O

el factor anortado por el macho eierce cierto pre­dominio sobre el materno, la desce-idencia se re­siente. en tanto me iora cuando a vallinas de nú­mero r Sp les darrzallos de categoría número 2.

Inútil es decir que gallos V gallinas eero deben sersiemore eliminados de la reproducción.

Tal es la técnica que hoy en día sirve de baseetc traba io a los huenos avicultores en todo el

. mundo. y sin atenerse a ella no es posible que

. nadie lovre formarse un buen gallinero.Cuando se pregunta ¡cuál es la mejor raza de

qollinas], hay que contestar siempre : la que elavicultor loqra poseer a base de una buena raza.de trabajo y de uno constante selección: de es­la última vamos a tratar en el siguiente capítulo,

Fig. 35.-Tipu de la, incubadoras artificiales más co­rrientes en España.

VIII

I'J.tÁCTICAS DE SELECCIÓN Y ELECCIÓN DE RLTENAS

REPRODUCTORAS

Seleccionar es separar o elegir lo bueno, y delo bueno buscar siempre lo mejor. No debe con­fundirse el simple trabajo de entresacar de ungrupo de gallinas las malas (esto es, triar, paraeliminar las que han de darse como desecho), conel seleccionar, que tiende a separar las mejores.no ya con miras a su venta, sino a la posible bon­dad de la descendencia que de las elegidas sepuede esperar.

Aun cuando hay varios métodos o sistemas deselección, si se trata de gallinas ponedoras, no hayduda de que el mejor es atenerse al número ya la calidad de los huevos dados por la gallina ensu primer año de postura, contándolo desde lapuesta del primer huevo.

Para esto hay que trabajar a base de nidales­registradores, que hoy se encuentran en España

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en todos los comercios y granjas donde se ven­de: material a virola.

En estos ponederos. de: madera o de metal,cuando la gallina entra en ellos a dar el huevo,cae una trampilla que: la encierra en ellos, y unavez da el huevo, no puede salir si no se va porella.

Como tudas las gallinas están provistas d'~

una pulsera metálica o de celuloide numerada, obien de una chapita llevando un número, día pordía y huevo tras huevo, se va anotando su pos­tura y hasta la calidad de los huevos. Así es comoal fin del año se puede establecer fijamente sucomportamiento durante el mismo.

Sin llevarse el registro de la postura, podrásaberse al finalizar el año el promedio de posturaque ha dado una manada de gallinas, dividiendoel número de huevos por el de gallinas, perucomo de ellas unas habrán dado muchos yotras habrán dado pocos, si estas últimas no seeliminan, al siguiente año uno sigue manteniendolas que no producen, que. a veces, no dan ni paracubrír el valor de lo que comieron, y con éstasel beneficio es menor del que se obtendría tenién­dalas todas buenas. De otra parte, no pudiendosaber cuáles fueron las de alta postura, cuandollega el momento de formar los grupos de repro­ductores, no se puede saber tampoco cuáles sonlas que más convienen para ello.

Ahora bien: como ya se dijo que, en cuanto afecundidad, el gene o factor más permanente ofijo es el de la postura invernal y otoñal, aun

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Fig, 37.-Pone<leros de metal, registradores de la pos­tura. Tipo americano.

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Fig. 3H.-ModeJos de pulseras o sortijas de celuloidey de metal para la marcación de las gallinas, y tala­dro para imponer marcas in terdigitales a los pollue­los, al tiempo de nacer, con el objeto de conocersesu procedencia. Pueden combinarse hasta 30 marcas

distintas.

cuando no se practique el registro riguroso de lapostura, hay un procedimiento muy sencillo paradescubrir las mejores gallinas, y es el siguiente:

Cuando entre las pollitas nacidas de febrero amayo se ve a una dando huevos en octubre, sele pone en la patita una sortija de celuloide ose le ata una cinta, colorada por ejemplo. Si em­pieza a poner en noviembre, la cinta o la sortija

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se le pone de color verde, y si es en diciembrecuando empieza a poner, la sortija o cinta esamarilla.

Si la pollita que empezó a poner en octubre,y que lleva ya el distinti vo colorado, sigue po­niendo en noviembre, además de éste se le agregael verde, y si sostiene la puesta en diciembre, aúnse le agrega el amarillo. Si puso en octubre y,descansando yn noviembre, volvió a poner en di­ciembre, llevará sólo los distintivos colorado yamarillo, y, por lo tanto, indicará menor persis­tencia en la puesta invernal que la presencia delas tres sortijas.

Con este procedimiento, cuando menos descu­brimos y clasificamos las ponedoras invernales,y como casi siempre éstas son las de mayor pos­tura, con ellas pueden formarse los grupos de re­productoras con grandes probabilidades de haberdado con las huenas.

Sin tales procedimientos, la selección con mirasal mejoramiento de la postura no se concibe.

OTROS SISTEMAS DE SELECCIÓN

Ciúto es que se preconizan otras guías o pau­tas que no dejan de tener su buen fundamento.pero no son nunca tan seg-uras como el registrode la postura o el descubrimiento de las pone­doras invernales.

Aludimos a la selección por la vista y por eltacto, que tienen por base la configuración de la

gallina, la viveza de la mirada, la coloración, eldesarrollo y la tiesura de la cresta y otros signosque suelen coincidir en las buenas ponedoras, ro­mo la amplitud de su abdomen, apreciad"} por ladistancia que separa los dos isquiones de la ex­1remidad posterior de la quilla del esternón, y laseparación de los isquiones.

Se trata aquí, más que de la selección, propia­mente dicha, de una práctica para entresacar deuna manada de gallinas que han terminado supostura, las que pueden darse como buenas y lasque hay que desechar. La preconizó un norte­americano, Walter Hagan, y tiene por base, darcomo buenas, por admitirse que han podido darmuchos huevos, aquellas gallinas en las que pue­dan colocarse cuatro dedos de mano de hombreentre los isquiones y la punta del esternón, ytres entre los dos isquiones (fig. 39). Es comple­mento de ello la viscosidad de la mucosa del anoy su coloración rosácea, así como la flexibilidadde los huesos isquiones.

Cuando no se atendió a la postura durante elaño y no hay otro medio, bueno es que se recu­rra al método de selección de Hagan, pero tén­gase en cuenta que, si bien al aplicarlo, en mu­chos casos se acierta, coincidiendo su base con lagran postura, en otros falla, dándose el caso deque en gallinas cuyo registro de postura acusórecords de 250 y más huevos, resultan de am­plitud abdominal deficiente y, en cambio, otrasque no dieron ni 100 huevos muestran grandesamplitudes.

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(1) (a

Fig. 39.-Arriba: Tipo de buenas ponedoras en razameridional y en razas modernas. Abajo: Medición dela amplitud abdominal por el método Hogan. En lashuenas ponedoras deben caber tres dedos entre losdos huesos isquiories (1 >, y cuatro entre éstos y la

punta de la quilla del esternón (2).

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Ante esto, sólo a base del riguroso registro dela postura, o por lo menos del simple descubri­miento de las ponedoras, de octubre a enero in­clusive, cabe trabajar en materia de selección.C01ll0 es la base principal de la moderna avicul­tura, téngase muy presente, pero debiendo tener­se en cuenta ciertos complementos de los que va­rnos a tratar antes de poner fin a este capítulo.

Nos referimos al vigor de los reproductoresen el preciso momento de formar los grupos paraque procreen, y a las selecciones con miras pura­mente morfológicas o patológicas, que han de sersiempre complemento de la fisiología, con sim­ples miras a la postura y a la formación de losgrupos de reproductores.

LA SELECCIÓN MORFOLÓGICA

Es la que tiende a conservar, a mejorar y aveces a recuperar características esenciales en unaraza de animales y tiene su base en la elecciónde los gallos y de las gallinas que más se apro­ximen al tipo de perfección, de acuerdo con elmodelo o patrón (standard) decretado por losClubs de avicultores dedicados exclusivamente alcultivo de la raza y a criarla en concepto de avesde buen tipo o de exposición.

Para esto, el avicultor ha de conocer dicho pa­trón. ha de saber lo que, según el mismo, cons­tituyen cualidades y lo que son taras y defectos,porque, como tanto las cualidades corno muchos

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de los defectos (por determinarlos factores ge·néticos), son transmisibles a la desdencendia, sólodeben darse a la reproducción los individuos per­fectos o los que más se aproximen a serlo, eli­minándose de la reproducción los portadores dedefectos y hasta de ciertas taras, si pueden sertambién hereditarias,

SELECCIÓN PATOLÓGICA

Esta selección tiende a no dar a la reproducciónindividuos en los que pueda haber predisposicio­nes patológicas, o que puedan ser portadores degérmenes infecciosos.

Esta es la selección en la que menos se fijanla mayoría de los avicultores, y, sin embargo, esde tal importancia, que sólo a base de la mismapuede conducirse la lucha eficaz contra ciertosmales.

En las gallinas y demás aves de corral, comoen tocios los animales, hay individuos de .natura­leza inmune o receptiva a ciertos males, y su in­munidad o su receptividad es heredada por ladescendencia. Gallos y gallinas receptivos a unmismo mal sólo pueden engendrar individuos re­ceptivos al mismo, y si uno de los progenitores esreceptivo y el otro no, también puede ocurriresto, porque la receptividad suele ser factor do­minante y prevalece cuando menos en la prolede primera generación.

Hay individuos al parecer sanos, pero afectos

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a ciertos males, como la tuberculosis, por ejem­plo, o bien portadores de bacilos, inofensivos enel animal adulto, pero patógenos en los polluelos.Como éstos nacen ya infectados, si no muerenpor efecto de esto, siguen siendo portabacilos du­rante toda su vida.

En este caso se encuentran los polluelos quepadeces la pullorosis o diarrea blanca, por nacerde huevos ya infectados por los reproductores 1'01"­

tabacilos. Hasta la cocculiosis, con ser enferme­dad parasitaria, puede contraerla el pollueloraun­que muy raramente, por estar coccidiosa la ga­llina que dió el huevo.

En lo que afecta a la diarrea blanca, que esel principal azote de los polluc1os, hoy se ha vistoque hay una notable proporción de gallos y degallinas en los que el bacilus pullorum, que laproduce, vive en estado saprofltico o inofensivo,en los animales adultos, y como el simple aná­lisis de su sangre lo revela. no dando a la re­producción más que animales limpios del fatalbacilo, fácil es acabar con el mismo en dos o tres'generaciones.

La selección patológica tiene, pues, su funda­mento en no dar a la reproducción más que in­dividuos perfectamente sanos, y a ser posible sa­berlo por medio de pruebas. inmunes cuando me­nos a las enfermedades más corrientes y comu­nes, tales como el moquillo o coriza contagiosa, ala viruela, a la difteria y, desde luego, de reacciónnegativa en el sucroduutnástico de la día rrca blanca )' de 1;\ tuberculosis',

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\"¡C;OI{ EN LOS REPRODUCTORES Y FOIUL\UÓN

DE SUS GIWPOS

Las selecciones, en sí mismas, así la fisiológic,COIllO la morfológica y la patológica, constituyenuna guía y hasta una base para la elección delos buenos reproductores, pero sin el vigor ab­soluto de éstos en el momento de procrear, depoco sirven, porque aun perpetuándose en la des­cendencia todas las cualidades o las característi­cas que en ella quieren reunirse, si por debili­dad de los padres la prole nace floja, de ella nopuede esperarse buena producción.

Puede un gallo ser hijo de una espléndida po­nedora y puede una gallina haberse revelado enel registro de su postura como tipo número 2, perosi aquél, por efecto de sus servicios, se gastú, osi la gallina se debilitó mucho por su gran pos­tura de primer año, cabe perfectamente que, portales causas o por deficiente alimentación, en elmomento de juntarles no estén en pleno vigor, yde ello han de resentirse necesariamente los fru­tos de su unión, cosa apreciable en los polluelosnacidos y muchas veces antes, en la proporciónde embriones que mueren en cáscara, y aun enla de huevos infértiles que de tal unión se co­sechan.

El vigor de los reproductores se aprecia ensus actividades, en la viveza de sus movimientos.en la brillantez de su mirada, en la finura de suplumaje, en la plenitud y dureza de sus carnes,

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en su normal apetito y en la tiesura y coloraciónroja de sus crestas, entre otros signos, en cuyodetalle no es posible que entremos por no dara este capítulo excesiva extensión,

Los reproductores no deben ser nunca ni jú­venes, de menos de un año, ni viejos. de más detres. Si se emplean gallinas viejas hay que darlesg-allo joven, de un año, y al gallo viejo gallinasjóvenes.

Cuando se quieren crías con miras a la pos­tura o a la producción de volatería de desarrolloprecoz para darla al consumo, los reproductoresno deben estar emparentados. La mezcla de san­gres constituye un gran elemento para el ali­mento de la producción y. en general, para la ob­tención de crías vigorosas.

En cambio, cuando se tiende a perpetuar carac­terísticas raciales y especialmente a mantener untipo alcanzado por el seleccionador, la consangui­nidad de los reproductores se impone, llevándolacon cordura mediante reglas o pautas que debenser estudiadas. y, sobre todo, no uniendo nuncahermanos ni manteniéndola durante más allá decinco o seis generaciones.

Los animales elegidos como reproductores de­ben tenerse separados y privados de todo con­tacto sexual durante los tres o cuatro meses queprecedan a su unión. siendo el mejor momentopara ello los meses de enero, febrero. marzo <'abril, nunca antes ni después, porque es en talesmeses que están en pleno vigor sexual y dan lasmejores crías, .

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El número de gallinas a dar a \.111 gallo varíasegún las razas, y aun en cada urta de cUas se­gún el vigor de los gallos. Ya se dijo en otro capi- ,­tulo que en algunas razas un galto puede cubrirhasta 15 Ó 20 gallinas, pero para no agotarloy asegurar una buena proporción de huevos fe­cundados (fértiles), no deben dársele más de 10

Ó 12 en las razas ligeras y cinco o seis en las se­mipesadas y pesadas.

Como recomendación final, diremos que, paramantener en buen estado los reproductores, en elmes de mayo, cuando es ya conveniente suspen­der las crías, los grupos de reproductores debendeshacerse, teniéndose los gallos separados de lasgallinas hasta el mes de noviembre o diciembre.en que vuelven a juntarse para poder tener críastempranas.

Al juntar los reproductores debe tenerse pre­sente que, a los tres o cuatro días, y a veces an­tes, los huevos pueden ya ser fecundados, y queal separarlos, como en un salto el gallo emite es­permatozoides que conservan su vitalidad variosdías, y sucesivamente van fecundando varios óvu­los, durante quince o veinte días, todavía puedenseguirse cosechando huevos fecundados, cosas queel avicultor debe tener presentes.

Dicho esto, pasemos ya a otro asunto, no me­nos importante, que es el de la buena alimentación.

7

IX

DE LA ALIMENTACIÓN

Las gallinas, como los pavos, los patos y losgansos, son animales omnívoros, lo cual quiere de­cir que su natural régimen alimenticio admite todaclase de materias, así los granos y, en general.las substancias de origen vegetal, como las de ori­gen animal y hasta ciertos minerales.

Si a tina de esas aves, tenida en riguroso ayu­no durante un par de días, se la suelta en elcampo para que se llene el buche con lo que leplazca ingerir, y luego se le abre para saber loque ha comido, encontraremos grano, hierbecitas,hojas de hortalizas, larvas, insectos y hasta tierray arena. En aquel buche puede leerse, como enun libro abierto, 10 que el animal apetece. Comosegún lo que come. en su organismo se producenefectos distintos, de ahí que la Zootecnia hayaestudiado y resuelto lo que a los animales con­viene. y el avicultor, como el ganadero, debenfiar en ello.

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No siendo posible que en este folleto se expli­que todo lo que el avicultor debe saber en ma­teria de alimentación, tenemos que limitarnos ahacer mención de lo más esencial.

INDICACIONES TÉCNICAS

Los alimentos no sólo nutren y mantienen alindividuo, aportando a su organismo los elemen­tos reparadores de su desgaste, en oxígeno hi­drógeno, grasas, extractos no azoados y hasta sa­les minerales, sino que, según sea su composiciónquímica y la proporción o relación que guardenentre la parte azoada o nitrogenada de los mis­mos (albúminas o proteínas) y la no azoada (gra­sas, aceites, hidratos de carbono, etc.), le engor­dan, o estimulan su producción en huevos.

Para el sostenimiento del organismo basta conque la relación nutritiva de los alimentos que elanimal ingiere en el período de veinticuatro ho­ras sea de 1 :5, porque es en tal proporción queen el mismo se desgastan sus componentes azoa­dos, y las grasas y los no azoados. Si en la racióngeneral abundan las proteínas, guardando relacio­nes estrechas de 1 :2, 1:3 Ó 1 :4, la alimentacióntiende a favorecer la postura, pero si la relaciónes amplia, como de 1 :7. 1 :8, I:IO Ó aún másamplia, el animal engorda, en detrimento de lapostura.

A base de esto, después de estudiarse en ladigestibilidad de muchas clases de alimentos y te-

.rr; 100-

nida en cuenta ésta v el verdadero valor nuiritiuode los mismos. por las calorias que desarrollan ylas unidades nutritiras que aportan al organis­mo, han podido establecerse regímenes alimenti­cios adecuados a las conveniencias del individuosegún su edad ,), a las del avicultor, en relacióncon los productos que de las gallinas desea obtener.

La producción de los huevos, es decir, la se­creción vitelina que ha de llenar los ovocitos paraque maduren y puedan formarse aquéllos, asícomo la producción de carne y de grasas tienencomo materia prima, los elementos químicos delos alimentos Que, sobrantes, una vez repuestos losdesgastes orgánicos, nasan a ser huevos, a sar car­ne y a ser grasa, Sabido esto, fácil es comprenderQue según la naturaleza de dichos sobrantes, sefavorece la postura o se activa el encorde delave, Pensar que con un mismo régimen alimen­ticio puedan lograrse ambas cosas a la vez, que­riéndose que el animal dé el máximo de su pro­ducción en un sentido o en otro. es un lamenta­ble error.

Por esto hay que establecer diferencias, par­tiendo de la base de Que los granos, especialmenteel maíz, la cebada, el alforfón o trizo sarracenoy sus harinas, así como ciertos tubérculos comolas patatas, son alimentos enzordantes, en tantola avena. el trigo. la hierba de prado, la alfalfa,el trébol y otros forrajes. tiernos o secos, los re­siduos de la molienda del trigo (salvado. salvadi­110 o afrecho) , las harinas bajas y las substancias

- tOl-

de origen animal, no grasientas, estimulan la pos­tura, y manteniendo al ave muy vigorosa, danlugar a que dé muchos huevos.

La gallina campera, a la que gentralmente se leda como grano, maíz o cebada, si no comieraotra cosa, engordaría, pero a costa de dar pocoshuevos. Si los da, es porque el exceso de grasasy de elementos no azoados, que van en dichos gra­nos, queda compensado por la riqueza en elemen­tos nitrogenados, que van en el afrecho o en elsalvado con los que se les preparan los amasijos,y en los forrajes, en las hierbas y, sobre todo,en los insectos, larvas, babosas y otras materiasanimales que la gallina caza en sus correrías.

En los planes alimenticios, de los que seguida­mente haremos mención, todo esto se ha tenidoen cuenta y además, se ha pensado también en lariqueza uitaminica de algunos alimentos, porquelos hay que, aun siendo muy nuritivos, carecende vitaminas, y su ausencia puede impedir el cre­cimiento de las polladas y hasta puede llevarlasal raquitismo. En las aves adultas puede motivarenfermedades y en las reproductoras ser causa desu infertilidad.

El arroz descortezado, por ejemplo, eS el peorgrano que se puede dar a los polluelos y hasta alas gallinas como base de su alimentación, por sucarencia de vitaminas.

Dicho esto, pasaremos ya a tratar de la alimen­tación en el terreno práctico.

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~ISTEMAS DE ALIME;\;TACIÚ" Y }(AClONA~11 E:\TO

Ilay dos sistemas de alimentar a las aves, el deracionamiento continuo y el de darles de que co­mer a diversas horas del día.

Generalmente, si las gallinas se tienen libres,se las deja que correteen por el campo en las pri­meras horas del día, a media mañana se les da unpienso de grano y en las tardes un amasijo a basede salvado y algún cocimiento de hortalizas.,

El otro sistema es el de tener a su alcance elgrano y una mezcla de harinas secas 'para quedesde primera hora y durante todo el día comande ellas cuanto quieran.

Aun hay otro sistema mixto, que es el de tener­les en ración continua las harinas secas, y el granodárselo dos veces al día, en cantidad medida, ma­ñana y tarde.

Las verduras, en todos los sistemas, se les sue­len dar una vez al día si están en clausura, porquesi están lihres ya las gallinas mismas se las pro­curan.

Este último sistema es el que más prevalece enla moderna avicultura y en él vamos a fundamen­tar nuestros planes alimenticios. inclinándonos alsuministro de mezclas secas. más que al de ama­sijos, sobre todo en el período de crianza, pero sincondenarlos, porque, como estimulantes del ape­tito, los amasijos son muy convenientes, y espc­eialmente en verano son muy recomendables.

Cuando se hahla de raciones, IlO se entiende

-- 10.\ -

F ig. 40.-Modelos d e co mede ros y beb ed eros d e m e­ta l, para polluelos, muy cor rie ntes ya en E spaña, )adquir ib les en los es tablecimien tos d e material av í-

cola y en muchas fer ret erías.

precisa mente la ca n ti d a d de ali men to s q ue se dand e una vez, s ino la q ue ing iere <J, p ur lo m enos .la qu e el a n imal ti ene a su di sposi ci ón e11 el perío­do de veinti cuat ro horas .

":n la primera edad , es lll UY di i ícil p reci sa rca nt ida .les, purqu e ca d a día o ca da se ma na t en -

- 104-

drían que variarse. La gallina adulta, normalmen­te, está bien mantenida con unos 130 a 150 gra­mos, de los cuales So en granos, 60 en mezcla deharinas y el resto en verduras.

Hay cuatro clases de raciones, a saber:I.a Ración de crecimiento.2.a Ración de sostenimiento.3.a Ración de producción huevera.4.a Ración de engorde.

Ración de crecimiento

Es la apropiada al polluelo desde que nace has­ta que llega a madurez sexual, pudiendo distin­guirse en ella la de primera edad (hasta los tresmeses) y la de recría (de los tres meses hasta loscinco o los seis).

Antiguamente, a los poJlue1os se les alimentabacon pastas o amasijos, pero hoy se ha visto queles van mucho mejor los alimentos dados en seco.

Aparte de aquel primer alimento que se da alpolluelo a las cuareta y ocho horas de haber na­cido (no antes), consistente en migaja de pan yel huevo cocido (pero que sólo se da durantetres o cuatro días), el polluelo vive y al parecercrece bien con harina de maíz y con salvado (enpesos iguales), y con lo que, conducido por la ma­dre, él mismo encuenrra en el campo.

Cuando se les tiene en clausura y, por lo tanto,cuando se les cría sin madre, esas substancias, ri­cas en proteínas y especialmente en vitaminas, es-

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timulantes de su crecimiento y del desarrollo desu osamenta, hay que procurárselas dándolasen las mezclas de harinas que se tienen a su al­cance. De ahí esa multitud de fórmulas alimenti­cias que se encuentran en los modernos libros deavicultura, entre las cuales el autor emplea y re­comienda la siguiente:

PAI{A POLI.l'EUIS EN CHíA

Kilos

Salvado grueso o de hoja... 20Harina de terceras.. 45Harina de maíz tamizada................... 10Harina de avena., 10

Harina de carne o de pescado..... 5Harina de soya, gluten o globazote..................... 5Polvo de leche desecada.................................... 5

TOTAL............................................. 100

Agréguese a esta mezcla medio kilo de sal decocina, y si se tienen los polluelos en interioresprivados de la luz solar directa, agréguese tam­bién un kilo de aceite de hígado de bacalao, porsus abundantes vitaminas D (antirraquíticas), quehacen las veces de los rayos ultravioletas de la luzsolar.

Todas estas materias se encuentran hoy en díaen España en todos los almacenes de piensos y dealimentos para el ganado.

Tenida esta mezcla en ración continua al al­cance de los polluelos; dándoles dos o tres vecesal día pequeñas distribuciones de maíz triturado

106· -

y de alfalfa, lechuga () hierba de prado picadita, yteniendo también a su alcance en un comederoque no pueda voltearse, arena fina, conchilla deostras o polvo de huesos calcinados y carbón deleña, para (IUl' picoteen en ellos, nada puede fal­tarles y así pueden ser alimentados en los tresprrmeros meses,

Entonces la íortuula puede ser cambiada porla siguiente:

PAilA l'OLun:LOS EN RECRÍA

Kilos

Salvado grueso o de hoja .Harina de terceras ..Harina de maíz tamizada ..Harina de avena .Harina de alfalfa o de trébol.. ..Harina de carne o de pescado ..Harina de soya, gluten o globazote .

TOTA!.. .

20

30

J.'i20

55,:;

100

Agréguese medio kilo de sal de cocina, y si hu­biese polluelos de poco crecimiento, a éstos déselcsla mezcla con un 1 por 100 de aceite de hígadode bacalao.

Dénseles también, por lo menos, dos distribu­ciones de maíz triturado, o de maíz, trigo y ave­na, triturados siempre, y mezclados en partes igua­les, y manténganse a su alcance las materias cal­cáreas y el carbón vegetal triturado.

En calidad de verduras (a dárseles por lo me­nos una v¿z al día) bien va la alfalfa, la lechuga

y la hierba de prado, pero les encanta y les esmuy buena la avena qcrniinada. Para prepararlase la tiene en reruojo durante cuarenta y uchohoras; luego se la extiende sobre unas tablas demadera y se la va regando ludos lus días. A losdiez o doce días se la t ienc va crecida. se la des­gaja en sus tallos, granos y 'raicillas y, bien pica­do lodo, se les distribuve en comederos bien lim­pios. ~ \ éasc estanleri;¡ ¡Jara germinaciún de laavena, en fig. r6. pág..l l.)

En el período de cría, conviene vigilar muchoa los polluelos, obligándoles a hacer ejercicio doso tres veces en las mañanas y otras tantas en laslardes. Esto se logra alborotándolos, pero sinasustarles, y particularmente con las distribucio­nes de grano y de verdura.

Si se crían artificialmente, en las dos primerassemanas, además del alimento, les precisa calor yel termómetro de que vaya provista la criadoradebe marcar siempre de 35 a 36 centígrados. Enlas dos semanas siguientes, bastan unos 32 a 33, yen las dos primeras del segundo mes de 25 a 30.A las seis semanas, en la buena estación, los po­lluelos ya no necesitan calor, pero al dejar de dár­selo no debe hacerse bruscamente, manteniendo lacriadora a unos 20 Ó 25 grados durante un parde noches. En pleno invierno, podría seguírselesdando hasta que los polluelos cumplen los dosmeses.

Desde el primer día hay que limpiar dia riarnen­te la criadora. renovando la litera de paja o dearena, para que con ella se extraigan los excre-

- to!:! -

mentos. La limpieza y, sobre todo, la buena airea­ción del local, complementa el bien que les haceun buen'régimen alimenticio.

Kacián. de sostenimiento

La ración de sostenimiento, en realidad, no seconcibe en avicultura, como no sea aplicándola enel período de la muda, en el que las gallinas nodan huevos ni engordan. Aun en este período esimprocedente, porque uno se expone a que lasgallinas no muden normalmente.

Es ración en la que basta que la gallina comaen granos y en otras cosas, a base de un equili­brio de 1 : 5, lo cual se logra dándoles dos ra­ciones de grano (trigo, maíz y avena en partesiguales), de :25 gramos por cabeza, una distribu­ción de verdura al día y un amasijo por día decocimiento de coles u otras hortalizas amasadascon salvado, a razón de unos 70 gramos por ca­beza, tomado el peso después de bien escurrida elagua y sazonando la mezcla con salo con pimen­tón, para hacerla más apetitosa.

Si se mezcla un kilo de harina de maíz gruesa,con dos kilos de salvado de hoja o grueso, lamezcla da relación nutritiva casi exacta de 1 : 5,adecuada a la ración de sostenimiento.

Ración de producción para ponedoras y repro­tluctoras

Siempre a base de las dos distribuciones degrano por día y del suministro de verduras, espe-

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cialmentc alfalfa, trébol, lechuva o hierba de pra­do, y a falta de éstas, hierba de avena, o avenag-en;lin:lela, véanse seguidamente tres fórmulasIllUY recomendables y de efectos poco más () me­nos similares en cuanto a activar v mantener unabuena producción huevera. .

PARA GALLINAS T'ONEIKlRAS y REPRODl'CTORAS

N." IN." 2 N.".1

Kilos Kilos Kilos

Salvado grueso o de hoja............... 25Harina de terceras..... 30Harina de maíz rojo p;ruesa............ 12Harina de avena molida............... 15Harina de carne o de pescado...... 6Harina de soya, gluten o globazote. 6Harina de alfalfa........................... 6Polvo de leche desecada ..

TOTALES........................ 100

20202020

15

5

100

2020202012

8

100

Sazónense estas mezclas con medio kilo de salde cocina, y en invierno bueno es agregarles uur por roo de aceite de hígado de bacalao.

En el período de plena muda del plumaje, agré­guese a estas mezclas seis kilos de harina de li­naza.

Cualquiera de estas tres fórmulas es recomen­dable, tanto para las gallinas ponedoras como paralas reproductoras; pero en estas últimas, cuantamayor cantidad de verdura pueda dárseles, espe­cialmente lechuza o avena germinada, más se ac­tivará su fertilidad, cosechándose menor propor-

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Fig. 4I.-Jaulas para el cebamiento de pollería.

ción de huevos in fértiles. La lechuga, por su g-ranproporción de vitaminas E, estimulantes de lafertilidad. es la mejor verdura que puede dars:a los reproductores.

Esas mezclas llevan relaciones nutritivas <kI :.1 a 1 :-+,6, y aportan de 55 a 62 unidades nu­tritivas. La número 5 procede de la Escuela deAvicultura Española de Arenys de Mar; la nú­mero 2 de la Escuela norteamericana de Cornell(Nueva York) (dada como mejor en 1932), y lanúmero 3 es la recomendada por la Sección expe­rimental de la Asociación británica de Aviculturacientífica, también en F)32.

Nación de engorde

La ración de engorde, en todos los animales, lacompone el maíz, la cebada y las harinas bajas, y

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-- -;.'~

" ~,

lZi'f '~·~iI

Fig. 42.-Arriba: Cebando con papilla y embudo.Abajo: Cebando con pastas dadas en bolitas oblongas

del tamaño de una almendra, y una a una.

en las gallinas, además, el trigo sarraceno o al­forfón dados en harinas gruesas mezcladas conharinas de cuartas en partes iguales.

Cuando se quiere llevar al ave a un cebarnientocompleto, afinando sus carnes, se amasan la hari-

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na de maíz y mejor toda vía la de cebada y dealforfón, con leche desnatada, formándose unaspastas, de las que se deja que coman las avescuanta quieran. Sí dejaren de comer, hasta seapela al cebamicnto forzado dándosela en bolas,hasta llenarles bien el buche. En este último caso.las aves se tienen enjauladas y en paraje algo obs­curo, con lo cual el cebarniento es más rápido.

También se les ceba con papilla de esas mis­mas harinas. que se les embucha mediante un em­budo o empleando el aparato de embucharnientomecánico.

OBSERVACIÓN GENERAL

En todas estas clases de racionamiento debe te­nerse el cuidado de que no se desperdicien alimen­tos y que las aves no puedan pisotearlos metiendolos pies en ellos. Para evitarlo, las harinas secasque se dan en ración continua se tienen en come­deros-tolva, de los que se encuentran diversos mo­delos en las casas de venta de artículos de avicul­tura.

Los amasijos deben prepararse al tiempo de dis­tribuirlos y se sirven en comederos abiertos, condispositivos que impiden que las gallinas metanlos pies en ellos. En todo tiempo, pero especial­mente en invierno, mejor es dárselos calientesque fríos.

Los granos pueden servirse también en come­deros-tolva, pero generalmente se siembran sobrela litera de paja o de forraje que cubre el piso

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¡; i>:.•1.1 dUp.- l<:s la nlt' r b s () bal e rí a s para la n ía d epo l1 e ría de con sum o.

<id .~ a ll i ll l'l" o . para qu e la s ga llinas lo vayan ClJ ­

mic nd» esca rba ndo en el la. co n lo cua l se lespro cu ra UII buen eje rc icio.

l .as verdu ras, es bu eno darlas . o bien en ut en si­lios espec iales. o en manoj os, qu e SC cu elgan deltccho rlt-l ga Ilincro pa ra evi ta r qu e las a ves lasl' isotl 'Cn y :11 mismo tiempo para oblig-a rlas a qu ehag-an cjcrr ir io . salt ando. para alcanza rlas.

La bchida natural desd e que el a ve nace . es elagua . que debe dárselos siempre limp ia. fresca ! 'en bebederos higiéni cos. de los qu e tant os mod e­los se cncuent rau ha sta en las Fer rct crias y cacha ­rrerías dI' los pu eblos. Cu a ndo pu ede tenerse aUI1 precio aceptable leche desna tada o pu ra (s i

Il

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bien a ésta hay que mezclarle un So por lOO deagua) sus efectos, tanto en los polluelos de pri­mera edad (OITIO en las polladas que se recrian yaun en las ponedoras y reproductoras, es algo deportentoso resultado,

INDUSTRIAS Y DEPORTE AYÍCOL,\S

Aparte de lo que la Avicultura representa comoarte carnncsino, auxiliar del avicultor, de ella hansurgido ¡'ndustrias especiales. de las que en estefolleto sólo cabe dar noticias, sentando las basesgenerales en cada una de ellas,

Son tales industrias las siguientes:I.(I La industria huevera.2.(1 La fabricación de polluelos.3.(1 La industria pollera.-+." La industria del ceba miento,S,o La industria de la raza o de la selección.El acierto del avicultor industrial está precisa-

mente en dedicarse a la rama de la Aviculturaque, segÍln las condiciones del lugar, según lasposibilidades de venta en el mercado del país ysegún los elementos con que cuenta, en tierra vcapital, pueda darle mejores rendimientos, .

"..• 110 ..-

Fig. 43.-Cajlta,; d e cartón, buen modelo para el ser­vicio ,le" huevos de marca", y marcador d e huevos.

Il\Dl.'STRIA J[ L'EVERA

Esta tiene por base la simple explotación delas gallinas por sus huevos y, por tanto, su baseestá en la posibilidad de producirlos a tal costeque en su venta. al precio medio en el mercadodel país, dejen un beneficio razonable, que, 'a basede un promedio mínimo de puesta de 130 huevospor gallina, llega a ser de un 20 por 100.

Como todo se reduce a producir al menor costeposible, no sólo ha de montarse el gallinero y, en

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general, el neg-ocio, con gran economía, sino que elavicultor ha de hacerlo todo por si mismo. Si hade soportar gastos de personal. es inútil que pien­se en emprender el negocio.

En ésta indust ría hall de tenerse en cuenta .lOS

gustos del consumidor en la localidad, en cuanto ala coloración de los huevos, eligiendo la raza quelos dé del color más apetecido, blancos o algo co­loreados, y asimismo ha de procurar producirloscon yema rojiza, para 10 cual debe darse siempreel maíz rojo y mucha verdura. Las yemas de unamarillo pálido no-son apetecidas, y la granja queasí los cosecha se desacredita.

Otra de las cosas a tenerse en cuenta, es la deque, comenzándose en gran escala, se va segura­mente al fracaso.

Hay que empezar con pocas gallinas, 100 a 200

a lo sumo, y debe irse agrandando el negocio muylentamente y según se adquiere experiencia pro­pia, teniéndose en cuenta que, a medida que seaumenta la población de un gallinero, van tam­bién en aumento los riesgos de epizootias y que,siendo mayor el número de malas ponedoras queel de buenas,el beneficio general mengua.

Al establecerse los cálculos debe partirse de labase de que los gastos, comprendiéndose en elloslos de amortiazcíón del capital empleado, los dealimentación de las gallinas, los generales y laspérdidas posibles (por mortalidad normal de un10 por 100), no excedan de dos tercios del preciomedio y limpio a que puedan ser vendidos loshuevos. Si el precio medio de los huevos en el

.- 11:-

¡: ig. "¡"¡.- -EIlJi,alaj e , d c- hucvo -, courcrcia h--; A rri ba :T ip" a meric.ur». :\ haj ,, : EIl Ji,alaj" , "< t .u u l a r d " cu r o­1"' <) ' . c n ca ja , ro m p lc ta -, d e 1 , .¡ .j O h IlC\·O'. di\·i ,ih l,·,en d o -, , con 111l1l ' go ll-H' ;-' de < i r - r r a, s in nec e..;,i da d deahr ir la caja. \ éa u-. c t a m hic n la , 1lled ia , caja , ,Lo¡.iO hu ev o- y la , p,'qu("Cla ,. ,1" J (¡o. ,', ,("a l1 JO d " C'"lIa ,.

a ño C':-; de 2,:;0 peset as pur docena . su coste dep rod ucción no debie ra cxccr ler d ,' 1.2 :; a 1J) l I pe ­-ida s (\ ¡ ,c,'na .

Los av icultores españoles qu e han expc rimcu­tado en \'1 jlrl,bkma a limc u t ic io. sa ben m u v bien

.-- tI!) .-

que producir un kilo de huevos. a base de lo queen 1933-1934 costaron los granos y los piensos,cuesta de [,70 a 1,80 pesetas. y ent rando en Ul1

kilo de 15 a 17 huevos, según raza. para bene­íiciar debiera venderse por 11, menos a 3 pesetasel kilo o a unas 2.S0 docena.

Como para asegurarse un promedio mínimo depuesta de 120 huevos, o sean diez docenas porcabeza, hay que montar el negocio a base de ga­I1inas seleccionadas, fácil es comprender que, siesto no se tiene presente y, por temor a lo quelas seleccionadas pueden costar, el negocio sequiere emprender con gallinas comunes y corrien­tes compradas en los cortijos, en las casas de cam­po o en los mercados, el fracaso es seguro. Digan­lo si no los que con ellas lo intentaron.

La industria huevera está indicada en las pro­ximidades de un buen mercado, donde el avicul­tor puede llegar a crearse una clientela que pagueel huevo fresco a mejor precio que el del huevocomercial. Si ha de venderse la producción al pre­cio de cotización del huevo corriente, desvaloradopor el huevo de importación, no sale a cuenta, ymenos si se vende al recovero o al acaparador dellugar porque éstos se quedan con gran parte delbeneficio que correspondería al productor.

Es industria recomendable a las familias cam­pesinas, dotadas de suficiente cultura para condu­cir bien el gallinero, así como a personas que, te­niendo ya medios de vida, quieran hacer vida decampo y atender por sí mismas al cuidado de las

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gallinas, sin tener que pagar m sueldos DI Jor­nales.

Las explotaciones hueveras de mediana exten­sión (máximo de 500 gallinas) son las que vcrda­deramente producen. La mayoría de esas grandesexplotaciones hueveras de las que tanto se hablay se escribe fracasan por exceso de gastos y por­que se plantearon a base de cálculos fantásticos.a los que no respondieron los beneficios.

La industria huevera es atrayente y, a base decifras, enloquece, pero es de realidades muy in­ciertas. El registro de la postura durante todo elaño, hasta en las gallinas viejas, es cosa indispen­sable, porque sin esto se van manteniendo grannúmero de malas ponedoras, que no pagan 10 quecomen y que, practicándose el registro, se vandescubriendo y uno puede desprenderse de ellas.

Otra de las bases en la industria huevera esla de poder cosechar huevos todo el año, para locual lo conveniente es escalonar las crías de talmanera que nunca falten. Para esto se tendrá pre-sente lo siguiente. .

MEDIOS DE COSECHAR HUEVOS TODO EL AÑO

En enero, la puesta se restablece en las gallinasde segundo y de tercer año y desde febrero a me­diados de verano (momento en el que vuelven aestar en plena muda) van dando huevos seguida­mente, llegando al máximo de su intensidad enabril y en mayo. Estas gallinas aseguran la cose­cha de huevos en gran parte del invierno y en

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primavera, pero las hay que, al entrarse en el ve­rano y al perder las primeras plumas, se despo­nen, Estas suden ser las poco ponedoras, porquelas que más huevos dan SOI1 las últimas en mu­dar y, por tanto, en dejar de poner, y suelen se­guir dando huevos en verano, desponiéndose sóloen otoño y por pocas semanas.

Para reforzar la cosecha de huevos, cuando lasgallinas viejas se despenen, hay que contar conlas pollitas nacidas en diciembre o en enero, queempiezan a poner en junio o en julio. Estas, aun­que dando huevos pequeños, se venden bien, por­que en tales meses los huevos ya empiezan a es­casear. Esas pollas cambian algunas plumas an­tes de cumplir el año y suelen desponerse en oto­ño, y como es la estación en la que pocos huevosdan las gallinas viejas, sin el auxilio de las críasprimaverales, cuyas pollas han de dar ya huevosen octubre, noviembre o diciembre (según el mesen que hayan nacido), apenas se cosecharían hue­vos.

Como puede verse, si el avicultor escalona bienlas crías puede tener huevos todo el año: enverano con las pollas tempranas de diciembre yenero; en otoño y principios de invierno, con laspollas primaverales, y en el resto del invierno )'primavera (febrero a junio) con todas, porque es­tán en plena postura, así las pollas como todas lasgallinas viejas.

Aun tiene el buen avicultor otros recursos. Unode ellos es el de dar más grano y más proteínas enprimavera, para ver de anticipar la muda y lograr

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que en otoño las g-allinas viejas la hayan tcrrni­nado y vuelvan a poner.

El otro medio es el de apelar al r<"g-imen de ali­mcntación nocturna, con el objeto de que. por lacortedad de los días. las g-allinas no pasen dema­siadas horas sin comer, causa principal de la es­casa cosecha de huevos en otoño y principios demvierno.

Iluminando el gallinero a eso de las diez de lanoche, se distribuye un pienso de grano (30 a 35g-ranos por cabeza, de maíz, de trigo y avena enpartes iguales l, sembrándolo sobre la litera depaja. Manteniendo la luz durante media hora, paradar lugar a que ·las gallinas puedan consumirlo,luego se vela la luz durante unos momentos y diezminutos después aquéllas vuelven a los aseladeros,reanudando el sueño.

Algunos alargan el día dando la luz en cuantoanochece, a partir del 15 de octubre, y dando elpienso sobre las ocho. Otros lo dan a me.lia nochey otros a las tres o a las cuatro de la madrugada.produciéndose siempre los mismos efectos, o seael de lograr que muchas ga llinas, por no ser posee­doras del factor de la puesta invernal, den huevosen virtud de la ración nocturna. que obra comofactor adquirido e influyente. y los den cuandolos huevos se pagan más caros.

Este sistema de lograr la puesta invernal se dacomo descubrimiento moderno y norteamericano,cuando es antiquísima práctica de las aldeanas deCastilla, que, según un Iibro impreso en Madriden el año de ¡R03. ya m el siglo XV ITI era' en

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ella"Scostumbre la de dar un pienso a media noche.en cuanto éstas empezaban a ser largas, mante­niéndose el régimen hasta febrero.

No íaltan, pues, recursos al avicultor que quie­ra tener huevos todo el año para alcanzar su pro­pósito. Lo que importa es que atienda a ello, quealimente debidamente a sus gallinas y, sobre todo.que procure eliminar todas las gallinas de pocapostura. Las buenas son las que comen mucho,las que tardan en recogerse y, cuando lo hacen,llevan el buche bien lleno, y son también las queprimero salen del gallinero al amanecer. Esas sue­len ser las de mayor persistencia, las que mástarde y más rápidamente mudan y las que, sinayuda,' suelen dar huevos casi todo el año.

OTRA RECO~[ENI>ACIÓN INTERESANTE

Experimentalmente ha podido comprobarse queJos huevos claros, esto es, los no fecundados, seconservan en buen estado mucho más tiempo quelos que tuvieron galladura. En la industria hueve­ra se recomienda, pues, la producción exclusivade huevos in fértiles, lo cual quiere decir que lasgallinas deben tenerse sin gallo. Con esto, ade­más de lograrse el objetivo principal, las gallinasse mantienen más vigorosas, porque el gallo nolas fatiga.

En algunos países, hasta la propaganda oficialen favor del aumento de la producción se condu­ce en el sentido de recomendar a los avicultores

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que sólo trabajan a hase de producir huevos deconsumo, tengan siempre las gallinas sin gallo.

lNl)USTRI.\ DE LA lIABRICAC¡ÓN DE POLLUELOS

Bajo este denominativo se designa aquella in­dustria que tiene por finalidad o negocio la pro­ducción de polluelos en gran escala, por mediode la incubación artificial, y su inmediata ventaal tiempo de nacer.

La incubación artificial, que en pequeña escalase inició a base de producirse en el año algunoscentenares de polluelos, o como algo auxiliar enlos pequeños gallineros, porque hay incubadorashasta con reducidas cabidas de 50 y de 100 hue­vos, gracias a esas grandes incubadoras modernascon cabida para millares ha tomado tal incremen­to que hoy se producen millones de polluelos conla mayor facilidad y en proporciones que raramen­te bajan del 70 o el 75 por 100 sobre los huevo';fértiles incubados.

No nos engolfaremos en explicar lo que es laincubación artificial, ni en la descripción y ma­nejo de las incubadoras, porque aquellos a quienesla cosa interese, mejor es que lo estudien en cual­quier libro de Avicultura. Nos limitaremos a de­cir que hoy en día hay incubadoras tan perfectas.que hasta un niño de poca edad puede manejar­las y, por tanto .en ellas se puede tener absolutaconfianza.

La industria de la fabricación de polluelos tienepor base la compra de huevos fértiles, su incuba-

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(i,'¡n en grandes incubadoras o en regular númerode estos aparatos dispuestos en serie, y la ventade los polluelos el mismo día del nacimiento.

Cierto es que el fabricante de polluelos puedet.unhién utilizar los huevos de propia producción.pero el negocio nunca resulta tan limpio comocuando se compran los huevos. Esta es la basede la mayoría de esas grandes fábricas de pollue­los que hay en los Estados Unidos, en alguna delas cuales llegan a incubarse hasta un millón dehuevos al mismo tiempo. Lo es también en mu­chas de las que existen en España, productorasde polluelos comunes y corrientes, esto es, no se­leccionados, que no son recomendables, pero porel bajo precio a que pueden venderse son losque tienen más salida.

No debe confundirse esta industria con la 'dela raza o de la selección, de la que más adelantenos ocuparemos, porque en ésta hay que trabajarsiempre con huevos de propia cosecha, a menos depoderse también adquirir huevos de selección enlas cercanías de la fábrica.

Esta industria tomó incremento desde que .pro­gTesaron los rápidos medios de transporte y desdeque Se vió prácticamente que los polluelos, en ca­jitas especiales, desarrollaban por sí mismos su­ficiente calor para no morirse de frío, y que po­dían estar hasta cincuenta y sesenta horas sin to­mar alimento, Como en cualquiera de los paísesde Europa y entre muchos Estados de América,cuarenta y ocho bastan para que los polluelos lle­guen a destino, hasta en pleno invierno pueden

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Fi g . 4S.-Pe,!u6ia im-uha.I ora a rt ificial co n cah i,!:,para 7.; hu ev . .... . t ip o el tn :'", r or r ivut c en E :-, pail ::.

Fig. 46.-Tipo de una in cuhad ora i ndu-t r iul .. M am u t " ,

con cabida pa ra 10.(lOO hu cvo«. En "H.t, en F ,pa ll afun cionan ya 111 ;'1" l it-- l OO incuba do ra , d,' (',l e ,ip"v ele otro> , con ca bida, va riahlv-. vn t r« 1.00 0 v Ití. DOO

huevos co o las cua les "e l l;¡ g l'n <Ta liza d" <'n' e l p ai -,la iudu st r ia del p ollu el o el,' un día, ,!IIl' p er m it r- ) H I '

hla r ritpída Jlll'!lt~ ('('!l t<'nar" " d I.' " a lli!l" r o,' ,

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ser transportados sin riesgo de que mueran en dcaJl11110.

Gracias a la incubación artificial en gran esca­la, la Avicultura ha tomado tanto incremento \.';1

muchos países, ya que por ella pueden f ácilmentcpoblarse o repoblarse gallineros con aves selec­cionadas.

Para d productor de polluelos que logra orga­nizar bien la provisión (\1.' huevos y que sabe y lo­gra dar inmediata salida a los polluelos, el nego­cio es espléndido, pero no siendo así, 10 mismo qucse gana. se puede perder mucho dinero.

Para el país, si por un lado es convenientecuando los polluelos que se producen y se vendenproceden (le huevos de verdadera y positiva se­lección, no lo es si proceden de huevos comune-s \'corrientes, que sólo pueden dar nacimiento a 1'0­lluelos hijos de padres desconocidos, y no sólola fabricación de polluelos contribuye a que se di­funda en el país la mala semilla, sí que con ellavaya también la de gi'rmenes infecciosos o da­ñinos.

IJe ahí que en muchos países esta industriahaya sido reglamentada. controlándola los gobier­nos y no permitiendo la venta de polluelos enaquellos establecimientos que no ofrezcan la ga­rantía de salubridad requerida por el ramo de hi­giene y de sanidad pecuaria.

Hoy se fabrican polluelos en España por cente­na res de miles al año y son tantos los que se pro­ducen que ya comienzan a sentirse los efectos dela competencia, que quizás conduzcan a la ruina

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de una industria por tantos conceptos lucrativa ybeneficiosa cuando se la ejerce con honradez, coninteligencia y con las debidas garantías de producirse clase buena. y de poderla vender a pre­CIOS remuneradores.

INDUSTRIA POLLERA

Es la que tiende, no sólo a producir polluelos engran escala, si que tamhién a criarlos y recriar­los hasta el momento de poderse vender comopollería tierna de consumo.

Hav en esta industria la facilidad de producirlos polluelos, pero tiene los graves peligros quevan anexos a la cría y recría por procedimientosartificiales, cuando se trata de grandes y aun demedianos contingentes de seres de una misma es­pecie. Por lucrativa que parezca esta industria.tiene tales contingencias que no toma incrementoen. ningún país, al punto de poderse contar los es­tablecimientos montados sobre tal base.

Ello se explica por el hecho de que, lo que seproduce es volatería de clase corriente, tal COIllO

la presentan al mercado los campesinos que laproducen a bajo coste y que, por poco que se lespag-ue, siempre tienen en su venta algún bene­ficio.

El industrial ha de producir a mayor coste y,a menos de trabajar a hase de alzuna de esas ra­zas ya famosas por la superioridad de sus car­nes, cuando vende, las fondas u hoteles, los res­taurantes y hasta los particulares no pagan su po-

Hería a mayor precio del que rige en el mercadopara la volatería campera.

E~, pues, industria muy peligrosa. de éxito muyincierto, y que. aunque quiera fundamentarse enese modernísimo sistema de criar los polluelos enreducido espacio y en pisos. estanterías o baterías(figura .[7), no creemos logre arraigar en España.donde. como en casi todos los países. la industriapollera es más hien patrimonio exclusivo de lagente del campo, que es la base de esta industriaen el verdadero sentido de la palabra.

INDUSTRIA DEL CEBAMIENTO

Esta industria se puede decir que se sale delas posibilidades del avicultor, estando en manosde polleras de profesión, que compran la volate­ría tierna criada por los campesinos o en estable­cimientos de Avicultura v, gracias a un arte es­pecial y recluyéndola en locales debidamente acon­dicionados, la engordan, produciendo esas diver­sas clases de pollería fina y extrafina que se vendea buen precio, por requerirla los gastrónomos.

Emprendida la industria por un avicultor, abase de producir el polluelo, criarlo. recriarlo vdespués cebarlo a base de buenas harinas y deleche, es ir al fracaso seguro.

De ahí que, sin decir que sea industria que noquepa en España, porque, con capitales, no faltanrazas como la catalana del Prat y la Paraíso, conlos que se producen excelentes capones y sober­bias pulardas, si decimos que no es recomendable.

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no sól« p'Jr lo qut' cuesta llevar esas piezas almercado, sí que también porque, en todo caso,sería industria temporal. ya que sólo en determi­nados momentos tiene salida esta clase de aves, y;uleltl!ls porque S11 C01S11lJ10 es lllUY limitado enel país.

1r\IWSTlnA DE L\ I~.\ZA y DE LA SELECCIÓN

Esta es la industria avícola más lucrativa enlos actuales momentos, en los que en todos lospaises se preconiza la sustitución de las viejas eimproductivas razas de gallinas por las modernasde mayor producción.

Tiene por base la producción ~. venta de huevospara incubar, de polluelos ele un día, de polladasya criarlas y de aves adultas para la reproducción,pero todo procedente ele animales perfectamenteseleccionados, unas veces con miras a la perfec­ción del tipo, 01ras en el de la postura, y en elgrado máximo de selección, desde ambos puntosde vista.

Es industria que impone el rigorismo más ab­soluto en el registro de la postura y en la elec­ción de los reproductores y, por tanto, es algo demucho cuidado y que requiere una absoluta hon­radez por parte del que la ejerce.

Prestándose, como se presta, a la facilidad dedarse gato por liebre, ya se dijo que en variospaíses la industria de la selección ha sido regla­mentada, al punto de no concederse permisos parael anuncio y venta de prod uctos avícolas de selec-

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Fi g-. 4 i ,-nat ería o es tante ría m et ál ica con ca le fa c­ció n eléctr ic a, pa ra la c rianza de g ra ndes ca n t ida desde poll ue los en r edu c id o es pac io , sis t em a qu e hapro d uci do un a verdade ra revo luci ón e n el mund o aví­cola por las ven tajas qu e ofrece , p ero qu e 110 d eja det ene r cier tos inco u vc nien t e s qu e d ificultan su em p leo.1,:" te m ode lo a d mit e 10 0 p o llu elos en ca da p is '" V éa­."c 1:1' ca j ita .. en la - qu e s e hac e e l tran sp ort e ele

po lhu-Io.. dc un día, por [c rr oc ar ri l.

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(lOti más que mediante ciertas condiciones. Entreellas figuran en primera línea el control o ins­pección por parte de funcionarios del Estado yel consentimiento o el favorable informe de laSociedad de Avicultura a la que pertenezca tiproductor, la cual con ello presta su garantía dela honradez del agraciado con el permiso,

Como en esta indust ria el productor puede fija rlibremente el precio. según el valor que atribuyaa sus productos, inútil es decir lo que en la in­dustria de la selección y de la raza se puede ga­nar, porque, a poco que el establecimiento adquie­ra fama de producir clases superiores (por lospremios Que éstas alcancen en las Exposicionesde Avicultura y, sobre todo, en los Concursos depuesta), el avicultor llega a ganarse una bonitafortuna en pocos años.

Es industria que cabe emprenderla en pequeñay a lo sumo en regular escala, cuando se trabajaa base de reproductores de genealogía conocida(de pedigrée), cuyos productos pueden venderse aalto precio; pero cuando sólo se producen de se­lección corriente, hasta en ciertos límites cabe em­prenderla en gran escala, produciéndose millaresde polluelos para la población o repoblación degallineros.

Esta industria es la que en España toma másarraigo entre los avicultores, y se puede decir queha sido la salvación de muchos que, habiendo de­butado como avicultores en el ramo huevero, loabandonaron para acogerse a la industria de laselección,

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CRESTAS PERFECTAS Y IlFFECTPOSAS

r- ~hJ\/\ -,

~/euJ,~Con brote u ;ipi:IIJ1"-"'~

(Detecruosa)

'':;OtnpletJmt"nt~ ~4l.jtiJ

(Defectuosu )

~l\.:i1L.

()Jt'rJe~ l:.I i

r(ipt~

(Perjecr..)

C¡Jl1 ~'11Vd

(Dcfectuos a i

C;liJAl dI: l&,polúll

(rh·ft·-:tllv'oal

De rosa[Perfecta)

De rosa{Defecruos s )

Fig.48.

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La llamamos también industria de la ra.:.:a,porque no se concibe más que trabajándose a basede razas puras, únicas <jlle pueden garantizar lapermanencia de su tipo o de sus aptitudes en ladescendencia.

EL DEPORTE AvícOLA

No siempre la Avicultura reviste carácter in­dustrial y hasta puede decirse que en muchos paí­ses, y aparte de los avicultores aldeanos o cam­pesinos, la mayoría de los que hacen Aviculturala hacen por puro sport Q deporte, por afición atener gallinas de raza, recreándose en su contem­plación y luciéndolas en las exposiciones de Avi­cultura. Sin el deporte avícola éstas no tendríaninterés, porque en ellas sólo se verían media do­cena de razas, las de producto más corrientes.

En España, por desgracia, son tan pocos los quese dedican a tener aves de exposición que hastapuede decirse que el deporte avícola no existe, yes lástima, porque las exposiciones de Aviculturaconstituyen un gran elemento de propaganda aví­cola, y faltando criadores de aves de raza, lasque se celebran no tienen gran lucimiento.

Para la celebración de exposiciones de Avicul­tura existen reglamentaciones especiales, que de­terminan cómo han de ser clasificadas y juzgadaslas aves. Cada raza y cara variedad tiene su mo­delo, su patrón o su' standard de perfección, conindicación de lo que en eItas constituyen cualida-

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des, defectos y taras. De esta manera, así el eX­positor corno los jueces saben a qué atenerse ylos premios se dan, no al arbitrio o a gusto de lu­jueces, sino de acuerdo con lo reglamentado.

Otra manifestación del deporte avícola es lacelebración de concursos de puesta, para los cua­les hay también una reglamentación. En L'StOS sepremian, no sólo los rccords de la postura de lasgallinas, sí que también la calidad de los huevos, abase de una unidad de peso, que suele ser la de56 gramos, equivalentes a un punto.

A estos concursos acuden también los que sededican a producir aves de selección, con el objetode lucir lo que producen. de adquirir fama y deprocurarse certificaciones oficiales sobre el valorde sus aves, Con ellas pueden vender luego la des­cendencia de las aves premiadas a altos precios,

No hay para qué decir si es manifestación aví­cola deportiva la de las riñas de gallos, tan ge­neralizada en España y en las Américas latinas,

Aun cabe citar otra muy original y extendidaen Bélgica, Holanda y Norte de Francia. Consisteen los concursos de canto de gallos; en ellos sepreparan debidamente éstos, y se premia a los demayor mérito, según los reglamentos establecidos.Este es deporte todavía desconocido en España.

El deporte avícola es cosa que compete a lassociedades de Avicultura y a los Clubs avícolas,los cuales, sin dejar de atender al fomento y a laorganización avícola en el país, y particularmenteen el territorio de su radio de acción, son los quepromueven las exposiciones y los concursos.

España tiene Sociedades de Avicultura, Sin­dicatos y agrupaciones de avicultores en varias re­giones, como en las Castillas, Cataluña, Valencia,Andalucía, l.alcarcs, (;alicia y Vascongadas, ytambién una Asociación General de Avicultores,con radio de acción en todo el país, En ella debeverse, como una Federación representativa de laAvicultura española, con sede en Madrid (Fernan­flor, 8).

La mayor parte de las grandes Federacionesavícolas de Europa y las Sociedades o Clubs quea las mismas están afiliadas, están a su vez fede­radas, siendo su lazo de unión una Federación In­ternacional de Sociedades Europeas de Avicultu­ra, cuyo Consejo dircetivo tiene su sede en Bél­gica.

El perfecto acuerdo y la confraternidad quereina en el mundo avícola europeo, da lugar aque anualmente se celebren en París, en Bruselas,en Londres, en Berlín y en otras capitales esasgrandiosas exposiciones internacionales de Avi­cultura, de las cuales España ha tenido ya el honorde organizar y celebrar con gran éxito dos, unaen Madrid, en 1902, y otra en Barcelona (la Exposición Mundial de 1924), anexa al SegundoCongreso Universal de Avicultura, en la que to­maron parte 22 países de Europa, América, Asiay Oceanía.

_.- 1.,7 -

L\ A\·ICUL'rUJL\ CIENTíFICA

I':sta es otra manifestación <le la Avicultura enel siglo x x , que tiene por objeto el estudio de latécnica avícola en sus aspectos zootécnico y eco­nómico, el de las enfermedades de las aves decorral y la resolución de los problemas que ema­nan de la producción y del tráfico comercial enhuevos y pollería. El movimiento directivo estáa cargo de la Asociación Mundial de AviculturaCientífica, que cuenta con unos 500 hombres deciencia y economistas que en ella trabajan, y conla adhesión de miles de asociaciones de las cincopartes del mundo, las cuales representan a másde 200.000 adheridos y simpatizantes con dichaAsociación, mantenedora de los Congresos mun­diales de Avicultura que se celebran de tres entres años.

Hasta ahora se han celebrado cinco, el prime­ro en La Haya (1921), el segundo en Barcelona(1924), el tercero en Ottawa (Canadá, 1927), elcuarto en Londres (1930), y el quinto en Roma(1933). Actualmente se prepara el sexto, que ten­drá lugar en Berlín, en 1936.

En España es representante y delegada per­manente de dicha Asociación M undial la EscuelaOficial y Superior ~spañola de Avicultura deArenys de Mar (Barcelona).

XI

RAZAS DE GAI.LlN.\S EXTRANJEIUS QUE !>fÁS SUELEN

VERSE EN LAS EXPOSICIONES DE AVICULTURA ES­

PAÑOLAS

No siendo posible que en un folleto como elpresente se dé ni siquiera una pequeña descrip­ción de las razas de gallinas extranjeras más co­nocidas y cultivadas en España, y de las que sue­len verse ejemplares en nuestras exposiciones,apelamos a su presentación gráfica en diminutosdibujos, pero suficientes para que, a la vista delos mismos, el lector pueda tener idea de su tipoy de sus características más salientes. En su ma­yoría son razas de producto, aunque se tengantambién como aves de exposición. A los que quie­ran saber de ellas les recomendamos las estudienen cualquier libro de Avicultura moderna, entrelos cuales Zootecnia de las aves domésticas, delautor (*).

(*) Volumen, en octavo ruay or, de ¡ 16 páginas y200 grabados. Precio en rústica, 12 pesetas. De ventaen las principales librerías y en la Escuela Oficial ySuperior de Avicultura de Are nys de Mar (Barce­lona).

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Casi todas las razas que a manera de catálogose presentan en este capitulo se aclimatan bien enEspaña y, Vor tanto, cabría impulsar su crianza.con lo que mucho ganarían las exposiciones deAvicultura que se celebran en el país, por lo ge­neral reducidas a la exhibición de media docenade razas, siendo siempre las mismas.

Por ser de origen español, elegimos las razasMenorca, Andaluza azul y Cara blanca, de lascuales la primera da magníficos gallos para elmejoramiento de nuestra gallina Española de cararoja, en cualquiera de sus variedades regionales.

Entre las razas francesas, presentamos las deHoudan.Faverolles, La Bresse y La Fleche, lascuatro de doble utilidad, por ser ponedoras y te­ner carnes esquixitos. También presentamos lahermosa raza Crevecoeur.

De origen belga elegirnos la de la Cainpnie,como ponedora, y la de Malinas como productorade excelente pollería.

De Inglaterra citamos sus tres mejores razas,la Sussex, de doble utilidad, y las Dorking y Or­pington, que, aunque buenas ponedoras, tienenmejor aplicación como productoras de aves dealta mesa, empleándose mucho la Orpington paracruzamientos mejorantes.

Holanda nos brinda sus Barneve1der y sus Brc­das; Alemania, sus preciosas Lakenfelder, e Ita­lia, sus Livornesas y sus Anconas,

Norteamérica nos permite dar a conocer, ade­más de las Leghorn y las Rhode Island, ya cita-

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das y presentadas gr:dicamente en el capitulo [11.,liS /'hJlIlJuth l\lJck \ sus \\'yant!lJt!l's.

I)c ~\sia pn'sl'lIt:lI;¡'h las éochillchina. l lraluuaPootra y Langshan, las tres razas gigantes quetanto han intervenido en la creación de las razasmodernas.

En concepto de gallinas de puro lujo véanseaquí las más corriente, tales como la Hamburgo,la Padua y la Holandcsa d\.' moño blanco, todasellas bien conocidas de nuestros avicultores.

A los que tengan interés en conocer a Ion doestas y otras razas, así como a los que quieran ca­pacitarse en el estudio de las mismas, en todolo que se relaciona con sus características, en tipode perfección, les recomendamos lo hagan en ellibro Standard de perfección, editado en BuenosAires en versión castellana, del que bien puededecirse que rige, en concepto de código de la be­1I<':::a en las gallinas, en todo el mundo (*).

(*) Volumen lujosamente encuadernado, de 37-1páginas, profusamente ilustrado. En España, 30 pese­tas. Escuela de Avicultura dc Arenys .le Mar (Bar­celona).

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Fi g. 49.- }.f en or ca . Tipo in gl és .

Fi g. so .- A nua lu za azu l. Tipo ing lés.

- 142 -

Fi ,:..;J.-Ra za Cara blan ca, llamad a E ,paíi ol a e n elex t ra nj cro.

Fi~ . 52.-1)ncolla . Ti po in ~l é ' .

- Ll.l --

Sol.- H o llda ll.

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' : iJ.; o ;:;,-Br";,,,', Gall o en v arie dad lIe ~ra y ga lli nao o l'lI va ri ed a d u ri s ru osqucada .

F ig o .;(¡.-C rcvvr o vu r ,

F i¡,: . -" .- Ba r 11" he ld e r.

Fi g. 58.-- l.a F I"c h " .

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¡: ig . S9.- l. aKl'n felcle r .

Fig . 6o.- Halll]¡ lIr gCJ. Gallo var ieda d Icnt cj u elada , yga llina vari edad listada,

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F ig . 6 , .-Ca lllp illl' .

F ig . 6:?-.\ l alilla ,;.

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Fi g . óJ .- SlJ"n . (;;di " v; l r il'O ia d a rmi ñad o y g a ll inava r i"01; ,,) r o j 0-11IO"I l1(';\(la .

Fi ;.:. 6.\.- ( )rpin gt on. Ga ll . \'ari ('d a d leo nada y g a ll invar ieda d neg r a .

Fig . 6S.-Brahma. Gall o va ri cdad a rm iñada y ga llinavari c .la. l ose u ra.

Fig . 66.-Cochin ehina . Gall o va r ie dad leon ad a y ga­llina va ri edad ap erd izada .

Fig. 67.-1'Iym olll h Rock barrada.

Fi~ . ó!l .-W ~·alld ut t e . Gall o varie da d plateada y " a ·llina vnr icda .I armiña da .

F i¡.: . ó9.- Padlla pla tea da.

Fi g . ¡ o.- Pa d lla H olandesa . Gall o variedad n egra yga ll ina va riedad azulada.

Xl[

PRI~C1 P.\LES ENFER:-'fEDADES EN LAS GALLINAS

Algo faltaría a este folleto si no se completaracon el señalamiento de algunas de las enferrneda­des y los males a los que, como seres vivientes, nopueden escapar las gallinas.

Se suele decir que buena sería la crianza y laexplotación de las gallinas, si éstas no fueran tanpropensas a su i rir en ferrnedades. Ello es unapreocupación del vulgo, pues las gallinas no sonmás propensas que otros animales a enfermar. Loque ocurre es que, por tenerse en grandes contin­gentes o por las malas condiciones en que se sue­len tener, cuando se presenta una enfermedad haymayor peligro de que tome carácter epizoóti..o,esto es, que se generalice en el gallinero y quealcance hasta a los gallineros vecinos.

La patología aviar, muy abandonada durante el

siglo pasado, en los últimos veinte años y a im­pulso de la gran labor realizada por la ASOCiaciónMundial ele Avicultura Científica, ya citada, y

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mantenedora de los Congresos Mundiales de Avi­cultura, ha progresado tanto, que bien puede de­cirse que pocas, muy pocas son las enfermedadesde las gallinas no conocidas y no estudiadas porlos veterinarios. Pero corno en su mayoría sonde índole infecciosa o parasitaria y no tienen cura,todos están conformcs en (lue la higiene y la sa­nidad del gallinero y del corral en general está,más que en curarlas, en prevenirlas, y a ello tien­de la moderna Avicultura.

No es posible que en este folleto se den a co­nocer todas las enfermedades estudiadas en lasgallinas, pero sí hay que citar siquiera sea las máscomunes y peligrosas, que son las siguientes:

ENFERMEDADES DE L\ INFANCIA

Aparte de las de carácter común, debidas a'agentes físicos o químicos, tales como los resfria­dos, las indigestiones, los enfriamientos por moja­duras, etc., etc., hay en la infancia de los polluelosdos enfermedades de carácter epizoótico y tangrave que anualmente matan por lo menos al S0por 100 de los polluelos que nacen. Una de ellases la pullorosis o diarrea blanca y la otra la cocci­diosis, ambas universalrnentet conocidas y temi­das. Hay además otra, la avitaminosis. aunqueésta no es de índole contagiosa.

La Pullarosis.-Es enfermedad infecciosa pro­ducida por el Bccillus pul!orU1:J. que vive en es-

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tado inofensivo o saprafítieo en el organismo demuchas gallinas y de muchos gallos, a los cualesno les produce otro efecto que el de menguar suvigor y, con él, su producción. Hay gallinero enel que el 50 por 100 de sus habitantes san porta­bacilos)' por esto nada tiene de particular que sudescendencia nazca ya infectada, con la particu­laridad de que el Bacillus pullorum, casi inofen­sivo en las aves adultas, es altamente dañino, in­feccioso y contagioso en el polluelo; asi es comoproduce tantísimas bajas.

La infección está en la sangre, pero se localizaprincipalmente en el ovario de la gallina, auncuando otros órganos aparezcan también afecta­dos. Un gran número de huevos de los que datal gallina, llevan ya la infección, que, si no mataal polluelo en su período embrional, está ya en-

. fermo al nacer, y en el acto sus deyecciones in­fectan a sus compañeros de grupo. Generalmenteperecen el 50 por 100, pero la mortalidad alcanzamuchas veces al 70 y al So por 100. Como los quesobreviven quedan ya partabacilos, así es comolos gérmenes infecciosos perduran en el gallineroy, año tras año, producen sus mortíferos efectos.

El mal se manifiesta en el polluelo a los pocosdías de nacido, por erizamiento del plumaje, in­apetencia, inmovilidad. alas caídas y, sobre todo,por una diarrea de aspecto blanco y lechoso que,secándose, llega a formar como una pasta alrede­dor del ano, obturándola e impidiendo que el po­lluelo defeque. El polluelo que no sucumbe de dia-

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rrea blanca a los diez o doce días de nacido, rara­mente mucre y queda portabacilos.

No se conoce remedio a este mal, e inútil esque hagamos mención de algunos remedios quese dice pueden resultar de buenos efectos; pero siel mal 110 tiene cura. sí hay medio dicaz paraprevenirlo.

Este consiste pura y simplemente en no dar ti

la reproducción ningún individuo, macho o hem­bra, portabacilos y, por tanto, se impone el ami­lisis de la sangre de todos los reproductores. Paraello hasta ahora había que recurrir a los labora­torios, pero de algunos años a esta parte, hastael mismo avicultor puede practicarlo en Españacomo en todos los países.

Se utiliza un antlqeno especial de efectos rapidí­simos, del que se pone sólo una gota sobre unvidrio de ensayo, mezclándola con otra gota desangre de igual calibre, mejor aún, de suero dela sangre, obteniéndola con un ligero corte en lacresta del animal. Al mezclarse las dos gotas, siel animal está infectado hay inmediata aglutina­ción y las colonias de bacilos aparecen a simplevista, sin tenerse que recurrir al microscopio.Cuando el avicultor no quiere practicar el suero­diagnóstico por sí mismo, manda al laboratorio lasangre en unos tubitos, y el laboratorio dictami­na. En España este procedimiento fué introducidohace tres años por la Escuela Oficial Superior deAvicultura de Arenys de Mar, y se practica hastaal precio de 0,30 pesetas por análisis.

Gallinero en el que durante tres o cuatro años

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se vayan eliminando todos Jos reproductores por­tabacilos queda libre en absoluto de la diarreablanca, y se comprende fácilmente que sea así.

La coccidiusis.-Esta es enfermedad parasita­ría determinada por el Cocculiwm uuiuni, proto­zoario que se encuentra en muchos terrenos y quese reproduce por esporar, las cuales son injeridaspor las aves, e invadiendo su aparato digestivo ylocalizándose principalmente en los intestinos, lesproducen la muerte, a menos de que el individuologre expulsar los coccidios, lo cual ocurre rara­mente.

Los polluelos criados en interiores, que no vanal terreno hasta que tienen un par de meses, encuyo momento el ave tiene ya resistencia para so­portar al parásito, no corren peligro; pero aunasí puede darse el caso de que, si la gallina quedió el huevo estaba cocculioso, algún coccidio, porla cloaca se pase al oviducto, yal formarse el hue­vo quede encerrado en él. En tal caso (muy raro,pero que suele verse) el polluelo nace también coc­cidioso y las esporas que van en sus deyeccionescontaminan a sus compañeros.

El polluelo coccidioso presenta síntomas tan se­mejantes con los de la diarrea blanca, que el sim­ple avicultor muchas veces confunde ambos ma­les. En la coccidiosis la diarrea no es, sin embar­go, blanca, ni tan pegajosa, y a veces es sangui­nolenta por la irritación que los coccidios produ­cen en la mucosa intestinal.

Suele dar buen resultado el suministro a los

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polluelos de leche agriada. Otros recomiendan eldar agua ligeramente coloreada con permangana­to de potasa, pero en firme no puede decirse quetales remedios sean eficaces.

Como en la pullorosis, mejor es la prajilaxis ()prevención del mal y se recomienda, en prime!"lugar, no dejar que los polluelos tengan contactocon el terreno hasta que tienen siete semanas, encuya edad no corren ya tanto peligro.

Otro medio preventivo es el de cambiar todoslos días la litera de paja, forraje o arena de lascriadoras y de todo el local en que transiten los

. polluelos, con el objeto de dejarlo limpio de ex­crementos, y con éstos, de las esperar que los po­lluelos coccidiosos hayan podido expeler.

Las esporas, para adquirir vitalidad, tienen quepermanecer al aire libre por lo menos dos o tresdías. Si se ingieren al tiempo de ser expelidas notienen vitalidad. Como si todos los días se limpiaa fondo la criadora o la pollera, se eliminan to­das las esporas que en ellos pueda haber, no seda lugar a que adquieran vitalidad. Es santo re­medio para evitar que los polluelos sanos las in­gieran.

Esto, y por lo menos la tenencia de los polluelosen terrenos secos y bien asoleados, es lo único quepuede decirse seriamente de la coccidiosis, quemuchas veces motiva la pérdida de grandes can­tidades de polluelos en los gallineros, de los cualesse enseñorea, persistiendo de unos años para otrospor la gran vitalidad de los gérmenes que quedansobre el terreno.

La avitaminosis o polineuritis.---Es enfermedadcausada por la falta de vitaminas en los alimen­tos que se dan a los polluelos, especialmente devitamina 1:. que es la defensora del organismocontra esa enfermedad que en la especie humanase denomina beriberi. endémica entre los habitan­tes de los paises en los cuales se abusa del conSU!110de arroz. que. una vez descortezado, carece en ab­soluto de vitaminas. Los polluelos alimentados abase de arroz no escapan nunca a la avitaminosis.que se manifiesta por la flojedad en las piernas,la desnutrición y a veces por la parálisis en losmiembros, Cuando se llega a tiempo, la avitami- .nosis se cura con un cambio de alimentos y sobretodo dándoles sustancias animales, y particular­mente mezclando a los alimentos hasta un :2 por100 de aceite de hígado de bacalao .

.EL MOQUILLO, LA DIFTERIA Y LA VIRUELA

He aquí tres enfermedades altamente contag-io­sas y de las cuales raramente se libran hasta laspolladas mejor atendidas, cuando uI10 no evitasu aparición, o cuando no corta la epizootia.

El moquillo, muermo o coriza wltiuyiosa.--Esafección' que ataca a las polladas jóvenes, peroque subsiste muchas veces, en manifestación cró­nica, cuando adultas.

La produce un virus todavía no bien conocido,que determina una inflamación en la mucosa na-

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sal con producción de una sustancia líquida, clarao espesa. según la intensidad del mal; amarilla ."pestilente, al punto de que. al entrar en gallineroinfectado de coriza, en las noches. hasta se perci­be un hedor característico.

Suele presentarse en la primavera y en verano.Las crías tempranas de diciembre a abril suelenescapar. pero las de mayo en adelante son muypropensas a contraer el moquillo. Los ingleses lla­man a esta enfermedad costipodo de 1/Crano v ami juicio es, en las gallinas, lo que el moquillo ()muermo en ciertos animales jóvenes.

El mal se pasa fácilmente a los ojos, producien­do oftalmia y muchas veces el ave pierde el ojo.En tales casos. además de las mucosidades nasa­les, hay inflamación de la cara.

Si se acude pronto. la coriza no' es afeccióngrave y puede curarse fácilmente. pero si no, tornacarácter crónico, el ave se debilita y se desnutrey aunque no llegue a morir. tarda mucho tiempoen reponerse.

Se trabaja para obtener una vacuna preventi­va.pero hasta ahora. aunque alvunos pretendenhaberla encontrado. no ofrece garantías de inmu­nidad.

La coriza puede curarse en pocos días colocan­do los enfermos en jaulas de las que sea fácilsacarles dos veces cada oía para darles tratamien­to local. Se les exprimen las fosas nasales median"te un trapito o una bolita de algodón. Seguidamen­te, con una pequeña perita de caucho, se inyectaen ellas un chorrito de agua oxigenada, macerán-

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rlolas para que se impregnen bien y repitiendo (loso tres veces la operación hasta que el agua salgalimpia. Entonces, siempre con otra perita, se lesintroducen unas gotitas de petróleo, que obracomo desinfectante y como secante. Generalmente,esto, hecho durante cinco o seis días, eS bastante.

Si la cara se hincha, puede dársele una pincela­.lita de tintura de yodo. y si el mal se inicia en losojos, viértanse en ellos, dos veces por día, dos otres gotas del siguiente colirio: agua de rosas, IOO

gramos; sulfato de cinc, S gramos; láudano deSidenharn, S centigrarnos.

El mal es grandemente contagioso, porque albeber quedan mucosidades nasales flotando en elagua y al hacerlo las aves sanas. las recogen. Seimpone, pues, el secuestro inmediato de todo indi­viduo que aparezca con coriza, y como, una veziniciada en un gallinero. S01l muchas las aves en­fermas, es conveniente tener un local, o un galli­nerito especial, donde ir poniendo las que cadadía se van viendo enfermas. y otro para colocar alas que se vayan dando de alta, teniéndolas enobservación antes de volverlas al gallinero. p('rsi la infección se recrudeciera. .

Dif/l'ria y z'irucla.--Aunque se trate de dos en­fermedades distintas en sus mani íestacioncs. escosa científicamente reconocida que las produceel mismo virus, que, localizándose en la mucosabucal, produce placas y exudaciones amarillentas(difteria) y cuando ataca los epitelios, en la cara,barbillas y cresta, produce pústulas o granulacio-

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nes purulentas (viruela). En muchos casos las dosmanifestaciones se presentan a la vez en un mis­mo individuo.

La difteria alcanza a veces la mucosa nasal.pudiendo confundirse C011 el moquillo; pero lamucosidad es más espesa y no despide el he­dor característico de la coriza. También se correfrecuentemente hacia la faringe, hacia el fondo dela boca y la laringe. produciéndose gruesas placassobre la glotis, obturando la entrada del aire porla tráquea, determinándose entonces una manifes­tación crupal que asfixia al enfermo.

El tratamiento de la difteria ha de ser inme­diato a la aparición del mal, porque si torna inten­sidad se llega tarde.

.Mediante el secuestro del ave enferma, tenidaen jaula que facilite la operación, dos veces al(lía, y utilizando un pincelito, o con bolitas de al­godón hidrófilo sujetas a la punta de un palillode dientes, se les lava la boca con jugo de limón.Con las bolitas de algodón secas se procura le­vantar las placas, con el cuidado de no producirsangre. Hay que tener preparadas muchas bolitas.porque cada vez que se usa una hay que tirarla.Nunca debe usarse la misma bolita en dos indivi­duos. Si a los dos días las placas siguen formán­dose. en vez del jugo de limón empléese la re­sorcina. Una vez levantadas las placas y en suhase. dense con un pincelito toques de tintura deyodo. Si hay difteria nasal, hágase lo recomenda­do para el moquillo, pero después de lavadas lasfosas nasales. en vez del petróleo viértanse en

11

... 162 _.

ellas gotas de jugo de limón o de resorcina. Síhay inflamación en los ojos, ponerles una o dosgotitas de argirol.

En los casos de viruela píquense las pústulascon la punta de un alfiler y dese en cada una untoque de tintura de yodo o de nitrato de plata.

Tanto en la viruela como en la di íteria, désecomo bebida agua de infuso de laurel.

La difteria y la viruela suelen presentarse mása menudo en las aves adultas y en las polladas decuatro a cinco meses, que en las de menos edad.y son males muy contagiosos, pero que se pre­sentan con menor frecuencia que el moquillo.

Conocido el bacilo productor de estas dos enfer­medades. se preparan ya vacunas preventivas yalgunas, como el llamado Antidifterin, del Dr. DeHliec (que se aplica con una simple escoriación enla piel del tobillo del ave), pueden ser usadas has­ta por personas inexpertas, con un gasto verda­deramente ínfimo, y mucho se han generalízadoya en España con excelentes resultados. Es tam­bién muy conocida la vacuna francesa de Panissety Verge. Los efectos inmunizantes de esas vacu­nas tienen validez para un año; así pues, cada añohay que vacunar. Lo mejor es vacunar todas laspolladas apenas tienen tres meses, y revacunar to­dos los años al empezarse el verano, porque es afines de esta estación y en otoño cuando la difte­ria, la viruela o ambas enfermedades a la vez sue­len presentarse.

- 16.3-,,~.,.,

¡/\':"'"CÓLERA, PESTE Y TIFUS O SEPTICE!!IA AV'~~

i., '''tI ".':

Estos tres males, especialmente el- ~lera"Y lapeste, son los más graves, pues aparte'~(q~e s9ualtamente infecciosos y contagiosos, no itienen 'cura y suelen presentarse en forma tan fulminan­te que cuando uno se da cuenta de su presenciase han registrado ya numerosas bajas.

Cólera.-:El cólera de las gallinas, sabido es quefué estudiado por el inmortal Pasteur, que ya ensu tiempo no sólo preparaba la vacuna preventiva(que hoy se prepara en casi todos los laboratoriosde Europa), sí que también un suero para sumi­nistrarlo en los casos de epizootia, y al que deberecurrirse inmediatamente, requiriéndose el auxi­lio del veterinario del lugar.

La posteurella, productora del cólera, tiene lar­ga vida, e infectando el terreno, en él perdura deun año para otro en estado temporalmente inofen­sivo; pero al presentarse el medio favorable, vuel­ve a adquirir virulencia, y así es como año trasaño se presenta en 105 gallineros en los que no seatiende al saneamiento frecuente de aquél.

El cólera principalmente se presenta en formafulminante. Animales al parecer sanos hoy. apa­recen muertos al siguiente día. Otras veces suforma es aguda, manifestándose con el erizarnien-

. to del plumaje la inapetencia, la inactividad, dia­rrea pestilente, cola y alas caídas, así como lacabeza. cuya cresta y brabillas toman primero un

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color amarillento y luego violáceo y aun negruz­co. Por la boca suele haber a veces desprendimien­to de liquidos.

Ave atacada de cólera, aun en la simple formaaguda, no vive más de cuatro o cinco días.

Peste aviar.-Enfermedad menos conocida ymenos frecuente que el cólera, al punto de que.si éste es universal, hay muchos paises en los quela peste es desconocida.

Sus síntomas son tan semejantes a los del có­lera que las dos enfermedades se confunden fá­cilmente y sólo con el auxilio del facultativo ve­terinario y el de un laboratorio pueden distin­guirse.

La diferenciación principal entre ambos malesestá en que el bacilo del cólera aviar no sólo espatógeno en las gallinas, en los pavos, en las pal­mípedas y en las palomas, si que también mata alos conejos y a las ratas artificialmente inyectadas,mientras que el bacilo de la peste aviar no es pa­tógeno en los roedores.

En ambas enfermedades el contagio tiene lugarpor las deyecciones y por las mucosidades que sedesprenden de la boca, las cuales infectan el aguay los alimentos.

Tifus o septicemia aviar.-Es enfermedad quesuele presentarse a fines de otoño y en primavera,atacando a las aves adultas y raramente a las jó- .Yenes, que parecen tener cierta inmunidad natu­ral. La produce el Bacterium sanguinarium, que

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vive en los terrenos donde perdura, aunque enciertos momentos del año no tenga acción pató­gena. El contagio tiene lugar por las deyecciones,generalmente sanguinolentas y amarillo-verdosas.

El ave está soñolienta, sacude la cabeza y, agra­vándose el mal, hasta la descansa en el suelo,apoyándola con el pico; luego viene el coma y lamuerte.

Como de la aparición del mal a la muerte nomedian más que de cuatro a doce días. y compro­bado está que no hay nada que hacer, 10 mejor essacrificar a las enfermas y destruir su cuerpo porel fuego, práctica común a esas tres enfermeda­des, a las que, desgraciadamente, no se conoce re­medio, pero cuya aparición puede ser prevenida y,desde luego, cuya difusión puede evitarse obran­do enérgicamente desde el primer momento.

Caso de presentarse, así el cólera como la pesteo el tifus, aunque el avicultor no pueda precisarde qué enfermedad se trata, debe denunciar -:;,~

presencia al veterinario del lugar y a éste es- ~iponde tomar las disposiciones necesarias p !ti q~;\la epizootia no se propague. ~ ~, ; ~

AFECr:rONES PARASITARIAS

Así se denominan aquellas que vienen determi­nadas por parásitos animales y vegetales que vi­ven de las materias orgánicas del individuo, inter­nos unas veces y externos otras. En ciertas espe­cies de parásitos externos (como, por ejemplo, el

I{¡Ú --

llamado /Jio jo rojo, tan común en los países me­rídionales, y entre ellos en España, donde es pla­ga en los gallineros que no se blanquean ni se des­infectan frecuentemente), además de su acciónmolesta y desnutritiva, pues viven de la sangreque chupan a las gallinas, son portadores de gtT­menes infecciosos, como el que en las gallinas pro­duce la parálisis, la tortícolis, los vértigos y otrasafecciones del aparato de la inervación.

Aparte de los coccidios, de los que nos ocupa­mos al tratar de las enfermedades de la infancia.hay que citar la invasión del aparato digestivo porsinnúmero de tenias que se encuentran en todoslos terrenos, así como por otras especies, y la ocu­pación del aparato respiratorio, especialmente dela tráquea y bronquios, por el gusano o uermescolorado, y el muouct, honguillo que habita enla mucosa bucal.

Salvo esta última afección, que se manifiesta enuna substancia mantecosa que se acumula en lascomisuras del pico y por debajo de la lengua, yque se combate con simples lavados con vinagrede manzanas, las que se deben a parásitos in­ternos son casi siempre incurables.

Entre los parásitos externos y dejando a unlado las pulgas, piojos y chinches (que se destru­yen con simple limpieza), hay un parásito queacarrea a las gallinas gran molestia. Es el de lasaYona en las patas. que se destruye lavándolas, pri­mero, con agua caliente y embadurnándolas des­pués con manteca de cerdo o vaselina mezcladacon sulfuro potásico y petróleo. En tres o cuatro

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días de tratamiento la pata queda limpia. Estamisma pomada destruye también la tiña de la ca­beza, si bien ésta no la produce un parásito ani­mal, sino un honguillo.

Otro parásito externo, también muy temible. esel que produce la sarna desplumante, por vivir,no de la sangre del animal, sino de la pluma, quedestruye hasta dejar desnudas a las aves.

OTRAS AFECCIONES Y ACCIDENTES

Entre las muchas afecciones y los accidentes deque son víctimas las gallinas citaremos aquí lasprincipales.

Esofagitis.-Es la inflamación del esófago conproducción de llagas o aftas en la boca, efecto deun agente infeccioso. Se cura fácilmente con elpurgante clásico de las gallinas (un cuarto degramo de ruibarbo amasado en goma arábiga),dando dos por día, y con lavados de la boca convinagre de manzanas. El ave debe tenerse a ré­gimen de pan yagua y secuestrada, porque esmal muy contagioso.

. Embuchadura.--La parte amplia del esófago,vulgarmente llamada buche, a veces aparece abul­tada y dura, pero esto nada tiene que ver con la,esofagitis, porque lo produce un exceso de co­mida o el haberse obstruido el paso de los ali­mentos al estómago por substancias ingeridas yno digeribles. Cuando esto ocurre se recomienda

el ayuno a pan yagua. dar cucharaditas de aceitede almendras dulces y, en último caso. hay qUl'

operar, abriendo el buche, vaciándolo y lavándolocon agua avinagrada.

Accidentes en el oviducto.--Los esfuerzos paradar el huevo motivan frecuentemente el prolapsoo salida de parte del oviducto. Cuando esto ocu­rre varias veces, es mejor proceder al sacrificio dela gallina.

Otras veces la puesta se hace difícil por ex­cesivo tamaño del huevo, por 'presentarse con elpolo grueso hacia afuera o por estar atravesado.Puede también motivarlo la falta de contraccio­nes expulsivas. Puede facilitarse la salida delhuevo untando el ano con vaselina, y si la dificul­tad depende del huevo, por medio de un masa­je especial que le obliga a colocarse en posiciónnormal.

El oviducto puede herniarse () rajarse. Esto escosa grave, porque por la hernia los huevos. envez de ser puestos, caen en la cavidad abdominal.y si no se opera, en ella van almacenándose. hastaque el ave muere.

Cuando el huevo se rompe en el oviducto, hayque operar también, porque el ave moriría.

Huevos anormaIes.-A veces las gallinas danhuevos sin cáscara, efecto de f!llta de cal o porsuspensión de funciones en las glándulas secre­toras de aquélla. Si el caso se repite, es cosa desacrificar a la gallina.

-- ¡ÓC) --

Es i recuente la postura de huevos de dos ye­mas, por caída simultánea de dos de éstas en lasección del oviducto que segrega la albúmina, en­volviéndose luego en ella y después en la mismacáscara. Para el consumo son buenos huevos, peropara la incubación son inútiles. Las gallinas quedan frecuentemente huevos de dos yemas suelenser poco ponedoras.

Hay huevos diminutos en los cuales sólo hayclara, pero no yema. A éstos el vulgo suele te­nerlos por huevos de gallo. Deséchese tal vulga­ridad, porque son de gallina, en la cual una pe­queña porción de albúmina cae accidentalmenteen la cámara calcárea, y se forman esos huevospequeños y generalmente de formas raras.

A veces, aunque raramente, se ve un huevonormal dentro de otro muy grande, y que sólolleva albúmina. Se trata de un huevo ya formadoque accidentalmente retrocede en su camino, yal volver a la cámara albuminífera, se impregnade ésta y luego, al volver a bajar, toma nuevacáscara, y así sale al exterior el fenómeno.

En algunos huevos sobre la yema aparece unpunto rojo. Es una gotita de sangre que se pro­dujo al desprenderse el óvulo del ovario. Estoshuevos son perfectamente consumibles.

LA PEPITA Y EL PICAJE

Intencionadamente dejamos para el final el tra­tar de esas dos cosas que, por no ser enfermeda­des, uno no sabe dónde citarlas.

- - I ¡U ._.

Pepita.---Bajo el nombre de pepita es rutina oprejuicio universal el designar la punta de la len­gua de las gallinas que tienen recubierta por unasubstancia algo córnea, pretendiéndose que elloes causa de enfermedad y que debe arrancársele,y, en efecto, no hay comadre campesina que nose la arranque.

Ello es simplemente una aberración. Esa puntacórnea en la lengua la tienen todos los gallos ylas gallinas por sanas que estén. Véalo por símismo el lector en las aves que tenga a mano. Loque hay, es que, apenas se ve un ave enferma, loprimero que al vulgo se le ocurre es mirarla laboca, y por influjo de esa creencia en la pepita.le atribuyen la causa del mal. Si al arrancárselano se produce sangre, nada puede ocurrir, comono sea el dolor que se procura al animal. Comola mayor parte de las veces se le destroza la len­gua o se le daña la boca, no puede comer, y en­tonces enferma de veras y muere. El vulgo diceentonces que se llegó tarde, y si sana por sí mismase queda tan satisfecho, atribuyéndolo al haberlesacado la pepita. Desóigase tal patraña y dígasecomo dijo la vieja: "viva la gallina y viva consu pepita."

El picaje.-Así se denomina la tendencia delas gallinas a picotearse en el plumaje comiéndo­se las plumas unas de otras.

Es un vicio o una mala costumbre que se pro­duce generalmente por aburrimiento de las galli­nas que se tienen en excesiva clausura y que se

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pasan el día sin saber en qué entretenerse. Empie­za a picar una, sigue otra y así el picaje se genera­liza en el gallinero.

Puede motivarlo también la falta de materiasde origen animal en la alimentación de las ga­llinas que se tienen clausuradas. Como al arran­car la pluma va en su base un poco de piel yde materia grasienta, cuando no una gotita desangre. la gallina que primero pica se da cuentade ello y en busca de materia orgánica animal si­gue comiendo plumas.

Contra el picaje no cabe más que ir retirandodel gallinero una por una todas las gallinas enlas que se note tan depravada tendencia, deján­dolas libres en el campo. En el acto pierden elvicio, y su ausencia evita que en el gallinero sigatomando arraigo.

Esto, y en todo caso si no se les daban materiasanimales. dárselas. es todo cuanto puede hacerse

En los polluelos el picaje degenera a veces encanibalismo. Empiezan por las plumas, luego sepicotean en los pies y en el cuerpo, especialmenteen la rabadilla y en el ano. En cuanto producensangre se vuelven como locos y acaban por ma­tarse y por comerse los unos a los otros.

El secuestro de los primeros que empiezan él

picar y la libertad de éstos en el campo es el únicoremedio.

OBSERVACIÓN GENERAL

Sin la menor pretensión de haber consignadocuanto en cuestión de enfermedades puede escri­birse, cuando menos en las citadas, el lector ten­drá idea de las más corrientes.

La higiene constante en el gallinero, su limpie­za a diario, las frecuentes lechadas de cal en lasparedes, las desinfecciones periódicas con cual­quiera de esas substancias, que, como el lysol, elzotal, la creolina, el cresyl, el chinosol y tantosotros, se encuentran ya hasta en los más pequeñoslugares, y sin olvidar el saneamiento del terrenopor medio de frecuentes labores, son los mejoresremedios prl'1Jentivos contra muchas enferme­dades.

Ante una epizootia, preferible es sacrificar ydestruir por el fuego a los primeros individuosatacados, que empeñarse en curarles, dando lugara que el mal se propague.

No debe olvidarse tampoco que para ciertasenfermedades hay vacunas preventivas de buenosy comprobados resultados, y que vale la pena detenerlo en cuenta.

Si a pesar de todos los cuidados hay gallinasenfermas, nada tiene de particular. pues ni aunel mismo hombre puede librarse de ellas, a pesarde su natural instinto de conservación y de lo quehan progresado las ciencias médicas.

APENDICE

ALGUSAS CONSIDERACIONES SOBRE LA PRODUCCIÓS

AvíCOLA ESPAÑOLA y SU FALTA DE ORGANIZACIÓN

Aun cuando mucho contribuya la Avicultura in­dustrial en la determinación de las buenas razasde gallinas en un país, preciso es reconocer que.en España, como en todos, es la producción hue­vera y pol1era rural o campesina la que determi­na su riqueza avícola, porque es la suma de loque producen centenares de miles de pequeñosproductores, lo que surte nuestros mercados detales mercancías. Por desgracia, nuestras clasescampesinas siguen todavía víctimas de los quese les guardan gran parte del beneficio que a ellosles podría corresponder. Aludimos a los inter­mediarios, para los .que tantos trabajan, por ca­recerse de las debidas organizaciones defensorasde los intereses del productor.

Cuando se considera la trayectoria del huevo.desde que 10 da la gallina hasta que llega a lamesa del consumidor, fáciles ver las manos por

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las que pasa, en cada una de las cuales ha de irdejando algo ele lo que bien podría corresponderal productor.

Del gallinero, el huevo va directamente al con­sumidor, cuando se produce en las granjas cuyosdueños saben ingeniarse para abrirse clientela:pero el campesino, alejado de una población, notiene más remedio que vender su producción se­manal al recouero, que va ele casa en casa o decortijo en cortijo recogiendo huevos, ° al acapa­radar del poblado vecino, al que muchas vecesentrega los huevos a cambio de vituallas o artícu­los que necesita para las necesidades de la fa­milia.

Concentrada la producción de una comarca enmanos de un acaparador puebleríno, éste la envía.unas veces a un comisionista o comerciante delgran mercado próximo, otras la distribuye entre'vendedores locales, cuando la poblaciónlo permi­te, o bien la manda a detallistas de la ciudad, pormediación de los cuales los huevos llegan al con­sumidor. A veces, aun intervienen corredores que.al servicio del comisionista o gran comerciante.son los que median entre éstos y los detallistas.

El huevo que adquiere el consumidor suponga­mos a 2,50 pesetas la docena ha pasado general­mente por cinco manos, en las cuales han debidodistribuirse, por lo menos, se ó 60 céntimos y,por lo tanto, al productor apenas si le han alcan­zado 2 pesetas, y a ese precio ya no le quedabeneficio, cuando no pierde, aunque el campesinono se dé cuenta de ello.

Esto ha ocurrido. y aun ocurre, en muchospaíses; pero en otros las clases campesinas hansabido ingeniarse y organizarse en tal forma que,obteniendo mayores beneficios en su pequeña in­dustria, han dado lugar a que ésta tomara talincremento, que no han tardado en ser expor­tadores.

Nos referimos a esas Sociedades Cooperativasque han hecho la riqueza avícola de Dinamarca,de Holanda, de Irlanda, y a las que tanto debe yala Avicultura norteamericana.

Los productores de una comarca debidamenteasociados juntan sus pequeñas producciones y laenvían semanalmente a la Cooperativa Central,que los reeíbe en el gran centro de consumo. Enéste tíene sus puntos de venta al detall, y asíquedan suprimidos los intermediarios.

Cuando llegan a concentrarse tantos envíos queno se les puede dar buena colocación, la Coope­rativa, con elementos de los que no disponen lossimples productores, busca otros mercados y has­ta puede ir ya a la exportación.

Con tales organizaciones, el productor percibecasi íntegro el precio de venta al consumidor,dándole siempre huevos verdaderamente frescos,y así los coloca a mejor precio.

Las Cooperativas sólo retienen una pequeñacantidad para gastos generales, y si al final delaño hay remanente en caja, 10 reparte en concep­to de dividendo a los asociados, a razón de lacantidad de huevos que hayan enviado durante elaño. Además de esto los asociados adquieren los

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granos y los piensos al precio de por mayor, enlos almacenes en los que las Cooperativas los con­centran.

Esas Cooperativas claro está que bien puedenbeneficiar a las granjas avícolas, y a su implan­tación tienden ya las Sociedades de Avicultura es­pañolas; pero a las que más convienen, son a lasclases campesinas, que bien podrían pensar tam­bién en ello.

En Dinamarca fué un modesto maestro de es­cuela el que creó la primera Cooperativa hueve­ra a beneficio de los padres de sus pequeños alum­nos. En otros sitios ha sido el párroco del lugar,o un vecino cualquiera, de buena voluntad, el quelogró reunir a 20, 50 ó 100 pequeños producto­res, y así ha sido como, a ejemplo de los que conello beneficiaron, fueron surgiendo en distintospaíses esas Cooperativas hueveras, de las que, pordesgracia, todavía no existe ni una en España.

Dinamarca tiene, hoy en día, más de Soo pe­queñas Sociedades Cooperativas hueveras, de lascuales 500 están federadas, disponiendo hasta devapores con que transportar rápidamente su mer­cancía a los mercados europeos, de los que sehan adueñado por su perfecta organización.

El día que nuestras clases campesinas entrarenen ello, la Avicultura española habría dado ungran paso, y con esto quedaría resuelto en granparte ese problema huevero que tanto preocupaal Gobierno español y a los avicultores.

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CONCLUSIÓN

Al poner fin a este folleto, en el que se ha pro­curado iniciar al lector sobre lo que a grandes ras­gos ha sido posible decirle para ilustrarle en lamoderna avicultura, el autor no puede menos quereconocer la insuficiencia de lo escrito, para el queaspire a saber avicultura, pero cree haberle orien­tado y preparado por si quiere ampliar conoci­miento.

No faltan en España buenos libros de Avicul­tura, y si bien abunda, por desgracia, la malaliteratura avícola, hay obras muy completas deautores nacionales y otras de autores franceses.ingleses. norteamericanos y alemanes, traducidasal castellano, en cuyo estudio los españoles pue­den ampararse de todos aquellos conocimientosque debe poseer el buen avicultor.

España tiene ya Escuelas de Avicultura, y enesto hasta lleva delantera a muchos países queno las tienen. La enseñanza avícola fué intro­ducida en España por la Escuela Oficial y Supe­rior de Avicultura de Arenys de Mar (Barce­lona), en 18<)6. siendo ésta la decana por derecho

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propio entre las de su clase que existen en elmundo. Fué creada bajo el protectorado del Go­bierno español, que desde el año de 1922 hizo yasuya la enseñanza avícola y la mantiene en cur­sillos y cátedra ambulante, sin perjuicio de se­guir patrocinando y auxiliando la enseñanza aví­cola particular.

Otro medio de ilustrarse es la lectura de re­vistas avícolas, pudiendo citarse Mundo Avícola,de Arenys de Mar; España Avícola, de Valen­cia; Vida en el eorrol, de Zaragoza, y Avicultu­ra, de Barcelona, como las más conocidas.

No faltan, pues, eri España elementos para quepuedan formarse en el país buenos avicultores. ya ellos deben recurrir todos los que quieran ha­cer avicultura con probabilidades de buen éxito,pues sin los debidos conocimientos podrá hacerseavicultura rural y casera, pero no avicultura in­dustrial, porque sin. el debido estudio sería tantocorno ir al fracaso.

Recomendamos finalmente a nuestros lectoresque visiten algunos de los muchos y buenos es­tablecimientos de Avicultura ya existentes en Es­paña, en cuya visita podrán ver llevadas a la prác­tica muchas de las cosas que han podido leer eneste librito.

INDICE

Págs.

Introducción... ... ... oo....... 5Capítulo l.-Generalidades... 'oO ... oo' ... 7Capítulo ll.- Las gallinas y sus productos...... 13Capítulo I1I.-Del gallinero, sus condiciones y

sistemas... ... ... 'oO ... .oo ... ... .., oO' ... 24Capítulo lV.-Métodos de explotación... 43Capítulo V.-Población del gallinero... 53Capítulo VL-De la reproducción en las galli-

nas...... oO, ••• '" oo. ... ... ... ... ... ... ...... 60Capítulo VIL-Moderna teoría de la fecundi-

dad oo. oo '" 76Capítulo V IlI.-Práctieas de selección y elec-

ción de buenos reproductores Oo. 85Capítulo IX.-De la alimentación Oo, ... 98Capítulo X.-Industrias y deporte avícolas. oo.... II5Capítulo XL-Razas de gallinas extranjeras

que más suelen verse en las Exposiciones deAvicultura españolas oO' ." 138

Capitulo XII. - Principales enfermedades enlas gallinas oo ••••••• oo •••• oo •• oo ••• 152

Apéndice.-Algunas consideraciones sobre laproducción avícola española oo' 173

Conclusión '" oo' oo. oo oo 178

OBRAS DEL MISMO AUTOR

Catecismo del Avicultor. (Dos ediciones.)El Arte de Criar Gallinas. (Tres ediciones y en

prensa la cuarta.)Avicultura. (Agotada.)Zootecnia especial de las aues domésticas.Construcciones y Material ooicola.Colombo filia. Estudio com pleto dé' las palomas

mensajeras y su aplicación a la tel. -grafía alada,y al sport. (Dos ediciones, agctadas.)

La selección y los buenos reproductores, baseprincipal del éxito en Avicultura. Genética aví­cola elemental.

Apuntes de un Curso completo de avicultura e in­dustrias anexas. (Obra reservada a los alum­nos de la Escuela Oficial y Superior de Avi­cultura de Arenys de Mar. No está a la venta.)

(Todas estas obras, a excepción de l : última, se en­

cuentran a la uenta en las principales librerías y en lacitada Escuela.)

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